Una vez que dejamos a Jin-Ah en su escuela, seguimos de largo. En silencio mientras conducía en dirección a la que me había dado.

Miraba con desinterés el camino. Siempre fui algo reservada, aún con personas que conocía.

Antes de conocer a Jin-Woo era una adolescente perdida y metida en asuntos para nada legales. Ya había experimentado mi despertar, pero no me interesaba.

Siempre miraba a mi alrededor y me imaginaba distintos escenarios. Desde una accidente automovilístico frente mío donde los cuerpos salgan disparados y se destrocen hasta la escena donde dos amantes se gritaban en medio de la calle.
Siempre fui... rara. O eso decían las personas a mi alrededor.

-¿En qué piensas?- pregunto el pelinegro. Deje de centrarme en mis pensamientos y le preste Atención.

- Nada con mucha importancia- dije con una pequeña sonrisa- bueno... sigo sin creer el que me fui por algunas semanas y te encontré... Así de cambiado.

-Si, es raro- dijo este con una pequeña sonrisa en sus labios- ¿algo interesante en tu viaje?- pregunto.

La imagen de una lagartija que se había infiltrado en la party a una mazmorra, mientras lo sostenía todo ensangrentado y me suplicaba el que lo dejara vivir llegaron a mi mente.
Mis risas inundando la mazmorra mientras lo torturan a sin piedad para que me diera información, disfrutando su dolor y gritos de agonía y sangre manchando mi traje de trabajo. Digno de una hombría de arte.

- Nop- respondí sin pensar mucho. No se si estaba lista para mostrarle aquel lado mío al pelinegro- ¿y tú? ¿algo que no me hayas contado?

- Tuve una misión, por así decirlo cada por el sistema- empezó a explicar- era para... cambiar de trabajo- le dirigí una mirada sin entender- la cosa es, que me dieron un título- solté una risita por eso.

- ¿Un título?- pregunté con diversión- ¿qué ahora eres de la realeza o algo así?- me huele levemente.

- Mi título es "Señor de las Sombras"- dijo.

- Que título- bromee- en fin, si está bueno- aclare. Me dio detalles de como lo consiguió o que tuvo que hacer. Me resultó cansador todo lo que paso.

Pare en donde me indicó para luego bajar del vehículo y tocar la puerta de la casa. Esperamos unos minutos y salió una adolescente de la edad de Jin-Ah. 

Esta al verme se presentó para luego ir atrás, fuimos sin mucho problema hacia la puerta a la que los había anotado. Dio la casualidad cuando iba a hacerlo, que uno de los supervisores conocía a Jin y aceptó sin decir mucho.

-Su identificación, por favor- pidió en la entrada uno de los guardias, si quería entrar con el vehículo era necesario. Se la pase sin mucha importancia- oh, lo lamento señorita Park.

- No pasa nada- dije tranquila con una sonrisa, el contrario se sonrojo y me volvió a dar la identificación, pero con el pequeño detalle que también estaba su número- gracias.

Abrieron la reja y pase para luego estacionar. Notaba la leve tensión por parte del pelinegro, así que sin mucha importancia y con una sonrisa en mis labios le di el papel con el número.

- Has lo que quieras- le sonreí y desabroche el cinturón para luego sólo baja del coche con la otra chica.

Mire a Jin-Woo cuando bajo del auto, hizo una bolita con el papel y lo tiro en un tacho de basura cercano. Luego sólo se acercó a nosotras como si no hubiera pasado nada.

- Bien, siganme- ellos sólo hicieron lo que dije hasta llegar a la entrada de la mazmorra.

- Señorita Park, cuando mencionó el que quería meter a dos cazadores me sorprendió mucho, pero al ver de quienes se trataban quedé impresionado- dijo el de lentes viendo al pelinegro.

- Si, es un conocido y le debía un favor- mentí como habíamos acordado, nadie debía de saber sobre nuestra relación, sería... complicado si se supiera.

- De acuerdo, vengan por aquí, esta el resto del equipo- informó el de lentes. La adolescente lo siguió y Jin sólo me miró unos segundos para luego pasar por mi lado sin decir nada.

Suspire y me dirigí al auto. Me subí para luego mirar mi teléfono para ver si tenía algo para hacer, tal vez buscaria algo para comer y volvería.

Tome dinero y baje, a algunas cuadras había un McDonald's así que ir la caminando. Estaba dispuesta a irme cuando la sensación del mana proveniente de la mazmorra hizo que detenga mi paso.

Fui corriendo hasta esta justo en el momento en el que pude ver a Jin comenzar a pasarla. No fue hasta que el mana se elevó más aún.

-¡Jefe Ahn, llame a la fuerza de ataque especial inmediatamente!- el grito proveniente del pelinegro me hizo correr hasta la puerta, pero antes de que pudiera tomar su mano, esta terminó de cruzar la entrada y se selló.

Un portal rojo.

- ¡Mierda!- dije en voz alta, suspire y mire al de lentes quien estaba con un ayudante- Yo traeré a Baek- le informe a lo que ambos asistieron- nadie más que no esté autorizado puede venir, ¿De acuerdo?- les informe.

No espere respuesta, mire una vez más la entrada del portal y me dirigí al vehículo para sin más dirigirme lo más rápido posible hacia el edificio del Gremio.