Capítulo 11
Despierto muy temprano, me doy un largo baño, me cambio, recojo mi cabello y pongo la ropa sucia en la gaveta.
Salgo de mi habitación y voy a dar una vuelta por el área, paso frente al hospital y entro, voy a la habitación de Michael, aún está dormido así que salgo, el jefe de los doctores se acerca a mí y me sonríe.
— Tengo buenas noticias. Las prótesis de Michael estarán listas la otra semana.
— Eso es increíble. Gracias por mantenerme al tanto.
— El me pidió que te dijera que quiere que estés allí cuando se las coloquemos.
— Dígale que no me lo perderé por nada.
— Esta bien Hope.
— Bien, ya debo irme.
Salgo del hospital y corro hacia el edificio de Defensa, busco a Logan por todas partes y no lo encuentro, lo espero por una hora en la entrada, pero no aparece, pregunto por el en todas partes y nadie parece saber dónde está.
Quizás aún no se ha despertado, voy a la habitación de Logan, escucho su alarma, abro la puerta y lo veo acostado en su cama, durmiendo sin camisa, lo observo por un momento y sacudo mi cabeza.
— Contrólate Hope. — Me digo a mí misma.
Apago la alarma, tomo la ropa de su gaveta y la tiro sobre él. Despierta muy asustado, toma su arma y me apunta con ella.
— Soy yo. — Digo poniendo mi mano sobre su arma. — Tranquilo.
— No vuelvas a hacer eso recluta. — Dice muy molesto. — Pude haberte asesinado.
— Si claro. — Digo sarcásticamente. — Levántate ya, es tarde, llevo esperándote una hora.
— ¿Qué hora es?
— Son las 8:15.
— Demonios.
Logan se levanta, va a tomar una rápida ducha, pero se olvida de llevar su ropa, me siento en su cama, Logan sale en toalla para tomar su ropa.
— Olvidé mi ropa. — Dice apenado.
— Si, lo sé. — Digo intentando no verlo.
— Bien, solo iré a cambiarme. — Dice regresando al baño.
Logan sale cinco minutos después tan apuesto y serio como siempre.
— Vamos recluta, es tarde.
— Esta vez no es mi culpa. — Digo de brazos cruzados.
— Solo apresúrate. — Dice molesto.
Salimos de su habitación y vamos a la cafetería a desayunar.
— ¿Por qué no puedes dormir?
— ¿De qué hablas? — Dice sin mirarme.
— Luces cansado. — Digo jugando con la comida.
— Dormí bien recluta.
— Como digas.
Salimos de la cafetería después de lavar nuestros platos, corremos hasta la entrada del edificio de defensa y subimos hasta el cuarto nivel, allí hay algunas bancas y unas cuantas mesas.
— Siéntate recluta.
Me siento en el primer asiento del medio y Logan cierra la puerta.
— Al salir del área debes estar siempre alerta, nunca dejas la formación, no te quedas atrás. Tu arma debe estar siempre en esta funda sin el seguro puesto para que puedas usarla sin problemas al momento que debas usarla.
¿Alguna pregunta hasta ahora?
Niego con la cabeza y Logan prosigue.
— Hay algunas señales que hacemos para indicar cosas.
Por ejemplo, si empuño mi mano y la levanto a la altura de mi hombro significa que debes detenerte. Si ves que pongo mi mano en alto y señalo hacía delante es que debes seguir la marcha. Si pongo mis dedos índice y medio debajo de mis ojos y luego señalo otro lugar es que debes inspeccionar allí, asegurarte de que sea seguro y luego regresas a informarlo, sino lo es, lo despejas y te aseguras de que sea seguro.
Eso es lo básico que debes saber sobre señas ¿Entendiste?
— Sí.
— También tenemos algunos códigos, pero para esta misión solo necesitarás saber 5 de ellos.
3—4 significa entendido.
1—2 significa cúbreme.
1—6 significa que te estas quedando sin balas
2—5 significa que estas herida.
3—8 significa retirada.
— ¿Que hago si ordenan la retirada?
— Regresar a la base por cualquier medio. Si se ordena la retirada estaremos juntos, no quiero que te separes de mi en ningún momento. — Dice Logan de brazos cruzados.
— Está bien. — Digo intentando verlo a los ojos.
Logan es muy serio, inexpresivo algunas veces, pero hoy se nota distinto, hay un poco de miedo en sus ojos y sé que no es exactamente por él sino por mí, teme que pueda salir lastimada, que no sea lo suficientemente fuerte como para enfrentar lo que nos aguarda, pero tuve al mejor entrenador de todos y no voy a fallarle.
Logan se recuesta sobre la pared y lleva su mano derecha hasta su barbilla, está pensando en algo, quizás se está arrepintiendo de todo esto.
— Todo saldrá bien. — Digo para intentar calmarlo.
Logan quita su mano de su barbilla y me ve sorprendido.
— Estoy pensando en el plan, creo que debo hacer unos ajustes. — Dice con la mirada perdida.
— ¿Cuándo me dirás lo que debo hacer? — Pregunto mientras me pongo de pie.
— Cuando volvamos.
— ¿Vamos a salir ahora? — Digo emocionada.
— Sí, espero hayas puesto atención porque te pondré a prueba, pero antes veremos que tan buenos reflejos tienes.
Salimos del salón, caminamos hasta el final del pasillo y entramos en otra sala de entrenamientos, hay tres paredes lisas y una pared que tiene algunos agujeros, Logan entra en un pequeño cuarto de mando y cierra la puerta.
— ¿Que tengo que hacer? — Pregunto desconcertada.
— Esquivar los objetos. — Dice con su rostro inexpresivo.
— Está bien. — Digo dudosa.
Me paro tres metros frente la pared y me preparo para lo que viene.
— ¿Estás lista? — Pregunta Logan mientras sigue presionando botones.
— Si.
Veo al primer objeto salir, lo esquivo con éxito y veo que es un dardo muy pequeño que se queda clavado en la pared de madera que está detrás de mí. Otros dos objetos salen y esquivo el único que venía hacía mí, cada ronda va saliendo un dardo más, he logrado esquivar todos hasta ahora.
La dificultad ahora es difícil, salen dardos de la mayoría de los agujeros en la pared, esquivo unos dardos, pero sin darme cuenta terminé acorralada en la esquina, los dardos vienen hacía aquí así que me pego a la pared, los últimos dardos que saldrán vienen pegados cerca de la pared así que me muevo de allí unos pasos, siento un pequeño dolor en la pierna y luego una pequeña descarga eléctrica. Grito ligeramente de dolor, saco el dardo de mi pierna y lo tiro al suelo, froto un poco mi pierna para aliviar el dolor.
— Ah sí, se me olvidaba decirte que los dardos dan una pequeña descarga. — Dice burlándose de mí.
— Gracias por la información. — Digo sarcásticamente. — Esto te divierte ¿No es así?
— Claro que sí. — Dice sin siquiera pensarlo.
Logan activa la máquina de nuevo, corro de un lado a otro esquivando los dardos, me tropiezo con mi propio pie y caigo al suelo, tres dardos se me clavan en el cuerpo y me dan la descarga al mismo tiempo.
— Que torpe. — Dice Logan mientras se ríe de mí.
— Habló el idiota. — Digo molesta.
Me quito los dardos, los tiro al suelo y me levanto.
— Bien, eso es todo. — Dice apagando la máquina. — ¿Lista para salir a explorar los alrededores por primera vez?
Asiento con la cabeza mientras sonrío.
— Bien, vamos recluta.
Salimos de allí y bajamos hasta el cuarto de armas, Logan toma una pistola y un cuchillo.
— Esta es una Jericho 941 con mira, es el arma que llevaremos mañana junto con este cuchillo de sierra M—Tech.
— ¿Sólo un arma? — Digo sorprendida de escuchar que iremos casi desarmados.
— Sí, las que ellos traían. — Dice sosteniendo una de ellas.
— Perfecto, harás que nos maten — Mofo.
— Hay suficientes balas recluta, no te alteres.
Luego de nuestra pequeña discusión sobre el armamento Logan toma dos armas muy extrañas y las guarda dentro de una mochila.
— ¿Qué son? — Digo con desconfianza.
— Te mostraré luego, ya vayámonos. — Dice caminando hacía la puerta.
— ¿A qué hora volveremos? — Pregunto mientras camino detrás de él.
— Por la mañana.
— ¿Que vamos a comer? — Pregunto curiosa.
— Cazaremos.
— Ah no. — Digo parándome frente a él. — No mataré a ningún animal a menos que me ataque.
— Entonces lo haré yo. — Dice viéndome a los ojos muy molesto.
— No. — Digo con seguridad. — Llevaremos comida.
— Bien. — Dice entre dientes.
Logan se da la vuelta muy molesto y comienza a caminar hacía la cafetería, yo lo sigo muy de cerca mientras escucho como maldice en voz baja. Logan pide algunas provisiones y las guarda en su mochila.
— ¿Contenta? — Dice aún molesto.
— Si. — Digo viéndolo directo a los ojos. — ¿Fue difícil? — Digo para molestarlo más.
— Cállate recluta. — Dice pasando junto a mi sin mirarme.
Lo sigo hasta la entrada, Logan habla con algunos soldados, uno de ellos corre para abrir la puerta, al ver el exterior me emociono, la única vez que he estado fuera del área es cuando rescatamos a Michael.
Logan comienza a caminar hacia el exterior, camino junto a él, la puerta se cierra detrás de nosotros, veo a mi alrededor, no hay nada más que plantas, pasto, piedras y principalmente árboles, a lo lejos en el paisaje se pueden apreciar algunas montañas, pero están demasiado lejos.
— Recluta. — Dice Logan llamando mi atención.
— ¿Qué? — Pregunto disgustada.
Logan no me da ni un segundo para apreciar la belleza de aquel lugar.
— Ten cuidado hay minas, camina por donde yo pise ¿Entendido?
— Si. — Digo revisando el suelo.
Logan camina mientras lo sigo muy de cerca, en el suelo sobresalen algunos muy finos alambres, casi no se distinguen a simple vista.
Al dar un salto pierdo el balance, intento recuperarlo moviendo mis brazos hacia el frente, pero es inútil, Logan toma mi mano y me jala hacía el frente.
— Ya se volvió costumbre recluta.
— Cállate.
Logan ríe mientras continúa avanzando, salimos del campo minado y nos adentramos en el bosque, caminamos por un largo periodo de tiempo, nunca había visto un ave hasta ahora, hay cientos de ellas aquí afuera, por alguna extraña razón no entran en la base, incluso vimos un animal al que Logan llama hervo cola blanca, por la simple razón de que come hiervas y tiene cola blanca, es muy ligera y tiene mucha gracia al caminar, Logan dice que los machos se distinguen de las hembras porque tienen cuernos.
— Silencio Hope. — Dice Logan mientras apunta su arma a un hervo.
— ¿Enserio matarás uno?
— Si, eso haré.
— Te dije que no quiero cazar.
— Bien, no lo estás haciendo, yo si lo haré.
— Claro. — Digo de brazos cruzados.
— Quédate quieto. — Dice Logan siguiendo con la mira al hervo.
Un ensordecedor disparo quebranta el silencio del bosque, las aves salen de sus nidos, vuelan lejos de allí para ponerse a salvo, el hervo cae al suelo, Logan se acerca a él y lo ve a los ojos, aún respira, le apunta a la cabeza, me doy la vuelta, cierro los ojos y escucho el disparo, por alguna razón una lágrima sale rodando por mi mejilla y cae al suelo, es triste que algo tenga que morir sin propósito alguno, es demasiado cruel, digo, él y yo traemos comida, no entiendo por qué eso era necesario.
— ¿Estas llorando? — Dice posando su mano sobre mi hombro.
— Estoy bien. — Digo evasiva.
— Tienes que entender algo, si vas a ser parte de esto no debes dejar que tus sentimientos se interpongan en tu objetivo, son ellos o nosotros, es tu vida o la de ellos, debes comenzar a verlo de esa manera.
— Soy consciente de todo eso, pero ese era un animal indefenso, no iba a hacerte daño.
— Al estar en el bosque estas expuesto a toda clase de animales, si matas uno los demás se alejarán lo más que puedan de ti, se esconden para que no los dañes, no todos los animales son inofensivos.
Seguimos caminando sin decir una sola palabra, al llegar a cierto punto del bosque Logan tira su mochila al suelo.
— Aquí estaremos bien.
Logan saca todo de su mochila y lo pone sobre el suelo.
— Tenemos dos cuerdas, dos cantimploras, un cuchillo, un arma y dos ganchos.
— Lo primero que debes saber de supervivencia cuando estas perdida en el bosque es que debes mantenerte hidratada, caminas hasta buscar una fuente de agua, si caminas por aquí. — Dice señalando al sur. — Encontrarás un arroyo.
— ¿Podemos ir? — Digo emocionada.
— No necesitamos agua ahora.
— Bien. — Digo molesta.
— Lo segundo es que al anochecer muchos animales nocturnos salen a cazar, así que debes quitarte de su alcance, para eso traemos las cuerdas, debes dormir en un árbol, para evitar caerte mientras duermes tienes que amarrar tus piernas a la rama y hacer un fuerte nudo.
— ¿Cómo debo hacer el nudo?
Logan me da una de las cuerdas y él toma la otra, imito todo lo que él hace para aprender a hacer el nudo.
— Practica el nudo regreso en un momento.
Logan se adentra en el bosque, lo veo desaparecer entre los árboles, comienzo a practicar el nudo hasta que me sale a la perfección, ha pasado ya mucho tiempo y Logan no ha regresado, comienzo a ponerme nerviosa ¿Y si algo le pasó? Dejo la cuerda en el suelo, tomo el cuchillo y voy a buscarlo, camino por donde lo vi pasar, llevo mucho tiempo caminando sin ninguna señal de donde pueda estar, regreso al lugar donde dejamos nuestras cosas, Logan tampoco está allí, decido esperarlo por si regresa, pero no aparece.
Tomo una de las raciones de comida, muero de hambre así que como un poco, continúo esperando, una hora quizás. Debería regresar al área, pienso.
Meto todas las cosas en la mochila y comienzo a caminar, realmente no recuerdo el camino que tomamos así que termino perdiéndome en el bosque. Está comenzando a anochecer, lo único que alumbra el bosque es la luna, casi no puedo ver nada, estoy muy alerta, no sé qué pueda esperarme.
Escucho algo moviéndose entre algunos arbustos, si es Logan no es gracioso, me aferro al cuchillo mientras lo apunto en esa dirección, una extraña ave aparece y vuela muy cerca de mí, algo salta sobre mi espalda tirándome al suelo, suelto el cuchillo, este cae junto a mí, me doy la vuelta e intento detener al animal empujándolo hacia un lado, esto me da tiempo para tomar el cuchillo de nuevo, el animal vuelve a saltar en mi dirección, instintivamente clavo mi cuchillo en su cuello, caigo nuevamente al suelo por su peso, quito al animal muerto que esta sobre mí, me quedo de rodillas junto él, por alguna razón no siento culpa, de hecho me siento bien al saber que pude asesinarlo, que pude hacerlo sola, retiro el cuchillo del cuello de aquel animal y lo limpio en su pelaje. Escucho algunos pasos detrás de mí, preparo el cuchillo para defenderme nuevamente, me doy la vuelta e intento clavar el cuchillo en lo que sea que está detrás, una mano me detiene en ese instante, veo a Logan, suelto el cuchillo y comienzo a darle golpes en el pecho.
— ¿Logan? ¿Dónde estabas idiota? — Digo muy molesta.
— Estaba observándote. Lo hiciste bien recluta.
— ¿Observándome? ¿Todo este tiempo? ¡Pude haber muerto y no hiciste nada!
— No es para tanto, lo hiciste bien sola.
— I—dio—ta. — Digo haciendo una pausa entre cada silaba de la palabra.
— ¿En serio? — Dice molesto. — ¿Seguirás diciéndome así?
— Me hiciste asesinar a un animal.
— ¿Como te sentiste? Se sincera.
— Bien. — Digo avergonzada.
— Perdón, no escuche. — Dice acercándose a mí.
— Se sintió bien poder defenderme sola.
Logan sonríe y me da unas palmadas en el hombro.
— Eso creí. — Dice triunfante.
— ¿Que hacemos ahora?
— Vamos a cenar y luego a dormir, mañana es tu última lección para la misión, es la parte más importante de todo, te diré como entraremos en su base.
Logan enciende una fogata, cenamos uno junto al otro bromeando sobre cosas sin sentido, este es el lado de Logan que muchas personas no tienen la dicha de conocer, el Logan amable y divertido ya que, todo el tiempo intenta aparentar ser rudo y serio, amo a este Logan, el que me da lo mejor de sí mismo y no tiene miedo a ser como es, lo veo fijamente, él nota mi mirada y sonríe mientras me ve.
— ¿Vamos a dormir recluta? — Dice desviando la mirada.
— Si. — Digo decepcionada.
— Puedes dormir en aquella rama, yo dormiré en esta por si me necesitas.
Asiento con la cabeza, tomo una de las cuerdas, Logan lleva la mochila consigo para no perder nada, subo el árbol, me siento en la rama y comienzo a atarme en él.
— Buenas noches recluta. — Dice Logan acomodándose en el árbol.
— Hasta mañana.
Escucho los ronquidos de Logan, no puedo dejar de pensar en las señales confusas que me da, primero pienso que le gusto, después creo que soy un estorbo para él y algunas veces siento que simplemente soy una persona más en su vida, una amiga.
Cierro los ojos un momento, cuándo despierto es de mañana, el sol acaricia mi rostro, froto mis ojos para aclarar mi visión, veo hacia el árbol dónde Logan durmió, pero no está, en el suelo veo una hoja de papel con una piedra encima, me desato y bajo rápidamente, tomo la hoja para poder verla, es un mapa, Logan marcó mi posición y la posición en la que está la base, también hizo el dibujo del sol, la base está en la dirección donde sale el sol, camino en línea recta hasta llegar a la base, allí está Logan esperándome con el desayuno listo.
— Pensé que nunca vendrías. — Dice ofreciéndome una lata de comida.
— No fue difícil gracias a tus instrucciones. — Sonrío.
— Apresúrate a comer, tenemos que regresar adentro antes de las diez, debemos descansar antes de repasar el plan por la tarde.
Como lo más rápido que puedo, casi atragantándome con la comida, guardo todo en la mochila, Logan ve el muro de arriba a abajo sosteniendo las dos raras pistolas.
— ¿Lista?
— Si. — Digo frotando mis manos.
— Bien, toma una.
Tomo una de las armas y la reviso.
— ¿Que hacen?
Logan apunta una hacía arriba, una cuerda de metal sale del arma y se clava en la parte más alta del muro, Logan ata a su cinturón el otro extremo de la cuerda que sale por debajo del arma y comienza a apretar un botón que lo jala hacía arriba, escala el muro hasta llegar a la cima.
— Es tu turno. — Grita.
Tomo el arma, apunto hacía arriba, disparo y la cuerda pasa justo a unos centímetros de Logan para luego engancharse en el muro, ato el otro extremo a mi cinturón y comienzo a apretar el botón, accidentalmente lo hago muy rápido quedando colgada a la mitad del muro, tomo la cuerda en mis manos para estabilizarme, me impulso hasta la pared del muro, y comienzo a escalar hasta llegar a la cima.
— Ya casi lo tienes. — Dice Logan. — Ahora para bajar debes oprimir el botón del otro lado para que te dé más cuerda mientras desciendes.
Está vez bajamos al mismo tiempo, el descenso es más fácil que el ascenso ciertamente, al llegar al suelo veo a Dylan caminando cerca de la granja, lo saludo con la mano y el me devuelve el saludo junto con una sonrisa, Logan nos ve con recelo.
— De nuevo recluta. — Interrumpe.
Ascendemos y descendemos del muro una y otra vez hasta que logro perfeccionar la técnica.
— Recluta, lo hiciste muy bien. Ve a descansar, te veré en el almuerzo. — Dice quitándome el arma de la mano.
Respiro con alivio por haber salido viva de ese bosque, camino hacía los dormitorios, subo hasta el mío y caigo rendida en mi cama sin siquiera cambiarme de ropa ni quitarme las botas.
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