Cuarta Parte
Ninguno regresó a la prueba después de eso. BaekHyun permaneció consolando a su amigo en el baño, quien sólo le pedía que parara todo eso, porque estaba harto. Él no comprendió precisamente a qué se refería, pero entre balbuceos, poco pudo saber qué le pasaba a su amigo, y cuando el llanto terminó, ya era tarde para volver a su clase.
El profesor aceptó sus disculpas por todo el disturbio que crearon en la prueba. BaekHyun fue quien habló por ambos, mintiendo al decir que JongDae tenía algún tipo de infección en el oído por la cual se había comportado de esa manera y se sentía tan adolorido para salir y hacer todo ese escándalo.
Su profesor pareció aceptarlo bien, y sabiendo que ambos eran buenos estudiantes, les permitió la posibilidad de presentar la prueba en otro día. Por esa ocasión, ambos decidieron dejar la escuela e irse a casa, porque no había más que hacer ese día.
Fue así como juntos se hallaron de nuevo en la casa de BaekHyun, a pesar de que JongDae había estado durante ya un par de días evitando el lugar.
KyungSoo no estaba, todavía era temprano, y suponiendo que ellos siguieran en la escuela, la casa debía estar sola en esas horas.
Sin embargo, eso le dio disponibilidad de traer a JongDae ahí sin tener que comunicarse con la señora Kim para no preocuparla y sacarla del trabajo cuando sabía que no debía salir si no quería un descuento en sus horas.
Sirvió en dos tazas algo de té. Su amigo no había hablado en lo absoluto, incluso en todo el camino que hicieron fuera de la escuela hasta ahí, JongDae permaneció mudo, con los rastros de las lágrimas sólo haciendo evidente lo sucedido y la razón por la que se hallaba ahora en la sala, esperando a que él regresara con la bebida que esperaba que pudiera traerles un descanso.
JongDae vio así a BaekHyun regresar a él, ya con su saco y corbata del uniforme perdidos al igual que sus zapatos en la entrada, con sus rodillas dobladas hasta dejar sus piernas contra su pecho y mirando fijamente la televisión que sólo mostraba una pantalla ennegrecida. Una y mil cosas podían pensar JongDae de eso, pero en cuanto su amigo se sentó a su lado, entrecruzando sus piernas por debajo de sí, y dándole la taza para que él se ocupara de la suya al soplarle y darle su primer sorbo, alejó la mirada.
Al menos descubriendo que el televisor de BaekHyun no parecía tener el mismo problema que el suyo.
En verdad su mente estaba jodida, ¿cierto? ¿Por qué pensaba en eso estando en la casa de su amigo? Ugh...
"Entonces..." BaekHyun tuvo que iniciar esta vez la charla, porque no podía más. No con lo sucedido, habían estado callando muchas cosas, y quizá sólo hasta ahora uno de ellos podría haberse dado cuenta. "¿Quieres que platiquemos sobre tu pequeño incidente?"
"¿Es un incidente que gritara en medio de la clase como un auténtico loco y me saliera a llorar al baño como niña hormonal en su periodo?"
"No ofendas a las chicas, el periodo es algo delicado para ellas."
JongDae suspiró y con ello el vapor de su té se dispersó. Le calmó el olor de la hierba buena. BaekHyun siempre sabía con qué tratarlo. No se merecía a este amigo.
"BaekHyun, realmente no creo que pueda hablar de ello."
"¿Por qué no? ¿Es tan difícil explicar qué te hizo gritar o creer que yo no estaba en la prueba cuando realmente me hallaba sentado a tu lado en todo momento?"
"No, es más difícil explicar que me he avergonzado de esa manera con mi crush insuperable desde mis años hormonales en medio de una prueba por la que me desvelé y ahora tendré que esperar para aplicarla en otro día," BaekHyun lo miró serio, así que suspiró de nuevo, y tuvo que admitir: "Está bien, es que yo... Creí haber escuchado algo."
"¿Algo cómo qué? ¿Algo además de haber imaginado mi ausencia?"
Es verdad que tampoco se podía explicar eso. Aparentemente ninguno de los dos.
"Te vas a reír de mí si te lo digo."
"JongDae, no creo que pueda reírme de ti después de lo que últimamente me ha pasado a mí. Quiero decir, hace solo unos días me oriné en la cama como un niño de cinco años que no sabe avisar cuando quiere ir al baño. ¡Por una pesadilla!"
"¿Que tú hiciste qué?" fue el turno de JongDae en fruncir el ceño, mirando con mayor seriedad a su amigo, y bajando su taza a la mesa de centro, notó la incomodidad en BaekHyun que le dejó saber el mal que había hecho por haberlo ignorado en el fin de semana. ¿Hace cuánto le había pasado eso a BaekHyun? ¿Y por qué no se lo contó antes? Bueno, además de que era algo vergonzoso y quizá temía que fuera a burlarse de él, pero... "BaekHyun, ¿por qué-?"
"No fue nada, sólo un descuido. Yo... Supongo que estuve tan inmerso en el sueño que dejé de lado mis necesidades fisiológicas o algo parecido..."
"Lo dices como si no hubieras comparado ese suceso con la locura que me ha pasado el día de hoy a mí, BaekHyun. No puedes mentir, ya lo has revelado, ¿te orinaste por una pesadilla? ¿Qué tipo de pesadilla debes tener para eso?"
BaekHyun dudó, pero ya que andaban en esto...
"Si te cuento mi pesadilla, ¿vas a decirme qué sucedió contigo en la prueba de hoy?"
Asintió vigoroso, y BaekHyun suspiró, tomando un sorbo antes de armarse de valor con eso. El recuerdo aún le producía cierto temor. JongDae aprovechó ese momento para tomar su taza una vez más y no desperdiciar el té cuando todavía lo tenía caliente.
"Bueno... Supongo que tuvo que ver con los sucesos que han pasado últimamente. Hace unos días, la jaula del Señor Roedor se rompió, se cayó, según KyungSoo fue algo inesperado, como un accidente, aunque él no se explica cómo pasó en realidad. KyungSoo planeaba usar su vieja jaula, pero el Señor Roedor se escapó de ella y ahora no se halla por ningún lado. Y poco después yo tuve un sueño en el que me moría por ir al baño..."
Sin embargo, se detuvo, y notó que si no hacía más explicaciones, tal vez no se comprenderían algunas cosas, así que se abrió, como no lo había hecho hace tanto.
"Pero yo tuve miedo, porque unas semanas antes de todo esto, cuando ustedes me encontraron en el baño dormido, en realidad tuve otra pesadilla, en la que veía cosas en el espejo de nuestro baño. Cosas horribles, aterradoras, que me perseguían y yo... Sólo no quise ir al baño por la madrugada, no más, tenía miedo de que algo similar volviera a ver o... no lo sé, ahora que lo pienso es como si hubiera relacionado una pesadilla dentro de otra."
"¿Quieres decir que tú ya estabas teniendo estos sueños? ¿De manera recurrente?"
"A-Algo así, en realidad, algunas cosas que he visto no son en sí sueños, siento que veo cosas cuando estoy despierto, pero eso sería absurdo, ¿no?" y se rio, para dar convencimiento a su moción, sólo que JongDae no le respondió, y permaneció mudo por otros segundos, dándole libertad de decir rápidamente las otras cosas. "El caso es que en la pesadilla que tuve, fui a ver a KyungSoo a su cuarto luego de escuchar algo extraño. Ahí descubrí que sí estaba haciendo algo extraño, me pareció que traía al Señor Roedor, pero estaba despedazado y había tanta sangre, sobre todo en su alfombra... Fue horrible, más porque luego KyungSoo se acercó a mí y con un cuchillo quiso matarme, pero cuando pareció hacerlo, yo desperté, completamente orinado y muerto del miedo. No me he sentido muy bien desde ese día."
JongDae seguía mirando al contenido de su taza. Desde que le dijo que la cosa era bastante absurda, así había permanecido, y realmente se sintió estúpido por parecer dar tanto drama con esto, así que no supo cómo traer normalidad al asunto sin que siguiera la incomodidad consigo más que regresando al punto original de su charla.
"Ahora te toca a ti contar tu historia. No puede ser tan absurda como la mía. Un chico de diecinueve años haciéndose en la cama por una pesadilla..."
"BaekHyun, no te sientas mal por eso, la verdad no creo que lo que has soñado o has estado viendo sea algo absurdo. Porque, tengo que admitirte, yo también he estado pasando por cosas muy extrañas en estos últimos días. Una de ellas fue la de hoy, pero antes de eso, y ya hace días, desde lo que tú has dicho, en el día en que te encontramos en el baño y más... He pasado por cosas tan raras como lo que describes. Por alucinaciones, pesadillas... Creí que era por falta de sueño, quizá por el estrés, o por la distracción, no lo sé, cualquier cosa tan estúpida como esa. Pero ahora que tú dices todo esto, yo... Ya no creo que sea cualquier cosa."
"¿Q-Qué quieres decir, Dae?"
"Comienzo a creer que algo malo nos está pasando, BaekHyun," y los recuerdos de sus últimos malos sucesos llegaron a sí, atormentándolo, más al cubrirse la boca con una mano al dar con su realización que ya lo dejaba en lágrimas mientras veía a su tímido amigo. "Y creo que todo es por mi culpa."
"¡¿Q-Qué?! P-Pero cómo..."
"¿No lo entiendes? Todo comenzó desde un suceso, una sola noche. Ugh, y hemos sido tan tontos para notarlo. Al menos yo, hablo por mí al notarlo tan tarde, pero ahora comprendo..." BaekHyun entreabrió los labios, a la expectativa de lo que su amigo decía, al borde de las lágrimas, sacudiendo su cabello con esa mano libre que también restregaba su cara y cuidaba que la taza no fuera afectada en su otra mano. "Cuando tú y yo jugamos a la Ouija, aquí, en tu casa... ¿No comenzaron a pasar las cosas desde entonces? Incluso contigo, en esa noche..."
BaekHyun ahogó un grito con eso, y todo pareció llegarle como un cubetazo. Todas sus alucinaciones, sus pesadillas, sus malos días con algo dejándolo paranoico incluso en su propia casa.
"Quieres decir que eso... ¿Está originando todo esto? P-Pero por qué, y cómo es posible..."
"No sé realmente qué te esté pasando a ti, pero al menos conmigo han pasado cosas muy extrañas. Ruidos en mi casa, voces llamando, rechinidos y aturdimientos por cosas que no parecen existir a tu alrededor... Y eso es solo el inicio, desde hace unos días estuve viendo cosas muy raras en mi televisor, incluso hace poco, escupí algo imposible de mi boca y encontré el puntero que perdimos por aquí, ¡en mi sala!"
"Y-Yo también he escuchado cosas. Y visto, además, en la cafetería, cuando tuve ese suceso extraño en la mesa con la comida, yo en realidad vi que sacaba de mi nuca un pedazo de piel que no me podría pertenecer... ¡Y lo que tú decías de estar viendo insectos en la comida! ¿Crees que eso también sea...?"
"No estoy seguro de lo que esto signifique, BaekHyun, ya no sé qué es real, qué una ilusión o si solo estamos perdiendo la cabeza juntos, pero, de cualquier modo," JongDae se cubrió la boca, un sollozo escapándose, pero siendo ahogado a tiempo a pesar de que el río de lágrimas comenzó a surgir luego de eso. "Lo siento tanto, BaekHyun, yo te orillé a esto, por jugar esa tonta cosa."
"No, no, no digas eso, JongDae, tú no- Nosotros no-" BaekHyun hipó, no le gustaba ver a su amigo, el fuerte, siendo quien ahora llorara. Sólo le dejaba en ese posible papel, pero él no era bueno consolando, menos cuando no podía traer algo gracioso para recuperar el ánimo a la charla. No en estos momentos, él no podía soportar solo todo esto. "Debe haber una solución o algo, sólo no-"
"Lo siento tanto, Baek, todo esto es mi culpa."
JongDae se dejó llorar entonces, y BaekHyun no pudo resistirlo más, lo acompañó, un poco más desesperado de lo que triste. Aunque no sabía cómo se sentía JongDae realmente, esto era peor que cuando lo encontró así en el baño, porque aquí no hallaba ni cómo acercarse a su amigo, ni cómo tocarlo.
Al final, realmente había sido su culpa, pero ¿sería solo suya?
Él había sido parte de ese juego, él incluso había hablado con su abuela, sin embargo... Las cosas desde ahí se habían complicado. Y fueron tan tontos para ignorarlo.
Hasta ahora.
Toda esta revelación había causado una inesperada reacción en ambos. En lugar de ponerse todo histérico y tal vez reclamarle por haber traído semejante calamidad hasta su casa, BaekHyun solo se mostró apacible. Manso, en el mejor de los casos.
Como fuera, esa no era para nada la forma en la que JongDae esperaba que él reaccionara. No cuando acababa de confesarle que tenía una idea más clara del por qué de todas las cosas malas que les habían sucedido.
Cuando terminó de dar su teoría, BaekHyun únicamente asintió, muy lentamente, con la vista perdida en algún punto que iba más allá de su rostro.
Aunque él se movió repetidas ocasiones en su lugar, pensando que eso podría llamar su atención y hacerle reaccionar, su amigo continuó igual de pensativo y lejano, incluso cuando su cuerpo permanecía presente. JongDae no sabía qué es lo que estaba pasando en estos momentos dentro de su cabeza, juzgando solo por la expresión plasmada en su rostro. Y esto, resultaba bastante inquietante, si era sincero consigo mismo.
JongDae era dolorosamente consciente del nivel de su culpa en todo el asunto y, al mismo tiempo, estaba pasando por su propio tormento debido a ello. La cosa es que BaekHyun parecía... indiferente sobre ese hecho. No le gritó ni le echó de su casa en el instante mismo en el que se enteró de quién había sido el verdadero causante de sus actuales desgracias.
Esto no podría de ninguna maldita manera significar algo bueno. Ni una sola persona cuerda actuaría tan relajada frente a algo así.
"BaekHyun..." murmuró para llamar su atención. Su amigo, aún permaneciendo en su lugar, solo parpadeó lentamente antes de dirigir sus ojos directamente hacia él. "De verdad lamento todo esto. No sabes cuán culpable me siento por las cosas horribles que has tenido que experimentar por mi causa," sus puños se cerraron. "Todo por mi estúpida curiosid-"
"Ya, para eso. Detente ahí, Dae," exclamó BaekHyun abrupto, interrumpiendo así su disculpa y acercándose hasta posar una de sus manos sobre su rodilla. "No es como si me hubieses atado y obligado a jugar. Fue una decisión que yo tomé por mi cuenta, parte de la culpa también es mía."
Y sonrió. Lo hizo de una forma que no era alegre, pero tampoco triste. ¿Alguna vez había visto una sonrisa así en su rostro?
"Gracias, Dae. No tenías que hacerlo... pero gracias, muchas gracias."
Ah, ahora lo recordaba. Esas palabras que habían sido pronunciadas en voz baja y tímida la tarde en que BaekHyun se presentó a su casa, en su primer día de suspensión. Su amigo le había llevado una bolsa de dulces y traía un DVD bajo el brazo. Claro, eso era lo mejor que podía conseguir para él cuando no tenía internet en su casa.
Muchos otros se hubieran reído cruelmente a su costa al enterarse de que aún usaba una cosa tan anticuada como lo era un lector de discos. Pero no BaekHyun. BaekHyun nunca haría algo así.
Y también, algunos otros hubieran dicho que BaekHyun estaba haciendo esto porque, muy en el fondo, en serio le estaba agradecido por haber tomado venganza en su nombre, haber hecho aquello que el siempre bien portado de Byun BaekHyun jamás haría.
Pero JongDae sabía perfectamente que no se trataba de algo tan simple.
BaekHyun solo estaba tratando de disculparse con él porque, de forma inexplicable, se culpaba directamente por el suceso.
Es decir, en una situación normal, quizá JongDae jamás habría cruzado más de dos sílabas con ese homofóbico que algunas veces le molestaba. Pero BaekHyun, oh, BaekHyun.
Él siempre se las ingeniaba para echarse la culpa de todo lo malo que le ocurriera a sus allegados.
En ese entonces, su amigo debía de haber sufrido bastante en silencio, recriminándose internamente y diciéndose que nada de esto habría ocurrido en primer lugar si él le hubiera detenido a tiempo. Si no se hubiera ido a casa temprano, ese día cuando JongDae se lo pidió.
Ahora, ante el nuevo panorama, BaekHyun solo debería estar creyendo que la culpa debía recaer de nuevo solo en él, por haberles dejado continuar con el juego, por no negarse. Como si todo lo que pasase siempre tuviera que ser culpa suya.
"Ah, BaekHyun, no. Por favor, no hagas esto. No comiences a tratar de culpart-" reanudó su conversación, pero fue interrumpido cuando un par de ojos le miraron, la determinación brillando en ellos. Una determinación que él nunca antes había visto en su tranquilo amigo.
"Vamos a solucionarlo, Dae. Te lo prometo, entre los dos buscaremos la forma de dar fin a lo que sea que hemos desatado."
En ese momento, JongDae habría creído cualquier cosa que BaekHyun le dijera.
"Sí, lo haremos," le aseguró, asintiendo firmemente y dándole una palmadita sobre la mano.
"¡¿Que quieres que yo haga qué?! ¿Te has vuelto loco, Baek?" escuchó que gritaba KyungSoo al otro lado de la línea. BaekHyun había puesto el alta voz y sostenía ahora su teléfono celular en medio del rostro de ambos. Un suspiro y después se hizo el silencio.
"¿Puedes o no hacernos este favor?" preguntó de forma contundente su amigo. KyungSoo seguía sin decir nada a lo que BaekHyun prosiguió. "Bien, si tú no puedes, lo haremos nosotros, graci-"
"¡Ah, está bien, está bien!" BaekHyun le sonrió con complicidad. Sonrisa que KyungSoo no podía ver, desde luego. "Estás loco, en serio lo estás. Y yo debo estarlo también por hacerte caso..."
"Gracias, Kyung, de verdad, nos has salvado, estamos agradecidos."
"Espera, ¿eso fue un diálogo de...? Olvídalo, pero que sepas que no estoy solo, JongIn me está trayendo a casa."
"¡Perfecto! Dile que le pagaremos la gasolina si es necesario."
"Y sí que lo harás, ni pienses que te dejaré... ¿Qué?"
"¿Qué de qué?"
"No, Baek, no es contigo."
En ese instante se oyó como si el teléfono hubiera sido tapado por la bocina. BaekHyun y él trataron de agudizar el oído, pero... nada.
"Ash, dice aquí mi buen compañero que no es necesario."
JongDae casi podía ver a KyungSoo rodando los ojos. BaekHyun se cubrió los labios para reír.
"Gracias, Hyung~"
"Te amamos, KyungSoo-hyung~"
Exclamaron al unísono.
"Sí, sí, lo que sea."
La llamada fue cortada.
JongDae miró a través de la ventana, al cielo que empezaba a mostrar destellos naranjas, los mismos que presagiaban el término del atardecer. Suspiró.
Pareciera que no habían hecho absolutamente nada más que platicar a detalle las cosas que les habían sucedido desde aquel maldito día en que decidieron jugar a la Ouija.
Tuvieron su tiempo para llorar de nuevo, al recordar los momentos de completo terror que tuvieron que pasar, cada uno por separado, sufriendo solos y en silencio por su estúpido pensamiento de no molestar al otro con algo 'sin sentido' o simplemente 'insignificante'.
Si tan solo hubieran hablado antes, ¿las cosas habrían resultado diferentes? JongDae no tenía una clara respuesta para esa incógnita.
Esquivaron el tema por un par de horas e incluso almorzaron, como si todos los sucesos paranormales no hubieran sido realmente vivencias suyas. JongDae incluso llegó a pensar que podría dejarlo estar, que esto era la realidad y todo el horror vivido no era más que un sueño que no volvería a ocurrir jamás.
Pero entonces sus ojos inevitablemente terminaban en las sonrisas forzadas que BaekHyun le dirigía, como si todo el montaje de 'el amigo fuerte' estuviera siendo demasiada carga para él.
Por eso mismo, para cuando KyungSoo llegó a casa, ambos ya estaban perdiendo la paciencia y casi rieron al ver al otro saltar fuera de su lugar y correr hacia la puerta. Abrieron justo cuando el Byun pelinegro se deslizó fuera del asiento del pasajero de un auto bastante decente.
Observaron la mirada fugaz y llena de reproche dirigida a ellos antes de que se volteara a murmurar algo a su compañero de trabajo, quien solo asintió y se movió al frente hasta dar con BaekHyun y él. El hombre sonrió de forma amable y les saludó antes de que KyungSoo cerrará su puerta y el auto se marchara por fin.
Ambos vieron con alivio la bolsa negra que KyungSoo cargaba en una de sus manos.
"Me deben muchas, muchas explicaciones," dijo ni bien llegar a la puerta.
Asintieron y bajaron la mirada, sin nada que poder decir en su defensa en esta ocasión. ¿Cómo siquiera explicarle el peligro al que había expuesto a su adorado hermanito? Si antes KyungSoo no le apreciaba demasiado, JongDae pensaba que ahora KyungSoo tenía verdaderos motivos para odiarlo.
"Aquí está. No saben lo horrible que fue conseguir esta cosa."
La voz cargada de irritación por parte del enfermero iba dirigida hacia a JongDae especialmente, eso si la mirada afilada puesta en él le decía algo. Incluso cuando BaekHyun había sido el que técnicamente había hecho el pedido a su hermano. En fin, mejor calló, no tenía el derecho a reclamarle nada. Él lo sabía, y lo peor, sabía que lo merecía.
JongDae con solo un sencillo clic había adquirido la Ouija que utilizó hacía ya varias noches en esta misma casa. Nada que ver con compras en lugares extraños y tipos mal encarados como seguía renegando KyungSoo.
"¿Quiere alguno recordarme por qué siquiera hice esto? ¡Ah, cierto! Ninguno me lo ha dicho aún," Sentenció, entrecerrando los ojos.
BaekHyun hizo una mueca de disculpa y tomó el tablero de manos de su hermano, antes de poner sus mejor par de ojitos de cachorro abandonado.
"Lo siento, Kyung," comenzó. "No te preocupes, Dae, yo se lo explicaré," Y tras una mirada significativa, guió a su hermano al sillón más cercano. Así, con ambos ya sentados y sin omitir un solo detalle, BaekHyun se dispuso a contarle sobre lo que en realidad había sucedido la noche en la que JongDae y él habían estado jugando a la Ouija en su sala.
No se guardó ni un solo evento y continuó hasta sincerarse por completo a su hermano. KyungSoo, para su sorpresa, no le interrumpió durante su relato, se mantuvo serio y frunciendo el ceño, pero en todo momento sereno y muy atento a cada palabra pronunciada. No apartó los ojos de BaekHyun en ningún momento.
JongDae entendía cuán cansado debía estar su amigo al tener que recordar y hablar una y otra vez sobre la misma mierda, de la cual sospechaba que ambos ya estaban más que hartos. Especialmente después de que antes ya habían vuelto a recordar, al tener que decirle al otro.
Cuando BaekHyun terminó, viendo que su hermano se había quedado sin palabras, JongDae aprovechó la oportunidad para interceder por su mejor amigo, contando también su parte de la carga.
Con un suspiro, BaekHyun dio por terminada la sesión de revelaciones, de la mejor forma en la que podría hacerlo y dejando en claro que aún no tenían una solución al problema:
"Y eso es todo lo que pasó. Esa es la razón de mi comportamiento tan fuera de lugar y, bueno, de mis más recientes paranoias. Lo siento tanto, Hyung."
El silencio se prolongó por algunos minutos, justo cuando BaekHyun calló. KyungSoo aún estaba sentado, la diferencia era que ahora miraba a su hermano, quien había optado por bajar la mirada, quizá ocultando su vergüenza..
JongDae solo estaba a la espera de que el Byun mayor estallara y le sacara a patadas de su hogar.
Por eso, cuando KyungSoo se puso de pie, JongDae ya se encaminaba a la puerta. Era obvio que el único que sobraba ahí era él.
"No," Ambos miraron al enfermero cuando su voz sonó alta y clara. "No. Soy yo quien lo siente. Sabía que no debía permitir que hicieran algo tan estúpido."
Sus puños se apretaron y cuando levantó la mano, JongDae no sabía qué es lo que esperaba que hiciera. De lo único que estaba seguro era que definitivamente no se imaginaba que abriera sus palma y acariciara la cabeza de su hermano.
"Perdón, Baek," siguió. BaekHyun tenía un par de nuevas lágrimas acumuladas en sus ojos. "Creí que debía darte tu espacio, dejarte desenvolverte por ti mismo. Creí que estaba haciendo un buen trabajo, pero solo te descuidé con mi mediocre intento de ser un buen hermano mayor. No quería que me vieras como un padre controlador o que solo te recordara a mamá, que es tan reservada con algunas cosas. Quería que confiaras en mí, pero solo conseguí que creyeras que lo mejor era ocultarme... cosas así de importantes".
"Kyung..." BaekHyun sorbió por la nariz. "Estoy asustado."
"También estoy asustado, pero eso es porque no quiero que nada malo te pase."
Cuando los hermanos compartieron un fuerte abrazo familiar, JongDae ya había colocado sus zapatos y se disponía a salir de ahí. La puerta ni siquiera sonó cuando la abrió. Fue únicamente la voz firme de KyungSoo la que le hizo detenerse a punto de cerrar de nuevo tras de sí.
"No vas a abandonar a tu amigo justo ahora, ¿o sí?"
"P-Pero, yo creí que- pensé que sería mejor sin mí."
"Desde luego que lo sería."
"Kyung, por favor, no seas tan dur-" con una mano detuvo su ruego. Soltando el cuerpo de su hermano, caminó un par de pasos hasta detenerse a mitad de la sala.
"Pero no voy a permitir que huyas después de lo que has hecho."
JongDae bajó la mirada mientras el enfermero se cruzaba de brazos.
Bien, al menos estaba permitiéndole ayudar a resolver este embrollo. Porque desde luego que su intención jamás fue abandonar a su mejor amigo.
Detrás de KyungSoo, BaekHyun le dio una mirada de disculpa.
JongDae suspiró y volvió sobre sus pasos.
"Bien, hagamos esto de una vez por todas."
"Existen muchísimas historias de personas que se han sentado frente al juego de la Ouija. Algunos desarrollaron una obsesión que terminó en la muerte. Sin duda, la Ouija es una actividad muy peligrosa que nadie, en su sano juicio," en ese momento KyungSoo hizo una pausa a su lectura para ver con severidad a JongDae. "Debería probar."
"Ya, para con eso, Kyung," intervino BaekHyun. "No todo es culpa de Dae. Te recuerdo que fui yo quien decidió seguir jugando."
El pelinegro solo guardó silencio y retomó la lectura.
Después de que el enfermero le dejara quedarse, entre los tres llegaron a la conclusión de que les faltaba mucha información si no querían dar un paso en falso. Y menos con lo peligroso que era esto con lo que lidiaban.
Claro que habían oído historias y tenían todo el montón de cinematografía para usar de referencia. Pero así como todos los jóvenes, no sabían absolutamente nada más allá.
Y eso los lleva a este punto, con los tres sentados en la sala, con KyungSoo teniendo su computadora encendida y ellos dos a cada lado suyo. Un sándwich a medio comer y un vaso con jugo de naranja en la mesita de centro.
"A la hora de hablar de la ouija, hay que tener mucho cuidado. Ya seas de las personas que creen tanto como de las que no creen, lo mejor es abstenerse de probar algo así," en esta ocasión, aunque hizo una pausa bastante notable, KyungSoo no le miró de nuevo de mala manera, cosa que JongDae le agradeció a BaekHyun en su fuero interno. "Y una de las razones principales por las que la gente se atreve a practicar la ouija, es para contactar con familiares fallecidos. Asumir la muerte cuesta mucho trabajo, ese dolor emocional nos hace muy sensibles, muchos más susceptibles a invocar a todas estas presencias malignas que aprovechan el dolor para hacer acto de presencia..."
JongDae estuvo bastante seguro de notar la atmósfera que se había formado entre ambos hermanos. Los dos habían perdido a un ser querido y era de suponer que KyungSoo entendiera mejor ahora el por qué en primer lugar BaekHyun se atrevería a meterse con semejante cosa como lo era la Ouija. Con todo y los peligros que esto conllevaba.
Quizá KyungSoo lo entendería mejor si, así como él, hubiera escuchado a BaekHyun decir "y a pesar de todo, no me arrepiento de haber probado. Hablar con mi abuela ha sido lo único bueno de todo esto."
De todas formas, el enfermero siguió adelante.
"Y sí, muchas personas creen y afirman que este portal también permite la comunicación con entidades benévolas o con seres queridos ya fallecidos. Esto puede ser cierto, pero, en la mayoría de los casos, la comunicación espiritual que permite la Ouija es con entidades oscuras."
>> Estas se presentan en el tablero como si fueran juguetonas e infantiles, en pocas palabras, tan inofensivas como podrían lucir. Siempre dando respuestas bastante acertadas, pues los demonios observan el mundo humano y saben lo suficiente como para pasar la prueba de 'confiabilidad'. Tras contactar con la entidad, los fenómenos extraños y las dolencias hacen acto de presencia.
>> Hay que mencionar que esta nube de oscuridad también se extenderá a todos los familiares de las personas que participaron en la ouija. Existen casos de personas que se sienten dominadas cada día por estas entidades. Pueden tener depresión, alucinaciones y desesperación.
>> Aunque todos estos rumores sean meras suposiciones y no estén contrastados, el perfil de las entidades demoníacas es muy espeluznante. Eso sí, hay que seguir siendo igual de prudente a la hora de realizar esta práctica."
Ambos se miraron sobre la cabeza de KyungSoo, el único ahí sentado, cuando este terminó de leer. Ellos estaban tan nerviosos al ver que la protección de la luz del día comenzaba a escapárseles y al saber que la noche solo había traído pesar para ellos, como para pensar en sentarse, además de que ya habían pasado horas de ansiedad a la espera del regreso del pelinegro a casa.
"Bien," dijo KyungSoo antes de inclinarse para tomar su sándwich y darle una generosa mordida. "Esta es la primera página, pero supongo que esto es más de lo que sabíamos hace cinco minutos."
"Ah, Dios, no sé qué pensar," exclamó BaekHyun con pesar. "De la única cosa que estoy seguro es de que no fuimos engañados. Yo estoy seguro de que hablé con la abuela, Kyung, tienes que creerme."
El pelinegro suspiró.
"No lo sé, Baek. Yo- bien, eso no es lo importante. La abuela no es la que ha estado haciendo la vida de ustedes dos un infierno, ¿no es así?"
JongDae negó.
"No," dijo finalmente BaekHyun.
"Ahora, lo que debemos hacer es descubrir qué es lo que pasó o cómo fue que pasó en primer lugar."
KyungSoo comenzó a abrir y leer diferentes sitios web y a leerlos en su computadora mientras ellos escuchaban. Algunos artículos los leyeron BaekHyun o incluso él. El panorama lucía cada vez más desesperanzador, con cada nota siendo más espeluznante que la anterior y llevándolos al punto de ya no saber con qué estaban tratando en sí.
"Necesito... voy a afuera. Solo- ya vuelvo," exclamó JongDae finalmente. Todo esto estaba haciéndole doler la cabeza. Era más de lo que podía manejar ahora mismo por su cuenta.
JongDae no sabía lo peligroso que podría resultar un juego que parecía tan inofensivo a simple vista. Es decir, incluso estaba ese artículo que decía sobre un estudio hecho a la Ouija que reveló que al tapar los ojos a los participantes, no se formaba ni una sola palabra coherente.
Esto reafirmaba la teoría de que eran tan solo los mismo jugadores quienes formaban las dichosas palabras y toda la falsa interacción con los supuestos entes del más allá.
Eso, desde luego, no le fue de ningún alivio. Nadie podría hacerle cambiar de opinión al respecto, él mismo había visto y sentido todas y cada una de las cosas que le habían sucedido. Era el testigo directo de la 'interacción'. De la llamada extraña, las marcas en su ropero, y hasta el puntero. ¡El maldito puntero que salió de su puto cuerpo! ¿Cómo demonios se podía explicar eso de forma razonable, ah?
"Ah," suspiró hondo apenas abrir la puerta. Salió a la parte de enfrente de la casa de su amigo y cerró tras él, dejando así a los dos Byun dentro. KyungSoo con su computadora y, ya para este punto, a BaekHyun con su teléfono celular en mano.
Caminó hasta las escaleras y se paró en el primer escalón, apoyándose contra el barandal. Miró al frente, al vecindario dormido. La atmósfera estaba en calma.
La noche había caído finalmente. JongDae nunca había odiado tanto la ida del sol. Ya se disponía a encender su teléfono para mirar la hora cuando vio que este se encendía y apagaba con la imagen de un pequeño teléfono celular reflejado en su pantalla.
Recordó entonces que ya en días previos, había bajado el volumen, sin siquiera dejarle la modalidad de vibración, de tal manera que nada hacía a su teléfono moverse o sonar por las noches, evitándole así el ser despertado... o asustado. Eso si al menos lograra conciliar el sueño en algún punto.
Solo debía deslizar el teléfono al lado en rojo para cortar la llamada, así como siempre lo hacía. Sí, así de sencillo.
Respondió la llamada.
"...Hijo," el sujeto no pudo controlar el tono sorprendido. JongDae rio con una mueca, imaginándoselo separándose del teléfono para ver a la pantalla y asegurarse de que no había errado de número.
¿Cuántas llamadas le había ignorado?
Todas, en especial desde el suceso con la voz terrorífica.
"Hijo, ¿de verdad eres tú? Oh, bendito sea Dios, he estado insistiendo tanto y no estaba dispuesto a rendirme, quiero que sepas que en verdad deseo arreglar las cosas entre nosotros," no hay nada entre nosotros, se dijo con ironía. "Además- ¡ah, espera, ¡no vayas a colgarme! No hablaba para eso, es decir, sí estoy interesado, pero, ahm, estoy con tu madre, ella está preocupada porque aún no has vuelto a casa. Se supone que la cena que organizó para todos nosotros," nosotros y tú con tu familia, pensó con amargura. "Era secreto, no había forma de que te enteraras."
JongDae miró de lado a lado la calle vacía. Algunas casas tenían luces encendidas, otras apagadas, pero en general, la mayoría de los vecinos ya descansaban.
En serio, ¿qué hora era?
"¿Ah, sí? ¿Mamá hizo eso?" preguntó, arrastrando su zapato al borde de la escalera y de regreso, observando la tierra que se desprendía de la suela. "¿Está ella ahí?"
"¿Eh? Ah, sí, ¿quieres...?"
"Déjame hablar con ell-" se lo pensó mejor. "¡Espera!"
"¿Sucede algo, hijo?"
JongDae tragó sus maldiciones de regreso y suspiró hondo. No quería pasar ni un segundo más hablando con este sujeto, pero, por otro lado, tampoco se sentía listo para hacerle frente a su madre.
No estaba preparado para ella, para mentirle con su habitual 'estoy bien, mamá' que no era ni de cerca verdad. Estaba cansado de mentir, de mentirle a ella, especialmente.
Y no se veía capaz de contarle lo que había hecho tampoco. No después de que KyungSoo le hiciera ver que no solo había puesto en peligro a su mejor amigo sino también a su madre. Ella, quien era todo lo que le importaba y amaba. Definitivamente no.
"Sí que has sido insistente, ¿eh?" Rio. "Mira que lograr que ella te invitara a cenar cuando bien sabía que yo no iba estar en casa... bueno, creo que ahí tienes tu respuesta," ¿Cuándo se volvió tan buen mentiroso?, se preguntaba. "Seguramente ella no te lo dijo porque pensó que te cansaría de esperar y te irías, pero eres tan malditamente molest-"
"Te quiero, hijo," JongDae se detuvo en seco ante las palabras del hombre. "Y no importa lo que pase o cuánto me desprecies, eso no cambiará."
Por un segundo no supo qué decir. Se había quedado en blanco. Inexplicablemente, la rabia se esfumó en un parpadeo.
"Rezo a Dios por tu bien y el de tu madre, lo hago cada noche antes de dormir y cada mañana al despertar. No tiene que ser hoy ni mañana, pero algún día obtendré tu perdón. Yo ya aprendí de mis errores, hijo, sin embargo, tú, ¿hasta cuándo continuarás viviendo del rencor, siendo consumido por la amargura? Ese no fue el hijo que tu madre crió."
Silencio.
No sé escuchó una sola palabra al otro lado de la línea, pero por la respiración pausada del sujeto, JongDae supo que aún permanecía a la espera.
"Mamá sabe dónde encontrarme," fue la resolución final. Entonces colgó.
Un nudo se tensó en la boca de su estómago. Las lágrimas se acumularon en sus párpados, pero se negó a derramarlas. Claro que no, este no era el JongDae que su madre querría.
Un chico así de irresponsable e inmaduro que hacía cualquier estupidez por mera 'curiosidad'.
Esto iba a acabarse. Nadie le haría daño a su madre nunca.
Y el sujeto... ya lo pensaría. Con su mente tan llena de pánico, no había cabida para perdón o consideración por el pasado. Lo único que importaba ahora era la búsqueda de una solución.
"¡Dae!" Exclamó BaekHyun, quien llegó hasta él apenas lo vio cruzar el umbral de la puerta. "Cielos, no sabes lo que acabamos de... ¿pasa algo?" en ese momento al fin se daba cuenta de su semblante decaído. JongDae negó y trató de sonar tranquilo al hablar.
"¿Qué? No. No, todo está bien, solo- Olvídalo, ¿qué querías decirme? No corriste hasta mi lado por nada, ¿verdad?"
Dio un leve asentimiento a KyungSoo que había levantado la mirada de su computadora para verlo. El pelinegro no se movió y su mirada era afilada, pero misteriosamente no lucía enfadado, sin embargo, ahí había oculto algo y lo que fuera, no le hacía feliz. O al menos eso es lo que percibía de su persona. ¿Tendría algo que ver con lo que BaekHyun quería decirle?
"Estuvimos investigando más sobre el tema. Descartamos varias cosas que no parecían tener relación alguna con nuestro caso. Incluso llegamos a pensar que la habíamos cagado en serio."
JongDae arqueó una ceja ante lo dicho por su amigo. KyungSoo se aclaró la garganta.
"Muchos artículos decían cosas sobre la destrucción de la ouija y el no cerrar las sesiones."
Le tomó un segundo conectar los puntos.
"Nosotros no..."
"No cerramos la sesión," concluyó BaekHyun.
"Y yo rompí el tablero," admitió KyungSoo.
"Otras fuentes decían que no se debía quemar la tabla, pues eso dejaría malditos a los jugadores," fue esta vez BaekHyun el que anunció.
"En mi defensa, aún pueden ir al basurero y tratar de hallar los retazos. Quizá si la pegan con cint-"
"Ya, Kyung, no es hora para tus bromas sarcásticas," reprendió el Byun menor. KyungsSo suspiró y retomó la explicación dirigida a él.
"Ok, eso no importa. De todas las cosas horribles que habían y que prefiero ignorar, había una única buena noticia. Su caso tiene solución."
"¿Qué... qué quieres decir con eso?"
"Que KyungSoo encontró una página web", secundó BaekHyun. "Es de una persona que dice haber jugado y sobrevivido al acoso de un ente demoníaco, como en nuestro caso. A él también le pasó algo similar, su madre le encontró jugando con su primo, quien era un par de años mayor que él; ella se asustó y lanzó el tablero por la ventana. Un camión debió haberle pasado encima o quizá fue la altura, el caso es que se rompió, y a partir de ahí empezó la pesadilla. Cosas tan horribles como las que nos han ocurrido a nosotros le pasaron a él... y a su primo."
"Me contacté con él por correo," intervino KyungSoo. "Me explicó que su primo, quien al parecer tenía más experiencia con esos temas, le dijo que ya no importaba la ouija rota, que tan solo debían volver a abrir el portal y obligar a todos los demonios liberados a regresar."
"¡Podemos hacer eso con la tabla que Kyung nos trajo!" Intervino más animado BaekHyun.
JongDae vio desde el rostro aliviado de BaekHyun hasta el estoico semblante de KyungSoo. El pelinegro solo asintió, como confirmando la veracidad de lo dicho por su hermano.
"Me aseguró que eso terminó con la ola de horror en sus vidas. Hoy en día no ha vuelto a tener pesadillas ni a oír más voces. Por eso creó la página, para ayudar a más gente en esta clase de problemas."
"Sí," asintió. Incluso sonrió. "Sí, eso es, ¡oh Dios, esa una buena noticia, es grandioso!"
"¡Lo sé! ¡Oh, Dae, todo va a solucionarse!" le abrazó. "La pesadilla va a terminar. Las cosas volverán a la normalidad."
Se permitió rodear la espalda de su amigo y atraerlo hacia sí.
"¿Y bien? ¿Qué es lo que tenemos que hacer?"
Preguntó mientras se alejaba por fin de BaekHyun. JongDae sentía que parte del inmenso peso en su ser se alivianaba, el consuelo llegó a él como una luz en medio de esta oscuridad profunda. Si había una mínima probabilidad de solución, él tomaría el riesgo, cual fuera el resultado, estaba dispuesto a intentarlo.
Algo en el rostro esperanzado de su amigo le dio el impulso que le hacía falta.
Como siempre decía, "mañana el sol brillará de nuevo".
Si en verdad pudiera terminar con todo esto, entonces sí, mañana sería capaz de mirar a su madre a los ojos y decirle que todo estaba bien.
Y por primera vez... sería cierto.
Es sencillo, solo deben jugar de nuevo. Abran el portal y regresen a los demonios dentro. Entonces cierren las puertas a nuestro mundo para siempre.
BaekHyun repasaba una y otra vez en su cabeza lo dicho por su hermano. Sonaba relativamente sencillo, si no fuera porque llegados a este punto, no estaba seguro de estar preparado para una segunda sesión. Quizá nunca lo estaría de nuevo.
La primera vez había permanecido escéptico sobre el asunto, así que no le afectaba tanto probar suerte, ya sea por simple curiosidad o para poner a prueba su veracidad.
Pero después de ver que era real, tan real que sus actuales ojeras, causadas por las interminables noches en vela, se lo recordaban, y después de ver lo peligroso que era meterse con la ouija, su valentía se había esfumado con el viento.
Estaba, por otro lado, lo que habían hablado en ausencia de JongDae. Cuando BaekHyun empezaba a creer que tal vez había sido engañado por un demonio al hacerse pasar por su abuela aquella vez.
KyungSoo había llegado tan lejos como para incluso preguntarle al chico que se decía un testigo de un mal juego, qué había sobre la comunicación con familiares fallecidos a través de la Ouija.
Él le contó a KyungSoo que antes de aquel fallido contacto, su primo ya se había comunicado sin problemas con su padre y la tía de su novia (ambos fallecidos). BaekHyun se sintió mejor con el conocimiento de aquello.
Él en verdad había hablado con su abuela, pues los demonios no eran afectivos y tan habladores como esa noche lo había sido la mujer. Era ella, él lo sabía. Lo sentía en lo profundo de su corazón.
Respiró hondo, no debería estar desviando su atención en esta clase de incertidumbres. Ya se encontraban sentados, con JongDae permaneciendo a su lado. Su amigo le dedicó una sonrisa de lado, como para tranquilizarlo, como si con solo una mirada fuera capaz de notar sus temores a través de sus ojos, ¿tan nervioso lucía?
Al final, entre los tres habían discutido sobre cuál era la mejor opción. No tenían nada más que perder, además de que esta vez KyungSoo había jurado no romper su tablero y ellos no pensaban por nada en el mundo quemarlo o aventarlo por la ventana, así que tenían las cosas bajo relativo control.
"¿Estás listo?" le preguntó el castaño. BaekHyun miró alrededor de su sala, lugar elegido para la sesión, y volvió el rostro a su amigo.
"Estoy cagándome del miedo," rio nerviosamente. "Pero estoy listo."
JongDae asintió con una risilla.
"Bie-"
"Bien, aquí vamos," anunció la voz algo alejada de KyungSoo antes de que JongDae pudiera terminar de hablar. El enfermero venía de lo que parecía su habitación, ya cambiado de su uniforme y con su famoso bate de metal anti-robos entre manos.
El pelinegro lo balanceó en el aire y después lo golpeó contra su palma, provocando un sonoro chasquido cuando entró en contacto con su piel.
Ambos amigos lo vieron llegar hasta ellos y dejarse caer en medio de ambos, lo que les obligó a apartarse un poco para hacerle espacio.
"¿Qué es lo que estás haciendo, Hyung?" interrogó BaekHyun.
"¿Estás ciego, acaso? Me preparo para jugar con ustedes, obviamente."
"¿Qué? ¿Por qué?" fue JongDae quien interrumpió ahora. Su tono fue tan incrédulo que solo consiguió que KyungSoo le mirara mal. Estaba a punto de decidir sobre si interceder por su mejor amigo o no, pero su hermano le ganó al retomar él la palabra.
"¿Cómo que por qué? Están completamente locos si creen que voy a dejarles jugar a esta cosa de nuevo, en mi casa, y sin que yo los esté vigilando."
"Pero, Kyung, ya sabes que esto es peligroso. No sabemos qué es lo que ocurrirá en esta ocasión, no creo que los demonios quieran regresar de buenas a primeras."
"Además," interrumpió JongDae. "Nos sería de más ayuda alguien cuidando nuestra espalda o algo. No quiero más risas en mis oídos. Por otro lado, no hay que olvidar tampoco la anterior crisis que tuvo Baek... Con lo de su abuela," Advirtió.
BaekHyun recordó en ese momento la escena. Había estado tratando de suprimir ese evento de sus memorias porque le resultaba por demás traumático. Y doloroso.
KyungSoo ya se disponía a contestar, seguramente de forma hiriente, así tal y como había estado haciendo desde hace rato con JongDae, por lo que BaekHyun intervino sin darle tiempo para ello:
"Eso no pasará," les aseguró a ambos. "No estamos aquí para platicar con mi abuela, sino para regresar una maldita horda de demonios al infierno del que salieron."
Tras lo cual, ya nadie agregó nada más. Por él estaba bien, necesitaban ponerse manos a la obra y terminar con esto de una vez por todas. Desde que KyungSoo les había hecho ver el peligro al que estaban exponiendo a sus familias...
No, no voy a pensar en eso. Nada malo va a pasar a mi hermano, ni a mis padres ni a la madre de Dae.
Se prometió. Una silenciosa promesa en su mente conjuraba que después de esto, jamás volvería a tocar uno de esto tableros. El destino ya le había concedido una segunda oportunidad para reunirse con su abuela. Tendría que aprender a vivir de ahora en adelante con este único regalo, atesorando esta última charla.
En algún punto debía superar la partida de esa mujer que tan bien le guió y cuidó. Sí, BaekHyun tal vez estaba por fin comenzando a superar su propio duelo. Estaba 'aceptando' la realidad, por muy dura que esta fuera.
"Bien. Dae," dijo mirando a su amigo, el castaño le devolvió la mirada seria y determinada, sus ojos llameantes con desesperación y anhelo. "Kyung," dijo ahora volviéndose a su hermano. El enfermero asintió firme antes de regresar la atención al tablero posado en la mesita frente a ellos.
En esta ocasión BaekHyun ni pensó en discutir sobre el lugar elegido, sabiendo que jugar en su pequeña mesa de centro no haría la gran diferencia, no cuando ya había experimentado de primera mano lo que era ser acosado por un mal desconocido.
Mientras se concentraba en prepararse mentalmente y en lo que para BaekHyun pareció ser toda una eternidad, se decidió que ya era momento de empezar, o terminar, cual fuera el caso, con esto.
Por ello es que se disponía a poner sus dedos sobre el puntero de la Ouija nueva cuando captó a su castaño amigo levantando la mano, haciéndolo al mismo tiempo detenerse. Él parecía querer preguntar algo.
"¿Ahora qué? Es muy tarde para pedir ir al baño," le reclamó sin antes haberle dejado hablar, en el caso de que eso fuera lo que quisiera decir. BaekHyun en verdad esperaba que no fuera el caso.
JongDae solo rio y negó rápidamente, agitando ambas manos frente a su rostro.
"¿Qué? No, no, no. No es nada de eso, yo solo quería preguntar... ¿Para qué el bate?"
Le tomó al menos dos segundos entender que la pregunta no iba dirigida hacia él, sino a su hermano. JongDae señaló el objeto mencionado.
No negaba que le impresionó tal actitud, puesto que BaekHyun no esperaba que tuviera las agallas para encararlo de nuevo. Al menos no después de lo pesado que se había comportado el enfermero con él.
En fin, no dijo nada ya que, si era sincero, tenía la misma duda.
"He visto las suficientes películas de terror como para saber que no voy a defenderme a puño limpio ante un ente maligno," explicó KyungSoo, encogiéndose de hombros. Ambos le vieron tomar el bate que había dejado a su lado y pasar sus dedos sobre la superficie. "Y esta belleza va a ayudarme a patear un montón de culos demoníacos."
Finalizó, depositando un beso sobre el metal.
KyungSoo ya volvía su atención a la Ouija, pero se detuvo al notar que ambos chicos le veían, aún procesando lo que acababa de decir.
"¿Qué?" preguntó. BaekHyun miró a JongDae, siendo este último el que habló:
"Y ¿qué se supone que vas a golpear? ¿Al aire? Porque yo recuerdo perfectamente haber leído que los demonios no eran entes físicos, no pueden materializarse en nuestro mundo."
BaekHyun casi soltó una carcajada al ver el rostro desencajado de su hermano.
"Entonces, ¿no podré patear culos demoníacos?"
"No lo creo, Hyung," KyungSoo lucía algo decaído ante el nuevo descubrimiento.
"Bueno," se encogió de hombros, como si no fuera la gran cosa. "El bate se queda, por cualquier cosa."
Tanto JongDae como él determinaron que no hacía ningún mal dejar un objeto que pudiera protegerlos. Uno nunca sabía lo que resultaría de un encuentro como el que estaban a punto de convocar.
"Bien, bien, manos a la obra," dirigió una última mirada evaluadora a su impecable sala de estar y después a sus teléfonos celulares, apagados, dejados de forma tal que fueran visibles en el sillón individual de enfrente.
BaekHyun tomó una última respiración profunda antes de posicionar sus dedos índice y medio sobre el puntero. Un reloj imaginario comenzaba un molesto tic-tac en su mente. KyungSoo se sumó y por último JongDae. Ahora los tres tenían dos de sus dedos sobre el trozo de madera lisa.
Una inexplicable sensación de vacío le invadió en el estómago, tensándole como si estuviera en caída constantemente. Nada había pasado aún, pero de solo pensarlo, BaekHyun deseaba soltar esa cosa y salir corriendo.
Sin embargo, no lo haría por una simple razón: esa sería como una declaración de rendición. Lo que sea que los atormentara, no se detendría jamás, al menos, hasta obtener lo que quería. Y si lo que KyungSoo había logrado sacarle a ese chico en internet era verdad, de tener éxito en esta sesión, sus vidas retomarían su rumbo habitual.
BaekHyun reconsideró la opción de unirse después a ese grupo de supervivientes de este tipo de eventos paranormales. ¿Cómo era que le había dicho su hermano que se llamab-?
"¿Hay alguien aquí, con nosotros?" la voz algo ronca y temblorosa de JongDae le sacó de sus pensamientos, haciendo que por fin se diera cuenta de que ya habían comenzado su sesión.
Concéntrate, Byun, no es momento para esto.
Dirigió entonces su ojos a los tres pares de dedos unidos sobre el triángulo de madera y esperó.
Absolutamente nada sucedió por al menos 5 minutos. Comenzaba a caer presa de la ansiedad, pequeñas gotas de sudor se acumulaban en la parte posterior de su cabeza.
"¿Hay o no alguien aqu-?" KyungSoo se disponía a preguntar de nuevo, al ver que no obtenían respuesta alguna, cuando ante la atenta mirada de los tres, se produjo un movimiento. Era lento y algo pausado, pero definitivamente real.
Muy diferente a lo que pensaría de algo proveniente de un lugar que se ilustraba popularmente como un sitio eternamente ardiendo en fuego, la temperatura en la habitación comenzó a ascender.
BaekHyun tuvo un escalofrío involuntario por toda su espina y quiso secar su sudor, pero se reprimió al no querer quitar sus dedos del puntero.
"Sí."
Les hizo el favor de leer KyungSoo, al ver que ambos amigos se habían quedado paralizados, tal vez al recordar lo que pasó la última vez que esa cosa se movió.
Habían aprendido que nada bueno podía resultar de un triángulo que se movía por sí mismo al preguntar por una presencia no-viva.
"¿Eres un demonio?" preguntó sin rodeos su hermano.
El puntero retrocedió, solo un poco, y volvió en "sí".
"¿Eres el demonio que nos ha estado acosando?" preguntó ahora su amigo. Fue entonces que el rumbo del movimiento cambió. Esta vez el trozo de madera se arrastró todo el camino hasta la esquina contraria.
"No," fue la voz desconcertada que BaekHyun captó como suya la que había leído esa respuesta. No sabía a qué se debía en realidad su decepción. ¿Él en verdad esperaba que regresar a un demonio a su lugar fuera tan sencillo como decir "vuelve"?
"Dice que no," exclamó JongDae, con un ligero tono de ironía en su gesto. "¿Por qué dice que no? ¡¿Cómo no va a ser el maldito que ha estado jodiéndome la cabeza hasta ahora?! ¿Espera que yo me trague eso así como así? ¡No quieras juga-!".
"¡Dae, cálmate!" gritó BaekHyun en ese instante, dándose cuenta de que el chico estaba tan fuera de control que se había incorporado. Por suerte, logró detenerlo a tiempo, antes de que se apartara, al mirarle con su rostro fruncido. BaekHyun no recordaba haber visto al castaño tan frustrado antes. "¡¿Qué crees que haces levantándote así y casi saliéndote del círculo?! No se supone que sueltes el puntero hasta finalizar la sesión. Te recuerdo que no eres el único molesto o que está en riesgo al jugar lo que podría ser un simple juego de mesa de no ser por su macabro trasfondo."
JongDae pareció entender al menos su punto, porque incluso cuando lucía igual de enfurruñado, regresó a su posición inicial. BaekHyun le escuchó mascullar en voz baja antes de posar una mirada desafiante hacia el tablero. A su lado, su hermano le dirigió una mirada significativa, como recordándole que necesitaban dejar de lado sus rencores personales y concentrarse en su objetivo.
BaekHyun también había pasado por cosas que deseaba reclamar, pero no por eso pondría en riesgo su única oportunidad de acabar con ello.
"Bien. Ahora espero que en serio nos enfoquemos," pidió KyungSoo, haciendo tal vez un cierto énfasis en la parte de en serio. Ni él ni JongDae dijeron nada en esta ocasión. Y como si su hermano supiera que era el único capaz de mantenerse al margen, fue quien dirigió la plática, tanteando al ente que se había presentado a su llamado.
"¿Aún hay alguien con nosotros?" quiso saber su hermano, el puntero se deslizó a un "sí".
"¿Un... un demonio?" se atrevió a cuestionar BaekHyun. "¿No?"
Se giró a mirar a los otros dos, pero su amigo y su hermano también parecían inquietos.
"¿Qué? Entonces, ¿quién eres?" Preguntó al fin KyungSoo, no sin cierta duda. El pedazo de madera se movió. "H-a-l-m-o-n-i. ¿Halmoni?"
"Halmoni, ¿eres tú?" BaekHyun se precipitó al frente, no creyendo lo que sus ojos acababan de leer. Una oleada de entusiasmo rugió desde el fondo de su pecho.
"¿Halmoni?" repitió su hermano pareciendo captar el significado de ese nombre. JongDae se había movido lo suficiente como para mirarle, preguntándose lo mismo, ¿sería posible...?
"BaekHyun... no creo que..." comenzó JongDae, pero desde mucho antes BaekHyun ya sabía por dónde se dirigía la advertencia. Podían estar siendo engañados.
Cerrando sus párpados, BaekHyun aspiró hondo y trató de encontrarse a sí mismo. Incluso si fuera su abuela quien estaba aquí, él no podía tomarse el asunto a la ligera. Tenía que terminar esto ahora.
"Baek, ¿qué hacemos?" inquirió su hermano, BaekHyun se encontró con sus ojos mirándole fijamente, con preocupación, como si anticipara un nuevo ataque de histeria o realmente no supiera cómo iba a actuar. No lo culpaba, pues recordaba a la perfección lo sucedido la primera vez.
Sin responder al pelinegro a su lado, BaekHyun habló con la vista puesta en el tablero:
"Halmoni... si en verdad eres tú, si realmente nos quieres... ¿podrías irte?" soltó, luchando contra el nudo que se había formado en su garganta. Él no estaba preparado para combatir con su abuela, para obligarla a alejarse cuando tenía una nueva oportunidad de... no, esto es lo correcto, se dijo a sí mismo.
La muerte es algo con lo que ninguno de ellos debió haberse metido en primer lugar. No se supone que BaekHyun estuviera aferrado a una persona que seguramente ya no estaba aquí con él por una razón que, quisiera o no, era la indicada.
Una mano cálida hizo presión en su hombro, y KyungSoo le miró con una pequeña sonrisa en los labios. "Es mejor así, Baek."
Y él no pudo hacer más que asentir, con sus ojos tratando de no derramar las lágrimas acumuladas.
"Sí," Fue lo que JongDae murmuró mientras leía la respuesta dada.
BaekHyun rompió con la conexión en su hermano y arrastró su antebrazo sobre sus ojos, para limpiar la humedad. Sin apartarse, asintió a su amigo. El castaño le veía con un trazo de inseguridad. Probablemente él temía que BaekHyun se quebrase y los abandonara a medio camino.
Eso era algo que definitivamente no iba a pasar, decidió con determinación. Todos sus sentidos concentrados en esta pequeña misión.
"Sigamos," retomó una vez habiendo encontrado su voz, sin embargo, no esperando sentir el tirón en sus dedos cuando el puntero se movió de forma brusca.
"No."
"¿No? ¿Qué es lo que...?"
Pero mucho antes de que pudiera registrar qué era lo que estaba pasando, el trozo de madera hizo otro giro, esta vez formando más letras.
No huyas. Mío. Todos míos.
Fue descrito en el tablero a una velocidad inusual. Para este punto, los tres habían apartado sus manos del tablero de forma involuntaria. BaekHyun sintió de nuevo la gélida corriente de aire golpeando contra él. Simultáneamente, su cuerpo se crispó y fue invadido por el pánico. Ardiente ira y temor se arremolinaron en su sistema.
"¡¿Qué demonios?!" exclamó JongDae.
Espejo. Se leyó.
BaekHyun se detuvo, incluso dejó de respirar por un segundo al ver lo ahí expuesto.
No era posible, no podía ser que...
"¿Espejo?" BaekHyun captó el leve movimiento de su amigo, el castaño se movió cerca y ladeó el rostro. No le tomó más de dos segundos conectar los puntos.
"Es él," murmuró de forma estrangulada.
:0
Así es, aquí termina esta parte y los vamos a hacer sufrir no teniendo una continuación hasta la siguiente semana 😈
Pero díganme, ¿acaso sospechan o se imaginan qué es lo que viene ahora con esto?
¿Qué con el espejo, eh? 👀
Y una duda extra: ¿alguien notó quién era ese compañero que llevó a KyungSoo hasta su casa? 👀😏 No es importante en la trama, pero sería divertido si lo descubrieran 😅
Bueno, las cosas fueron dichas, como pueden notarlo, y ahora nada más nos faltan poquitas cositas más para que este mini fic vaya a terminar muy, muy pronto. Realmente la siguiente semana podría considerarse que será subido el "último" capítulo...
¿Y por qué pongo último entre comillas? Bueno, ese es otro misterio que lo descubrirán ya más tarde 😅
Así es, me encanta ser mala con esto. Sorry not sorry 😈
Espero que no vayan a llorar con el final. Si no... preparen sus pañuelos, porque esta vez sí creo que se viene lo bueno... Uff, ya, no digo más que luego arruino lo que se viene.
¿Ustedes tienen alguna expectativa? 👀
Gracias por leer hasta aquí, ¡nos leeremos pronto, saben que los quiero! 💙
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