3
Harry se lo pensó mejor y le tendió las llaves de regreso a Sirius, que pareció muy aturdido.
—Draco dijo que fuera sin hacer ruido y...ya sabes...
—¿Cómo piensas ir a esta hora entonces? —preguntó Remus, ceñudo—. No te puedo Aparecer justo ahora y Sirius me va a estar ayudando con una petición del director...
—Hm...—Harry titubeó y volvió a cambiar su peso de un pie al otro—. ¿Un autobús?
—No vas a salir solo a buscar un autobús a las nueve de la noche para ir a una casa que no está dentro de la ciudad, Harry James Potter.
Harry abrió la boca y vaciló. Vio que Sirius movía la cabeza con esa expresión suya de "hazle caso a Remus" y se frustró.
—Bien —Harry se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su cuarto.
Oyó que Remus suspiraba.
—Harry, si quieres...
Pero Harry ya había llegado a su habitación y cerrado la puerta detrás de él. Se tiró sobre la cama y empezó a pasarse las manos por el cabello.
La lechuza seguía allí. ¿Qué tan enojado estaría Draco si le contestaba con una nota y le decía que no podía ir? Siempre podía usar la carta de "Remus protector", ¿pero qué pasaba si era algo realmente importante y le fallaba?
Draco no acostumbraba pedir ayuda.
¿Y si en serio lo necesitaba?
¿Qué podía haberle pasado...?
Harry ya estaba apretando la almohada entre las manos cuando escuchó que la puerta se abría.
—Sabes que yo apruebo todo el tema de la rebeldía adolescente, pero cuando por esa rebeldía Remus se queda con una expresión triste y pensando que es una pésima figura paterna...la verdad deja de agradarme el concepto.
Sirius se había parado bajo el umbral de la puerta y tenía los brazos cruzados. Harry se sentó sobre la cama de inmediato.
—No quise ponerlo triste.
—Ya, yo sé, él también sabe, es que...
—Es Remus —dijeron los dos a la vez, las voces sonando como un suspiro.
Su padrino sonrió.
—Moony se preocupa por lo que debe preocuparse, por lo que no y hasta por lo que nadie más se preocuparía, dile que vas a estar bien antes de salir y le avisarás cuando llegues y eso es todo.
—¿Antes de salir...?
Sirius rodó los ojos. Sacó la varita y realizó un encantamiento rápido sobre Harry. Luego agitó la mano, como si lo estuviese despachando.
—Ve, ve, te puse algo para cuidarte en caso de cualquier problema y una señal de alarma. Si no llegas a la casa del mini Malfoy en una hora, me mandará una señal y te pasaré buscando. Así Rem se queda tranquilo.
Harry se puso de pie de un salto y quiso abrazar a su padrino, pero él le dio una palmada en el brazo y se burló:
—¡El tiempo ya está corriendo!
Entendió que debía moverse. Recogió una chaqueta, se cambió los zapatos y atrapó el dinero muggle que Sirius le arrojó. Estaba a punto de salir cuando recordó lo que le dijo, corrió hacia el cuarto de Remus, le dijo que iría con cuidado y el hechizo le avisaría cuando llegase, lo abrazó y recibió otro poco de dinero muggle que, según Remus, era para cualquier "emergencia".
Luego sí que tuvo que moverse rápido.
Estaba seguro de que llegaría antes de que el plazo de Sirius terminase.
No, no creía que pudiese llegar antes de que el plazo de Sirius terminase.
Harry no solía moverse por el mundo muggle si no iba acompañado por Remus o en la motocicleta de Sirius. Sabía cómo llegar a puntos claves como el Callejón Diagón o una heladería muggle que Sirius y él adoraban, pero más allá del centro de la ciudad, todo se volvía un gran espacio en blanco dentro de su cabeza y no estaba seguro de cómo llegar de un sitio al otro.
¿No se suponía que los autobuses y conductores decían a dónde iban para que la gente no se perdiese?
Pero por alguna razón, todes parecían saber dónde bajarse, excepto él.
Debí pedir el autobús noctámbulo, se dio cuenta mientras veía la carretera por la ventanilla. Aunque no sé si me hubiesen recogido porque técnicamente no estoy "en problemas".
La lechuza Malfoy, como si conociera bien a la persona a la que debía darle el mensaje, había salido en cuanto vio que Harry lo hizo y llevaba todo el camino volando junto al vehículo. Cuando Harry se bajó, la lechuza se posó en la rama de un árbol cercano, vio el lugar y luego observó a Harry como si le dijese "a mí no me parece que estés yendo hacia mi dueño".
Harry contempló a la lechuza durante unos segundos y se sintió abandonado cuando ella echó a volar y se alejó de ahí.
Se encontraba en alguna parte fuera de la ciudad y estaba bastante seguro de haber visto esa zona en el trayecto hacia la casa de Draco. Realmente seguro.
Sólo no sabía cómo llegar de este punto al siguiente.
Caminó durante unos minutos y se encontró con otra zona desde la que salían autobuses. Se acercó para hablar con la muchacha que estaba detrás del mostrador y lo primero que ella le preguntó fue su edad.
Harry continuaba ahí parado escuchando un sermón sobre lo peligroso que era para un adolescente estar solo de noche fuera de la ciudad y que lo instaba a volver a casa o ir con alguien de confianza antes de que se hiciese más tarde cuando sintió que una persona lo agarraba de la parte de atrás del cuello de la chaqueta.
Se preparó para todo menos el rostro enojado de Severus Snape y soltó un grito agudo.
Luego tuvo que explicarle a la muchacha del mostrador varias veces que sí, conocía a Severus, sí, sus "padres" también conocían a Severus, no, no era un peligro para él, no, tampoco tenía que llamar a la policía, sí, él sabía que Severus no inspiraba mucha confianza, pero no era su culpa. Es que es Slytherin, pensaba Harry, ya que era la "explicación" de Sirius cada vez que hablaba de la permanente expresión irritada del otro.
No sabía ni cómo consiguieron que lo dejase irse con Severus, sólo que apenas salieron, el mago le dio una palmada fuerte en la espalda y lo miró con tanto odio acumulado como si acabase de derramar el caldero con la mezcla que tenía en reposo desde hace un mes.
Harry se dio cuenta de que estaba usando el hechizo de Sirius para enviarle una señal de que ahora estaba con él y que no necesitaba dejar lo que estaba haciendo para ir a buscarlo. Luego comenzó a caminar lejos del establecimiento.
—...indignante...más de quince años de formación en Artes Oscuras y pociones...reducido a niñera...mocosos imprudentes...no podían elegir otra hora...y la maldita lechuza jalándome el cabello porque Draco quería que viese si su novio estaba bien...ridículo...lo que me faltaba...
Cuando se alejaron lo suficiente, Severus estiró el brazo, le dio un jalón a Harry y se Apareció.
En un instante, estaban en el recibidor de la familia Malfoy y Severus le daba un manotazo sin fuerza en la cabeza.
—Cada generación es peor.
Draco se acercó corriendo y empezó a dar vueltas alrededor de Harry, haciendo preguntas sobre si estaba bien y viendo si no tenía alguna herida.
—¿Por qué no usaste la moto de Sirius y la dejaste en el patio? ¡Hay kilómetros de patio para estas situaciones!
Harry, sin embargo, estaba demasiado ocupado mirándolo para formular alguna respuesta coherente.
Draco usaba un traje blanco de dos piezas con detalles negros y grises. Tenía el cabello echado hacia atrás y olía a una colonia que Harry no podía identificar, pero hacía que quisiera inclinarse sobre él y enterrar el rostro en su cuello para olfatearlo.
—Draco —Severus le habló en tono frío—, ¿ya se fueron?
La expresión de Draco pasó de la preocupación al horror. De inmediato sujetó el brazo de Harry y lo jaló más cerca.
—Necesito tu ayuda —susurró.
—¿Qué pasa...?
—¡Casamenteras! —La voz de Draco se cubrió de puro terror—. Casamenteras sangrepuras que llevan doce generaciones buscándole pareja a cada descendiente Black sangrepura.
—Narcissa les debe un favor porque ellas intervinieron para que se pudiese casar con Lucius cuando su familia no estaba segura de si era buena idea, así que no sabe cómo echarlas sin ofender a la mitad de las brujas de la comunidad mágica que se preguntarán si ella o Draco piensan que son "demasiado" para sus hijas —La expresión de Severus dejaba bien en claro que estaba entre asqueado y aturdido por las "cuestiones sangrepura".
Harry miró de uno al otro, sin entender nada.
—¿Las casamenteras no son las que te buscan con quien casarte...?
—¡Sí! —Draco sujetó sus hombros—. Por eso te necesito. Intentan convencer a mi madre de "sólo" presentarme a brujas sangrepura, pero tú no conoces a las brujas sangrepura, Potter, sus hijas pueden ser buenas, seguro hay varias "Pansy" y conozco al menos a la mitad por nuestras familias, ¡pero las madres! ¡Son de la edad de mi madre o mayores y tienen la idea de que apenas me acerque a una de sus hijas, ya tienen que ir preparando la boda!
Ya entendía por qué Severus tenía esa expresión.
Claro que esto era una emergencia.
—¿Y...? ¿Y qué hago...?
—Necesito que dejes que Severus te arregle con magia —Draco ignoró por completo la protesta de Severus sobre no ser un estilista mágico— y hagas como que eres mi novio y mi madre no sabía y me ayudes a que no empiecen a juntarme con gente con la que no me quiero juntar.
—¿Que voy a qué?
A) Ayudar a Draco.
B) Buscar otra opción.
Alguien intentó hacer trampa de nuevo en la otra parte, no sean asíííííí.
Lo puse en modo fácil para no tener flancitos tristes por cómo resultó la otra, pero les recuerdo que deben tener en cuenta la suerte Potter 😩
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