—Quiero ver el interior de tu casa.

Minho se echó un poco hacia atrás, aturdido. Ni siquiera había llegado a meterse en la piscina, inclinándose sobre el borde para despertar al tritón, cuando Taemin salió de un salto del agua y capturó sus labios en un beso.

Había comenzado la escuela ese mes, lo que significa que su tiempo con Taemin se había reducido considerablemente. Todavía no había hecho amigos de verdad en la pequeña escuela y, sinceramente, estaba feliz de sentarse solo hasta que se sintiese más cómodo con el nuevo sistema escolar. Algunas personas eran lo suficientemente amables de hablar con él e incluso fue obligado a participar en un proyecto grupal con otros tres en su clase de historia, pero no llegó a conversar con ninguno de ellos más de lo necesario. Supuso que se parecía a esos típicos asiáticos solitarios que no hacían más que estudiar e ignorar a cualquiera que no fuera asiático. No era el caso, pero si querían pensar eso, a él no le importaba.

Ir a la escuela era lo último en la lista de cosas que quería hacer. Ver a Taemin, sin embargo, estaba en la parte superior de esa lista. El tritón en cuestión estaba apoyado contra la orilla de la piscina en ese cálido sábado mientras Minho se sentaba con las piernas cruzadas frente a él después del beso sorpresa. Los besos se habían convertido en algo tan común como respirar para ellos, pero Taemin nunca había hecho eso antes. Era bastante lindo que hubiera estado tan desesperado.

—¿Quieres ver mi casa?

Taemin asintió, mirando hacia la casa con los ojos muy abiertos y emocionados.

—Siempre me he preguntado cómo se ve por dentro. Luce tan bonita, casi como un palacio en la tierra.

Riéndose, Minho asintió.

—A mí me parece demasiado.

—No lo creo.

El mayor se puso de pie.

—Está bien, pero no sé cómo planeas entrar a la casa con una cola y sin piernas.

—¡Ja! —exclamó Taemin—. Me subestimas, hyung.

Sus cejas se fruncieron cuando vio a Taemin sumergirse en el agua de nuevo, subirse a la piscina más pequeña, hacia la cornisa y salir del agua, impulsándose con toda la fuerza de sus delgados brazos hasta que estuvo sentado con la cola doblada hacia su pecho, como si tuviera rodillas. Su cola, ahora fuera del agua, brillaba como un millón de diamantes en la luz antes de que lentamente comenzara a disiparse, como si se derritiera bajo el resplandor del sol.

Le tomó varios segundos a Minho darse cuenta exactamente de lo que estaba sucediendo, viendo a Taemin convertirse en humano frente a sus ojos. Un muy desnudo humano.

—Yah —siseó para sí mismo, corriendo por una toalla para llevarle al chico que ahora apretaba sus delgadas rodillas contra su pecho—. ¡Podrías haberme advertido! Aish...

Taemin se rio entre dientes, envolviendo la toalla a su alrededor.

—¿Cómo crees que me escapé? ¿Aleteando como un pez fuera del agua y saltando por la valla trasera de la casa para meterme en la piscina? —se rio ante lo tonto que sonaba eso—. Me sacaron del agua y me tuvieron caminando tanto tiempo que pude correr cuando no estaban mirando... Idiotas.

—¿Entonces puedes caminar? —preguntó Minho.

Sus mejillas se sonrojaron, bajando los ojos hacia el suelo.

—Bueno... no, no creo que sea lo suficientemente fuerte para eso todavía... ¿puedes tal vez...?

—Por supuesto —interrumpió Minho, rodeando con un brazo los hombros de Taemin y pasando el otro bajo sus rodillas para levantar al chico contra su pecho—. ¿Honestamente pensaste que me importaría cargarte? —preguntó, acariciando el cabello de Taemin con su nariz—. Eres ligero como una pluma de todos modos.

Taemin rio alegremente, con los brazos alrededor del cuello de Minho mientras se dejaba llevar hacia la casa.

—Incluso tengo algo de ropa que creo que te quedaría bien —agregó el mayor pensativamente, recordando el tamaño de Taemin de los días en que lo había visto prácticamente desnudo todo el tiempo, no es que hubiera importado en ese momento—. Aunque tendré que buscar en mis cosas.

—No tienes que hacer eso.

—Lo haré igual.

El chico frunció sus labios en un puchero, mirando a la casa en lugar de a Minho mientras el otro ingresaba por la puerta de atrás y lo llevaba hacia la sala de estar.

—Wow... —se quedó sin aliento—. Es tan grande, incluso por dentro.

Minho se rio entre dientes, dirigiéndose a las escaleras para vestir a Taemin rápidamente.

—Supongo que sí.

—Es que estás demasiado acostumbrado a esto —se quejó el otro juguetonamente—. Vamos, Minho, muestra algo de entusiasmo.

Sin decir nada, el mayor llevó a Taemin a su habitación, mientras el tritón observaba con asombro las imágenes y los objetos en las paredes, colocándolo sobre el colchón antes de hurgar en su armario con la esperanza de encontrar la ropa que recordaba haber tenido. Las prendas eran un poco pequeñas para él, pero su madre se las había dado y él no había querido dejarlas en su antiguo hogar. Parecía correcto encontrarles otro uso si a él ya no le quedaban.

Normalmente, no querría que nadie más las usara, pero cuando se trataba de Taemin... bueno, se dio cuenta de que no le importaba en lo más mínimo.

El menor estaba mirando fijamente su mesita de noche cuando regresó del armario, con ojos curiosos y la cabeza inclinada ligeramente hacia un lado.

—¿Qué pasa, Taemin? —preguntó, colocando la ropa en la cama.

—¿Ella es... tu madre? —preguntó, señalando las fotos.

Él asintió.

—Sí...

—Es muy hermosa —susurró el tritón—. Ya veo por qué tienes tantas fotos de ella —comentó, notando todas las otras fotos alrededor de la habitación antes de posar su mirada de vuelta en Minho—. Lo siento.

—¿Por qué?

—Debes extrañarla terriblemente.

—Todos los días.

Taemin agarró el brazo del mayor.

—Ven aquí, necesito abrazarte.

Minho sonrió ante la extraña solicitud, pero se sentó junto a Taemin y permitió que el chico lo envolviera en un abrazo.

—Estoy aquí si alguna vez me necesitas, ¿de acuerdo, Minho? —le dijo con suavidad.

—Sí —respondió el otro, alejándose lentamente—. Vamos a vestirte entonces.

Taemin permitió el cambio de tema, sabiendo que Minho simplemente no quería insistir en eso.

—Bueno.

Después de algunos momentos vergonzosos, el chico estaba vestido con una camiseta demasiado grande y unos pantalones que colgaban de sus delgadas caderas con la ayuda de un cinturón. Para entonces, también había ganado suficiente fuerza para ponerse de pie, pero tenía problemas para mantener el equilibrio, así que tenía un buen agarre en la mano del mayor.

—Um, pues solo parece que prefieres la ropa holgada —comentó el moreno—. Papá y Shayla tampoco la han visto, así que no importa si llegan a casa antes de que vuelvas a la piscina.

—¿Qué decimos si regresan? Querrán saber de dónde vengo, ¿no es así?

Minho se encogió de hombros.

—No sé si les importará tanto. Inventaremos algo si llega el momento.

—Quiero ver más de la casa —insistió Taemin, tirando de la mano del más alto—. Muéstrame, por favor... —se quejó lindamente, batiendo sus largas pestañas.

Riendo, Minho pasó un brazo por la cintura del menor.

—Está bien, pero si tienes problemas para caminar, avísame para poder cargarte, ¿de acuerdo?

Taemin asintió.

Minho lo besó en la sien.

—Buen chico.

El tritón se sonrojó, sonriendo cuando el moreno lo sacó de su habitación.

En realidad, la casa no era tan increíble. Las paredes eran aburridas, no tenían mucho y la alfombra era sosa. El estudio del padre de Minho no era usado mucho, pero estaba ordenado y limpio, mientras que el estudio de Shayla estaba un poco desorganizado ya que trabajaba desde casa la mayoría de los días para una línea de moda en constante crecimiento. Taemin se sorprendió por la ropa que estaba en progreso en los maniquíes, uno en particular era un vestido de corte sirena que casi tocaba el suelo y estaba hecho de tela azul brillante y tul blanco salpicado de pequeñas perlas con aspecto de diamante.

—Supongo que se inspira en el mar —comentó Minho.

Luego procedió a mostrarle a Taemin la cocina, la sala de estar y los tres amplios baños antes de regresar a su propio dormitorio.

—¿Qué pasa? —preguntó el chico, notando la extraña expresión en la cara del mayor.

—No sé qué hacer ahora —admitió. Por lo general, sabía cómo pasar el rato con otras personas, ahora era como si lo hubiera olvidado.

Taemin se sonrojó repentinamente, moviéndose sobre sus torpes pies para pararse frente a Minho, levantando los brazos lentamente para apoyarlos en el cuello del más alto.

—Tengo algo en mente —susurró.

Minho captó al instante, agarrando la cintura de Taemin con sus manos para jalarlo contra su cuerpo, bajando la cabeza para que sus labios se encontraran. Era extraño, besar a Taemin y ser mucho más alto que él; de hecho, era extraño besarlo fuera del agua. En el agua podían tener la misma altura dondequiera que se sentaran o flotaran, pero aquí Minho era mucho más alto que el pequeño tritón que estaba de pie delante de él y, en realidad, eso le gustaba.

Bocas aún moviéndose con una emoción urgente, Minho retrocedió unos pasos hasta que él y Taemin cayeron sobre la cama. Se separaron un momento para orientarse y para que Taemin se arrastrase sobre Minho para volver a conectar sus labios, hambriento de probar más del humano. Nunca había entendido bien por qué Kibum siempre tenía tantas ganas de estar íntimamente a solas con Jonghyun, pero ahora lo entendía perfectamente. No podía tener suficiente de Minho: su sabor, su olor, la calidez de su piel, su voz y la risa que todo él contenía. Todo acerca de este humano le daba vida a su interior, su corazón hinchándose con solo verlo. Era maravilloso.

Taemin se presionó contra Minho, alineando sus cuerpos para juntarlos lo más posible, sus bocas todavía colisionando desesperadamente una y otra vez, sus lenguas enredándose en el medio. Las manos de Minho le palparon las caderas y la cintura, tirando lentamente de la camisa que llevaba hasta las axilas para arrastrar los dedos sobre sus pezones. El menor se estremeció, gimiendo profundamente en la boca de Minho con su espalda arqueándose contra el calor de sus manos.

—Quítalo —respiró—. Quítame la camisa.

Minho obedeció con entusiasmo, quitando la camisa del torso de Taemin y luego ayudando al más joven a quitarse la suya, antes de devolver sus manos a la piel suave y sedosa de Taemin. No pasó mucho tiempo para que el tritón estuviera arrastrando sus labios a lo largo de la garganta de Minho, mordisqueando la manzana de Adán que se movía en respuesta a cuando el adolescente tragaba saliva, jadeando por aire.

—Oh Dios, Taemin.

El chico gimió en respuesta, sacando su lengua para lamer el área abusada.

—Sabes tan bien, Minho-hyung.

Enrojeciendo de vergüenza por esa declaración, Minho gimió, sus jeans repentinamente sintiéndose muy apretados.

—No deberías decir esas cosas, Taemin.

—Pero quiero —razonó el otro, bajando su mano por el firme pecho debajo suyo—. Eres tan increíble, Minho-hyung.

El mayor los giró, obligando al chico a echarse de espaldas, atrapándolo bajo su cuerpo.

—Solo llámame por mi nombre —dijo, dejando que sus labios rozaran la garganta de Taemin hasta llegar a su oreja, respirando aire caliente—. Solo "Minho".

Taemin se estremeció y se aferró a los hombros del mayor cuando el extraño endurecimiento en sus pantalones comenzó a sentirse incómodo.

—Minho —gimió.

—¡Oh!

Abrieron los ojos rápidamente con el alma en vilo, alzando sus cabezas para ver a Shayla de pie en la puerta, con la boca abierta por la sorpresa.

—Lo-lo siento mucho —la mujer tartamudeó, alcanzando la puerta para cerrarla antes de que sus pasos se escucharan corriendo por el pasillo.

—Mierda —siseó Minho, agarrando su camisa y poniéndosela velozmente.

No podía dejar que se lo contara a su padre.

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N/T: Así los quería agarrar puerkos.

Okya.

Demoré demasiado. La universidad me tiene muy ocupada y hace como una semana mi laptop se malogró, así que estuve preocupada de que encontraran el porno. No lo hicieron, pero estuve viviendo con toda la adrenalina.😎

Adoro leer qué les va pareciendo el fic, así que no tengan miedo de dejarme un comentario. Gracias a todas las personitas que siempre comentan. Espero no demorar tanto con el siguiente.🌸🌱🐬