Al borde de la extincion
Allam Pov
Aloy y yo corríamos hacia el palacio de Avad. El Sol aún no había salido, por lo que podía deducir que eran las 5 de la mañana. A lo lejos se podían ver las luces rojas de las máquinas.
Llegamos al patio interior del palacio y ahí vimos a Avad, que estaba mirando al risco donde estaban las máquinas.
Avad: Aloy, Allam me alegra que hayan llegado. ¿Son esos campamentos?-preguntó el magnate preocupado.
Yo: Como si fuéramos a saber. Pero estoy muy seguro que esas no son fogatas de campamento-le dije al hombre con algo de sarcasmo.
Escuchamos una tremenda explosión y vimos que una gran explosión destruyó un risco. De ella empezaron a salir Escarbajos y Kopesh, junto a cientos de soldados Eclipse.
Yo: ¡A las armas! ¡Ya!-grite comandando a los guardias, pero estos estaban mirando como estupidos a la gran muestra de poder de los Eclipse.
Avad: ¡Hagan lo que el diga!-les ordenó el Rey a sus súbditos y estos corrieron despavoridos a tomar los cañones Oseram.
Avad: ¿Creen que los caños e sirvan contra las máquinas?-preguntó el Rey con preocupación en su voz.
Aloy: Solo hay una manera de averiguarlo-dijo la cazadora Nora preparándose mentalmente para la batalla.
Se escuchó otra explosión, pero esta vez fue más cerca. Destruyendo la escalera. Del agujero salieron soldados Eclipse y Helis...¡¿con una Ultrawave Mk6?!
Escuche el sonido de los pistones de aire comprimido de su exo al dar un salto doble y frenar su caída. Agarró a un soldado Carja y lo lanzó por el balcón como si fuera nada. Para después darle una patada a otro y empalarlo con su espada.
Aloy: ¡Es Helis!-dijo mi novia con odio y rabia en su voz.
Busque a Avad con la mirada y lo vi desenfundando su espada.
Yo: No, quédense aquí. Yo iré detrás de Helis-les dije, pero Aloy negó con la cabeza.
Aloy: No, no vas a pelear tu solo contra ese monstruo-me dijo la cazadora mientras se me paraba enfrente.
Yo: Aloy, el tiene una Ultrawave. Soy el único que puede pelear con el. No te voy a poner en peligro sin necesidad-le dije mirándola a los ojos con mirada decidida.
Aloy: ¡Y yo no voy a dejar que te mates por mi otra vez!-dijo la cazadora con ojos cristalinos.
Me parte el arma verla así...pero es por su propio bien.
Yo: Aloy te-le iba a decir pero ella me interrumpió con un grito.
Aloy: ¡No quiero volver a perderte!-me grito mi novia con voz triste, pero decidida.
Ella estaba preocupada por mi...esta casi llorando por mi...el tiempo que ella pensó que estaba muerto la afecto más de lo que pensé...aún así...tengo que derrotar a Helis. Soy el único que puede hacerlo...es mi deber y mi responsabilidad. Quiero que Aloy, no....necesito que Aloy gane y viva.
Le di un tierno beso en los labios a la pelirroja, beso que la tomo por sorpresa pero no tardo en hundirse en el. Nos separamos del beso y la agarre por los hombros.
Mire a Avad con mirada decidida y este solo asintió.
Perdóname Aloy...
Agarre la cuerda gancho de mi novia y la tire por el balcón. En su confusión, la levante un poco y la lance hacia Avad. El cual la atrapó para que no escapara.
La mire por última vez y cerré mi casco mientras la pelirroja gritaba mi nombre con los ojos llorosos. Salte por el balcón y antes de caer al piso, frene en el aire con un salto doble y aterrice con pose de superhéroe.
Yo: Es hora de hacer las putas chimichangas-dije mientras agarraba mi ametralladora ligera y salí corriendo en la dirección que fue Helis.
Llegue a una especie de pequeña plazoleta con escaleras, donde habían soldados Eclipse peleando con la guardia.
Dispare contra los Eclipse y salve a unos cuantos soldados, los cuales me agradecieron y siguieron hacia el interior del castillo para pelear contra los invasores, algunos fueron a defender la pared esté.
Sentí como alguien había arremetido contra mi, haciéndome perder mi agarre en mi arma por el repentino movimiento. Mi cuerpo chocó contra un pilar y pude escuchar como craqueaba la arenisca.
Mire en la dirección que sentí el golpe y vi a Helis con un escudo antibalas y un sable...¡¿Como carajos consiguió mi armadura?!
Helis: Antiguo, nos volvemos a encontrar-dijo el hombre con una sonrisa.
Yo: Helis-dije con veneno en mi voz mientras desplegaba mi cuchilla.
Helis: ¿Veo que no habrá charla primero eh?-dijo el hombre sarcásticamente, enfadándome más.
Yo: ¡No hay nada de que hablar, sadico hijo de puta!-dije yo con odio y veneno en mi voz, preparándome para pelear.
Helis se lanzó hacia mi para tratar de darme un tajo con su espada. Pero cubrí su ataque con mi cuchilla, ambos quedando en un choque.
Le di una patada para alejarlo de mi. Intente cortarlo con mi cuchilla pero uso su espada para defenderse. Retorcí mi brazo para hacerlo perder agarre e intente pegarle un puñetazo pero metió su escudo en el medio, lo que me hizo tirar una mueca de dolor en mi rostro al haberle pegado al escudo.
El hombre me dio con el escudo en el casco e hizo que perdiera el choque de espadas. Intentó impalarme con su espada, pero lo esquive por los pelos; después intentó darme en la cabeza, pero rodeé debajo del ataque y le corte por la costilla con mi cuchilla.
Helis intentó clavarme su espada, pero activé mi escudo electromagnético, lo que hizo que su espada rebotara y perdiera algo de balance.
Mientras se estaba tambaleando, le pegué en la cara con mi escudo, después agarre una de las esquinas del escudo y se lo arranqué para después lanzarlo por el balcón.
Helis me dio un puñetazo en el casco, pero este si lo sentí por la fuerza de su exo, haciéndome caer al suelo. Me intentó empalar su espada y sin perder tiempo usé mi escudo para defenderme.
Helis: ¿Crees que tienes oportunidad contra MÍ? ¿¡Contra el Terror del Sol!?-dijo el hombre con una sonrisa sadica mientras seguía golpeando mi escudo, debilitándolo poco a poco.
Me fijé que Helis no estaba moviendo sus pienrnas y estaban cerca de mi, por lo que le di una patada en la rodilla, haciendo que pierda balance y se arrodille. Yo le estrellé mi escudo durante su caída y a la vez usé mi escudo como catapulta para quitármelo de encima.
Yo: ¡Vamos a ver si eres tan rudo cuando te arranque las pelotas!-le respondí con odio al hombre.
El líder Eclipse me intentó cortar el brazo pero me moví de en medio. Este vio que mi escudo tenía una pequeña abertura y con su espada destruyó mi escudo.
Me levante del suelo rápidamente y aproveché los pocos segundos de descanso que tenía para recuperar mi aliento. Helis era un buen peleador, le puedo reconocer eso, pero no me voy a dejar ganar tan fácilmente por el.
Helis se levantó y con rapidez me dio un tajo por el pecho de mi armadura, penetrandola y cortándome un poco. Yo me aleje un poco adolorido y veía que su espada había atravesado mi armadura, pero ¿como?
Yo: ¿Como-?-le iba a preguntar pero este esbozo una sonrisa malévola.
Helis: Hecha de la mandíbula de un Atronador, Antiguo. Corta lo que sea-dijo el hombre con una sonrisa malévola.
Helis: Ahora, te doy dos opciones. ¿Quieres morir rápido o lentamente?-dijo el hombre blandiendo su espada en círculos mientras girábamos alrededor del uno del otro.
Yo: Prefiero la tercera opción-le dije mientras lo miraba con odio.
Helis: ¿Ah si? ¿Y cual sería esa?-dijo el hombre burlonamente.
Yo: En la que tengo tu cabeza incrustada en mi espada-le dije al hombre con una sonrisa burlona y mirada determinada en mi rostro.
Helis: Te iba a dar una muerte lenta, pero ahora te voy a hacer sufrir, empezando con esa perra del pelo rojo. Tendremos tanta diversión-dijo el hombre con una sonrisa sadica.
Ese hijo de perra no le va a tocar ni un mechón de cabello a mi Aloy.
Yo: ¡Primero tendrás que matarme a mi cabron. Solo la veras cuando me la quites de mis frías y muertas manos!-le dije con mi cuchilla lista.
Helis: ¡Pues que así sea!-dijo el hombre mientras se acercaba a mi con su espada.
Yo: ¡Dame con lo peor que tengas!-dije mientras me preparaba para el ataque.
Ambos corrimos el uno hacia el otro, Helis blandió su espada como si fuera un hacha, mientras que yo mantenía mi cuchilla al frente.
Con Aloy...
Aloy Pov
No paraban de llegar. Tenemos media hora peleando con estas máquinas de guerra y no parecía que pararan de llegar. Hace poco tumbamos a un Avempestad corrupto. Eso si fue un dolor de cabeza.
La morena que ayudó a Allam, Vanasha si no me equivoco me estaba pasando más cartuchos de municion para el cañón.
Yo: Gracias Vanasha-le agradecí a la morena
De un momento a otro escuchamos algo caer y romperse. El soldado Oscuro que era amigo de Allam, llamado Uthid fue a recoger lo que era y cuando vi lo que tenía en mano, no me lo podía creer.
Era el casco destrozado de Allam...
Sentía como si el mundo entero se estuviera derrumbando al ver ese casco. Allam no podía estar muerto...no otra vez...no podía estar muerto.
Vanasha estaba diciéndome algo pero todo se escuchaba embotado y yo solo tenía mis ojos en la máscara.
Una explosión hizo que retomara mis sentidos, pero ya era demasiado tarde. Estaba volando por los aires, después todo fue oscuridad...
Intente mantenerme despierta, pero veía todo borroso. Sentía un gran dolor de cabeza...
Veo a un Portador de la Muerte arrastrando una bola gigante de metal.
Yo: HADES-dije débilmente y volví a caer noqueada al suelo.
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Empecé a escuchar gritos por todos lados, pero había una voz que se destacaba de todas, la cual estaba llamándome.
??: Aloy...Aloy...Aloy por favor despierta-decía la voz masculina. Abrí mis ojos y pude ver la imagen borrosa de Allam, parpadeé unas cuantas veces y mi vista se aclaró, era Teb.
Teb: ¡Aloy, gracias a La Madre estás viva, pensaba que estabas muerta!-dijo el joven alegrado de verme.
Yo: Teb...¿donde?...¿Están todos bien?-le pregunté al artesano Nora.
Teb: Si, heridos, pero vivos. Esa gran máquina destruyó la entrada y siguió de largo, arrastrando a esa cosa con ella. Se dirige hacia La Aguja-me explicó mi amigo.
Había fallado, deje que Hades llegará hasta allá. Espero no estar muy tarde para detenerlo. Recordé cuando Uthid tenia el casco de Allam, quizás...Teb lo habrá visto.
Aloy: Teb....¿Has visto a Allam?-le pregunté esperanzada, pero este negó con la cabeza.
Suspire...quiero llorar, perdí a Allam otra vez y Hades llegó a La Aguja...pero no puedo...debo ser fuerte...todos han estado dándolo todo y no puedo ser la única que se pare a llorar...ya tendré tiempo para llorar después...es hora de trabajar.
Me levante con la ayuda de Teb y me tome una de las pociones curativas para calmar el dolor.
Yo: Teb...quédate aquí y cuida de los heridos-le ordene mientras empezaba a correr hacia la aldea de Meridian. El lugar parecía el mismísimo infierno, lleno de fuego, humo y destrucción.
Mientras iba corriendo vi como el elevador de Meridian fue destruido por un Kopesh y este empezó a caer. Obligándome a cambiar de curso.
Momentos antes...
Allam Pov
Le di un puñetazo en la cara a Helis, lo que hizo que se me quitara de encima. Tenía una nariz sangrante y sentía que la boca me sabía a hierro.
Helis: ¿Donde está el guerrero que mis hombres tanto temen? ¿Donde está toda la habladuría que me enviaste?-dijo el líder Eclipse mientras escupía algo de sangre con un diente incluido.
Escuché una explosión y veo que el Muro este fue destruido. Un Kopesh veía arrastrando a una gigante bola de metal, venía arrastrando a HADES.
Yo: ¡Mierda, Aloy!-dije al ver el humo.
Helis: No creo que tú noviecita haya sobrevivido-dijo el hombre con una sonrisa malévola, haciendo que me hierva la sangre.
Me levante y me lance contra el hombre, quedando sobre el. Empecé a darle puñetazos y ganchos en la cara. Cuando este se cubrió, le agarre uno de sus brazos y lo puse entre mis piernas para empezar a jalarlo y extenderlo, con la intención de dislocarlo.
Helis se giró rápidamente y con un ladrillo me pegó en la cara, haciendo que suelte su brazo.
Este se subió sobre mi y empezó a destrozar mi mascara, si la dañaba no podría ver. Le puse mi mano en su cara e intentaba mantenerlo lejos de mi.
Estaba perdiendo visión y yo le metí mi pulgar en su ojo y empecé a apretarlo. Use toda mi fuerza y Helis dio un grito ahogado de dolor. Arrancándome mi casco en el proceso.
Helis lo tiro por el balcón y se veía molesto, con un ojo sangrante. Este intento cortarme con su espada pero desplegué mi cuchilla y lo detuve.
Aplique fuerza hasta que el se cansara. De la nada mi cuchilla se partió en dos, dejándome sorprendido. Bloquee con lo poco que me quedaba de mi cuchilla y agarre la espada con mi mano, dolía como si me hubieran hachado ácido en una herida.
Le di una patada en la rodilla al Eclipse y escuche un pequeño "pop" de ella. Le había roto el menisco al muy cabron.
Le di una patada en la cara, lo que hizo que soltara la espada y cayera al suelo. Agarre la parte que se rompió de mi cuchilla y se la clave en el estomago al Eclipse. Este me miraba con odio, hasta que lo obligue a arrodillarse ante mi.
Yo: Aquí está el hombre a quienes los Eclipse temen Helis. El hombre que hace que tus oficiales se caguen en sus pantalones y tengan pesadillas, ese soy yo-le dije a él mientras cogia su espada y agarraba su brazo izquierdo.
Le cercene el brazo y este grito de dolor, yo solo lo lance a un lado. Le di una patada en la cara haciendo que caiga al suelo, le agarre la pierna derecha y se la parto, quedando en un ángulo inhumano. Le agarre por su casco y le di un tajo con el puño en la clavícula, tan fuerte que se la destroce.
Helis: E-Eres u-u-u-u-trataba de decir el hombre pero el dolor no lo dejaba.
Yo: ¿Un maldito? ¿Un monstruo? Tranquilo-le dije mientras le susurraba al oído tétricamente.
Yo: Ya lo sé-le dije con una sonrisa siniestra, para después agarrarle del casco y levantarlo lo mejor que pueda.
Yo: Como te dije, prefiero la tercera opción Helis...mira al Sol y deja que tú fanatismo te mate- le dije mientras lo forzaba a mirar al cielo, para después cortarle la cabeza.
Estaba jadeando bastante fuerte, por fin le puse fin a Helis...por fin se acabó su reinado del terror. Mire mi mano ensangrentada y a mi herida abierta, tenía tanto tiempo sin ver mi propia sangre en mis manos.
Me pase la mano ensangrentada por mi cara, dejando una larga mancha de sangre en mi rostro.
Este es el nuevo mundo...pero aún debo tener morales para no caer en el abismo...si pierdo mis morales...me pierdo a mi mismo. Fui a buscar mi ametralladora ligera y al encontrarla me la puse en la espalda, mientras que enfundé la espada en mi cinturón. Creo que me quedaré con esta espada.
Me acerqué a la tirolina que ayudaba a bajar al muro este, pero estbaba destruida y si me lanzaba desde aquí era una muerte segura.
Yo: Necesito bajar de aquí rápido...¡el elevador!-dije después de pensarlo un poco y con un Olán en la mente.
Abrí las puertas que me llevaban al interior de los pasillos del Palacio del Sol. Corría como allá que lleva el diablo hasta que por fin salí al patio exterior. Corría por las abandonadas calles de Meridian, las cuales estaban vacías por el ataque y la Ley Marcial que fue impuesta.
Un grupo de guardias estaban peleando con un gran escuadrón de soldados Eclipse, agarre la ametralladora ligera y di un salto doble, haciendo que llueva una baranda de balas sobre los pobres desgraciados.
Los Eclipse parecieron reconocerme y salieron despavoridos, los guardias me agradecieron y los persiguieron. Yo seguí corriendo hasta el ascensor de Meridian. Solo había uno abierto y disponible, por lo que me entré en el y le di a la palanca.
En lo que bajaba escuché varios misiles venir en dirección con al elevador y me aferre a algo. Cuando las explosiones llegaron, sentí como perdía gravedad y el elevador iba cayendo.
Yo: ¡Ay mamita!-grite asustado hasta que todo se hizo oscuro y no vi más nada.
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Empecé a abrir mis ojos y siento que me duele todo el cuerpo. Todo está oscuro. Gritos desesperantes...es lo único que escucho. Siento el sabor a hierro en mi boca; mi nariz percibía el olor de madera quemada y de óxido.
Empiezo a mover lo que sea que tengo arriba, sin mucho éxito. Miró hacia los lados y veo qué hay una pequeña apertura para yo poder salir, que si hago la suficiente fuerza puedo hacerla más grande.
Empecé a moverme hacia allá lentamente. Cuando llegue a la apertura, usé toda mi fuerza posible y la abrí lo suficiente como para sacar mi torso. Después saqué mis piernas y estuve fuera de los restos.
Vi la aldea de Meridian y estaba envuelta en flamas. La gente gritaba desesperada y pidiendo auxilio. La guardia peleaba contra los Eclipse y sus máquinas corruptas. Me daba pena y rabia ver a la aldea así...los Eclipse van a pagar por esto. Iba a correr hasta la muralla este, pero una explosión al tope de La Aguja me aviso de que estaban pelando allá arriba, por lo que salí corriendo hacia allá, matando a uno que otro soldado Eclipse que se interpusiera en mi camino.
Empecé a subir la escalonada de La Aguja, en algunas partes las escaleras estaban colapsaras por lo que le tenía que hacer saltos dobles para poder llegar.
Después de unos minutos, llegue casi sin aliento al tope de la escalonada y vi a un Kopesh con venas rojas peleando contra mis amigos y aliados.
Miraba cómo Erend, Sarah, Janet, Tanalah, Sona, Varl y Aloy peleaban contra la gran máquina corrupta. HADES debe estar transmitiendo ya...tengo que forzarme más. Es hora de acabar con esto de una vez por todas.
Agarre mi ametralladora ligera y empecé a dispararle a la máquina, llamando la atención de todos los presente, que se mostraban sorprendidos por mi repentina aparición.
El Kopesh empezó a dispararme con su ametralladora, di un salto doble para quitarme de su camino y seguir disparando, cuando caí al suelo corrí a ponerme a cubierto. Los demás siguieron disparando a la gran máquina con flechas, bombas y balas. Yo saqué el cargador y vi que solo me quedaban algunas 100 balas antes de que se me acabaran las municiones.
Volví a entrar el cargador y volví a dispararle al Kopesh. Di un salto doble para salir de su rango de ataque. Los casquillos de bala caían como el agua en la lluvia.
Voy a seguir peleando hasta que todos y cada uno de esos robots estén en el suelo. Voy a pelear por mis amigos...por mi familia...y por el mundo.
Escuche el click de mi ametralladora, significando que ya no tengo balas. Solté el arma y la dejé caer al suelo, me puse las manos en mi cintura, pero no siento mi lanzagranadas.
Yo: Lo debí haber perdido en la caída del elevador...mierda-dije mientras pensaba en que podía usar para seguir peleando.
Asome mi cabeza un poco y pude ver la bola donde estaba Hades. Aloy intentó acercársele, pero el Kopesh no la dejaba. Sentí la espada de Helis en mi cinturón y tuve la idea más estupida del mundo.
Contacte a Sarah, que estaba cerca de Aloy.
Sarah: Allam, necesitamos ayuda, ¿se te acabaron las balas?-dijo ella asustada.
Yo: Si, dile a Aloy que se prepare a correr cuando haga la distracción. Disparenle con fuego a ese cabron-le dije y cerré la llamada antes de que pudiera responderme.
Agarre la espada y empecé a blandirla. Solo espero darle el suficiente tiempo a Aloy para acabar con HADES. Salí de mi cobertura y blandí mi espada.
Yo: ¡Hey!-llame al Kopesh y este me miró.
HADES: Alpha Prime-dijo la IA a través del Kopesh.
Yo: ¿Me quieres a mi no?-le pregunté con una mueca molesta. Vi como detrás del Kopesh Aloy salió corriendo con la lanza de Sylens en mano.
HADES: Afirmativo...entregue los códigos nucleares...General Allam Blake-demandó la IA asesina.
Yo: Claro, los puedes tener-le dije con una sonrisa confiada.
Flechas incendiarias, flechas explosivas y bombas incendiarias llovieron sobre la gran máquina de guerra antigua.
Yo: ¡Cuando me los arranques de mis frías y ensangrentadas manos Skynet barato!-le grite a la gran máquina mientras emprendía la carrera contra ella.
Todo ese daño de calor hizo que se sobre calentará, dejando sus núcleos expuestos. Todos empezaron a atacar los núcleos que podían ver, pero yo voy a por el grande, que se encuentra sobre el.
Di un salto doble y abrí la compuerta donde estaba el núcleo. Metí mi mano y saqué el gran núcleo, que estaba al rojo vivo. Le di dos espadazos al núcleo, dejándole una abertura lo suficientemente grande como para meter algo ahí. Agarre mi bolsa de granadas y la metí ahí. Cuando el Kopesh se volvió a enfriar, volvió a cerrar su núcleo y ya sabía que era mi salida.
Di un salto doble y la explosión me envió a volar por los aires y caí cerca de HADES, justo al lado de Aloy.
Esta me ayudo a levantarme y nos miramos a los ojos. Podía ver como sus pupilas estaban dilatadas por la sorpresa...como si estuviera viendo a un fantasma. Puse mi mano sobre la de ella, para señalarle que estaba listo, ambos asentimos, nos tomamos de la mano y con mirada decida ella utilizó el código maestro en HADES. Yo incrusté mi espada en la gran bola de metal. Ambos sentimos una gran corriente de energía entrar por todo nuestro cuerpo y de repente...estábamos dentro te una sala holografica creada por los focos.
Una gran antena de color rojo señalaba a Hades, mientras que dos figuras azules se mostraron. Una era de la Tía Eli y la otra era la mía, con un uniforme como el del antiguo General Herres.
Una voz sintética empezó a hablar.
Voz: Control maestro armado. Para activar, especifique nombre y rango-dijo la voz.
Aloy: Elizabeth Sobeck...Alpha Prime-dijo la cazadora segura.
Yo: General Allam Blake...Alpha Prime-dije con voz decidida.
Vi como Aloy tendió la mano hacia el holograma de la tía Eli...como si no quisiera dejarla ir.
Voz: Control maestro activado, purgando protocolo de extinción-dijo la voz para empezar a destruir a HADES.
Sentí como fuimos halados devuelta a la realidad. La bola de metal empezó a desplegar energía, sabiendo lo que venía, le di un abrazo a Aloy para cubrirla de la onda eléctrica.
Abrí mis ojos y me encontré con los ojos verdes de ella, sentía como penetraban hasta lo más profundo de mi alma.
Yo: Hey-dije y una sonrisa se empezó a formar en su rostro.
Aloy: Estás vivo-dijo ella con lágrimas amenazando con salir.
Yo: Claro que lo estoy...jamás en la vida te voy a dejar sola Aloy-le respondí y ella me beso.
Al principio me sorprendió por el beso, pero después me acoplé bastante bien con ella. Cuando ella me besaba, sentía que solo estábamos nosotros dos en el mundo. Nadie más.
Nos separamos del beso y escuchamos una pequeña tos detrás de nosotros. Ahí vimos a nuestros amigos, todos con sonrisas pícaras en sus rostros. Nosotros simplemente nos avergonzamos.
Sarah: Nosborn que galán-dijo cómicamente mi hermana menor, ganándose la rosa de todos.
Erend: Hay un lugar aquí que quiero que todos vean-dijo el Oseram con una sonrisa, haciendo una señal para que lo sigan.
Seguimos a Erend hasta un risco, en cual se podía ver a toda Meridian. El Sol empezó a salir, señalando el amanecer de un nuevo día...para mi era el amanecer de un nuevo mañana. Podíamos escuchar los gritos victoriosos de los ciudadanos de Merdian. Era hermoso y glorioso...nos esforzamos tanto y he aquí, los frutos de nuestra batalla.
Aloy levantó su arco al aire con la sonrisa más grande que su rostro podía hacer. Yo levante mi puño al aire, desplegando mi cuchilla rota al mismo tiempo. Una sonrisa de par en par se plasmó en mi rostro mientras veía a Meridian y al horizonte. Todos empezaron a gritar de la felicidad.
Aloy y yo nos miramos con una sonrisa. Esta mujer me ha llevado a la aventura más grande que he tenido en mi vida...desde la montaña más alta hasta lo profundo de la tierra. Ella me salvo del hielo...y me salvo del olvido.
Me acerqué y le di un beso en los labios. Todos aplaudían y gritaban, haciendo que Aloy y yo nos riéramos un poco, avergonzados por lo que este grupo de locos hacían.
Erend: ¡QUE VIVAN LOS NOVIOS!-grito el Oseram mientras levantaba su martillo de guerra.
Aloy yo yo nos separamos del beso y unimos nuestras frentes.
Yo: Te amo Aloy-le dije a ella en un susurro mientras miraba sus ojos verdes.
Aloy: Y tú amo a ti, Allam Blake-me respondió la cazadora con una gran sonrisa.
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¿Sabes? La humanidad ha estado al borde de la extinción cuatro veces...y la última vez perecimos...pero creamos un nuevo mundo...un mundo mejor que el que dejamos...un mundo que aún sigue viviendo los pecados que cometimos.
Esta es la quinta vez que los humanos estamos al borde de la extinción...y está vez si la sobrevivimos...
Humanidad: 5-Extinción: 1...
Vendrán más batallas, más aventuras y nuevos secretos que descubrir en el futuro...solo espero tener a mi familia y amigos a mi lado...para afrontar los misterios de este mundo.
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