Capítulo XV:

El progreso de Leni fue lento, siempre bajo la mirada de los representantes de las "Casas Imperiales" que la tenían, todo el tiempo, bajo una estricta vigilancia, verificando cada uno de sus puntos, cada vez que hacía un movimiento o cometía un error, Alexander estaba allí para indicarle cuál había sido. Aquello le preocupaba bastante, desconocía hasta qué nivel podían llegar aquellas personas, mientras que la chica se sentía, con el correr del tiempo, más cercada y atemorizada con respecto a lo que pasara en el Futuro dentro del "Imperio del Este". Alexander, por su parte, había decidido con probar a su novia frente al pueblo, sentándose en el Trono Imperial con ella, escuchando los pedidos de los civiles, así como también en la lectura de sentencias, ya que él revisaba, junto a su gente, las decisiones que tomaba la Justicia y quienes daban su aprobación o no. 

- Este es el caso de los que su novia pidió un juicio justo para aquellos que cometieron traición hacia el Imperio, Mi Lord.- Le mostró uno de los Magistrados los documentos que el mismo Bosnio leyó en silencio, esperando poder ver qué clase de decisiones podía tomar al respecto.- Como puede ver, la Suprema Corte Imperial ha decidido declararlos culpables pero con el exilio para unos para América Latina pero otros recibirán la cárcel de por vida.- Continuó relatando el citado Magistrado.

- Todos ellos deberían ser ahorcados, no podemos enviarlos a la otra parte del Mundo para que vuelvan a germinar con su asquerosa "Doctrina Marxista". Eso fue lo que arruinó a la Europa Oriental en el Pasado.- Protestó Minerva, una de las integrantes del "Consejo Imperial".- Me niego, rotundamente, en que reciban exilio: Es la cárcel o el paredón de fusilamiento.

- Estoy con ella.- Le respaldó Genadio de Grecia.- Ellos han causado una terrible traición a la Patria. Si la Señorita Leni Loud se cree y piensa que aquí nos las arreglamos con palabras todo el tiempo, está muy equivocada.- Sentenció el Heleno con tono gélido.- No puedo aprobar el exilio.

- Yo tampoco.- Se negó otro de los enviados, por lo que Alexander, viendo la gran superioridad en todo ello, se puso de pie y caminó por un rato en silencio en la Sala de Reuniones.- Con el debido respeto, Su Alteza, esto es imperdonable. No podemos permitir una cosa como ésta, nunca más, en el "Imperio del Este".- Advirtió el citado, mientras que el joven se quedaba pensativo un error.

- Fue la decisión que ella tomó pero, la Justicia ha hablado: No los mandaremos al exilio, porque sería "exportar" el Cáncer para América Hispana, la cual ya ha tenido que soportar a la Izquierda y la Derecha. Lo mejor será enviarlos a prisión de por vida. Que paguen con lo único que tienen consigo, su existencia, ante todas las ofensas causadas en la "Guerra Futurista". Los que estén de acuerdo, levanten la mano.- Pidió y con ello muchos lo hicieron, obteniendo una gran mayoría sobre los que pedían el fusilamiento.

- ¿Y qué haremos con los que hicieron atentados y sabotajes contra nosotros durante la "Guerra Futurista"?.- Inquirió el Coronel Yurchen de los "Korps de la Muerte".- No podemos dejarles ir como si nada.

- Con esos no habrá más problemas, Coronel.- Prometió Alexander.- A todos ellos los ejecutan, al igual que sus familias: Depuración de la sangre traidora inmediatamente.- Ordenó y con ello pusieron manos a la obra.

Las ejecuciones no se hicieron esperar. Las lecturas de las sentencias fueron claras y concisas, mientras que Leni veía a aquellos por los que había rogado, aunque solo fuera un juicio justo y que recibieran la condena de la cárcel, el resto fue conducido hacia el paredón de fusilamiento. Alexander escogió a los Pelotones, compuestos en su mayoría por las "SS", quienes ansiaban derramar sangre del enemigo, mientras que cobraban por las muertes de sus seres queridos. La rubia no se quedó a ver cómo los primeros cuerpos de los fusilados se desplomaban, sin vida, contra el suelo, mientras que la gente festejaba sus muertes. 

- ¿Leni?.- Buscó el Bosnio a ella y la encontró en la habitación donde dormía, abrazando a las muñecas de Natasha, Darby y Sasha y llorando en silencio. La sombra del peli blanco-plateado se proyectó, impidiendo a la luz llegar hasta ella, por lo que alzó la cabeza y lo miró de cerca.

- Me...Me dijiste que no habría fusilamientos. Me mentiste.- Le habló ella, sintiendo decepción en las palabras de su novio.

- Les di la cárcel a los que tú salvaste, pero los que estuvieron detrás de los atentados y desestabilización a favor del enemigo, esos no pueden ser salvados. Tienes que entenderlo. ¿Crees que no me tiembla el pulso a la hora de firmar los decretos de ejecución?. Debes saber que aquí, las cosas no son como lo eran antes, aquí es donde reina la ley y se debe respetar. Si uno pone una bomba para causar una guerra entre religiones, entonces se lo perseguirá y ejecutará con todos aquellos que estén con él. Si uno intenta matar a uno de nuestros Camaradas, se lo colgará de la Plaza Mayor como es debido. Tienes que entenderlo, recuerda por lo que luchamos y en ese contexto entramos nosotros: Las causas y motivos por los cuales peleamos. Entiende, no lo hice a propósito, sino de que es para impartir la Justicia verdadera, la que esta gente necesita. Les hicieron creer que la Democracia servía y todo para que se llenara de castas poderosas para que obtuvieran poder, dinero a costa de los que sufrían de verdad. ¿Crees que no pasaba lo mismo en EEUU y Europa con toda esa mierda progre, "SWJ", la misma que te podría impedir seguir adelante?.- Cuestionó aquello.- ¿Crees que hubiera dejado vivo a Trevor, después de lo que te hizo?.

- No.- Respondió ella, mirando hacia el suelo.

Alexander la notó abatida, se acercó hacia ella, tomó de su rostro. Se veía tan tierna y hermosa, incluso en esa postura, por lo que se sentó a su lado y la abrazó con fuerza.

- Tranquila, sé lo que se siente. No estoy enojado contigo, descuida. No es eso, es solo que...quiero que aprendas el verdadero camino. Las cosas han cambiado y no todo es lo que veías antes.- Remarcó, mientras que le secaba las lágrimas de sus ojos.- 

- Es que no puedo...no puedo seguir adelante sin que esa gente me mire. Me observan con frialdad, casi parecen los robots que se construye Lisa en su habitación. No tienen ni un ápice de sentimiento como tampoco me dicen un cumplido. Por lo menos pido un "buen intento", "hiciste bien". Solo eso pido, ¿es mucho pedir? ¿Acaso tengo que ser alguien como ellos?.- Preguntaba, llorando a más no poder, soltando ese dolor interno que tenía consigo, por lo que Alexander le tomó de las manos, nuevamente.

- No te lo hacen a propósito, ya venían desde antes que vinieras, antes de que estallar la "Guerra Futurista", ellos tienen miedo de ti por ser Americana. No es que te traten mal, pero te miran con ojos juiciosos porque fuiste parte del enemigo y eso quedó impregnado, lamentablemente, por parte mía, cuando les inculqué el odio hacia los Americanos pero me doy cuenta de que no todos son así.- Le explicó el joven, revelando aquella verde.- Cuando estábamos en guerra, la frase que siempre les decía a mi gente, "No hay paz, solo guerra". Eso es algo que no desaparecerá por un buen tramo del tiempo. Es algo que está impregnado en mi gente y ahora lo muestran hacia ti pero ya verás que irán cambiando, dejarán de lado esa parte belicosa y solo la usarán contra futuros enemigos. Solo sé tú misma. No debí sobreexplotarte, me dejé llevar por el miedo de que los Representantes de las "Casas Imperiales" te miraran mal o que te juzgaran por cualquier cosa.- Apuntó el joven, sintiendo que las lágrimas le invadían.- Sé que no podrás perfecta, nadie lo es, pero solo sé una cosa: Tú serás una gran "Emperatriz del Este" a mi lado y quiero casarme contigo, tener hijos, que sean igual de fuertes y hermosos como tú, que puedan apreciar lo que es la tierra y la Patria que se la ha conseguido para que puedan caminar tranquilos, sin tener que vivir lo mismo que nosotros pasamos.- Apuntó, mientras que el joven no la soltaba por ningún momento.

- Aún, si no soy lo que ellos esperan de mí, ¿tú me seguirás queriendo?.- Preguntó Leni, aún con los ojos humedecidos por las lágrimas, llevando a que Alexander le pasara sus manos por los cabellos rubios caídos, mirándola, a través de esos ojos rojo-escarlata, su mirada cansada, algo ojerosa por el trabajo pero de pie todavía.- 

- Eres la única chica que amo y amaré para toda la Eternidad. Sé que, cuando conociste a Lena, pensaste que éramos pareja pero, lamentablemente, nuestros caminos no congeniaron, éramos distintos en todo, sobre todo porque ella es aventurera y yo tengo una gran responsabilidad en mis hombros.- Respondió, siempre acariciando los cabellos de la chica, sin soltarla por ningún momento. Bajó la cabeza, respiró hondo y con ello la movió en repetidas ocasiones.-  Pero contigo, el día que nos conocimos en la Casa Loud, cuando te vi, creí que había visto a mi hermana mayor, Natasha, era tan parecida a ti, salvo por el color rubio platinado que tenía.

- Debió de ser una gran hermana, se nota que la querías mucho, Alex.- Mencionó la joven con dulzura y de ahí éste empezó a sentir que las lágrimas le invadían, siendo abrazado por ella.- 

- Aún me cuesta aceptar que ellos ya no están. No sé cómo voy a poder explicarle a nuestros futuros hijos de por qué no pudieron conocer a sus abuelos, por qué no tienen tías ni tíos que los visiten e incluso un padrino y madrina que les aconseje. No sé cómo seguiremos adelante con ello.- Decía con bronca en su ser.- No pude hacer nada por ella y mi familia cuando los mataron, era un niño el día que vi cómo los mataron.- Relataba, mientras que la joven apoyaba su cabeza contra el pecho.

- Sufriste mucho a manos de gente que no te conocía, Alex. Ese tipo de cosas son así en todo el Mundo.- Apuntó la Loud rubia.- Pero ellos no desaparecieron, no te han olvidado, sino, todo lo contrario, ellos viven aquí, dentro de ti.- Apoyó su mano contra la zona del corazón.- Cada uno de ellos está contigo, sin importar las cosas que pasen, jamás te dejaron de lado, te apoyaron, te dieron esa fuerza para seguir adelante, sin que te dieras la vuelta o tiraras la toalla. El destino te impuso pruebas muy duras pero, ahora, las cosas han empezado a clarear, a mejorar y tienes una misión en tus manos.- Decía con ternura en su voz, secando las lágrimas del joven con un pañuelo.- Es curioso, yo también estuve llorando por lo ocurrido y ahora ambos nos sentimos mejor, al haberlo liberado, ya no hay por qué derramar lágrimas.- Al decir aquello, era verdad, se sentía más liberada de ese "peso" que tanto le ataba.

- Ese tipo de heridas tarda en desaparecer, desaparecer por competo. Ambos pasamos por malos momentos antes de conocernos pero juntos lo lograremos. Te lo prometo.- Dio Alexander su palabra, mientras que ambos se besaban en los labios, cerrando los ojos y de ahí la chica lo rodeaba por la nuca y él llevaba sus manos hasta la cintura, quedando en un momento de paz, tranquilidad, aunque fuera por unos pocos minutos, hasta que debieran prepararse para la próxima jornada laboral.

[Quinto y último capítulo. Este fue un poco corto pero quería reflejar el trabajo de Alexander y Leni a la hora de tener que enfrentarse ante aquella cuestión, el ganarse del corazón del pueblo del Bosnio. 

Espero que hayan pasado una muy buena Nochebuena, amigos. Ya nos quedan, a partir del capítulo que viene, solo cuatro y termina esta historia.

En el siguiente vamos a ver a Dimitri y Luna también, así como también veremos qué será de Leni, si conseguirá seguir adelante y pasar esa "prueba".

Mando saludos y agradecimientos por los reviews para ShakespireErick25, shadowbellatrix, Eltíorob95, MrR199, LucasAbad0, ElLinternaVerde2814F, LucasDiaz727 y los demás seguidores.

Cuídense, amigos y...

¡Feliz Navidad 2023!.].