Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2


————✨————

Sai regresó con una bandeja en manos, sirvió el té y dejó unos terrones de azúcar a la disposición de la chica junto a unos panecillos que poco después, había solicitado también.

— Muchas gracias — Ino sonrió y delicadamente sujetó la taza de la oreja, a punto de dar el primer sorbo cuando se detuvo por unos instantes — Por cierto, no te había visto antes aquí ¿me harías el favor de decirme tu nombre?

El azabache parpadeó un par de veces, llevándose una mano para tapar su boca tosió aclarando su voz.

— Sai — musitó confuso.

— Bueno Sai ¿te gustaría acompañarme? La hora del té es aburrida sin alguien con quien charlar, ya que mi amiga no pudo venir hoy.

Si antes estaba confundido, ahora estaba en blanco como para describir ese estado inefable en el que se encontraba, la bonita rubia le estaba pidiendo que se quedara con ella a tomar el té, pero estaba en horas de trabajo y sabía que su jefe se enfadaría mucho si lo veía holgazaneando.

— Mis más sinceras disculpas, pero estoy en horas de trabajo. Seguro vendrá alguien que querrá compartir su tiempo con usted — dijo Sai.

Ino hizo un mohín y dio otro sorbo a su té.

— No hay muchos clientes hoy. Si no quieres tomar el té conmigo sólo es cuestión de decir "no me interesa ó no quiero" — espetó Ino, pudo ver el nerviosismo del mesero que sostenía con dificultad la bandeja, se le hizo adorable por un momento.

— No, no es eso...

«Seguro se dio cuenta que le estaba viendo el trasero y me tiene miedo» pensó la rubia con vergüenza, ¡le pasaba eso por ser tan obvia! Tal vez su petición había sido muy directa ó quizá el apuesto mesero tenía mejores cosas que hacer que acompañar a una chica que le había clavado la vista como dagas en sus posaderas.

— ¿Entonces? — indagó haciendo un ademán.

— Mi jefe se molesta con facilidad. Si no me ve atendiendo a los clientes, me descontará mi sueldo o peor, me despedirá.

— Al sentarte allí — señaló la solitaria silla que estaba al otro lado de la mesa.— Y tomar el té conmigo, estarías atendiendo a un cliente.

Sai movió sus manos en negación con nerviosismo, lo que menos quería era que rebajaran su pago ó ser despedido. Pero la insistencia de aquella chica comenzaba a hacer que cuestionara entre sus ganas de sentarse y hablar con la chica ó alejarse e ignorarla estúpidamente.

— Señorita yo... No puedo, lo siento.

— ¡Oh! Es una lástima —Exclamó Ino con fingido pesar — supongo que hay un libro de quejas ¿verdad?

Sai pasó saliva, y con resignación suspiró para luego tomar asiento. Ino sonrió victoriosa.

«Eso, coloca ese bonito trasero allí ».

— ¿Lo ves? No era difícil. Sólo pido cinco minutos de tu tiempo.

— Ya que. ¿Me dirá su nombre al menos? Ya sabe, por si me despiden tendré que anotarla en mi lista negra — bromeó, sirviendo té para él.

— ¡Pero qué quisquilloso! — rió la rubia — Soy Yamanaka Ino.

— ¿Yamanaka? — alzó un poco la voz con sorpresa. Los Yamanaka eran importantes socios entre las cafeterías del dueño de Izanagi's, además de la prosperidad del negocio también se les agradecía por su bellas flores decorativas.

— Sí ¿ya ves? Con más razón no pueden despedirte — canturreo.

— Eso me alivia más.

— Dime, Sai ¿algún pasatiempo que disfrutes?

Sai sonrió.

— De hecho, me gusta el arte.

— ¿Dibujante? Ó ¿un simple apreciador?

— Ambas.

— Entonces quisiera ver tu arte algún día — dijo sin despegar su vista de aquellos profundos y oscuros ojos que la veían con curiosidad.

— No veo el porqué no.

— Bien — finalizó, dejando la taza vacía a un lado y levantándose de su sitio. Sai se puso de pie también, sin entender nada.

— ¿Eso es todo? — cuestionó turbado.

— Sí, te lo había dicho antes, sólo quería cinco minutos contigo — respondió. Sai volteó a ver su reloj, y efectivamente habían sido cinco miserables minutos, cinco en los que se había relajado hablando con una desconocida y por alguna razón eso cinco minutos le habían gustado.

— ¿Por qué conmigo?

— ¿A caso uno ya no puede invitar al nuevo mesero guapo para conversar? ¡Faltan los valores señores!

Sai rió hasta recapitular lo dicho ¿guapo?

— ¿Me llamaste guapo?

— Sí ¿algún problema?

— Ninguno, supongo. Pero tomaré esto como un intento suyo para ligar — dijo el chico sin deshacerse de la sonrisa blanquecina que tenía.

— ¿Ligar? Todavía no estaba llegando a eso — rió Ino — Supongo que me has quitado el plan de mañana.

Le parecía una chica agradable y con ese mañana le levantaba el ánimo aun más, quería seguir hablando con ella y esperaría hasta el siguiente día para hacerlo, aunque el estuviese de pie, atendiéndola.

— Hasta mañana, entonces.— acercó su mano hacia ella, sin pensarlo dos veces Ino la tomó y éste le beso delicadamente la mano.

— Hasta mañana.


————✨————


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro