Capítulo 3.
Segunda actu.
El silencio entre los dos se vio interrumpido por el llanto de Hyunyeol quien se desesperó ante el encierro de ese lugar. Chanyeol se puso de pie mirando a su chico todavía en espera de una respuesta. Baekhyun tiró todo el papel de baño en el cesto y se puso de pie también terminando de limpiar su ropa.
—Quizá mi estómago no estaba dispuesto hoy, ves que casi no comí mucho, quizá fue eso, no es tan grave, pero… fue muy vergonzoso, no pude evitarlo —respondió tratando de ignorar lo otro que su esposo había recalcado. Soltó un suspiro y ambos salieron del cubículo hacia el lavabo donde Baekhyun lavó su boca y también manos—. Quiero ir a casa, Chan… Por favor, con una pastilla para agruras estaré bien, si mañana me siento igual iré al médico, ¿sí? —prometió mirando a su esposo con ojos de cachorro abandonado.
—Está bien, iremos a casa ahora —aceptó Chanyeol pensando que lo mejor era no volver a tocar el tema por ese día o quizá nunca más, no tenía la más mínima intención de incomodar a su pareja con ese incidente tan embarazoso y confiaba en que su esposo sería responsable de su salud si seguía enfermo.
Ambos salieron del baño, Chanyeol le dio a su hijo a su esposo indicándole que fueran hacia la salida del restaurante mientras él iba a pagar la cuenta y arreglar el problema. Baekhyun agradeció eso, realmente no quería ver como los demás le iban a señalar por tal show poco agradable.
De camino a casa Baekhyun iba con su bebé en brazos cantándole una canción a lo cual el bebé soltaba pequeños sonidos que no se entendían realmente, quizá balbuceos. Chanyeol los observaba de vez en cuando en el proceso hasta que llegaron a casa. Baekhyun fue quien acostó al pequeño mientras Chanyeol se había quedado en la cocina buscando las cosas para la mamila del bebé, debían prepararle una por si el bebé despertaba en la noche. Colocó la radio en la cuna de su hijo y encendió la misma llevándose la otra parte para poder escuchar si se despertaba mientras estaban abajo.
Al llegar a la cocina vio a su pareja leyendo la etiqueta de la leche, aun cuando Chanyeol siempre estaba atento a todo lo que su hijo hacía y él era quien primero aprendió a hacer el biberón habían muchas cosas que iban cambiando con el tiempo y por su trabajo no se enteraba. Se acercó a él y lo abrazó por la cintura dándole un beso en la mejilla.
—¿Difícil? —inquirió divertido teniendo nuevos ánimos en ese momento. Chanyeol hizo un puchero al asentir—. Se cambió su formula, pero es lo mismo, amor —aseguró y le enseñó cómo debía de preparar el biberón, desde el agua calentita para que estuviera tibia cuando su hijo la bebiera hasta cuántas onzas debía ponerle—. ¿Ves?
—Sí —respondió el mayor admirado y le besó la coronilla a su esposo—. Un bebé tiene muchos cuidados, no hay mejor papá que tú —aseguró el más alto tomando el rostro de su pareja con sus manos y le dio un beso en la punta de su nariz haciendo reír al menor—. Te amo, bebé.
—Yo también te amo, Channie. No sabes cuánto —susurró Baekhyun mirando a su chico con dulzura y le robó un beso de sus labios que Chanyeol se encargó de profundizar cuando vio la intención de su chico por alejarse de él.
El beso duró solo unos cuantos minutos más hasta que Chanyeol le besó la mejilla y lo abrazó al estilo princesa. Baekhyun soltó una ligera risa abrazándose del cuello de su esposo y lo miró con dulzura. Sin decir palabra alguna solo volvieron a la habitación donde Chanyeol acostó a su esposo y le besó la frente con cariño.
—Descansa amor, para que mañana te sientas mucho mejor, ¿sí? —susurró acariciando la mejilla suave de su esposo quien asintió con su cabeza levemente sin dejar de verlo—. Iré por la mamila de Hyunnie y de ahí vengo contigo, amor —informó y dándole un último beso en sus labios, breve y suave, salió de la habitación dejando solo al menor, quien aprovechó la ausencia de su chico para tomar sus medicamentos.
Para su suerte, los vómitos por esos dos días siguientes se mantuvieron inexistentes para él. Quizás era como su oncólogo había dicho, su cuerpo con el paso del tiempo se iría acostumbrando a los efectos secundarios. Y agradecía eso, era realmente pesado tener que buscar excusas por sus malestares para no decirle la verdad a su esposo. Y también, porque podía estar un poco más activo con su hijo a quien le estaba dando toda su atención como se lo merecía, incluso Mei en esos días le había dicho que tenía un mejor semblante a pesar de que su peso seguía siendo considerablemente bajo. Ese día Chanyeol llegó más temprano de lo normal, no tenía muchos labores en su trabajo, por lo cual pasaron gran parte del día jugando con su bebé quien solo hacía lindos gestos y en ocasiones se reía.
Eran más que nada, un momento que disfrutaban ellos dos. Para cuando la tarde cayó por completo Mei los dejó solos, como cada día. Habían hablado sobre qué podían comer para la cena y ante la petición de Chanyeol preparar una lasaña sería el trabajo de Baekhyun.
Mientras Baekhyun hacía la comida Chanyeol se había tomado la tarea de bañar a su hijo, vestirlo y darle su biberón hasta que terminó y sacó sus aires. Hyunyeol era un glotón, cada día comía más y dormía menos, pero al parecer se había cansado en la tarde porque no tardó mucho en caer dormido. Lo dejó sobre su cuna y activó todo el equipo especial que tenían para su cuidado volviendo después a la cocina para ayudar a su pareja.
Baekhyun se veía realmente enfocado en lo que estaba haciendo, desde siempre Chanyeol estaba consciente de lo mucho que a Baekhyun le gustaba cocinar para él, incluso mientras estaban en la Universidad Baekhyun había tomado un curso de cocina porque quería ser él quien hiciera todas sus comidas favoritas, nadie más que él, y el don de artes culinarias venía de familia, como siempre le decía a su esposo.
Baekhyun se dio cuenta de que era observado varios minutos más tarde, con las mejillas ruborizadas miró a su esposo y le hizo ceña para que se acercara, ya estaba sirviendo los platos. Chanyeol al estar al lado de su esposo le besó los labios de piquito abrazándolo por la espalda y recibió el bocado de lasaña que su chico le estaba dando. El sabor inundó su paladar de una manera agradable, que no se hizo esperar para mostrarlo con un sonido de degustación.
—Está delicioso, cómo tú comprendes, bebé —le dijo en tono coqueto dándole un beso en su cuello haciendo estremecer al más joven—. ¿Te ayudo en algo?
—Sí, bebé —aceptó Baekhyun dándole sus dos platos servidos y le sonrió coqueto también—. Lleva esto a la mesa y, no prendas el boiler todavía que vamos a cenar —recomendó dándole un beso en la mejilla antes de seguir con lo suyo y llevar lo demás a la mesa.
Chanyeol se quedó un momento pensando en lo del boiler sin entenderlo hasta que soltó una risa, esa frase doble sentido lo había hecho quedar como tonto. Sin decir más dejó los platos sobre la mesa acomodando lo demás que su chico le fue pasando y comieron tranquilos platicando de sus días y también de su hijo, quien ocupaba casi todas sus conversaciones.
Para cuando terminaron de comer Chanyeol se sintió satisfecho de ver a su esposo comer casi todo lo de su plato, quizás un cambio de comida era lo que su chico necesitaba para abrir su apetito, al menos eso creyó en ese momento. Le gustaba verlo más animado.
—¿Quieres hacer algo más antes de ir a dormir, amor? —preguntó Baekhyun mientras lavaba los platos y los iba dejando en el trastero donde los dejó escurrir.
Chanyeol había terminado ya de levantar todo de la mesa cuando se acercó a su chico abrazando al mismo por al espalda y pasó sus manos por su cintura ayudándolo a enjuagar los trastes que todavía tenía con jabón. Baekhyun sonrió divertido por eso, no era tan normal que ellos dos hicieran ese tipo de quehaceres pero estaba bien, se sentía agradable.
Cuando ambos terminaron de lavar todo se quedaron todavía así, en esa posición disfrutando de la cercanía de sus cuerpos.
—Pronto estaremos cumpliendo un año de casados, amor —recordó Chanyeol dándole un corto beso en su hombro y metió una de sus manos bajo la playera del más joven—. Deberíamos hacer algo especial para los dos, ¿no crees?
—Creo que sí —dijo con voz baja el menor y se giró lento hasta estar frente a frente a su esposo sintiendo los dedos largos de su chico recorrer su espalda haciéndolo estremecer—. ¿Quieres un adelanto? —preguntó subiendo de manera lenta su mano por el pecho ajeno hasta su cuello donde lo jaló un poco hacia su rostro—. Porque con gusto te lo doy.
—A ver —dijo antes de unir sus labios, de manera profunda y húmeda.
El beso siguió su rumbo. Para Chanyeol era imposible resistirse el menudo cuerpo de su esposo. El amaba acariciar cada curva del cuerpo ajeno, recorrer con sus dedos las líneas de su cintura pequeña y las curvas de sus piernas bien rellenas y contorneadas. Amaba besar la piel de su cuello y dejar pequeñas marcas que desaparecen a los días, hacerlo estremecer al momento que sus labios succionan el lóbulo de su oreja donde muchas veces descansaba un arete.
Baekhyun jadeó cuando su esposo lo subió sobre su mesa y se acomodó entre sus piernas frotándose un poco contra él. Sus entrepiernas comenzaban a tomar volumen bajo sus pantalones. Baekhyun sabía que habían pasado varios días desde la última vez que su esposo lo tomó que no le sorprendía que su chico se sintiera más caliente en ese momento que en otras ocasiones.
Se dejó quitar su sudadera seguido de su playera quedando con el torso desnudo. Los labios de Chanyeol bajaron de su cuello con lentitud en un camino de besos húmedos hasta su pecho donde sus pezones se pusieron sensibles ante el tacto húmedo de la lengua del más alto sobre estos al chuparlos y succionar los mismos.
Sus jadeos acompañados de gemidos quedos llenaban la habitación una y otra vez hasta que ambos estuvieron desnudos frotándose entre sí. La excitación era palpable entre los dos e incluso la habitación se sentía todavía más caliente de lo normal. Chanyeol se encargó de estimular por completo a su chico, deleitando sus oídos con esa melodía que salía de sus labios en gemidos y sus bonitas expresiones. Cuando lo sintió listo lo apoyó sobre la mesa boca abajo dejando empinado el trasero del más joven para él. Baekhyun apoyó bien su cuerpo sobre la mesa aferrando sus manos a la base de la misma cuando sintió el miembro de su chico abriéndose paso en él. Se sentía bien, la carne de su chico era grande, y larga, le gustaba. La manera en la que Chanyeol lo tomaba le hacía tocar el mismo cielo con sus dedos. Desde la forma en la que besaba su piel hasta la forma en la que se movía dentro de su cuerpo era conocer el mismo paraíso.
Siempre había amado cada que su chico tocaba su próstata pues era delicioso, pero justo en ese momento que el placer estaba llegando, la incomodidad que no debía de haber apareció. Era doloroso. Se encorvó un poco sobre la mesa aferrándose con más fuerza, el dolor era casi insoportable pero lo aguantó, no podía arruinarle ese momento a su esposo cuando él se había puesto sensible y delicado de la nada.
Los embistes siguieron hasta que Chanyeol se detuvo de manera abrupta cuando sintió demasiado tenso el cuerpo de su esposo y sobre todo, por esos quejidos que más allá de placer mostraban dolor. Salió del cuerpo de su chico y lo hizo girarse hacia él.
—¿Amor, te lastimé? —preguntó asustado al ver los ojos de su esposo llenos de lágrimas. Baekhyun negó de inmediato, el rostro angustiado de Chanyeol no le gustaba—. Pero estás llorando, amor... Perdón, yo no quería hacerte daño y...
—No, no es tu culpa, estoy bien —intervino, no quería ver a su esposo angustiado por eso. Se abrazó al mayor y negó con su cabeza tratando de no seguir llorando por el dolor en su vientre bajo—. Perdón... No sé qué me pasa, solo no me sentí cómodo, no es tu culpa, Chan —susurró sintiéndose miserable en ese instante. Hiperventiló levemente cuando Chanyeol le tomó el rostro e hizo que le mirara, Baekhyun apretó sus labios un momento—. ¿Podemos... parar? Lo siento.
—Está bien, no te sientes bien, perdóname —pidió nuevamente el mayor sintiéndose culpable de haber lastimado a su pareja. Pensaba en sí había sido brusco o no con el bajito, nunca les había pasado algo similar.
Ambos volvieron a su habitación, después de tomar una ducha los dos se metieron a la cama. Chanyeol se encargó de verificar que su hijo estuviera dormido todavía. Cuando se acercó a la cama su esposo estaba ya ahí, acostado de lado en su espacio. Se metió con cuidado y lo abrazó quedando de cucharita. Se sentía realmente mal por haberlo lastimado, por más que Baekhyun le dijera que no era su culpa, no podía abandonar esa idea.
Cuando despertó a la mañana tanteó la cama en busca del cuerpo de su esposo pero no lo sintió. Abrió sus ojos dándose cuenta de que su pareja ya no estaba en el cuarto. Se sentó en la cama esbozando un bostezo y de ahí se levantó saliendo del cuarto y posterior bajó hacia la primera planta.
Encontró a Baekhyun jugando con el bebé en la sala, el televisor estaba encendido y Mei limpiaba la cocina. Hizo una pequeña mueca acercándose a su familia.
—Amor, buenos días —saludó a su pareja sentándose en el sillón y le besó los labios en cuanto su pareja le miró. Baekhyun esbozó una sonrisa—. No sentí cuando despertaste.
—Hyunnie estaba llorando, así que bajamos para darle el biberón, ya comió y le saqué los gases —comentó dándole al bebé que hacía pequeños pucheros. Chanyeol lo tomó con cuidado y arrulló al mismo haciéndole caras graciosas ganándose una sonrisa del bebé—. ¿Sabes? Lo he estado observando y me doy cuenta de que tiene tu misma sonrisa, me gusta. Mi hijo será muy guapo.
—¿En verdad? —preguntó el alto impresionado de ese dato, tratando de encontrar similitud con él pero le era difícil, en cambió él, veía a Baekhyun en su hijo—. Yo digo que sí lo será porque se parece a ti, ambos son hermosos.
—Qué dices, no —refutó apoyando su cabeza en el hombro ajeno.
Chanyeol pensó en reafirmar su punto pero al recordar lo que había pasado la noche anterior la culpa de nuevo invadió su cuerpo. Tomó la mano de su esposo y enlazó sus dedos antes de besarle el dorso de la mano. Baekhyun se ruborizó.
—¿Estás bien? Ayer...
—Estoy bien, Channie. No te preocupes —pidió esbozando una sonrisa y buscó los labios de su esposo con suavidad por unos segundos—. Amor, ¿me acompañas al centro en la tarde? —preguntó con timidez cambiando el tema, no quería que su chico se preocupe más por eso. Chanyeol le prestó atención ante su petición, era su día libre por lo cual salir no parecía ser una mala idea, Chanyeol asintió—. Quiero hacerme un cambio de imagen, así que... Pasaré por una estética, ¿no te parece buena idea?
—Te verás hermoso con lo que sea que te hagas —dijo Chanyeol seguro de ello.
Para Chanyeol, Baekhyun era hermoso arreglado y desarreglado. Si Baekhyun se ponía incluso solo una bolsa encima, se vería hermoso de todas maneras.
Al ser el día libre de Chanyeol tenían el tiempo suficiente para pasar en familia. A Baekhyun le gustaban muchos esos días, porque podía disfrutar de su esposo completamente. Y tal como quedaron, para la tarde fueron hacia el centro comercial. Antes de pasar a la estética ambos estuvieron entrando tienda tras tienda comprando cosas para el pequeño príncipe de la familia. A Baekhyun le encantaba comprar cada prenda bonita que veía para su hijo y a Chanyeol le volvían loco los gorritos y zapatos. Sabían que de seguir así, pronto tendrían que hacer el guardarropa de su bebé un poco más grande.
Pararon un momento en uno de los puestos de comida rápida que había en el centro comercial. Tomaron asiento en una de las mesas de en medio y Chanyeol fue quien se levantó a hacer los pedidos mientras Baekhyun le daba de comer a su hijo una de las papillas especiales que compraban para él.
—Cada vez estás más grande —susurró Baekhyun admirado de lo más atento que estaba su hijo con sus tres meses casi cumpliendo cuatro—. Eres un niño muy lindo, seguro serás igual de inteligente que papá Chan —dijo esperanzado de que fuera así. Tenía tan idealizado a su esposo que deseaba que su hijo sacara todo de Chanyeol.
El bebé comía bastante bien, y parecía disfrutarlo por como se lamía los labios. Cuando Chanyeol volvió con ellos Baekhyun ya había terminado de alimentar a su hijo que ahora nada más chupaba su chupón de dulce haciendo sonidos tenues al succionar.
—¿Quieres de pollo o de res? —preguntó cuando dejó las hamburguesas en la mesa. Baekhyun miró estas y mordió sus labios un momento, ¿estaba bien si las comía? Chanyeol esperaba una respuesta.
—La de pollo estaría bien, casi no la como, está bien variar de vez en cuando. —Soltó una ligera risa a la cual Chanyeol correspondió.
—Entonces de pollo para mi príncipe —soltó Chanyeol alcanzando a su esposo su hamburguesa y una de las sodas que había comprado del mismo sabor para ambos. Baekhyun le agradeció con una sonrisa y comenzaron a comer.
El ruido del centro comercial era muy común, tanta gente aglomerada en un mismo sitio era ruidoso que apenas y podían hablar cómodamente, por lo cual comieron casi en silencio. Cuando terminaron de comer o al menos Chanyeol lo hizo porque Baekhyun ni siquiera la mitad de la hamburguesa había comido, pagaron la cuenta. A Chanyeol el que su esposo comiera muy poco le preocupaba. Conocía muy bien los hábitos alimenticios de su esposo, nunca había hecho dietas y comía todo lo que se le antojaba, sobre todo cuando estuvo embarazado y dudaba mucho que ahora que había nacido su hijo se estuviera sometiendo una dieta muy estricta al punto de no comer nada.
Aunque admitía que el cuerpo de su chico se veía bien delgado, la noche anterior había notado que algunas costillas ya se marcaban en el cuerpo de su esposo al igual que las clavículas del mismo, las cuales podía ver incluso sobre la ropa que llevaba puesta. Quería preguntar sobre eso, pero Baekhyun solía ponerse tenso y serio al punto que le hacía pensar que estaba molesto y podían llegar a discutir de la nada, algo que no deseaba.
Siguieron su recorrido por el centro comercial hasta que Baekhyun vio la estética a la que muchas veces había ido antes. Mordió sus labios levemente y soltó un suspiro. Detuvo a Chanyeol antes de que este entrara al local y le dio un beso en los labios esbozando una sonrisa para después negar con su cabeza.
—Por favor, ve con Hyunnie al puesto de juegos que esta a tres locales de aquí, ¿sí? —pidió acariciando la mejilla de su esposo mientras miraba a su hijo a lo cual Chanyeol se sintió confundido—. Quiero ponerme bonito para ti, así que quiero sea una sorpresa —comentó mordiendo su labio y le dedicó una mirada coqueta a su esposo.
Chanyeol se lo pensó un momento pero al final asintió, si era lo que deseaba su esposo no tenía ningún problema en hacer como decía. Tomó a su hijo en su carreola y después de compartir un último beso de piquito en sus labios con su chico siguió su camino hacia el puesto que Baekhyun había indicado.
El menor sabía que en ese lugar no había juegos para la edad de su hijo, pero aun así, necesitaba entrar solo a la estética. En cuanto puso un pie dentro lo recibió Key, su estilista favorito del lugar a quien conocía desde hacía casi 10 años, desde que habían abierto ese local.
—Baekkie, ¡pero qué milagro verte!, hace meses que no vienes que creí te había tratado mal antes —dijo Key haciendo un puchero mientras le daba un abrazo. Baekhyun se rió y negó con su cabeza—. Pero mira, tienes ojeras, ¿no duermes bien?
—¿Podemos hablar en privado un momento? —dijo ignorando por el momento lo que antes había dicho su amigo. Key asintió un poco confundido pero aun así lo llevó al área de descanso de los estilistas.
Tomaron asiento en el sillón de imitación de cuero color rosa en esa habitación. Key le ofreció una taza de te verde frío y ambos se miraron a los ojos. El chico quien era un poco más alto que Baekhyun podía darse cuenta de que algo le pasaba a su amigo, lo conocía desde hacía varios años cuando le cortó por primera vez el cabello a ese chiquillo siendo apenas un adolescente.
—Cuéntame, qué pasa —animó.
Baekhyun bebió un poco del té y dejó este sobre la mesa de madera frente a ellos y esbozó una pequeña sonrisa quitándose la gorra que llevaba puesta. Los labios de Key se abrieron en O por la sorpresa que le causó ver el cabello opaco de su amigo y demasiado ralo. Siendo el estilista de Baekhyun podía darse cuenta del problema, pero quizá este era más grave de lo que imaginaba.
—Baek...
—Tengo cáncer —soltó en un susurró viendo como Key se ponía pálido. Decir eso tan fácil le dejaba ver que no era una noticia sencilla, Mei, Key, el médico, todos ellos le miraban de la misma manera, con pena y eso no le gustaba—. Estoy tomando el tratamiento, las quimioterapias me están tumbando mi cabello y Chanyeol comienza a darse cuenta. ¿Puedes hacer algo conmigo?
—Espera —dijo Key tratando de asimilar lo que su amigo le acababa de decir. Estaba impactado sí, pero no era eso lo que no entendía, sino el que haya mencionado a su esposo—. ¿Chanyeol no sabe lo que te está pasando?
Baekhyun negó soltando un suspiro. Se pasó las manos por el rostro con frustración y negó varias veces. Realmente había necesitado a alguien que le escuchara y aunque explicarle todo a Key fue tedioso y le causó un nudo en la garganta, el estilista lo entendió.
—¿Puedes hacer algo con esto? —preguntó con los labios temblorosos y los ojos rojos. Key le acarició la mejilla y lo abrazó protectoramente como si de una madre se tratara y asintió.
—Tu cabello puede caerse por completo o solo un poco en el transcurso del tratamiento —recordó Key lo que Baekhyun ya sabía por lo cual el menor asintió—. Tenemos pelucas que son muy similares al cabello real, te enseñaré como debes de usarlas para que queden bien sujetas y las uses como si fueran tu cabello normal, claro, el cuidado es el mismo que un cabello delicado, pero es sencillo —comentó esbozando una sonrisa a lo cual Baekhyun volvió a asentir.
Sin más tiempo que perder Key lo llevó a la zona de trabajo. Baekhyun se miró al espejo quedándose viendo su propia imagen, odiaba lo que veía. Ese chico ahí no se sentía él. Solo cerró sus ojos y dejó que su amigo hiciera su trabajo. Solo podía escuchar la máquina de afeitar sonar y ser pasada por su cabeza eliminando por completo todo su cabello natural que poco a poco fue siendo sustituido por uno falso.
No contó el tiempo en el cual Key estuvo trabajando con él, pero abrió sus ojos nuevamente cuando su amigo le susurró un "listo". Tenía miedo de verse y no ser él, que no quedara bien como pensó y tuviera que decirle de pronto a Chanyeol lo que pasaba con él, pero su sorpresa fue otra al ver que en efecto, parecía que nunca había sido rapado ese día.
—Esto te ayudará por un tiempo, en dos o tres meses tienes que venir de nuevo, ¿ok? —pidió Key esperando que cuando su amigo volviera a verlo su cabello natural ya estuviera creciendo de nuevo y el menor venciera el cáncer—. Aunque, si me tomas un consejo, Baekhyun —susurró mirándolo a través del espejo, Baekhyun le prestó atención—. Deberías decirle ya a tu esposo, por ti, por él y por tu hijo.
—Lo tendré en cuenta, pero... Solo estoy esperando a que el médico me de mis resultados, sé que serán positivos y Chanyeol no tendrá de que preocuparse —respondió esbozando una pequeña y apenas perceptible sonrisa dejando que su amigo termine de quitarle su material de trabajo.
Al salir de la estética encontró a Chanyeol platicando con una chica de un puesto de peluches, la muchacha miraba con dulzura a su hijo, incluso jugaba con sus manitos. Baekhyun mordió sus labios cuando una idea aterradora para él pasó por su cabeza, ¿qué pasaba si el cáncer le ganaba a él y su esposo se quedaba solo con su hijo? ¿Chanyeol saldría adelante solo? Un escalofrío recorrió su cuerpo siendo severo que tuvo que abrazarse a sí mismo y negar. «Eso no pasará, Baek. Vas a salir de esta por ellos» se dijo y caminó hasta estar a un metro de su esposo e hijo y aquella muchacha que parecía tan ajena a su presencia.
Chanyeol al notar a su esposo lo miró con los ojos bien abiertos, incluso sus labios estaban en forma de O por la sorpresa que se llevó. Su chico que tenía los cabellos castaños claros, ahora lleva aún color tipo rojizo, dándole al cobrizo. Ese tono de cabello le hacía lucir más blanca su piel y se veía mucho más joven de lo que era. Una sonrisa boba se formó en sus labios ante lo bello que lucía su esposo. Para Baekhyun esa expresión en su pareja no pasó desapercibida, al punto que se ruborizó.
Chanyeol ignoró a todo mundo que no fuera su hijo en la carreola y su esposo cuando se acercó a él. Sin duda el cambio de su chico le había gustado mucho.
—¡Woh, estás bellísimo! —halagó y antes de que Baekhyun dijera algo le dio un beso algo profundo hasta que escucharon a su bebé quejarse. Era pequeño pero exigía atención—. Se puso celoso.
—Se parece a ti —bromeó Baekhyun tomando la mano de su esposo y pronto comenzaron a caminar de vuelta hacia la camioneta donde ya Chanyeol había llevado antes sus bolsas de compra—. ¿Qué tanto hablaban con esa chica? —preguntó ligeramente interesado.
Chanyeol dejó escapar una pequeña risa por eso. Aunque Baekhyun haya dicho que el bebé se parecía a él por celoso, los dos sabían y reconocían que el más celoso de los dos era Baekhyun. Pero lo disimulaba bien.
—¿Y el celoso soy yo? —dijo solo por molestar viendo a su esposo hacer un puchero cuando llegaron a la camioneta—. Solo hablaba con Hyunnie, al parecer tiene una hermanita de la edad de nuestro bebé, no entendí mucho. —Se encogió de hombros, había estado ahí nada más porque su bebé se había entretenido con la chica.
—Ya veo —susurró Baekhyun mirando a su esposo y de ahí subió al auto llevando consigo a su hijo en brazos.
Chanyeol se encargó de acomodar la carreola en la cajuela y de ahí subió poniéndose en marcha hacia la casa. Durante el camino los dos iban cantando una canción de cuna para el bebé que hacía lindos y tiernos gestos similar a una sonrisa. El tiempo que pasaban con el pequeño era muy valioso para Baekhyun.
Cuando estuvieron en casa, el bebé llegó dormido, por lo cual solo lo llevaron a su cunero y activaron las radios para estar al pendiente del bebé mientras acomodaban las cosas del bebé.
—¿Cuándo le toca la siguiente cita a Hyun? —preguntó Chanyeol acomodando los ganchos en el clóset, Baekhyun le miró haciendo memoria—. ¿Es esta o la siguiente semana?
—La siguiente semana, ¿tienes pendientes? —preguntó para ver que podían hacer al respecto, Chanyeol hizo una mueca y asintió agachando la mirada. Baekhyun le sonrió y se acercó a él besando sus labios—. No te preocupes sino puedes, puedo ir con Mei, y cualquier cosa te informo.
—Pero quiero estar todo el tiempo a tu lado y con nuestro hijo, al pendiente de todo lo que tenga que ver con él —se quejó haciendo más notoria su mueca que terminó siendo un puchero que Baekhyun se encargó de desvanecer cuando le hizo cosquillas y Chanyeol se rió. Le tomó las manos al más bajo y negó con su cabeza—. Ya, amor. No me hagas cosquillas —pidió todavía riéndose con su voz gruesa que inundó de una bella tonada los oídos del menor.
—Por una cita no habrá problema, amor, no te preocupes, ¿sí? —dijo abrazando a su chico por el cuello y le dio muchos besos consecutivos en su mejilla hasta quedarse viendo nada más los ojos de su esposo—. Te amo inmensamente, bebé —susurró con voz melosa haciendo sonreír al más alto.
—También te amo inmensamente, Baekkie —susurró Chanyeol acariciando los cabellos de su esposo. La mirada de ambos estaba clavada sobre los ojos ajenos.
Había olvidado por completo en el paso del día lo que había pasado con su chico la noche anterior, pero en ese momento que sus labios se unieron en un beso profundo y húmedo lo recordó al punto que le dio miedo continuar. Baekhyun lo notó y soltó un suspiro.
—No fue tu culpa —le recordó tomando la mano de su chico y lo llevó hasta la cama donde ambos tomaron asiento—. Cuando vaya al ginecólogo le diré, ¿sí? A veces es normal, no debes preocuparte.
—Te lastimé, eso es lo que no me puedo perdonar —admitió Chanyeol haciendo una mueca. Baekhyun negó con su cabeza y lo abrazó tumbando al alto en la cama. Debía quitarle esa idea de la cabeza a como diera lugar.
[>>>]
El tiempo para Baekhyun parecía que se iba volando, apenas hacía una semana había recibido la quinta quimioterapia y de nuevo estaba ahí, siendo torturado por el malestar de recibir el tratamiento. Aunque los síntomas secundarios se estaban regularizando en su cuerpo, no dejaba de sentirse cansado. Los vómitos estaban pasando, al menos no eran tan seguidos y se había acabado el problema de la caída de su cabello, al ya no tener el propio.
El médico trataba de darle ánimos en que todo marcharía bien, pero ese día recibiría los avances de su enfermedad y estaba ansioso. Mei esperaba afuera, en la sala de espera junto con su pequeño hijo mientras él recibía su tratamiento.
En cuanto terminó la quimioterapia el médico lo dejó descansar por unos minutos antes de continuar con la evaluación. Baekhyun solo quería irse a casa y descansar sin importar lo demás, pero esperaba también poder tener buenos resultados.
Se encontraba sentado frente al escritorio de su médico especialista. El hombre de quizás unos cuarenta años estaba revisando el resultados de sus análisis de sangre que le habían realizado minutos antes de que el tratamiento fuera aplicado. Baekhyun solo podía observar las expresiones de aquel médico y debía decir que lo asustaba. Su expresión era bastante seria, tenía la postura rígida, cejas hundidas y sus ojos leían rápidamente el resultado. Parecía que lo repasaba una y otra vez en busca de algún error que no encontraba. Más ansioso quizá se podía poner, sus manos estaban sudando.
—¿Son buenas noticias? —trató de ser positivo al preguntar.
El médico le miró y Baekhyun podía jurar que esa mirada en esos ojos cafés intensos le decían que su mundo se podía derrumbar en cuanto abriera los labios rodeados de bigotes.
—Me temo que no lo son, señor Park —dijo el médico haciendo una mueca y dejó los análisis sobre la mesa, esas simples palabras de causaron un escalofrío—. El cáncer está más grande que cuando se le diagnóstico, en este mes y medio, su cáncer avanzó en vez de disminuir —informó con voz serena, manteniéndose atento a la reacción de su paciente.
Baekhyun sonrió. No lo creía, ¿por qué? Eso se preguntaba en ese momento, estaba haciendo todo al pie de la letra según lo que el médico le había recomendado, había comido quizá sí un par de cosas que su dieta no le permite pero, ¿eso era la causa de que esté más avanzado en vez de disminuir?
—¿Suspenderá mi tratamiento? —inquirió deseando saber qué iba a pasar con él desde ese momento. El médico soltó un suspiro.
—Hoy se te aplicó una nueva quimioterapia, esperaremos a la siguiente semana para realizar un nuevo diagnóstico —explicó agendado la nueva cita para su paciente. Era realmente una pena que una persona joven como lo era Baekhyun estuviera pasando eso—. Pero tiene que ser consciente, su cáncer estaba avanzado cuando se lo detectamos, estamos haciendo todo lo posible para que usted pueda ganar esta batalla, debe mantenerse fuerte.
—Lo estoy, voy a salir de esta —dijo tratando de que su voz no se rompa en ese momento.
Mei se preguntaba una y otra vez qué había sido lo que el médico le había dicho a Baekhyun. Su jefe se veía apaciguado, ni feliz ni triste, incluso parecía que no había recibido su tratamiento ese día. Estaba jugando con su hijo como si nada le pasara desde que habían llegado del hospital. Baekhyun y Hyunyeol se encontraban acostados en la alfombra de la sala, con la televisión de fondo y muchos juguetes especiales para el bebé alrededor de ellos.
—¿Señor, quiere que le ayude a cocinar hoy? —preguntó Mei al final de unos minutos de estar viendo en silencio a su jefe con su hijo. Baekhyun le miró por encima del hombro y negó con su cabeza—. Bueno, es que como su esposo ya no tarda en llegar.
—¿Mei, en algún momento te ha gustado Chanyeol? —preguntó Baekhyun de la nada sin mirar a la chica, mientras cargaba a su bebé y le daba besitos en su mejilla.
El silencio reinó en la sala tras su pregunta. Baekhyun extrañado regresó a ver a Mei, la chica estaba completamente pálida y con los labios abiertos algo que preocupó a Baekhyun.
—¿Mei, estás bien? —inquirió acercándose a ella.
La chica al reaccionar se soltó a llorar y negar constantemente. Baekhyun no entendía nada pero trató de no acercarse mucho a la chica para no asustar a su bebé.
—Le juro que yo no tengo esas intenciones, si he hecho algo que se me ha malentendido te pido perdón, Baekhyun, si le falté el respeto perdóneme —suplicó la chica que incluso se hincó frente a él. Baekhyun pestañeó desconcertado.
—Mei, no te estoy acusando de nada —aclaró Baekhyun sintiendo sus mejillas calientes, lo menos que quiso con su pregunta fue incomodar a su amiga—. Yo sé que nunca harías algo así, no debes pedirme perdón —pidió tocando el hombro de su amiga quien le miró con los ojos llenos de lágrimas—. Solo quería saber si él en algún momento te gustó...
—¿Por qué me pregunta eso, señor? —inquirió ella limpiando sus mejillas y negó con su cabeza repetidamente—. Pero no... Chanyeol y usted para mí son como mis mejores amigos, mis hermanos —aclaró ella esbozando una pequeña sonrisa—. Yo no puedo verlo de otra manera.
—Ya veo...
Susurró Baekhyun mirando a su bebé. Desde que el médico le había dicho que su cáncer estaba avanzando en vez de curarse muchas cosas estaban en su cabeza. No le daba miedo morir, esa era la verdad. A pesar de sus cortos 23 años, había vivido todo lo que pudo desear hasta ese momento, era feliz con lo que tenía e incluso cuando quería una vida con Chanyeol hasta ser viejitos, si no podía ser, quería que su esposo fuera feliz toda su vida junto a su hijo y... Si había alguien más, fuera el correcto.
Y quizá, no debería estar pensando en que moriría. Todavía había posibilidades de cambiar los fármacos, tomar un tratamiento más fuerte que le ayude, había más posibilidades, pero, ¿y si esas no funcionaban? Estaba claro que en ese momento la negatividad estaba siendo su peor compañera.
Miró a su amiga y le dedicó una sonrisa mientras subía con su hijo hacia su habitación y se encerraba en esta. A la chica no le quedó más opción que seguir con sus labores hasta que Chanyeol llegara y ella pudiera irse.
Al llegar a su casa lo primero que hizo Chanyeol fue ir hacia la cocina, dejó la comida que había comprado de camino a su casa en la mesa y de ahí subió hacia su habitación donde imaginaba estaría su esposo. El trabajo en la oficina se había alargado al punto que tuvo que salir dos horas más tarde, sabía por Mei que Baekhyun no había preparado nada para la cena por lo cual prefirió comprar algo afuera para los dos.
Y al entrar al cuarto pudo corroborar que ahí estaba su esposo, mismo que ya se encontraba en pijama, acostado en la cama con su hijo a su lado, durmiendo los dos. El alto debía de admitir que la imagen que le estaba regalando Baekhyun ahí dormido con su hijo era adorable que no dudó en tomar una foto y colocarla de fondo de pantalla.
Se acercó a ellos y a cada uno le dio un beso en la frente. Baekhyun se removió un poco en la cama hasta que abrió sus ojos y miró al más alto.
—Channie... Ya llegaste —susurró el menor frotándose los ojos y le sonrió a su chico—. Iré a servirte la cena... —Se detuvo quedándose sentado nada más en la cama al recordar que no había cocinado. Miró preocupado a su esposo—. Iré a cocinar rápido, espera y... —Unos labios suaves detuvieron a los suyos con un beso.
—Compré cena, no te preocupes —informó Chanyeol sentándose al lado de su esposo y le sonrió—. Traje pasta con pollo asado, ¿te apetece?
Baekhyun asintió con su cabeza mirando en todo momento a su esposo. Por petición de Chanyeol se quedó en cama junto con su hijo mientras el mayor iba a la cocina por la comida. Baekhyun consideraba en ese momento la idea de decirle a Chanyeol sobre su enfermedad, pero las preguntas del cómo lo tomaría estaban en su cabeza haciéndolo un cobarde.
Al regresar Chanyeol dejó la charola con comida en medio de él y Baekhyun, ambos comieron entre pequeñas pláticas.
El menor dejó sus platos de lado cuando ya no pudo seguir comiendo, apenas y había tocado algo de la mitad de su porción. Chanyeol hizo una mueca ante eso, Baekhyun cada vez comía menos.
—Chan, ¿puedo preguntar algo y me respondes con toda la sinceridad que puedas? —dijo el menor bebiendo un poco de su vaso con agua y lo dejó de lado prestando toda su atención a su pareja. Chanyeol ya terminaba su último bocado.
Baekhyun trataba de buscar las palabras correctas para que no tuviera el mismo efecto en su esposo al que tuvo con Mei. Realmente no quería incomodar a nadie, quería que la plática fuera lo más casual posible. Esbozó una sonrisa y estiró su mano limpiando la comisura de su esposo que tenía una pequeña mancha de salsa. Chanyeol soltó una ligera risa.
—Dime, qué es —animó.
—Estaba viendo en Internet, cosas de esposos que por X o A razón se separan porque uno de ellos se enamora otra vez de alguien más, o cuando uno de los dos fallece y esas cosas. —Se encogió un poco de hombros y comenzó a levantar los platos en la misma charola, tratando de no darle tanta importancia a la plática que al más alto le sonaba extraña—. Si fuera nuestro caso, ¿tú buscarías ser feliz con alguien más?
El silencio invadió la habitación por algunos minutos. Chanyeol parecía confundido, su ceño un poco hundido le dejaba en claro a Baekhyun que ese tema no era del agrado de su esposo. El menor se puso de pie tomando la charola esperando todavía una respuesta de su pareja.
—Esta plática me parece extraña, amor —admitió el más alto poniéndose de pie también, dejó dos cabeceras a los costados de su hijo y tomó la charola de la mano de su esposo—. Te ayudo —se ofreció y ambos salieron de la habitación.
—Solo quería saber que piensas tú —insistió el cobrizo de manera disimulada mientras iban bajando las escaleras—. La vida a veces puede darnos sorpresas y situaciones que no podemos controlar, si yo falleciera tú...
—Me moriría contigo —interrumpió Chanyeol antes de entrar a la cocina.
Ambos se miraron a los ojos, ahí parados nada más en medio de la puerta. Baekhyun sintió una punzada en su pecho ante eso. Quizás, en otro momento de su vida, si su hijo todavía no existiera hubiera sentido lindo que Yeol pensara que sin él la vida no seguía, pero no en ese momento.
—Tienes a nuestro hijo, debes seguir viviendo —susurró desviando la mirada y entró a la cocina.
Chanyeol no podía explicarse el porqué sintió un escalofrío recorrer su espalda ante las palabras de su esposo y la manera en la que Baekhyun retiró su mirada de él. Se apresuró a entrar a la cocina y dejó la charola en la mesa tomando al menor por la mano cuando estuvo cerca del refrigerador y lo jaló de manera que lo pegó a la puerta del aparato. Baekhyun le miró con sorpresa en sus ojos, confundido.
—Chan...
—¿Por qué me estás hablando de esto? —cuestionó, sus ojos reflejaban miedo y angustia a la vez, su barbilla tensa le decía mucho a Baekhyun, lo había lastimado con sus preguntas—. Baekhyun.
—No es nada, ya te dije, solo me dio curiosidad —respondió tratando de sonar normal y no mostrar el miedo que sentía que eso se hiciera realidad. Él debía ser fuerte y salir adelante, porque no quería llegar a morir y que su esposo se derrumbe por completo tras su partida, debía de asegurarse que Chanyeol fuera feliz y cuidara bien de su hijo—. Perdón si te incomodé, amor, lo siento. —Tomó el rostro de su chico entre sus manos y le besó los labios brevemente, con amor y suavidad viendo a su esposo cerrar sus ojos con fuerza.
Las manos del más alto recorrieron la cintura ajena hasta abrazarlo bien por esta y pagarlo a su cuerpo. Chanyeol ocultó su rostro en el cuello ajeno y aspiró con fuerza el dulce aroma a fresas con vanilla de su chico.
—No vuelvas a insinuarme una vida donde tú no estés —pidió Chanyeol con la voz pendiendo de un hilo, a punto de romperse—. Eres el amor de mi vida, la persona que amo y amaré toda la vida, no me imagino un mundo donde tú no existas, yo no podría con eso, me moriría. No lo digas ni en broma, por favor.
Baekhyun mordió sus labios con fuerza para no llorar. Dios no podía abandonarlo en esa lucha que debía ganar por no dejar solo a su pequeño Chanyeol. Porque no importaba quien fuera el mayor, Chanyeol siempre sería para él su niño, el chico que ama y al que siempre quería ver sonriendo ampliamente
Nota final:
Buenito, en este capítulo si se vieron muchas cosas, espero no hay sido tan pesado y todo se entienda bien. 😭😢 tuve que corregir el cap con tiempo encima, lo siento si tienen errores. Espero no sea así.
Pasando con el capítulo.
¿Alguien quiere un pañuelito con lo último?
No? Nadie? Buenito, me los llevo.
Si les gusto, si les puse los nervios de punta, si están enojados con Baek, se sienten mal por Yeol, dejenme su votito y este espacio es para que lloremos jsjs.
Ahora, otras cosas importantes también.
Es un festival y por lo tanto, todos los días habrá historias y capítulos nuevo, por ello, hoy también le toca a otra autora subir su historia, vayan a su perfil, que aquí les dejo para que disfruten de más libritos del fest solarbyundae
solarbyundae, denle amor y apoyo también.
Nos leemos mañana con nueva actu, espero subir más rápido.
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