El desafio mas grande de nuestras vidas
Allam empezó a abrir sus ojos y lo primero que vio fue un techo de cuero. Este intento levantarse, pero un dolor en su costado lo obligó a mantenerse recostado. Allam observó que su torso estaba vendado, al igual que su cabeza y sus brazos. El soldado miro a su alrededor y se fijo que estaba devuelta en la tienda del cacique, su equipo estaba tirado a un lado de la habitacion.
Allam: ¿Como llegue aquí? -pregunto al aire bastante confundido.
El soldado reunió fuerzas y se levantó de la cama lentamente, mientras sentía como le crujían los huesos y sus músculos se retorcían. Con la misma lentitud, Allam salió hacia la sala común de la tienda, pero no encontró a nadie ahí tampoco.
El soldado antiguo abrió las puertas de su tienda y el gélido aire de las tierras Banuk le dio como un bate en la espalda, haciendo que este temblara por el repentino cambio de temperatura.
Banuk: ¡El Cacique está despierto! -grito un Banuk de la nada.
De un momento a otro, la entrada de la tienda fue completamente rodeada por Banuks preocupados por la salud del soldado antiguo. Los presentes le preguntaban por su salud o le traían regalos para que se mejorara.
El joven estaba más que confundido, hasta que una potente voz se escuchó resonar por toda la aldea.
Aratak: Vamos, abran paso, dejen al hombre respirar un momento -dijo el corpulento hombre, abriéndose paso a través de la multitud, con Aloy detrás de él.
La pelirroja sonrió al ver al soldado antiguo despierto, confundido, pero despierto.
Allam: ¿Hey, qué pasó? -pregunto el soldado al Banuk a su novia.
Aratak: No te lo vas a imaginar, Cacique -dijo el hombre y estos fueron dentro de la tienda nuevamente, no sin antes dispersar a la multitud.
Al entrar en la tienda, los tres se sentaron frente al fuego de la chimenea.
Allam: Primero que nada, Aratak lamento la pérdida de tú hermana. Fue una gran mujer -dijo el soldado y este asintió, agradeciendo al soldado por el pésame.
Aloy: Bueno, hay que ponerte al día -dijo la mujer y el soldado antiguo asintió.
Allam: Empieza por donde me desmaye, por favor -pidió el soldado y ambos asistieron.
Una explicación más tarde...
Allam: Déjame ver si entendí, estuve inconsciente poruna semana y media, cosa que suena imposible si tan solo me golpee la cabeza. Tú y Aratak acabaron con el resto de Garras Ígneas en la región y CYAN esta en el antiguo retiro de Ourea, supervisando a Yellowstone y tenemos como 3000 años más antes de que esa montaña explote -dijo el hombre y la mujer asintió.
Allam: Huh, al parecer no me perdí de mucho. ¿Tenemos algo más que hacer aquí o estás lista para volver a casa? Estoy harto de este frío infernal -dijo el hombre, cosa que le sacó una risa a los presentes.
Aloy: No, acabamos con el último Garra Ígnea hace unos días, solo estaba esperando a que despertaras y que te sintieras mejor -explicó la mujer y el soldado asintió.
El hombre se giró hacia Aratak y este posó su mano en el hombro del hombre.
Aratak: Es hora de que vuelvas a ser el Cacique, Aratak. Tu eres uno mejor de lo que yo alguna vez pueda ser, además, este no es mi hogar. Es el tuyo -le dijo el soldado y el hombre asintió.
Aratak: Gracias Ca...Allam. Gracias -agradeció el hombre.
Allam: Es hora de empacar -dijo el soldado antiguo con una sonrisa, emocionado por volver a casa y dejar el infernal frio del Tajo atras.
De la nada, este vio cómo la expresión feliz de Aloy pasó a una de disconformidad, para después a una de asco. La pelirroja salió rápidamente de la choza ante la mirada extrañada de los hombres.
Allam se puso una camisa y abrigo de pieles para poder aguantar el frío. Junto a sus botas invernales.
El y Aratak salieron hacia el retrete que estaba fuera de la choza y la escucharon vomitar.
Allam: ¿Ey Aloy, estás bien? -preguntó el soldado a la pelirroja.
Aloy: No -dijo la mujer levemente, cosa que extraño a ambos hombres.
Aratak se fue del lugar y volvió a entrar a la tienda, mientras que Allam abría la puerta del lavabo y veía a su novia arrodillada frente al retrete. El soldado le recogió el cabello a su novia y esta le agradeció, para después seguir vomitando, tomando al hombre por sorpresa, este simplemente le daba palmadas en la espalda.
Aloy: Esto apesta -dijo la mujer con asco y cansancio.
Allam: Quizás te comiste algo que te cayó mal, ya se te pasara. Aratak fue a buscar algo dentro de su tienda, debería de estar aquí en cualquier momento -dijo el hombre tratando de reconfortar a su novia.
Aloy: Di-Dile que se de p-pri -iba a decir ella pero mas vomito siguió saliendo.
Allam: Ay mamá -dijo el soldado sorprendido por la cantidad inhumana de vomito que había.
Un rato después...
Después de que Aloy parara de vomitar, gracias a una medicina para el estómago que Aratak le había hecho, la pelirroja decidió recostarse un rato para poder recuperar sus fuerzas y dejar que la medicina le haga efecto.
Mientras, ambos hombres caminaban por el asentamiento de Borde de la Canción, buscando suministros para el viaje de Allam y Aloy devuelta a las Tierras Sagradas.
Allam: ¿Crees que Aloy estará bien? -le preguntó el soldado antiguo al hombre y este asintió.
Aratak: Ella estará bien, Allam. Es una chica fuerte. Si es lo que creo que es, es algo natural -dijo el hombre, confundiendo al soldado.
Allam: ¿Natural? Esa cantidad de vomito no fue natural -dijo el soldado antiguo recordando lo que había pasado hace un rato.
Aratak: Pues, ella ha estado comiendo de más desde hace un buen par de días -comentó el hombre, esperando a que el joven soldado reconociera la indirecta.
Allam: Oh, ahora entiendo por que lo dices, quizás estuvo comiendo por estrés. Aunque nunca la he visto hacer eso, ella es más de cazar por estrés, si me preguntas a mi -respondió el soldado antiguo, sin ninguna duda en su voz.
El Cacique Banuk lo miró con incredulidad. El entiende que quizás él esté sobre exagerando el asunto y que en realidad no sea nada, pero el había visto dicho comportamiento en mujeres Banuk que estaban encinta.
Aratak: No es por meterme en tú vida privada Allam, pero no crees que pueda ser otra cosa -le dijo el hombre y el soldado simplemente lo miraba extrañado.
Allam: Ahora si, ya me perdiste Aratak -dijo el soldado antiguo completamente confundido.
El corpulento hombre soltó un suspiro y se apretó el puente de su nariz. Quizás sea muy temprano para el darse cuenta de los signos o el simplemente esta sobre pensando las cosas, el nunca lo sabría con certeza.
Aratak: No importa, vamos a terminar de conseguir las cosas que necesiten para su viaje -dijo el hombre dándose por vencido con el joven soldado.
Allam simplemente lo miró con confusión, sin poder entender de que le estaba hablando tan siquiera.
Allam: ¿Pero qu-? Oye, espérame -dijo el soldado persiguiendo al corpulento hombre.
Timeskip...
Pasadas unas horas, ambos hombres volvieron a la tienda y empezaron a empacar los suministros para el viraje en mochilas.
Mientras Allam ponía sus cosas en su mochila militar, este recibió una llamada a través de su foco, se fijó que era su hermana menor, Sarah.
El soldado antiguo se excusó y salió fuera de la tienda, donde tomó la llamada y una versión holográfica de su hermana menor apareció enfrente de el.
La joven de ahora 18 años se veía exhausta, con ojeras y su cabello se veía desordenado y amarrado por una cola de caballo. La mujer traía puesta un overol Oseram de color café, con una camiseta caqui, ambos sucios de grasa y aceite de máquinas.
Allam: ¿Uy Sar, esta todo bien por allá? -pregunto el soldado antiguo a la menor y está negó con la cabeza.
Sarah: No, GAIA tuvo un fallo crítico y...se destruyó -dijo la joven y el hombre la miró con sorpresa y confusión.
Allam: ¡¿Se destruyó?! ¿Como carajos? -pregunto el soldado antiguo y la joven soltó un suspiro cansado, ya sabiendo la reacción de su hermano.
Sarah: No lo sé, pero por la última grabación de GAIA, ella me dejaba en claro que estaba muy inestable y que no estaba supuesta a estar activa sin al menos una subfuncion subordinada dentro de su código. Tuvo un fallo crítico y se desactivó. He estado tratado de repararla o de encontrar una copia, pero no he encontrado nada todavía -explicó la joven ingeniera al soldado, el cual asintió, soltando un suspiro cansado.
Allam: Aloy y yo nos iremos devuelta a las Tierras Sagradas en un par de días, por ahora ve a descansar y cuando ella y yo regresemos, te ayudaremos a encontrar algún lugar donde tengan una copia de GAIA y la recuperaremos -dijo el soldado antiguo, a lo que la chica asintió.
Yo: Descansa hasta que lleguemos, no quiero que te sobreexplotes más de lo necesario -le pidió el hombre y está asintió.
Sarah: Estaré bien, los esperare aquí con ansias. Ten un viaje seguro -le dijo la joven y este le agradeció.
Ambos hermanos se despidieron y Allam cerró la llamada.
Allam: Maldita sea mi vida -maldijo el soldado cansado, soltando un suspiro.
El hombre volvió a internarse en la tienda y empezó a terminar de empacar.
Aloy despertó un rato más tarde y Allam le explicó a la cazadora la situación sobre GAIA. Le había caído como balde de agua fría, la parte fácil se había vuelto la parte difícil.
El día del viaje por fin había llegado y Allam y Aloy se estaban despidiendo de Aratak, agradeciéndole por su ayuda en Cortafuegos y por su hospedaje los días extra.
El viaje de regreso a las Tierras Sagradas fue más tranquilo que el de ida hacia el Tajo, tomándoles solamente como una semana llegar devuelta a las Tierras Sagradas. Durante los últimos días, Aloy no había vuelto a vomitar, como le pasó en el Tajo, pero si le daba hambre más seguido, estaba más cansada para hacer ciertas actividades, iba al baño con más frecuencia y se había vuelto mas quisquillosa con lo que se comía, lo cual Allam se encontró algo extraño.
Pero al entrar nuevamente al área de Colorado, el vomito volvió; y con más frecuencia. El joven soldado pensaba que su novia había contraído una especie de parásito en el camino o algo por el estilo.
Y ni hablar de Aloy, ella se lo ha estaba pasando como el culo, despertarse vomitando era de las perores formas de despertar, según ella, o el que siempre tenga hambre es otra de las cosas que le molestaba, ya que el hambre la distraía al momento de cazar y la dejaba intranquila. Estaba tan rara que hasta ciertos olores le daban náuseas.
Pero después de un largo viaje y sus inconvenientes, estos por fin regresaron a casa. Aloy abrio la puerta de la cabaña en la que se crio y el primero en entrar fue Allam, el cual se lanzó al sofá de la sala como un saco de patatas.
Allam: Extrañaba mi sofá -decía el hombre mientras se hundía en el cómodo sofá que el había construido con Teb hace pocos meses atrás. Era su orgullo, como le encantaba decir.
La pelirroja se rio ante las acciones de su novio y movió las piernas del soldado, para poder sentarse también en el sofá. Tan rápido como Aloy se sento, Allam se giro y puso su cabeza en los muslos de la mujer, sonriéndole de par en par. La cazadora simplemente miro divertida al hombre.
Aloy: ¿Qué estas haciendo? -le pregunto ella con una sonrisa, el hombre sonrio por igual.
Allam: Digamos que a mi me encanta hacer tonterías para llamar tu atención -le dijo el hombre con una sonrisa.
Aloy: ¿Por? -pregunto ella mientras acercaba su rostro al de el soldado.
Allam: Porque soy una criatura con problemas de atención -dijo el soldado antiguo para darle un pequeño beso a la joven pelirroja.
Aloy: Eres un payaso -le dijo la mujer rodando los ojos cómicamente.
Allam: Lo sé -dijo el soldado antiguo con una sonrisa.
Allam escucho un rugido y se fijo que vino del estomago de Aloy. La pelirroja se sonrojo por lo ocurrido, pero Allam se reía como si nada.
Allam: Al parecer alguien tiene hambre, otra vez -dijo el soldado con algo de burla, pero se gano un codazo en el estomago por parte de la pelirroja.
Allam: Me la estaba buscando -dijo el soldado mientras se apretaba el estomago.
Despues de que Allam recuperar el aire y se recompusiera, este se levanto y miro a su novia.
Allam: ¿Bueno, que quieres comer? -pregunto el hombre mientras caminaba hacia la cocina.
La pelirroja se puso a pensar por unos segundos en que deseaba comer.
Aloy: Tenemos pavo, miel y patatas? -pregunto la mujer, Allam reviso sus almacenamientos y le confirmo que si tenian dichos alimentos.
Aloy: ¿Podrías cocinar un pavo glaseado en miel y que tenga otra capa de miel arriba, con una patata asada con queso para acompañar? -pregunto la mujer y el soldado antiguo la miro, algo extranado.
Allam: Eh, Aloy...¿no es eso mucha comida? -dijo el hombre, pero la mujer le dedico una mirada molesta.
Aloy: ¿Que estas insinuando, Allam James Blake? -dijo la mujer y el soldado sabia muy bien que estaba en problemas.
Alllam: Nada, nada...Bien, una orden de pavo glaseado doble con papa horneada, en camino -dijo el hombre, preparandose para cocinar.
Aloy: Con queso amor, que no se te olvide el queso -dijo la pelirroja a lo que el hombre le asintio.
Aloy: Gracias, eres el mejor. Te amo -dijo ella, el soldado le respondio igualmente.
Mientras Allam cocinaba la cena, este no pudo dejar de pensar en el extraño cambio en las costumbres de Aloy.
Allam Pov
Yo: ¿Pavo glaseado doble con una patata con queso asada? Ok, eso si es extraño, hasta para ella. Me esperaría algo más...simple y menos exigente., como pavo horneado, un kebab de jabalí o una ensalada. Bueno, esto tampoco es tan exigente, pero si es inusual que ella pida algo tan grande, para ella sola -decía en mi mente, tratando de entender el por qué de este repentino apetito.
Yo: Yo se que ella puede llegar a tener un gran apetito, pero eso suele pasar después de pasar horas cazando máquinas. Nosotros apenas encontramos problemas en el camino y teníamos provisiones suficientes para estar llenos por un buen tiempo -dije mientras miraba a mi novia de reojo.
Yo: Ella ha seguido comiendo tres comidas al día, nada del otro mundo, pero lo que me llamaba la atención era la cantidad, parecía que era como 5 comida al día. Ella estaba comiendo la misma cantidad de comida que yo me como a diario, cosa que es ridícula. Ella es bajita y pequeña que yo, ¿como diablos puede comer tanto? -me dije a mi mismo mientras metía el pavo bañado en miel al horno.
Yo: Y ni hablar del vomito constante, eso también es muy extraño. Aún sigo pensando que se trata de un parásito, pienso que sería mejor que Janet la revisara para confirmar y ver que le podemos dar para sacarlo de su sistema -dije, para buscar unas patatas dentro del barril de tubérculos que yo tenía a un lado de la encimera donde cortaba la carne.
Yo: A menos que...no puede ser...quizás si...pero no tengo forma de comprobar que sea cierto -dije en mi mente, parándome en seco al pensar en la otra razón por la que Aloy ha estado actuando tan raro.
Yo: Pero cuando...oh...esa noche -dije yo mientras me daba una palmada en el rostro al recordar la noche que Aloy y yo estábamos solos en la tienda del Cacique.
Busque a la pelirroja con la mirada y la vi en la mesa de trabajo, preparando más trampas y flechas para alguna caza futura. Mi vista pasó de su rostro a su abdomen, trate de notar alguna deformidad en el área o algo de hinchazón, pero se veía igual de siempre.
Sentía como mi respiración se me aceleraba y mis pensamientos empezaban a irse a mil y un lugares.
Ella no podría estar embarazada...estoy muy seguro que nos cuidamos...¿Como lo tomará Aloy?...¿Como lo tomará GAIA?...¿Como lo tomará la tribu?...¿Como lo tomarán mis hermanas?...¿Sería yo un buen padre o un fracasado como lo fue el mío?...¿Se molestará Aloy por estar embarazada?
Estás y muchísimas preguntas más corrían por mi mente, haciendo que estuviera poniéndome más nervioso. Mi mente poco a poco empezó a divagar devuelta a la guerra, a ese horrible día en Arizona, el día más traumatizantes de mi vida, pero logré salir del trance y sacar aquel pensamiento de mi mente. Inhale una gran bocanada de aire y la solté a los pocos segundos, para poder calmarme un poco.
Yo: Cálmate Blake, quizás no esta embarazada y solo esté enferma. No te ahogues en un vaso de agua...no empieces a traer el pasado -me dije a mi mismo para mis adentros, tratando de calmarme un poco.
Luego de calmarme, seguí cocinando el resto de la comida, con la cual no tuve tanto problema como creería. Toda la comida me tomo alrededor de media hora cocinar, y lo puse en la mesa. Iba a llamar a Aloy pero ella ya estaba mirando la comida de manera hambrienta.
Allam: Es hora de cenar -le dije a la pelirroja con una sonrisa.
La cena consistía en pechuga de pavo a la miel, con patatas cortadas en trozos y bañadas en queso. Era todo un manjar. El platillo tenia romero agregado, para aumentar el sabor y el aroma de la carne.
Ambos nos sentamos y empezamos a comer la comida que hice. Aloy se veía deleitada comiendo mi comida. Desde que nos conocimos, siempre le ha fascinado mi cocina, llamándola como la mejor del mundo.
Ella sabía cocinar, pero según palabras de ella, "solo la cocina para tener energías" y entiendo el porqué de ello. Ella está acostumbrada a estar siempre moviéndose y a estar en el campo, por lo que cocina para tener la energía necesaria para seguir, no se esfuerza mucho en buscar sazones ni nada de eso.
Desde que nos mudamos juntos, yo soy el usualmente cocina, por no decir casi todo el tiempo. Pero en sus inicios, a ella no le gustaba la idea de que yo contara todo el tiempo, ya que según ella, era abusar de mi buena fe, pero por mas que le he dicho que esta es una de mis miles de maneras de demostrarle que la amo, aún no lo entiende...es algo cabeza dura.
Pov General
Los pensamientos del posible embarazo de Aloy seguían rondando la cabeza del soldado. El hombre estaba algo nervioso de que así fuera el caso, pero muy en el fondo el lo deseaba, sería como una pequeña bendición.
Luego de cenar, ambos lavaron los trastes y decidieron irse a dormir. Allam se cambió a una camiseta café y boxers, mientras que Aloy se cambió a una camiseta negra, que le llegaba hasta los muslos, que antiguamente le pertenecía a Allam.
Ambos se recostaron en la cama y apagaron las velas que iluminaban la habitación.
Allam: Te amo, corazón -dijo el soldado antiguo para darle un beso en la frente a la pelirroja, la cual sonrió y se acurrucó más cerca del hombre.
Aloy: Yo también te amo -dijo la pelirroja besando su barbilla y acurrucándose con el hombre.
En pocos minutos, la pareja cayó rendida, felices por estar devuelta en casa, protegidos de los elementos.
3:00 am
Aloy abrió los ojos de repente, sintiendo como todo su estómago se le revolvía, ella se separó del agarre de su novio y salió rápidamente hacia afuera, cosa que no fue notada por el soldado antiguo, que dormía plácidamente como un bebé.
La pelirroja llegó a la letrina y empezó a vomitar toda la cena de hace pocas horas. La joven mujer duró así por unos minutos hasta que siento que por fin, ya todo había salido.
La mujer se limpió la boca con algo de agua que había en un barril cercano y empezó a volver devuelta a la casa. La mujer se sentó en la silla que había en la entrada y está soltó un suspiro.
Aloy: ¿Qué diantres me esta pasando? -se preguntó a sí misma la mujer, extrañada por los vomitos.
Aloy: Quizás mi foco tenga algo de información acerca de alguna enfermedad -dijo la pelirroja mientras encendía su foco.
La mujer abrí la interfaz de su foco y se puso a buscar información sobre enfermedades que le causaban vomito.
Ella leía algunos de los pocos datos que no estaban corruptos. Ella leía cada archivo detenidamente.
Aloy: Diarrea no es, estoy muy segura...¿Parásitos intestinales? No he comido nada crudo o podrido hasta donde se...tampoco creo que sea infección estomacal -decía la mujer en voz baja mientras leía cada archivo sobre dicha enfermedad y sus síntomas.
La mujer decidió ampliar su búsqueda y encontró un archivo que le llamó la atención.
Aloy: ¿Embarazó? -dijo la mujer con extrañeza.
La pelirroja abrió el archivo y empezó a leerlo con detenimiento, mientras más leía, más se estaba percatando de los síntomas que ella estaba sintiendo.
Aloy: Las náuseas, el hambre, el cansancio, mis extraños cambios de humor; todo concuerda con los primeros síntomas del embarazo -dijo la joven pelirroja al percatarse de los síntomas que ha estado sufriendo.
Aloy empezó a contar los días desde su ultimo ciclo menstrual y se dio cuenta que estaba pasada por 3 días.
Aloy Pov
¡No puede ser...quizás si esté embarazada! ¡¿Pero como y cuando?!
Me puse a pensar en los días pasados y recordé la noche antes de la expedición a Tambor del Trueno.
Yo: Tuve que haberlo dejado ir -dije con vergüenza mientras recordaba cómo había usado mis piernas para atrapar a Allam, cuando hicimos el amor.
Yo: Si es que soy pendeja -dije yo dándome un palmada en la cara.
Yo: No puedo estar embarazada ahora, tengo que concentrarme en reconstruir a GAIA, no se como voy a poder sobrevivir teniendo una panza gigante limitándome. Alguien tiene que reactivar a GAIA, por algo nací -decía yo mientras caminaba de un lado para el otro frente a la casa, estando preocupada por mi situación actual.
Yo: Voy a ser madre...voy a ser mamá...voy a tener un bebé, una familia -decía yo, dándome cuenta de la magnitud de la situación y mi preocupación siendo cambiada por una repentina felicidad.
Yo: Voy a ser mamá -dije, con una sonrisa empezando a formarse en mi rostro, mientras sentía mariposas en mi estómago.
Mis ojos se me estaban aguando por la felicidad, pero no entendía el por qué, quizás tenga algo que ver con aquellos "cambios hormonales" de los que leí.
Pov General
Aloy, que antes estaba preocupada por estar embarazada, ahora se encontraba llena de una alegría inexplicable.
Cargada de dicha alegría y emoción, ella pensaba darle la notici a Allam, ella se adentró de nuevo a la casa y encontró a su novio, el cual dormía con algo de intranquilidad, uno de los efectos del Estrés Postraumático.
La pelirroja se fijó que eran las 4 de la mañana, el no se le levantaría de tiro de las próximas dos o tres horas, como de costumbre.
Aloy: Le contaré en la mañana, por ahora lo dejaré descansará -dijo la pelirroja, para después irse a su lado de la cama y recostarse también.
Aloy se acercó al soldado y lo abrazó, haciendo que este se detenga en seco, para el después abrazarla por igual. Allam subconscientemente enterró su cara en el cabello de Aloy, calmándose poco a poco, hasta que por fin estuvo más tranquilo.
Aloy: Vamos a ser padres -dijo ella en voz baja, con una sonrisa plasmada en su rostro, mientras le daba un beso en la barbilla al hombre.
La pelirroja cerró sus ojos y se quedó esperando a que el sueño la retomara, cosa que no tardó mucho en suceder.
¡No duden en comentar!
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