Pov General

El ambiente pasó de ser tranquilo pero serio a ser un increíblemente tenso debido a la confrontación de Éruden y Resh, pues este último o no comprendía la situación o las tradiciones Nora le habían comido demasiado la cabeza.

Esto hubiera pasado a más de no ser por la anciana Nora que había ido a recibir, y ahora detener, el problema de Éruden.

-¡Has vuelto, hijo! -Saludó la anciana con emoción y calidez mientras abrazaba a Éruden, el cual podía apreciarse que tenía los ojos llorosos a la vez que correspondía.

Pov de Aloy

Un momento... ¡¿Éruden es hijo de la Gran Matriarca Teersa?! A ver, sé que uno de los requisitos para tener semejante puesto de autoridad es tener un hijo, pero nunca se me hubiera ocurrido que ella fuera madre de alguien como él

En todo caso, la escena que estuve presenciando tocó mi corazón a decir verdad.

-He pensado mucho en ti, mamá -Escuché de la boca de Éruden.

-Yo también, hijo mío... ¿Como te ha ido en el norte? ¿Has encontrado información de... aquella amenaza? -Le dijo con una voz preocupación y ¿Duda?

-Si, madre. Por eso he retornado, para darles aviso a todos los de la tribu.

Respondió el hijo de Teersa con seriedad. Creo que él mencionó algo sobre "Dioses entre los humanos". No creo que hayan dioses que bajen a la tierra a destruirlo todo por diversión, debe ser una metáfora para algo mas...

-Disculpen pero ¿De qué amenaza están hablando? -Pregunté extrañada

-De esos super monstruos -Dijo mi querido Allam de repente. Actúa como si supiera de quienes hablamos.

Pov de Allam

Se me escapó ese comentario, pero el recordar lo que los Super y ese pinche suero le hicieron al mundo hace que me hierva la sangre. Tal vez no haya sido un desmadre tan grande como el de la plaga Faro, pero aún así... Me pregunto cómo es que Éruden sabe de los Super y cómo es que tiene los mismos poderes que el hijo de puta de Homelander ¿Acaso consumió el Compuesto V o qué?

-Éruden, pasemos por favor. Hay que avisarle a los demás sobre esto -Le dije en un intento de contener mi cabreo generado por esos recuerdos y la mala actitud de Resh.

Luego de esa pequeña plática mi familia, Teersa, Éruden y yo pasamos al interior de la Montaña Sagrada. Hubiera sido un trayecto pacifico de no ser por la rabieta de Resh...

-¡Primero un Antiguo está entre la tribu, luego una marginada se vuelve Ungida y ahora esto! ¡Es inaudito!

Eso alteró a mi hija a tal punto que la hizo llorar. Sin embargo, cuando estaba a punto de responderle al bastardo de Resh, un par de rayos de color rojo salieron de los ojos de Éruden para después impactar centímetros arriba de la cabeza de Resh, el par de agujeros causados aún estaban humeando.

Por primera vez pude ver el rostro de pavor de ese imbécil. Aunque también las vi en mi esposa, en Teersa, en mis hermanas y si hubiera tenido un espejo seguro que en mi también.

-Ya pasó pequeña, ese hombre malo no te volverá a hacer sentir mal. Tus tías, tus papis y yo veremos que así sea -Le susurró a mi pequeña Eli, acto que hizo que ella dejara de llorar y comenzara a sonreír ligeramente.

-Ahora ¿Podemos proseguir?

En otra área de las Tierras Sagradas

Se podía apreciar algo nunca antes visto en las Tierras Sagradas de los Nora; Hielo. Aunque estos lares son muy fríos nunca se ha visto hielo y menos en formas de estalactitas, era como si alguien las hubiera puesto ahí.

Era así hasta cierto punto, pues una mujer pelinegra abrigada con pieles estaba haciendo aparecer esas formaciones heladas. Al parecer estaba intentando darle a algo o a alguien.

-Lo que sea que quieras hacer aquí Dikkon, no lo harás -Dijo con determinación la mujer antes descrita, que mas de cerca se podía notar su tez bronceada y sus ojos color azul.

-Eres estúpida ¿No, Sarita?~ No comprendes que quiero hacer una buena acción -Comentó burlonamente una voz masculina proveniente de al lado de las estalactitas, las había esquivado con una facilidad monstruosa.

-Entonces por qué no me cuentas de qué se trata.

-Muy simple. Quiero impedir que este mundo sea destruido otra vez -Respondió el hombre mientras corría hacia la mujer. Era un hombre de tez pálida y musculoso, de pelo negro corto y unos ojos púrpura cuyas pupilas ardían como el fuego. El hombre estaba armado con una espada de obsidiana.

-Mis visiones me lo mostraron, en estas tierras hay un hombre que puede destruirlo todo solo con dar un par órdenes a unos gigantescos conos. Sé que suena ridículo, pero...

En ese la mujer le había arrojado una jabalina de hielo, la cual fue esquivada con esa misma facilidad. Es como si supiera que iba a ser atacado.

-Sara déjame terminar, por amor a Los Diez -Le pidió con molestia mientras seguía esquivando más jabalinas, hasta que en un momento Dikkon logra acercarse lo suficiente a Sara para después darle una patada en el estómago que logró ponerla de rodillas.

Al mencionar a "Los Diez" Dikkon había revelado que es (o fue) parte de los Tenakth, una tribu guerrera oriunda del Oeste Prohibido, los cuales tienen de próceres a los diez miembros del Departamento de Defensa de los antiguos Estados Unidos.

-Eso... no te lo... crees... ni tú... maldito Tenakth -Dijo la mujer entre jadeos, para después hacer aparecer unas garras desde sus nudillos con la intención empalarlo, pero Dikkon retrocedió con calma y rapidez.

-Sara, realmente no comprendo por qué no quieres ayudarme a detener otra destrucción mundial...-

-Y yo no comprendo por qué sigues la voluntad de unas visiones tan surrealistas -Le respondió mientras se levantaba para lanzarse sobre el Tenakth.

Luego de esa acción Dikkon solo apuntó su espada hacia Sara, pero en ese momento...

Continuará :3

Antes de irme, tres cosas:

1) Estoy considerando hacer un fic de Horizon Forbidden West, siguiendo la historia y eso ¿Que dicen? ¿Lo hago? :D

2) Papacho2400 ¿Que tal te parece la historia que estoy montando usando tu lore?

3) ¿Que tal les está pareciendo la historia a ustedes?

Sin mas que acotar, nos BIOemos ^^