Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 18 (Soluciones Y Problemas)

Los pequeños quejidos de dolor se hacen presentes, como el hecho de ver a dos cuerpos cayendo bruscamente contra el piso al igual que algunas maletas.

Los allí presentes se sorprenden por lo ocurrido y algunos curiosos se acercan para ver más de cerca el espectáculo, y claramente entre ellos se encuentra Aioria, aunque preocupado en un principio, logra respirar tranquilo, pues logro su cometido, aun así no puede evitar hacer una pregunta de rutina -¿Están bien?- Sonríe levemente burlón, mostrando sus blancos dientes.

-Si... Creo que estoy bien...- Mu había caído al suelo directamente, cerro sus ojos en el proceso. Es una fortuna que no se hiriera por completo, aun así se incorpora levemente, mientras se soba un poco la cabeza pues el dolor es evidente, aunque no mortal. Abre los parpados con cuidado, ya que siente un peso extra, aunque no le presta mucha atención en un principio.

Entendía que alguien cayó encima de él, pues tropezaron con brusquedad en la entrada del hotel, y ese fue el factor clave para salir ambos adoloridos.

Sin embargo, se termina topando con otros ojos que se abren en el momento en que dejo de hablar, para quedar los dos jóvenes muy sorprendidos.

-¿Mu?- Aquel rubio, justamente es quien termino cayendo sobre el pelilila, que estaba listo para salir de su trabajo, a quien estaba buscando con ilusión, ansioso por conocerlo, presentarse adecuadamente ante él, sin embargo su primera impresión en físico, resulto como no esperaba.

Pero en cierta forma, está agradecido por este suceso, pues verlo tan cerca sin que sea algo atrevido o mal entendido, es una gran fortuna, pues puede apreciar con mayor atención ese precioso rostro, esos brillantes ojos verdes, y esa sonrisa que cautivo su corazón en el primer momento en que lo vio por la pantalla de la computadora.

-¿Eh...?- Sin embargo, para Mu esta si es una situación bastante incomoda, curiosa e irreal, pues jamás creyó que llegaría ver a este chico en vivo tan rápido o siquiera alguna vez -¿Sha... Ka?- Incluso peguntar su nombre, pues cree que pude tratarse de alguna alucinación por el golpe recibido en la cabeza.

Las palabras parecen ahora faltar en el rubio, pues su boca se abre, pero solo algunos balbuceos son los que escapan, su labio inferior tiembla, al igual que sus manos, pero ni por eso entiende que debe incorporarse.

-Ho...Hola... Mu...- Decide mejor presentarse, evidenciando un sonrojo potente en sus mejillas, esquiva discretamente la mirada esmeralda, por la posición en la que se encuentran.

En realidad, ahora ya no están por completo encima de él, aún siguen ambos en el suelo. Los brazos de Shaka están estirados, uno sobre el pulido mármol, al igual que sus rodillas, pero el otro... No se encuentra en un lugar para nada decente.

-Ah... Hola, Shaka... Emh...- Por un segundo, Mu siente una presión más evidente en su cuerpo, justamente en su pecho. Claramente es un hombre así que la suavidad y voluptuosidad de esa zona es nula, pero aun así, eso no evita que sea un tanto más sensible por ser doncel y sienta un toque que no debería ser. Solo mira con sus ojos aquel punto, y ahora comprende que sucede, ya que la otra mano de aquel amigo que había hecho por internet esta justamente allí, apoyándose un poco y apretándolo sin querer, claro que esto lo hace sentir sumamente incómodo y molesto –Oye... ¿Te puedes levantar? Me estas... Lastimando- Frunce el ceño, dirigiendo sus ojos nuevamente a su pecho.

Desde luego, el Hindú nota es acción de aquel quien ama, y cuando ve que su mano derecha esta justamente al nivel del corazón del contrario, y que sin quererlo en realidad ha estado presionando, se aparta de inmediato, apenándose aún más, y claramente levantándose de golpe, con la cara toda roja de vergüenza, sujetando su mano derecha con la izquierda en forma de puño, ahora si es oficial... Esta muerto de pena por sus acciones bastante imprudentes por su amor.

-Lo... Lo siento, no quise- Niega con la cabeza, sin lograr ver al pelilila a la cara.

En todo momento, el menor de la familia Sagitario, se había quedado al marguen, bastante expectante de la situación, sin embargo, también le sorprendió como su amigo, conoció a quien proclamaba como el futuro papá de sus hijos.

Con una sonrisa de burla, se le acerca dándole un codazo para molestarlo –Que mano larga resultaste ser, ¿Eh? Shaka- Su mirada verde se afila demostrando las ganas de atormentar al otro con risas contenidas.

A lo cual, el rubio no reacciona nada bien, y niega con la cabeza, gritándole sin importar estar aun en el Lobby del hotel -¡¡¡NO FUE MI INTENCIÓN!!! ¡¡¡YO JAMÁS HARÍA ALGO ASÍ!!!- Se defiende obviamente, y en así eso es correcto, él no fue educado para ofender o ser grosero con sus acciones contra personas que no le han hecho nada, y mucho menos atreverse a tocar a alguien sin su permiso y de esa manera tan poco pudorosa.

Pero lamentablemente, puede que Mu no lo piense así por la situación.

Es allí que recuerda que aún está el doncel en el suelo, y quitándose esos temores que de repente aparecieron, sabe que debe tenderle la mano para que se incorporé, disculparse y presentarse como debería ser, pero...

-¿Estas bien?-

-Ay, si claro... Solo fue un accidente-

Mu, ya es ayudado por el gerente peliverde, que vio todo y claro que tratándose de uno de los empleados más jóvenes, y que conoce más por la familia del menor, lo cuida a su manera.

Su primer instinto después de ayudarlo, es revisarle delicadamente la cabeza, se nota aquel instinto de protección que le da a sus subordinados, aunque su rostro serio se sigue manteniendo imperturbable –Solo fue un golpe por lo visto, no tienes sangre-

Mu le sonríe, asintiendo animado –Eso es bueno saberlo, además no fue tan grave- El pelilla explica, pues en si nadie tuvo la culpa.

Tanto Aioria como Shaka, se quedan sin palabras, las acciones de Shura y esas atenciones con el pelilila, los hace quedarse sorprendidos, a la vez que lo celos parecen tomar posesión en sus corazones.

Por el hecho de que Mu acepte esa ayuda, le dedique una sonrisa tan preciosa que es para alguien mayor, y que ni siquiera parece prestarle ningún tipo de atención ahora, no como cuando por la pantalla o llamadas hablaban. Solo está mirando al hombre que bien vestido y elegante se ve.

Claro que el rubio no sabe para nada del tipo de relación que ambos tienen, y aunque pueda descifrarlo como que es alguien que solo conoce muy bien, pues en las llamadas poco a nada había mencionado a ese peliverde, o si fue así no lo recuerda, siempre se terminaba perdiendo en su linda voz, solo prestando atención a los gustos, intereses y situaciones familiares que le confió.

Sus puños se aprietan, sintiéndose aún más avergonzado porque de seguro no lo quiere ahora cerca por un descuidado accidente, que termino en un muy problemático malentendido.

Por otra parte, Aioria quien si conoce mejor el cómo se llevan Shura y Mu, no evita que sus celos se apoderen de él, de forma inmediata. Deseando hacer lo que fuera para alejarlos, quería de forma brusca alejarlos, empujando al pelilila a los brazos de su amigo y quedarse él abrazando al peliverde, ese es su primer impulso, pero... Ese enojo se mantiene calmado, es orgulloso y digno, solo frunciendo el ceño, cruzándose de brazos y mirando para otro lado.

Preguntándose internamente ¿Por qué a él si le sonríe bonito y a mí no?

Sin duda, los dos jóvenes adolescentes de apenas 18 años, que experimentan el primer amor y lo sienten amenazado por alguien que muy probablemente jamás se fijaría en la persona que tiene en frente, por la que sienten enormes celos.

-Aun así, dile a tu papá que te revise bien, y recuerda que no debes dormirte de inmediato después de un golpe así- Le da indicaciones muy importantes y específicas, demostrando más su cariño ante el más joven.

-Lo hare, Shura- Asiente el pelilila, para de inmediato tomar su maleta que le extiende el peliverde –Lo voy a tener en cuenta-

Acto seguido, le regala otra sonrisa y se gira para ver a los otros dos que se han quedado con las miradas bien fijas en ambos y la boca ligeramente abiertas, y un sentimiento de incomodidad que no les gustaría reconocer a ninguno –Emh... Shaka... Es sorprendente verte aquí, no creí que...- Niega con la cabeza y sonríe ligeramente -No dijiste nada...- El joven empleado no sale aun de su asombro por verlo, pero también de su incomodad inicial de ser tocado por él, y cree que tal vez sea un tanto atrevido por a verle hecho eso.

Claro la caída fue un accidente, pero que tocara su peco de esa manera y lo apretara un poco, lo hace pensar que en realidad es un pervertido.

-Es que... Quería solo...- La voz de Mu lo saca de sus pensamientos, quería decirle de manera adecuada que está allí por él, porque su corazón reclama su presencia y quiere conocerlo de todas las formas posibles, pero con lo recién ocurrido, y las reacciones, como sus celos, no sabe si es el mejor momento de hacerlo.

-Yo lo invité a pasar un rato con nosotros en el hotel- Aioria interviene, mostrando la sonrisa más forzada y convincente del mundo –Y queríamos darte una sorpresa para que conocieras al rubio amargado de mi mejor amigo, con el que vamos a hacer equipo en la competencia de videojuegos- Se le salieron algunas palabras de más, pero bueno...

-Oh, ¿Enserio?- Asiente sorprendido, pero aún está bastante dudoso -Pero, ¿Por qué no me habías dicho nada?- Alza un poco una de sus tikas, confundido ante esto.

Aioria, rápidamente intenta pensar en algo, sonríe nervioso ahora, pues por ayudar a su mejor amigo, la puede estar regando peor, así que decide medio abrazar al Hindú mientras lo señala –Es que... Se me olvido contártelo, ya sabes.... Todo lo ocurrido con mi hermano y Saga y... Ayudarte, y entrenar, y bueno... Se me fue el tiempo- Ríe nervioso rascándose la cabeza.

Para Mu, esto no se le hace para nada raro, entiende la situación por la que atraviesan y comprende que se le puede a ver pasado algo al castaño claro, entonces asiente suavemente y sonríe para acercarse a ambos. Principalmente para dirigir su mirada y una sonrisa más dulce al recién llegado –Entiendo, Aioria- En eso se dirige ahora al rubio –Es un gusto conocerte en persona, Shaka- Le extiende la mano, en señal de saludo cortes.

Cuando iba en el avión, había pensado miles de veces en ese momento, el cómo se presentaría ente Mu, ¿Qué haría?, se imaginó tantos escenarios. En su mene tantas cosas pasaron y cada una podía ser más ridícula que la anterior, pero muy románticas a su manera.

Pensó en que en el momento en que lo viera...

---Imaginación de Shaka---

Él con tan solo llegar, iría directamente hasta donde Mu se encontrara, sin importarle que hubieran personas, lo vería de lejos, le sonriera y sentiría que su corazón al fin puede ser feliz.

Correría hacia él, dejando toda sus maletas en el suelo, y lo abrazaría con todas sus fuerzas, y le diaria al odio –Al fin conozco el significado del amor-

Solo sería un susurro, pero Mu lo escucharía y lo correspondería diciéndole –Yo igual, puedo sentir que el amor existe, Shaka... Te amo-

Otro escenario posible...

Correr hacia la azotea, dejando sus objetos personajes donde fuera, llegar con el aire frio de por medio, dejando escapar humo de su boca por el clima, lo encontraría allí, mientras esta nevando, y al verlo entre ese escenario blanco, con copos cayendo en sus lindos cabellos lilas, adornado con un sonrojo en sus mejillas.

Verlo así, sorprendido por su llegada, pero sonriéndole como siempre deseo para saludarlo –Hola, extraño- Le diría así, un jugueteo adorable.

El camino tendría rosas amarillas y flores lilas para llegar hacia donde está la persona que más ama en este mundo, y al tenerlo de frente, se sonreirían, extendería sus manos, y se la ofrecería, ambos se mirarían, sienten como la atmosfera cambia a tonos rosas y rojos, con corazones alrededor.

-Hola, Mu... Que feliz soy de verte-

-Yo igual, Shaka...- Su mirada baja, y el rubio la volvería a levantar con el dedo debajo del mentón.

-Mu, ¿Crees en el amor a primera vista?- Siendo una pregunta muy coqueta, sin duda siendo una declaración para ambos bastante obvia.

Sonrojando juguetea con sus dedos, sonríe y lo mira a los zafiros –Si, creo que si-

Con un simple beso sellarían el trato, donde sin más dicen que se aman.

Tanto pensó, tanto agrego a su imaginación, se ilusión y al final... Todo termino con el típico saludo de manos, en donde ya cometió un error en la primera presentación, y claramente Mu debió sentirse tan incómodo, que jamás lo olvidara.

Sonríe, con sus zafiros atentos a las acciones del pelilila, y por ende estira su mano para corresponder ese saludo –Igualmente Mu. También me alegra mucho conocerte en persona- Ese simple toque, al estrechar las manos, provoca que ambos sientan un leve escalofrió, en donde ambos reaccionan a un sobresalto instintivo.

Donde claramente, Shaka entiende que el destino le indica que este encuentro ya estaba predestinado. Pero en cambio, Mu aparta su mano de inmediato, sorprendiéndose por aquello que sintió, sin embargo antes de poder decir algo más, su celular suena de golpe.

Este ruido irrumpe la atmosfera media romántica entre ambos, el pelilila lo saca de su bolsillo, y aporta la mirada de esos azules que no dejan de apreciarlo.

-¿Bueno? Oh, sí, padre... Ya salgo, perdón por tardar- En cuanto la llamada se termina, cuelga y se vuelve a girar hacia ambos nuevos amigos que ha hecho en este tiempo –Lo siento mucho- Se disculpa de inmediato –Debo retirarme, mi turno acabo haca media hora y me están esperando afuera- Habla apresurado, para retomar su salida por la puerta principal, pero antes de eso se detiene uno segundo delante del portal y se gira hacia los dos chicos de su edad –Me alegro verte Shaka, espero mañana poder conversar un poco más contigo- Esas fueron las palabras que no imagino escuchar de parte de Mu, y gracias a eso, le devuelve la alergia al rubio.

Y en el momento en que Mu atrevo aquel portal, y ya no lo logro ver, se apresuró a verlo irse por el cristal, suspira y siente que de nuevo la persona que ama está lejos de él, pero no tanto como cuando estaba en su país natal.

No fue la mejor forma de conocerlo y la primera impresión claro que importa mucho, pero, mínimo siente que la oportunidad de amar a Mu y ser correspondido no se ha perdido a pesar de su torpe presentación, en donde toco una parte del doncel que claramente no debería a verse atrevido. Claro que no negara que si se imagina una vida a lado del pelilila, desea en un futuro ser mucho más íntimos, y tocarlo de muchas formas posibles, pero eso será cuando los dos sean mayores, se correspondan y en un lugar más privado, para que sea especial ese instante y no solo en un accidente que desea no sea mal interpretado.

El rubio ni le importa mucho que sus maleta sigan regadas en el lobby, solo piensa en volver a ver al pelilila, que por hoy se fue a su casa, pero que mañana volverá a verlo.

Por otra parte, el gerente ya había dejado a los tres jovencitos charlar nuevamente, solo fue a ayudar al pelilila que aprecia, retomando su lugar y verificando que todos los huéspedes y llaves estén bien y en orden, pero aquella mirada que Aioria le dedica, en donde se ve su dolor.

El más joven se da cuenta de algo que no había analizado antes... Es un niño, es solo un niño ante los ojos de Shura, se nota...

Pero es aún peor, no es solo que lo mire como un niño como cree que ve a Mu; Claro que lo ha cuidado, ayudo y en cierta forma protegió, sino que también para el peliverde, el pequeño miembro de la familia Sagitario, es solo un huésped, alguien que viene de paso, que no significaría más que un número de registro en la computadora y que al final del año será vaciado para dar espacio a más personas.

Una conclusión demasiado impulsiva y dolorosa, pero que en su corazón se manifiesta por a ver visto eso... Que en sí, nunca le ha prestado mayor atención más allá de cuidar del hotel o ser el gerente en turno de mantener a los huéspedes cómodos...

Se da cuenta de la realidad que vive, al notar que nunca le ha correspondido su atención en sí, no como con Mu lo hace.

Sí, siente celos del pelilila. No se siente suficiente para producir preocupación en el peliverde o dar esperanza a que en un futuro algo pueda suceder entre ambos.

-Simplemente... Él no es para mí ¿Cierto?- Susurra esto, mientras decide bajar la mirada y tragarse su dolor, para digerirse al rubio enamorado que se ve igual de estúpido que su hermano mayor según su pensar.

Lo que no vio es que desde la recepción, aquel gerente serio, se fija en ambos jóvenes, aunque más precisamente se gira al ya no sentir la mirada penetrante del castaño, dándole cierta curiosidad del por qué lo mira de esa forma de lejos, aunque en realidad esta vez la sintió diferente según sus pensamientos, sin embargo meterse en esos asuntos no le corresponden, aunque si le inquieta un poco a Shura.

----Cuarto de limpieza del segundo piso---

-¿Qué es lo que quieres Degel?- El sonido de aquella voz incomoda, deseando evitar el contacto con aquel peliverde, que lo tiene acorralado.

-Sabes lo que quiero saber, Kardia- Le responde cortante, con una sonrisa prepotente y unos ojos mostrando enojo absuelto -¿Dime dónde demonio se metió ese inservible de Saga?- Pone ambas manos en la pared, quedando el peli azul en medio de sus brazos, mostrándole su enfado, y coraje al mencionar ese nombre.

Aquel con mayor experiencia que Shura, pero por varios motivos le costó la gerencia principal, quedando como el segundón del peliverde. Mira con suma atención a aquel hombre, aquella persona que ya no puede reconocer por completo a su antigua apariencia.

Cuando lo conoció, cuando usaba lentes y tenía una actitud más... En realidad, solo quiere pensar en lo bueno que fue.

Ver su cólera, su enojo, y esos aires de superioridad, no le trae nada bueno a la mente, sin embargo lo encara, mostrándole una sonrisa sarcástica, desafiándolo con prepotencia, aunque le duele hacerlo -¿Para qué quieres saberlo? ¿Acaso no hizo tu cama esta mañana?- Le responde con sarcasmo y fastidio, aunque no evitara seguirle el juego un rato.

Mira a sus ojos, mostrando sus dientes, sin dejarse intimidar a pesar de ser un doncel, su tamaño es casi similar entre ambos –No tengo por qué darte explicaciones- Ladea su cabeza, inspeccionando cualquier señal que le indique que lo atrapo –Solo quiero saber dónde está ese malnacido de Saga-

-Ja, ¿Y por qué yo debería saberlo?- Le cuestiona incrédulo, apartando una de las manos cercanas a su rostro, para tener un camino a la salir.

-Por qué sabes todo lo que ocurre en esta pocilga- Bufa de enfado con el ceño fruncido -Así que si ese desgraciado de Saga, se fugó con Aioros, debo saberlo de inmediato, porque no se lo perdonare, le hare la vida más desgraciada de lo que ya es- Revela sus verdaderas intenciones, volviendo a acorralar al peli azul y esbozando una sonrisa triunfante.

Este simplemente, entiende la situación. No es nuevo, pues desde luego ya sabe de los planes de los Acuario, de aquellas intenciones, y sobre todo que Degel se ha vuelto en una persona que es capaz de hacer cualquier cosa para cumplir sus cometidos, pero sobre todo, le enfada saber que tiene ese interés por un tipo que acaba de conocer, cuando lo tiene a él cerca.

-¿Así que solo por eso estas tan interesado en él?- Enarca un ceja, aun mostrando esa descarada sonrisa, en donde aguanta su enojo.

Obviamente, Degel sabe jugar sus cartas, pero en esta ocasión, solo muestra su arrogante sonrisa ante el peli azul y su pose cambia a una en donde se aleja, cruzándose de brazos, recargándose en la pared más cercana -¿Por qué crees que te pedí vernos aquí?- Eleve ambas cejas en señal de duda -¿Acaso crees que son por los buenos recuerdos?- Frunce el ceño dándole igual tocar fibras sensibles.

Para esto, Kardia está perdiendo la paciencia, la impulsividad de ese hombre, como el corazón malherido que lleva, lo hace apretar sus puños –Ja, ¿Buenos recuerdos? ¿Cuáles?- Pegunta de manera sarcástica –Donde tú actuabas como una zorra, abrazándome, besándome y jurándome que me amabas...- Si, aún sigue dolido, le duele tanto que en efecto es peliverde jugo con él por un tiempo, prometiéndole tanto, y al final solo lo dejo con unas crueles palabras.

---Recuerdos de Kardia---

-¿Por qué? ¿Por qué haces esto?- Kardia, frunce su ceño, desesperado.

-¿Pensaste que esto dudaría? Ja, por favor. Solo eres un empleaducho- Pone sus manos sobre sus caderas.

-¡¡¡ME PROMETISTE QUE NOS IRÍAMOS JUNTO, QUE DEJARÍAS TODO ESTO ATRÁS, PARA ESTAR POR SIEMPRE JUNTOS!!!- Niega con la cabeza, intentando hacer razonar al peliverde.

En sus recuerdos, lloro tanto, le habían destrozado el alma al grado en que sentía que el aire le hacía falta, pero no se lo demostró, solo dejo que su desamor saliera en gritos.

-Ja, ja, ja, ¿Y me creíste? ¿Creíste que renunciaría a una vida llena de lujos, solo por tu patético y pobre amor?- Aquellas burlas del Acuariano aún resuenan en su mente -Yo no nací para caer en la desgracia por tu culpa-

Golpeo fuertemente su pecho, señalándolo con el dedo, demostrándole que todo lo que los demás decían de él, era cierto.

-¡¡¡SOLO... JUGAS... TE CONMIGO...!!!- Su grito se iba apagando, por el terrible dolor en su corazón, pero el enojo no desparece, al contrario aumenta y eso lo hace aun mantenerse en pie.

-¿Creíste que sería diferente? Ja, yo me casare con alguien que valga la pena, que tenga dinero, posición social- Esa sonrisa socarrona nunca la olvidara, como esos ojos violetas llenos de ambición.

-¡¡¡PERO NO TE AMARA COMO YO!!!- A pesar de llevar en su corazón tanto enojo y dolor, aún puede hablar sobre el profundo amor que le tiene a ese hombre delante suyo.

Alza una de sus delgadas cejas en son de burla -¡¡¡¿Y CREES QUE ESO ME IMPORTA?!!! ¡¡¡¿AMOR?!!! Ja- Su sonrisa y carcajadas no paraban para herir al peli azul -Eso es lo que buscan quienes no tienen nada, para sentirse mejor con sus pobres y patéticas vidas- Al parecer la crueldad de su corazón no conoce límites.

-Degel... Por favor... No... No hagas esto...- Con su enorme llanto... Con el corazón partido, mientras la respiración parece fallarle, aun ruega por una última oportunidad, una pequeña esperanza de que esa persona no se corrompa.

-Yo nunca me rebajaría a estar contigo Kardia, acéptalo...- Esos ojos violetas, lo miraban con desprecio, no dejaban nada más a la imaginación -Tu naciste en la inmundicia y allí te quedaras- Con esa nefasta sonrisa en su cara se acerca a quien juro amar alguna vez -Y no puedes hacer nada al respecto-

Recuerda cómo se fue, esa sonrisa, esa burla, dándole la espalda, sin importarle que destrozo su corazón en miles de pedazos, que nunca se podrán recomponer.

---Fin de recuerdos de Kardia---

El peliverde solo gira sus ojos, para seguir mofándose de Kardia -¿Aun sigues con eso?- Bufa fastidiado –Madura ya. Y solo dime lo que quiero saber- Ya se encuentra harto y enfadado, así que encara al otro, señalándolo con el dedo índice –¡¡¡POR QUÉ NO PERMITIRÉ QUE NI TÚ, NI SAGA SE INTERPONGAN ENTRE LO QUE YO EN VERDAD MEREZCO!!!-

En un arrebato de fuerza, le sostiene la muñeca con fuerza, provocando que el dedo índice del otro se contraiga, mirándolo enfadado, pero a la vez con tristeza y dolor un toque de lastima -¿Lo que mereces?- Alza u ceja con desdén.

-Ey, suéltame...- Intenta sacarse del agarre, sin embargo es inútil –Me estas lastimando- Frunce el ceño, haciendo mayor fuerza, tensando el cuerpo.

-Tú solo buscas lastimar a otros, ¿Por qué piensas que te diría algo que sabría?- Entrecierra sus ojos, dedicándole una mirada despiadada.

Su molestia incrementa, su incomodidad por de nuevo ser sujetado de la mano por él, claro que le trasmite recuerdos del pasado, cuando su vida pudo a ver sido un tanto más feliz que ahora, sin embargo conoce que debe siempre mantenerse imperturbable, y mover la situación a su conveniencia a pesar de que ahora se encuentre acorralado –Ay- Esa mueca de dolor se presenta pues Kardia, está presionando un poco duro, pero sonríe aun así -Porque... Si no me lo dices a mí, sabes perfectamente como proseguirán mis padres- Se le acerca al rostro, casi siendo capaz de rozar los labios del contrario con los suyos, una genuina manipulación -¿Te gustaría que alguno de los jóvenes peones se vea acorralado a renunciar por no hablar con la verdad?- Hace un puchero, dando un semblante de lastima a la situación.

Claro, a Kardia le pueden hacer lo que quieran, aunque necesite el dinero, puede empezar de cero si lo quiere, sin embargo... Conoce de lo que son capaces lo Acuario, lo que le han hecho a otros para mantener su imperio en alto, de lo crueles que pueden ser si no obtienen lo que quieren por las "Buenas".

Lo hicieron hace poco con Milo. Ese chiquillo del que se encariño, pues le recuerda a si mismo... Pero que a diferencia suya, aun es inmaduro en la vida. Aun cree que el bien y el amor vencen al mal...

Simplemente, no le gusta que toquen a aquellos que son más ingenuos.

Pero sobre todo... Reconoce las expresiones de Degel, lo llegó conocer tan bien, que a pesar de guardarle un enorme y horrible resentimiento, y ese cariño que le tuvo alguna vez, no se ha ido por completo... En realidad solo puede ver desesperación en esos ojos violetas.

-Son unos miserables- Lo encara enfurecido, pero se aparta para no dejar que Degel lo sigua incitando a algo que no puede permitir que ocurra.

El que se aleja de golpe, lo deja prendado, pero no perturbado, aunque sea pequeño el lugar, no lo dejara ir –Si, sí, sí. Somos todo lo que quieras, pero...- Frunce el ceño con cierta ferocidad, como si lo acabara de insultar de una manera terrible -No unos miserables como tú y todos esos malnacido de mierda, que solo soportamos- Su vocabulario cambia drásticamente cuando se enoja y desespera por no conseguir lo que desea -¡¡¡¿ME DIRÁS LO QUE QUEREMOS SABER?!!! O ¿Quieres que le pregunte a Milo, Mu o Aioria?- Su grito para intentar intimidar al peli azul, pero pronto la sonrisa de triunfo se proyecta -Mi padre podría hacerlo, aunque mi papá es más ingenioso en cómo hacerlo- Sus amenazas van enserio.

Kardia, bien puede mentirle, pero si lo hacía... No solo recaería en esos niños y en él, sino que igual en Saga. Lo está dejando sin más opciones, no quiere meterlo en más problemas, sin embargo... Igual el generante sustituto esta hasta el cuello de ellos. Derrotado, solo desvía la cabeza hacia un punto en el suelo y deja escapar un desganado suspiro –Solo sé que anoche, en la madrugada, un ambulancia vino... Se llevaron a Aioros y Saga al hospital... Desconozco que ocurrió en realidad- No está del todo diciendo la verdad, ocultara algunas cosas, las necesarias para no causar peor daño del que ya está hecho.

-Esa maldita perra... Intentando meterse en lo que me corresponde... En...- Se nota su desagrado por completo hacia Saga, manifestando que todo lo malo que llegue a ocurrirle a él y a su hermano, será por interponerse.

Sin embargo antes de siguiera dejar que el acuariano responda o saque más veneno de su boca, Kardia, decide dirigirse a la puerta del pequeño cuarto, para tomar la perilla de la puerta –Degel Acuario... Esta será la última vez que me manipules de esta forma, juro que todo lo que has hecho contra mí, contra saga y contra todos, lo terminaras pagando caro... Y espero que para ese entonces, te quedes solo... Viendo como alejaste a quienes de verdad querían el bien para ti...- Su voz ya no suena quebrada o dolida como en ese entonces, pero sutilmente posee mucha lastima, como una gran decisión.

Alza su cabeza, confuso por esas palabras -¿Qué significa eso?- Le pregunta expectante, pues lo ha sacado de su pensar -¿Acaso es una amenaza?- Sonríe altaneramente ante ello.

-No- Niega con la cabeza, para voltear a verlo, y devolverle la sonrisa más desinteresada de todas, justo aquella que alguna vez encanto al peliverde y dio inicio a un turbio romance –Es una realidad para tu familia- Y dicho esto, su mano abre aquel picaporte, primero se fija que no haya nadie cerca y salir primero.

No le dirigió más palabras, no lo volteo a ver, nada más para él... Las cosas ahora son más que claras. Para Kardia, Degel jamás podría tener una redención, ante sus ojos ese joven hombre del cual se había enamorado tempo atrás, se perdió en la codicia y el deseo de poder, que sus padres le inculcaron, por lo tanto... Ya no existe rastro de aquella buena persona que algún vez deseo hacer feliz.

El Acuario se queda sin poder comprender nada, simple y sencillamente, esas palabras hielan un poco su sangre, pues igualmente Kardia, podría hacer mucho en su contra, pero... ¿Se atrevería?

Uno segundos bastaron para salir de aquel cuarto, dispuesto a ir detrás del peli azul, para seguir manteniéndolo a raya...

Pero al tan solo salir, una voz lo deja sin poder moverse.

-¿Viéndote de nuevo con ese miserable de Kardia?-

Su cuerpo se tensa, al igual que da un pequeño brinco en su lugar en señal de sorpresa, se termina quedando estático -¿Papá?-

-¿Cuándo aprenderás Degel, que eso no se hace?- Da unos pasos hacia el joven –No nos revolcamos con la mierda- Esos ojos oscuros, que miran directamente a los violetas, los cuales se quedan abiertos, con la piel pálida y una enorme expresión de miedo –O ¿Acaso debemos cumplir lo que dijimos para que él no se interponga?- Frunce el ceño, preguntándole tranquilamente a su primogénito que opción desea escoger –No deben verte metido en un lugar así, y mucho menos si no es con Aioros- Sonríe sarcásticamente –Con él, si puedes hacer lo que te plazca, si tan solo lo supieras hacer- Ese tono soberbio y tenebroso, congela en su lugar al menor.

Pero eso rápido es evitado, al tener buenas noticias –Pa-Papá, so... Solo investigue donde está el parásito de Saga- Niega con la cabeza, enfrentándose un poco al mayor, a pesar de que su voz este temblando –Anoche, Aioros lo llevo en una ambulancia... A-a, a un hospital- Frunce el ceño mirando hacia el piso, pues no logra sostener la mirada del castaño por mucho tiempo -No se aun por-por qué, pero se puede sacar información. Además de que él sabe las consecuencias que puede llegar a tener si abandona por tanto tiempo el hotel- Explica apresurado esto último

Por unos segundos el pasillo se queda en compelo silencio, pero rápido Degel habla con un tono bastante indignado -¿Cómo puedes pensar que yo me vería con Kardia por mero placer?, papá... No pienses cosas asquerosas- Intenta recomponerse.

La mirada fría de Krest, solo provoca miedo, sin embargo asiente tranquilo –Esto no traerá nada bueno... Tal vez perdamos esta oportunidad...- Piensa con detenimiento.

Degel, teme también por su futuro, por su vida maravillosa de lujos, que no permitirá que se le vaya de las manos –No todo está perdido, papá- Su mirada demuestra toda la desesperación que lleva por dentro.

-¿Qué piensas que puedes hacer?- Le encara, cruzado de brazos al nivel del pecho, frunce el ceño con un desde en su mirada fría -Sí hasta ahora no has logrado ningún avance con Aioros, ni siquiera has podido contactarlo en este tiempo, ni te mira, ni se fija en ti...- Niega con la cabeza –Así como fuiste un hombre fácil, metiéndote con Kardia, debiste a ver hecho algo así o mejor para el único hombre que puede sacarnos de este basurero- Sus palabras fueron un siseo, con un enorme enojo en ellas -¡¡¡SOLO TENÍAS QUE ATRAPARLO, HACER QUE TE AMARA Y CASARTE, PARA AYUDARNOS!!! ¡¡¡PERO NI ESO SABES HACER BIEN!!!- El grito resuena fuertemente por el pasillo.

El peliverde solo baja la mirada, aguantándose el miedo que el castaño le produce en ese estado, ya no podía pronunciar palabra alguna.

Aun así, el doncel mayor lanza un suspiro, negando con la cabeza –Creo que debí enseñarles mucho mejor en cómo actuar- Trata de mantener una actitud más "Paternal" -Deberán ser más útiles y sutiles de lo he habíamos planeado- Mira el terror en los ojos de su hijo, lo cual no le agrada mucho –Vamos Degel, no pongas esa cara, después de todo, tú y tu hermano Camus, son nuestro mayor tesoro, que nos traerán tantos beneficios y ganancias- Lo abraza con cierto "Cuidado".

Aunque al abrazarlo lo aprieta un poco, acariciando su cabeza con parsimonia -¿Acaso deseas que caigamos en desgracia y la pobreza por tu culpa y la de tu hermano?- Su pregunta es un gran peso para hacerlo sentir una gran culpa -Sí eso sucede... Sabes que no podre mantener mi promesa de no ocasionarle mayores problemas a ese sujeto- Esa sonrisa malévola, en donde conoce los puntos débiles de su hijo mayor, fingiendo un acto de cariño por él.

Sus ojos se abren de par en par, aun mirando al suelo, aterrado –No... No será necesario... Incluir a nadie más... Yo...- Respira apresurado, casi como si el aire le comenzara a faltar -Hare que Aioros caiga en mis garra, para el beneficio nuestro- Traga saliva, tensando su rostro en desesperación –Cueste lo que cueste-

Deposita un beso en la cabeza del peliverde, sonriéndole de manera "Tierna" –Así me gusta. Ver a mi hijo mayor cumpliendo con su deber- Le toma de las mejillas –Recuera que eres nuestro orgullo, y lo que hagas o dejes de hacer afectará a muchos-

Las palabras que le dedica Krest, depositan un enorme peso en sus hombros, pero le devuelve la sonrisa con una confianza evidente –No te preocupes papá, todo saldrá de acuerdo al plan- Degel, ahora posee una sonrisa y mirada sin alma, en donde de nuevo demuestra la frialdad de los Acuario, para complacer y ser digno de todo a lo que sigue estando acostumbrado.

Sin esperanzas o deseos de hacer algo diferente, solo seguir las órdenes de sus progenitores.

---Hospital central de Grecia---

Otra noche, Saga la apsara lejos del hotel donde ha sufrido mucho dolor...

Al fin se ha quedado dormido, agotado de tanto conversar, de recordar, de sentirse extrañamente calmado, pero nervioso por todo lo que significara este nuevo cambio, esta nueva oportunidad.

El peli azul, termino muy agotado, y solo cerro sus ojos con tranquilidad, ya que tiene a Aioros a su lado.

Sin embargo, ahora mismo el castaño se encuentra afuera de esa habitación junto a su padre, mientras Sísifo se encarga de velar por ahora los sueños del peli azul.

Le había dado tanta pena que hubiera sufrido tanto a una muy corta edad, pero al igual que su hijo y esposo, ha decidido apoyarlo para darle un cambio y justicia a su vida.

Aun así, Aioros y El Cid, conversan bastante alejados de la habitación, para que sus palabras no lleguen a interrumpir el sueño del doncel que necesita tener algo de calma.

Aunque Aioros no la pueda tener...

-No puedo permitir que esto vuelva a ocurrir- El tono de voz del primogénito de esa familia se nota bastante molesto.

-Sé a qué te refieres, pero es la única opción que se tiene para lograr conseguir su libertad-

-Pero...- Frunce el ceño, con el rostro descompuso e indignado -Volver y fingir que todo sigue igual, para dar tiempo a los abogados a buscar el contrato- Niega con la cabeza, caminando como animal enjaulado por los pasillos –Es que, le pueden hacer peor daño, sospechar o hacerle algo muy mal- Se cubre la cara arrastrando las manos desde la frente hasta la barbilla –Esta demasiado delicado de salud como para soportarlo- No alza la voz, pero si se nota la desesperación en sus palabras.

-Lo sabemos, pero él igual acepto- Aquel hombre mayor, mira atento la desesperación de su hijo, sin embargo lo entiende en medida –Considera que es el plan más factible, además ahora ya no estará completamente solo- No se mueve de su lugar, pero se mantiene con los brazos cruzados, como si estuviera un tanto indiferente a la situación –El contrato que ellos tienen, no lo podemos exigir de la noche a la mañana, se llevara un tiempo para tener una orden, a lo cual ellos pueden aprovechar para hacer de las suyas tanto en el hotel como con Saga- Sus ojos se afilan en señal de seriedad.

Aquello provoca que el castaño apriete sus puños, y entienda los conceptos legales, no es ningún tonto, pero le parece tan injusto, que aun deba pasar por un calvario, cuando al fin puede tener algo de paz.

-Además, si se advierte que si él está fuera del hotel por mucho tiempo, pueden llegar a usar una cláusula que lo deslinde de sus "Derechos" de peor de lo que ya está, perdiendo lo poco que tiene- Se toca el puente de la nariz –Es una situación complicada, en donde no tenemos todas las piezas claras del rompecabezas, por lo cual nos tenemos que guiar por las amenazas que le han hecho a Saga, para estar alertas, sin dejar de codiciar el objetivo final- Intenta que sus palabras sean una calma para su hijo mayor –Que es... Que Saga recupere el hotel de su familia, su patrimonio, todo lo que debió ser para él desde un principio y evitar que los demás inversionistas también tomen control sin los Acuario- Cierra sus ojos, consciente de todo y entendiendo perfectamente la situación legal.

Un suspiro pesado deja escapar, frunce su ceño bastante molesto, mostrando sus dientes en señal de que nada de esto le gusta –Aun así, no estoy de acuerdo con esto... Porque yo... Si le vuelven a hacer que trabaje tanto, que su cuerpo se deteriore más...- Aprieta sus puños, con la mirada en el suelo, y la sangre hirviente -¡¡¡¿DE QUE SERVIRÍA LUCHAR SI ÉL LLEGARA A MORIR?!!!- Sus lágrimas se han estado retenido durante todo el tiempo en que han conversado. Piensa que ese plan es una enorme locura, pero intenta calmarse para hablar con su padre, e intentar crear un nuevo plan.

Pero al parecer no existe otra manera.

El Cid, solo se queda serio, callado, pero no tan sorprendido por esa interrogativa. Lo entiende, pero ¿Qué más se puede hacer, que jugar ese retorcido juego para no levantar mayores sospechas y tomar a todos por sorpresa?

-Al final, el contrató solo lo puede conseguir Saga, ya que es el único que tiene una posibilidad de entrar y obtener esos documentos- Se queda bastante pensativo, tocándose la barbilla –Claro que tomaran su conducta como un robo, pero lo podemos refugiar por un tecnicismo legal- Mira al castaño con un rostro inexpresivo -El contrato se encuentra seguro y resguardado en la habitación del hijo mayor, Degel. En donde Saga tiene acceso cuando limpia y ordena el lugar. En la primera oportunidad que tenga, puede tomarlo, fotografiarlo y con ello y leyendo todo, tendremos la verdad a en nuestras manos y un mejor panorama para atacar. Y cuando ese momento llegue, Saga podrá dejar de fingir que todo sigue igual y comenzar a reclamar lo que es suyo por derecho- Le habla con un tono más alto de voz -Por eso tienes que concentrarte en esto, darle tu apoyo a pesar de que no te agrade el camino que se deba tomar, ya que todo esto es por un bien mayor- Lo sentencia con la mirada afilada que posee -¿Lo entiendes?-

El castaño, se queda de nueva cuenta callado, apretando sus puños, molesto, desesperado, con el ceño fruncido, su mandíbula rechinando los dientes, solo deseando que exista otra forma, una manera diferente para que Saga no sea dañado.

Y por lo tanto, es allí que su mente trae un pensamiento con el cual, le da la espalda a su padre y comienza ahora una nueva interrogativa.

-Dime, padre. Sí tú tuvieras la oportunidad de evitarle el sufrimiento a mi papá ¿Lo harías?- Esas palabras parecen estar completamente fuera de lugar, sin ningún motivo aparente a simple vista.

A lo cual, El Cid lo nota y enarca una ceja -¿A qué viene eso?-

-Solo dime, ¿Para qué mi papá no sufra, que serias capaz de hacer?- Esta vez le devuelve la mirada una tan seria y similar a la de su padre, siendo bastante iguales sus ojos cuando algo tiene decidido, está enojado, y también al sentir que Sísifo estuviera en peligro, esos orbes siempre han sido decididos, con la diferencia que el color verde domina en ellos.

Se mantiene estoico en su lugar, enfrentándose a su hijo –Sabes bien que por tu papá sería capaz de hacer lo que fuera. Si yo pudiera tomar todo el dolor que tuviera en su ser y que él fuera libre y feliz. Yo lo haría sin dudarlo, para que él esté bien- Manifiesta con su verdad absoluta, pues es lo que ha hecho siempre, proteger al castaño mayor, para verlo sonreír –Sabes que Sísifo y ustedes dos, son lo más importante para mí- Sin embargo, estas palabras de su hijo, le tienen un mal presentimiento, y debería a ver pensando con más detenimiento.

-Entonces... Me entenderás que yo igual debo hacer lo que sea para mantener la sonrisa, paz y vida de Saga a salvo, sin importar que me guste o no lo que tenga que hacer- Pareciera que en cierta forma entendiera la situación, pues habla sobre algo que no le agradaría hacer, pero también puede tener un doble significado.

-Aioros, ¿Qué estás pensando?- El Cid, conoce a sus hijos y el mayor está planeando algo que claramente podría ser contra producente y hasta peligroso.

Sin embargo, antes de lograr escuchar alguna contestación, aun así, con lo dicho por su primogénito, puede darse una idea de lo que llegara a hacer.

Sísifo sale de la habitación en silencio para no despertar al peli azul, pero su rostro que muestra es de enorme preocupación.

Lo cual El Cid nota, y se preocupa aún más -¿Qué tienes?- Cree que algo malo pudo a ver ocurrido a Aioria, pues tiene el teléfono en la mano.

De igual forma, Aioros se acerca a su papá, expectante a sus palabras.

Con su cara de total angustia -Me acaba de hablar Asmita, que Shaka se escapó de su casa, y me pregunto ¿Si es que está con nosotros? Que cree que se escapó para Grecia- Habla sumamente desconcertado, ya que de igual forma ese niño rubio lo aprecia mucho y no le gustaría que esté en peligro.

Y ante un problema evidente en donde están dispuestos a todo por el doncel desvalido de cabello azul, y con uno nuevo que comienza, en donde alguien muy apreciado igual para esa familia, al parecer no dan con su paradero, bueno... Si tan solo supieran que ese rubio, se encuentra en el hotel en donde se hospedan y que está relativamente a "Salvo", junto a Aioria, y que todo lo hizo solo para conocer al amor de su vida que de igual forma trabaja en ese lugar donde se han encontrado con tantas situaciones.

Unas alegres, otras tristes, dolorosas, hasta bizarras si se piensa con detenimiento.

Ahora, ¿Qué ocurrirá en la vida de todos ellos?

¿El plan funcionara?

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj?

¿Como están mis terrones de azúcar?

Espero que estén muy bien y en fin...

Aquí les trigo un capitulo nuevo de este fanfic, que sé que muchos disfrutan y aman.

Deben agradecer a mi terrón de azúcar  LaidyOcean o Pandora Heinstein, jajajajaja es que se cambio de nombre y no sé por cual tomarlo.

Pero en fin... Ella gano el derecho de una actualización de un fanfic, sé que tarde un poco, pero lo he hecho.

Wiii, espero que lo disfruten mucho.

Y si quieren ser parte de repente de algunas dinámicas que hacemos en la familia terrón de azúcar, pueden unirse al grupo y la pagina de la "Familia Terrón de azúcar" en Facebook, para que puedan ser parte de ellos.

En fin, espero que les guste.

Ahora saben un poco mas del trasfondo de Degel, pero... Principalmente ¿Que es lo que Aioros piensa hacer?

¿Shaka podrá quitar esa pésima primera impresión que le dio a Mu?

Ya lo sabremos mas adelante.

También, kiaaa Shura se esta fijando en el pequeño gatito.

Bueno, bueno, bueno...

Nos leeremos despues.

Cuídense mucho, abríguense bien y gracias pro leerme.

Ammu se va.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro