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16

Eran mediados de diciembre, había pasado más de dos meses desde que llegó a la casa de Jin, y las cosas habían cambiado, su vida dio un giro completo. Ahora estaba más tranquilo y feliz, sin embargo, la preocupación no se iba, seguía pensando en Jimin, este le había dicho en miles de llamadas que estaba bien y que no tenía porqué preocuparse, que vivía tranquilo y que estaba en su camino, no le gustaba saber que su hermanito de dieciocho años estaba afuera en quien sabe donde, quería ir por él, pero Jimin se negaba a decirle en dónde estaba. Lo podía ver por videollamada, sus ojos estaban alegres, vestía mejor de cuando vivían juntos, lo mismo pasaba con él.

SeokJin hacia hasta lo imposible para hacerlo sentir cómodo, él a cambio quería ayudarlo en todo lo que necesitara, así que comenzó a ser su asistente en las cosas escolares y a realizar labores del hogar, lo niños eran tan lindos, educados y divertidos que no dudaba en jugar con ellos, SeokJin siempre le decía que no tenía porqué hacerlo, sin embargo, él lo hacía porque así lo quería.

Después de su cumpleaños las cosas estuvieron tensas por unos días, ninguno hablaba de lo sucedido, de aquel beso que fue para Namjoon lo mejor que le había pasado en la vida, no quería arruinar las cosas o que SeokJin se sintiera incómodo. Guardaba silencio, si así lo quería su hyung, no hablaría de lo sucedido y haría como si nada hubiese pasado, porque esa noche ambos habían bebido, Namjoon estaba seguro de aquel beso no era más que un descuido producto del calor del alcohol. No había nada más allá de eso.

—Hyung he terminado con la sala ¿Necesita algo más?

SeokJin estaba sobre un banquillo limpiando las alacenas, le miró sobre su hombro y negó con una sonrisa que detuvo el corazón de Namjoon, en esas últimas semanas se había dado cuenta de algo que mantenía en secreto, su hyung despertaba en él sensaciones que nadie más había despertado, le gustaba, todo en SeokJin era admirable y maravilloso, por lo cual, estaba dentro de un pequeño enamoramiento adolescente, trataba de decirse a sí mismo que no era nada más que agradecimiento, estaba confundiendo las cosas.

—Está bien—pero no se movió, estaba mirando lo que Jin hacía, por lo que se dio cuenta cuando los pies de este fallaron y cayó de espaldas al piso.

Reaccionó lo más rápido posible, lo tomó de la cadera, volviéndolo, estaba por estabilizarse, pero no pudo sostenerse y cayeron al piso, SeokJin lo hizo sobre él, el dolor de su espalda fue grande, miró los ojos de su hyung quien los tenía cerrados, era lindo, la forma en la que sus pestañas caían sobre sus parpados inferiores era hermosa, sus labios carnosos, unos que le pusieron nervioso, tragó en seco y parpadeó.

—¿Está bien hyung? —preguntó en un susurro.

SeokJin abrió los ojos, lo que acrecentó el latido de su corazón. —Lo estoy, lo siento—se levantó sentándose en el piso y ayudándolo a incorporarse, ambos quedaron sentados recargados en el mueble de la cocina—. Soy torpe.

—Los accidentes pasan.

—Que buenos reflejos—le sonrió.

—No dejaría que cayera hyung, yo no dejaré que caiga—SeokJin no supo el significado de sus palabras, ni la carga emocional de éstas, por lo que no dijo nada, simplemente sonrió y acarició el cabello de Namjoon. 

—Gracias.

Se levantó para seguir con la limpieza de ese día, los pequeños Kim estaban en la sala mirando televisión mientras comían fruta picada en formas de animales, era la única forma de hacerlos comer cosas sanas, Namjoon le ayudó en todo lo que pidió. Así hasta que terminaron, era temprano, por lo que se sentaron en la sala, un fin de semana cualquiera.

Namjoon no sólo ayudaba en casa, sino que también se había vuelto un asistente eficaz para el profesor, en unas cuantas semanas había logrado mantener el orden en la actividades del mayor, quien no dejaba de decir lo agradecido que se sentía.

SeokJin estaba orgulloso de Namjoon, sabía que era inteligente, y un chico encantador  amable y educado, nadie que lo conociera pensaría la vida que había llevado, una llena de carencias y dolor. Muchas de las personas se dejaban llevar por su apariencia y por los estereotipos, sin darle la oportunidad de demostrar que era algo completamente diferente.

En la tarde, Hoseok estaba insistiendo que quería ir al parque, Jin odiaba cuando sus hijos se sentían agobiados en casa, pero no había mucho qué pudiera hacer, el trabajo no podía acumularse, sin embargo, ese día no quería estar en casa, necesitaba despejar su mente, así que acepto y los cuatro salieron al parque.

—Creo que Hobi quiere una bicicleta—dijo Jin con un suspiro mientras veía a su hijo jugar en la resbaladilla, Taehyung estaba a su lado haciendo casas con sus bloques—. ¿No es muy peligroso?

—¿No sabe andar en bici hyung?

—Hace mucho que no lo hago—se encogió de hombros—. ¿Y tú?

—Lo hacia hasta hace seis meses, había conseguido una bicicleta que estaba deshecha, pero la arreglé, me gustaba pasear con ella, pero, cuando las cosas empeoraron Jimin cayó enfermo, tuve que venderla para pagar sus medicamentos. Yo podría enseñarle a Hobi si usted lo permite hyung.

—Ammm....supongo que podría comprarle una para navidad—trató de no demostrar que su historia le había afectado. No podía creer todo el dolor que Namjoon y su hermano habían pasado. Era inhumano.

—Él estará feliz.

—Hobi es un gran niño, no tengo problemas con él, mis padres dicen que es un sol, siempre que esta cerca de las personas los hace felices, creo que es una de las razones por las cuales mis padres no me odian tanto.

—¿Pasa algo con sus padres hyung?

—Nuestra relación nunca fue la misma después de irme con el padre de Tae, ellos me apoyaron con Hobi, no estaban felices, claro que no, pero trataron de que no fuese algo que impidiera mi crecimiento, cuando conocí al padre de Tae lo odiaron, sabían que era malo para mí y para los niños, estuvieron muy decepcionados y molestos cuando me fui, ellos incluso quisieron quitarme a Hobi, pero por alguna razón no lo hicieron, cuando volví, bueno, nada fue lo mismo, en dos años no he hablado con mi padre, si estamos cerca me ignora por completo. Mi madre siempre está al pendiente, viendo si cometo una equivocación.

—Lamento eso hyung, creo que usted ya se siente demasiado juzgado por sí mismo para ser juzgado por alguien más, todos cometemos errores, pero ahora los está enmendando ¿No es así?

—Trato—suspiró golpeando ligeramente su brazo con su hombro—. Siempre eres bueno con las palabras Namjoon-ah. Pareces el adulto aquí.

—No hay que ser muy inteligente para ver lo bien que lo hace hyung—le sonrió.

Ambos se miraron a los ojos fijamente, SeokJin sintió su corazón latir con fuerza, había algo en la mirada de Namjoon que le gustaba, algo que le invitaba a sentirse tranquilo y ligero, como cuando tenía diecisiete años y todo era más sencillo.

Escucharon el llanto de Hobi, SeokJin estaba por ponerse de pie de inmediato, pero se dio cuenta que Namjoon corría hacia Hoseok que tomaba su rodilla mientras lloraba.

—¿Qué pasa Hobi?

El pequeño lloraba mientras tomaba su rodilla con fuerza, Namjoon creyó que algo muy grave había sucedido, se hincó frente a él y tomó sus manitas para alejarlas de su pierna.

—¿Te caiste? —lo vio asentir—. ¿Me dejas ver? Anda.

Hobi cedió y mostró su rodilla, la cual estaba roja, pero no tan lastimada como pensaba, soltó el aire y limpió la tierra.

—No tienes nada, duele, pero mira, no hay sangre ¡Estarás bien pastelito! —tragó en seco al recordar que así llamaba a Jimin cuando se lastimaba, que era seguido, porque su hermano, era un desastre caminando.

—No sange.

—No pequeño, todo estará bien—limpió sus lágrimas con su sudadera y lo cargo, Hobi se recostó en su hombro—. Vamos con papá.

—Papi—balbuceo.

SeokJin estaba observando mientras llevaba de la mano a Taehyung.

—¿Qué sucedió? ¿Se lastimó?

—Se cayó, pero sólo fue el golpe, está bien.

SeokJin suspiró. —Mi Hobi, ven que te cargo.

Pero para sorpresa de ambos Hoseok se aferró más a la sudadera de Namjoon, quien sonrió enternecedoramente.

—Está bien hyung, yo lo llevo.

—Creo que hay que irnos, está por oscurecer—Jin miró de reojo que Hobi le decía algo en el oído a Namjoon—. Quiere pastel ¿Verdad?

Namjoon asintió, tomando algunas cosas. SeokJin cargó a Taehyung y suspiró.

—Vamos a la cafetería entonces, muero por un café caliente, hace frío.

—Claro hyung.

Se encaminaron a una cafetería pequeña que estaba cerca del parque, al entrar el aroma a café les hizo sonreír, se sentaron en una pequeña mesa, Hobi no se había querido despegar de él, por lo que lo sentó en sus piernas, SeokJin hizo lo mismo con Tae, pidieron pastel y café capuchino.

—Está noche será fría—dijo Namjoon con un suspiro.

—¿Te preocupa algo?

—Me pregunto si Jimin está bien.

—¿No has hablado con él?

—Lo he hecho, sin embargo, siento que no estaré tranquilo hasta que no lo vea.

—Yo creo que está bien—le sonrió—. Yoongi se escucha como una persona amable.

—Por lo que Jimin dice, todos lo son, pero hyung, de verdad sólo quiero que regrese. ¿Es egoísta de de mi parte?

—Egoísta no, te preocupas por él, el cambio está siendo difícil, pero, creo que es el momento de que hagas algo para ti mismo, si estás bien, Jimin también lo estará.

Namjoon suspiró. —Tiene razón hyung, debo de hacer algo con mi vida.

Hobi estaba lleno de chocolate, Namjoon le limpió la boca y SeokJin sintió su corazón desfallecer, hace mucho que no veía a sus hijos sentirse cómodos con alguien ajeno a su familia, y por alguna razón confiaba en Namjoon, en su corazón noble. Bebió de su café ajeno a todo sentimiento y pensamiento que le llevaba a un mal lugar.

Aunque no lo decía en voz alta, aquel beso tenue despertó en él sensaciones que no estaban bien, porque era su alumno, nueve años menor que él, que se encontraba en una situación vulnerable y él no podía confundirlo. No quería que el nuevo capitulo de malas decisiones comenzará.

—Hyung—dijo Namjoon mirándolo con una sonrisa burlona.

—¿Qué? —le miró ladeando la cabeza.

Namjoon rio por lo bajo alargando la mano, una que estaba tan cerca de su rostro, sintió sus dedos cálidos sobre su labio superior, donde limpió con delicadeza el resto de espuma que había, SeokJin le miró sonrojado, antes de volverse y reír limpiando con una servilleta su boca. No, la forma en la que su corazón se aceleraba no estaba bien.

—Es mejor regresar hyung, hace frío para los niños.

—Claro.







En poco tiempo se había acostumbrado a la presencia de Namjoon, no era ruidoso, era ordenado y limpio, jugaba con los niños y reía por cualquier cosa, SeokJin sonreía mientras que preparaba la cena, escuchando las carcajadas de sus hijos, Namjoon era bueno con los niños.

¿Qué posibilidades había en el hecho de haber encontrado todo lo que buscaba en una pareja en su alumno? No tenía sentido.

Había acostado a los niños después de cenar, se había dado un baño y ahora estaba en la cama esperando dormir, hacia demasiado frío, por eso se levantó, buscando en su clóset una manta más, no para él, pensaba que Namjoon la estaba pasando mal durmiendo en la sala, había puesto la calefacción, pero tal vez no era suficiente.

Salió cuidadosamente, para no hacer ruido y despertarlo, se acercó al sillón, extendiendo la manta, para ponerla sobre su cuerpo. Namjoon dormía, apacible, su rostro relajado era bonito, suspiró cubriendo hasta su cuello, llevó una mano a su cabello y acarició tenuemente.

—Sal de mi mente Namjoonie—susurró con un nudo en la garganta.

Tal vez estaba confundiendo todo, su amabilidad había sobrepasado los límites, la empatía podía llegar a ser peligrosa, más si se trataba de una persona como él, que podía empatizar con cualquier persona que se le pusiera en frente. Seguro era eso y su mente le estaba haciendo una mala jugada.

Estaba por alejarse y regresar a dormir, cuando su mano fue tomada, se volvió mirando a Namjoon derpierto.

—Lo siento, no quise despertarte. Pensé que tendrías frío.

—Oh, pensé que algo sucedió hyung. Gracias.

Pero no lo soltó, y SeokJin realmente no tuvo intenciones de alejarse, Namjoon se incorporó soltando lentamente su mano, Jin se acercó.

—Descansa.

—SeokJin...

El tiempo parecía ir más lento, la ansiedad de mirarse a los ojos y estar tan cerca les alentaba, SeokJin no se movió cuando Namjoon se acercó, mucho menos cuando acarició ligeramente su mentón, tampoco se movió cuando sus labios se tocaron, tenuemente, como la caricia de un pétalo de rosa sobre sus labios, el momento se detuvo, Jin alargó la mano para tomar los hombros de Namjoon, debía detenerlo, sin embargo, apretó, haciendo que se acercara más, intensificando un beso que dejó de ser tenue para moldearse a sus labios, el movimiento era lento, torpe, pero estaba cargado de una energía que hace mucho no sentía, sus ojos cerrados, la respiración acompañada de la calidez de su boca.

Se separaron ligeramente, Namjoon tenía los ojos brillantes, y él estaba muerto de miedo, se levantó tratando de recobrar la cordura.

—Descansa—salió corriendo a su habitación huyendo, porque tal vez, estaba sintiendo más que cariño y empatía por Namjoon, tal vez, se estaba enamorando.

Regresamos con el Namjin

¿Qué creen que suceda?

¿Queremos ver como está Jiminie?

💜
Hdid

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