"¿Eres consciente de esto?"
Este capítulo está condenadamente largo, y es así por dos razones:
1. Es mi favorito y cortarlo en dos partes se sintió incorrecto.
2.Lo más probable es que no actualice hasta el jueves o viernes de la otra semana.
Y nada, espero les guste mucho.
🐱🐱🐱
Yoongi
Ve a cambiarte, oculta tu rostro lo más que puedas y yo te esperaré aquí.
Y eso fué todo lo que dijo, y aquí estaba yo, saliendo de ducharme mientras un emocionado Seokjin elegía una gorra y un tapabocas acompañado de un sorprendido Namjoon que se había colado en mi habitación para escuchar lo que pasaba.
Era culpa de la emoción del mayor.
—¿Entonces ella te ha pedido acompañarla y no sabes a donde exactamente?— asentí, pasando los brazos por las largas mangas de aquel abrigo negro— no puedo imaginar porqué.
—¡Es obvio el porqué!— exclama Seokjin— va a tocar aquel tema.
Abrí mucho mis ojos, asustandome de repente porque no lo pensé.
—¿Tú crees?— el asiente, tirandome unos pantalones— Ay, no.
—¡Ay si! Te dará una respuesta finalmente, échate un poco de loción corporal o algo, no, espera, tengo una nueva que huele delicioso. Iré a buscarla, no te muevas y ponte esos pantalones.
Y así de rápido como habló, se fue corriendo.
Observé a Namjoon con pánico en mis ojos y este inevitablemente rió.
—Relájate Hyung— se puso de pié, tomando la gorra y el tapabocas— Dios, estás temblando.
Y no mentía, abroché el pantalón y me quedé quieto ¡Ni yo podía creerlo!
—Estoy actuando como un adolescente virgen que sabe que está a punto de tener su primer encuentro sexual y no sabe ponerse un condón— y el se vuelve a reír, esta vez a carcajadas— ¡Tengo miedo!
Jin aparece nuevamente, esta vez con una expresión divertida y un frasco en mano.
—No es la primera vez que te gusta una chica, Yoongi, calmate un poco e intenta despejar tu mente, estoy seguro de que Athena también está nerviosa— me dice, llenando mi cuerpo entero con aquel perfume— teniendo en cuenta que está rompiendo una regla de su contrato, seguro está asustada también.
—Jin hyung tiene razón, ella está tomandote sin permiso para asuntos personales— le da la razón el líder, quien se acerca también, acomodando la gorra sobre mi cabeza— te cubriremos, no te preocupes, nadie sabrá nada, pero por favor, intenta calmarte y sube tu bragueta— suspirando, hago lo que me pide— nunca te has puesto así, es lindo de ver.
Si, seguro me veo hermoso, todo petrificado y dejándome vestir. Seokjin se ríe de sus palabras y es el quien me coloca el tapabocas, me sonríe, al parecer satisfecho, y ambos comienzan a empujarme al ascensor. Parece que el resto están dormidos.
—Escucha todo lo que tenga que decir, no te hagas ideas equivocadas, recuerda que cuando estás nervioso te pones todo tonto y piensas lo que no es. Ve con la mente abierta y se POSITIVO— nos detenemos, yo asiento como un niño pequeño a su padre cuando este le da una orden y Jin palmea mi hombro— disfruta, campeón.
Y las puertas se cierran, oprimo el botón y espero ah que este llegué al piso que necesito recordando que Athena me espera en el estacionamiento.
Piensa positivo y madura un poco, Min.
🐱🐱🐱
—Quería decirte esto apenas te vi— me habla, ella también esta cubriendo su rostro— el negro te luce tanto, me da envidia.
Suelto una risa y no digo nada más, no porque no desee hablar, más bien es porque estoy bastante ocupado intentando saber a donde vamos.
Hay demasiados árboles, el sol está en lo alto y comienzo a sentir calor mientras me doy cuenta de que estamos bastante alejados de lo que conozco, confío en Athena pero la curiosidad me carcome y lo hace aún más cuando nos detenemos finalmente y en medio de la nada. Ella me pide que me baje y eso hago.
El paisaje es el siguiente:
Soledad absoluta, autopista rodeada de árboles y el fresco viento calmando mi sofoco.
—Luces bastante perdido— Athena me observa divertida y eso me hace rodar los ojos— no te enojes y sigueme.
Nuevamente, le hago caso sin rechistar y ella nos guía a ambos por un caminito bastante angosto que conforme nos adentramos más el verde es lo único que se puede apreciar, todo luce tan lindo y silencioso que mi cuerpo entra en calma.
Cuando estoy acostumbrando mis ojos al intenso verde de los altos árboles, la luz vuelve a impactar en mi rostro haciéndome encandelillar y mirar el frente nuevamente.
Creo que mi sorpresa es tan notoria, que la risa de mi acompañante no tarda en oírse, tanto, que ni cuenta me doy cuando toma mi mano jalandome e invitandome a caminar un poco más rápido.
Frente a mi se muestra lo que yo identifico como un prado rebosante de amarillo, luce tan digno de una foto y no se ve ni un alma en los alrededores, no tan lejos, una pequeña casa (no tan pequeña) rodeada por el mismo, no tardamos mucho en estar frente a esta y como si nada, Athena abre la puerta y me jala dentro.
—Puedes quitarte esa cosa, ahora sí.
Ahora inspeccionando el interior, me deshago de la gorra y el tapabocas permitiendo que ella los tome y los ponga sobre una mesa pequeña, las paredes del lugar tienen un tapiz de flores, estamos en lo que parece ser la sala adornada con sillones color cobre, algunos cuadros de paisajes y más flores, entre otros detalles que llaman mucho mi atención.
—Si aún estás curioso— me vuelvo hacia Athena que no deja de sonreír mientras me habla— estamos en la que era mi casa cuando vivía con mis padres.
Sonrío también.
—Es muy bonita— es lo que digo, ella agradece y yo no puedo evitar preguntar— ¿Porqué me has traído? No es que me moleste, de hecho estoy muy a gusto, pero ¿Porqué?
—Quería poder hablar contigo, que se sintiera íntimo y más...libre— asentí, me invitó a sentarme en el gran sillón y eso hice— jamás había traído a alguien aquí, pero siento que contigo está bien, se siente correcto.
Quería golpearme el rostro porque de nuevo lo sentí caliente, en señal de que me había sonrojado como acostumbraba hacer con ella cerca. Así que todo lo que hice fué asentir a lo que ella rió.
Estábamos frente a frente, ella jugaba un poco con las manos sobre su regazo y yo me dedicaba a mirar sus acciones, se había quitado la gorra y su cabello se había despeinado un poco, sus labios seguían pintados de rojo como siempre y su postura seguía siendo la de una profesional. Entendía tanto el porqué era tan cotizada en este mundo y por esto, no pude evitar pensar en que seguro había tantos hombres que como yo, gustaban de ella, pero a su vez quería pensar que ninguno de ellos gustaba de ella como yo lo hacía, porque yo ni siquiera podía ponerle un nombre concreto a lo que estaba empezando a despertar en mi.
Estoy tan jodido.
—¿De que querías hablar?— me atreví a preguntar, dejando de lado mis nervios e intentando sonar firme— parece algo serio.
—Lo es, y-yo— sorprendentemente, había comenzado a balbucear— t-tu... hace unas semanas, d-dijiste que yo...
Mi interior se congeló, Jin tenía razón, suspire y recordé sus palabras. Piensa positivo, Yoongi.
—Te dije que me gustabas— terminé por ella— y tu me dijiste que me darías una respuesta.
Aquello pareció ponerla más nerviosa, pero asintió dándome la razón.
—Quiero darte una respuesta ahora— ay Cristo, tragué— q-quiero hacerlo, y quiero decirte lo que yo siento y pienso.
—Está bien, te escucharé.
No sé si estaba presa de los nervios o algo parecido, pero ella casi que cortó gran distancia entre nosotros, de un salto se acercó chocando nuestras rodillas e incluso se inclinó un poco hacia mi, apoyando su barbilla en sus manos y obligandome a verla hacia abajo. Me petrifiqué, pero ella no lo notó y tampoco se inmutó por ello.
—Yoongi, eres exactamente mi tipo de hombre ¿Sabes?— Jesucristo— eres guapo, talentoso, trabajador, amable, tierno, respetuoso, creativo dulce y... romántico. No temes a lo nuevo, siempre estas dispuesto a conocer e intentar probar lo extraño, parece que tienes una rutina pero no es así, todos estos meses que te he podido conocer, me he dado cuenta de que no eres una persona que se estanque, sales de tu zona de confort todo el tiempo y con tanta facilidad que resulta incluso cautivador y atractivo de observar, eres... realmente eres arte ante mis ojos.
Mi cara no puede estar más roja de lo que ya está, ella sonríe y continúa.
—No me siento incluso digna de los sentimientos que estás desarrollando por mi, lo cual es gracioso, incluso me he dado cuenta de que siempre has tenido esos detalles pequeños conmigo que yo en medio de lo despistada que soy nunca noté mucho, pero que ahora que lo hice, me hacen sentir bien, siento un revoltijo en mi estómago— señala su vientre y después lo frota— que también se siente bien, es lindo, siento emoción en mi interior y sé que parecía que no pensaba en realidad acerca de una respuesta, pero te juro que lo hacia, a cada momento y en cada instante al mirarte me permití soltarme un poco para poder llegar a una conclusión.
Tragué nuevamente intentando desatar el nudo que se formó en mi garganta, estaba hablando tan rápido y mi corazón también estaba en su máximo.
—¿Y cuál es la conclusión?
Se enderezó, sosteniendome la mirada.
—Llegué a la conclusión de que, tu también logras moverme el mundo, al menos un poco y que...si esto está empezando a nacer en mi, si me estoy sintiendo así yo...y-yo definitivamente no puedo dejarte ir sin tan siquiera intentarlo.
Yo pensaba que Namjoon exageraba cuando decía que escuchar una buena noticia lo hacía sentir en el cielo, y ahora todo mi ser se sentía en el mismo y acompañado de un coro de ángeles, mi sonrisa no podía ser más grande y la de ella tampoco.
—¿Me estás hablando enserio?— pregunté, asintió— ¿Eres consciente de esto?
—¿De qué?
—De lo feliz que me siento justo ahora.
—¡Y-ya! No digas eso, me da vergüenza.
Yo no podía sentir vergüenza ya, la jalé de un brazo obligándola a caer sobre mí y sintiendola acomodarse sobre mis piernas, me miró, sus pómulos casi del mismo tono de rojo en sus labios y sorprendida.
—Gracias— susurre— por un segundo pensé que me ibas a rechazar. Puedo respirar con calma.
—Dios, eres tan tonto, enserio— y me tienes en esta posición tan vergonzosa, aish, imprudente.
—Nada de lo que digas me bajará de mi nube— blanqueó los ojos— me tendrás que soportar, soy tu responsabilidad ahora.
Sus ojitos se cerraron un momento, por las risas dadas. Yo aún no lo podía procesar, pensar positivo si funcionaba.
Ah... ¿Cómo íbamos a manejar esto de ahora en adelante? Supongo que lo pensaré más tarde.
Ah, ya saben que no actualizaré más está semana, tengo que trabajar y resolver unos pendientes, aunque quien sabe, tal vez les sorprenda con otro capítulo. Pero a partir de aquí empieza lo bueno, si quieren, me comentan que van pensando acerca de esto.
Les dejo un hermoso Yoongi.
Lindo resto de semana, bais💚
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro