15
Relata Gabriel.
19 Años atrás
Esa mañana miraba desde el balcón desde mi penthouse en New York. Había vuelto a casa después de terminar de dirigir la escena final de mi primer proyecto en colaboración del inigualable Hugh Hebner. El hombre necesitaba una mirada celestial, para recrear ese arrebatador paraíso ¿y quien era yo para negarme?.
Había decidido volver una temporada a fines de los noventa, una magnifica década, el despertar de "la generacion X", incluso considerando toda esa neura colectiva por el fin del mundo apocalíptico que estos pobres mortales ni imaginan, lo que de verdad les espera.... Pero bueno... fueron un par de deliciosas semanas, chicas de inigualable belleza. En la casa de las conejitas ...fui tratado como un arcángel. Todo estaba perfecto.
Pero como les decía. Tras el descanso. Miraba desde mi balcón y vi a esa preciosa joven que sin pudor, le dio un carteraso a ese hombre de tosca apariencia. Decidida había bajado de su auto deteniendo el trafico y comenzó a discutir con el sujeto sin detenerse ni doblegar... ¡Pero señores!... si no fue mi gran sorpresa. ¿John? ¿Era posible semejante locura?... ¿John Winchester golpeado por una "Barbie" en plena avenida central?.
<<No me culpen... Seguro, a cualquiera de ustedes también les hubiera dado curiosidad>>
-Con un chistar de mis dedos estaba abajo observándolos a menos de medio metro de distancia entre los autos...- ¡Jesucristo! esta muñeca si que esta brava.
-Olle bruja...- gruño John... y su mano se empuño sin piedad. Él estaba dispuesto a todo. Incrédulo. Alcance a detener su mano. Ella ya había gritado lo suficiente como para llamar la atención y que alguien buscara a algún policía.
-Vamos John... sabes que no es manera de tratar a una dama- le hable sin detenerme a pensar. (Obviamente el tiempo se detuvo) Solo vi como la dura expresión de su rostro. -Los dos sabemos que no te gustaría desperdiciar la oportunidad....- sonreí girándome a ver a esa rubia despampanante.- Y tu mas que nadie necesitas un poco de cariño.- insistí haciendo un eco en su pensamiento.
-Preciosa... el amor es la respuesta- luego le susurre las sabias palabras de Lenon al oído. Solo faltaba un empujoncito para los dos. Toda esa tensión sexual entre ambos, seamos honestos, estaba por hacer explotar a la gran manzana como una bomba de hidrógeno.
Enseguida su bella mirada se encendió, y esa picara sonrisa se apodero de su rostro expectante. Colt, había olvidado que la había llamado despectivamente bruja. Ahora la rubia solo podía ver en el hombre esa picara mirada, la mandíbula ablandándose en esa fabulosa sonrisa, marcando esos hoyuelos en sus mejillas y esa sexy y varonil barba de uno o dos días.
<<-¡Si. ¡Soy jodidamente bueno!->>
Del golpe seguro, la mano de John acaricio la mejilla de Dawn que enternecida se acerco al cazador, ahora sin miedo buscando ese primer roce de sus labios... el la hizo estremecerse, como jamas en su vida le había ocurrido.
<<¿No es maravilloso el amor?>>
Con el chasquido de mis dedos me desvanecí feliz... Porque sé que una gota de amor sobre el océano puede cambiar al mundo.
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Ahora
John en esos días intentaba detener a Dawn. De la que se sabia era dueña de una pluma que le habían arrancado del ala a cupido. La leyenda suponía, que la deidad estaba furiosa, porque estaban utilizando su poder para obligar a los humanos a unirse y cada vez que se conjuraba el hechizo... alguien terminaba muerto.
El problema, No había registros en el Jornal de John que alertara a sus muchachos de las "Chicas Colt"... Probablemente esas hojas habían sido arrancadas del diario, ¿Pero por que hacerlo? ¿John había perdido esa batalla?.....
-Según mis fuentes, de la única forma en que se rompe el hechizo, es que alguien conjure a la persona que lo realizo. O se muera el hechizado, si es que su "ama" no lo quiere liberar.- Intento Eleanor hacer entender a Dean.
-¿Estas sugiriendo que Dean conjure a Colt?- Dina le hablo espantada y descompuesta-
-Yo creo que ese mas sencillo asesinarla- respondió con esa sonrisa macabra la pelirroja llena de sarcasmo.
-¿No hay otro modo?- el pecoso cuestionó lleno de desconfianza.
-Esta es una pluma de cupido... ¿de que otro modo quiebras el poder celeste?- respondió aguda sin paciencia al cazador.-No es una clase de magia que se pueda dominar con otros artilugios.
-¿Pero por que tiene que ser Dean?- objeto la morena de rostro dulce. Intentando no dejar dominarse por el pánico.
El cazador observo a la inocente amiga de su adorada Jo. Se sonrió con algo parecido a la ternura. Winchester sabia por que no podía ser otro. No era prudente revelar esa clase de poder a cualquiera y simplemente otros cazadores, hubieran matado a Hope por menos.
-¿Y si algo sale mal?- pregunto preocupada - Sam esta como poseído...- resoplo angustiada- ¿Los dos en ese estado?... de verdad van a terminar en el infierno. Es seguro que recibirán una bala en medio de la frente.- cuestionó Alexander.
-De todos modos. Si no puedes. Aunque me sorprendería esa clase de cobardía- Jones comentó con esa hurticante entonación - Yo puedo terminar con esto.- Sonrío revisando el cañón de su arma sin ningún tipo de respeto con el arma que le pareció a Dean sin seguro.
El cazador trago grueso pensando en lo probable, esa pelirroja necesitaba una buena revolcada con urgencia. Esa actitud... Se estaba convirtiendo en una bomba de tiempo.
-Lo voy a hacer...- comentó con las mandíbulas tensas.
Eleanor se preguntó una vez más cuál era el objetivo de la necia idea de intentar salvar a Hope. Dina se puso pálida.
-Solo explíquenme por favor.- les solicitó con toda humildad. Y su mirada de nuevo se cruzó con la de Alexander. Esa ternura aterrada con que lo miraba, sin poderlo evitar. Una pequeña y delicada cajita de sorpresas ¿De verdad era la misma chica que le había rayado la pintura?... ¿Esa nena salvaje que se había burlado de él en su cara después de arruinar su auto? ...Tal vez lo iba a averiguar, cuando todo ese lío se terminara. Y haría que terminará pronto.
Dina suspiro. Eleanor tomó su teléfono y abrió el vox de Wasap... de su fuente confiable. Leyendo las instrucciones.
Encontrándose con un texto que debía recitar con extraño lenguaje que dudaba podría pronunciar correctamente.
Ogham, Dean no tenía idea que estaba por invocar al poder de las hadas. Ni sospecho que esa pluma con la punta de oro, no era lo que creían. Jamás perteneció a cupido. Pero más lejana, eran todas sus sospechas. Respiró profundo.
-Señoritas, por favor...- le solicitó a las jóvenes. Quería estar solo y concentrado. Dina observó con resello a Eleanor. Había estado frente a la puerta del baño durante horas. Vigilando a Sam. Las chicas no tuvieron más que salir de la habitación y con sumo cuidado comenzó a disponer todos los elementos necesarios sobre la mesa.
Un cuenco de madera, fabricado con el tronco de un rosal rojo sangre trepador. Pétalos de primula. Ají cacho de cabra... Dean pulverizó con sus dedos un caballito de mar disecado. Era insólita la cantidad de cosas que la bruja acarreaba en esa maleta.
Agregó la cola de lagartija arco iris, unas gotas de miel y con el mortero aplasto ese corazón de un colibrí abeja. Era tan pequeño y delicado, fue tan sencillo no lo pudo resistir. Ese diminuto corazón capaz de latir 1200 veces por minuto. Con esa fuerza descomunal se deshizo soltando toda esa preciosa sangre contenida.
Dean se detuvo a observar el contenedor... y se sorprendió que se mantuvieran en ese frasco. Ni se imaginaba cuantos, colibríes fueron antes sacrificados. El cazador no lo confesaría jamás. Aquella parte del rito... había sido agradable.
Respiró profundo. Consiente que esa clase de magia le exigiría un sacrificio mayor de su parte. Los años le habían enseñado bien. Solo se trataba de ciertos elementos que regalaban una energía suficiente para desatar una pasión desenfrenada. Necesarias para iniciar la invocación. Y aquellas pequeñas sagradas criaturas.... Eran demasiado.
El hombre miro los dos cuchillos. Su puñal lucia grosero al lado del delicado átame de plata de Hope. Dudo cual escoger. Su mano tembló. Inocente de sí mismo escogió el cuchillo de la bruja. Volvió a mirar esa mezcla de letras impronunciables en la pantalla del celular. Rogó al cielo o al infierno a quien fuera, pero que ese cuchillo tuviera suficiente filo. Lo imagino inofensivo, parecía de princesa. Respiró. Con un suave movimiento Dean rasgo su muñeca izquierda. El filo se revelo mortífero, traicionero. La sangre fluyó copiosa, Instantánea. El cazador sintió ese extraño y placentero ardor. Su piel no protestaba... La sangre que siguió circulando por su cuerpo comenzó a alterar su ánimo. Sin sospechar que ese pequeño acto, había liberado en el toda esa exquisita carga de feromonas, elevando la temperatura de su piel. Lo suficiente como para que llegara a exudar ese exquisito y sutil aroma, y volviera al hombre más deseable, como si no fuera suficiente estar así de guapo.
Sonriendo en medio de ese extraño trance observó caer las gotas de sangre. Todas las necesarias. Unió todos los ingredientes recitando el ofrecimiento en Futhark antiguo a las hadas. Ni si quiera lo tuvo que repetir. La pronunciación no hubiera sido mejor ni por el más viejo y sabio de todos los druidas. Había sido natural. Estaba en su sangre.
Cuando salió de la habitación listo para buscar a Hope los ojos de Dina se abrieron con asombro. No entendía. Algo magnético. Esa energía sexual que irradiaba la había envuelto de forma primaria.
Como si todo lo anterior no hubiera sido suficiente. Su vientre se inflamó con una urgencia descontrolada. Se le doblaron las piernas, se vio obligada a sujetarse de ese pilar del porche. Tembló desesperada. La frustración le estaba quemando las entrañas. Ahora de verdad odiaba a la bruja.
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Hope Colt continua el próximo domingo.
Espero sus votos y comentarios.
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