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10: ¿Cita? l

Estaba en una habitación oscura, rodeado de rostros conocidos y que no quería conocer, todos ellos envueltos en sus capas negras, deseosos por lo que ocurriría a continuación.

Apagaron las pocas velas que iluminaban aquel sombrío lugar, haciéndome saber algo que ya intuía desde que puse mis pies en esta sala.

Mis manos sudaban temblorosas y mi corazón latía ensordecedoramente en mi cabeza.

Mi turno había llegado, todos cerraron la boca sumiendo la habitación en el silencio más ruidoso que había oído jamás.

Permanecieron impasibles, con sus labios sellados, mientras yo no podía dejar de escuchar aquella frase.

"Al que fallos comete el fuego arremete"

(...)

Kim Taehyung

Llamaron a mi puerta sacándome de mi ensoñación.

—Pasa —contesté a la que supuse que era mi madre, pues no vivía nadie más allí.

Efectivamente, apareció por la puerta mirándome alegremente.

—Tae voy a salir esta noche —explicó algo nerviosa jugueteando con sus manos.

—¿Dónde? —pregunté alzando una ceja a la vez que miraba su atuendo.

—Iré al parque a dar un paseo y luego iré a cenar —contestó con voz tímida, haciendo que me interesara más por su salida, mi madre no solía hablar así.

—¿Tú sola? —pregunté frunciendo mi ceño.

—No, he quedado con un hombre —dijo rápido clavando su mirada en mi.

Me levanté de mi cama de un salto impresionado.

—¿Lo conozco?

—No, claro que no, lo he conocido por Internet —contestó tímida.

—¿Internet?! —pronuncié alarmado—, mamá allí sólo hay degenerados y salidos.

—No es un degenerado Tae, lo conozco, llevo hablando con él un par de meses —explicó.

—Qué más da eso, como si llevas un año hablando con él ¿Y si es un psicópata? O peor un pedófilo —concluí.

—Tae por Dios que tengo 45 años ¿Cómo va a ser un pedófilo?—contestó cansada.

—¿Y si él tiene 80? Sería un pedófilo claramente.

—Tae tiene 50 años, no es un pedófilo —aclaró.

—Mamá eres muy ingenua, ¿sabes lo fácil que es mentir por Internet? No me fío.

No entendía cómo mi madre se fiaba de esas cosas.

—Bueno pues lo siento si no te fias, yo si lo hago y pienso salir con él, me recoge a las 8 —habló haciendo el amago de marcharse.

—Nada de eso, te llevo yo —me acerqué aún más a ella, de ninguna manera dejaría que ese hombre la llevará, debía darle el visto bueno primero.

—No te voy a dejar el coche después de lo de la última vez, me lleva él.

—No, te llevo yo en la moto —busqué una solución lo más rápido que pude.

—He dicho que no —contestó firme.

Cinco minutos después me encontraba en la puerta de casa, apoyado en mi moto esperando a mi madre, se había empeñado en cambiarse otra vez de ropa alegando que se veía demasiado "arreglada'' con el anterior vestuario.

Al fin de la larga espera salió refunfuñando, no le gustaba que me empeñara en llevarla, pero no podía dejar que lo hiciera ese hombre que no conocía de nada.

—Esta te la guardo Taehyung —habló con resentimiento.

—Tranquila, si quedo con una chica soy lo suficientemente listo como para que no te des ni cuenta. Sube que vas a llegar tarde al final.

Se subió a mi moto con algo de dificultad, agarrándose a mi como si fuera a gran velocidad a pesar de que aún ni siquiera había arrancado la moto.

Eso me hizo reír, mi madre era algo asustadiza.

—Ni te atrevas a reírte —advirtió.

—Perdón perdón — disculpe aguantando una carcajada.

—Oye deberías comer más, estás demasiado delgado Tae —dijo toqueteando mi abdomen causando cosquillas.

—¡Mamá! —regañe riendo.

—Verás la bronca que me va a echar tu abuela cuando te vea —comentó haciéndome reír.

—Tranquila engordaré antes de Navidad para que no te regañe —contesté cómplice, un regaño de mi abuela no era para tomárselo a la ligera.

Dicho eso arranqué mi moto, haciendo que mi madre diera un respingo y me abrazara más fuerte, a veces parecía una niña de 13 años en vez de una mujer de 45.

Aceleré con destino a aquel parque en el que se había citado.

El viento chocaba en nuestra cara, a pesar del casco, y nuestra ropa era ondeada como si de una bandera se tratase debido a la velocidad.

Miraba de vez en cuando hacía atrás comprobando que todo fuera bien, aunque dudaba seriamente que mi madre se cayera, estaba tan aferrada a mi que casi creí que no seríamos capaces de despegarnos cuando llegaramos a aquel parque.

El camino fue algo largo, pero aún así fue satisfactorio, hacía tiempo que no pasaba el rato con mi madre o nos abrazabamos, eso era realmente lo único que echaba de menos de mi pasado, la cercanía con mi madre, hablar con ella, contarle mis problemas o pensamientos, saber que a pesar de todo ella siempre estaría ahí para mí, para escucharme y apoyarme sin juzgarme, pero los acontecimientos vividos cambiaron nuestra relación, pues yo ya no podía hablar con ella acerca de mis problemas o pensamientos, ¿por qué? Sencillo, porque la amaba y no soportaría dañar a alguien que amo, aunque sabía que con mi comportamiento ya la estaba dañando.

Aparqué en el único hueco libre que vi.

—Mamá —la llamé —hemos llegado.

Asintió algo aturdida y se separó de mí.

La ayudé a bajar de la moto y ambos comenzamos a caminar por el parque.

Se sentía tan extraño estar así.

—¿Dónde se supone que te espera ese señor? —pregunté mirándola.

—En aquella fuente —señaló una pequeña fuente enfrente de nosotros.

Asentí, ambos caminando hasta llegar a la fuente.

No pasaron ni dos minutos cuando un hombre de unos 50 años se acerca a nosotros, tal y como había dicho mi madre.

Saludo tímido a mi madre con una reverencia, a mi me dirigió una mirada algo confundida pero aún así me saludó igual. Imité su gesto de mala gana, observándolo de arriba abajo.

—Este es mi hijo Taehyung —presentó mi madre después de nuestro saludo.

Él asintió como si ahora todo tuviera sentido para él.

—La quiero en casa a las 11 como muy tarde —escupí serio al hombre que no apartaba su mirada de mi madre.

Ella me dio un pellizco algo doloroso en el brazo, lanzándome una mirada asesina que ignoré.

Me incliné levemente para darle un beso en la mejilla a mi madre, después de susurrar en su oído "si se pone intenso me llamas"

Dicho eso me marché, dejando a mi madre a solas con su cita de hoy, rezando por que aquel hombre mereciera la pena.

Me dirigí hacia mi moto, en la que me monté colocando mi casco. Antes de arrancar eché un vistazo a mi alrededor, percatándome de algo que llamó mi atención, más bien alguien.

Ese culo que no me cansaba de mirar todos los días a primera hora en clase de filosofía, el culo de la señorita Kang.

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Maratón 1/2

Sinners lamento la tardanza, acabo de mudarme de ciudad y entre la mudanza, poner el piso en orden y el internet, no me ha sido posible actualizar hasta ahora.

Voten y comenten si les ha gustado.

Gracias por leer💜💜

pd: que tengan un buen día y que todos vuestros sueños se cumplan.

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