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ᯓ 04



Habían pasado tres semanas interminables, y el atractivo joven de cabello castaño seguía sin prestarle atención, ni siquiera un simple vistazo.
Era como si no existiera para el y Jungkook ya no podía soportar más.
Su cuerpo ardía de deseo y su mente estaba obsesionado con la idea de poseerlo.
Así que, dejando a un lado  su orgullo y con el valor que le daba el alcohol, se levantó de su silla y se dirigió hacia el chico, quien bailaba con movimientos sensuales en medio de la pista de baile.

La música parecía ser un eco de su pasión y cada paso que daba, lo acercaba más a su presa.
Taehyung se sobresaltó al sentir unas grandes manos posarse en su cintura, estaba dispuesto a encarar al hombre e insultarlo por tal atrevimiento pero, antes de que lo hiciera, lo escucho hablar y se quedó estático al reconocer esa voz.

—Que bien bailas—le dijo contra su oído, Taehyung tragó duro, era su jefe, su maldito jefe, ¿ahora que haría? —¿qué pasó preciosura? ¿Por qué no me respondes?—pegó su pecho a la espalda del más bajo.

El castaño trataba de alejarse, pero El Fuerte agarre no lo dejaba.
Mordió su labio con fuerza, nervioso, mirando a sus costados.

—Bonito, no seas tímido.—Jungkook sonrió, haciéndolo estremecer—¿cómo te llamas?

Espera, ¿acaso su jefe no sabía que era el? ¿Park Taehyung? Su asistente.

Armándose de valor, apretó sus puños y dio media vuelta, levantando su mirada, Jungkook lo analizó por muchísimos segundos.

"Mierda, este es mi fin" pensó el castaño.

El mayor completamente hechizado por la belleza de sus ojos, se quedó con la mirada fija en ellos, tratando de descubrir su color, pero era imposible, la oscuridad junto con las luces psicodélicas no se lo permitían. Su lengua salió a humedecer sus la labios, en un gesto involuntario, mientras su mano se cerraba alrededor de la cintura del castaño, quien se encogía en su lugar al sentir la intensa mirada que le regalaba su jefe.

—Eres hermoso—dijo lo suficientemente alto para que el más bajo escuchara.

Taehyung por su parte negó con su cabeza, y miró hacia su costado, esbozando una sonrisa astuta mientras levantaba la mano, fingiendo saludar a alguien. Era una distracción perfecta y vaya que funcionó, pues Jungkook se volteó a mirar con el ceño fruncido, intentando descubrir a quien estaba saludando su castañito.
Mientras tanto, el más bajo aprovechó la oportunidad para escapar, deslizándose con agilidad entre la multitud de personas que bailaban.
Jungkook al darse cuenta de que sus manos estaban vacías regresó su vista hacia Taehyung, pero este había desaparecido nuevamente, como un fantasma, dejándolo con una expresión de asombro y frustración.

—Vaya mierda—bufo mirando a su alrededor. —quieres jugar, pues lo haremos castañito.—se dio media vuelta, retirándose de la discoteca.



[...]



—ven a mi oficina ahora.—la voz de su jefe a través del Intercomunicador lo hizo sobresaltar, pues había estado muy concentrado haciendo unos papeles.

—Se..señor—balbuceó.

—Que vengas Park.

Dijo en tono brusco y Taehyung se preocupó, ¿acaso ya sabía que el chico de ayer, con el que coqueteó era el? ¿Y por eso le había hablado de esa forma?Si era cierto, iba a ser hombre muerto. Su familia se enteraría e iba a estar castigado por mucho más tiempo.

Se levantó de su silla y caminó a pasos lentos hasta la oficina del mayor, inhalo y exhalo un par de veces e ingresó.
Encontrándose con su jefe con su ceño muy fruncido y mirándolo con intensidad.

KTH
"Mierda, ya lo sabe" "Tengo que pedir perdón para no tener problemas"

Señor lo siento, enserio yo no quería huir, yo, yo no sabía qu...

—¿Que carajos estás diciendo?—hizo una mueca de confusión.

—De lo que pasó el dom...

—No se de que estás hablando y no me importa—soltó un suspiro sobándose su sienes.

Sus ojitos brillaron en emoción, ¡si! Su jefe no sabía que era el, Santa Ramona le había dado otra oportunidad.

—Park, Park—Jeon chasqueó sus dedos llamándome la atención, el más bajo agitó su cabeza y lo miró—Te das tremendos viajes astrales.

—Como usted señor.—respondió sin ser consciente de sus palabras.

—¿Que?—incrédulo.

—Digo, lo siento—se apresuró a decir.

—Quiero que hagas algo por mi—recostó sus codos sobre la mesa, mirándolo de pies a cabeza.

—¡Yo no me vendo por dinero!—respondió exaltado cubriendo su cuerpo con sus brazos  ¿Que se creía el grandulón?

—Por Dios Park—rodo sus ojos—ni aunque fueras el último hombre del planeta estaría contigo.

KTH
"Auch, eso dolió" "pero X, llorar no es de Rock stars"

Ni yo, soy mucho para ti. —lo señaló con su dedo índice haciendo una mueca con sus labios.

—¿Qué?— sus cejas se volvieron a fruncir.

—Que quiere que haga por usted—habló rápidamente.

Jungkook optó por ignorar el comentario inicial y se recostó en su silla, sumergido en sus pensamientos. Se preguntaba si realmente debía pedirle ese favor a su asistente, que era un despistado total, pero después de sopesar los pro y los contras finalmente tomó una decisión; si le pediría el favor.
La determinación se reflejó en su rostro y se preparó para dar el siguiente paso.

—Quiero que investigues a alguien.

—Hmm—Taehyung se acercó hasta la silla, sentándose y agarrando con toda confianza del mundo  una hoja y un lapicero que estaba al costado de su jefe, quien lo miró sorprendido y negando con su cabeza por tal atrevimiento—¿a quien señor Jefe?—relamió sus labios inconscientemente.

—No se, por eso te estoy diciendo que lo investigues—rodó sus ojos.

—A bueno—rasco la parte trasera de su cabeza—, ¿que debo hacer?

—Ir a una discoteca.

—Hmm—su ceño se frunció pero lo anotó en la hoja—¿que discoteca?

—Stigma.—Taehyung lo miró por largos segundos, ¿para que su jefe quiere que vaya a esa discoteca? ¿Acaso?, no no imposible, dejando sus pensamientos a un lado, retomo lo que estaba haciendo, que era anotar todo—quiero que investigues a un hombre, es castaño, suele usar antifaz las noches, me parece algo ridículo que lo haga pero bueno, es su gusto...—el de anteojos dejó de escribir y levantó la vista, clavando sus ojos en los de Jungkook ¿Estaba insinuando que el mismo debía ser investigado? —El va todos los domingos.

—Señor jefe—soltó un suspiro pensando en muchas cosas— uno, hay muchos castaños, dos, ¿cómo está seguro de que va todos los domingos? Puede que vaya sábado, que se yo.

—lo se por que siempre lo he visto los domingos, Yoongi también.

—Bueno.

Nota mental: dejar de ir los domingos a la discoteca y cambiarme el color del cabello, pero no, no, el castaño me gusta.

—El domingo iremos a la discoteca y te diré quién es.

—Taehyung apretó sus labios—no me gustan la discotecas señor...—dijo con la esperanza de que su jefe cambiara de opinión.

—Irás conmigo, te pagaré.—Taehyung soltó un suspiro rendido—bien, sabía que aceptarías.

—Disculpe que le pregunte pero, ¿por qué quiere que investigue a esa persona?—curioso.

—Que no te importe Park.

—Hmm bueno—hace una mueca y se levanta de la silla—si eso es todo, me voy.

—Si, si, no te olvides de los documentos que te mandé a hacer.—hace unas señas con sus manos.

—Los estaba haciendo pero usted me llamó—dice doblando la hoja y guardándola en el bolsillo de su camisa.

—como sea, los quiero en una hora.

—Está bien señor Jefe.

Sin agregar alguna palabra más, Taehyung se levantó de la silla y se dirigió hacia la puerta, saliendo de la oficina de Jungkook.




[...]


—Jimin a mi oficina—llamo Yoongi, levantándose del sofá en un movimiento fluido. Se dirigió a la ventana, donde la vista panorámica de la ciudad se extendía ante el.

Antes de abrir la puerta, Jimin dio unos toques a la misma, esperando unos segundos para poder ingresar.

—Señor Min.

—Ven—hizo un gesto con las manos, invitando a Jimin a acercarse, el más bajito se acercó a él a pasos apresurados, como si estuviera ansioso de recibir instrucciones. —Cancela la reunión de Hoy en la tarde. —dijo con voz decidida.

—Lo haré señor Min—asintió anotando en su tablet.—¿algo más?—El pelinegro lo observó por muchos segundos y asintió—¿Que se le ofrece?

—Acomódame la corbata.

Jimin tragó duro y asintió, dejando la tablet en el escritorio y llevando sus manos hasta la altura del cuello de su jefe, acomodándole la corbata, mordió su labio inferior, estar tan cerca de Min lo ponía nervioso.

—Eres bonito—sonríe de lado el pálido.

—Gr..Gracias—desvió la mirada sumamente avergonzado.

—Lastima que eres hombre, Si fueras chica sería diferente.

El corazón de Jimin se encogió de dolor cuando escuchó aquellas palabras, todas la esperanzas y sueños que había alimentado sobre una posible relación con Yoongi se desvanecieron en el aire como el humo. La ilusión de que algún día podrían estar juntos se esfumó, dejando solo un vacío y una sensación de desolación.



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