Corrí y corrí todo lo que mis piernas podían alcanzar.

Sentía el ardor en mis pulmones y podía oír aquellas pisadas...

Kim Taehyung

Martes por la tarde, eso, para mi y Jungkook sólo significaba una cosa: Pillarnos el pedo de nuestra vida.

¿El motivo?

No teníamos un motivo en especial para emborracharnos hasta olvidarnos de nuestro nombre, o quizá si que teníamos, pero éramos demasiado cobardes como para contarlo, quizá esa era la razón por la que nos convertimos en amigos.

Ninguno de los dos preguntaba acerca del otro, no nos entrometíamos en la vida del otro, pues creo que ambos considerábamos que ya teníamos bastantes tormentas personales, como para lidiar con las ajenas.

Hablábamos de temas banales o profundos, acerca de la vida o la muerte; del tiempo o el coñazo que era aguantar al de matemáticas.

Toqué dos veces la puerta de su casa, esperando a que está fuera abierta.

Segundos después la puerta fue abierta por HoSeok, el simpático hermano de Jungkook.

Era la única persona con la que Jungkook se entendía aparte de mi, cosa que era completamente comprensible, HoSeok era una maravillosa persona, que además, brillaba con luz propia.

—¡Jungkook! ¡Te esperan! —notificó vociferando HoSeok—. ¿Qué tal Tae?

—Bien —contesté con una media sonrisa, a pesar de lo serio que solía ser, con HoSeok se me hacía imposible, su sonrisa era contagiosa.

Al cabo de unos segundos apareció Jungkook por la puerta.

Ambos nos lanzamos miradas cómplices y nos encaminamos a la búsqueda de alcohol, no sin antes escuchar las palabra de su hermano.

—¡No estudiéis mucho, os vaya a dar algo! —comentó irónico pues sabía que aquella tarde haríamos de todo menos estudiar.

Ambos reímos por su comentario y seguimos por nuestro camino.

Hicimos una pequeña parada en la tiendecilla de siempre, un lugar pequeño con productos de primera necesidad, además de ser el único lugar en el que me vendían alcohol a pesar de que sólo me faltaba un año para cumplir los 21, mayoría de edad en Corea.

Compramos el alcohol necesario para toda la semana y nos dirigimos hacia nuestro sitio de siempre, era una típica casa a medio construir, el propietario, un conocido de mi madre, comenzó a construir una nueva casa para su familia, que esperaban un nuevo hijo, la cosa se complicó y por desgracia el niño falleció, la familia quedó desolada y por consiguiente dejaron de construir la casa.

Llegamos en menos de unos minutos y nos adentramos en ella. Fuimos a lo que sería el 'salón', donde nos habíamos encargado de amueblar con un par de sillones viejos que la madre de Jungkook ya no quería. Nos sentamos en ellos ambos soltando un suspiro, para después volver a compartir una sonrisa cómplice.

Me reincorporé en el sillón y abrí la primera botella. Yo solía tomarlo sólo, me gustaba el sabor fuerte del alcohol y el regusto amargo que dejaba en tu boca y garganta tras tragarlo, Jungkook sin embargo era diferente, a él le gustaba más con refrescos como cocacola o fanta, incluso a veces tocaba alcohol con zumos, según él estaba riquísimo, pero yo permanecía fiel a la amargura del alcohol sólo, y es que todo sólo sabe mucho más amargo.

—¿Has visto a la nueva profesora de filosofía? —preguntó Jungkook llenando su copa.

—Algo me he fijado —comenté con ironía.

—¿Y qué te parece? —inquirió con media sonrisa.

—Podría decirse que me siento aún más interesado por la filosofía —contesté con sorna.

Ambos reímos por qué sabíamos lo que eso significaba.

Me abstuve de preguntarle a Jeon que le parecía a él, pues sabía de sobra que ni siquiera la habría mirado con los mismos ojos que la miraría yo.

Jungkook no solía fijarse mucho en las chicas, por lo menos en las chicas de nuestra edad. Al principio pensé que quizá sus orientaciones sexuales no eran las mismas que las mías, pero denegué aquella opción cuando vi su arsenal de porno y sus dibujos, cosa que él no sabía.

Tenía unos dibujos bien guardados en su habitación, lugar en el que sólo me dejó entrar un par de veces. Yo y mi afán por toquetear todo dimos con su escondite y por consiguiente con sus dibujos.

Aquel niño sabía dibujar, lo que me sorprendió es que siempre dibujaba lo mismo, una niña de unos diez años, parecía ser su musa.

Entonces entendí que Jungkook posiblemente estaría enamorado de aquella chica, pues tenía los claros síntomas de enamoramiento adolescente.

Ambos comenzamos a beber, esperando que el alcohol hiciera su trabajo.

Después de un par de copas comenzaba a echar en falta algo, llevé mi mano al bolsillo derecho de mi chaqueta, sacando un porro bien liado y pidiendo a gritos ser fumado. Saqué también mi mechero, el cual llevaba a todas partes, era algo así como mi seña de identidad.

Prendí el porro y comencé a fumarlo, llenando mis pulmones de aquel aire seguramente nocivo para mi cerebro pero reconfortante para mi mente. Le pasé el porro a Jungkook, quien aceptó encantado dándole una gran calada.

—Debería dejar esta mierda —comentó Jungkook dejando salir el humo de sus labios.

—¿Por?

—Mi hermano no me deja encargarme de mi sobrina si fumo —dijo cabizbajo.

—Si tanto quieres estar con ella no fumes —contesté como si fuera de lo más sencillo haciendo reír a Jungkook.

—A veces pienso que no se que haría sin tus consejos —comentó irónico haciendo que a ambos nos inundara la risa, la mezcla de alcohol y chocolate parecía estar haciendo su efecto.

Una vez finalizado el primer porro daba comienzo las conversaciones profundas, parecía que en estado de éxtasis era cuando más filosóficos nos volvíamos.

—¿No has pensado alguna vez en lo cruel que puede llegar a ser el destino? —preguntó Jungkook.

—Mucho, la gente dice que el karma es una perra, pero eso es por que aún no se han topado con lo cabrón o justo que puede llegar a ser el destino.

—Aún así no logró entenderlo, no entiendo por qué algunas personas estamos condenadas a vivir un calvario, mientras el resto es capaz de ser feliz y vivir su vida —comentó revolviendo su cabello frustrado.

—Kook cada uno vive su propio calvario, uno de una manera y otros de otra, que tu no lo veas no significa que no exista, además no tienes que entenderlo, sólo tienes que aceptarlo, todos estamos destinados a vivir penas para así saber lo que son las alegrías.

—Aún así es injusto.

—Te equivocas —dije llamando su atención.

—¿Piensas que vivimos en un mundo justo?

—Exacto, tu piensas que el mundo es injusto por que no es justo contigo Kook, por que no te da lo que tu quieres, pero si te paras a pensar ¿quién realmente tiene lo que quiere?¿acaso no es injusto para mi también por no darme lo que yo quiero? Al fin y al cabo el mundo es injusto para todo el mundo y eso es precisamente lo que lo hace justo —concluí terminando lo que quedaba de mi copa.

—Visto desde ese punto no se ve tan injusto —dijo con su mirada clavada en un rincón del 'salón' haciéndome reír por lo embobado que se veía pensando y reflexionando acerca de lo que yo había dicho anteriormente.

Jungkook sin duda era un buen chico con muchas tormentas en la cabeza.

Entre más preguntas y reflexiones acabamos con el alcohol y con la poca conciencia que nos quedaba.

.

.

.

Miércoles por la mañana, eso sólo podía significar una cosa: se venía la resaca de nuestra vida.

Y como cada miércoles después de abandonar aquella casa a medio construir, me encaminé hacía el Instituto con la compañía de Jeon.

Ambos seguíamos aún bajo los efectos del alcohol y otras sustancias en nuestro cuerpo dispuestos a dar clase.

Mi primera hora sería nada más ni nada menos que filosofía.

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Para las que aún no lo hayan pillado lo aclaro, esta novela esta relacionada con limerencia, Jungkook el protagonista de limerencia es el mejor amigo de Taehyung. Tae también es mencionado en limerencia brevemente en uno de los capítulos.

A las que leyeron limerencia espero que les haya gustado y a las que no la hayan leído les ánimo a leerla (fue mi primera novela)

Limerencia no está en esta plataforma ya que wattpad me borró la novela, es por eso que comencé a subirla en wix, tienen el link en mi perfil.

Gracias por leer 💜💜💜

Love u Sinners ❤️❤️❤️

Pd: estoy mucho mejor de la vacuna, solo me ha durado el malestar unos días.

Pd 2: ¿Cómo están pasando la pandemia ustedes? Las leo.