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36

—¿Estás seguro de esto? Aún puedo cancelar.

Baekhyun bufó. —Ya te dije que si, anda vete, vas a perder el avión.

—No estoy seguro de esto.

—Son un par de días Jin, no lo pienses, aún estoy de vacaciones, tranquilo, tienes que decirle. ¿Entendiste?

—Sí—susurró con una mueca—. ¿Crees que le deba avisar?

—No, las sorpresas a veces son buenas. Despídete de ellos y vete.

SeokJin dudaba en esos momentos que él fuera el hermano mayor, camino a la sala, ya había hablado con sus pequeños sobre que estaría ausente un par de días, se sentó en el suelo con ellos y les sonrió.

—Me dan un abrazo ¿Por favor?

Ambos niños sonrieron lanzandose a sus brazos, Jin los estrujo y besó, no quería dejarlos, pero era necesario, aún no comprendía cómo compró un boleto redondo a Boston en una madrugada, lo único que sabía era que en ese momento necesitaba ver a Namjoon.

—Deje dinero para pizza y helado, no voy a tardar.

Tanto Hobi como Tae hicieron un puchero. Jin les beso las mejillas e hizo cosquillas para que no lloraran, los pequeños rieron hasta que comenzaron a jugar entre ellos. Se alejó sin llamar su atención, porque sabía que de hacerlo jamás saldría de ese departamento, se despidió nuevamente de Baek, indicando lo que este ya sabía, era la primera vez que viajaba solo desde que fue padre, estaba nervioso, en el camino al aeropuerto se plantó si estaba haciendo lo correcto, la respuesta era lógica, no podía decirle a Namjoon sobre el bebé por teléfono, no si quería explicarle la situación y lo que podría pasar de ahora en adelante, no quería molestar al menor, quien debería de centrarse sólo en la universidad, pero, callarlo sería peor, era una encrucijada que no podía resolver fácilmente. No quiso pensarlo demasiado y abordo aquel avión.











—Nos vemos más tarde—dijo Mark con una sonrisa.

Namjoon asintió, tomando sus cosas y saliendo de la biblioteca, tenía mucho por hacer aquel fin de semana, pero, no podía concentrarse, hasta sus compañeros de estudio se habían dado cuenta de su distracción, todo recaía en el hecho de que Jin no se había comunicado con él, ninguna llamada en tres días, sólo un par de mensajes. Trataba de decirse a sí mismo que el mayor estaba ocupado, que tenía responsabilidades y cosas más importantes qué hacer que hablar con él durante horas, pero, aunque sabía esto, estaba entrando en pánico. ¿Y si Jin se alejaba? Si al final veía la realidad, de quién era él y sus carencias ¿Lo iba a dejar? Estaba siendo inseguro, tenía tantas ganas de llamar y molestarlo hasta que contestará, o simplemente abordar un avión, y no mirar atrás, la única razón por la que estaba ahí era Jin, no tenía sentido sin él.

Trato de calmarse, pero, era complicado, así que salió del campus para caminar y pensar, en todo al mismo tiempo, en su vida, era buena, se había adaptado bien a la universidad, tenía amigos y los profesores eran amables, estaba centrado en su educación, aprovechando la oportunidad que le habían brindado, no tenía contacto con el señor Kim, sólo con su contador, quien le había indicado lo que tenía que hacer a partir de ese momento. Incluso Jimin estaba bien, hablaba con él una vez por semana, este había comenzado el instituto, Namjoon estaba viendo la manera de conseguir un empleo de medio tiempo para mandarle algo de dinero para sus gastos, todo estaba bien, pero, él no se sentía seguro.

Llegó a una cafetería cercana, entró y pidió un café americano, se sentó en una mesa cercana a la ventana y saco un libro para leer, trataba de distraerse, cualquier cosa que no le hiciera pensar tanto en su situación con Jin. No había pasado mucho tiempo cuando su teléfono comenzó a sonar, al ver el remitente contestó de inmediato.

—Jin—dijo aliviado—. Hola ¿Cómo estás? He estado tratando de comunicarme contigo, pero, creo que has estado ocupado ¿Todo bien?

Escuchar la risa de Jin le regreso el alma.

—Algo así, ¿Dónde estás? ¿Saliste de clases?

—Si, estoy en una cafetería cercana al campus, vine a estudiar un poco ¿Y tú? ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo están los niños?

Están bien, yo estoy haciendo unos pendientes.

—Oh, entiendo ¿Tienes mucho trabajo?

No mucho. Namjoon ¿Estás usando una sudadera roja?

Namjoon entrecerro los ojos, miró a su sudadera y sintió nervios.

—Sí, ¿Cómo sabes eso?

Mira por la ventana.

Se volvió de inmediato, en la acera estaba él, luciendo perfecto como lo recordaba, con una gabardina negra larga, su cabello volando por el viento, era tan hermoso, se quedó sin habla, casi deja caer su teléfono, se levantó y salió corriendo. Se paró frente a él, temiendo que fuera sólo un producto de su imaginación.

—Hola Nam...

Ni siquiera lo dejó terminar, en menos de un segundo ya lo estaba estrechando entre sus brazos, podía sentir su cuerpo, oler su aroma, era glorioso, se separó un poco para mirar sus ojos antes de besarlo, con la misma insistencia y necesidad de siempre, era como regresar a su hogar después de mucho tiempo. SeokJin suspiró correspondiendo a su beso, abrazándolo más cerca a su cuerpo.

—¿Qué haces aquí? —le tomó un gran esfuerzo separarse de él.

—Bueno, es algo gracioso, tenía ganas de verte, así que vine. ¿Me extrañaste?

—Como un loco, no puedo creer que estás aquí ¿Cuánto te vas a quedar?

—Sólo por el fin de semana, ¿Tienes planes? O ¿Estás muy ocupado? Creo que debí avisar. No pensé en ello.

—No, para nada, jamás estaré ocupado si se trata de ti, amor, no puedo creer que estés aquí—volvió a abrazarlo con fuerza—. Diablo, no sabes lo mucho que te extrañaba, aún no creo que estés aquí.

—Bueno, aquí estoy, también estoy feliz de verte. ¿Sabes? Me preocupaba que no estuvieras tan emocionado por verme, pero me equivoqué.

—¿Cómo no iba a estarlo? Pienso en ti todo el tiempo, estaba preocupado, creí que algo había sucedido o me ibas a dejar.

Jin rio por lo bajo, se separó de él y acarició su mejilla.

—¿Por qué creíste eso?

—No hablamos mucho estos días.

—Oh, estaba atendiendo un asunto y decidiendo si era buena idea venir a buscarte.

—Claro que lo fue, ¿Acabas de llegar?

—No, llegué hace unas tres horas, tuve que pasar al hotel, no es lejos de aquí, iba a tu universidad, pero, te ví aquí ¿No es curioso como actúa el destino?

—Es que estamos destinados a encontrarnos—suspiró abrazando su cintura—. Necesito tenerte a mi lado, ¿Viniste solo?

—Sí, Baek está con los niños, quería traerlos, pero, la verdad es que necesito tiempo a solas contigo.

—Ya estás aquí, es lo que me importa, ¿Quieres hacer algo en especial? ¿Estás muy cansado?

—Algo, pero, sólo quiero estar contigo—le miró de una forma tan dulce que el corazón de Namjoon pareció derretirse.

—¿Y si vamos a tu hotel? También quiero estar contigo.

SeokJin enrojeció hasta las orejas, algo que lo hizo verse más tierno que nunca, Namjoon beso su mejilla, no podía mantenerse lejos de él, era como si una fuerza invisible lo atrajera a él. Le encantaba estar entre sus brazos.

—Vamos entonces—se separó de él y le dió la mano.

Sostenerla sin miedo a nada, fue una de las mejores sensaciones del mundo, ambos caminaron, en silencio, asimilando el hecho de que estaban juntos por fin, no hace mucho que se separaron, pero para ellos parecieron años.

—Es un lindo lugar ¿Qué te ha parecido hasta el momento? ¿Cómo va la universidad?

—Todo va bien, pensé que me sería más difícil adaptarme, pero me equivoqué, los profesores son buenos y mis compañeros también, tengo un par de amigos y he salido poco, conocí un museo, fue interesante ¿Y tú? ¿Ya iniciaste el nuevo curso?

—Inició la próxima semana—suspiró—. Todo ha estado bien, pero, me haces falta.

—Y tú a mí—chasqueó la lengua—.  Los extraño mucho, hablame de Hobi y Tae. ¿Ya se olvidaron de mí?

—No—rio—. Ellos también te extrañan, Tae irá a terapia del lenguaje, tiene dificultades para hablar bien.

—Es un bebé aún.

—Sí, lo es, pero su profesora dijo que era lo mejor—se encogió de hombros—. Hobi quiere entrar a clases de baile, así que lo inscribiré cuando se abran las convocatorias.

—Mis niños tienen talento.

Namjoon adoraba a esos dos niños, los quería por el simple hecho de ser hijos de Jin, la persona que amaba, y deseaba convertirse en su padre, en una persona que pudieran respetar y de quién se sintieran orgulloso, sabía que le faltaba un largo camino, pero, lo lograría.

—Lo tienen, aunque son un torbellino. Me tienen cansado.

—Tienen mucha energía—asintió—. ¿Baek estará bien con ello?

—Sí, él sabe cómo controlarlos—pararon frente a un hotel—. Aquí es.

Entraron, yendo hacia el elevador, Jin marcó el piso y ambos esperaron ansiosos, había una bruma alrededor de ellos, algo que no podían dejar de sentir, salieron al pasillo y Jin los condujo a su habitación, era una simple, pero linda, Namjoon no le prestó algo de atención, porque en el momento en que la puerta se cerró, tomó a Jin de la cintura y comenzó a besarlo con tanta necesidad que sus dedos hormiguearon debido a la antelación, quería tocarlo, deseaba sentirlo, no dejo de acariciarlo, no ayudaba que Jin se aferrara a su cuerpo de esa forma, tan deseoso como él.

Llegaron a la cama, con poca ropa sobre sus cuerpos, SeokJin le ayudó a desnudarse antes de hacer lo mismo con él, subió a la cama y se puso de espaldas abriendo las piernas, mirándolo con ojos brillantes, Namjoon subió sobre él besando su cuello, bajando a su pecho, probó sus dulces pezones y apretó con fuerza, sacándole un gemido de placer, estaba decidido a hacerlo sentir muy bien, bajo más y más, beso su estómago y llegó a su entrepierna, la cual tomó entera, movió su cabeza, Jin arqueo la espalda jadeando con fuerza, no importaba el ruido, estaban solos, acariciaba sus piernas y tentaba su entrada, su piel suave era perfecta, lo amaba tanto, cada una de sus reacciones eran la gloria para él.

Jin lo tomó de los hombros e hizo que se acercará, besó sus labios con una profundidad que le desnudó por completo, Namjoon se preparó entre sus piernas y fue ingresando dentro del cuerpo de SeokJin, quien gimió largo debido a la intromisión. Se detuvo unos momentos, antes de reanudar sus movimientos, lentos y profundos, quería ir lo más adentro posible, Jin jadeó, tomando con fuerza sus hombros, moviéndose a la par, estaba sintiendo demasiado.

—Más, por favor más.

—¿Quieres más bebé? —dijo en su oreja, grave.

—Sí, por favor más—farfulló.

Namjoon lo tomó con fuerza de su cintura y comenzó a embestir con fuerza, lo veía deshecho debajo de su cuerpo, pidiendo más y más y él se lo dió, tanto que el sudor recorrió su cuello y pecho, necesitaba eso, estar sin él, lo estaba matando lentamente. SeokJin tenía uno de los mejores orgasmos, su rostro parecía sacado de una película, tan perfecto, lo vio arquearse y venirse llenando su vientre plano, el cual acarició, tomando lo que quedaba en sus dedos para probarlo, el sabor lo hizo excitarse aún más, todo en SeokJin era perfecto, no tenía falla alguna. Llegó al climax, llenandolo, paso tiempo desde la última noche, por lo que estaba repleto, besó sus labios tenuemente.

—Te amo tanto.

—Yo te amo aún más Jinnie, no sabes lo mucho que te extrañe. No me separaré de ti ni un segundo.

SeokJin lo abrazo, haciendo que saliera de él y se recostara a su lado, se acurrucó en su costado, Namjoon beso su frente.

—¿No tienes algo importante qué hacer? No quiero ser una distracción.

Namjoon pensó en todos los pendientes que tenía, pero, no quería separarse de Jin, pensaba que podía hacerlos en la semana aunque se quedará sin dormir toda la noche.

—No, no hay nada importante, bueno, tengo que entregar un ensayo a un profesor.

—¿Hoy? Deberías ir, aquí estaré, después podríamos cenar algo.

—¿Quieres salir a cenar o comemos algo aquí?

—Aquí—le sonrió con picardía—. No quiero tener mucha distancia contigo, y no podemos dar un espectáculo.

Namjoon rio y asintió. —Bien, podemos hacer algo mañana, iré a dejar eso y traeré algo de ropa, pasaré por comida.

—Yo dormiré un poco. El vuelo me tiene cansado y tú no ayudas mucho.

—Hazlo, no tardaré—besó su mejilla.

Namjoon tenía esa ansiedad por dejarlo, aunque fuera por unos momentos, le miró en la cama, Jin había cerrado los ojos y se habría cubierto con las sábanas, lucía como un ángel, suspiró y salió de ahí. Deseando volver de inmediato.













SeokJin había dormido por lo menos una hora antes de levantarse a vomitar, sentía náuseas desde el momento en que bajo del avión y habían empeorado después de ver a Namjoon, creía que era por toda aquella ansiedad que tenía tras su visita, no quiso decir nada acerca del bebé aún, al menos quería disfrutar el momento, dependiendo de lo que pasaría, necesitaba de Namjoon.

Dejó de vomitar y lavo sus dientes, tomó un baño para bajar la tensión de su cuerpo, después se vistió con ropa cómoda, ya era tarde, estaba por oscurecer, tenía hambre, lo cual era ilógico si su estómago había estado indispuesto toda la tarde, ese embarazo estaba siendo más tranquilo que los dos anteriores, lo único que complicaba las cosas era la situación. Escuchó la puerta abrirse, elevó una ceja, Namjoon ingreso, con una mochila y unas bolsas de comida.

—Tomé la llave antes de irme, creí que te encontraría durmiendo.

—Está bien, muero de hambre ¿Qué trajiste?

—Pizza, alitas picantes y papas fritas.

—Suena muy bien—sonrió acercándose a él nuevamente. Dió un beso en sus labios—. ¿Entregaste tus pendientes?

—Todo está listo. Estoy libre para ti, ven vamos a comer también muero de hambre.

Se sentaron en dos sillas, en medio había una mesa pequeña de café, dónde pusieron las cosas, Jin tenía tanta hambre que atacó un pedazo de pizza sin importar nada. Namjoon le miró con una ceja alzada.

—Vaya que tienes hambre.

—Calla. No me molestes.

Namjoon rio encantado. —¿Te has alimentado bien? Hoy, note que estás más delgado.

—¿De verdad? Yo me siento más gordo, y comiendo esto, bueno, no tendré muchas excusas.

—No, no estás gordo, por favor, no dejes de comer.

SeokJin bufó. —Subiré de peso, tenlo por seguro. ¿Y tú? ¿Estás comiendo bien? Espero que no comas sólo chatarra.

—La cafetería de la escuela tiene buena comida, y he empezado a hacer ejercicio.

—Ya decía yo que tus brazos estaban más grandes. ¿Te estás poniendo en forma para algo en especial?

—Te iba a dar la sorpresa cuando te viera, pensé que debería ser más atractivo para ti.

—Ya eres muy atractivo, pero, me gusta, me gustas de cualquier manera. Es bueno que busques algo qué hacer aquí.

—Estar aquí es extraño—dijo con una mueca bebiendo un poco de soda—. Jamás pensé que llegaría aquí, y te extraño, también a Jimin.

—Hablando de Jimin, ¿Cómo está?

—Bien, empezó el instituto, al parecer la familia de Yoongi hyung, le van a apoyar en eso, no le gusta, pero, le dije que lo intentará.

—Esperemos que le guste.

—A Jimin no le gustaba la escuela porque sabía que no teníamos las mismas posibilidades de los demás—suspiró—. Cuando vea que las cosas son diferentes, le gustará.

—Bueno, en eso tienes razón, ambos vinieron una vida difícil, pensaron que no podrían salir de ello y ahora tienen nuevas oportunidades, deben aprovecharlas.

—Quiero agradecerte. Sin ti no habría podido lograr nada de esto.

—Yo no hice nada Namjoon, todo lo estás haciendo tú.

Namjoon negó, mirándolo fijamente. —No, tú confiaste en mí, incluso antes de llegar a tu puerta, fuiste el único profesor que me miró como un alumno con potencial en vez de un desperdicio.

—Yo, sólo hice lo que un profesor tiene que hacer.

—Pero, eso me dió fuerza, incluso ahora, estás aquí, viniste a verme, porque me cuidas y me amas, jamás podré pagar lo que hiciste por mí, lo que sigues haciendo, le diste un propósito nuevo a mi vida.

SeokJin sintió incomodidad por sus palabras, porque sabía a dónde iban dirigidas y eso acentuaba su miedo.

—Namjoon, yo...no creo que haya hecho mucho, al contrario.

—No, lo hiciste Jin, se lo dije a Jimin, ambos tenemos una nueva oportunidad y es tiempo de aprovecharlo, por eso te digo esto Jin, voy a aprovechar todo el tiempo que este aquí, seré un buen estudiante y me graduaré, y seré alguien de quien estés orgulloso.

Jin miró sus ojos, inocentes y decididos, con una ilusión mayor a lo que pensó.

—Lo harás, lograrás todo lo que quieras Namjoon.

—Lo haré, pensé que sería más complicado estar aquí, pero, todo es tan nuevo, me gusta, ver museos, las clases con mis profesores, son increíbles, lo único que me falta eres tú y los niños. Pero, pronto estaré con ustedes. ¿Me vas a esperar?

—Sabes que sí. Namjoon ¿Estás feliz con tu vida en este momento?

Namjoon vaciló unos momentos, pero después suspiró y asintió.

—Estoy feliz y más porque estás en mi vida ahora.

SeokJin sonrió, sus ojos se llenaron de lágrimas, no podía hacerlo, si decía lo del bebé, Namjoon no se quedaría ahí, no terminaría la universidad, regresaría con él, arruinaría su vida, una que estaba iniciando, no podía ser egoísta, él tenía derecho a un cambio, a mejorar, Namjoon se levantó y se acercó, limpio sus lágrimas y la sonrió.

—¿Dije algo mal?

—No, es sólo que estoy orgulloso de ti, te amo Namjoon.

—Te amo también—susurró besando sus labios.

—No quería hacerte llorar. No era mi intención.

—Eres bueno con las palabras, así que deberías meterte en algún club de oratoria—rio—. Estoy bien, vamos a pasar un buen momento ¿Está bien?

—Haré de este fin de semana el mejor para ti.

—Lo sé.

Lo hizo, esa noche hicieron el amor, de una forma tan dulce que SeokJin lloró de nuevo cuando Namjoon estaba dormido, ¿Qué haría? No sabía, pero de lo que estaba seguro era de que debía guardar silencio, no podría destruir su sueño. A la mañana siguiente dieron un paseo en el parque central, comieron juntos, rieron, se amaron, besaron y volvieron a hacer el amor antes de tener que irse al aeropuerto, no pensó en lo que sucedería al abordar, pero no importaba, si ellos se iban a separar, entonces, tomaría esos momentos como el mejor recuerdo de su vida.

—Llámame cuando llegues.

—Lo haré, suerte en tus clases.

—Te amo Jin.

—Te amo Namjoon—susurró acariciando su mejilla—. Muchísimo.

Namjoon lo besó, y la realidad le golpeó, Namjoon no era suyo, no podía serlo, no lo encadenaría a él, es ataba viendo por su bienestar, aunque podría odiarlo en un futuro, era algo que tenía que hacer. Por amor lo haría. Subió a ese avión, sin saber si podría verlo de nuevo.

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