
11
Yoongi colgó el teléfono al tiempo que veía a Jimin avanzar por la orilla de la carretera, negó con una mueca, ni siquiera era capaz de soportar los berrinches de su propio hijo como para soportar los de aquel chiquillo tonto. Lo siguió tranquilo, Jimin estaba que echaba chispas, no era para menos, pero estaba siendo completamente irracional, se comportaba como un niño, en ese momento recordó la edad que tenía.
-Detente-dijo con las manos en sus bolsillos-. ¿A dónde crees que vas?
-¡Lejos de ti! -respondió sin mirarlo.
-Oh veo que estás un poco enojado-chasqueo la lengua, sacó de su bolsillo un cigarrillo el cual puso en sus labios y lo prendió, aspirando, se detuvo a esperar a Jimin quien se volvió y le miró con el rostro rojo de cólera.
-¡El plan era otro! Nunca debiste decirle que ibas a intentar hacerme volver, porque eso no va a pasar.
-Bien Jimin, ¿Qué debí haberle dicho a tu hermano? ¿Qué te quedarías conmigo para siempre?, ¿Qué te olvidara? Eres un niño que no te das cuenta de nada.
-No soy un niño, te di mis razones-farfullo con lágrimas de enojo en el borde de sus ojos.
-Heriste a tú hermano y llegará el momento donde te arrepentirás.
Jimin bajo la mirada, sus manos temblaban, intentó abrazarse a sí mismo para consolar su corazón herido, no había nada de mentira en las palabras de Yoongi, había lastimado a su hermano, aquellas palabras que dijo con el fin de hacer que este le dejara en paz, fueron muy duras, su labio inferior tembló y comenzó a sollozar fuertemente. En la orilla de la carretera, parecía un niño perdido y asustado, que no dejaba de llorar como un bebé. Yoongi suspiró, él no era bueno consolando a las personas, jamás lo fue y dudaba que en algún momento eso cambiara, pero se acercó a Jimin, y lo atrajo a su pecho para que llorara.
Sintió las pequeñas manos aferrarse a su playera, lloraba restregando la cabeza en su cuello. Yoongi intentaba darle palmadas en la espalda, pero nada parecía hacerlo dejar de llorar.
-Si no vas a volver, si de verdad piensas que estás mejor en otra parte, y no con tu familia, por lo menos deja que su corazón descanse tranquilo. No lo lastimes, porque aquí, ninguno de los dos tiene la culpa de lo sucedido. No lo castigues por algo que él no hizo.
-Lo siento-sollozo.
-No es conmigo con quien tienes qué disculparte, vamos, deja de llorar que te ves horrible y mi madre pensará que sí te he robado.
-¿Qué se supone que le diremos? -preguntó aun lloriqueando.
Yoongi suspiró. -Si le digo que tengo algo contigo me va a matar, si le digo que eres mi amigo también me va a matar. Digamos que eres un huérfano que busca apoyo y eso.
-No es tan alejado de la realidad-suspiró con tristeza-. Yo...realmente, sobre Namjoon, él no dirá nada, estarás bien.
-Sigues siendo un niño Jimin-negó con una mueca-. Vamos, que necesito descansar, además, tendrás que llamarle a tu hermano más tarde, tienes que disculparte.
Ambos se separaron, Jimin tenía los ojos y la nariz roja por tanto llorar, bajo la mirada mientras Yoongi fumaba lo último de su cigarrillo.
-Si Namjoon me odia será más fácil para él olvidarme.
-Realmente no, es tu hermano, deja de pensar así, él se siente preocupado, lo único que vas a ganar es que se sienta culpable. No es así como se debe tratar a la familia.
Ambos caminaron por la orilla de la carretera hasta el camión, Yoongi le ayudó a subir, antes de irse para el otro lado. Jimin tuvo unos momentos para estar a solas y pensar ligeramente en lo que había hecho, se sentía mal de haberle dicho aquello a Namjoon, pero en su momento creyó que era lo mejor. Cuando Yoongi subió y puso en marcha el tráiler, Jimin le miró de soslayo, era mayor, pero no aparentaba la edad que tenía, además de que su personalidad era la de una persona tranquila, sin duda, llegaba a impresionarlo demasiado.
-¿Cómo es su familia?
-¿Mi familia? Pues, es una familia normal, podría decirse, mi madre es maestra de primaria, mi padre es mecánico, ambos tuvieron cinco hijos que son un dolor de cabeza y mal agradecidos. Lo normal en una familia tradicional-rio por lo bajo.
-¿Cómo son sus hermanos? -dijo un poco más animado.
-Tengo una hermana mayor MinGy, es enfermera, está casada y tiene hijos, vive a una media hora de la casa de mis padres, después estoy yo, un don nadie, los gemelos Hoshi y Jihoon, ambos estudian en Seoul la universidad, uno leyes y el otro baile, mi hermana menor Jennie se fugó con su novio hace como un año, tiene un hijo pequeño, vive cerca de mi hermana mayor.
-Todos han hecho su vida entonces-dijo impresionado.
-Sí, somos unidos, en fiestas siempre estamos juntos-se encogió de hombros-. Siento que tener a Sunoo ayuda a mamá a no sentirse sola y a papá también de alguna manera, me mando una fotografía el otro día donde le estaba ayudando a limpiar el taller. Apenas seis años y creo que sabe más de lo que yo seré capaz de saber.
-Pero es algo bueno ¿No? -preguntó confundido-. Namjoonie me enseñó muchas cosas, siempre quiso que fuera independiente, aunque al mismo tiempo me trataba como un niño.
-Eres un niño Jimin-rio por lo bajo-. Creo que estamos cerca, primero iremos a mi trabajo a descargar esto, después iremos a mi casa en taxi. En la guantera hay una caja con maquillaje, antes de que digas algo, una de mis conquistas lo dejó ahí, ponte un poco en la cara, el golpe en tu ceja y boca se notan mucho.
Jimin asintió, tomó las cosas encontrando diferentes empaques, había un polvo que podría pasar por su color, lo puso en su cara intentando tapar sus golpes, cuando terminó suspiró y desvió la vista, mirando a lo lejos la cuidad, era de día, aunque había dormido un poco estaba realmente cansado, no se imaginaba como se encontraba Yoongi. Llegaron a un lugar donde había muchos trailers aparcados.
-Espera aquí-dijo con seriedad-. Dejaré el informe y después vengo por ti.
-Está bien-asintió.
-No abras la puerta-ordenó antes de bajar.
Yoongi era una persona responsable a pesar de su corta edad, a los veinticinco años, había logrado algunas cosas a base de esfuerzo y dedicación, no estaba en el mejor trabajo del mundo, tampoco en el más pagado, pero ayudaba para mantenerse, mantener a su hijo y para cumplir algún capricho, nadie tenía queja de él, se había ganado la confianza de sus jefes en la empresa, quienes le recibían con felicidad.
-Yoongi, es bueno tenerte por aquí-dijo su gordo jefe con una sonrisa-. Me llegó el aviso de que la entrega estuvo a tiempo, no esperaba menos de ti.
-Muchas gracias señor Kang-dijo con una inclinación de cabeza.
-Fue un viaje largo, tomate una semana de descanso, después hay una entrega en Seoul y posiblemente te quedes allá por un mes.
-Muchas gracias-asintió, normalmente sólo tomaba un día para descansar, pero ahora que tenía a Jimin pegado a sí mismo, esperaba descansar lo suficiente y pensar en lo que haría con él-. Nos vemos la próxima semana a primera hora.
-Perfecto Yoongi.
Salió de la oficina con un suspiro, su cheque llegaría con una buena cantidad de dinero al final de la semana y eso era lo único que lo mantenía despierto, se encontraba cansado, y nervioso, no sabía lo que sus padres pensarían sobre Jimin, planeaba hablar con su primo para ver si podía tener alguna clase de protección legal.
Llegó al trailer y abrió la puerta para dejar salir a Jimin, este estaba casi dormido, le sonrió con ternura, le ayudó a bajar cuidando que nadie les viera.
-Vamos, muero por dormir-comenzó a caminar hacía la salida siendo seguido por Jimin.
-Adiós Suga-dijo uno de sus compañeros, levantando una ceja al ver a Jimin-. Luego hablamos.
-Adiós.
Jimin miraba todo a su alrededor con curiosidad, nunca había salido de Busan, por lo que cualquier cosa que veía le llamaba la atención. Cuando salieron a la calle, Yoongi lo tomó del brazo para que caminara con más prisa, pararon en la parada de autobuses a esperar un taxi.
-Es mucho más bonito de lo que pensaba-dijo con una enorme sonrisa.
-¿Lo crees así? -preguntó encogiéndose de hombros-. Puede que te lleve a conocer la cuidad antes de irnos.
-¿Nos iremos pronto? ¿A dónde? -preguntó con curiosidad.
-Tengo una entrega en Seoul-suspiró cansado de sólo pensar en las horas de camino.
-Eso suena pesado-chasqueo la lengua.
Yoongi paró un taxi, el cual se detuvo cerca, abrió la puerta y le indicó a Jimin que entrara, dijo la dirección de la casa de sus padres después de un rápido saludo y se relajó en el asiento, miró de reojo como Jimin observaba por la ventana emocionado, todo lo que había a su alrededor lo miraba como si se tratara de algo increíble. Después de viajar tanto, Yoongi había perdido ese efecto sorpresa cuando llegaba a algún lugar, por lo que ver la emoción de Jimin, de alguna manera le dio ternura.
-Estamos por llegar-dijo cansado, sus parpados estaban pesándole demasiado.
El menor observó que entraban a vecindario lindo, las casas eran similares entre sí, variaban en colores y decoraciones, todo era muy diferente a lo que estaba acostumbrado, aparcaron frente a una casa de dos pisos, blanca con detalles en madera oscura, Yoongi pagó antes de bajar, cuando lo hizo sostuvo la puerta esperando que Jimin hiciera lo mismo. Estaba nervioso, hasta ese momento era cuando se había dado cuenta realmente lo lejos que estaba de su hogar, rogaba al cielo que todo saliera bien, se pegó a la espalda de Yoongi, quien caminaba letárgico a la puerta, antes de que pudieran llegar, esta se abrió dejando ver a un chico joven, de cabello negro quien les sonrió.
-¡Hyung! -dijo acercándose a Yoongi, para darle un abrazo rápido-. Debiste decirnos que habías llegado para haber ido por ti.
-No lo pensé-bostezo-. Taemin, él es Jimin-se hizo a un lado para mostrar al chico que iba con él.
Taemin levantó una ceja confundido, al principio pensó que era alguna pareja de su hyung, pero lucía mucho menor y su hyung jamás había mostrado interés por los hombres, así que desecho la idea por completo, tal vez era sólo un amigo.
-Hola, soy Taemin, primo de Yoongi Hyung-saludó con una sonrisa amable.
-Soy Jimin-respondió con timidez.
-Vamos, tengo sueño-dijo Yoongi con una mueca adentrándose a la casa, esperaba el bullicio, estaba acostumbrado a eso, pero Jimin no, por eso cuando escuchó los gritos de una mujer que se acercaba a Yoongi con los brazos abiertos, no supo cómo reaccionar.
No se veía molesta, o con intenciones maliciosas, al contrario, abrazó con fuerza Yoongi, mientras le reprochaba el no haberle llamado constantemente, este bufaba, pero sus ojos habían adquirido un semblante mucho más ameno, se veía feliz, apareció también un hombre, Jimin retrocedió un paso incómodo, este a diferencia de su padre, estaba sonriendo, limpiaba sus manos con un trapo rojo, que dejó de lado para palmear la espalda de Yoongi.
-Es bueno tenerte de vuelta hijo, tú madre ha estado desesperada por que no llamaste-dijo con voz calmada.
-¡Yesung no digas eso! -reprochó la mujer.
-Es verdad mujer-rio por lo bajo, antes de que su vista se posara en Jimin quien se encogió en su lugar, quería salir de ahí y buscar a Namjoon-. Veo que traes compañía ¿Quién es él?
La mujer soltó a Yoongi al tiempo que lo miraba con una ceja alzada, antes de posar los ojos en Jimin. -¡Oh, pero mira mis modales! -se acercó a él con una sonrisa-. Soy Min Sunmi, madre de Yoongi y él es Min Yesung, su padre. ¿Eres algún amigo? Yoongi nunca trae a nadie a casa.
-Él es Jimin, mamá-dijo acercándose a Jimin, lo tomó del codo para evitar que siguiera retrocediendo-. Es un chico que conocí en Busan, me ha ayudado, no tiene a nadie así que lo invité a viajar conmigo.
-Se ve pequeño-dijo ella con una ceja alzada.
-Es de esos que tienen rostro de bebé, tiene dieciocho años ¿Verdad Jimin?
-Oh...sí, tengo dieciocho-al darse cuenta que le estaban presentando, hizo una reverencia-. Es un placer conocerlos, soy Park Jimin.
-Es encantador-respondió Sunmi con una cálida sonrisa-. Deben estar cansados y hambrientos, vengan, serviré la comida ahora, después pueden descansar, pero no tengo lista la habitación de invitados.
-Está bien mamá, Jimin puede quedarse en mi habitación, sólo lleva la colchoneta, mientras preparas la habitación de huéspedes.
-Excelente, Taemin puede hacer eso mientras yo les sirvo la comida, siéntate con ellos cariño-le dijo a su esposo-. Ah, pero falta algo importante-dio un golpe a Yoongi en la cabeza-. ¿Cómo es que llegas y ni siquiera preguntas por tu hijo? Estaba regando las flores, le llamaré.
Yoongi suspiró. -¿A dado algún problema? -preguntó a su padre, quien rio negando.
-Sabes bien que no, ese niño es más tranquilo que nada-suspiró-. Casi sale del preescolar y entra a primaría, su clausura es en diciembre, para que tomes tus vacaciones desde los primeros días del mes.
Asintió con seriedad. -Me quedaré sólo una semana, después viajamos a Seoul, creo que me quedaré en la empresa que esta allá, regresaré hasta diciembre, por favor mándame un mensaje con el día de su clausura para tener todo preparado.
-Perfecto-respondió antes de mirar a Jimin-. ¿Dónde se conocieron?
-En Busan-dijo Jimin con una ligera sonrisa-. Trabajaba en la estación de servicio, perdí mi empleo y Yoongi me ofreció venir con él para despejarme, soy su ayudante.
-Oh, eso es bueno, no te preocupes, encontrarás otro empleo, supongo que a tu familia no le importa que estés lejos del hogar.
-Sólo tengo a mi hermano, pero él está de acuerdo con todo-sonrió ligeramente.
Yoongi levantó una ceja por lo convincente que se escuchaba al hablar, se preguntaba cómo es que había aprendido a mentir tan bien, aunque tomando en cuenta su vida, no le sorprendía. Escucharon las pisadas y se volvieron al pasillo, en donde encontraron a un niño que entraba corriendo.
Jimin le observó fijamente, era pelinegro, pálido, de ojos pequeños, parecía ser realmente lindo, pudo encontrar algunas similitudes con Yoongi, no era mucho, pero estaban ahí. El niño se acercó a la mesa e hizo una reverencia.
-Hola hyung-dijo antes de sonreír.
Su sonrisa era tierna y hermosa, Jimin sonrió sólo de verlo sonreír. -Muy lindo-susurró para sí mismo.
-Es bueno verte Sunoo-dijo con voz apacible, dando una sonrisa al niño.
-No es hyung, es papá-corrigió Sunmi, el pequeño la miró antes de encogerse de hombros-. ¿Saludaste al amigo de papá?
El niño que no se había dado cuenta de su presencia, le miró con amabilidad. -Hola, soy Min Sunoo.
-Yo soy Park Jimin-respondió de la misma manera, Jimin adoraba a los niños, siempre tuvo el interés de tomar una carrera que estuviera relacionada a ellos.
-Serviré para que coman y descansen, Yoongi parece que caerá dormido en cualquier momento.
Sunoo tomó asiento al lado de Jimin, alejado de Yoongi, eso no le pareció extraño por lo que el mayor le habí dicho sobre su relación con su hijo, a quien casi no veía, la comida fue servida, Jimin abrió los ojos sorprendido, porque jamás había tenido en frente esa cantidad de comida casera que olía delicioso, boqueo incapaz de decir algo, estaba tan hambriento que tuvo nauseas.
-Come-dijo Yoongi mirándolo de soslayo. Cosa que no pasó desapercibida por su madre.
-¿Hay algo que no te gusta Jimin? -preguntó Sunmi con una sonrisa amble.
-Ammm no lo sé-susurró mirando a la mujer-. Yo...es que....nunca había comido esto...mi...mi...mi hermano y yo...comemos....sándwiches y ramen...a veces kimchi porque la señora Kang nos lo regalaba...pero...lo siento.
En la mesa lo observaron confundidos, sobre todo Yoongi quien hizo una mueca. -Jimin vivía en situación complicada.
-Oh entiendo-dijo con una mirada compasiva que Jimin odio, aborrecía ver como las personas le observaban con lástima.
-Esto sabe rico-Sunoo llamó su atención señalando el arroz-. Lo demás demasiado condimentado, pero eres grande, te gustará.
Jimin le sonrió. -Gracias.
-Si quieres más, no dudes en decirme-dijo la señora Min antes de sentarse para comer con los demás.
Yoongi se enfrascó en una conversación con su padre a la que poco interés le puso, después de eso Jimin comenzó a comer, era delicioso, estaba seguro de que no había comido nada tan rico, cuando su vecina le alimentaba, normalmente no eran cosas tan elaboradas, pero que sabían bien, sin embargo, todo aquello parecía tener un sabor diferente, en su interior sintió una punzada de dolor, porque quería que Namjoon fuese capaz de comer cosas como esas.
Cuando terminaron de comer, los llevaron por un pasillo hasta una de las habitaciones del fondo, Yoongi agradeció a su primo antes de entrar, era la recamara de cualquier adolescente de los noventa, había posters de cantantes y bandas en las paredes, muebles negros, llenos de estampas con logos extraños, una cama cómoda y una colchoneta cerca de esta.
-Es bonito-dijo con una media sonrisa.
-Siempre digo que necesito remodelar, pero nunca tengo el tiempo para hacerlo-suspiró-. Duerme, necesitamos descansar.
Bostezando fue a su cama, se sentó y se estiro, para después dejarse caer y voltearse a la pared. Jimin asintió y se acostó en la colchoneta, cuando cerró los ojos, no espero que el sueño llegara tan rápido.
Despertó cansado, era una de esas situaciones donde el sueño no le había dado descanso, no le había dicho a Yoongi que los golpes no estaban en su rostro, sino en su cuerpo, su padre era demasiado inteligente para golpearlos en la cara cuando tenía un espacio donde podía hacer un mayor daño.
Se sentó en la colchoneta, por la ventana pudo ver la oscuridad, era de noche, al mirar atrás se dio cuenta de que estaba solo, frunció el ceño y se levantó rápidamente, sintiendo un ligero mareo, se encaminó a la puerta y la abrió, el pasillo estaba en completa soledad, por lo que caminó despacio, ayudaba el no llevar zapatos, fue sigiloso, era experto en serlo. Así hasta que llegó a la sala, se quedó en la pared oculto mientras escuchaba.
-Yoongi si estás en problemas tienes que decírmelo.
-No padre, y no, no embarace a Jimin-escuchó que decía con fastidio aunque no podía ver su rostro para comprobarlo.
-Es menor de edad, me dices que su padre es un alcohólico agresivo, tiene golpes en la cara y posiblemente en el cuerpo, este casi mata a su hermano ¿Y lo trajiste aquí? Puedes tener muchos problemas.
-No, es por eso que le pedí a Taemin el número de Heechul, no creo que su padre lo busque, este posiblemente piensa que mato al otro chico, Jimin ni siquiera sabía que estaba vivo hasta que no llamó, sé que están preocupados, pero no lo dejaré a la deriva.
-En unos días cumple los dieciocho-dijo otra voz que no reconoció-. Podemos hacer que el hermano firme, este es mayor de edad, podemos tener evidencia del abuso, pero Yoongi, si el padre regresa y hace una denuncia, podrías ir a la cárcel.
-¿Y si el chico dice que él escapo por sus propios medios? -preguntó la mujer con voz pesarosa.
-Jimin jamás diría que yo le he hecho daño.
-No lo conoces hijo, sí se ve un chico bueno, pero en verdad no sabemos cómo puede reaccionar.
-Jimin no hará eso-insistió Yoongi-. Le dije a su hermano que iba a convencerlo de que volviera, ese es el plan.
-Sería lo mejor-asintió su padre.
Jimin sintió ganas de llorar, sus manos temblaban, no podía permitir que Yoongi le regresará.
-No, tampoco podemos hacer que ese chico regrese a ese lugar si lo han lastimado-dijo Sunmi con una mueca de dolor-. Debe haber una manera, tal vez si lo dejamos así, si Jimin dice que su hermano no hablará, podemos confiar en eso, y si aparece el padre, ambos pueden declarar el infierno en el que vivían, podremos decir que encontramos a Jimin después, no que Yoongi lo trajo.
-Pero eso significaría que Yoongi no puede estar paseando por el país con él-intervino la voz desconocida.
-No lo voy a abandonar a su suerte-negó Yoongi.
Jimin estaba a punto de salir de su escondite, pero una pequeña mano le detuvo, sorprendido se volvió hacía el niño que con el dedo sobre sus labios le hizo señas de que debía de estar en silencio. Se agachó a su altura.
-¿Qué haces aquí? -preguntó en voz baja.
-Ellos no dejarán que te vayas, estarás bien-dijo con una sonrisa, llevó su manita a su mejilla, cerca de la herida en su labio-. ¿Te duele mucho?
-No-negó Jimin con una opresión en el pecho, mirar los ojos de ese niño le estaba haciendo experimentar un dolor inmenso, porque se reflejó en él.
-Que se quede aquí-la voz del padre de Yoongi llamó nuevamente su atención-. Es más seguro para él y para ti.
-No lo sé-suspiró-. Él no los conoce.
-Sabes que nunca haríamos nada para lastimarlo-dijo su madre con seriedad-. Lo único que queremos es ayudarlo y ayudarte también a ti, podemos inscribirlo en la escuela donde trabajo, la directora lo aceptará sin necesidad de tanto alboroto.
-Tendré que hablar con él...-bufó-. Esperemos lo mejor.
Escuchó pasos, Sunoo salió corriendo, Jimin le miró confundido, no fue hasta que fijó la vista a un lado donde vio a Yoongi mirándolo con una ceja alzada.
-Creo que no habrá mucho que explicar-rio por lo bajo.
-Ups-sonrió con disculpa.
Jimin no estaba seguro de qué sería de su vida a partir de ese momento, tenía miedo y se sentía desprotegido, porque pensaba que nadie podía ayudarlo sin recibir algo a cambio, sin embargo, al mirar los ojos amables de Yoongi tuvo una ligera esperanza ¿Podría ayudarlo?
Mucho tiempo después 🖤
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