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¡Pandilla reunida!

Pov General

El sol se estaba posando en horizonte, dándole un fin a otro día en la Tierra. El sol se intentaba reposar sobre la cordillera montañosa del Oeste Prohibido, con los valles desérticos siendo bañados en las sombras y en los últimos rayos solares.

Nuestros protagonistas, Allam y Aloy, se encontraban cabalagando en el Embestidor de Aloy, de camino a la base que ella y su equipo utilizaban como guarida.

Estando a 30 minutos de su destino, la pareja de esposo venían conversando sobre la más reciente amenaza hacia el mundo.

Allam: Déjame ver si entendí. Me estás diciendo que los millonarios que se fueron en la ODYSSEY no murieron, pero que en verdad si llegaron al sistema Sirio y han estado viviendo allá todo este tiempo y por alguna extraña razón, ellos están devuelta en la Tierra y están rearmando a GAIA también. Además de que son virtualmente invencibles. ¿Lo tengo todo? -le resumió el soldado antiguo, esperando haber entendido toda la información.

Aloy: Que no se te olvide el clon -comentó la pelirroja, recordándole a su marido sobre aquel detalle.

Allam: Ah si, el clon malvado. ¿Cómo se me pudo olvidar? -dijo el soldado antiguo con sarcasmo, sintiéndose algo incómodo con la idea de que alguien clono a su esposa...o bueno, a Elizabeth Sobeck.

Allam: Siéndote sincero, no se como sentirme con respecto a qué hay un clon de la Dra. Sobeck merodeando por ahí, es extraño -dijo el hombre, algo incómodo, a lo que la pelirroja lo miró de reojo con una ceja arqueada.

Aloy: ¿Tengo que recordarte que tú tuviste una adorable niña con un clon de tu tía? -le comentó la pelirroja al soldado antiguo, el cual estaba algo incómodo.

Allam: L-La llamaba tía de cariño y p-pues, tú eres una copia genética de ella, pero ustedes dos son distintas personas. Estoy conforme con un solo clon de mi esposa, bueno de mi tía, digo...esto es confuso -dijo el soldado antiguo, tratando de explicar lo que quería decir sin que sonara tan mal.

Aloy se reía de la expresión confusa de Allam, viendo lo gracioso que era ver al hombre tratar de no decir algo fuera de lugar.

Aloy: Créeme Al, yo tampoco no se como se sentirme sobre ese clon -dijo la mujer, simpatizando con su esposo.

Ambos esposos se mantuvieron en silencio, disfrutando de la compañía del uno del otro. En esos pocos momentos de tranquilidad, una idea llegó a la mente de Allam.

Allam: Si esos "Zenith" crearon un clon de Elizabet Sobeck; ¿Crees que ellos habrán creado uno de mí también? -le preguntó el soldado antiguo a su esposa, la cual simplemente lo miró con incredulidad.

Aloy: No seas bobo, amor -le respondió la mujer.

Allam: ¿Pero qué tal sí? ¿Podrías notar la diferencia? -le preguntó el soldado antiguo.

Aloy: Estoy 100% segura de que puedo diferenciar a mí esposo de un clon barato -dijo la mujer con una sonrisa, a lo que el soldado antiguo se rio.

Momentos después...

Ambos esposos habían llegado a la base de una de las montañas. Ocultando el Embestidor, estos empezaron a subir al tope de esta.

La subida no tomaría no más de veinte minutos, algo que no era tan tedioso para los cansados viajeros. Allam seguía a Aloy por detrás, dejando que ella sea la que guiará el camino a la base.

Ambos llegaron a un claro en la montaña y vieron una puerta, escondida de ojos curiosos y que se camuflaba bastante bien con las rocas.

Aloy abrió la puerta, dejando ver un pasillo metálico, con una que otra estalactita que había atravesado el metal.

Allam: Woah -dijo el soldado antiguo, sorprendido al ver la entrada secreta.

Aloy: Espera hasta que la veas por dentro -dijo la mujer con una sonrisa.

Ambos se adentraron al pasillo, la puerta cerrándose detrás de ellos; y llegaron al final de este, donde al abrir la puerta, dejaba a la vista una pared con un grafiti holográfico con el símbolo de gaia en el medio y varias esferas alrededor de dicho símbolo.

Casi todas las esferas estaban vacías, exceptuando una, la cual tenía un diseño de una torre de teléfono, de color morada. Esa esfera representaba a la subfunción, MINERVA.

Aloy y Allam caminaron por el corredor que los llevaría a la sala principal, la cual estaba decorada con varios muebles de color gris y mesas. Una barra se encontraba cerca de la pared, equipada con todos los utensilios del hogar moderno.

La sala tenía varias cajas de suministros colocadas en las esquinas de esta, para devorar la obstrucción del pasillo.

Alrededor de la sala, habían puertas que llevaban a diferentes habitaciones de las instalaciones. Al lado derecho de la sala entraban lo que serían los aposentos de la instalación, donde habían cubículos personales para los habitantes, incluidos con baño y área de lavandería.

La base estaba completamente equipada para vivir, un lujo en el nuevo mundo, con las comodidades del mundo antiguo.

Allam Pov

Seguí a mi esposa hasta la sala y a decir la verdad, esta base era sorprendente. Aparentaba una comodidad comparada con la mi mundo.

En la sala, me encontré con mis viejos amigos, Erend y Varl, los cuales aparentaban estar haciendo con unos Focos. En la barra, observé que había una mujer morena, de cabello castaño oscuro y que portaba un atuendo Utaru de color blanco, junto a la pintura Utaru en su rostro.

Pov General

Erend: Así? -pregunto el Oseram, mientras movía la interfaz bruscamente, haciendo que cambie de una pestaña a otra.

Varl: No estás agitando un martillo Erend, prueba con un toque más suave. Así -le explicó el guerrero Nora, mientras movía con suavidad la interfaz.

Erend: Pues mis grandes dedos de salchicha normalmente no hacen las cosas con suavidad, ¿de acuerdo? -le reprochó el Oseram al Nora, frustrado por los problemas que le daba el dispositivo.

Varl: Vamos a intentarlo otra vez, tráelo de vuelta...traza la línea...llévala a tú derecha, no a la otra derecha -le explicaba el moreno, viendo cómo Erend movía sus dedos con forzada suavidad.

Erend: Lo acabo de ver, es lo que Aloy encontró en el norte...te tengo -dijo el hombre, esbozando una sonrisa al encontrar el archivo.

Erend presionó el archivo y una estruendosa musica empezó a reproducirse a través del foco.

Erend: Los Antiguos lo llamaban fiesta de conmoción cerebral o algo así. ¡Esto si que es música! -dijo el hombre con emoción, mientras sacudía su cabeza al ritmo de la música.

Erend: Me preguntó si Allam conocía esta canción -cometaba el Oseram con una mirada melancólica.

Varl asintió con pesar, recordando al soldado antiguo.

Allam: Yo hubiera preferido a Deep Purple o a Bon Jovi, Megadeth no es uno de mis favoritos, Erend -dijo el soldado antiguo, tomando por sorpresa a los presentes.

Los presentes se giraron y vieron como Allam y Aloy acababan de entrar a la base. Los ojos de Varl y Erend se abrieron como platos al ver al soldado antiguo, caminando como si nada.

Ambos hombres engulleron al soldado antiguo en un fuerte abrazo fraternal.

Erend: ¡Estás vivo cabrón, jajaja! -gritaba el hombre con felicidad, apretando el abrazo.

Varl: ¡Sabía que ibas a vivir compadre! -dijo el hombre con felicidad.

Los tres se separaron del abrazo y la sonrisa de Allam seguía decorada en su rostro.

Varl: ¿Hace cuanto despertaste? ¿Que tanto tiempo llevas en el oeste? -le preguntó el Nora con curiosidad.

Allam: Llevo un mes despierto, más o menos. Debo de llevar una semana o dos en el Oeste. He estado tan ocupado que no tengo ni conte cuantos días yo tenía aquí -le explicó el soldado antiguo a ambos.

Aloy se posó al lado de Allam y ella observó a los presentes, siendo sorprendida por la presencia de Erend.

Aloy: Erend, estás mucho mejor... y estás aquí -dijo la pelirroja sorprendida por ver al Oseram en la base, cosa que confundió al soldado antiguo.

Erend: Bueno, el mundo solo continúa si tú puedes hacer lo sabes hacer. Si aprendemos lo suficientemente rápido, te ayudaremos a que el mundo siga funcionando -le explicó el hombre a la pelirroja, con determinación.

Varl: Quieres todos los refuerzos que puedas conseguir, ¿verdad? -le comentó el Nora, mientras miraba sugestivamente a la pelirroja, la cual asintió.

Allam: ¿No sabias que él estaba aquí? -le preguntó el soldado a la pelirroja, a lo cual negó con su cabeza.

Aloy: No, cuando me lo encontré, estaba algo borracho, como de costumbre -bromeo la mujer.

Erend: No estaba tan borracho, solamente me había tomado unas jarras porque estaba sediento -respondió el hombre con una excusa, algo avergonzado.

Aloy: Aja si, como no -dijo la mujer con una sonrisa entretenida en su rostro.

Zo, quien se había mantenido callada observando la conversación, se había posado al lado de Varl, captando la atención de Allam.

Zo: Así que tú debes de ser Allam. Eres más alto de lo que pensaba -comentó la mujer Utaru al ver al hombre, el cual la miró con confusión.

Allam: ¿Lo lamentó, y tú eres? -le preguntó el soldado antiguo a la mujer, confundido.

Zo: Me llamó Zo, soy una Cantamuerte Utaru -se presentó la mujer, haciendo que unas cuantas piezas chocaran en el cerebro del soldado antiguo.

Allam: ¿Zo? Creo que escuché al cascarrabias de Fané mencionar tu nombre cuando le pregunté por Aloy -le comentó el soldado antiguo a la mujer, la cual traía una expresión indiferente en su rostro ante la mención de Fané.

Zo: Y déjame adivinar, no tuvo nada bueno que decir de mí -dijo la morena con sarcasmo, a lo que el soldado antiguo asintió con algo de pena.

Zo soltó un suspiro cansado y rodó los ojos; Varl había notado esto y había puesto su mano en su hombro.

Varl: Tranquila Zo, no dejes que lo que él diga de ti te afecte. Eres más talentosa de lo que él cree -dijo el moreno, reconfortando a la mujer.

Allam: Bueno, es un placer conocerte Zo -dijo el soldado antiguo tratando de darle la mano, pero la Utaru simplemente vio el gesto con confusión.

Allam retrocedió su mano y su cara de póker se formó.

Allam: Ya se me había olvidado que esta gente no hace eso -dijo el soldado en voz baja, recordando el hecho de que nadie en este nuevo mundo sabía hacer un apretón de manos.

Zo: Oh Aloy, casi se me olvidaba. Tú amiga Carja llegó con un Tenakt hace un rato y nos dijo que él se uniría al equipo -le dijo la mujer, aunque sutilmente esperaba la confirmación de Aloy, para saber si la información era verídica.

Aloy: Ah si, Kotallo. Me alegra de que ellos hayan llegado bien -dijo la mujer, aliviada por la llegada de sus compañeros.

Allam: ¿Cómo diablos llegaron aquí tan rápido? ¿Acaso ellos vuelan o algo así? -se preguntaba en voz baja el soldado antiguo, no entendiendo el cómo ambos llegaron más rápido que él y Aloy.

Erend: Escuché que a sus guerreros les encanta beber la sangre de sus enemigos, yo dormiría con un ojo abierto si fuera tú -dijo el Oseram, algo nervioso ante los rumores que rodeaban a los Tenakt.

Varl: Yo creo que él ha visto más que suficiente sangre en toda una vida, Erend. Además, no podemos juzgar sin conocer -le reprochó el moreno, entendiendo de donde provenía su incertidumbre, así como la tuvieron los Nora una vez.

Zo: Al parecer, él adora la privacidad, esta en una de las habitaciones. Y tú amiga se fue a recostar, dijo que estaba cansada por el viaje -explicó la mujer.

Aloy: ¿Y cómo se encuentra Milu? -le preguntó la pelirroja a la morena, causando que Allam la mirara con confusión.

Zo: Su pierna está mejor, pero aún no está lista pa volver a combatir -le explicó la mujer, para que después se escucharan una de las puertas abriéndose.

Debido al siseo de la puerta, el grupo miró en la en dirección del sonido y se encontraron con una adolescente Utaru.

Milu tenía la piel bronceada, con ojos de color avellana y cabello negro. La pintura de cazadora Utaru decoraba su rostro, su hombro y su antebrazo.

La joven Utaru se fijó en cómo el grupo la miraba expectante, lo que causó que ella se congelara por la vergüenza y volviera a la habitación de la que había salido.

Aloy: Ok...bueno, parece que ustedes tienen las cosas bajo control. Tenemos que llevarle esto a GAIA, ¿verdad? -dijo la pelirroja, mirando sugestivamente a su esposo, a lo que el asintió.

Varl: Mientras ustedes hacen eso, nosotros seguiremos entrenando, nos pondremos al día lo más rápido que podamos -dijo el moreno con una sonrisa confiada plasmada en su rostro.

Erend: sí, ya estoy viendo glifos en mis sueños -dijo el hombre burlescamente.

Zo: Bueno, según tengo entendido, usted señor necesita algo de entrenamiento, venga ahora -dijo la morena mientras rozaba su mano por el pecho del moreno de manera seductora.

Varl: Oh, uhhh, ok -dijo el hombre con una sonrisa embobada, siguiendo a la mujer.

Mientras que Zo y Varl se iban devuelta a la barra, los demás miembros del equipo de miraban entre sí, sabiendo lo que se traían entre manos ambos morenos.

Aloy: Llevémosle a AETHER a GAIA, Al -dijo la pelirroja, agarrando la mano del soldado antiguo y arrastrándolo detrás de ella.

La pareja llegó a una escalonada que los llevaría al centro de mando de la instalación, donde ahora residía GAIA.

Mientras subían las escaleras, Allam se acercó para hablar con su desposa, en voz baja.

Allam: ¿Nosotros éramos así de obvios cuando empezamos a salir? -le preguntó el soldado antiguo a la pelirroja.

Aloy: Lo dudo -dijo ella con confianza.

La pareja entró en la gigantesca habitación y ambos se encontraron con un holograma de color amarillo.

El holograma tenía forma de una mujer morena, de cabello negro lacio y recogido; la mujer portaba una túnica, parecida como la que usaban los antiguos griegos.

GAIA: Ah Aloy, has regresado y veo que trajiste compañía -dijo la mujer posando su mirada en el soldado antiguo.

Allam: GAIA, eres realmente tú. Estás...viva y entera -dijo el soldado antiguo, sorprendido por ver la forma que había tomado la antigua bola de energía.

GAIA: No tengo el concepto de vida o muerte, General Blake. Pero se podría decir que si, estoy viva, pero no estoy completa -explicó la IA

Allam: Pues claro, aún te faltan todas tus subfunciones, pero estás...formada -le comentó el soldado antiguo.

GAIA: La GAIA que conociste en el caldero SIGMA era una versión más inestable de mí. Gracias a la unidad de procesamiento de estas instalaciones, puedo mantenerme activa sin colapsar, como paso la última vez -explicó la IA, aclarando las dudas del soldado antiguo.

Gaia se giró a mirar a la pelirroja y le dedicó una sonrisa.

GAIA: Aloy, cuando estés lista, fusiona a AETHER conmigo. Después, debo de discutir un asunto importante contigo -le comentó la IA a la mujer, la cual asintió.

Un puerto de datos salió del suelo enfrente de GAIA, el cual dicho puerto encajaba con la cápsula de contención que Aloy tenía.

Aloy: Ok AETHER, es hora de volver a casa -dijo la mujer, incrustando la cápsula y dejando que las IAs se funcionaran.

GAIA desprendió un leve brillo celeste y retomó su color amarillo de siempre.

Aloy: ¿De que querías hablarme GAIA? -le preguntó la pelirroja a la IA, curiosa sobre la petición de la máquina.

GAIA: Gracias a que AETHER y MINERVA están fusionados dentro de mi, ahora es posible activar la red de telecomunicaciones de la instalación -explicó la máquina, tomando por sorpresa a ambos padres.

Allam: Eso quiere decir que... -dijo el soldado antiguo, antes de ser interrumpido por GAIA.

GAIA: Pueden llamar a sus seres queridos, sin importar la distancia -le terminó la oración.

GAIA: ¿Desean hacer una llamada? -pregunto la IA, a lo que ambos padres asintieron emocionados.

Allam conectó su foco con GAIA y empezó a buscar el contacto de Sarah. A la hora de encontrarlo, este presionó para empezar la llamada y escuchaba el timbre resonar.

Aloy enlazó su foco con el de Allam y ella ahora podía ver y escuchar lo que Allam veía, uniéndose a la llamada.

Ambos padres tenían un nudo en la garganta, esperando a que la menor de los Blake respondiera la llamada.

De un momento a otro, el timbre dejó de sonar y una imagen holográfica de cuerpo completo de Sara hizo acto de presencia. La joven de cabello castaño sonreía de par en par al ver a su hermano y a su cuñada reunidos.

Sarah: ¡Allam, Aloy, están bien! -dijo la joven ingeniera antigua con alegría al ver a los adultos.

Aloy: Sarah, es bueno volver a escuchar tu voz -dijo la pelirroja con una sonrisa de par en par, habiendo extrañado la actitud positiva de la joven antigua.

Sarah: Y es bueno saber que estás viva, Aloy. Nos tenías preocupadas - le reprochó la menor, causando que Aloy se avergüence.

Aloy: Lo lamentó Sarah, pero han pasado demasiadas cosas y la señal no llegaba hasta aquí. Tenía planeado llamarlas en cuanto tuviera la señal -se explicó la cazadora Nora ante la joven.

De la nada, otra figura holográfica se había unido a la llamada, esta vez siendo Janet.

Janet: ¡Con que ahí estaban par de pendejos! ¡Casi nos matan de un infarto! ¡¿Sabes lo estresante que es no saber del paradero de tu familia?! -les grito la médica antigua, molesta y aliviada por ver a sus familiares vivos.

Allam: Y-Yo les había dicho que íbamos a perder conexión en cuanto llegara al Oeste Prohibido. ¿Además, no les había prometido que las llamaría en cuanto esté con Aloy? -dijo el soldado antiguo, reclamándole a sus hermanas.

Aloy veía la interacción cómica entre los hermanos Antiguos, viendo cómo estos se preocupaban entre ellos y lo demostraban gritándose entre ellos cómo tontos. Pero había alguien en específico que Aloy quería ver, alguien muy especial para ella.

Aloy: ¿Y en donde está mi hija? -pregunto la pelirroja, captando la atención de las hermanas.

Al preguntar por su hija, Sarah se desconectó de la llamada y su figura holográfica se glitcheo y desapareció. A los pocos segundos, la figura holográfica de Sarah volvió, pero esta vez traía cargada a Elizabeth, la cual tenía un foco en su sien para que pudiera ver a sus padres.

Allam/Aloy: ¡Calabacita!/¡Mi pequeña cazadora! -dijeron ambos padres al ver a la pequeña niña.

Elizabeth: ¡Mami! ¡Papi! -dijo la pequeña mientras trataba de aferrarse a sus progenitores, pero fallando, al ser un holograma.

Aloy: ¡Te extrañamos mucho, beba! -dijo la pelirroja con emoción, viendo a su bebé.

Elizabeth: Tlanio...mamá -balbuceó la pequeña niña, apuntando a su madre.

Los ojos de Aloy se cristalizaban, escuchando a a su hija expresarse de aquella manera la llenaba de felicidad, pero también de tristeza, por no poder estar ahí para Elizabeth.

Allam abrazo el hombro de su esposa, para reconfortarla. No era fácil estar separados de su hija, pero debían mantenerse fuertes, por ella.

Allam: Nosotros también te extrañamos, calabaza, te amamos sin límites, pequeña -le dijo su padre, causando que la pequeña ría y balbucee un poco en respuesta a las palabras de su papá.

Sarah: No quiero interrumpir esta adorable conversación padres-hija; ¿pero como consiguieron comunicarse con nosotras? ¿Qué está amplificando su señal? -les preguntó la castaña.

GAIA: Eso es gracias a mi ayuda -respondió la IA, tomando por sorpresa a ambas hermanas y a la bebe.

Janet: ¿G-GAIA? -dijo la joven, sorprendida por haber escuchado la voz de la IA.

GAIA: Así es Janet, soy GAIA, pero no la que conoces. Soy una copia más estable que la copia que ustedes tenían -se presentó la IA, tomando por desprevenidas a las hermanas.

GAIA se manifestó holográficamente, pudiendo ser vista por todos los presentes.

Janet/Sarah: Woah/ Eso es nuevo -dijeron al mismo tiempo ambas hermanas, sorprendidas por la apariencia que había tomado la IA.

GAIA posó su mirada en la pequeña Elizabeth, la cual sonreía y balbuceaba ante la IA. La IA esbozó una pequeña sonrisa ante la pequeña, la cual movía su mano como si estuviera saludando. GAIA retorno el saludo a la pequeña y volvió a fijarse en los adultos y su expresión volvió a ser neutral.

Sarah: Aloy, esto es increíble. Con GAIA reactivada podremos salvar la Tierra -dijo la joven de pelo castaño con emoción.

Allam: No está al 100% completa, Sarah, Aloy y yo estamos trabajando para rearmarla. Pero tenemos otro problema entre manos, uno muchísimo peor -le comentó el soldado antiguo, recordando lo que había mencionado su esposa sobre los Zeniths.

Janet: ¿Qué podría ser peor que la destrucción de la biosfera? -pregunto la joven, a lo que ambos padres soltaron un suspiro.

Allam: Marcianos -dijo el soldado antiguo, causando que las hermanas lo miraran con confusión.

GAIA: A lo que el General Blake se está refiriendo es a un grupo de personas que llegaron desde el espacio, gente que se hacen llamar los Zenith -les explicó la IA, a lo que las mujeres miraron a la IA con incredulidad.

Allam: ¿Recuerdan a la ODYSEEY de Far Zentih? No exploto de verdad, ellos si se mudaron al sistema Sirio y por alguna razón, están devuelta en la Tierra -explicó el hombre, ambas jóvenes sorprendidas por la información.

Allam: Aún no sabemos por qué están devuelta, pero por lo que me ha contado Aloy, no es por buenas razones -explicó el hombre con seriedad, pero mientras más pensaba en ello, más preguntas se formaban en su mente.

Aloy: Y tienen otro clon, alguien como yo. Se llevaron la otra copia de GAIA que yo había recuperado -explicó la mujer, ganándose la sorpresa de las hermanas.

Janet: ¿Un clon? ¿Otra más de la tía Eli? -le preguntó la joven, a lo que la pelirroja asintió.

Allam recordó el dato que Aloy le había dicho, sobre que los Zenith también se habían llevado una copia de GAIA, haciendo que una nueva pregunta se formulara en su mente

Allam: ¿Espera, GAIA, crees que ellos hayan enviado aquella señal de extinción? -le preguntó el soldado a la IA, alarmado ante aquella suposición.

GAIA: Yo había formulado una hipótesis similar, General Blake. Pero desconozco la razón por ello ni por la que volvieron -le respondió la IA al hombre, el cual no estaba del todo satisfecho con la respuesta.

Sarah: ¿Que tal si algo paso en su planeta de origen? -comentó la azabache, causando que todos los presentes la mirarán.

Sarah: ¿Por que razón ellos volverían aquí? Esa es la única razón lógica por la que ellos volverían a la Tierra. Conociendo cómo era Far Zenith, no me sorprendería que ellos hubieran sabido acerca de Zero Dawn -les explicó Sarah.

Aloy: Digamos que la teoría de Allam y GAIA es cierta. ¿Por qué ellos enviarían la señal de extinción si planeaban volver a la Tierra? No tiene sentido -formuló la pelirroja, viendo la falla en su pensamiento.

Sarah: Se que sonara muy cliché, pero qué tal si ellos querían reformar la Tierra a su imagen y semejanza. Imagínate, un mundo entero bajo su control -comentó la chica, pcasionado la mirada confusa de Aloy.

Allam: Suena descabellado, pero no sería algo que me sorprenda -comentó el soldado antiguo, en voz baja, pero no lo suficiente como para que Janet no lo escuchara.

Janet: ¿Por qué lo dices? Se que muchas de las corporaciones del pasado eran bastante sucias, pero eso es mucho, hasta para ellos -le preguntó la pelinegra.

Aloy: Por lo poco que aprendí de Far Zenith, las personas más ricas del mundo antiguo controlaban y pertenecían a esa compañía y ellos habían financiado la ODYSSEY -explicó la mujer, a lo que Allam había asentido.

Allam: Exactamente. Estás en lo correcto Janet, ellos no eran la compañía más transparente y benevolente que había, era bastante sucia y corrupta. Especialmente su CEO, Gerard Bieri -explicó el hombre.

Sarah: Siento que he escuchado ese nombre antes -comentó la joven, tratando de recordar.

GAIA: Sin la subfuncion Apolo, no puedo describir todo sobre Gerard Bieri, pero en mis registros lo tengo catalogado como un billonario, filántropo e inversionista. Se decía que Gerard era arrogante, egoísta, frío y calculador, mostrando nada más que desprecio hacia cualquiera que no tuviera la misma fortuna que él, viéndolos como alguien inferior a él -explicó la IA, con lo poca información que tenía sobre el, sin APOLO.

Allam: Según recuerdo, él hizo su fortuna a base del Mercado aeroespacial, electrónico y demandas; alegadamente muchos de sus productos fueron robados de inventores y compañías más pequeñas -explicó el soldado antiguo, aún recordando los sitios webs de noticas que no eran controladas por las corporaciones.

GAIA: Cabe resaltar, que sin la ayuda de Far Zenith, las cámaras euristicas que utilice para traer a los humanos de vuelta nunca hubieran existido -explicó la IA.

Aloy: ¿Como sabes tanto sobre ese tal Gerard, amor? -le preguntó la pelirroja a su esposo.

Allam: Pues...mira, nosotros no te contamos toda la verdad sobre nuestro tiempo Aloy -confeso el soldado antiguo, algo apenado, dejando a Aloy confusa.

Allam: En nuestro tiempo, las corporaciones controlaban todo y por decir todo, era todo. Al punto de que dichas corporaciones podían poner sus propias marionetas en posiciones de gobierno. Incluso, la presidenta Sandoval, fue respaldada por una corporación, a pesar de su política anti-corpo -explicó el soldado antiguo, a lo que Aloy lo miraba con asombro.

Sarah: No solo en el sistema de gobierno, los hospitales, la comida e incluso la educación eran controlados por las mega corporaciones. Aún recuerdo cuando un representante de Faro Automated Solution llego a mi escuela con una escuadra de robots de combate, regalando Focos -comentó la joven azabache, aún recordando aquel día de clases.

Aloy: Eso suena mal -dijo la pelirroja, estupefacta por lo dicho.

Janet: ¿Si y sabes que es lo peor? La única razón por la que esos cabrones de Faro hicieron eso era para joder a AllSeeing, la compañía que rivalizaba los Focos -explicó la joven.

Aloy: Ya sabía que habían docenas de mega-corporaciones en su tiempo, pero no sabía que tanta influencia tenían en sus vidas -dijo la pelirroja, asumiendo la nueva información.

Allam: Créeme, lo único que extraño de mi tiempo es el agua corriente, el internet y los autos; ¿pero todo lo demás? Qué se vaya para el carajo. Puedo renunciar a todo eso, siempre y cuando te tenga a ti y a Eli -dijo el soldado antiguo, posando su brazo sobre el hombro de su esposa, dándole un beso en la mejilla, sonrojando a la pelirroja.

Aloy: A-Ay Allam -dijo la mujer, avergonzada por su esposo.

La pandilla, exceptuando GAIA, se rio ante la escena, era bueno volver a sentirse estar en familia.

Los presentes escucharon un leve y adorable bostezo y dirigieron su mirada ante la pequeña niña de un año, la cual batallaba por mantenerse despierta.

Sarah: Veo que alguien está cansada. Sera mejor alistarte para dormir, Eli -dijo la azabache, a lo que la beba asintió.

Sarah: Dile adiós a mami y papi, deséales las buenas noches -dijo la joven, dirigiendo a la bebe a sus padres.

Elizabeth: Buna note mami, buna note papi -balbuceó la pequeña pelirroja, causando que se le apriete el corazón a ambos padres.

Aloy: Que tengas dulces sueños, mi pequeña. Te amo -se despidió la pelirroja, lanzándole un beso a la pequeña.

Allam: Duerme bien, princesa. Papá te ama -se despidió el soldado, copiando el gesto de su esposa.

La beba movió su mano medio adormilada y calló rendida en los brazos de su tía.

Sarah: Los veré después. Espero que puedan volver pronto. Los quiero -se despidió la azabache y se desconectó de la llamada.

Janet: Yo también me iré a dormir, aquí es algo mas tarde que allá en donde sea que estén. Ojalá pudiéramos ir a estar allá con ustedes -comento la pelinegra, sintiéndose mal por ambos padres.

Aloy: No te preocupes, Jan. Ustedes nos están haciendo un gran favor al estar cuidando de nuestra pequeña -comentó la pelirroja, agradecida con ambas jóvenes.

Janet se despidió de ambos padres y cerró la llamada, quedando solamente Allam, Aloy y GAIA.

Al momento de cerrar la llamada, Aloy abrazo a Allam con fuerza y se hundió en su pecho, tratando de ahogar sus lágrimas en el pecho de su amado. Allam abrazo a su esposa y la mantenía en sus brazos, reconfortandola y peleando contra sus ganas de llorar.

Ambos extrañaban a su hija y a su familia.

Muy en el fondo, Allam deseaba traer a las chicas aquí, y que ellas los ayudarán a arreglar a GAIA, pero con esa amenaza de los Zenith, Nash aún rondando por ahí y Eli aún siendo apenas una bebe de un año, el no quería arriesgar un viaje así de largo, en especial en montura y sin la protección que él y Aloy aportan.

Estando los dos juntos, abrazados, hacia pasar el tiempo con rapidez, tanto que de un momento a otro, Aloy había dejado de llorar y se había recompuesto, volviendo a cómo estaba ella antes.

GAIA: Hoy ha sido un día lleno de emociones, para los dos. Recomendaría que se tomaran un descanso y repongan sus energías. Es necesario que se alimenten bien si quieren poder combatir a las máquinas y a los rebeldes en sus viajes -comentó la IA.

Justo al mencionar eso, el estómago de Allam Emelia a gruñir, cosa que no pasó desapercibida por Aloy ni GAIA.

Aloy: GAIA tiene razón, amor. Será mejor comer y descansar un poco. Te prepare algo, me he vuelto un poco mejor en la cocina desde que, ya sabes -dijo la pelirroja, recordando las deliciosas comidas que Allam cocinaba cuando vivían en el Abrazo.

La pareja empezó a salir de la cámara donde GAIA estaba almacenada. La IA veía como los esposos se iban, tomados de la mano como una pareja enamorada.

Allam: Siempre me ha gustado tu cocina, mi amor -dijo el soldado antiguo, causando que Aloy lo mirar con duda.

Aloy: No seas mentiroso, mi vida, vi la cara de asco que pusiste cuando te hice ese guiso de cerdo cuando te enfermaste -dijo la mujer, llamándole la atención a su marido.

Allam: N-No estaba asqueado por eso, 'Loy -dijo el soldado antiguo, defendiéndose.

Aloy: Tuve que dártela como si fueras Eli -le reprimió la pelirroja.

Allam: Estaba casi muerto, mi amor, ¿qué querías que hiciera? -se defendió el soldado antiguo nuevamente.

GAIA había esbozado una pequeña sonrisa mientras veía a la pareja irse y perderse de su vista. A pesar de no ser la GAIA original, Elizabet Sobeck tuvo una conversación muy similar muchísimo antes de que esta GAIA fuera una copia.

GAIA: Veo que de una manera u otra, sí obtuviste lo que querías, Elizabeth. Y estoy feliz por ello -dijo la IA con una sonrisa plasmada en su rostro.

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