01
Esa chica que acaba de llegar al pueblo estaba ofreciendo lecturas de tarot en el parque como es habitual todos los viernes por la tarde llamando la atención de Dean Winchester que estratégico se encontraba en el Impala estacionado a metros de distancia del parque atento a los detalles a su alrededor buscando alguna otra pista para lograr descifrar que era aquella "cosa"...que los había llevado a ese pueblo.
Hope estaba haciendo lo mismo, —bajo la refrescante sombra de las arboledas el parque, acomodada en su banca. Lista para ofrecer sus servicios a quien lo requiera— ella observaba todo lo que ocurría a su alrededor. Sus métodos para averiguar los antecedentes de lo que deseaba saber para construir sus teorías eran poco ortodoxos. No necesitaba ir a la biblioteca de la ciudad, ni entrar en internet. A ella no le interesa escuchar la frecuencia de radio de la policía. Nunca se haría pasar por detective o cualquiera de esas idioteces típicas de cazadores. Ella no lo era. Nunca lo va a ser. Cazadora nunca. Se lo juro a su madre antes de morir... para eso tenia sus oráculos: Las Runas, el Tarot, la Ouija y su Péndulo... con ellos podía lograr averiguar lo que deseara saber aunque la gente alrededor intentara ocultar la verdad. Sus instrumentos estaban perfectamente calibrados.
Un joven rubio de mirada triste y azul se sentó frente a ella y le solicito que le hablara del futuro de su familia.
Hope sonrió con calidez como si lo conociera de toda la vida y comienzo a barajar el oráculo dividiéndolo en tres montones.
Las cartas le empezaron a revelar la historia de Dean y Sam Winchester... y le advirtieron que se avecinaba el fin de los tiempos. El Apocalipsis se estaba desatando.
Entre Hope y Adam, el rubio de tristes y estremecedores ojos azules, comienzo un peligroso debate. De cuales son las mejores decisiones a seguir. El insistía que era el momento de encontrarlos. Ya no podía esperar mas, no lo resistía. La rubia de ojos grises tenia sus dudas al respecto.
El problema es que ni los niños jugando, ni los adolescentes... o las mujeres que conversan sentadas en los banquitos a la sombra de los arboles, nadie vio en el parque al chico que acompaña a la tarotista. Porque a los ojos de cualquier mortal los fantasmas no se aparecen con frecuencia.
Entonces todo alrededor de ella. En un circulo perfecto comenzó a escarcharse, el hielo la encerró en una especie de domo como un campo de fuerza invisible. Hope sintió su piel crispar y el corazón, apretándose dentro de su pecho, sus costillas crujían por dentro. Como si el lo estuviera aplastando con sus manos. ¿Podía ser eso posible?.
Adam impaciente estaba usando todos sus recursos para obligarla a entender.
Hope respiraba detenidamente pausado aun negándose. El oráculo le revelo que los Winchester son una fuerza mas grande que lo que puede controlar. Dos espíritus indomables habitan en ellos. Siendo la analogía del bien y el mal... era una verdadera locura. Pero el dolor que Adam era capaz de causarle se volvía desesperante.
Sintió esa punzada dolorosa como una espada que se le atravesaba el corazón... estaba al borde de un infarto. Adam había vuelto a liberar esa horrible oscuridad que empezaba a consumirlo.
—Suficiente— exhalo su ultimo aliento. Y la burbuja invisible estallo a su alrededor.
En cuanto volvió a respirar. Aun mareada por causa de ese enfrentamiento con el primer amor de su vida, Hope tomo todos sus artefactos mágicos. Ella ya sabe lo que tiene que hacer. Es momento de prepararse para la noche. La misión... convencer a Sam Winchester para que saque a su novio del infierno.
Mas tarde el castaño de ojos verdes, en el carro de colección, atento vio como las escolares comenzaban a aparecer... todas chicas de al menos 15 años. Y se empieza a notar la impaciencia en esa muchedumbre. Incluso vio correr a varias de ellas en distintas direcciones, volver... y celulares moverse, enviando datos.
Al transcurso de las horas el bolso que se ajustaba en la cintura de Hope comenzó a abultarse de billetes... mas tarde aparecieron unos policías alertados por quien sabe. Y a Dean se le abrieron mucho los parpados, cuando vio que los hombres de ley, se fueron, sin siquiera amonestarla.
El cazador ahora estaba preocupado... no tenia idea como los persuadió, ahora sabia que algo, no estaba bien con esa jovencita, pero, infiriendo que podía ser una inofensiva estafadora solo se limito hacer partir el auto en dirección al motel mientras Sam dormía placido una siesta preparándose para la noche de acuerdo a lo que estaban planeando.
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Hope|Colt. Continua.
Gracias por sus votos y comentarios.
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