Una señal de auxilio
Un nuevo día empezaba en el Oeste Prohibido, un nuevo día para sobrevivir y seguir tratando de salvar al mundo.
Aloy abrió sus ojos con pesadez, no queriendo levantarse de su cama, pero al no sentir al soldado antiguo a su lado, ocasionó que ella se levantara y lo buscara con la mirada por la habitación.
Ella fijó su vista en los sillones donde su marido había puesto sus armas. Ella observaba al hombre dormido, recostado en el sillón.
La pelirroja salió de las sabanas e inmediatamente se empezó a estirar, tratando de sacar el cansancio de su cuerpo. Aloy se puso su ropa interior y se encaminó hacia el soldado antiguo.
Aloy observó en lo que trabajaba el hombre; limpiar sus armas. La mujer veía las armas desarmadas en la mesa, mientras que las armas que fueron dañadas estaban tiradas a un lado, para no estorbar lo más seguro.
Aloy movió suavemente el hombro de su esposo, haciendo que este se tuerza un poco en su sueño.
Aloy: Al, es hora de despertar amor -le dijo la pelirroja en voz baja y dulce, tratando de despertar al soldado antiguo.
La mujer escuchó a su marido murmurar algo por lo bajo, por lo que ella acercó su oído a la boca del soldado, para saber que andaba murmurando.
Allam: No...te llvar -dijo el soldado en su letargo, algo que no entendió la mujer.
Aloy volvió a mover el hombro de Allam, esta vez con un poco más de fuerza , causando que el soldado se despierte de golpe y escaneará la habitación con rapidez, haciendo que sus ojos dieran vueltas en sus cuencas.
Allam posó su mirada en su esposa y su expresión de alerta pasó a una más calmada y familiar, viendo que la pelirroja estaba a su lado.
Allam: Oh, eres tú Aloy. ¿Como dormiste amor? -le preguntó el soldado antiguo a su esposa.
Aloy: Dormí bastante bien, creo que es lo mejor que he dormido en mucho tiempo -le respondió la pelirroja, con una sonrisa pícara, causando que el soldado antiguo se sonroje y se riera por la vergüenza.
Aloy se sentó al lado de Allam y recostó su cabeza en el hombro del soldado. La pelirroja solto un suspiro soñador y tomó la mano del hombre en la suya.
Aloy: Me alegra que estes aquí, Al -dijo la cazadora.
Allam le dio un beso en el tope de su cabeza y recostó la suya de la de ella.
Allam: Yo también estoy feliz de estar aquí, 'Loy -le respondió el soldado antiguo a la mujer.
Allam: Oye, después de desayunar, te quiero mostrar algo que me encontré en la base -le comentó el soldado antiguo a la mujer, causando que la curiosidad de la Nora emoezara a manifestarse.
Aloy: ¿Que descubriste? -le preguntó la pelirroja.
Allam: Te mostrare en cuanto desayunemos -dijo el soldado antiguo con una sonrisa.
La pareja se quedó en aquella posición por un rato, disfrutando de la compañía del uno y del otro en silencio. Aquella paz no parecía ser interrumpida por nada, hasta que el se escuchó el rugido del estómago de Allam.
La pareja se separó y se decidieron cambiar a sus ropas normales. Mientras Aloy se ponía sus últimas piezas de armadura, ella se fijó en que Allam seguía usando aquella gabardina que ella le hizo para su cumpleaños.
Aloy: Veo que te gusto mi regalo -comentó la mujer, causando que el hombre la mirara con confusión, causando que Aloy se ría.
Aloy: La gabardina, bobo. La confeccione y le cocí los símbolos en la espalda. Lo hice cuando estaba embarazada, estaba esperando a tu cumpleaños para regalártela -le explicó la Nora al soldado, a lo que el sonrió enamorado.
Allam: Es el mejor regalo del mundo -dijo el soldado, abrazando a su esposa.
Luego de haberse cambiado, ambos salieron a la sala principal de la base, donde se encontraron a toda la pandilla alistándose para el desayuno.
Aloy: Buenos días -saludó la cazadora Nora a los presentes, a lo que todos respondieron ante el saludo.
Aloy se fijó que que Kotallo ya estaba despierto y estaba recostado en uno de los pilares de la habitación, cerca de las escaleras y alejado de los demás.
Aloy: ¿Hola Kotallo, como dormiste? -le preguntó la pelirroja al nuevo habitante de la base.
Kotallo: Dormí bien, Aloy. Esta caverna, no es como ninguna otra que he visto. El lugar debería de sentirse frío con todo este metal, pero no, hay calor aquí dentro, es...extraño -explicó el hombre.
Aloy: Si, los lugares del viejo mundo tienen ese efecto en la gente -simpatizó la pelirroja con el hombre, entendiendo su confusión perfectamente.
Kotallo: Tú amiga Utaru me dio una de estas cosas y me ha estado ayudando a utilizarlo. Me dijo que se hacen llamar Focos -le comentó el hombre a la mujer, mostrándole la maquinita que estaba pegada a su cien.
Aloy: ¿Estas cómodo con el? -le preguntó la pelirroja al hombre.
Kotallo: Más o menos, no es incómodo, pero es raro. Hay demasiado que aprender, gracias a esta cosa -le respondió el hombre.
Kotallo se fijó en algo detrás de Aloy, en donde vio a Erend mirándolo de reojo, pero volviendo a prestar atención a lo que sea que estaba haciendo en su Foco en cuanto se dio cuenta de que el Mariscal Tenakt lo había descubierto.
Kotallo: Veo que tus compañeros no confían del todo en mí -dijo el hombre, moviendo su brazo instintivamente al brazo faltante, cosa que no pasó desapercibida por Aloy.
Aloy: Oh no, Kotallo. No es por eso. Es simplemente que, en el Solminio, los Tenakt son muy mal vistos por los Carja y los Oseram no conocen mucho sobre ustedes, por eso algunos de ellos están así -le explicó la pelirroja, pero esto causó que Kotallo bufara.
Kotallo: Por que no me sorprende -dijo el Tenakt, incómodo por la información aprendida.
Aloy: Dales tiempo, ellos se abrirán a ti. Así mismo fueron con Allam -le explicó la mujer, causando que el Tenakt la mirar con confusión.
Kotallo: ¿A que te refieres? -le preguntó el hombre, confuso.
Aloy: Pues, Allam es un Antiguo. Un soldado antiguo, para ser mas específicos. La gente no sabía cómo sentirse con respecto a él, los Nora lo veían como un demonio y los Carja no confiaban en él. Pero después de que él me ayudara a salvar a Meridian y el y Erend, aquel Oseram de allí, le dieran caza a unos locos sectarios, los Carja y los Nora se abrieron a él -le explicó la mujer, tomando por sorpresa al Tenakt.
Kotallo: ¿El es un Antiguo? ¿Como los Diez? -pregunto el mariscal, asombrado por el descubrimiento.
Aloy: No diría cómo los Diez, pero cerca. Mira -dijo la pelirroja, abriendo la interfaz de su foco y mostrándole a Kotallo una foto de Allam.
En dicha foto, Allam portaba su armadura Ultrawave Mk 7 y su exoesqueleto, sin el casco. El soldado traía su rifle de asalto en sus manos, mientras escaneaba el área en donde estaban. Era una foto que Aloy le había tomado al soldado antiguo un par de horas después de que el había salido de la cámara criogénica.
Kotallo: Increíble -dijo el hombre, sorprendido por la fotografía del soldado antiguo.
Allam: ¡VERDADERAMENTE, EXISTE UN DIOS! -grito el soldado antiguo con alegría.
Los presentes vieron cómo el soldado antiguo veía caer el agua caliente de la ducha, algo que para los habitantes del nuevo mundo, era algo extraño.
Erend: ¿Por que está tan emocionado por ver agua caer? -pregunto el Oseram, confundido ante las acciones de su amigo.
Varl: ¿Y me preguntas a mí? A saber que le pasara por ese cerebro antiguo -dijo el cazador Nora con una sonrisa, quien se reía por la expresión del soldado antiguo.
Allam: ¿GAIA, hay ropa limpia y servible por aquí? -le preguntó el soldado antiguo a la computadora.
GAIA: Hmm...revisé aquellos casilleros General Blake, quizás encuentre algo de ropa -cometo la IA, no muy segura.
El soldado antiguo abrió uno de los casilleros y se encontró con varias prendas de ropa masculina antigua.
Mientras Allam rebuscaba, Kotallo miraba para todos lados buscando de donde provenía la voz.
Kotallo: Tengo tantas preguntas -dijo el mariscal Tenakt con el cerebro casi fundido por no entender lo que estaba pasando.
Aloy: Los demás te explicarán que está pasando en un momento, Kotallo -dijo la mujer, haciendo que el Tenakt se calme un poco.
Allam: Gracias a Dios -dijo el soldado con felicidad, agarrando un par de bóxers limpios.
GAIA: General Blake, antes de que se tome una ducha, los necesito a usted y a Aloy en la sala de control de inmediato, por favor. Es urgente -le pidió la IA, pero cayó a oídos sordos para el soldado.
Allam: Después de que me bañe, atenderemos lo que necesites, GAIA -dijo el soldado antiguo, a punto de entrar a la ducha, pero se fijó que el agua se había apagado.
Allam: Oh claro que no, GAIA enciende el agua otra vez -le reclamó el soldado antiguo, pero no recibió respuesta de la IA.
Allam: ¿Me quieres hacer un berrinche, eh? -le preguntó el soldado antiguo a la IA, la cual le seguía sin responder.
Allam miró a sus esposa sin poder creérselo y ella simplemente se encogió de brazos.
Aloy: Quizás si sea algo importante, Al. Será mejor ver que GAIA necesita, se escuchaba preocupada -le comentó la pelirroja, pero el soldado antiguo no estaba de humor.
Allam: ¡GAIA, Alfa Prime Allam James Blake, General del Ejército de los Estados Unidos de America, código de identificación 03562-AB24-I! -grito el soldado antiguo, pero no recibió respuesta de la IA, nuevamente.
Allam: Maldita sea, pensé que eso iba a funcionar -murmuro el soldado antiguo, pensando que usando su código maestro, GAIA le respondería.
Allam: Está bien GAIA, tú ganas -se rindió el soldado caminando hacia la sala de control.
Aloy siguió por detrás al soldado antiguo, el cual seguía incómodo con GAIA. Maldiciéndola en voz baja.
La pareja entró en la habitación de GAIA y se encontraron con la IA, esperándolos.
GAIA: Aloy, General Blake, me alegra que hayan venido -dijo la IA, como si nada del mundo hubiera pasado.
Allam: Más bien me forz- Agh -comentó el soldado, pero fue callado por un codazo por parte de su esposa.
Aloy: ¿Que necesitas GAIA? -le preguntó la pelirroja, curiosa del por qué la IA están tan investida en traerlos aquí.
GAIA: Esta mañana, recibí una transmisión inusual en mi frecuencia dedicada para ELUTIA, la transmisión ocurrió tan lentamente que al principio pareció un parpadeo accidental de datos entre estática de fondo -explicó la IA, dejando a la pareja confundida sobre la analogía que ella usó.
GAIA: Una vez que me di cuenta de esta irregularidad, me tomó un poco de tiempo descifrar el mensaje completo -explicó la IA nuevamente, esta veraz mostrando el mensaje.
Dicho mensaje contenía una serie de coordenadas, con el código S.O.S y una nota que decía "Precaución".
Allam: Esas son coordenadas, pero ¿a dónde conducen? -comentó el soldado antiguo en voz baja, mientras desplegaba un mapa de la región y buscaba hacia adonde apuntaban.
Aloy: Esta marcando una montaña al noroeste de la base -dijo la pelirroja, al ver donde habían caído las coordenadas.
Allam: Pues será mejor que nos alistemos para salir -dijo el soldado antiguo con seriedad.
La pareja se iba a retirar de la habitación, pero antes de irse, GAIA los había interrumpido.
GAIA: Aloy, General Blake, una advertencia -les llamó la IA, haciendo que ambos se voltearan a verla.
GAIA: Es posible que esta transmisión sea genuina, pero también, es posible que esta esté siendo transmitida por alguien o algo más -les advirtió la IA, captando la atención de ambos.
Aloy: No crees que en realidad sea ELUTIA -le preguntó la pelirroja a la IA.
GAIA: No estoy segura -le respondió la IA
Aloy volvió a leer el mensaje, como si estuviera buscando algo que delate quien haya escrito el mensaje.
Aloy: ¿Qué significa S.O.S? -le preguntó la pelirroja a la IA, pero el soldado le había respondido antes que la máquina.
Allam: Es un código del viejo mundo, cariño. Es una señal de socorro, una súplica de ayuda. Solíamos enviar muchos de esos durante la guerra -le explicó el soldado antiguo, aún recordando las cientos de veces que su radio había recibido transmisiones fantasma clamando ayuda.
Aloy: ¿Por qué ELUTIA enviaría una transmisión codificada en una frecuencia en la que solo ustedes dos pueden comunicarse? -le preguntó la mujer a la IA.
GAIA: Creo que lo hizo como método de precaución para evitar ser detectada, o al menos, para crear la apariencia de no serlo -explicó la IA.
GAIA: Tampoco estoy segura del por qué ELUTIA esperaría que yo pudiera detectar y responder a su señal de auxilio en absoluto, por lo que ella sabe, yo ya no funciono -añadió la IA, dejando más preguntas que respuestas sobre la situación.
Aloy: Ok, entonces, o ELUTIA está en problemas y envió el mensaje esperando que estuvieras en algún lugar escondida -comentó la mujer mientras caminaba de un lado para otro, maquinando teorías en su cabeza.
Allam: O alguien más está intentando que vayamos a estas coordenadas, haciéndose pasar por ELUTIA -dijo el soldado antiguo con seriedad, pensando en los enemigos que ambos tienen en el Oeste Prohibido.
GAIA: Yo también había llegado a esa conclusión -dijo la IA, añadiendo a la discusión.
Aloy: ¿Crees que hayan sido Nash o los Zenith? -le preguntó la pelirroja a su esposo.
Allam: Hay una probabilidad de que sean los Zenith; ¿Nash? Lo dudo muchísimo. Él esta detrás de las bombas nucleares, no sabe que GAIA esta activa, otra vez -le respondió el soldado antiguo a la mujer, pensando en quien pudo haber enviado la señal.
Allam: ¿Quizás fue Sylens? -le preguntó el soldado a la mujer, a lo que la dejó pensativa.
Aloy: No nos sorprendería si el hiciera algo así, pero siento que eso sería demasiado trabajo para él; él ya nos conoce, si deseará contactarnos el ya lo habría hecho -le respondió la mujer.
Allam: Solo hay una manera de averiguarlo -dijo el soldado antiguo, su esposa lo miró sabiendo la respuesta, deben de ir.
GAIA: Dependiendo de sea quien sea que haya enviado la señal, es muy peligroso que los dos vayan solos -comentó la mujer, causando que la pareja la mirara con incredulidad.
Aloy: No creo que eso sea necesario, GAIA. Apreciamos el gesto, de verdad -dijo la pelirroja, declinando la oferta de la IA.
Allam: GAIA, fui entrenado para matar, no nec- -le respondió el soldado antiguo, pero fue interrumpido por la IA.
GAIA: Con todo el respeto, usted no es aprueba de balas ni de flechas, General Blake. Al menos, no sin una armadura Ultrawave y su exoesqueleto -dijo la IA, dejando al soldado con cara de póquer, sabiendo que tenía algo de razón.
La pareja escuchó como la puerta de la sala de control se había abierto y vieron como Varl y Erend habían entrado a la sala.
GAIA: Incluí a Varl y a Erend en nuestra conversación. Si resulta ser una falsa alarma, preferiría que ustedes andarán juntos y tengan refuerzos -comentó la IA.
Aloy trató de discutir con la IA, pero Varl la interrumpió antes de que dijera alguna palabra.
Varl: Te dijimos que te ayudaríamos en todo lo que necesitaras, Aloy. Para eso están los amigos -dijo el Valiente Nora, con una sonrisa amigable en su rostro.
Erend: ¿Te lo dije no? El mundo solo puede seguir si podemos ayudarlos a ti y a Allam en todo lo que podamos -le dijo el Oseram a la mujer, con una sonrisa cálida de par en par decorando su rostro.
Aloy soltó un suspiro y busco tranquilidad en su esposo. Allam sabía que ella estaba preocupada por sus amigos y que no quería que salieran lastimados. Allam sonrió y posó su mano en el hombro de la pelirroja y suavemente lo apretó, reasegurando a su mujer.
Aloy: Esta bien, nos vamos en 20 minutos. Esa montaña está a unas cuatro horas, si nos apresuramos, podríamos ir y venir antes de que se nos haga muy tarde -comando la mujer, a lo que Varl y Erend asintieron, pero Allam se pasó la mano por la nuca.
Allam: Dame una hora amor, necesito recoger algo que me envió Sarah -dijo el soldado antiguo, causando que su mujer lo mire con confusión.
Aloy: Hay unas cuantas cosas que aprendí en el camino -dijo el soldado antiguo, guiñándole el ojo a la mujer.
Aloy suspiro y se rio ante las tonterías de su esposo.
Aloy: Esta bien, en una hora nos vamos -dijo la mujer, a lo que los tres hombres asintieron.
Allam: Si, mi comandante -dijo el hombre, haciendo una mueca tonta y un saludo militar, causando que los presentes se rieran del hombre.
Una hora más tarde...
El equipo se había terminado de alistar y se encontraban en la sala empacando los últimos preparativos para el viaje.
Aloy había creado más flechas y bombas elementales, ahora cargando con un arco de caza, una resortera y un arco guerrero ácido. La pelirroja se encontraba afilando su lanza, preparándola para más combates.
Erend estaba terminando de ponerse su armadura ligera, junto a sus botas invernales, al saber que iban a una montaña y que iba a hacer frío.
Varl se estaba despidiendo de Zo, esta última preocupada por el bienestar del moreno y asegurándose de que el tenga todo lo que necesite para su viaje.
Allam, por fin, se había bañado y ahora portaba una camisa verde, con jeans y botas negras. Su gabardina seguía con él. Su chaleco antibalas y cartucheras de municiones seguían donde siempre.
En su espalda, Allam tenía un rifle de francotirador de plasma, en su hombro su carabina M4, ahora modificada con una mira de punto rojo, un lanzagranadas y una nueva culata, para tener un mejor manejo del arma.
Allam traía su revólver en su pistolera y había cambiado su cuchilla dañada por su lanzallamas, que había sido modificado para también poder usar ácido y agua de la purga.
Allam: ¿Estamos todos listos? -preguntó el soldado antiguo, a lo que los presentes asintieron.
Aloy: Es hora de salir -dijo la pelirroja, parándose al lado de su esposo.
El grupo se despidió de los demás miembro de la base y estos empezaron su camino a las coordenadas dadas por GAIA.
Varias horas más tarde...
Son las doce y quince del medio día y el equipo de rescate se encontraba subiendo un risco, en la montaña que las coordenadas habían marcado.
Erend: ¿Eh, esta llamada de socorro tenía que estar en una montaña tan empinada? -se quejó el Oseram, no estando muy acostumbrado a escalar montañas.
Allam, que estaba a la cabeza, gracias a su garfio, bajo hasta el nivel de Erend, quedando al lado de él.
Allam: ¿Quieres que te cargue? Te puedo dar un aventon en el expresso Blake -le dijo el soldado burlescamente, a lo que el hombre lo miró con molestia.
Erend: Jodete. Yo subiere por mi propia cuenta, payaso -dijo el Oseram, molesto con el soldado antiguo.
Varl: Ya dejen de estar jugando ustedes dos -dijo el moreno, llegando casi a la cima.
Luego de todos haber subido, se empezaron a escuchar explosiones y gritos de pelea. El equipo se escondió detrás de unas rocas y observaban la pelea desenvolverse.
Allam asomó su cabeza y observaba cómo unos rebeldes Tenakt peleaban contra una mujer de cabello castaño que traía puesta un traje de cuerpo completo de color blanco con acentos dorados, su mano siendo reemplazada por un cañón de plasma.
Zenith: Maldita peste -dijo la mujer, molesta por la intrusión de los rebeldes.
Erend: ¿Eso es un Zenith? -pregunto el hombre, a lo que Aloy asintió.
Uno de los rebeldes lanzó su lanza contra la mujer, pero esta fue detenida por un campo de fuerza e hizo que el arma saliera volando. La castaña le disparó al rebelde con su cañón de plasma, causándole un agujero en el pecho.
La mujer esquivó el tajo de la espada de un rebelde, haciendo que se incruste en el cuerpo de una máquina completamente extraña.
Allam: ¿Que carajos es esa cosa? -dijo el soldado antiguo mientras veía a la extraña máquina muerta con asombro.
Mientras veían el combate, Varl se fijó en que había movimiento en un risco cercano.
Varl: ¿Qué es esa cosa? -dijo el moreno, llamando la atención del grupo.
Los presentes fijaron su mirada en un risco a varios metros de donde los rebeldes y la Zenith estaban peleando.
La pandilla se había fijado que los nuevos luchadores, que parecían ser Oseram a juzgar por su armadura, habían traído una ballesta gigante.
Los Oseram montaron el arma y la apuntaron en contra de la Zenith, al disparar, un disco electrocutado salió disparado y había caído cerca de la Zenith.
El disco había explotado, soltando una onda electromagnética en su área. Lo más notable, fue que aquel disco había derrumbado los escudos y el arma de la Zenith.
Zenith: ¿Qué diablos? -dijo la mujer, sorprendida por ver su escudo desaparecer.
En su descuido, el Tenakt sacó su espada de la máquina y se abalanzó contra la mujer, incrustando su espada en su estómago y saliendo por encima de su pecho. La Zenith refor su su armadura y disparó su cañón de plasma contra el Tenakt, matándolos a ambos.
La máquina de los Oseram había empezado a humear y de la nada había explotado, matando al grupo de inventores. Toda la pandilla estaba en silencio, boquiabiertos ante aquella escena.
Allam: Eso fue...intenso -dijo el soldado antiguo, algo sorprendido por todo lo que había visto.
Erend: Necesito un trago después de esto -comentó en voz baja el Oseram.
Aloy soltó un suspiro, sorprendida por ver el combate.
Aloy: Bueno, pues será hora de investigar que hacían esos Tenakt y Oseram aquí, además del por qué esa Zenith estaba aquí también -dijo la pelirroja.
Aloy: Varl, Erend, ustedes vayan a ver si encuentran algo útil por ahí, por donde esta el rebelde muerto -le señaló la pelirroja al cadaver de la máquina, a lo que ambos asintieron.
Varl/Erend: Estamos en eso/ No hay problema -dijeron ambos al mismo tiempo, para después irse a investigar.
Aloy: Allam, tú y yo revisaremos el campo de batalla y aquella arma de los Oseram -ordeno la pelirroja, a lo que el soldado antiguo asintió.
Allam: Hoah -exclamó el hombre de manera militar, siguiendo a su esposa por detrás.
Aloy: Ok, obviamente hay más Zeniths de los que pensábamos -comentó la pelirroja, viendo ek cadaver de la mujer.
Allam: No puedo creer que peleaste contra uno de ellos -dijo el soldado antiguo analizando el cadaver de la mujer.
Aloy: Si, casi...no salgo con vida -comentó la mujer en voz baja, tanto como para que Allam no la escuchara.
Allam: Lo que sea que le hicieron los rebeldes, derribó su escudo como una guanábana -dijo el soldado antiguo, mientras observaba los restos humeantes de la máquina.
Aloy: Eso es cierto, pero ¿por qué estaba ella aquí en primer lugar? Veré si puedo acceder a su último archivo de comunicación -dijo la pelirroja, hackeando el Foco, o lo que aparentaba ser uno, de la mujer.
Allam Pov
Estos Zeniths aparecen ser virtualmente invencibles. Aquella mujer aguantó los golpes de los Zenith como si nada. Es como aquella antigua armadura Ultrawave que Aloy tenía, pero mejorada.
Aloy: Allam, encontré algo, te lo comparto -dijo la pelirroja para pasarme el archivo auditivo a mi Foco.
Ambos reprodujimos el mensaje y se empezó a escuchar la voz de un hombre a través de ella.
Zenith: Hola Verbena; ¿Tienes noticias para mi? -pregunto el hombre, pero por el tono de voz y en cómo formulaba sus palabras, delataba sus siniestros pensamientos.
Verbena: Aún hay no hay señales del activo, ¿podemos cancelar esta búsqueda sin sentido, Gerard? -pidió la Zenith, ahora conocida como Verbena.
Al mencionar el nombre de aquel desconocido, despertó mi curiosidad.
Gerard: No olvidemos quién la dejó escapar, en primer lugar. Mira, me encantaría charlar, pero tú tienes un trabajo que hacer y te convendría tener resultados para el anochecer, o habrán...consecuencias nefastas -le amenazo el hombre a la mujer, la cual se escuchaba haber tenido un acelerón en su respiración.
Gerard: ¿Crees que podrás manejar esta situación a tiempo? -le preguntó el hombre.
Verbena: E-Espera, Gerard...creo que veo algo... ¿Qué diablos? -dijo la mujer y ahí se había cortado la comunicación.
Yo: Pues al menos sabemos que ese tal Gerard fue el que envió a Verbena detrás de dicho "activo". Me preguntó que habría aquí que le importara tanto a los Zenith -le comenté a mi esposa.
Aloy: Tengo la corazonada de que ella estaba aquí por ELUTIA -me respondió mi esposa.
Yo: Tiene sentido -le respondí.
Ambos caminamos al risco donde estaba el arma destruido y nos encontramos con un campamento, junto a el arma. Parecían haber tenido tiempo aquí, al juzgar por las tiendas de campaña que estaban montadas y por los utensilios para comer.
Aloy se acercó a tocar el arma, pero al tocar parte del metal, esta había despegado su mano con rapidez, habiéndose quemado un poco la mano.
Aloy: Agh, el arma aún está caliente. Necesitamos saber cómo funciona, pero tendremos que esperar a que se enfríe -dijo la pelirroja, tocándose su quemadura.
Yo: Mira a ese tipo de ahí, tiene un Foco. Parece que estaba enviando datos sobre el arma a otro lugar, me pregunto a dónde -le comenté a mi esposa, mientras inspeccionaba el cadaver de uno de los Oseram.
Me puse a observar las heridas del hombre y podía ver cómo la explosión había atravesado y roto su armadura, enviando trozos de ella hacia su pecho como si fuera el pedregal de una granada. Una muerte lenta y dolorosa.
Los únicos que le darían tecnología del pasado a la gente de este tiempo, para sus propios fines, serían Sylens y Nash. ¿Para que rayos ellos están usando a los Tenakt y a estos Oseram?
Aloy: Parece que los rebeldes acamparon aquí por un tiempo, estuvieron vigilando esta área por un tiempo. Aunque me pregunto el por qué estaban aquí, no tiene sentido -comentó en voz baja mi esposa, mientras veía el campamento.
Aloy: ¿Cress qué ellos estaban aquí buscando a ese activo también? -me preguntó mi esposa con curiosidad, buscando corroborar su teoría conmigo.
Allam: Es una posibilidad, pero por la forma en que ellos tenían estas armas aquí, sumado con el campamento, me da la impresión de que a ellos no les importaba lo que sea que la Zenith estaba buscando -le respondí a la pelirroja, a lo que los ojos se le iluminaron.
Aloy: Estaban detrás de ella, ellos sabían que en algún momento un Zenith aparecería buscando el activo y ellos podrían probar su arma y ver cómo funcionaba contra sus escudos -me comentó la pelirroja, a lo que asentí.
Yo: Esa es la teoría que tengo -le dije a la mujer, la cual me dio un pequeño beso en la mejilla.
Aloy: Por eso me enamore de ti, tú si me entiendes -dijo la pelirroja, causando que me sonroje ante el cumplido.
Aloy: Será mejor volver con Varl y Erend, a saber que encontraron -dijo la pelirroja, bajando devuelta al claro, yo la seguí por detrás.
Aún me preguntaba, si mi teoría era cierta, como los Tenakt y aquellos Oseram sabían que aquí estaba, lo que sea que aquella mujer estaba buscando. A menos de que ellos falsificaran la señal, pero eso suena algo demasiado avanzado...incluso hasta para Sylens. Y el cabrón es listo.
Yo: ¿Encontraron algo? -les pregunté a los hombres, a lo que Varl asintió.
Varl: Por lo que entendí, estas cosas que los Zenith llaman "Espectros" tenían instrucciones para ayudar a recuperar el activo -nos explicaba el moreno, mientras yo escaneaba la máquina con mi Foco.
Yo: Así que este era el perro faldero de la operación -comenté burlescamente.
Aloy: Creo que por fin tenemos una idea de lo que pasó aquí exactamente -les dijo la pelirroja, llamando la atención de los hombres.
Erend: Ok, "Ojos que ven lo invisible", ¿qué descubrieron? -pregunto el Oseram, curiso.
Aloy: Este fue un ataque cuidadosamente planeado, encontramos equipo de campamento y tiendas de campaña en el risco de allí. Los rebeldes deben haber estado vigilando este lugar durante al menos unos días, estaban esperando que aparecieran los Zenith para poder probar su arma -explicó la mujer.
Yo: Además, como ya sabemos, los Zenith tienen un escudo personal que los hace invulnerables, pero el arma se deshizo de él, el Oseram que lo estaba operando estaba enviando datos a otro lugar -retomo el soldado antiguo, terminando la explicación.
Varl: Esa arma necesita algunos ajustes -comentó burlescamente el Valiente añora.
Erend: Probablemente sea solo un prototipo, he conocido caldereros que hacen este tipo de cosas. Ellos hacen una pequeña prueba de campo antes de sacar el verdadero producto a la luz -explicó el guerrero Oseram.
Yo: Bueno, supongo que todavía es un trabajo en progreso, si explotó de esa manera -dijo el soldado antiguo, mientras veía los restos humeantes de la máquina.
Aloy: Ejem, volviendo al tema, aquella Zenith estaba buscando algo que perdió y su Espectro tenía instrucciones para recuperarlo -continuó explicando la pelirroja a los otros dos hombres.
Erend: ¿El activo? ¿Eso fue lo que se le perdió? -le preguntó el Oseram a los esposos, a lo que ellos asintieron.
Erend: ¿Es esa...la subfunción que dijiste que podría estar aquí, ELUTHIA? -volvió a preguntar el Oseram, a lo que me encogí de hombros.
Aloy: No estoy segura -le respondió la mujer.
Varl: Bueno, ya que todavía estamos averiguando sobre ese activo, hay algo que tenemos que mostrarles, síganme -comentó el moreno, captando la atención de los presentes.
El grupo siguió a Varl hasta llegar a un costado de la montaña, en donde un gigantesco agujero que hiba hacia dentro de la montaña estaba formado, de una manera circular perfecta.
Aloy: Eso es un largo camino hacia abajo...algo excavó ese túnel y sea lo que sea que lo haya hecho, debió haber sido poderoso -dijo la mujer, mientras observaba con detenimiento el agujero.
Yo: Mierda -dije, asombrado.
Yo: Tengo algunas teorías sobre qué será ese activo, pero mi instinto dice que la respuesta está en algún lugar ahí abajo -comenté en voz baja, viendo hacia el vacío.
Erend: Muy bien, bajamos entonces -dijo el guerrero Oseram, parándose entre Aloy y yo.
Aloy: Erend, necesito que te quedes aquí y vigiles. Esa Zenith no es la única de su tipo y no quiero que me tomen por sorpresa, otra vez. Contáctanos por Foco si ves algo -le ordeno la mujer, causando que el hombre soltara un suspiro derrotado.
Erend: Está bien, si surge algún problema, los llamaré a todos -dijo el hombre, para darse la vuelta e irse a esconder.
Todos asentimos y empezamos a bajar por el túnel hacia el fondo. Active la lámpara de mi Foco y los demás hicieron lo mismo, mientras trataban de no resbalarse y caerse.
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