Aunque me quedara una hora observando hacia arriba, no podía ver la cima, el dragón que Kanjuro dibujó en el suelo y que tomó vida se esforzaba demasiado para que pudiéramos subir por la pata del elefante gigante.

—Kin'emon, Kanjuro. ¿Por qué querían venir a Zou? —pregunta Luffy mientras intentábamos subir.

—Es cierto. Les debemos mucho, y tendremos que decirles tarde o temprano. Pero primero, pongámonos a salvo —responde Kin.

—Sí. Zou siempre fue nuestro destino desde que dejamos Wano, queremos ver si Momonosuke está bien y si nuestro amigo, Raizo el ninja, llegó a salvo —comenta Kanjuro haciendo que todos los hombres se voltearan a verlo, incluido Law. No pude evitar soltar una pequeña sonrisa divertida por esa reacción.

—¡¿Ninja?!

—Un ninja... ¡Quiero conocerlo! —exclama Luffy emocionado por la idea.

—Quiero ver un Shuriken —menciona Zoro.

—¿Se sienta bajo una cascada? —cuestiona Usopp.

—¿Puede usar artes ninja? —le sigue Law.

—¿Puede desaparecer en un instante? —pregunta Franky.

Robin y yo nos miramos entre risillas pequeñas por la emoción de los hombres que nos acompañaban. Suspiré un poco y miré pensativa hacia arriba.

—¿Será atractivo? —pregunté sin darme cuenta.

—Oye.

Miré a Law al escuchar su reclamo y como me miraba con el ceño fruncido. Volteé disimulada hacia Robin de nuevo.

—Pero Robin, ¿por qué preguntas algo así?

Lo siento, Robin, estoy tratando de sobrevivir a una caía de muchos metros.

Law rueda los ojos y decide ignorarme, suspiré aliviada y miré de nuevo a Robin quien me mira con la ceja enarcada, aparté la mirada para disimular con torpeza. Los hombres continúan con su fantasía de conocer a un ninja hasta que escuchamos un sonido extraño viniendo de arriba.

—¿Eh?

—Luffy, mira. Algo está cayendo —advierte Robin viendo lo mismo que yo.

Todos observamos hacia arriba a lo que caía hacia nosotros. ¿Un mono? Nos agachamos a excepción de Kin'emon y Kanjuro quienes cayeron del dragón cuando el mono los golpeó.

—Maldición ¿qué fue esa cosa que cayó de repente? —pregunta Usopp.

—No lo sé. Creo que era alguien con cuchillos clavados por todo el cuerpo —responde Robin espantando a los primeros tres.

—¿De qué hablas, Robin? Eso fue un mono pequeño. Das miedo —respondí sorprendida por su respuesta.

—También puedo haber sido eso —ella me hace reír.

Luffy y Usopp gritan para saber si ambos estaban bien y no tardaron en recibir una respuesta. Bueno, al menos podemos estar más tranquilos sabiendo que están vivos, entonces podemos seguir. Aunque los demás querían que el dragón diera la vuelta para ir a buscarlos, pero este no lo haría, se estaba esforzando tanto para subir...

—Tú puedes —mencioné cautivada por el dragón al igual que Robin.

El sol comenzó a ponerse luego de tanto tiempo subiendo, incluso Luffy ya se estaba durmiendo, aplastando a Zoro quien también aplastaba a Usopp. Pero faltaba tan poco para llegar a la cima cuando Luffy, por la emoción, se suelta del dragón y cayó de este.

—¡¿Qué haces?! —grita Zoro.

—¡Luffy, haz algo! —le sigue Usopp.

Él estiró sus brazos hasta agarrarse de los cuernos del dragón, consiguiendo que la parte superior del dragón se inclinara hacia atrás, tuve que aferrarme a este para no caer, aunque sentí algo que me ayudaba a mantenerme pegada al dragón, era Law empujándome con su katana. Luffy finalmente regresa con nosotros y el dragón vuelve a esforzarse para seguir con su camino hasta la cima con más velocidad, al ser su último empujón.

—¡La cima!

Todos saltan del dragón finalmente cuando habíamos llegado. Este vuelve a ser un dibujo en el suelo haciendo una despedida dramática y emotiva.

—Que lindo, Ryunosuke —murmuré con lágrimas junto a Robin.

—Que absurdo —escuché a Law rompiendo el momento.

—Solo es un dibujo feo —le sigue Zoro.

Insensibles.

Resoplé rodando los ojos y volviendo a caminar, siguiendo a Law. Luffy y Usopp iban hasta la cima de la torre de vigilancia. No fue un gran inconveniente hasta que Usopp da aviso de que Luffy había saltado desde allí. Debimos suponer que haría algo así... Bueno, ya está hecho. Nosotros vimos la puerta de la entrada principal completamente destrozada, por lo que todos nuestros instintos se pusieron alertas.

Me detuve de golpe llamando la atención de los demás al frente. Zoro y Law se prepararon enseguida.

—¡¿Qué?! ¡¿Vieron algo?!

Guardamos silencio mientras Usopp estaba alterado.

—Yo me encargo —habla Zoro antes que nadie justo cuando alguien salta hacia nosotros y lo esquiva para atacarlo con unas garras afiladas.

—¡Espera! ¡Detente, Carrot! —escuchamos otra voz antes de que apareciera una especie de cocodrilo gigante— ¡Olvídate de ellos! ¡Hay un intruso en el Bosque Ballena!

—¿Animales parlantes? —Usopp estaba sorprendido.

—Es la tribu Mink —comenta Law.

Ellas sostienen una conversación sobre el intruso en el bosque mientras nosotros seguíamos alertas. Aunque es verdad que la ropa que lleva la mujer perro es literalmente la de Nami. ¿Qué pasó con ella y los demás?
La coneja que atacó a Zoro da un salto impresionante con el que se aleja enseguida para ver lo que pasaba en aquel bosque.

—No tenemos tiempo para transportarlos. Hagan lo que digo —dice aquella mujer perro—. Crucen el Bosque Rabadilladerecha y giren a la izquierda en el pantano. Llegarán al Bosque Flancoderecho. Ahí encontrarán el cadáver.

¿"Cadáver"?
No hubo tiempo de preguntar cuando ellas se fueron enseguida dejando a Usopp llorando, pensando que habían matado a los otros.

—Primero hay que reunir información. Torao-kun, _________, sus compañeros están aquí, ¿no? —pregunta Robin.

—Sí.

—¿Podemos llamarlos?

—No —responde Law—. No creímos que volveríamos a verlos.

—Huh... Es verdad, Law. La vivre card —recordé. Él rebusca en su bolsillo hasta encontrarla.

—La vivre card de Bepo, es cierto —responde viendo su mano.

—Cierto. Tenían un oso Polar parlante en su tripulación. ¿También es un mink? —cuestiona Usopp.

—Así es. Él es de aquí —responde Law viendo hacia donde apuntaba la vivre card—. Pero no recuerda mucho sobre la isla porque la dejó cuando era pequeño.

—¿Podemos confiar en él? Por ejemplo, hipotéticamente, pudo haber recordado su naturaleza caníbal —se espanta Usopp.

—Lo conozco hace diez años. Podemos confiar en él —responde Law antes de repentinamente tomar mi mano—. Vamos.

Seguimos la dirección en la que la vivre card nos indicaba aunque Usopp era el más miedoso del grupo y preocupado. Pero realmente no tenía otra opción, era seguirnos o confiar en una desconocida con la ropa de su amiga. Así que todos seguimos a Law hasta llegar a una ciudad abandonada y destrozada, me puse a investigar un poco descubriendo restos de comida y que esto había sido reciente.

—Oigan —me detuve de caminar cuando Law me detiene jalando mi mano—. Miren esto.

Bajé la mirada para observar y sorprenderme por una huella gigante en el suelo, o eso es lo que parecía. Según Robin, esto ha de haber pasado hace una o dos semanas.

—Entonces, ¿Sanji y los demás... están involucrados? —cuestiona Usopp aún más preocupado.

—¡¿Huh?!

De repente todo empezó a temblar con mucha fuerza. No entendíamos qué estaba pasando, hasta que levanté la mirada y vi lo que parecía ser la trompa del elefante.

—Oh, oh —solté— ¡Chicos, suban a terreno alto!

—¡¿Ehh?!

—¡Rápido, háganlo!

Volví a mirar hacia la trompa del elefante cuando esta lanza una gran cantidad de agua de mar como una gran ola. Todos empezamos a correr, y saltar sobre los edificios.

—N..Nos salvamos.... —Usopp parecía morir luego de haber subido hasta lo más alto de un edificio.

—De todas formas si subíamos hasta aquí íbamos a salvarnos —comenté notando que el agua pasaba en frente y no subía hasta alcanzarnos.

—¿Cómo sabías que pasaría eso? —pregunta Robin mirándome.

—Los elefantes necesitan rociarse agua por el cuerpo cada cierto tiempo porque su piel se reseca con facilidad, entonces fue fácil adivinar qué sucedería al ver su trompa y el suelo muy seco —respondí haciéndola asentir al comprender mi explicación.

—Ya veo, eso explicaría el que la ciudad esté nivelada hasta esta altura —menciona ella a lo que fue mi turno de asentir estando de acuerdo.

—Eso quiere decir que esto pasa seguido —dice Law.

—¡Oigan, ahí está Luffy! ¡A las afueras de la ciudad! —comenta Usopp mirando hacia allá— ¡Está con la chica perro Nami y la coneja saltarina! Lo engañaron para llevárselo a su guarida...

De repente Usopp lanza un grito que nos alerta y exclama que se estaban comiendo a Luffy.

—Entonces, ¿realmente son...?

—¡Una tribu caníbal! —termina Robin.

Suspiré mirando a los chicos incrédula pero divertida, dejé salir una pequeña risa. Decidimos continuar y Law usó su habilidad para teletransportarnos hasta estar frente al cocodrilo gigante con Luffy y las chicas Minks. Usopp usa a Zoro para exigir devolverles a Luffy, haciéndome reír de nuevo, pues Zoro tampoco se oponía.
Pero al girar hacia atrás y ver que la niebla empezaba a dispersarse un poco pude notar a dos guardianes custodiando una puerta de hojas.