Capítulo 10
(Flashback)
Aquel hombre que murió de un disparo en el pecho, aquel que trabajó para la mafia después de ser despedido de su programa de televisión y que la propia TV tuvo la culpa de su muerte, este hombre despertaba en una calle del infierno totalmente confundido.
"¿Qué ha pasado? ¿Cómo sigo vivo?" Se comenzó a preguntar mientras se tocaba la cabeza con confusión, pero grande fue su sorpresa cuando comenzó a palpar una superficie plana en donde se encuentra su cabeza.
"¿Qué carajos?" Comenzó a examinar cada parte de su cara con sus manos, notando que tenía una superficie plana y rectangular por cabeza, rápidamente también observó que el disparo en su pecho había desaparecido y que llevaba puesto un esmoquín muy parecido al suyo.
"Tengo que descubrir qué está sucediendo para reencontrarme con mis hijos" Dijo determinado, sabiendo que debía de salvar a sus hijos de aquel destino horrible, aunque ahora mismo no sabía donde se encontraba, él conocía todas las calles de la ciudad, incluyendo las más conflictivas, y aún así desconocía donde se encontraba, sobre todo teniendo en cuenta el hecho de que haya sangre por todas partes y cadáveres extraños de lo que parecían ser monstruos por todos lados.
Estuvo caminando por unos minutos hasta encontrar una tienda de, aparentemente, carne humana, el hombre dejó de lado la supuesta legalidad del lugar para acercarse y ver su reflejo en el cristal, debía de saber qué le había sucedido a su cabeza. En cuanto observó su reflejo, se comenzó a alterar gravemente, entrando en pánico.
"¡Tengo una televisión por cabeza!" Comenzó a gritar mientras se agarraba la cabeza en un intento por arrancarla y esperar que simplemente fuera una especie de máscara extraña en su cuerpo, pero lo único que consiguió fue hacerse daño, haciendo que tropiece mientras forcejeaba consigo mismo y caiga el suelo, quedando boca arriba.
Fue entonces que se fijó mejor en el cielo, tan rojo como la sangre, pero no solo eso, sino que había un gran pentagrama allí arriba como si se tratase de una especie de constelación extraña en el cielo.
Él siempre fue un hombre astuto, por lo que comenzó a unir las piezas del rompecabezas, le habían cambiado el aspecto al de una especie de robot televisor y se encontraba en un lugar lleno de sangre y cadáveres con el cielo rojo y un pentagrama marcado en este.
"¿De verdad existe el infierno? ¿Esto es el infierno?" Comenzó a preguntarse mientras miraba a su alrededor, todo estaba ciertamente silencioso, como si alguien o algo hubiera venido hace poco y hubiera exterminado a gran parte de la población. Era cierto que todo tenía sentido, ya que el disparo recibido en su pecho era mortal, sin salvación más que rezar tus plegarias, y parece que él ha caído al infierno, o al menos esa es la única idea que se le ocurre.
"¡Maldición!" Gritó de repente mientras se arrodillaba (y así no seguir tumbado) y golpeaba el suelo con fuerza, descargando su rabia, ahora sus hijos estaban destinados a tener muertes horribles, su hijo menor sería usado para ser un gran donante de órganos ilegales mientras que su hija seguramente ya está siendo usada de esclava sexual por parte de esos monstruos, todo por su culpa.
Lloraría, pero parece que su nuevo cuerpo no está preparado para eso debido a que su cabeza ahora es un televisor que cambia su imagen dependiendo de las expresiones faciales que siente su anfitrión, haciendo su aspecto bastante caricaturesco.
Estuvo lamentándose y descargando su ira contra el piso durante unos pocos minutos más antes de que comenzara a escuchar una voz.
"¡Saludos a todos los habitantes del infierno! El exterminio ha terminado hace unas pocas horas, te felicito si eres parte de los afortunados o desgraciados que han logrado sobrevivir"
Esa voz resonó en toda la calle, era bastante grave y profunda, el hombre recién caído al infierno se giró para observar que había, de repente, una radio en frente de él, la cual antes no estaba, pero igualmente esa confusión no lo impidió analizar las palabras dichas por el sujeto de la radio, confirmando que estaba en el infierno y que acababan de sufrir una especie de exterminio.
"Entonces realmente estoy en el infierno" Habló mientras emitía un suspiro a través de su pantalla, aunque no salió aire, sino que pareció más un efecto de sonido de una caricatura, pero la actitud de aquel hombre era realmente pesimista, deseando que, al menos sus maravillosos hijos y su amada esposa hubieran acabado en el cielo, si es que realmente existe igual que el infierno.
Agradecemos una vez más a Alastor por dejarnos las radios como método de comunicación en el infierno, y recuerden, la electricidad es limitada, solo seis horas por día, nos escucharan de nuevo en unas horas para nuestro podcast favorito con el demonio radio"
La radio dejó de transmitir después de eso, dejando al hombre recién caído en otro silencio mientras continuaba analizando toda la información recibida por ese sujeto, al parecer hay un demonio radio y este es el único método de comunicación debido a la falta de electricidad la mayor parte del tiempo, entonces su aspecto de televisor sería aún más humillante.
Todavía le costaba creer que realmente hubiera caído al infierno, pero parece que es cierto, y, por encima de todo, le habían dado un aspecto horrible, seguramente le dieron la cabeza de un televisor debido a que fue una de las principales causantes de su muerte, solo llevaba unos cuantos minutos en el infierno y ya lo odiaba, y lo peor es que, según escuchó en vida, el infierno es el sufrimiento eterno de los pecadores.
"¿Y qué debo hacer ahora?" Se preguntó mientras suspiraba, no tenía objetivos en la lista, no sabía qué hacer ahora.
Con gran pesar continuó caminando en busca de algún tipo de inspiración. Fue entonces cuando observó varios habitantes del infierno saliendo de sus casas después de ese supuesto exterminio y volviendo a las calles, el pobre hombre casi se cae del susto al ver seres con apariencias tan monstruosas, parece que no fue el único que recibió un cambio de aspecto cuando murió.
Varios demonios recién salidos a la calle vieron al hombre con cara de televisor y procedieron a emitir unas risas de su aspecto, aunque ser extravagante era normal, tener como cabeza un electrodoméstico era ciertamente hilarante, haciendo que él en respuesta solo gruña de rabia.
Sus pensamientos sobre lo que debería hacer fueron interrumpidos por un grito y alguien cayendo encima de él.
"¿¡Qué carajos?!" Habló el cara de televisor cuando observó a un sujeto mucho más alto que él con multitud de brazos y una especie de abrigo elegante llevado por los capos mafiosos italianos, y aunque él no trabajó para la mafia italiana podía identificarlos perfectamente. Éste se levantó rápidamente sin disculparse y ni siquiera percatarse de la presencia del hombre con cabeza de televisión y se dirigió a un pecador con aspecto de cocodrilo.
"¡No puedes hacerme esto! ¡Yo fundé esta empresa de revistas porno! ¡Yo convencí a Vocifera de aceptarnos en su podcast! ¡Yo confíe en ti para dirigir juntos la empresa!" Comenzó a gritar el pecador mientras el demonio cocodrilo comenzaba a reír.
"¡Y ahora todos tus logros me pertenecen! Incluso las modelos porno que contrataste me prefieren a mí como jefe, adiós para siempre Valentino, esto es el infierno, ya sabes, no pueden confíar en nadie" Habló el demonio cocodrilo mientras cerraba la puerta del edificio de donde lo habían echado, Valentino trató de llegar antes, pero la puerta se cerró, haciendo que golpee sus seis puños contra la pared.
"¡Abre esta puta puerta ahora mismo! ¡No puedes hacerme esto!" Comenzó a gritar Valentino mientras continuaba golpeando la puerta con más fuerza, tratando de tirarla abajo si era necesario, hasta que una bala atravesó su hombro derecho, haciéndolo caer nuevamente al suelo, al parecer el demonio cocodrilo no ha vacilado en disparar para alejarlo.
Valentino se quejó mientras observaba como comenzaba a sangrar. "¡Mierda!" Comenzó a lamentarse Valentino mientras se quedaba tumbado en el suelo de la calle totalmente derrotado, con su hombro soltando cada vez más litros de sangre.
El recién caído pecador con cara de televisor observó toda la escena, sintiendo algo de pena por ese tal Valentino, pero suponía que la traición era algo normal en el infierno. Pero aún así, dudaba si ayudarlo o no, si ahora estaba en el infierno, ayudar a los demás no merecía la pena, pero algo de la situación recordó a cuando lo despidieron de su propio programa de televisión, obviamente sin disparos de por medio, pero igualmente esos recuerdos vinieron a su mente.
Sus pensamientos, una vez más, fueron interrumpidos por un grito de Valentino, el cual había notado la presencia de aquel pecador con cabeza de televisor mirándolo fijamente. "¡¿Y tú qué putas quieres?! ¡¿Acaso eres un sádico extraño que va a intentar torturarme ahora que estoy débil?!" Comenzó a acusar Valentino, totalmente enojado pero incapaz de moverse debido más al cansancio mental que al disparo, el cual continuaba derramando sangre en su hombro.
"¿Vives en algún sitio? Voy a ayudarte" Dijo el pecador con cara de televisor, haciendo que Valentino emitiera una débil risa burlona.
"¿De verdad crees que caeré en el viejo truco de *ayudarme* para luego robar en mi casa y acabar conmigo?" Habló Valentino, pero repentinamente también soltó un quejido de dolor, el pecador con cara de televisor podría seguir con su camino, pero, de todos modos, acababa de caer y no tenía absolutamente nada, quizá podría encontrar su propósito en el infierno si ayudaba a ese pecador traicionado.
"Pues entonces muere desangrado, dudo que nadie más esté interesado en salvar tu pellejo" Habló el demonio televisor mientras miraba fijamente a Valentino con indiferencia, haciendo que éste comience a fruncir el ceño con furia y frustración.
"¿Qué quieres de mí para estar tan interesado en ayudarme?" Preguntó Valentino mientras observaba que aquel pecador comenzaba a ayudar a levantarse, apoyando uno de sus brazos en el hombro del hombre televisor y así comenzando a andar.
"No lo sé, simplemente te ayudaré porque quiero, ya pensaré en algo luego" Contestó con simpleza, haciendo que Valentino levante una ceja, ese pecador es alguien bastante extraño, pero no se resistió más y le indicó el camino a su hogar, era eso o morir desangrado.
Llegaron en unos pocos minutos donde, afortunadamente, nadie los atacó, parando en un pequeño apartamento bastante bien cuidado, sacando la llave de la casa y entrando rápidamente en ella.
Si el pecador televisor tuviera una boca en vez de la imagen de una cara, estaría con la boca abierta de la impresión, toda la casa estaba llena de artículos relacionados con el sexo, desde revistas hasta dildos y lubricantes, pero su análisis del hogar fue interrumpido por Valentino.
"¡El botiquín está allí!" Dijo, señalando un closet cercano, el demonio televisor dejó a Valentino en un sillón y abrió el closet, encontrándose con disfraces extraños en la parte superior, pero en la inferior estaba el botiquín, por lo que lo agarró y comenzó a intentar curar la herida de bala.
Debido a que trabajaba para la mafia, el demonio televisor quiso tener un mínimo de conocimiento sobre tratar heridas por si le era útil, sobre todo heridas de bala, por lo que pudo sanar correctamente la herida, también porque afortunadamente la bala atravesó su hombro y no se quedó atascado en él.
"Tendrás dolores durante las próximas semanas, pero salvarás tu hombro" Habló el demonio televisor mientras miraba a Valentino, el cual todavía seguía incrédulo con que aquel desconocido lo había ayudado de verdad sin ninguna razón aparente, sobre todo ahora que acababa de ser traicionado.
Valentino agradeció a sus adentros haber conseguido aquel botiquín, pensando en posibles desgarros anales que podrían sufrir sus *clientes y clientas* que vinieran a su casa a darle sus servicios.
"Ese maldito, hijo de perra" Comenzó a quejarse nuevamente Valentino, recordando la traición, quería vengarse, ahora mismo quiere torturarlo poco a poco para poder satisfacer su deseo de venganza. Brevemente miró a aquel pecador con cabeza de televisor y una idea se le vino a la mente, podría manipularlo para conseguir su venganza.
"¿Has pensado ya qué quieres?" Preguntó Valentino bruscamente, haciendo que el hombre televisor niegue con la cabeza.
"Ya lo pensaré, pero no pienses que lo que he hecho será gratis" Habló él para no parecer débil en el infierno, Valentino sonrió en respuesta.
"Pues yo tengo una oferta que hacerte, ¿Qué te parece si me ayudas a vengarme de ese hijo de perra traidor y a cambio te conviertes en mi nuevo socio de negocios? El negocio del porno da mucho dinero" Ofreció Valentino tentativamente, pero el demonio televisor se negó rotundamente.
"No me interesa el negocio del porno, pero puedo ayudarte si a cambio me das la mitad del dinero que ganes" Habló él en respuesta, sería algo razonable y podría, al menos, tener un nivel de vida aceptable mientras encuentra su propósito en el infierno.
Valentino no tenía intenciones de volver a tener socios ni confíar en nadie más, pero manipularía al demonio televisor para conseguir su objetivo y luego lo apartaría del camino.
"Eso nos convierte en socios, ¿Cual es tu nombre? Soy Valentino" Se presentó mientras extendía su brazo, pero Vox no la estrechó ni se presentó, haciendo que Valentino alce una ceja.
"Está bien si no quieres presentarte todavía, eso es lo de menos" Fue lo que contestó, haciendo que el demonio televisor suspire, no quería dar su nombre en vida pero tampoco se le ocurría nada.
"Solo espero que toda esta mierda salga bien" Fue lo que pensó mientras reflexionaba en dónde se había metido de nuevo, pero esta vez los problemas son en el infierno.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Bueno, hasta aquí el capítulo y la primera parte de la historia de los Vees, todavía quedan más capítulos de este flashback, ¿Cómo os está pareciendo? Pueden dejar su opinión en los comentarios si lo desean.
Espero que les haya gustado, ahora sin nada más que decir, adiós.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro