[Dedicado a AythorDarko]

-Hija, siempre te amaré- así le dijo su padre, el general Ross, antes de irse del cuartel donde yacían para irse a por Thanos. Fue la primera vez que desobedeció las normas del ejército, la primera vez que vio hacer algo que no era normal en él. Ante la desesperación, intentó pelear contra Thanos, ganando solos unos momentos para que los demás personas de los alrededores se vayan. Lastimosamente, no sabía que el ejército sí tenía un plan para evacuar efectivamente a la población, por lo cual, su padre a la final murió por nada. Por un lado, eso hizo caer en depresión a Betty por un tiempo. Por el otro, le hizo ver la efectividad de las fuerzas armadas, mayores a un acto de simple heroísmo. Fue entonces, cuando decidió honrar la memoria de su padre y alistarse. Pudo haber sido alguien problemático, no alguien digno de orgullo...pero sí de respeto.

Desde entonces, actuó bajo las puras directrices del ejército y sus obligaciones. Tal vez comprobando que tan bueno era, tal vez solo queriendo honrar las obligaciones que su padre intentó defender con tanto esmero antes. No lo sabía. Solo sabía que desde que se elisto, ha logrado hacer exitosamente múltiples misiones. No obstante, todo eso le llevó a tener complicaciones en su matrimonio con Bruce Banner.

- Me han negado otra subvención para mi investigación, ¿qué rayos les pasa a ellos?- agitaba sus brazos en la cena, comprada por Betty a pedido a domicilio, en esos pocos momentos donde ambos podían convivir.

-Entiendo tus complicaciones- le dijo Betty, intentando consolarle, aunque más distraída en su cabeza con otras cuestiones de su campo.

-No, no las entiendes. A ti te está yendo muy bien ahora mismo. Y yo...yo, me siento un fracasado. Desde que dejé a Hulk, nadie me hace caso. ¿Acaso lo único que podía ofrecer al mundo era mi puto cuerpo?-

-No digas eso- se acercó y le tendió una mano encima del hombro- mira Bruce, tal vez sea verdad, tal vez no pueda comprenderte del todo. Pero sé que estás herido y te duele-

-¿Herido?- le preguntó, mientras se reincorporaba- mira Betty, estos días yo he estado...muy jodido, ¿sabes?, cada vez entiendo menos qué hago, siento que estoy en yendo a varias direcciones sin saber qué quiero. Mis emociones han sido variadas...y es...¡¡Una puta mierda!!- gritó, mientras golpeaba la mesa. Betty le veía preocupado, pero tampoco hizo mucho para decirle algo más. Al ver que estaba en un estado anímico alterado, se decidió levantar.

- Te dejaré solo un rato- le dijo Betty, a lo cual, decidió salir para darle un espacio sin entender del todo sus sentimientos. Bruce se quedó ahí, mirando su plato de comida, no habiendo nadie más alrededor. En ese silencio y soledad, comentó: "no me dejes solo Betty, yo...no estoy herido, estoy roto"

Poco tiempo después, ambos se separarían e irían por su lado.

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El general Chu-Wong había estado entablando comunicaciones con las centrales de vigilancia del país. Todas las cámaras estaban predispuestas por varias partes en el país asiático. No obstante, ninguna de las distintas televisiones ni pantallas podía reproducir las grabaciones de las bases militares. Principalmente, por motivo de que esas bases contaban con un sistema autónomo.

Al llegar al lugar, el general fue para hablar con el encargado principal del sitio. Habían hablado previamente por teléfono.

- Tenía razón, General, hemos encontrado algo- dijo el encargado, a lo cual, pasó a mostrar imágenes. En ellas se veía unos perros pasando por el último tramo que se dirigía a la base militar.

- Son perros callejeros...- dijo el general Chu-Wong, mientras pensaba en ello.

-Normalmente no daría de qué hablar, pero el caso ahora es distinto. Verá, en todas las demás rutas dirigidas a bases, ciertos animales pasaban por el lugar, a veces juntos o en distinto orden, pero pasaron todos en menos de una semana de las explosiones. Era algo que pasamos totalmente por alto al no parecer extraño, no obstante...- señaló una gran pantalla donde se enfocaba una gran cantidad de cuerpos de animales tirados en un sitio, pudriéndose en medio de los árboles mientras eran devorados por las moscas- todos esos animales fueron encontrados ayer muertos. Cada uno de ellos. Gracias a esto, pudimos inducir que esta criatura, "Hulk", se transporta en seres vivos, como si fuera un parásito

-Entonces, puede ser cualquier animal...¿o un humano?

-No lo sabemos con certeza, pero podemos suponer que sí

- Muy bien, gracias por su trabajo- hizo una reverenda y se alejó del lugar. Esta revelación inturbo sus pensamientos, mas también los re acomodo deacuerdo a lo nuevo. Si esto pasó en todas las localidades cercanas a las bases destruidas...¿quiere decir que Hulk estuvo en todas a la vez?¿era una especie de organismo colmena?¿o acaso...?- Solo hay una manera de saberlo, debo capturar a uno de ellos.

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El viaje de la unidad militar de Betty Ross fue exasperante. Se sentía el ruín miedo doblegar las mentes de los tripulantes del avión y su titubeó. No hubo reparos, menos al llegar a la zona de combate. Todo era una masacre, bombardeos de las fronteras chinas, que ya hace años que dominaron una parte de la India y ahora sus habitantes la reclamaban, y bombardeos en los territorios conjunto de los "Aliados". No habían avanzado ni un palmo de tierra y parecía un frente inamovible como si se repitiese la Guerra de trincheras de la primera guerra. No importaba las altas tecnologías, si a la larga la mayoría de personas seguían chocando frente a frente. El ejército chino no se doblegaba, estaba compuesto por millones de voluntarios. Pero las tropas conjuntas de varios países no eran menores en cantidad.

Al aterrizar el avión, de inmediato recibieron unas órdenes de cubrir el frente del oeste y del este. Pasó lo que menos quería para un grupo de tres amigos: se dispersaron, siendo uno dirigido al frente Este, Miles, mientras otras dos al Este del país.

La general Betty Ross llegó a una base donde estaban el general Lane y otros tres Generales. Su mirada cabizbaja era una señal de su propia derrota y sumisión ante este estado.

-Bienvenida querida, siéntese como en casa- le dijo el general Lane.

-No estoy de humor, general Lane- le contestó.

-Su padre tampoco lo estuvo nunca, pero eso no quitaba su semblante cuando ganaba una batalla por nuestro país

-¿Qué quiere de mí, general Lane?. No me insista lo mismo. No voy a cambiar mi postura.

-Quiero que mire lo que su padre vería: un futuro para nuestra patria. No me meto con usted porque piense que sea "gracioso". No soy un niño. No obstante, pensé que al ser su hija lo entendería, mas veo que unos rasgos no son símbolo de semejanza total. Ya está aquí, de todas formas, así que necesitamos su ayuda.

-¿En qué?- preguntó Ross.

- En algo de acción en combate- confesó, mientras sacaba un mapa y ubicaba una zona, sacando a relucir una tenue sonrisa.

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En las telecomunicaciones chinas del ejército, en una zona de Hong Kong donde se movilizaban tropas, se escuchó unas órdenes predispuestas hacia una base subterránea donde se ordenó lanzar misiles hacia el continente americano. El mensaje había sido captado por éxito por los que debían de programar el lanzamiento, haciendo todo tipo de ajustes. Sin embargo, alguien más escuchó dichas transmisiones.

Ratas se movieron por toda la ciudad, dirigéndose a un punto de la misma: la parte superficial de la base. Ahí, reunidas como una camada, empezaron a usar sus pequeñas uñas pero eficientes armas para excavar. Luego usaron sus largos y temibles dientes para destruir concreto, siendo una de las tantas maravillas y peculariedades de los roedores grandes y negros. Pasó un tiempo antes de destruir un tejado y crear un acceso a la base subterránea. Entonces, algo peculiar sucedió. Como si fuese un pedazo de carne de las propias ratas, una criatura verdosa y dividida salió de cada rata excavadora, entrando por el orificio en forma de drenaje. Al caer dentro como si fuese una babosa criatura, se empezaron a coadyuvar para ensamblarse en algo mucho más grande pero esquelético: Hulk.

Esta criatura, con la cabeza cabizbaja, se empezó a mover por las instalaciones. No de manera sigilosa, por alguna extraña razón, tal vez sea por querer darse prisa y al no haber necesidad de "mantener un enigma" ya descifrado por los chinos. Se movió rápido, con brusquedad, yendo lo más rápido posible a la sala de operaciones. Hubo un par de guardias que azotó con fuerza, para luego destruir la pared donde debía llegar. Tenía claro esta criatura su objetivo, pero era de lo más extraño ver que se comportaba de una manera más frenética que en otras ocasiones. Destruyó la pared de la sala de operaciones militares, para luego sentir un enorme chorro de nitrógeno líquido en su cuerpo. La criatura quedó apresada, siendo más fácil de lo pensado.

-Ha funcionado, General- comunicó usando un interceptor algún alto oficial.

Trece fueron los muertos para solo llevar a cabo una trampa, la cual tuvo dudas de si funcionaría de verdad. Honestamente, la medida había sido apresurada. Pero debió de pensar en algo lo bastante rápido para acertar, algo que no lo cortase, sino que lo paralizará. Pasaron más de 20 minutos antes de que este General llegase, viendo aquella criatura siendo más y más recubierta por nitrógeno líquido para evitar su escape. Sin embargo, llamaba poderosamente la atención su aspecto.

No era como apareció en las noticias americanas...este "Hulk" era huesudo y con una carne menos verdosa. Lo más relevante de su aspecto, es que parecía llorar como un niño, con un rostro infantil, conservando en su gesto las lágrimas heladas y congeladas. A lo cual, el General llegó a preguntarse "¿Quién es este?" al no poder reconocer en su rostro la manipulación y terror que desprendió la criatura en los otros días. Más bien, parecía patético, alguien sin valor y con baja autoestima.

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-"Quiero ir con mi unidad"- había pedido Betty antes a los Generales, buscando un consenso. No obstante, estos insistieron en qué no, y que esta orden había sido explícitamente pedida por el comando en jefe e incluso el presidente. Betty solo pudo en su momento mirar hacia otro lado en resignación.

Ahora, saltando entre cientos de kilómetros, Betty deseaba dar un salto hacia otro lado para defender a sus soldados, pero se veía obligada a ir por sus deberes del ejército. Ella deseaba honrar y defender su país, ¿pero porqué en la guerra siempre se priorizaba el ataque y se dejaba atrás la defensa y vida de la gente?.

Llegó a un frente concentrado que intentaba penetrar las defensas del antiguo país indio, ante la gran cantidad de morteros, ametralladoras de plasma y campos de fuerza, se necesitaba usar el mayor mazo de todo el ejército combinado de países para avanzar. Red She Hulk contempló por un segundo la cantidad de muertos en el frente, estando en un monte. Si esto era un infierno aquí, no se quería imaginar en otras partes. Era extraño, pese a tener incluso para crear robots, se prefirió mandar soldados de carne y hueso a la batalla.

No importa que existan las bombas nucleares, los propios países evitan usarlas y prefieren mandar a sus soldados a campo abierto. Era irónico que aquello que causa paz también anima a las peleas a pie, siendo estas como siempre protagonistas de la historia, del hombre y de las justas bélicas de los mismos seres terrestres.

El ejército estaba ya lanzándose en conjunto, con tanques blindados y apoyo aéreo, decididos a penetrar en las primeras defensas de la anexión de China. Betty solo suspiró, viendo sangre y sangre, para luego saltar al frente como una peleadora más. Sus ojos expresaban desagrado y duda, recordó la última vez que vio a su padre para intentar dejar de dudar en este punto: "esto es lo correcto, lo único que puedo hacer ahora, en la guerra manda la mente...no el corazón".

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-¿Lo atraparon ya?- dijo una voz socarrona a otros doce criaturas de lucifer. Estos doce parecían sacados del circulo infernal más horrible, con sus dientes tan afilados y su falta de ojos que denotan la ausencia de un alma.

-Parece que sí, no ha vuelto y no se oye nada de caos en las calles

-Mucho mejor, se encargó de comprobar si era verdad la señal y encima nos deshicimos de lo peor de nosotros- dijo sonriendo uno.

-Parece que empiezan a darse cuenta en cómo funcionamos, al menos un poco- contestó otro de cuello largo pero que se asemejaba a estar asfixiado, ya que se veía como un sapo inflado en su garganta.

-Pero no lo suficiente, no podrán detenernos a tiempo. Esto es inminente- dijo uno de los demonios "Hulk", quien con larga lengua y una cara más parecida a una humana se reía un poco- Ya usamos a algunos de los últimos sacrificios, solo nos queda resguardarnos y esperar a que el tiempo pase, para luego pasar al último acto