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45

—¡Feliz cumpleaños Jiminie!.

Abrazó a sus amigos, Mina y Jaemin. Era la primera vez que celebraba de esa forma su cumpleaños, pero los señores Min habían insistido mucho en prepararle una pequeña fiesta en su casa, ellos prepararon todo, Jimin estaba emocionado, nunca había esperado con anhelo su cumpleaños, Sunmi le había comprado ropa nueva, y salir con ella a conseguirla fue una aventura divertida, habían adornado la casa, Sunoo estaba especialmente feliz por hacerlo, compraron pastel, y prepararon algo delicioso para comer.

Al principio dudo en invitar a sus amigos, jamás había tenido alguno, ni siquiera una celebración de cumpleaños como aquella, pero, aún así, lo hizo, a pesar de sentir que nadie iría. Estaba la familia Min, los hermanos de Yoongi, sus parejas e hijos, también sus amigos y compañeros cercanos, todos estaban presentes, menos Yoongi, quien ni siquiera le había mandado un mensaje de cumpleaños.

La comunicación entre ellos había disminuido mucho, ya que el mayor siempre estaba trabajando, no se había tomado el tiempo en esos meses de volver, llamaba ocasionalmente, le entristecía, sobre todo, cuando veía a Sunoo y a la señora Min, quienes le extrañaban, muchas veces escucho a los padres de Yoongi hablando de lo inconformes que estaban con el empleo de este y sus deseos de que estuviera más cerca de la familia.

Jimin pensaba que sus sentimientos y el enamoramiento que había tenido por Yoongi terminó extinguiendose, al final, habría sido tal y como el mayor le había dicho, un enamoramiento infantil proveniente del agradecimiento que sentía, así que, empezó a salir con Eunwoo, aún no eran pareja oficialmente, pero, disfrutaban de citas y un par de besos, era diferente el cómo se sentía a su lado, pero, no le desagradaba.

Muchas cosas en su vida estaban cambiando, poco a poco, empezaba a sentirse como un adolescente normal, incluso había hablado más con su hermano, se sorprendió al descubrir que sería tío, ahora recibía fotografías del bebé, quería conocerlo, pero, aún no era momento.

—Te traje un regalo—dijo Eunwoo sonriéndole.

Jimin enrojeció ligeramente, Eunwoo era un chico dulce, que siempre estaba al pendiente de lo que necesitaba, eso le hacía sentir especial para alguien.

—¿Puedo abrirlo?

Al verlo asentir, Jimin tomó la bolsa de regalo y la abrió, dentro había una chaqueta que habían visto semanas atrás en el centro comercial, la cual le había encantado, la sacó con una enorme sonrisa y abrazó con fuerza a Eunwoo.

—¡Me encanta! ¡Gracias!

—Me alegro mucho que te haya gustado—dijo enrojecido.

Sus amigos les observaron con burla, pero al mismo tiempo con apoyo, en su pequeño círculo de amigos e incuso en su curso, no era un secreto que ambos se gustaban, siempre estaban juntos y Eunwoo tenía atenciones especiales hacía él.

Jimin reía con sus amigos, comieron algo y escuchaban música, era un día especial, Namjoon le había llamado aquella mañana para felicitarlo, hasta Jin, la pareja de este, lo había hecho, mandando una foto de felicitación del pequeño bebé Jungkook con su par de hermanos.

—Es hora del pastel—dijo Sunmi con una sonrisa trayendo a la mesa un pastel que habían conseguido para él, lo puso frente a Jimin quien se sintió avergonzado.

—No olvides pedir un deseo Jiminie—dijo Yesung prendiendo las velas.

Sus amigos y la familia Min le cantaron feliz cumpleaños, no quería mirarlos, se mantuvo con la cabeza baja mirando las velas, mientras mordía su labio inferior, quería llorar, sentía mucho en ese momento, emociones que le daban un calor abrazador. Por un momento todos callaron, esperando, Jimin no tuvo la fuerza para levantar la vista.

—Apaga las velas mocoso.

Aquella voz lo trajo a la realidad, se volvió de golpe, en la entrada de la cocina, recargado en el marco se encontraba Yoongi, con los brazos cruzados, con el aspecto de alguien que acababa de llegar, sus ojos se abrieron en demasía, no podía creer que estaba ahí, en su cumpleaños, sin pensarlo dos veces se levantó y corrió a sus brazos, lanzándose a estos sin importarle lo que los invitados pudieran pensar. Afortunadamente Yoongi los sostuvo a ambos antes de caer de espaldas al piso, Jimin se aferró a su cuello y escondió la cabeza en su pecho.

—Yoongi hyung, estás aquí—susurró contra su chamarra—. No lo olvidaste.

Yoongi bufo riendo por unos segundos antes de separarlo de su cuerpo y dar un paso hacia atrás.

—Claro que no mocoso, ahora ve a soplar las velas, las personas están esperando.

Jimin se volvió apenado mirando a los demás, estos no parecían impresionados, de hecho, estaban más interesados en el hecho de que Yoongi estuviera ahí que en su arrebato, menos una persona, Eunwoo le observaba con una ligera mueca, Jimin trató de no prestarle mucha atención, sabía lo que este pudiese estar pensando, se acercó al pastel y sopló, olvidando pedir un deseo, las personas aplaudieron y él sonrió.

—Hijo, que bueno que estés aquí—Sunmi se acercó a Yoongi y lo abrazó. Este la recibió con cariño, al igual que a sus hermanos y padre, incluso se había agachado para acariciar los cabellos de Sunoo, quien aún se sentía temeroso de estar cerca de su padre.

—Tengo unos días de descanso—dijo con cansancio.

—Vaya, el hermano de Jimin es guapo—dijo Sana, una de sus compañeras.

—No, él no es mi hermano—dijo de repente.

—Oh, es cierto—respondió ella con una sonrisa incomoda.

Eunwoo que estaba a su lado tomó su mano, Jimin le miró confundido. —Jimin me tengo que ir, ¿Me acompañas a la entrada?

—Claro—dijo distraído, aun mirando a Yoongi hablando con sus hermanos.

Fueron a la entrada, Eunwoo le sonrió, pero en sus ojos podía ver que no estaba feliz.

—¿Sucede algo? —preguntó con una ceja alzada.

—¿Aún sigues sintiendo algo por él?

Jimin abrió los ojos en demasía y miró alrededor. —No hables de eso aquí, sólo tú lo sabes.

—Lo siento—dijo mirando al suelo.

—¿Por eso estás molesto? ¿Te sientes celoso?

—Es normal—dijo encogiéndose de hombros—. Eres la persona que me gusta.

—Creo que...ya no siento nada por él—dijo inseguro, porque, aunque había estado seguro de ello antes, después de ver a Yoongi de nuevo estaba dudando de que su enamoramiento infantil haya pasado.

Eunwoo no pudo evitar sonreír al mirarlo, alargo la mano para tomar la suya y asintió. —Jimin, quería preguntarte algo.

—¿Qué? —susurró.

—¿Quieres ser mi novio?

Jimin se quedó perplejo, estaba al tanto que esa pregunta sería dicha en cualquier momento, pero, no se esperaba que fuese precisamente ese día, estaba confundido, seguro de que, si no hubiese visto a Yoongi y sentido esa emoción, habría dicho que sí sin pensarlo, Eunwoo le miraba esperando, Jimin sonrió a medias y lo único que pudo hacer es asentir, este se sorprendió y feliz lo abrazó.

—Gracias por aceptarme Jimin.

No pudo responder, porque cuando salió de su sorpresa ya tenía los labios de Eunwoo sobre los suyos, no era como si no se hubiesen besado antes, lo hacían más de lo que era conveniente para una relación de amistad, sin embargo, ese día se sentía diferente, correspondió unos momentos hasta que se separó.

—Alguien puede vernos y será vergonzoso—rio apenado.

—Sí, tengo que irme, te veo el lunes en la escuela, adiós Jiminie.

—Adiós—asintió despidiéndose con la mano.

Lo vio irse, suspiró tocando sus labios, no comprendía la razón por la cual besar a Eunwoo le había parecido un acto de traición, se dio la vuelta, para entrar, pero se dio cuenta de que Yoongi estaba recargado en la puerta fumando un cigarrillo.

—¿Viste eso? —preguntó con las mejillas encendidas.

—¿Es un buen chico?

—¿Por qué lo preguntas? —estaba tan nervioso, que no podía controlar sus manos.

—Me preocupo por ti, eres como un hermano para mí.

Jimin hizo una mueca antes de acercarse a la casa para entrar, al pasar a su lado, le miró de reojo.

—No somos hermanos.























—¿Te divertiste hoy cariño? —preguntó Sunmi cuando habían terminado la limpieza. Era tarde, sólo estaban ellas dos, Sunoo, Yesung y Yoongi estaban dormidos.

—Sí, en verdad lo agradezco, jamás había celebrado mi cumpleaños así.

—No hay nada qué agradecer, me alegra que te haya gustado, Jimin, tienes que entender que para nosotros tú ya eres un miembro especial de la familia, te queremos, no olvides eso. ¿Está bien?

Jimin asintió. —Trataré de no olvidarlo.

—Vamos a descansar, mañana puedes despertar hasta tarde. Oh Jimin, quería preguntarte algo, bueno, más bien pedirte algo.

—Claro, lo que sea.

—Quiero que hables con Yoongi, nosotros también lo haremos, quiero ver si hay una posibilidad de que tome un descanso de su trabajo o cambie de puesto, ha estado tan alejado y me da temor que algo le pueda suceder.

Jimin asintió. —Trataré de hacerlo, no creo que me escuche, pero intentaré—se acercó para darle un abrazo—. Descanse.

—Descansa cariño—dijo besando su frente.

Jimin subió las escaleras sin hacer ruido, tomó una bocanada de aire antes de entrar a la habitación, Yoongi estaba sobre la cama, con el brazo cubriendo sus ojos, cerró la puerta con cuidado y se quedó ahí mirando, no sabía si era buena idea quedarse con él, nunca había pasado nada—porque Yoongi no lo quería así—. Pero, se sentía incómodo después de haberlo escuchado decir que se preocupaba como se preocuparía un hermano, él no quería que lo viera como hermano.

—En la mochila hay algo para ti—dijo Yoongi bostezando, pero sin descubrir su rostro.

—¿Para mí?

—Es tu cumpleaños ¿No? Cumplir diecisiete es un gran momento.

—Diecinueve—bufó rodando los ojos, se hincó en el suelo, al lado de la cama y tomó la mochila de Yoongi, la abrió dejando al descubierto una caja rectangular de regalo—. No debiste molestarte hyung.

—Ábrelo y ya.

Jimin lo hizo, sin dejar de sonreí por la emoción, rompió el papel por completo, mirando debajo la caja de lo que parecía ser una consola switch de videojuegos, dio un gritito emocionado y subió a la cama para abrazar a Yoongo, quien se tensó por completo al tenerlo echado sobre su cuerpo.

—Estás pesado, quítate.

—¡Muchas gracias! ¡Me encanta!

Yoongi rio por lo bajo, quitó el brazo de sus ojos y le miró adormilado. —Me alegra que te haya gustado mocoso. Cuídalo bien.

—Lo haré—dijo sin dejar de mirarlo—. Te ves cansado.

—Te acabo de dar un buen regalo y tú me vas a criticar, eso está mal—bufó.

—No te había visto desde año nuevo—hizo una mueca—. Han pasado diez meses, ¿No es mucho trabajo? Debes estar muy cansado.

—Mi madre te mando a sermonearme ¿Verdad? —dijo con una negación—. Estoy bien.

—No pareces estar bien—dijo sentándose en la cama, muy cerca de su torso—. Ella se preocupa demasiado, todos lo hacemos ¿En verdad no puedes encontrar algo tan demandante?

—Tengo mis razones para estar en ese empleo—dijo mirando el techo de forma misteriosa.

—¿Y cuáles son esas razones? ¿En verdad es tan importante?

Yoongi le miró fijamente, Jimin se sintió nervioso por la profundidad de sus ojos, desvió la mirada con las mejillas sonrojadas y su labio inferior entre sus dientes.

—Sí, necesito esto.

—Deberías pensarlo mejor—hizo un puchero.

Yoongi rio por lo bajo negando, tomó el brazó de Jimin y lo hizo que se echara en la cama a su lado, lo abrazo, Jimin acomodó la cabeza en su hombro sintiéndose reconfortado.

—Ten cuidado con ese chico Jiminie.

—Eunwoo es bueno.

—Igual siempre toma tus precauciones y sabes de lo que hablo.

—¿Qué? —susurró acercándose más a su cuello, para poder sentir su aroma más de cerca.

—Eres un doncel ¿No? —Jimin se tensó.

—Eso no tiene importancia.

—La tiene—dijo con seriedad—. Tuve tu edad, donde no se piensa bien en las consecuencias, no te adelantes, eso es todo, no quisiera que terminarás como yo, tienes una buena vida por delante.

Jimin hizo una mueca. —Ya ha pasado y nunca salí...ya sabes.

—Y fue una bendición que no sucediera eso y que estés sano, pero ahora puede ser diferente.

—¿Qué sería diferente? —dijo levantándose ligeramente para verlo.

—Puedes elegir, está bien, eso es algo normal, como todo ser humano querrás explorar, sólo quiero asegurarme de que tendrás cuidado, serás responsable y estarás seguro de lo que haces.

—Elegir... ¿A quién yo quiera? —dijo sin despegar la mirada de sus ojos, ambos estaban muy cerca, Jimin se levantó un poco, haciendo que el brazo que estaba cubriendo su espalda alta quedara en su cintura, Yoongi seguía acostado en la almohada, por lo que podía verlo por sobre él.

—Sí, claro que puedes elegir a quien tú quieras para hacer lo que tú quieras.

—¿De verdad? —dijo mirando sus labios.

Yoongi boqueo unos segundos antes de reír. —Sí, a menos que esa persona no quiera, entonces no se puede.

—¿Y si logro convencerlo?

—Jimin basta...

—¿Por qué? Sólo estoy preguntando.

—Mira entiendo, tuve tu edad, estas demasiado hormonal y crees que tener sexo conmigo o cualquier cosa sería increíble, pero no es así.

—¿No eres bueno en ello? —elevó una ceja.

Yoongi frunció el ceño. —Yo soy excelente en ello, pero, bueno ahora hay tres razones por las que nunca sucederá nada, la primera, la diferencia de edad, la segunda, bueno no me va meterme en relaciones ajenas y tercera, la más importante, no soy gay.

—Bueno, ya no estoy tan seguro de la última—dijo con burla.

Antes de que refutara o se alejara, Jimin lo tomó de las mejillas y lo beso, no tomo en cuenta lo que estaba haciendo hasta que sus labios ya estaban sobre los del mayor, cerró los ojos, la suavidad era adictiva, movió sus labios ligeramente, había aprendido a besar mejor, Yoongi se tensó por completo, pero, apretó el brazo que tenía en su cintura y con la otra mano tomó su nuca para intensificar el beso, su boca tomó el control, yendo más profundo, Jimin suspiró dejándose llevar, dejándolo entrar a su boca, Yoongi lo volvió, posicionándose sobre él, con la mano bien afianzada en su cintura, Jimin gimió quedito y eso le hizo alejarse.

Su corazón latía con fuerza, se sentó para ver a Yoongi dándole la espalda, este parecía estar respirando errático.

—Lo siento, eso no debía pasar, es sólo que ha pasado un tiempo desde que...—gruñó, se volvió tomando su chaqueta y cartera—. Duerme.

—¿A dónde vas?

—A beber—dijo antes de salir de la habitación.

Jimin se encogió, abrazó sus rodillas al pecho y acomodó la cabeza sobre estas, se sentía realmente caliente, su corazón no dejaba de latir y sus mejillas estaban encendidas.

—Creo que no he dejado de estar enamorado—suspiró—. Jimin eres un tonto—se dijo a sí mismo—. Encima infiel—gruñó dejándose caer en la cama boca abajo. De repente comenzó a pensar que no había sido tan buena idea que Yoongi volviera.


¿por qué creen que el Yg no quiere regresar?

Espero que les haya gustado.

Nos leemos pronto (espero) 💜
💔🖤💜

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