15
El invierno había arribado, el frío característico que quemaba los huesos estaba ahí, sin embargo, Namjoon no lo sentía tan fuerte ahora estando en un lugar en donde servía la calefacción, llevaba semanas viviendo con su hyung, quien se esforzaba por hacerlo sentir parte de su pequeña y cálida familia, le gustaba, la forma en la que SeokJin organizaba su vida y cuidaba de sus hijos era excepcional, le admiraba mucho, por eso quería hacer hasta lo imposible por agradecerle su buen corazón.
—Mañana es el cumpleaños de Jin—dijo Baekhyun cuando SeokJin estaba arreglando a los niños para llevarlos a la escuela—. Pienso llevarlo por la mañana a un spa a que se relaje, quería ver si podías cuidar de los niños.
—Claro—dijo boquiabierto, era el cumpleaños de su hyung y él quería hacer algo lindo—. ¿Cuánto tiempo tardaran?
—Por lo menos unas tres horas, estaremos aquí a las cinco—le sonrió—. Jin odia festejar sus cumpleaños, siempre con nuestra familia termina siendo un desastre, pero como ellos no se encuentran en la cuidad, entonces, creo que podemos hacer algo lindo ¿No?
—Hobi, Tae y yo podemos hacer una sorpresa para él—dijo con una sonrisa.
—Eso me parece perfecto—le sonrió BakHyun.
En el tiempo que había vivido en la casa, Baekhyun había cambiado por completo en la forma en la que se refería a él y cómo convivían, se sentía bien de saber que para ellos no era una persona que no encajaba en aquel lugar, aunque era notable sus diferencias. SeokJin salió de la habitación con Hoseok de la mano y Taehyung cargado en su torso, estaba deslumbrante, su sonrisa iluminaba el día de Namjoon, cosa que sabía no era correcta, pero que a veces, mirándolo de esa manera tan linda y apacible era difícil de controlar sus pensamientos.
—No debieron esperarme—dijo sentando a Tae en su silla especial—. Toma, no tires nada cariño, no puedo cambiarte cada media hora.
—Si—dijo con una sonrisa el pequeño.
—¿Panqueques con miel Hobi?
—Si pa.
Hoseok se sentó al lado de Namjoon, este siempre intentaba estar cerca de él le hablaba de sus cosas y le pedía jugar juntos, Taehyung era más aprensivo con SeokJin, le gustaba estar con los niños, alegraba sus días, le recordaban a Jimin, pero una versión más pequeña y adorable.
—Jin, mañana es sábado, es un día especial así que te voy a raptar desde temprano—dijo Baek con una enorme sonrisa.
SeokJin le miró con una ceja alzada antes de negarse. —¿Estás loco? No, sé cómo son tus salidas de horas y yo tengo responsabilidades.
—Vamos, Namjoon puede cuidar de los niños mientras estamos fuera ¿Verdad Namjoon?
El nombrado asintió mirando a Jin. —Yo puedo cuidar de ellos sin ningún problema.
—No, eso no, Namjoon ellos son un desastre a veces y...
—Los cuidaré bien, no tiene de qué preocuparse.
Namjoon miró a Jin con una sonrisa sincera, una que le hizo suspirar, negó, su hermano siempre trataba de hacer de sus cumpleaños algo especial, pero él había dejado de disfrutar ese día desde hace tiempo.
—¿Estás seguro? No quiero causarte molestias.
—No es ninguna molestia hyung, no se preocupe.
Baekhyun sonrió con suficiencia. —Entonces está dicho, mañana serás mío desde temprano.
SeokJin suspiró rodando los ojos, aunque quisiera su hermano no desistiría en la idea de llevarlo a quien sabe dónde, no tuvo más opción que aceptar.
—Bien, entonces hagámoslo.
Namjoon le sonrió a Jin, para él los cumpleaños eran algo significativo, siempre trataba de celebrarlos, buscaba la manera de hacer feliz a Jimin, aunque eso significaría gastar sus ahorros, sus cumpleaños no importaban, sólo los de su pequeño hermano, este había cumplido los dieciocho años, y no estuvo presente para darle un abrazo o un regalo, habían hablado por teléfono, este le decía que todo estaba bien, sin embargo, él se negaba a creer que su hermano estaba bien alejado de él.
El resto de la tarde la pasó pensando en cual sería un buen regalo para su hyung, tenía poco dinero, la ultima beca la usó para comprar nuevos materiales de trabajo, a esas alturas estaría buscando un trabajo, aunque Jin se lo haya prohibido, se sentía mal de depender de él. Buscó entre sus cosas, habían pocas alhajas que heredó de su madre, tan sólo un collar de perlas y unas pulseras de piedras de colores.
Las miró sobre la mesa de centro, era de noche, mordió su labio inferior y con unas tijeras las cortó, algo saldría de eso. Le dolía deshacerse de cosas que pertenecieron a su madre, sin embargo, sabía que en las manos de SeokJin estaban más que seguras. Trabajo en ellas toda la noche, terminando satisfecho con el resultado.
—Vaya que necesitaba esto—suspiró al sentir las manos expertas sobre sus hombros adoloridos—. Es cansado a veces.
Baekhyun quien estaba acostado en una cama de masaje a su lado le sonrió. —Te dije que te gustaría, pero nunca confías en mí.
—Confío, aunque a veces, tienes que admitir que te pasas con tus locas ideas. No me siento bien de haber dejado a los niños con Namjoon.
—Pensé que confiabas en él.
—Confío, claro que lo hago, Namjoon es un buen chico, siempre dulce y atento, pero tengo miedo de que sea demasiado para él, sabes como son los niños.
—Traviesos, pero también son un amor, no te preocupes, trata de disfrutar el momento. Vamos Jin, lo mereces, hace mucho que no haces algo por ti.
—Cuando eres padre, hacer cosas para ti es difícil, pero intentaré hacerlo.
SeokJin cerró los ojos, pensando en qué sería lo que Namjoon estaba haciendo.
Lo que no imaginaba, es que Namjoon estaba riendo, mirando a ambos pequeños tratar de hacer dibujos, llenos de pintura, había comprado papel y pinturas de colores, para tapizar el departamento.
—Muy bien Tae, creo que serás un gran artista—dijo al pequeño que estaba pintando sus manitas sobre el papel—. Tus flores coloridas son muy lindas Hobi.
—¿Lo crees? —preguntó con sus ojos brillantes.
—Lo son—despeinó sus cabellos—. Tienes buen gusto.
—Tú también deberías dibujar algo hyung—le sonrió en grande.
Le dio una hoja y pinceles, Namjoon miró curioso a Hoseok, en el tiempo que lo había conocido descubrió que era un niño muy inteligente y amable, pocas veces hacia enojar a Jin, también ayudaba a cuidar de Tae, que era todo lo contrario, un bebé posesivo y arisco con los desconocidos, pero cuando agarraba confianza era dulce y encantador.
Comenzó a dibujar cosas al azar, no tenía que esforzarse demasiado, podía hacerse pasar por alguno de los dibujos de los niños, suspiró pensando en Jin, esperando que pueda divertirse y descansar unas horas, de esforzaba demasiado.
Pensó en lo que le había dicho hace tiempo, sobre su mala suerte con sus ex parejas, no podía creer que alguien tan dulce y hermoso con él, haya pasado malas experiencias, los hombres que le habían hecho daño eran unos imbeciles. Namjoon sentía que nadie en el mundo merecía a Kim SeokJin, nadie sería lo suficientemente bueno, y en parte, ese pensamiento le dolía.
Hobi se acercó a él. —¿Vivirás para siempre con nosotros?
Era una pregunta difícil, con una respuesta complicada. —No lo sé Hobi ¿No te gusta que esté aquí? —preguntó con temor.
El niño le sonrió y negó. —Me gusta que estés aquí, no quiero que te vayas nunca. Quédate.
—Me quedaré—dijo con un suspiro, deseando tanto eso, quedarse con ellos y con Jin.
—Papá sonríe mucho cuando estás aquí, antes casi no lo hacía, estaba triste—hizo un puchero—. Y a nosotros nos gusta jugar contigo.
Taehyung gateo hasta él y se sentó en sus piernas, observándolo fijamente. Namjoon les sonrió a ambos.
—Me hace feliz que digas eso.
—Eres como papá, Nam, te diré papá Nam.
—Hobi, yo creo que eso no...
—¡Letche! —dijo Taehyung de manera demandante, asintió, levantándose con él en brazos. Hobi les siguió.
—Leche y galletas—soltó emocionado.
—No estoy muy seguro de esto—dijo mientras esperaba que el tinte hiciese efecto.
—Bueno, debiste haber dicho eso diez minutos atrás, vamos Jinnie, nunca te has hecho un verdadero cambio, lo mereces.
—Baek, eres imposible—bufó.
—Quiero preguntarte algo ¿Puedo?
—Nunca te has detenido al preguntar, dime ¿Qué pasa?
—Desde que Namjoon llegó a tu vida eres más alegre y tranquilo, ¿Hay algo que quieras decirme?
—No te entiendo.
—Sí, hablo de...ammm...—dudo unos momentos—. ¿Te gusta Namjoon?
Los ojos de SeokJin se agrandaron, le miraron cono si hubiese perdido la cabeza, comenzó a negar. —¿Qué cosas dices? Claro que no, eso es...soy amable con él, no confundas las cosas.
—Calma, sólo tenía curiosidad, además no tendría nada se malo que te gustara, es mayor de edad, me dijo que tiene diecinueve.
—Soy diez años mayor que él y su profesor, claro que es malo, soy un padre soltero que está a nada de llegar a los treinta con un desastre detrás, Namjoon es un chico que ha vivido cosas desagradables y que tiene un brillante futuro por delante. Hay cosas impensables.
—Pero, lo has pensado ¿Verdad? Soy tu hermano, no tienes que mentirme, he visto como se miran, hay demasiada tensión entre ustedes.
—No es así, estás loco—rodó los ojos.
—Admite que lo has pensado. Anda.
—No Baek, no he pensado nada—chasqueo la lengua.
—Jin ¿Alguna vez vas a rehacer tu vida? No puedes estar solo para siempre.
—¿Quién dice que no? —riñó, de repente incomodo por el tema de conversación—. No necesito nada más, estoy bien así.
—Todos necesitamos amor Jin, ¿No quisieras vivir un romance? Sé que estás empeñado en ser un padre al cien, pero hay necesidades que debes cubrir.
—Ya basta, no hablemos de eso, estoy bien solo y Namjoon es como un hermanito para mí.
—Dile eso a tus ojos entonces, porque algo dentro de ti no lo ve como hermano y lo sabes.
SeokJin dejó de escucharlo, porque lo que decía era estúpido e ilógico, él no podía pensar de esa manera de Namjoon, sí, era un chico apuesto y dulce, pero nada más, no sentía nada.
Dejó que la tarde pasara, cuando se miró al espejo viendo el resultado final sonrió, se veía lindo, hace mucho tiempo que no se sentía bonito, había desperdiciado los mejores años de su vida al lado de personas que le hicieron sentir poca cosa, ahora se miraba con otros ojos, unos más amables. Le gustaba.
—Te ves precioso—dijo Baekhyun tomando su mano—. Sonríe, te verás mucho mejor.
—Gracias por este día, lo necesitaba.
Baekhyun rio con suficiencia. —Ves, te dije que sabía lo que era mejor para ti, ahora muévete y vamos a casa, pediremos rica comida, no cocinarás hoy.
Bufó avanzando, se sentía bien, reformado luego de una tarde llena de atenciones hacia su persona, se había descuidado demasiado, entre los niños y el trabajo le era difícil tener tiempo para arreglarse, antes, le encantaba hacerlo, siempre estaba lindo y bien vestido, ahora mucho de su yo de joven había cambiado, se sentía viejo y acabado.
—Recuerdo que antes la pasábamos bien yendo de compras con mamá.
—Bueno, eso fue antes de que ella me odiara—dijo Jin con reproche, amaba a sus padres, pero estos habían cambiado mucho con él luego de que estuvo con el padre de Tae, era su culpa, pero sus desplantes le dolían.
—Ella no te odia, sólo se preocupa.
—Ella nunca dejará de pensar que antepondre una relación a mis hijos, puede que una vez haya hecho aquella estupidez, pero jamás volvería a hacer lo mismo, piensa que no puedo cuidar de mis hijos y eso es doloroso.
—Creo que necesitan hablar, sobre todo con papá.
—Dejaremos las cosas como están, no quiero hablar con ellos.
Baekhyun no dijo más, sabía que ese tema era delicado en su familia y que no podía hablarlo a la ligera, la relación de su familia había cambiado drásticamente tres años atrás cuando Jin llegó pidiendo ayuda, ahí se dieron cuenta de lo que estaba pasando, del infierno en el que vivía, sus padres se molestaron, porque ellos le habían advertido acerca de lo malo que era el tipo con el que estaba, pero Jin nunca escuchó, es por eso que ahora sus padres no confiaban en él y llegaban a ser duros en sus comentarios, creía que Jin podría volver a equivocarse y temían por los niños.
Llegaron al departamento, era tarde, tenían hambre y Jin, muchas ganas de ver a sus bebés. Subieron al departamento, Jin abrió la puerta y no espero ver todo a oscuras, se preocupó.
—¿Namjoon?
Las luces se prendieron y en la sala Namjoon cargando a Tae y Hobi sobre el sillón gritaron al unísono.
—¡Sorpresa!
SeokJin miró alrededor, en una de las paredes había un cartel de feliz cumpleaños rodeado de hojas coloridas, supo que eran los dibujos de sus hijos y sonrió en grande, las lágrimas no tardaron en llegar, Hobi corrió hacia él y le abrazó con fuerza, pegándolo a su pecho, beso su cabello sin detener la lágrimas.
—Feliz cumpeaños papi, te amo.
—Yo te amo aún más amor.
Se levantó y sonrió a Tae quien alargó los brazos para que le cargara, así lo hizo, dándole muchos besos en la mejilla, lo dejó en el piso y abrazó a Namjoon, quien se había acercado, ese abrazo fue diferente, tan reconfortante. Se separaron y se miraron fijamente.
—Feliz cumpleaños hyung.
—Gracias Nam—dijo limpiando torpemente sus lágrimas.
—¡Vamos a pedir pizza! —soltó Baekhyun feliz.
Cenaron, jugaron, rieron y hasta le cantaron feliz cumpleaños con un pastel, las velas las soplaron los niños y todo fue perfecto, rio demasiado, se sentía feliz, con una cálida sensación en su pecho, una que hace mucho tiempo no sentía. Su hermano terminó durmiendo con los niños, él estaba recogiendo las cosas con ayuda de Namjoon pasaba de la media noche y se encontraba cansado.
—Creo que esto será muy irresponsable de mi parte, pero—dijo sacando del refrigerador una botella de vino—. ¿Beberias una copa conmigo?
—Claro hyung—dijo con una sonrisa.
Ambos se sentaron en la sala, Jin sirvió dos copas y le dio una a Namjoon.
—Esto es relajante—dijo bebiendo un poco.
Namjoon le sonrió. —Me alegro que haya pasado un buen cumpleaños, en sus ojos vi que estaba feliz.
—Soy feliz, creo que a pesar de todo tengo lo que necesito y quiero, la vida ha sido buena conmigo.
—Es que es maravilloso. Los niños hicieron un gran trabajo.
—Es un regalo hermoso—miró los dibujos—. Los amo tanto.
—Ya lo creo—asintió—. Hyung, quería darle algo, no es mucho, pero...
Sacó de su bolsillo una bolsita de regalo pequeña, se la tendió, SeokJin le miró con afecto antes de tomarla, la abrió delicadamente y sacó de esta una pulsera, era muy bonita, de tres hileras finas, una de cuentas de perlas, otra de piedritas de colores y la última igualmente de perlas. Se la puso y la lució.
—Me encanta, gracias Nam. Eres un gran chico, la persona que este en tu corazón será afortunada.
Namjoon le miró con una media sonrisa, suspiró bebiendo de su copa, ambos se quedaron en silencio, escuchando la musica de jazz que estaba a un volumen bajo. Seokjin volvió a llenar sus copas.
—Vamos a hacer un brindis, por las buenas cosas que se vienen.
—Por un buen mañana—asintió Namjoon—. Y porque hyung nunca deje de brillar como lo hace.
Chocaron las copas y rieron, Namjoon no lo había dicho, pero Jin se veía hermoso, con ese nuevo cambio de cabello, un castaño muy claro, pareciendo miel, hacía ver sus facciones más dulces. No pensó que Jin podría ser más hermoso.
—Ese look le sienta muy bien, se ve genial, muy guapo, realmente hermoso.
SeokJin le miró con una media sonrisa. —¿Lo crees? Hace mucho que no lo escuchaba, gracias.
—Debería escucharlo todos los días, cualquiera que le ve sabe que es precioso, un hombre encantador, no sólo físicamente, sino es una persona increíble.
—Siempre terminas halagandome, pero te aseguro que eres el único que piensa de esa manera—suspiró bajando la mirada, con los ojos lagrimosos.
Namjoon mordió con fuerza su labio inferior, antes de tomar con delicadeza el mentón se Jin y levantarlo, este se tensó un poco por su gesto, pero no se alejó, en vez de eso le miró curioso.
—No soy el único que lo piensa, de eso estoy seguro, cualquier persona estaría feliz de tenerlo a su lado, es increíble, tan perfecto, no lo digo por decirlo, Jin hyung, para mí es la persona más especial del mundo.
SeoKjin tragó en seco, Namjoon estaba diciendo cosas que hacían brincar a su corazón, y lo hacía estando muy cerca, relamió sus labios, ambos se miraban de forma profunda a los ojos, todo parecía gritar que era el momento más romántico que habían tenido en sus vidas, pero había cosas que no podían ser, sin embargo, no dejaban de mirarse a los ojos. Namjoon se acercó lentamente, tanto que por unos momentos Jin pensó que en realidad no se estaba moviendo. Pero lo hacía, estaban demasiado cerca, sus alientos se mezclaban, no dejaban de verse a los ojos, Jin cerró los suyos, presa de la ansiedad de tenerlo cerca, en ese momento nada racional tenía sentido.
Namjoon apenas tocó sus labios, sus corazones latieron con fuerza, fue un roce especial, uno que les hizo apreciar la suavidad del otro, pero cuando estaban por juntar sus labios por completo el sonido del llanto de Tae hizo que se separara.
SeokJin lo miró alarmado. —Lo...lo siento—dijo levantándose rápidamente y huir al cuarto de los niños.
Namjoon se quedó sentado en shock, tocando con los dedos sus labios, soltando el aire que tenía retenido, sus mejillas estaban muy calientes, definitivamente estaba enamorado de su profesor.
Tarde demasiado en actualizar, pero espero que les haya gustado.
Capitulo dedicado a la otra mitad de mi alma AdoraDevonne te amo bebé 💜
🦆💜🦆
Hdkd
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro