Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 7

Escuchaba los quejidos adormilados de los chicos que empezaban a levantarse, pues todos habían dormido en la cubierta del barco, por lo que seguramente a casi todos les ha de doler la espalda o el cuello.

—Buenos días —saludé al salir y verlos a todos tronándose los huesos.

—________... Buenos días —saludan aún dormidos y bostezando.

—Tsk. Levántense y pónganse a trabajar —Law aparece tras de mí para regañarlos.

Miré mi hombro a la vez que sujetaba su abrigo que ya se ha secado, por lo que debería de devolvérselo. Así que me quité el abrigo de los hombros y caminé hacia él.

—Law... —llamé su atención y le entregué el abrigo—. Ten, y gracias.

Él observa el abrigo y lo agarra a la vez que asiente con la cabeza, se lo coloca sobre los hombros, pero entonces escuchamos las exclamaciones de sorpresa de los chicos tras de mí.

—¡¿EHHHH?! ¡__________! ¡T..Tú espalda! —exclaman ellos amontonándose.

Aunque no sabía si estaban sorprendidos porque no la estaba cubriendo bien o por el nuevo tatuaje que tengo ahora. Miré por encima de mi hombro la tinta negra que se asoma y sonreí. Miré a los chicos y no dije nada, solo agarré un tarro de cerveza y me serví de la que aún estaba cerrada, mientras me sentaba sobre la mesa.

—Bueno, ¿quién limpiará este desastre? —pregunté apuntando a nuestro alrededor. Los chicos seguían boquiabiertos por lo que me eché a reír.

Llevé el tarro de cerveza a mis labios, pero antes de tomar siquiera un sorbo, una cadena se amarra a mi brazo y una sombra se alza sobre el barco.

—Creí que nunca más volvería a verte. ¡Pero aquí estás! —escuché una voz conocida. Volteé a ver de dónde provenía esa cadena y sonreí de lado con amargura.

—Ren... —espeté provocando una sonrisa de su parte.

La cadena se retrae para jalar de mí hasta que mi cuerpo sale disparado hacia el buque de guerra de la marina recién llegada, pero me aseguré de no soltar la cerveza.

—¡_________! —los demás me llaman cuando abandoné el barco pero, con mi mano libre creé una pistola y disparé a los tres más cercanos a mi aterrizaje. Caí de pie y me recosté contra el mástil del barco.

—Tanto tiempo sin vernos, __________ —menciona Ren acercándose pero lo apunté con la pistola para detenerlo mientras bebía el contenido del tarro—. Veo que has conseguido habilidades de una Fruta del Diablo. Uno que va a la perfección contigo.

Uno de los cadetes le quita el seguro a su arma y yo lo miré de reojo antes de apuntarlo y disparar a su brazo, los demás me apuntan igual, alertas a mis movimientos. Finalmente acabé la cerveza y levanté el tarro antes de lanzarlo hacia Ren quien lo esquiva fácilmente ladeando la cabeza, y este cayó al suelo de la cubierta.

—Cuando nos dijeron que te habías unido a unos piratas, ninguno de nosotros pudo creerlo, casi haces llorar a Sato —comenta él.

—Sato... Sato... —hice como si lo estuviera recordando— ¡Ah! Sí. Sato... El miso que brindó por mí como futura Almirante, el mismo que juró que iba a cuidarme por ser nueva cadete. Igual que tú. Mi supuesto oficial.

—__________... —sonríe cínicamente—. Deberías comprendernos, no podíamos ir en contra de los Dragones Celestiales, si ellos querían llevarte... Nosotros no podíamos negárselos.

Sus palabras me causaban asco, tanto que quería borrarle esa sonrisa del rostro de un golpe y hacer que lamentara esas palabras. Miré de reojo aquel domo azulado que nos cubrió y estos idiotas no fueron capaces de darse cuenta. Eso me hizo sonreír.

—Bueno, no tienes que preocuparte... —comenté dejando caer mi pistola al suelo y levantando las manos—. Yo ya lo he aceptado. Ustedes me abandonaron, está bien... Pero debes saber algo Ren...

Se puso alerta por mi tono de voz y mi tranquilo actuar, el tarro de cerveza desaparece en un instante.

—Ahora tengo a un capitán que no me abandona y que no está de acuerdo contigo.

Él me mira confundido pero entonces su cuerpo se parte a la mitad alertando a todos en el barco. Todos exclaman por su comandante y apuntan a Law con sus armas. Hice dos pistolas en ambas manos y acerté en medio de los ojos a varios de ellos. Law usa su habilidad y corta en varios trozos a todos los marinos aquí presentes.

—"Shambles".

Las partes de aquellos marinos se revolvieron en el aire mientras ellos gritaban sin entender qué ocurría. Esas partes se pegaron a cualquier cosa u otra parte. Encontré a Ren de nuevo, pegado en la madera cortada del mástil. Me arrodillé frente a él para alcanzarlo, pues estaba muy por debajo de mí.

—¿Qué te parece? Eso sí es ser un capitán... Las cosas hubieran sido tan distintas ahora si tan solo me hubieras intentado ayudar, porque no tienes ni la menor idea de todo lo que tuve que pasar.

—¡__..________! S..Sí lo intenté ¡lo juro! Por favor... ¡Ten piedad...! —extendió el brazo y trató de tomarme por la muñeca, pero aparté mi brazo abofeteando su mano.

—No me toques. Asqueroso perro faldero. Ya no caeré en esas mentiras.

Me levanté y pateé su cabeza contra el suelo tan fuerte que la madera se agrietó. Suspiré calmándome de nuevo y me acerqué a Law, pero la misma cadena vuelve a enredarse en mi brazo, esta provenía de la palma de la mano de Ren. Chasqueé la lengua con molestia.

—___________... Tu espalda.... No puedo creerlo de ti —escupe algo de sangre y un diente sale volando igualmente.

—¿Te gusta? —aparté mi cabello para mostrárselo mejor—. Porque a mí me fascina.

Agarré la cadena y jalé de esta con fuerza para atraer el cuerpo de Ren hasta mí, hice una katana y la clavé en su pecho. Él escupió sangre al toser y como no quería que me manchara con eso, lo lancé lejos de mí. El resto de los marinos estaban mirándome como si fuera alguna especie de monstruo o algo así, sonreí sintiéndome extrañamente bien con esto. Cuando era parte de la marina no tenía permitido matar a mis contrincantes, solo en ocasiones extremas, debía contenerme... pero ahora no es algo relevante. Si mueren o no, no es mi problema.

—Eso es todo —volví a acercarme a Law—. Gracias.

Asintió como respuesta antes de intercambiarnos de nuevo por el tarro de cerveza y regresar al Polar Tank. Ikkaku salta sobre mí para abrazarme luego de pasar el susto, nosotros nos pusimos en marcha para alejarnos del buque de los marinos.

—¡__________! Me preocupé —comenta Ikkaku mientras me abraza.

—Lo siento, no pasó nada —respondí sonriendo levemente y agradecida por preocuparse por mí.

—¿Quiénes eran? —pregunta Penguin apuntando al buque.

—Mi ex oficial de la marina y unos idiotas. Nadie especial —mencioné agitando la mano para restarle importancia.

—En marcha, todos. Y recojan esto —ordena Law antes de ir dentro del submarino. Lo miré marchar y no pude evitar sonreír y sentir de nuevo mis mejillas sonrojadas. Realmente me gustaba este grupo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro