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02

Capítulo dedicado a Mi Min: AdoraDevonne 

—Señor Kim, ha faltado tres días a la escuela, por lo menos podría poner atención, el examen se acerca.

Namjoon desvió la mirada de la ventana para ver al profesor Choi, quien le observaba con molestia, hizo una reverencia con la cabeza como disculpa antes de mirar atento su libro. No era su culpa haber faltado tres días a la escuela, sino de su padre, quien literalmente les había quitado las llaves y los dejo encerrados en la casa, cuando le preguntaron la razón, él no respondió, Jimin y él estaban asustados por el comportamiento de su padre, pero aprovecharon para hacer limpieza en casa.

Sabía que se había perdido cosas importantes, intento mandar la tarea, pero no contaba con internet, así que desechó la idea, ahora tenía que ir con todos sus profesores a pedir prórroga, sólo había algo que realmente le preocupaba, el informe de sociales.

Así que terminando su clase de matemáticas—en donde el profesor Choi, a pesar de ser muy estricto, le aceptó la tarea—, salió en busca del profesor Kim, ese día no tenía clases con él, por lo que tenía que buscarlo.

Este tenía una pequeña oficina en la sala de profesores, ya que era uno de los profesores de tiempo completo, tocó la puerta esperando, se encontraba nervioso y cohibido por lo que hacía, él intentaba ser una persona muy responsable, así que, tener esa falta le molestaba mucho. No pasó mucho tiempo para que escuchara a alguien acercarse desde dentro para abrir, a ese punto, sus manos ya sudaban debido al nerviosismos, en su mente repetía lo que diría y la forma en la que rogaría, aunque sabía que con el profesor Kim no era necesario.

La puerta se abrió, dejando ver al profesor, estaba diferente de otras veces, llevaba un suéter caqui, lentes de pasta delgada y el cabello completamente despeinado, lo cual era extraño de presenciar, porque el profesor SeokJin siempre vestía y peinaba a la perfección, debajo de sus ojos nuevamente estaban esas ojeras, se veía cansado y enfermo.

—Namjoon-ah—dijo con una enorme sonrisa a pesar de su aspecto—. Pasa.

Se hizo a un lado para dejarlo pasar, Namjoon lo hizo después de inclinarse como saludo. —Buenos días profesor.

—Siéntate—indicó el asiento frente al escritorio—. Perdona el desastre.

El escritorio era un completo desastre, tal y como lo había dicho, estaba lleno de carpetas y papeles, le dio ansiedad verlo todo tan desorganizado, pero no dijo nada.

—Lamento molestarlo profesor Kim, debe estar muy ocupado—señaló apenado.

—Está bien, planeaba tomar un pequeño descanso, lamentablemente, es puro trabajo acumulado—bufó—. Supongo que vienes a hablar de tu falta a mi clase.

—Sí—asintió mordiendo su labio inferior—. Sé que no es justificación, pero mi hermano menor se ha enfermado y debí cuidar de él, mientras papá trabajaba.

El semblante de Jin cambio, se volvió más dulce. —Comprendo, ¿Es pequeño?

—No, tiene diecisiete años, pero sigue siendo un bebé, en dos semanas cumple los diecisiete—sonrió al hablar de su hermanito, Jimin siempre cambiaba su humor.

—Está bien Namjoon-ah—le dijo con amabilidad—. ¿Tienes el informe?

—De...de eso quería hablarle—aclaró su garganta—. No es ninguna excusa, pero, no lo hice—confesó dejando sorprendido a su profesor quien le miró con una ceja alzada—. No tengo computador o internet en casa, amm, cuando tengo trabajo uso las computadoras de la escuela, pero como no vine, no pude hacerlo, sé que es mucho pedir, pero ¿Podría darme hasta el viernes para entregarlo?

—Namjoon—dijo con tristeza, apenado por la historia de su alumno—. Yo tengo que entregar las calificaciones a más tardar mañana por la noche—suspiró.

Namjoon sintió náuseas y ganas de llorar, asintió apretando la mandíbula. —Entiendo.

SeokJin era demasiado observador, pudo notar casi de inmediato el semblante cabizbajo y sus ganas contenidas de llorar, no pudo soportarlo, porque su corazón era demasiado grande como para ver a alguien con las dificultades de Namjoon sufrir, por algo que no estaba en sus manos.

—Mira, es imposible que me des el trabajo, pero puedo ayudarte—dijo con una sonrisa llamando la atención del chico quien le miró con esperanza—. Como te dije, para mañana tengo que tener todo revisado y me he atrasado mucho, así que necesito ayuda, no es ético que lo pida, pero si me ayudas a hacer esto yo puedo ponerte un ocho este periodo, pero tienes que prometerme que pasaras el examen final con una buena calificación.

Los ojos de Namjoon se agrandaron llenos de agradecimiento. —Claro profesor, yo lo ayudaré y le prometo que sacaré una buena calificación.

—Bien—suspiró—. Entonces tenemos un trato.

—Lo tenemos—asintió—. ¿Empezaremos hoy después de las clases?

SeokJin hizo una mueca. —Hoy me es imposible Namjoon-ah, pero mañana después de clases estaría bien.

—Pero profesor, mañana es día festivo, no tenemos que venir a la escuela—señaló con una ligera mueca.

La boca de SeokJin se abrió y casi suelta una maldición de no ser porque Namjoon estaba presente. —Ah, esto complica todo.

—Podemos vernos en la mañana, en un lugar y hacer las revisiones profesor—propuso con una sonrisa comprensiva.

—Me parece bien—asintió quitándose los lentes para tallar sus ojos cansado—. Mira, mi casa queda muy cerca de la escuela, te daré la dirección y nos vemos ahí a las nueve ¿Te parece bien la hora o es muy temprano?

—No, es buena hora profesor—Namjoon no se iba a poner exigente si el profesor le estaba ayudando—. Yo estaré ahí.

SeokJin sonrió con ternura ante el entusiasmo del chico, dudaba de lo que estaba haciendo, pero al verlo feliz, sintió que estaba en lo correcto, sacó una nota y apunto su dirección y teléfono.

—Mira, toma, si tienes algún problema puedes avisarme a ese número—le entregó la nota.

—Estaré ahí—prometió tomando la nota—. Muchas gracias—dijo mirándolo fijamente con sumo agradecimiento, él no podía perder la beca, no podía reprobar.

—No agradezcas Namjoon, estamos ayudándonos mutuamente, así que tranquilo, está bien.

Al ver los ojos brillantes de su profesor, Namjoon creyó en sus palabras, tal vez, todo estaría bien, al menos un día.

















Al día siguiente, Namjoon estaba a calles de distancia de la casa del profesor, estaba entusiasmado, esa mañana, nadie podía arrebatarle su buen humor, ni Jimin haciendo berrinche porque quería dormir más de la cuenta o su padre regañándolos porque la ropa no estaba seca, como si ellos controlaran el clima, nada de eso le molestó.

Llegó a un complejo de departamentos, era lindo, uno de esos lugares que veía en las revistas o en televisión, se sintió fuera de lugar, tragó en seco y se acercó a la puerta, ahí había una serie de timbres, según la nota tenía que tocar el del departamento doce, lo hizo y espero nervioso, un sonido chirriante se escuchó antes de que se abriera la puerta, entró con curiosidad, dentro estaban los buzones, el elevador y las escaleras, decidió ir por las escaleras al segundo piso, porque quería seguir mirando alrededor.

Era un lindo lugar, se imaginaba algún día viviendo en un lugar similar, al lado de su hermano, en ningún momento pensó en su padre, porque su plan era alejarse de él, estar cerca le estaba haciendo daño.

El pasillo era amplio y largo, llegó al departamento número doce y tocó el timbre, sus manos estaban sudando, por lo que las limpio en su pantalón, tragó en seco cuando la puerta fue abierta, ahí se encontraba el profesor Kim, iba muy diferente a lo acostumbrado, llevaba unos pantaloncillos de mezclilla clara, reemplazando los de vestir que siempre portaba, una polera blanca ancha y el cabello ligeramente despeinado, le recibió con una sonrisa.

—Hala Namjoon-ah, por favor pasa, ¿Tuviste problemas para llegar?

—No profesor Kim, ninguno—respondió casi de inmediato.

—Me alegro, por favor no me llames profesor, puedes decirme Hyung solamente—espero a que se quitara los zapatos para pasar por el pequeño pasillo hasta el recibidor.

—Está bien hyung—dijo avergonzado.

Namjoon miraba alrededor con asombro, el lugar era acogedor, limpio, olía muy bien, estaba decorado con colores claros haciéndolo ver muy iluminado, pasaron a la sala, unos sillones negros que hacían un buen contraste con lo demás.

—Tiene un departamento muy bonito hyung—señaló asombrado por lo hermoso que era.

—Sólo está así porque he ordenado un poco, pero en menos de una hora esto estará lleno de cosas—rio por lo bajo.

Namjoon no comprendió a qué se refería, pero sonrió de igual manera. —¿Debemos empezar?

—Claro, entre más rápido iniciemos es mejor ¿Quieres algo de tomar?

—Agua está bien.

—Siéntate en la sala, ya vuelvo—señaló los sillones.

Haciendo caso a la indicación de su hyung, se sentó en uno de los sillones grandes, era muy cómodo para su sorpresa, estando ahí pudo fisgonear con mayor detalle, todo parecía ser normal, un departamento de soltero, pero había ciertas cosas que le llamaban la atención, una de ellas era que en un rincón de la sala había un tapete de rompecabezas de colores infantil, sobre este algunos juguetes, se preguntaba si su hyung tenía un perro o gato, tal vez era una de esas personas que cuidaban a sus mascotas como si fuesen hijos.

Su atención y pensamientos fueron interrumpidos por un sonido extraño, entrecerró los ojos al reconocer la risa de un infante, miró alrededor, se puso de pie confundido, se le ocurrió mirar detrás del sillón donde una cabellera castaña se asomó, de la sorpresa dio un paso hacia atrás, pisando algo, el alarido, seguido del llanto no se hicieron esperar, Namjoon se dio la vuelta para ver a un pequeño niño castaño gateando, le había pisado la manita, se asustó tanto que se agacho de inmediato viendo al pequeño.

—Perdón, perdón, en verdad lo siento, deja de llorar lindo—dijo al pequeño que sólo aumentó el llanto.

Seokjin salió corriendo llegando a la sala en tiempo record, vio la escena consternado, antes de tomar a su bebé en brazos, otros pasos se escucharon, un niño más grande corrió hacía Jin.

—¡Papi ese señor piso a TaeTae! —le miró con el ceño fruncido, enojado por haber lastimado a su hermanito.

—¡Fue un accidente! No lo vi y me asusté cuando vi al niño detrás del sillón, lo siento mucho—hizo una reverencia realmente apenado.

SeokJin abrazó al bebé para calmarlo, le acarició la manita hasta que su llanto se convirtió en hipidos. —Kim Hoseok, ¿Estabas detrás de Namjoon para asustarlo? —preguntó con una ceja alzada.

El pequeño hizo un pucherito y dio un pasito hacía atrás, negó desviando la mirada de su papá, SeokJin suspiró antes de mirar a Namjoon, —Lo siento, tiene la manía de asustar a la gente.

—No, yo lo siento, de verdad ¿Está bien? —dijo refiriéndose al bebé.

—TaeTae está bien—besó la mejilla de su hijo—. Siéntate.

Namjoon se sentó lentamente en el sillón, con cuidado, no vaya a ser que otro niño saliera de la nada. —¿Son sus hijos?

—Si—asintió con una sonrisa encantadora, una que Namjoon aseguraba nunca olvidaría.

—Él es Kim Hoseok—dijo mirando a su hijo mayor quien observaba la televisión, pensando en si debía prenderla o no—. Tiene cinco, y este travieso escurridizo, es Kim Taehyung, tiene dos recién cumplidos.

Namjoon sonrió. —Son muy lindos.

—Lo son, como también son un dolor de cabeza, perdón, se supone que estaban en su cuarto coloreando.

—Está bien—se acercó a Tae quien le miraba con el pulgar en la boca—. Lo siento amiguito.

Tae se escondió en el cuello de su padre ignorando al desconocido. —Es muy receloso, orgulloso y celoso, no deja que nadie se me acerque, Hobi amor no le subas el volumen a la televisión, vela bajito.

—Si papi—dijo sentado en el piso.

—Es por ellos, que no he podido terminar—suspiró—. Se supone que mi hermano viene a ayudarme a cuidarlos por la tarde, pero está en exámenes finales de la universidad.

—Debe ser muy difícil—dijo con la interrogante de dónde estaba el padre de los pequeños.

—Amo ser padre, pero es horrible ser padre soltero—bufó—. Bien Nam, vamos a estar con estos mocosos, espero no te moleste.

—No—negó de inmediato—. Claro que no.

Si antes Namjoon admiraba a su profesor Kim SeokJin, ahora lo idolatraba, era increíble cómo era tan buen profesor y aparte cuidar de dos pequeños, se veía joven, una persona que no pasaba de los veintiocho años, claro que él no sabía su edad y no la iba a preguntar.

—Empecemos entonces—dijo dejando en el sueño al pequeño Tae quien gateo hacía su hermanito—. Son tranquilos, a veces—abrió los ojos y suspiro.

Con las indicaciones del profesor, comenzó a revisar los trabajos de sus compañeros, algunos eran realmente buenos, mientras que otros daban pena, de vez en cuando reía por los comentarios de su profesor, quien bromeaba con ponerles a sus compañeros orejas de burros, por no acatar hasta las indicaciones más sencillas, también hablaron de la forma correcta de hacer un trabajo y de algunas guerras, su profesor era muy inteligente.

Los pequeños eran tranquilos, sólo una vez Tae lloró y fue porque Hobi le quito una paleta, sabía que el pequeño hablaba porque se acercaba a SeokJin a decirle cosas en la oreja, el profesor le dijo que era muy tímido con las personas que acababa de conocer, pero que cuando agarraba confianza era un empalagoso parlanchín.

A Namjoon le agradaban los niños, así que cuando Hoseok se acercó a ver que estaban haciendo, respondió sus preguntas con amabilidad, tanto que el pequeño se quedó sentado a su lado observando cómo Namjoon marcaba algunos errores ortográficos con marcador rojo.

—Sólo estás haciendo bolitas en las letras—rio llamando la atención de Tae quien se acercó para ver. Namjoon le mostró la hoja haciendo que sus ojitos marrones se fijaran en él.

—Traeré algunos aperitivos—bostezo SeokJin.

—Está bien—asintió con una sonrisa.

Fue así que se quedó solo con los niños, quienes le observaban esperando que dijera algo. —¿Les gusta la escuela?

—A mí sí, pero a Tae no le gusta la guardería, porque llora cada vez que lo dejan, es un bebé.

—No—dijo el pequeño de dos años frunciendo el ceño.

—Él dice que no, pero la realidad es que sí—se encogió de hombros haciendo reír a Namjoon.

—A veces la escuela es difícil, pero está bien, haces amigos ¿Tienen amigos?

Tae no sabía a qué se refería por lo que se limitó a jugar con un lápiz, siendo supervisado por Namjoon, Hobi asintió frenético.

—Tengo estos amigos—dijo abriendo su manita completa.

—¿Cinco? Wooow esos son muchos amigos.

—Sí, siempre jugamos en el recreo a la pelota ¿Tú sabes jugar a la pelota?

—Sí, me enseñó mi papá—asintió con un poco de nostalgia.

—Yo no tengo papá, así que me enseñó mi tío Baekie—rio como si lo que hubiese dicho no fuera algo triste.

—¿Y tú papi o mami? —le preguntó curioso.

—Ah...mi mamá, bueno, no tengo—dijo con tristeza en la voz.

Seokjin quien había escuchado todo, sintió una punzada en el pecho, se acercó dejando la bandeja con pequeños sándwiches y bebidas, en la mesa.

—Toma algo Hobi, tú también Namjoon—dijo mientras del daba el vaso entrenador a Tae con su leche—. Lamento la imprudencia de Hobi, a veces no sabe cuándo parar, es demasiado preguntón e hiperactivo.

—No pasa nada hyung, son unos niños muy lindos.

—Lo dices sólo porque soy tu profesor—le dijo en tono de burla.

—No—negó de inmediato—. Lo digo de verdad, son muy lindos e inteligentes.

—Espera que los veas hacer berrinches—rio por lo bajo.

Namjoon le acompañó en la risa, aquella tarde se divirtió tanto con su hyung y los niños, que cuando se despidió de ellos sintió un poco de pena.

—Nos vemos mañana en la escuela Namjoon, gracias por tu ayuda.

—Le ayudaré las veces que pida hyung—dijo con una sonrisa.

—Puede que te tome la palabra—asintió—. Niños digan adiós.

—Adiós Namjoonie—se despidió Hobi agitando su manita.

—Bye bye—dijo Tae quien estaba en brazos de su padre.

—Adiós—sonrió despidiéndose con la mano.

Camino a su casa la sonrisa que tenía no pudo ser borrada, hasta que entro a esta y descubrió a su padre besando a una mujer en el sillón, hizo una cara de asco por el olor a alcohol y cigarrillo.

—¿Y Jimin? —preguntó con cautela.

—No sé y no me interesa, la mierdita dos no estaba cuando legue, vete a tu recamara.

Namjoon asintió, cuando pasó al lado de ellos, escucho a la mujer preguntar quién era él, a lo que su padre respondió un frío y seco "Nadie". En su cuarto se acostó en la cama y cerró los ojos, no se preocupaba mucho por Jimin, este solía desaparecer las tardes con su amigo JeongHan, se puso los audífonos para escuchar música de su mp3 y al poco tiempo se quedó dormido, pensando en la linda tarde que pasó con su profesor y los dos angelitos que tenía como hijos. Fue una tarde hermosa y eso nadie se lo quitaría, ni siquiera el ebrio de su padre. 

¿Qué les pareció?

Espero que les haya gustado, los quiero mucho 💜

💜🦆💜

Husjd💜

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