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30

Estaba nervioso mientras caminaba por aquella calle, miraba alrededor las enormes casas y residencias, los altos departamentos, lujosos, desentonaba por completo, quien le viera por ahí, pensaría que era algún ladrón, su experiencia le dictaba que las personas ricas no siempre eran amables, estaba preocupado por Jin, al ver sus ojos le fue difícil creer lo que dijo. Estaba casi completamente seguro de que si Jin había hablado con su padre, este tenía que ver en la oferta que le hizo para estudiar en el extranjero.

Llegó a aquella casa residencial, tan grande y linda, tocó la puerta y espero, una mujer de rostro duro abrió, le observó de pues a cabeza y entrecerró ligeramente los ojos.

—¿Quien es usted?

—Buenos días, disculpe, ¿El señor Kim Minkyu está aquí?

—¿Por qué estás buscando al señor? —le miró directamente.

—Soy Kim Namjoon, la pareja de su hijo Jin, de verdad necesito hablar con él.

Ella elevó una ceja. —Ellos no están aquí, pero, espera, le llamaré para decirle que viniste, no te vayas.

Le cerró la puerta en la cara, Namjoon suspiró, estaba demasiado nervioso, era tonto, claro que el padre de Jin no estaría ahí, pero tampoco tenía forma de buscar su empresa, sabía muy poco sobre la familia de Jin y este siempre estaba renuente a hablar de ellos. Pasaron pocos minutos antes de que la puerta se abriera de nuevo, la mujer le miró, con un semblante más tranquilo.

—Tardará en llegar una media hora, dice que lo esperes, entra.

Namjoon asintió. —Gracias.

Entró de nuevo a esa casa, que desde el primer momento en que la vio le pareció inmensa y fría, la mujer lo condujo hasta la sala, ahí le indicó que esperara sentado. Namjoon le agradeció nuevamente, pero ella no contestó, trató de negarse a sentirse ofendido, estaba acostumbrado a esa actitud en las personas. Observaba alrededor, era un lugar elegante, de colores claros. Sobre la chimenea había unas fotografías, curioso, se acercó a ellas.

Estaba Baekhyun y Jin de niños, sonrió al ver a su novio, Taehyung le daba un aire de parecido, después más en familia, con poses rectas y serías, y las demás eran fotografías de los niños, cuando eran más pequeños, suspiró pesadamente, en esa familia había algo extraño, parecían desconocidos viviendo bajo el mismo techo, no juzgaba a los Kim, porque su familia era peor, sin embargo, tenían serios problemas de comunicación.

Espero unos minutos, no había pasado una media hora antes de que la puerta principal se abriera, y el señor Kim entrara, su semblante era cansado a pesar de la seriedad que ya lo caracterizaba. Hizo una reverencia hacia él.

—Señor Kim.

—Sígueme.

Camino directo al pasillo que Namjoon ya recordaba haber cruzado la primera vez que estuvo dentro de esa casa. Le siguió de cerca, tratando de controlar su nerviosismo, el hombre le invito a pasar a su oficina, llegó al escritorio.

—Síentate.

Era una orden que acato, se sentó frente a él y le miró intranquilo.

—¿Qué haces aquí?

—Vine a hablar sobre la visita de Jin ayer, yo... él me dijo que le había pedido que me ayudara a ingresar a una universidad en el extranjero. Pero, yo no le creo.

Minkyu elevó una ceja. —La falta de confianza que tengas con mi hijo, no es algo que me importe.

—Le importa, porque estoy seguro de que usted fue quien le pidió que me diera esa oferta.

—¿Por qué haría eso?

—Porque quiere que me aleje de él. Para usted, yo no soy bueno.

Se quedaron mirando fijamente antes de que Minkyu suspirara.

—Acepta, es lo mejor que puedes hacer.

—Sé que mi presencia no es buena para usted, que teme que sea una mala persona, pero le juro que jamás haría algo para lastimar a Jin o a los niños, los quiero y mi cariño es sincero.

—Eso no lo sabemos Namjoon, tienes diecinueve años, eres demasiado joven para saber qué es lo que realmente quieres, tal vez te sientas así ahora, pero, y en unos años ¿Estás seguro de seguir queriendo lo mismo?

Namjoon hizo una mueca. —Estoy completamente seguro de querer permanecer al lado de Jin, el tiempo que él lo quiera así. Lo amo señor, puede que sea joven, pero, jamás había estado seguro de algo en mi vida, como lo estoy en este momento.

—¿Qué tienes para ofrecerle? Dime ¿Qué clase de hombre y padre quieres ser para ellos? Déjame plantearte esto, vas a decir que trabajarás, primero lo harás en trabajos mediocres, dónde ganes el mínimo, y ¿Después? ¿Qué piensas hacer? No creo que estés pensando realmente la carga que es esto.

Namjoon boqueo, incapaz de poder decir algo, quería decirle que se equivocaba, pero, no podía, porque lo que él estaba cuestionando era completamente normal, tomando en cuenta, sus miedos, que realmente no tenía nada para ofrecerle a Jin o a los niños.

—Yo quiero esforzarme por ellos.

—¿Cómo puedes hacerlo sin tener nada? ¿Crees que eso quiero para mis nietos? Jin se va a conformar con cualquier cosa que le des, lo hizo con sus ex parejas, pero, a la larga esa sería una desgracias para ambos, eres joven, tienes un buen futuro, piensa en eso.

Namjoon apretó la mandíbula. —Yo...

—Es la mejor oportunidad que tienes.

—¿Y si no acepto?

—Puedes estar con Jin, pero no voy a permitir que mis nietos estén en medio, sabes bien de lo que hablo.

No jugaba, el señor Kim estaba muy seguro de lo que estaba hablando y Namjoon no podía ser egoísta, era una guerra que por nada ganaría.

—Iré, tomaré la oferta, pero a cambio quiero algo.

—¿Qué es lo que quieres?

—Iré y me convertiré en el mejor abogado, lo haré, pero, cuando vuelva quiero su palabra de que me dejara estar con Jin y los niños, seré un hombre respetado, que pueda mantenerlos y de quién se sientan orgullosos. ¿Puede darme su palabra?

Minkyu le miró fijamente, su ceño se frunció. —¿Sabes que pueden encontrar a otra persona? Entonces ¿No crees que es ilógico dar mi palabra ante algo incierto?

—Estoy seguro del amor que le tengo a Jin, para mí no habrá nadie más, si él encuentra a otra persona, lo voy a aceptar, pero sino, eso quiere decir que estamos destinados.

El hombre rio por lo bajo. —Deberías escucharte, eres tan inmaduro. ¿Qué sabes tú sobre el amor?

—Ha sido poco tiempo, pero le aseguro que yo conozco mejor a Jin de lo que usted lo hace, SeokJin es increíble, tan amable y dedicado, ama sin medida a sus hijos, siempre está cuidando de los demás, es dulce, encantador, y me ha hecho sentir especial, me hace querer ser un mejor hombre y amarlo, sé de su pasado, pero todos hemos cometido errores, yo perdí a mi hermano por cobardía, sin embargo, no creo justo que sigan juzgandolo por eso. Señor Kim, sé que no me conoce, que no soy la persona que desea para su hijo, pero no miento cuando le digo que lo amo y que estaré con él el tiempo que me lo permita.

Minkyu se recargó en la silla, observando a Namjoon con seriedad y al mismo tiempo curiosidad, chasqueo la lengua y suspiró. Tenía mucho en mente, porque, jamás imaginó tener en frente a un chico de diecinueve años con más poder de decisión, que muchas personas en la edad adulta, era de admirar, sin embargo, aún desconfiaba de él, creía que Namjoon estaba en medio de esa ilusión del primer amor y que en cuanto viajara a Boston, se olvidaría por completo de su hijo. Era lo mejor, ya no quería que Jin saliera herido por sus errores.

—Te doy mi palabra. ¿Tenemos un trato?

—Lo tenemos, le voy a demostrar a usted y a todo el mundo que lo que Jin y yo tenemos es real.

—Bien, yo me encargaré de todo, ahora puedes irte.

Namjoon se puso de pie, hizo una pequeña reverencia con la cabeza y salió de ahí, estaba molesto, realmente cabreado, porque todo el mundo estaba dudando de su relación con Jin.

En el camino de regreso trató de reflexionar acerca de todo, de su relación, de lo que haría, del miedo que tenía y la angustia que sentía ¿Y si se iba y Jin encontraba a alguien más? Había mucho en juego, pero si quería estar con él sin nada que se interpusiera debía de ser fuerte, de ser valiente y maduro, estaba pensando también en la forma en la que se lo diría a Jimin, su hermano era menor y aunque no estaban cerca, era diferente irse a otro país, trataba de pensar positivamente, pero era difícil.

Cuando llegó al departamento y entró con las llaves que Jin le había dado, los ruidos de las risas de los niños le hizo que quisiera llorar, ¿Tendría que perderse todo eso?

—Hola chico desparecido ¿Dónde estabas?

—Fui a hacer unos pendientes.

Se acercó para darle un beso dulce en los labios, abrazo a sus pequeños y vio las cajas de pizza.

—No tenía ganas de cocinar, pase por esto después de ir por los niños a la escuela—le sonrió—. Vamos a comer.

—Jin—rodeó su cintura con sus brazos, mirando su rostro fijamente—. Tomaré la oportunidad, pero, antes quiero saber algo ¿Estaremos bien?

SeokJin fingió una sonrisa. —Lo estaremos, lo prometo.

Ambos estaban dejándose llevar por diferentes motivaciones, pero, había algo en lo que acertaban, querían estar juntos y de alguna forma deseaban lograrlo. Sólo era cuestión de tiempo...



Se va el Namjoon 😞

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