Las historias verdaderas no siempre deben respetar los lineamientos de la realidad. Ella es subjetiva, y depende del punto de vista de quien mire.

En el mundo, existen eventos que no tienen explicación alguna, sucesos que, de no ser por los involucrados que afirman y reafirman su veracidad, podrían pasar como un mero cuento, un vil invento para fines de entretenimiento.

Algo que pudiera contarse en una salida al bosque, rodeando una fogata y calentando malvaviscos. Sí, de esa clase de historias.

De ese tipo de sucesos paranormales que no te gustaría jamás de los jamases presenciar. Sin embargo, la historia que hoy voy a contarte, es tan real como tu existencia misma.

No le ocurrió a una mala persona, a alguien que realmente lo mereciera. Los eventos de esta terrorífica e interminable anécdota, fueron las vivencias de un chico que podría tener incluso tu edad.

¿Qué tan adulto se necesita ser para estar listo ante un caso como este?

Byun BaekHyun aún sigue creyendo que ni con todos los años, ni siquiera con una vida entera, bastaría para prepararlo ante lo que se vería obligado a presenciar por una simple noche de juego.

Pero las historias que involucran al más puro de los terrores, no siempre comienzan con una persecución. No siempre involucran sangre deslizándose por el suelo o gritos desesperados rogando por auxilio.

A veces, una historia como esta da inicio de forma tan ordinaria como lo sería un día cualquiera en la vida cotidiana de un par de jóvenes. Dos chicos perfectamente normales que cometieron el garrafal error de meterse con algo que estaba predispuesto a salirse de sus manos, desde el mismo instante en que posaron sus dedos dubitativos sobre la madera.

Esta es su historia y tú estabas destinado a conocerla...

"Y tocó el quinto ángel. Vi entonces una estrella que había caído del cielo a la tierra. Le fue entregada la llave del pozo del abismo. Abrió, pues, el pozo del abismo, y del pozo subió una humareda como la de un horno inmenso que oscureció el sol y el aire."

- Apocalipsis 9, 1-2.