Aunque las cosas eran diferentes, Namjoon estaba agradecido de estar ahí. Su hyung lo hacía sentir cómodo, ayudándolo y siendo amable, realmente nunca había visto a Jin enojado, los niños, ellos eran enérgicos, gritaban, corrían y eran insistentes, pero se había ganado su confianza, ya que se acercaban a él y jugaba con ellos sin ningún problema o preocupación. Hobi y Tae eran dos pequeños angelitos.
Cada día admiraba más a SeokJin, por la forma en la que se comportaba con sus hijos, dándoles amor y diversión, siendo el padre que cualquier niño merece, verlo le causaba felicidad y al mismo tiempo melancolía, no dejaba de pensar que así era como su padre debió comportarse, también porque estar carca de esos adorables niños le recordaba a Jimin.
—Iré al centro comercial a comprarles ropa nueva—dijo Jin mientras estaban comiendo, era un sábado por la tarde, todo parecía ser muy tranquilo—. ¿Quisieras acompañarnos?
Namjoon no había ido al centro comercial más que algunas veces, no le gustaba ir porque no tenía el dinero para transportarse.
—Sí hyung—asintió emocionado.
—Muy bien, terminando podemos ir.
—¿A ellos les gusta ir? —dijo señalando a los niños de forma discreta.
—Les gusta porque siempre que lo hacemos les compro un helado—sonrió—. Pero, es una odisea hacer que se prueben ropa, lo malo de que sean pequeños es que crecen mucho y dejan la ropa casi nueva, por eso no les compro mucho, lo necesario solamente.
—Puede ser difícil cuando están en crecimiento, recuerdo que mi ropa era dada a Jimin, pero era más pequeño que yo, por lo que verlo resultaba algo gracioso.
—Lo puedo imaginar y sí, es gracioso.
—Lo es, Jimin era muy tranquilo cuando era niño.
—¿Y tú Namjoon? ¿Cómo eras? —preguntó curioso.
—Un desastre—rio por lo bajo—. Siempre me caía o rompía algo, aún lo hago.
—Es bueno saberlo, entonces, Hobi es igual de distraído y Tae, bueno te has dado cuenta que es un niño singular.
—Es muy imaginativo para su corta edad—asintió—. Pero es tierno, estoy seguro de que tendrá muchos amigos en la escuela.
—Te parece tierno porque no has visto el carácter que tiene a veces—negó con una mueca—. Es difícil, sobre todo, llevarlos solos, espero que hoy se comporten.
—Lo hace ver fácil hyung.
—He pasado con ellos mucho tiempo, son mis hijos, así que supongo que nadie mejor que yo sabe cómo calmarlos.
—Hyung, tal vez suene intrusivo y lamento si es de esa manera, pero ¿Qué pasó con su padre?
SeokJin le miró con tensión, hizo una mueca antes de bajar la mirada, los pequeños estaban jugando en la sala, por lo que podía hablar, pero, le daba vergüenza.
—El padre de Hobi...bueno, fue, alguien complicado, yo apenas estaba por graduarme de la universidad, tenía veintiún años cuando supe que estaba embarazado, no supe que hacer y su padre menos, era mayor que yo, él simplemente se fue, y jamás volví a verlo, mis padres me ayudaron, tiempo después, conocí a alguien, error fatal—sus labio inferior tembló—. Viví con él a pesar de que mis padres no estaban de acuerdo, Hobi tenía sólo un año, fue un infierno, y yo lo llevé ahí, sucedieron cosas...quise huir, pero me enteré que estaba embarazado, entonces, su comportamiento conmigo cambió, pero con Hobi seguía siendo un desgraciado, jamás tuve el valor de defendernos, está en la cárcel, asesino a alguien mientras quería robar.
Namjoon se quedó en silencio analizando todo lo que su hyung le decía, en sus ojos podía ver la culpa y eso le alarmó, alargó la mano y tomó la suya, sin pensar en las consecuencias, la apretó y espero que él le mirara.
—Lamento que haya pasado por eso hyung.
—Pase por eso porque lo quise. Fue mi culpa.
—No creo que alguien quiera vivir de esa manera realmente, el miedo paraliza hyung, no podemos culparnos por la maldad del otro.
Seokjin le sonrió apenas. —Eres bueno con las palabras Namjoon-ah.
—Usted también hyung—le sonrió mostrando sus hoyuelos.
—Bien—suspiró soltando su mano—. Vamos de compras, igual podremos comer helado y pizza.
Namjoon asintió, sin dejar de sentirse abrumado por la forma en la que su corazón latió con fuerza, intentó negarlo, pero la sensación de mariposas floreciendo estaba ahí, cosa que no era buena, nada bueno.
Namjoon pensó que su hyung exageraba. Hoseok podría ser el niño más tierno del mundo, pero en esos momentos era un torbellino que andaba por doquier menos donde Jin le decía que se sentara para medirle los nuevos zapatos, Taehyung estaba sentado con las manos hacia Jin lloriqueando enojado por haberlo soltado, entre las risas de Hoseok por burlar a su padre, el llanto de Taehyung y las advertencias de Jin, lograban que las miradas cayeran sobre ellos, juzgando.
—Hoseok, no estoy jugando ¡Siéntate!
Hoseok corrió alejándose de Jin, Namjoon suspiró.
—Voy por él.
SeokJin tomó en brazos a Tae, quien le abrazó y dejó de llorar, Namjoon camino entre los pasillos de ropa, escuchaba su risa y no podía evitar sonreír, jugó su propio juego, engañandolo y esperando, para terminar sorprendiendolo cuando trataba de escapar, lo tomó en brazos y le hizo cosquillas.
—Jugar, zapatos no—negó cuando vio que se acercaban a donde Jin estaba probando zapatos en Tae.
—Pero, si no tienes zapatos geniales ¿Cómo vas a correr?
—¿Zapatos geniales?
—Sí, zapatos geniales para ir a la escuela. Vamos a buscar unos. ¡Y serás más genial!
—¡Siii! —dijo con los brazos abiertos.
Cuando regresó, SeokJin estaba hablando con una de las señoritas, pidiendo un número más chico para Tae, se volvió a verlos y bufó.
—¿Dejaron de jugar?
Hoseok miró a su padre con una enorme sonrisa. —Si apa.
Namjoon se sentó, cargando a Hoseok para que no huyera, SeokJin le pasó unos tenis para que se los pusiera.
—Ayúdame—dijo concentrado en Tae.
Namjoon lo hizo, jugando con Hoseok de manera tierna, llamando la atención de SeokJin quien sonreía de vez en cuando. Cuando eligió los que llevarían los puso a un lado, Taehyung estaba junto a Hoseok viendo vídeos en su teléfono.
—Namjoon, elige dos pares, zapatos y deportivos—dijo de forma casual.
—¿Qué? —parpadeo perplejo.
—Sí, anda, para la escuela—respondió con una sonrisa.
—No hyung, no es necesario. Gracias.
—Anda Nam.
—Sí, zapatos geniales Joon—dijo Hoseok mirándolo con una sonrisa enorme.
—Anda, zapatos geniales—rio SeokJin.
—Pero...
—No voy a aceptar un pero como respuesta, velo como un préstamo, cuando seas exitoso me lo pagarás con un viaje a la playa—le guiño un ojo.
—Yo no sé si deba.
—Yo soy el mayor, yo digo que debes y está bien, anda. ¿O quieres que los elija por ti?
Namjoon hizo una mueca ligera, estaba apenado, nunca había comprado en un lugar como ese y mucho menos alguien se había ofrecido a comprarle no uno, sino dos pares de zapatos, se sintió indefenso, pero los ojos de su hyung estaban siendo tan amables que terminó por asentir y levantarse, elegiría algo de precio muy accesible, sin importarle nada más, porque no quería ser una molestia.
Tomó unos zapatos negros y unos tenis blancos, que eran los que más necesitaba, volvió nervioso y se los probó bajo la mirada de SeokJin quien se acercó.
—¿Te gustan? —preguntó con una ceja alzada.
—Sí...
—¿De verdad? La suela de estos es muy delgada, entonces durará menos—tomó los zapatos negros—. Espera.
Se fue, Namjoon miró curioso como elegía otros zapatos mucho más lindos y de mejor calidad, Hoseok rio a su lado por lo que se distrajo.
—Toma—dijo tendiendole los zapatos nuevos—. Pruebatelos—espero paciente hasta que Namjoon lo hizo—. ¿Te quedaban bien? ¿Te gustan?
—Se sienten bien.
—Perfecto, entonces los llevamos.
—De verdad no es necesario—susurró apenado.
—Lo es, no pienses tanto, está bien. Ayúdame a llevar las bolsas, tenemos ropa que comprar.
Se levantó dejándolo con una sonrisa a medias, en su interior sentía la obligación de regresarle todo, esperaría su beca y pagaría su hospitalidad, incluso trabajaría medio tiempo. Con ese pensamiento se levantó para seguir a su hyung ayudándolo con las bolsas, este llevaba cargando en la espalda a Tae con el canguro, y a Hobi de la mano, el pequeño iba brincando por doquier. La imagen era tierna.
Entraron a una tienda de ropa, se dirigieron a la sección de niños, SeokJin le miró de reojo.
—Esto es más sencillo, ellos aún no eligen su ropa, bueno, Hobi sí, entre más colorido mejor.
—Un estilo único—rio por lo bajo.
Tomó a Hoseok en brazos porque este estaba corriendo alrededor de Jin, vieron algunas cosas mientras que SeokJin elegía unos abrigos para los niños, ya que pronto empezaría la temporada de frío, él se mantuvo entreteniendo a Hobi, quien le contaba de manera seria lo que había hecho esa semana en la escuela.
—Creo que esto—dijo Jin acercándose a él—. Pruebate esto.
SeokJin llevaba en sus manos algunas prendas, incluyendo una chamarra, Namjoon negó de inmediato.
—No hyung, esto sí no—negó nuevamente alejándose.
Jin bufó. —Es tu regalo de navidad.
—Faltan más de dos meses para navidad.
—Lo sé—asintió—. Dame a Hobi ve a probartelo, aunque creo que te queda bien.
Le quitó a Hobi de los brazos y lo dejó en el piso, lo tomó de los hombros y lo llevó hasta donde estaba una señorita.
—Le puede llevar a los probadores, por favor.
—Con gusto—dijo con una sonrisa—. Acompáñeme, por favor.
Namjoon se movió, y Jin sonrió satisfecho, había visto la ropa del menor, la cual no era abrigadora y parecía haberse usado demasiado, necesitaba nuevas cosas y a él no le molestaba comprarle, al final de cuentas quería que estuviera bien. Se sentó a esperar, estaba cansado de cargar en su espalda a Tae y de procurar que Hoseok no hiciera destrozos, siempre era difícil estar con los dos solo en lugares abiertos.
—Baño—dijo Hoseok mirándolo mientras brincaba de un pie al otro.
Maldijo internamente, eso era lo difícil de tener dos pequeños, lo tomó de la mano y caminaron al mostrador.
—¿Tienen baño?
—Sí, la segunda puerta de la derecha?
Asintió llevando a su hijo al baño, estaba tan apurado que abrió la segunda puerta de la derecha, giró la perilla y miró dentro. Grave error, Namjoon estaba con el torso descubierto, lo miró confundido, SeokJin, se quedó pasmado, observando el abdomen bien trabajado, parpadeo boqueando.
—¡Papi baño!
El grito de Hoseok le hizo salir de su entonación. —Lo siento—dijo cerrando la puerta y corriendo al baño.
Namjoon tragó en seco, sus mejillas se encendieron, recargo la cabeza en la pared, no podía, pensar lo que estaba pensando estaba mal. No le podía gustar Kim SeokJin.
Estaban en la pizzería, comiendo con tranquilidad, Hoseok jugaba con un muñeco que venía en el paquete de niños, con los nuggets y papas, ninguno había hablado del incidente del probador, porque sabían que era un accidente, no pasaba nada, habían hecho las compras y descansaban.
—En el departamento hay una pequeña habitación que es un estudio, no lo uso, por lo que estaba pensando que ahí podríamos poner una habitación para ti improvisada, dormir en el sillón puede ser incomodo.
—No importa mucho donde duerma—aseguró con una media sonrisa.
—A mí si me importa donde duermas—suspiró mirando su comida—. Lamento si es demasiado para ti, sólo quiero que estés cómodo.
—Hyung, ha hecho más de lo que cualquiera ha intentado hacer en toda mi vida, estoy apenado, pero muy agradecido. Algún día me volveré alguien exitoso, entonces, le pagaré todo lo que ha hecho por mí.
SeokJin sonrió, asintió mirándolo a los ojos. —Cuando te vuelvas alguien grande y exitoso, entonces, dejaré que me compres una buena crema para las arrugas, los treinta se aproximan.
—¿Está loco hyung? Parece mucho más joven y es hermoso, jamás he conocido a una persona tan hermosa como usted.
SeokJin le miró pasmado, antes de que un ligero sonrojo llegara a sus mejillas. —Lo dices para quedar bien.
—No—negó sin despegar la vista de él—. Cualquiera que pueda verlo ha de afirmar que es un ser hermoso y maravilloso, es oro hyung, se merece cosas increíbles.
—Tú también mereces cosas increíbles Namjoonie y estoy seguro que las alcanzarás.
Se sonrieron el uno al otro, sintiendo sus corazones latir con fuerza algo que no debían permitir comenzaba a nacer esa tarde.
Paso mucho tiempo, pero aquí está, no se preocupen se viene lo lindo y tierno.
Gracias por esperar💜💜
💜🦆
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