04
Namjoon estaba sonriendo mientras escuchaba las historias de su profesor sobre el pequeño Hoseok, desde el día donde estuvo en su casa, comenzó a ser su ayudante, le echaba una mano con las revisiones de los trabajo o los pendientes que tenía, estaba bien, porque así tenía algo que hacer en los recesos y tiempos libres.
El profesor Kim, no era muy cercano a los otros profesores, sólo con el profesor ChanYeol que estaba en un congreso, así que sin problema alguno podían estar en su oficina en los descansos. Nadie veía mal aquello, porque era normal que los profesores tomaran bajo tutela a un estudiante para que les ayudara, claro que nadie pensaría que SeokJin tomaría a Namjoon, quien a los ojos de los otros estudiantes carecía por completo de carisma.
—Traje esto—dijo parando de reír, saco una caja de obento, los separó sobre el escritorio, dejando ver comida deliciosa que hizo que el estómago de Namjoon rugiera—. Hoy tuve tiempo de cocinar.
—Vaya...hyung...se ve delicioso—dijo observándolo con ojos brillantes.
—Entonces come—sonrió satisfecho.
SeokJin había observado a Namjoon desde que entró en el instituto, porque le parecía un chico brillante, sus notas eran perfectas, pero eso no fue lo que llamó su atención, eran los ojos vacíos de Namjoon lo que le hizo fijarse en él. Parecía apartado de todos, no hacia trabajos en equipo, no hablaba con nadie, no respondía preguntas en clase, a pesar de saber la respuesta, su aspecto era descuidado en la calidad de sus ropas o zapatos, pero al mismo tiempo limpio, sin embargo, lo que más llamó su atención fue el hecho de que en ocasiones llegara a la escuela con golpes, muchos pensaban que estaba dentro de una pandilla o que se metía en problemas a propósito, pero él no lo creía así, sentía que era algo mucho más profundo que eso.
Los días que habían pasado juntos, se dio cuenta que Namjoon era demasiado delgado, sus labios siempre estaban blanquecinos debido al hambre y no llevaba dinero, se iba caminado a casa y del único que hablaba era de su hermano menor.
Algo no cuadraba, todos en los alrededores sabían que la madre de Namjoon había muerto cuando este era apenas un niño, y que su padre cuidaba de ellos, aunque eso se ponía en duda, por la mala fama que tenía el señor Kim, todos lo conocían por ser un ebrio que apostaba, quedando mal en los empleos y siendo agresivo con quien se pusiera en su camino. SeokJin se preguntaba ¿Y si el padre de Namjoon es el que ocasiona esos golpes? Le preocupaba demasiado, pero ¿Por qué?
—Es delicioso hyung, usted debería ser chef profesional, ahhhh envidio al pequeño Hobi y a bebé Tae por poder comer esto todos los días.
Esa era su respuesta, Namjoon era un ser humano maravilloso, un chico que a pesar de todo salía adelante y que era amable y educado, que tenía esa esperanza de seguir saliendo adelante, eso era digno de aplaudirse, porque sencillo sería irse por el mal camino y dejar de intentar nadar en contra de sus problemas, le admiraba, un chico tan joven era más maduro que muchos hombres adultos que conocía.
—Me alegra que te guste, amo cocinar, pero a veces no puedo hacerlo por las mañanas, pero ahora creo que lo haré más seguido.
Namjoon no comprendió sus palabras, pero sonrió. —Hyung es increíble, hace muchas cosas y se esfuerza demasiado, eso es admirable. Ser padre soltero no debe ser fácil, pero usted cuida con cariño y devocion a sus hijos, eso es algo que debe ser reconocido.
—Creo que eres el único que piensa eso Namjoon-ah—sonrió ladino, con una nota de melancolía en la voz.
—Creo que mientras usted sepa esto y sus hijos lo comprueben es lo único que importa, lo que los demás puedan decir no interesa, lo hace increíble hyung, no muchos padres hacen lo que usted.
—¿Lo dices por tu padre? Casi nunca hablas de él—preguntó cauteloso, porque no quería ofenderlo o hacerlo sentir incómodo.
Namjoon hizo una mueca. —Papá...bueno, él es algo diferente, muy duro, realmente no tenemos una buena relación.
—No quiero que tomes esto como un atrevimiento de mi parte, pero estoy preocupado, Namjoonie ¿Tú padre les ha hecho algún tipo de daño?
Namjoon dudo por unos momentos, estaba tan agotado, que quería llorar frente a su hyung y decirle todo, pero no podía, tenía miedo de que alguien interviniera y se llevaran a su hermanito que era menor de edad, no lo soportaría, por lo que con una sonrisa falsa negó.
—No hyung, papá es duro, pero nunca nos ha puesto una mano encima.
—Si algo así sucede, puedes decirme Namjoon ¿Está bien?
SeokJin no creía lo que Namjoon le decía, sus ojos le gritaban un lamento que le era difícil dejar pasar, pero aunque quiera ayudarlo, no podía obligarlo a hablar.
—Claro profesor Kim, no tienen de qué preocuparse—asintió con la cabeza.
—Bueno, sigamos trabajando—dijo tomando una de las carpetas—. Namjoon ¿Has elegido la universidad a la que aplicarás?
Namjoon no levantó la vista de los papeles que tenía en las manos, consciente de la mirada del profesor, se encogió de hombros.
—Aún no estoy seguro—dijo con seriedad—. Pero supongo que debería de tomar una decisión ya ¿No?
—Apenas inicia tu último año, tienes tiempo, pero sí, entre más rápido elijas es mucho mejor ¿Hay alguna carrera que te interese?
—En realidad no lo sé—rio por lo bajo—. Siempre me llamó la atención la veterinaria o ser abogado, pero...supongo que no sé.
—Cualquier cosa que elijas sé que harás un gran trabajo, tus notas son excelentes—suspiró, creía que Namjoon necesitaba mucho apoyo y él quería dárselo—. Esta tarde tendré que buscar cosas para Hobi.
—¿Qué tipo de cosas? —preguntó curioso.
—Materiales para su clase de arte—suspiró masajeando el puente de su nariz con los dedos—. Sabes, a veces es realmente difícil, hacer todo al mismo tiempo, si no fuera por Baek mi hermano que me ayuda a cuidarlos algunos días por las tardes, estaría frito.
—Creo que necesita un poco de descanso hyung, le ayudaré a terminar estos papeles, así irá a casa lo que resta de semana y podrá descansar.
SeokJin le sonrió. —Namjoonie eres increíble, terminemos esto y a cambio el fin de semana te invitaremos algo rico de comer ¿Te gustaría?
—No tiene que hacerlo hyung, pero me encantaría—le sonrió de una forma tan dulce que SeokJin sintió su corazón cálido.
El día transcurrió en eso, platicas amenas sobre cosas cotidianas, SeokJin realmente disfrutaba la compañía del menor, eso le daba una idea clara de que sus conjeturas eran ciertas, todo el mundo había juzgado muy mal a ese chico.
Al final del día lo llevó a su casa, en su pecho una extraña opresión se instauró, aparcó en la acera y le sonrió.
—Descansa Namjoon, nos vemos mañana ¿Está bien?
—Claro hyung, por favor, descanse algo, me saluda a los niños—se despidió no sin antes mirarlo con agradecimiento.
SeokJin asintió, tragando aquel extraño presentimiento, sintió que estaba exagerando las cosas y volvió a su casa, para estar cerca de sus pequeños.
Eran las doce cuando escucho los golpes en la puerta, se levantó a regañadientes, caminó por el pasillo en pijama, rogando que sus hijos no se despertaran, al llegar a la puerta se petrificó, sentía que algo estaba mal.
Al abrirla sus ojos se agradaron y su cuerpo sufrió un escalofrío de temor. —¡Namjoon!
En breve otro 💜
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