Dean no encontró al volver al motel a Sam, ni sus pertenencias. Cuando volvió, no había nota alguna como acostumbraba. Tampoco respondido el celular. Estaba apagado y su gps desactivado. Sintió que se le revolvieron los jugos gástricos. Hope también desaparecida, su auto, sin rastro. No era una coincidencia. El cazador se sentía ridículo y estúpido.

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-Fue mi novio... cuando llego a la universidad... yo solía pasar mucho tiempo en la cafetería de letras. Ahí lo conocí...- grito aterrada... sintiendo como se le apretaba la garganta, no como si fuera por dentro. era una sensación de estrangulamiento. Hope estaba tiritando de frió. Sam acababa de ser azotado contra el techo y callo abrupto al piso, un quejido. Aturdido escupió sangre, algo se le había roto por dentro. - Creo que Adam ya no quiere que estemos juntos...- le hablo con esfuerzo. Y desde el piso vio como su pequeño amor se elevaba y ya dejaba de arrastrar las puntas de sus pies sobre el suelo. Ella se sacudió desesperada, ya no estaba respirando, sus ojos, su rostro, los parpados, se llenaban de puntitos rojos, todos sus vasos sanguíneos estaban reventando. 

sacando fuerzas de no sabia donde. Odiándose por que lo había atacado desprevenido. Sam se levanto y tomo el fierro con que se atizaban las brazas, en esa vieja y escondida cabaña para cazadores. Logro blandir con fuerza sobre esa masa de oscuridad condensada que atacaba a la rubia sin piedad. El fantasma se disipo de inmediato desapareciendo de la habitación. Hope cayo inconsciente... No tenia idea cuanto tiempo había estado sin respirar. Sam se tiro al piso sobre ella. Tomo su pulso y luego apego su oreja sobre el corazón de la jovencita....

-Mi Amor... Mi amor no me hagas esto... Preciosa...- balbuceo desesperado y comenzó a realizar masaje cardíaco... al mismo tiempo que la mirada del grandote se colapsaba de lagrimas que comenzaron a caer desesperadas sobre el rostro de la chica.  Solo se enfoco en que tenia que hacerla reaccionar. No podía. No iba a permitir que la muerte le arrebatara su única esperanza. Ella era lo único bueno... por que vivir, junto a Dean. 

Pero estaba seguro que Dean lo había abandonado. Dean no había soportado que el se hubiera enamorado de una bruja.

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Dos semanas después Sam se encontraba desaparecido. Todos los rastros. Si, era lo acostumbrado. Sabían cómo no dejarse atrapar.  Pero, no imagino que lo volvería hacer. 

-no lo sé, hubiera jurado que era un espíritu vengador... Esa noche en la cafetería. Ustedes estaban tan idiotizados con la bruja... Además tú te fuiste a arreglar no sé qué cosa "tan privada" con Dean afuera... Obviamente. No lo sentiste... - reclamo hastiada Dina. -eso pasa cuando dejan de pensar con la cabeza...- continuó ácida.

Dean le abrió mucho los ojos... Leyendo entre líneas. Ya había pasado mucho tiempo y seguía con el berrinche. Solo habían sido un par de besos. Y estaba imposible.

-pero no creo que sea un espíritu vengador el que le esté ayudando. Esa cosa, ese hechizo es muy poderoso. Los polstergaist no se dejan manipular. - rebatió Eleanor.- y esto existe, antes de la bruja.- trato de comportarse más centrada.

-¿Jones puedes ubicar a tus amiga.?- resopló entregado.

-¿y los tuyos?- le preguntó sorprendida.

Dean no se atrevió a responder. Ya había intentado llamar a Crowley y Castiel. No tenía idea en que estaban tan ocupados. Lo único que sabían, era que los ataques a las jovencitas,  los suicidios y homicidios habían cesado abruptamente. No había rastro de lo que estaban cazando en un principio. Todas las pistas se habían esfumado.

-por lo que se Sam podría estar muerto... - balbuceo Dina invocando el buen juicio de Jones. Que no le parecía tan buena idea "molestar a su fuente confiable". Claro que entendía la razón de Alexander. Pero esto le parecía más urgente. Tal vez, si sumaba las palabras "Sam y Muerte" en la misma frase....

-¿Charlie no lo puede ubicar?- insistió la pelirroja.

-Es probable... Pero no tengo el código de área de Oz- respondió arrugando el ceño Dean. Ambas lo vieron hacer una delgada línea con su boca. Estaba aproblemado. Mucho. Entonces maniático se restregó la cara con ambas manos y se frotó el pelo.   Perdidos en otro cuartucho de mala muerte. Brusco se levanto de su silla y decidió salir. Era eso o patear algo en la habitación.

-Sabemos que estuvieron aquí. Reconocieron sus fotos, no deben estar lejos. Tal vez otra ronda más...- intento volver a centrarlo en lo importante. Eleanor no tardó en salir tras el cazador. Se negaba a perder la esperanza.

-¿Jones...?- suspiro agotado. Sin más espera se montó en el Impala. De nuevo a recorrer la ciudad y si no hallaba rastro, a aprontarse a salir de madrugada al siguiente pueblo. Resignado. La pelirroja tenia esa apuesta segura, pero, no tenia idea por que no la usaba.

-Dean es inútil. Estas reventado... - Jones intento razonar. Pero el cazador se marcho.

Pero, como sabemos, el destino, tal vez los poderes que rigen la naturaleza humana, Dioses. Podría haber sido alguno. Hay algo, que siempre esta vigilando a estos particulares cazadores. O simplemente había sido la misma voluntad de Dean. A mitad de camino, cuando había entrado a un camino desconocido, y solo conducía compulsivo, Escucho el teléfono sonar y vibrar, con un numero desconocido.

-¿alo?- contesto con el ceño fruncido. intrigado.

-¿Mi Amor, cual ha sido el error que todo Winchester ha cometido en su vida del que jamas estará arrepentido?...- escucho a esa chica, con ese interesante acento extranjero, mezcla de español latino e ingles británico. Que no se detuvo a presentar.

-¿Quien eres?-

-No quieres saberlo.- contesto tajante, luego de volver a mirar las piedras desparramadas en su mesita de noche. Ella se sentó en el borde de su cama y evidencio su impúdica desnudez. No podía creer lo que Odin le revelaba.

Se sintió obligada a intentar ayudar a detener ese desastre. Y después de todo, era una chica y no podia ser indiferente al atractivo de ese hombre. Si al final, la Diosa le había dado ojos para admirar la belleza en toda la naturaleza. Dean era una de esas criaturas extraordinarias, que lograban inspirarla en su trabajo y robar su atención.

-Claro que si. ¿como conseguiste mi numero?- Estaba en la linea exclusiva, la que usaba Sam... Crowley... Castiel... no en ninguno de esos números que entregaban para sus posibles casos....

-Odias todo lo que soy...- Ella continuo con ese tono ácido, algo irónica. Por eso se negaba a revelar. -...Pero no me dejas descansar. -

La ultima semana el cazador se había metido en sus sueños, invocando su ayuda sin ninguna contemplación... aunque era posible que ella misma lo hubiera dejado entrar, sospechaba que todo era a causa de esa amiga en común, de algún modo los había conectado sin saberlo.

- Ya te entregue tu respuesta.- Intento hacerse entender.

El pecoso imagino que ella había sonreído al celular. Porque cambio su tono de voz.

- Tus hermanos te necesitan Dean...- enfatizo ahora preocupada.

-¿Mis hermanos?...-¿"hermanos"? se pregunto confuso. El solo tenia a Sam.

Ella respiro profundo luego de suspirar al teléfono -Besos ricos precioso.- Se despidió sin pretensión de seguir respondiendo. Ya eran dos claves que podía resolver. Ella sabia que el hombre era inteligente y que tenia sus instintos perfectamente afinados. Sabia que lo lograría. Dean siempre sacaba de todos sus líos a Sam. Este final no tenia por que ser diferente.

C.Ang, colgó el numero del hotel, apoyo la cabeza en la almohada, eran las tres de la mañana. Entonces se apego a Mike y se rodeo con sus brazos para segur durmiendo. Necesitaba descansar.

Dean insistió en marcar, pero no hubo respuesta. Se detuvo unos segundos. Miiro esa oscura desolación al frente iluminada con los focos de su auto. -Maldita...- gruño de rabia y golpeo el manubrio del Impala. Era una idiotez. ¿Por que comunicarse y no decir nada?¿Quien demonios era?... Ella se negó a presentar... ¿Y si era una broma? ¿pero quien demonios sabia excepto Dina y Eleanor?... Eleanor. Seguro había sido la tentadora pelirroja, después de todo, había llamado a su fuente confiable... ¿Si no de que otro modo?.

<<¿Cual ha sido el error que todo Winchester ha cometido en su vida del que jamas estará arrepentido? >> la escucho en su mente. <<.... Tus hermanos te necesitan Dean...>>

Error... error... se repitió. Error del que no me arrepiento... ni Sam... ni papá.... Dean cerro los ojos unos segundos... -¡JESUCRISTO!- rugió abriendo mucho los ojos poniendo en marcha el motor y apretando el acelerador. No podía estar pasando. No de nuevo. Y el cazador no quería quedarse sin tiempo.

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Hope Colt vuelve la próxima semana

Gracias por sus votos y comentarios.