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Nueve

Una tarde a mediados de abril, Minho regresaba a casa de la escuela, la parada del autobús a solo dos calles de su hogar. Hacía más calor de lo que creía que podía ser posible en otoño, la humedad pegándole el cabello a la frente.

Había sido un día agotador y tenía un montón de tarea por hacer, además de que le habían asignado su tercer proyecto para el semestre —esta vez historia— y sabía que su tiempo con Taemin tendría que ser reducido nuevamente. No podría concentrarse si sabía que Taemin estaba en la misma habitación y aburrido mientras esperaba a que terminara. Estaba devastado ya que todo lo que quería hacer en ese momento era llegar a casa y saltar a la piscina.

¿Quizás podría tener una hora o dos con Taemin después de la cena si trabajara lo suficiente en la tarde? Eso podría funcionar.

Había llegado a su calle cuando notó a dos hombres caminando por la acera, mirando por encima de las cercas hacia los patios traseros. Frunció el ceño, sin saber si debería preocuparse o simplemente ignorar su presencia por completo. ¿Por qué los hombres raros que estaban detrás de Taemin se habían quedado en la ciudad? Seguramente ya habrían seguido adelante a estas alturas. Sacudió la cabeza y siguió su camino, decidido a ignorarlos cuando pasaran a su lado.

Pero claro que eso no sucedió.

Todavía llevaban trajes que confundían al adolescente porque hacía mucho calor, incluso él había metido el blazer de la escuela en su mochila en el momento en que subió al autobús. Seguía sin gustarle el aspecto de los hombres. Se veían demasiado sospechosos y si iban tras Taemin, pues realmente tenía mucho de qué preocuparse. Si mirasen por encima de su cerca y viesen al tritón en la piscina, la seguridad de su novio correría peligro.

Estaba a punto de girar hacia el acceso de la cochera cuando uno de ellos se paró frente a él, sosteniendo una foto delante de su cara. Era Taemin. La misma foto de antes.

—Disculpe, joven, ¿ha visto a este niño? —preguntó.

Minho tragó saliva, esperando que su cara estuviera en blanco.

—No, no lo he hecho —respondió, pasándolos de largo para continuar su camino por la calle. No quería dejarles saber dónde vivía. Si caminaba por la esquina y esperaba a que se fueran, entonces volvería a la casa.

—¡Oye, vamos! ¡Hemos estado buscando a este chico en todas partes! —dijo el otro hombre, ambos siguiéndolo—. Ni siquiera miraste bien la imagen.

—No necesito hacerlo —respondió Minho, manteniendo la cabeza baja—. No lo he visto. Ahora déjenme en paz, por favor.

—Vamos, solo un vistazo más —el hombre insistió, empujando la foto de nuevo bajo la nariz de Minho.

Para apaciguarlos, el adolescente suspiró y miró la foto. Luego alzó los ojos hacia esos rostros cubiertos por las gafas de sol.

—No. Lo. He. Visto. Ahora dejen de acosarme —siseó, corriendo por la calle, doblando la esquina y saltando sobre una pequeña cerca para esconderse en el patio de una persona al azar. No le importaba si parecía sospechoso, simplemente no quería que lo siguieran más.

Momentos más tarde, escuchó a alguien riendo y se volteó, dándose cuenta de que había alguien en ese mismo patio. Un hombre mayor, probablemente de unos setenta años, se estaba levantando del suelo donde había estado haciendo jardinería, un perro golden retriever de aspecto viejo recostado en el césped cercano. Se quitó los gruesos guantes que llevaba cuando le sonrió al chico, sus ojos bastante arrugados.

—Ellos también te hablaron, ¿eh?

Minho tragó saliva y asintió.

—Son bastante insistentes —comentó el hombre, sacudiendo la cabeza—. No lucen como policías, así que no veo por qué están buscando a un chico de esa manera —suspiró—. Creo que será mejor que saque a pasear a Candy aquí —murmuró, silbando en voz baja.

El perro se levantó en respuesta, caminando junto al anciano mientras este salía del patio por la puerta de la verja.

—Te haré saber si se han ido. Tocaré la cerca si ya no están —le dijo al chico, desapareciendo por la esquina con el perro lealmente a su lado.

Esperando pacientemente, Minho guardó silencio hasta que escuchó el golpeteo en el otro lado de la alta cerca de metal. Decidió abandonar el patio como lo había hecho el hombre, por el frente, y dobló la esquina con la esperanza de agradecerle, pero este ya estaba cruzando la calle y caminando por un pasaje hacia el parque cercano. Minho sonrió, agradecido con el anciano, y rápidamente regresó a casa antes de que los hombres sospechosos regresaran.

Dejando caer su mochila en el suelo junto a la barra de la cocina, fue a la nevera para tomar algo de beber. Estaba tan caluroso y húmedo dentro de la casa (con el aire acondicionado apagado y la temperatura encerrada en el interior todo el día) que el sudor en su piel solo aumentó.

Ya había cambiado de opinión; quería ir a nadar. Subió corriendo las escaleras, colocando su mochila junto a su escritorio y luego se quitó el uniforme para ponerse los shorts de baño.

Con una toalla en la mano, corrió hacia el patio trasero, tiró la toalla a un lado y se lanzó directamente a las refrescantes profundidades de la piscina. En ese momento, no habría importado si Taemin estuviera en la piscina o no, simplemente quería salir del calor. Por supuesto, el pensamiento del tritón regresó rápidamente y nadó hacia donde el menor siempre dormía, palpando cuidadosamente el fondo hasta que se encontró con las aletas sedosas de la cola de Taemin. Ya sabía que el tritón estaba profundamente dormido.

Con suavidad, pasó la mano por la cola de Taemin, esta doblándose donde estarían las rodillas, y luego rozó sus caderas donde las escamas se desvanecían en una suave piel. Minho sintió que el menor se movía en sueños, el camuflaje desapareciendo y sonrió, levantándose sobre la superficie para tomar aire antes de sumergirse de nuevo. Pasó los dedos por el hombro de Taemin, quien tenía los brazos doblados sobre su propio pecho mientras dormía, y luego por su cabeza, donde su cabello se mecía suavemente en la ligera corriente del agua de la piscina.

El mayor se inclinó para besar la sien de Taemin antes de tomarlo en sus brazos y sacarlo a la superficie, acunando al tritón dormido en su regazo.

Taemin inhaló aire profundamente y luego exhaló, acurrucándose en el pecho de Minho con un gran bostezo.

—Buenas tardes —murmuró, hundiendo su nariz en el cuello del mayor—. ¿Qué tal la escuela?

—Agobiante —respondió con un suspiro—. Tengo que hacer un ensayo hoy y más tarea. Si mi escuela anterior no fuera peor, diría que esta es demasiado dura con sus estudiantes.

—Es el penúltimo año de educación, ¿no es así? ¿Tal vez es solo la cantidad de trabajo que tienen que dar?

—No quiero saber cómo será el próximo año —comentó Minho—. ¿Cuánto tiempo has estado durmiendo? Si duermes todo el día, nunca lo harás por la noche.

—Solo una hora —respondió Taemin, frotando uno de sus ojos hasta que los orbes azules finalmente se abrieron—. Minho, ¿cuándo regresan a casa tu padre y Shayla? —preguntó.

—Uhm... déjame ver —vaciló—. Estoy bastante seguro de que Shayla se ha ido de la ciudad por unos días, creo que por un evento de moda o algo así, y mi papá está trabajando en el restaurante esta noche.

—¿Vas a ir a trabajar?

—No.

—¿Puedo verte hacer tu tarea? —preguntó Taemin.

Minho casi se rio.

—¿Por qué querrías hacer eso?

El menor escondió su rostro, sus mejillas poniéndose rojas.

—Porque entonces puedo pasar más tiempo contigo —murmuró—. Aunque esté sentado allí tratando de leer uno de tus libros humanos escritos de forma extraña, por favor. Solo estar en la misma habitación contigo es suficiente para mí, solo quiero tu compañía...

—Solo te parece extraño porque está en inglés y no puedes entenderlo —dijo Minho, pero le sonrió cálidamente, abrazándolo un poco más fuerte—. Está bien, puedes verme hacer mi tarea.

Taemin se regocijó y lo besó efusivamente.

—Gracias, hyung.


~*~


Lo que Minho no se había dado cuenta era que cuando Taemin había dicho que quería verlo hacer su tarea, en realidad se refería a hacer todo lo posible para asegurarse de que no pudiera concentrarse en lo absoluto.

—Taemin.

El tritón se detuvo, congelándose hasta el punto en que su lengua quedó fuera de su boca aún presionada contra el lóbulo de la oreja del mayor.

—Pensé que ibas a sentarte allí y observarme —murmuró Minho.

—No es divertido solo mirar —respondió el menor.

—Prometiste que solo mirarías.

—Mentí.

—Taemin —soltó un quejido, girándose en la silla. Hizo el mejor puchero que pudo con la esperanza de que se viera casi tan lindo como cuando Taemin lo hacía para él—. No es justo.

El menor se rio entre dientes y se inclinó para besar el puchero en sus labios.

—Eres tan lindo cuando estás gruñón.

Minho gimió de frustración, girando su silla de nuevo y tratando de concentrarse en su laptop, donde su nuevo ensayo estaba abierto.

—Ya es bastante difícil tratar de escribir un ensayo, pero también tengo que escribirlo en inglés, lo que solo lo hace más difícil porque sé que cometeré un millón de errores que nunca cometería en coreano porque el inglés es tan confuso. En serio, ¿quién decidió que el inglés sería el idioma más hablado del mundo? ¿Por qué no se pudo elegir otro idioma? He oído que el francés y el español son más fáciles de aprender que el inglés. ¿Por qué no podría más de la mitad del mundo hablar uno de esos idiomas?

Ya había comenzado a parlotear, claramente frustrado.

—Porque no funciona de esa manera —dijo Taemin. Con cuidado, giró la silla para que Minho estuviera frente a él otra vez—. Creo que necesitas un descanso —sugirió, tomando las manos del mayor y sacándolo de la silla—. Has estado frunciendo el ceño por ese ensayo durante la última hora y no estás llegando a ninguna parte.

—Taemin —se quejó otra vez, dejando que el chico lo empujara hacia la cama.

—Solo relájate un poco. Lo prometo, no tomará mucho tiempo —insistió, con las manos arrastrándose por el torso de Minho hasta que se posaron sobre el cinturón alrededor de sus pantalones—. Y estamos solos en la casa.

Una pequeña sonrisa creció en los labios del mayor.

—Hmm, tienes razón.

.

.

.

.

.

N/T: Se viene lo bueno.😏

...O tal vez no. ¿Los interrumpirán otra vez? ¿Serán descubiertos en pleno acto? Descúbranlo la próxima semana en su canal favorito.🤠

Gracias a todos los que comentan, siempre los tengo en cuenta, me animan mucho uwu. Trataré de no demorar tanto con el siguiente, nos leemos.🍑🌱

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