53
El ambiente era extraño, Namjoon quiso ir a un restaurante tradicional, decía que extrañaba la comida coreana, Jin lo llevo al lugar al que acostumbraban a ir, los niños estaban riendo, haciendo muchas preguntas a Namjoon, queriendo llamar su atención y él, sólo se quedaba callado, no sabía qué decir, era más sencillo hablar por mensaje o llamada, porque si algo salía mal siempre podía huir y colgar, pero, ya no tenía esa opción.
Jungkook no quería separarse de él, era normal, su bebé se mostraba tímido cuando conocía a alguien y aunque sabía que Namjoon era su papá, no lo había visto después de su nacimiento. Namjoon que estaba sentado frente a él, con Taehyung a un lado sonrió con tristeza.
—¿Crees que pueda acostumbrarse a mí?
—Dale tiempo es tímido—sonrió—. ¿Qué tal el vuelo?
—Estuvo bien, algo pesado a decir verdad, había olvidado lo cansado que era viajar, pero, lo importante es que ya estoy aquí.
—Lamento no haber ido a verte en la graduación.
—Ya te dije que está bien, ellos estaban enfermos, su salud siempre será mi prioridad.
Jin sonrió, vio con ilusión como Namjoon comía, sus ojos brillaban y no dejaba de decir que todo estaba delicioso, los niños lo imitaban, sobre todo Tae, que trataba de hacer las mismas caras que Namjoon, pasados los minutos, el ambiente se volvió más relajado, Jin incluso estaba riendo por las ocurrencias de los niños, agradecido de que estuvieran ahí para hacer todo más sencillo.
—Baek y Chanyeol quieren verte.
—También quiero verlos, pero, será mañana, hoy quiero pasarla con ustedes.
—¡Si papá! Tenemos que ir al parque ¡Por favor! —la súplica de Tae hizo que Jungkook asintiera con una gran sonrisa.
—Al agua—susurró Jungkook.
—No creo bebé, no traje ropa extra, podemos ir al agua mañana.
Jungkook asintió, miró de reojo a Namjoon y este le sonrió, apenando al niño. Hoseok miró a Namjoon con una sonrisa.
—¿Te vas a quedar para mí cumpleaños?
—Sí, claro que sí, por eso me di prisa para venir, yo..ya no me iré chicos, me quedaré aquí.
Hoseok sonrió en grande. —¿De verdad?
—Sí, he terminado todo en el extranjero, ahora puedo quedarme aquí sin problema alguno—miró a Jin—. No hay nada que me haga cambiar de opinión, los extrañe mucho.
Ante esa declaración SeokJin trató de controlar los latidos de su corazón, pero era en vano, lo que estaba sintiendo era mucho más de lo que imaginó, estaba consciente de que tenían que hablar de lo que pasó y sobre todo, de lo que vendría después, pero, intentaba no pensar en ello, estaba siendo un tarde realmente adorable, hace mucho que no veía a sus hijos tan felices, eso sólo le dijo lo importante que era Namjoon para ellos.
Salieron al parque, dónde Namjoon jugo con los niños, los empujaba en los columpios, poco a poco Jungkook se fue acercando a él hasta que se mantuvo en sus hombros disfrutando de la caminata, comieron helado y vieron algún espectáculo de baile callejero a petición de Hoseok. Así hasta que llegó la noche y tuvieron que regresar, Namjoon subió sus maletas mientras que él bañaban a los niños y los alistaba para ir a dormir, cenaron juntos y Namjoon fue quien los acostó y contó un cuento.
SeokJin sirvió un par de copas de vino, espero hasta que Namjoon salió de la habitación de los niños y se acercó a él. Ambos se sentaron en la sala, en silencio.
—¿Estás cansado? —preguntó nervioso.
—Algo, fue un día largo, pero muy divertido, me alegra estar en casa.
—Ellos estuvieron muy felices.
—Sí, tenía miedo de que Jungkook no se acercará a mí, pero, me alegra que al final del día no quisiera separarse.
Jin rio ligeramente. —Es el más pequeño, es un proceso, su personalidad es diferente a la de Tae y Hobi, es más tímido, le cuesta relacionarse, pero, una vez que agarra confianza, dios, es un torbellino.
Namjoon asintió. —Han crecido mucho y son unos niños encantadores y muy bien educados, eso es gracias a ti.
—La verdad es que no siento que haya hecho demasiado, a veces creo que son ellos los que me cuidan a mí.
—No digas eso, eres un gran padre y una excelente persona, quiero preguntarte algo, en todo este rato no has dejado de decir que los niños me extrañaron, quisiera saber ¿Tú también me extrañaste?
SeokJin aligeró el gesto, lo miró con sinceridad, después de observar el miedo en los ojos de Namjoon.
—Sí, mucho, me acostumbré a verte en las videollamadas, pero, fue un golpe de sensaciones, estás aquí después de mucho tiempo, has cambiado, te ves diferente, más maduro, pero, sigues siendo tú.
Namjoon suspiró, como si hubiera estado reteniendo la respiración, alargó la mano para tomar la de Jin, al sentir el calor y el gran tamaño, SeokJin, sonrió, casi quería llorar, no hacía falta muchas palabras para demostrar todo lo que estaban sintiendo en esos momentos, Namjoon le sonrió con dulzura.
—Sé que tenemos que hablar, lo vamos a hacer, pero, ¿Podríamos dejarlo para mañana? —susurró Jin mordiendo ligeramente su labio inferior—. No sé si sea la mejor decisión, pero quiero estar contigo está noche sin que importe nada más.
Los ojos de Namjoon se iluminaron, asintió al tiempo que acariciaba su mejilla.
—No sabes lo mucho que te he echado de menos Jin—susurró—. Lo único que me mantenía cuerdo era saber que faltaba menos para estar a tu lado, te amo como no puedes imaginarlo.
SeokJin no dijo nada, dejó que las dulces palabras de Namjoon lo guiarán a un estado de calma y perfección, dónde era amado y deseado, no dudo en besar sus labios, fue un toque tenue al principio, mágico e irrepetible, aunque se tratara de la misma persona de quien de había enamorado, era diferente. Cargado de una energía tan grande que sus manos temblaban al tiempo que acariciaba su mejilla, se estaba derritiendo entre sus brazos, que lo cobijaban con ternura y calor, no importó que hayan pasado años separados, tampoco la razón por la cual decidieron hacerlo, lo único que importó en ese instante era la forma en la que sus bocas encajaban entre sí, con una perfección que doblaba sus volutades.
Namjoon se separó de sus labios y le miro con profundidad, se lavento para tomar su mano y levantarlo, después lo abrazó y escondió el rostro en su cuello, aspirando su aroma, se sentía en casa, por fin estaba en el lugar que quería con la persona que amaba, se agachó ligeramente para tomar sus muslos y cargarlo, Jin abrazo con sus piernas la dura cintura agena y dejó que lo llevará a la habitación, cerraron la puerta tratando de no hacer ruido y cayeron en la cama, SeokJin respiraba con dificultad debido a la excitación, miró a Namjoon, acariciando su rostro, sonriendo, sus ojos se llenaron de lágrimas.
—Volviste. Lo hiciste.
Namjoon relajó el gesto, beso su mejilla derecha, después la punta de su nariz y su mandíbula.
—¿Cómo no volver a mi familia? Eres tan precioso—suspiró besando sus labios.
Fue un momento especial, lleno de besos y caricias, de un conforte al corazón, Namjoon lo desnudo con fascinación, sin dejar de mirar su cuerpo, por un momento, Jin sintió pena de las imperfecciones de su piel, después de tres hijos su cuerpo jamás volvió a ser el mismo, había cosas que no le gustaba, bordes imposibles de eliminar, marcas blanquecinas, quiso quejarse de ello, regresando a la inseguridad que lo había caracterizado desde el inicio de su relación, sin embargo, la forma en la que Namjoon lo estaba viendo, hambriento, excitado y con ojos brillantes, se lo impidió. Tal vez él era capaz de ver algo imperceptible a sus ojos, tal vez su inseguridad no tenía un verdadero peso en los hombros del hombre que amaba, Jin quiso verlo de la misma manera, despojo su cuerpo de la incómoda ropa y observó, asombrado, boquiabierto, decir que su cuerpo había cambiado era un eufemismo, estaba visiblemente más fuerte, habia músculos marcados en zonas específicas que le hicieron salvar, era perfecto, su miembro despierto también lo era, grande y grueso que se levantaba hasta su vientre, quería probarlo, quería hacer un montón de cosas sucias, quería que Namjoon le hiciera olvidar hasta su propio nombre.
—Imaginaba esto, pero está más allá de todo, eres precioso y perfecto Jin—susurró besando su cuello.
SeokJin mordió su labio inferior, la duda entró en su cabeza, no era el momento indicado para pensar en ello, no cuando Namjoon estaba sobre su cuerpo completamente desnudo. Pero, no pudo aguantar, no cuando aún se sentía inseguro. Ellos habían estado separados por cuatro años, en ese tiempo nunca se vieron físicamente debido a problemas que iban más allá de sus manos, la duda siempre estaba ahí, pero, jamás fue capaz de preguntar.
—¿Estuviste con alguien más?
Namjoon paró los besos en su cuello y le miró a los ojos, acariciando su mejilla.
—Te perdí por una estupidez, por un error del que siempre voy a estar arrepentido, ¿Crees que tenía ganas de arriesgarme? No, no lo hice, estaba realmente concentrado en la escuela, en sacar las mejores notas y graduarme lo más rápido posible, lamentablemente la pandemia no lo hizo fácil, pero, Jin, en mi mente sólo estabas tu, vergonzosamente puedo decirte que cuando me sentía excitado, sólo pensaba en ti, en nadie mas que en ti, espere hasta este momenro y me siento con un gran conflicto, estoy tan desesperado por tenerte que dudo durar lo suficiente.
SeokJin rio por lo bajo, la forma en la que decía aquello sonaba más como una disculpa, Jin se relajo por completo, le creía, ¿Por qué? No lo sabía, tal vez era porque a pesar de todo Namjoon siempre fue honesto con él, pudo haber ocultado sus errores, pero no fue así, asintió acariciando su pecho.
—Me alegra escuchar eso, yo...tampoco estuve con nadie, me concentre en los niños, y en mí, en buscar el amor propio, estoy en una lucha constante contra mí mismo, pero, creo que estoy ganando, también te deseo demasiado, tanto que tampoco creo aguantar, pero, está bien, tenemos mucho tiempo para perfeccionar la técnica ¿No es así?
Namjoon soltó el aliento poco a poco. —No sabes en miedo que tuve, todos los días me despertaba con terror de recibir una llamada o mensaje tuyo que dijera que habías encontrado a alguien más, alguien mucho mejor, porque mi amor, te mereces todo lo mejor de este mundo, aún dudo que este a tu alcance, pero, trataré de hacerlo.
—Bésame Namjoon, sólo bésame y ámame.
Cómo un explorador sediento en el desierto, Namjoon acató la orden con eficacia, besando sus labios de una forma tan exquisita, lento, profundo, sentía su lengua caliente acariciando la suya, sus dientes mordiendo ligeramente su labio inferior, sin causarle daño, sólo emoción, el calor de sus cuerpos fue aumentando ¿Cómo podía sentirse así de perfecto con sólo un beso? Lo hacía tocar las estrellas, el sol caliente que ardía bajo sus venas.
Las caricias que erizaban su piel, Namjoon tocaba con cuidado cada espacio de su cuerpo, pendiente de que cada porción de su ser fuera amada esa noche, él no se quedó atrás, quería conocer de nuevo aquel terreno suave de su cuerpo, encontrar nuevos puntos de placer, llenarse de su aroma varonil, se derretía bajo su cuerpo, como mantequilla, arqueaba la espalda y jadeaba cuando Namjoon tocaba cierto punto dentro de su cuerpo con sus dedos que lo hacía perderse en el placer, lo preparo con cuidado, sin lastimarlo, hasta que tomó sus caderas y lo guío, abrió los ojos en demasia, lagrimeando en los bordes cuando fue llenado lentamente, podía sentir su suavidad, su calor, el cual abrazo sin intención de soltarlo, la fricción que hacían sus movimientos lentos y profundos, masajeaban su miembro entre sus cuerpos, mordió la piel expuesta de su hombro para no gritar.
Namjoon aumento sus estocadas, pendiente de sus sonidos, de aquello que tanto había añorado, durante noches enteras se preguntaba como sería su primer encuentro íntimo después de tantos años, hoy sabía que era perfecto y más allá de eso, era como si sus cuerpos se recordarán, como si estuvieran hechos para encajar a la perfección. Sintió a Jin desvanecerse en sus brazos, demasiado excitado llenado al climax, y eso le ayudó a él, a entrar en ese limbo de placer y dejarse ir, beso con necesidad sus labios hinchados por mucho tiempo, hasta que sintió que los latidos de su corazón volvían a la normalidad, entonces lo miró y sonrió.
—Te amo Jin.
—Bienvenido a casa Namjoon.
Se recostó a su lado y lo atrajo a su pecho, abrazando su cuerpo de forma protectora, mañana tendrían mucho que hablar, pero esa noche, sólo pensarían en la dicha que era estar entre los brazos del otro.
Eran las cinco de la mañana cuando el celular de Jin los despertó, Namjoon que aún no podía acostumbrarse al horario, abrió los ojos, miró a Jin responder, se fijó en sus fracciones, tan dulces y adorable, se veía sensual, con su cabello despeinado, sus labios hinchados y ojos brillantes, lucia perfecto, aún no entendía cómo había aguantado tanto tiempo sin estar a su lado, iba a besar su hombro, cuando el semblante de Jin cambio por completo.
—¿Sucede algo? —preguntó nervioso cuando colgó el teléfono.
SeokJin le miro con tristeza y mortificación. —Namjoon, es...es tú padre, acaba de fallecer en la carcel.
Se viene el reencuentro de Jimin y Namjoon 💜
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