Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22


Era exagerado decir que su boca estaba por los suelos, sin embargo si estaba abierta a más no poder. Porque Ino era exagerada con sus emociones y no le importaba que su quijada se quedara trabada con tal de demostrar que estaba sumamente sorprendida. La habitación a la que Sai le hizo entrar no era lo que imaginaba, sólo era un cuarto un tanto polvoriento lleno de lienzos y pinturas, dibujos y esculturas y la mayoría estaban inspiradas en ella.

Por un momento tuvo miedo, no era fácil digerir que tu novio tiene un cuarto lleno de dibujos de ti. No obstante la hacía sentir de una manera especial.

—Joder... —musitó y comenzó a frotar su rostro. Estaba mareada de ver tantas pinturas de ella, hizo una mueca divertida y se giró a verlo para soltar una pequeña risa— Eres muy extraño.

—¿Ah? —Sai llevó una mano a su mentón confundido— Esa no era la reacción que esperaba.

—Por supuesto que no.

—¿Entonces puedo deducir que no te gustó?

—Dije que era extraño, no que no me gustaba —suspiró y volvió a darle un vistazo a su alrededor, caminando cerca de los lienzos y bocetos— ¿Haces cuánto haces dibujos de mí?

El azabache llevó una mano por detrás de su nuca, y desvió la mirada avergonzado.

—Desde que te conocí.

Se sintió flechada y sonrió mientras el carmín adornaba sus suaves mejillas.

—Ya veo. Bueno, tienes un gran talento, ya sabía yo que nadie se podía resistir a mis encantos desde que me conocen —alardeó tirando hacía atrás su cabello.

—¿Será?

—Idiota.

—Belleza.

La cara le ardió y como costumbre sonrió nerviosa, a veces Sai hacía que las mariposas en su estómago desfilaran.

—Perdón por haber mal pensado, yo no...

—Fue hilarante de todas formas, así que no te preocupes.

Ino asintió.

—Yo... —Sai aclaró su voz ante la mirada curiosa de ella, ordenó las palabras en su mente, tomó una bocanada de aire listo para seguir— Quería decirte que... Te agradezco la oportunidad que me diste, pensé que te cerrarías más conmigo y en serio estoy contento de que eso no pasó.

—Sai ya no tienes qué...

—Hablo en serio —sonrió— Gracias Ino. Ahora me siento más completo cada vez que estoy a tu lado.

—Serás —rió avergonzada y estaba casi segura que sus mejillas estaban rojas, se acercó a él y lo abrazó.

—Me cuesta creer que la hora del té nos unió.

—Y casi nos separa —Ino se mordió el labio al recordar su conducta anterior.

—Pero no pasó, mi insistencia y ganas de estar junto a ti fueron más fuertes —el pálido besó la frente de la rubia quién sólo atinó a suspirar— Ino...

—¿Sí?

—Quédate junto a mí.

—Estoy junto a ti.

—Me refiero a que quiero que te quedes siempre junto a mí, hasta dar el siguiente paso y tal vez tener una pequeña personita corriendo por allí entre nosotros.

Yamanaka se sonrojó violentamente y comenzó a echar humo.

—S-Sai yo...

—Claro que no me responderás eso ahora, tal vez lo hagas dentro de un par de años o qué sé yo. Pero yo sólo te pido que te quedes junto a mí.

—Estás contradiciéndote Sai —suspiró avergonzada— Pero yo quiero estar contigo, y sobre todo lo demás... El tiempo decidirá, mientras tanto me quedaré junto a ti.

.

.

.

Encontrar a Deidara tocando la puerta de su apartamento le dio un mal sabor. Ino se cruzó de brazos y aclaró su voz para llamar la atención del rubio.

—¿Se puede saber qué haces aquí? —preguntó Ino fríamente.

—¿A qué más podría venir? Vengo a perder lo que me queda de dignidad al rogarte que regresemos.

—Tu sarcasmo no cambia —suspiró pesadamente, Ino le indicó que la siguiera hacia una banca que estaba cerca, ambos se sentaron y contemplaron unos segundos la calle desolada frente a ellos, Ino abrió la boca dispuesta a acabar con todo eso, estaba cansada— Ya deja de insistir por favor, ya te dije que no regresaré contigo. Tengo pareja por si se te olvida.

—¿Ese flacucho anémico?

—Sí, ese mismo que no se anda revolcando con otras mientras está conmigo —la rubia arrastró las palabras con molestia, sabía que Sai podía no ser un santo pero las palabras salieron rápidamente de su boca. Deidara se removió en su lugar un tanto incómodo y como si sabiera lo que diría añadió:— Y no, esos no son accidentes si lo haces estando en tus cinco sentidos.

—¿Qué tengo que hacer para que me perdones?

—Nada. Escucha Deidara, es mejor pasar la página o te puedes seguir haciendo daño.

—No... No quiero hacerlo —respondió tristemente.

—Allá tú.

Ino se levantó y sacudió un poco su ropa, recobró una compostura seria y le dedicó una sonrisa.

—Tranquilo, todo estará bien. Encontrarás a alguien mejor y espero que esta vez no lo lastimes —hizo un gesto de despedida y se marchó.

Esperaba de corazón que siguiera adelante. No negaba que había pasado por buenos momentos con él pero ya no quería volver, amaba a Sai y estaba dispuesta a dar el siguiente paso con él a su debido tiempo.

Todo a su tiempo.














Siguiente apartado: Epílogo.







Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro