Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XI

Capítulo XI:

Londres daba la apariencia de ser una Ciudad devastada, como si el Fin del Mundo hubiera pasado por allí, "montara una fiesta" y de ahí quedaran los restos como edificios con sus esqueletos metálicos destruidos, a la intemperie, el olor a humo y mezclado con la putrefacción de los cuerpos que quedaron atrapados en su interior junto a la carne quemada, la cual impregnaba las fosas nasales con un olor ácido que provocaba ganas de vomitar. Los trabajos de los Bomberos en apagar los incendios y la labor de los Médicos junto a los Militares y la Defensa Civil para sacar a los supervivientes de bombardeos alemanes junto a los cuerpos de aquellos que no tuvieron la oportunidad de salir adelante. Tampoco se podía ver esa "moral" en las caras de los ciudadanos, a pesar de que el Reich iba perdiendo terreno en el Este de Europa, muchas familias habían vuelto a ver a sus hijos pero no vivos, sino en ataúdes, caídos en combate y en los bares, cafés y reuniones familiares estaba la misma pregunta: ¿Por qué tenemos que estar metidos aquí?. Es problema de los Alemanes con los Rusos, nosotros qué mierda tocamos?.

El "Racionamiento", producto de la "Economía de Guerra" había mermado el Patrimonio de muchos Aristócratas como los Hermanos Shaw, caídos en desgracia por sus convicciones a favor de los Nazis y que encima de todo llevaron a que ambos quedaran "autoexiliados" en Kent. El pobre dependiente del almacén que atendía a Max lo veía con tristes ojos. Pobre tipo, ¿qué clase de decisiones habría tomado para apoyar al Reich Alemán?. El tiempo había pasado y con ello estaba en salud de Sir Shaw, quien no parecía sentirse satisfecho con lo que hacía, incluso el haber caído en el tabaquismo lo llevó a que sus pulmones estuvieran fallando en el peor de los días, incluso tenía que pasar meses enteros encerrado en su Mansión, siendo asistido por su hermana, Lavinia, quien sí mantenía las esperanzas de poder ver desfilar a los tanques "Panzers" por el "Palacio de Buckingham". Una Fe que no se quebraba a pesar de las múltiples derrotas y retrocesos que los Alemanes estaban llevando a cabo ante el avance del "Ejército Rojo".

Por su parte, en Londres, después de un viaje largo y en el que debieron esperar a que cesaran los bombardeos de la "Luftwaffe", Devlin y Olek arribaron a la Capital, justo cuando el humo de los incendios era apagado y se contaban los cadáveres de aquellos que quedaron atrapados entre los escombros, sin tener posibilidad alguna de salir con vida de entre los edificios y hogares.

- Quédate cerca, chico.- Le aconsejó el Irlandés disfrazado de Capellán.- 

- ¿Sabes en dónde vive tu amigo?.- Preguntó el "rubio" al otro.

- Sí, no es muy lejos. Aunque es un poco "suburbano" para Ryan pero no importa.- Respondió el pelirrojo y de ahí consiguieron arribar al domicilio de aquel sujeto, quien se hallaba acompañado por su sobrina, Mary y quien había trabajado en una tienda de abarrotes hasta su destrucción por las bombas alemanas.

Michael Ryan era un hombre que promediaba los 45 a 50 años, su cabello era negro pero con algunas líneas blancas por las canas que se hacían presente. Aún así, a pesar de su edad, seguía manteniendo su convicción y apoyo total al "IRA". 

Mary, por su parte, parecía una "muñeca". Era absolutamente hermosa, de unos cabellos rubios como el Sol, dorados, tan tradicionales en Inglaterra, aunque ella era de Irlanda. Habiendo quedado huérfano a tan temprana edad, la muchacha pasó a estar bajo la custodia de su tío Ryan, quien era como un padre para ella. La joven, al verlos, les preparó un desayuno frugal con huevos, tocino y pan.

- Mis disculpas por no poder agasajarlos a usted y a su amigo, Señor Devlin.- Ofreció la muchacha sus disculpas pero Liam le tomó de las manos.

- No hace falta que te disculpes por una cosa así, tan banal. Descuida, además, mi amigo Olek es alguien que come poco.- Señaló al "rubio".

- Es verdad.- Le respaldó el chico a su amigo.

Ella comprendió el mensaje, sonrió y de ahí siguió preparando aquel desayuno, además de hervir el agua. Michael, viendo que aquello era como en los viejos tiempos de la guerra contra Inglaterra, decidió ponerse a charla con Liam tras un largo tiempo alejado de ellos y de la causa irlandesa.

- Tengo que admitir, Liam, que me sorprende lo que planeas hacer junto a tu amigo: Es una misión muy arriesgada.- Dio sus pronósticos al respecto, por lo que el otro se encogió de hombros, limitándose a responder.

- Lo sé, pero es un personaje de gran importancia, tanto para mí como para Olek. No puedo fallarle y además de que contamos con poco tiempo: Tenemos que volver antes del 27 de Enero para Francia.- Argumentó éste, llevando a que Michael se quedara pensativo, justo cuando el delicioso olor de la comida impregnó la cocina y levantó el apetito de aquellos hombres que pasaban hambre.

- Espero que les guste.- Se acercó Mary con un plato en cada mano, depositando los primeros ante los invitados y luego para su tío y ella, además del té que ya estaba listo.- ¿Pan?.- Les ofreció.

- Sí, por favor, Señorita Mary Ryan.- Aceptó Olek y partió una mitad para Devlin.

- Curioso. Nunca vi u oí a alguien que se dirigiera a una persona por el nombre completo.- Quedó la rubia impresionada por escuchar esa forma de vocabulario que tenía el "rubio".

- Viene de familia.- Recalcó Devlin.- Adelante, exprésate.- Le animó a Olek, quien se detuvo antes de comer y de ahí miró a la chica.

- En la Familia Ivanisevic, desde hace generaciones atrás que nos dirigimos a la gente al dar el nombre completo.- Contó el chico a ella.

- Los Ivanisevic, alguien escuché: Sirvieron a los Romanov.- Hizo memoria Mary y Olek le dio la razón.

- No solo a los Romanov: Nuestra descendencia va desde la Antigua Grecia, Roma, Bizancio, el Imperio Otomano, Inglaterra, Rusia y ahora estamos en los Balcanes. Cuando un Ivanisevic conoce a alguien importante, siempre se dirige con respeto. Esa es una de las cualidades de nosotros, además de la lealtad, la camaradería, la unión y nuestro Nacionalismo junto a la familia.- Siguió hablando el joven, impresionando a Mary.

- ¿Y ya tienes novia? ¿Alguien te espera?.- Preguntó, interesada.

- Agradezco su ofrecimiento, Señorita Mary Ryan pero me temo que no se puede conmigo, en el sentido de que yo ya tengo pareja: Mi Amada Irina me espera en Sarajevo. Nosotros, los varones Ivanisevic, al igual que las mujeres de mi familia, cuando encuentran a su "Alma Gemela", es como si fuera una especie de "Magia" que los une y nunca pueden irse. Es un profundo amor que sienten y no hay otra mujer que pueda reemplazarla.- Dio a conocer aquello, cosa que no pasó, para nada, preocupante para Mary, ya que ésta tenía una vida por delante.

- Yo espero poder hallar al mío, cuando todo esto acabe.- Fue el deseo que lanzó al aire.

- Se cumplirá. Tenga Fe de que se hará realidad.- Auguró Olek a ella, dándole una palmadita en la espalda y luego un abrazo.

Michael los miró, movió la cabeza un poco y de ahí fue hacia donde estaba Devlin, tomando su taza de té tranquilo, notando el atuendo que tenía de Capellán del Ejército. Iba a hablarle de eso, pero comprendiendo la misión que tenían encima, las cosas se podían poner un poco complicadas.

- Sé lo que vas a decir.- Argumentó Devlin, dejando de lado su taza, depositándola a un lado.- 

- Te escucho. Si estamos metidos en esto, lo haremos por nuestra causa, por la Patria Irlandesa.- Argumentó Michael, poniendo una mano en los hombros de su amigo.

- Así me gusta. Bueno, para empezar, necesitamos una radio militar para establecer contacto con el piloto que nos sacará de aquí y también una pista de aterrizaje.- Comenzó a relatarle el pelirrojo a éste.

- Hmmmm.- Michael se quedó pensativo, silencioso y con una mano en el mentón, intentando averiguar en lo que pudiera serles de utilidad.- La vieja radio que tenía se averió de forma permanente pero conozco un sitio en donde puedes conseguirlo: Está en el "East End" de Londres.

- Ufff.- Resopló Olek.- Uno de mis sobrinos estuvo allí. Es el "Bajo Mundo".- Recordó el joven "rubio".

- Sí, lo sé, pero en estos tiempos de "Economía de Guerra", es la mejor opción para el "Mercado Negro" y el Contrabando. Les daré esta dirección y busquen a los Hermanos Carver. Ellos  les podrán conseguir lo que necesitan pero cuidado, no son muy "moderados" con los precios y más que nada te advierto de no hacer enojar a George. Ese tipo es el "Matón" de la banda.- Repuso el miembro del "IRA".

Devlin tomó el papel y de ahí lo miró un segundo.

- No te preocupes. Que lo intenten.- Le tranquilizó y de ahí tomó su gabardina.- ¿Vamos, Olek?.

- Te sigo.- Dijo el chico y fueron saliendo hacia las calles, cerrando la puerta.

Una vez afuera, ambos comenzaron a caminar hacia el Centro de Londres para buscar a los Hermanos Carver.

- Escucha, luego de visitar a esos dos "Gangsters", vamos a ir hacia "Shaw Place" en Kent, allí hablaremos con Sir Max y Lavinia para convertir el terreno en una pista improvisada. No tenemos mucho tiempo, así que hay que estar preparados, ¿entiendes, amigo?.- Dio sus instrucciones y pasos a seguir.

- No tienes por qué decírmelo. Lo comprendo a la perfección.- Sostuvo Olek con tranquilidad en su voz.

- Así me gusta, pero si pasa algo, no lo olvides: Golpea fuerte.- Dio su consejo y de ahí, tras unas horas de caminata, arribaron a su destino.

El "East End" de Londres era el "Bajo Mundo", aún con características del Siglo XIX que rodeaban a su arquitectura y calles. Las fachadas de los edificios y negocios, muchos de ellos dedicados al comercio y al Contrabando. Unas prostitutas se encontraban en las afueras de un pub, donde se oían voces, gritos y gente jugando a las cartas. Alguna que otra pelea estallaba pero no se metieron, en especial cuando notaron a dos hombres toscos y enormes darse de golpes en la calle, ante la atenta mirada de los que pasaban.

- Son como animales. No digas nada.- Aconsejó Devlin al otro.

- Ya estamos llegando, ¿no?.- Preguntó Olek y su amigo revisó el papel con la dirección anotada.

- Sí. Aquí es.- Respondió y pudieron notar que se trataba de un edificio sumamente elegante y bello que se alzaba, en medio de toda esa podredumbre de sociedad decadente y sumida en el caos de la guerra y el hambre.

Devlin tocó el timbre y allí salió un tipo grande y con apariencia intimidante.

- ¿Qué quieren?. Espero que sea rápido.- Preguntó con tono amenazante y frío.

- Queremos ver a los Hermanos Carver. Es para hablar de un asunto de algo que necesitamos.- Respondió Devlin y cuando el hombre de la puerta los iba a dejar pasar, notó que Olek traía el uniforme militar del Ejército Británico.

- Él no pasa. No se permiten militares aquí dentro.- Señaló al chico.

- ¿Qué?.- El joven iba a estallar de la furia pero Devlin lo detuvo.

- De acuerdo. Solo será un tema rápido y listo.- Prometió el Irlandés, llevando a que el grandote accediera, dejando pasar al citado y con ello se metieron en el edificio, quedando el "rubio" en el exterior por un rato.

Dentro de su Oficina, George y Sean Carver se encontraban llevando a cabo sus operaciones de "Mercado Negro". La guerra les había sido sumamente beneficiosa para todos aquellos que estaban desesperados por algo de comida, una radio o incluso bebidas. Mientras que Sean se dedicaba a contar el dinero y prepararlo para ponerlo a salvo en una "Caseta", su hermano estaba a cargo de la Vigilancia y que nadie se estuviera "haciendo el listillo" con ellos o habrían consecuencias. Pronto, desde el exterior de su Oficina, el matón de ellos llamó a la puerta.

- Pasa, Alfred.- Le dijo Sean y de ahí lo vieron entrar junto a Devlin.- Ah, pero miren a quién tenemos aquí. ¿Qué pasó, Padre? ¿Se perdió de camino a la Iglesia?.- Preguntó, burlonamente.

- No he venido a discutir con ustedes, muchachos.- Se dirigió el pelirrojo con respeto a ellos, siendo todo una tapadera para no ceder a la furia.- Sino de que he venido a pedirles algo. ¿Les parece justo?.- Sacó un fajo de billetes, llevando a que los ojos de George se encendieran por el Fuego del dinero.

- Que pase y tome asiento.- Pidió su hermano, dándole vía libre a Devlin.- Muy bien: ¿Qué necesitas?.-

- Una radio militar.- Fue la respuesta que éste le dio, dejando sorprendido al primero.

- Tenemos una. Esta noche a nuestro "Salón de Baile" que tenemos en el Centro de Londres.- Respondió el joven, mientras que Devlin le daba el dinero.- La tendrás. Pásate esta misma noche, a las 20:00 PM. La dirección. Ahora lárgate.- Le ordenó y fue acompañado, nuevamente, por el matón de nombre Alfred hacia las calles, sintiéndose victorioso por lo conseguido.

Afuera, Olek se dirigió hacia un café y pidió algo para beber por el frío que hacía. Era húmedo y gélido, por lo que algo caliente le ayudaría a entrar en calor. Podía ver las miradas de las personas que pasaban por allí, murmurando por lo bajo, dejando a entender que aquellas "gentuzas" no eran bienvenidas al "East End". Pronto, notó que salía Devlin al exterior y de ahí se reunieron.

- Ya está.- Le informó éste.- 

- ¿En serio?. Pero...- Olek estaba confundido. No veía la radio militar en las manos de su amigo, por lo que éste le calmó.

- Descuida: Esta noche hay un baile en este "Salón" de los Carver. Iremos allí y nos la darán. Quizás lleve a Mary conmigo y tú también vendrás.- Le animó el "Padre", mientras que se iban de allí.

- ¿Son de confiar?. Tengo mis dudas.- Interrogó el chico.

- Tenlo por asegurado: No lo son, pero es la mejor opción que tenemos. Igual, descuida, si intentan ponernos palos en las ruedas, les presento a mi "amiga".- Dijo Devlin, revelando que tenía escondida, en un costado de la sotana, una Pistola Luger consigo.- Tú no te preocupes.

- Tienes razón. Bueno, vayamos a Kent.- Propuso Olek, recibiendo una palmada de su amigo y al volver a la Casa Ryan, tomaron prestada la camioneta y partieron para reunirse con los Shaw.

Viajando en grupo, a eso de las 13 horas llegaron para Kent, en donde Lavinia, hermana de Sir Max les recibió con educación y el "Saludo Nazi" ante ellos. Devlin correspondió, al igual que Olek, mientras que Ryan y Mary lo tomaron por la Neutralidad. Dentro, el Aristócrata permanecía sentado, leyendo un libro, molesto, malhumorado con todo lo que estaba pasando su país y que la gente no entendía sus convicciones políticas acerca de haber respaldado al Reich como hizo Chamberlain en 1939, poco antes de la "Invasión a Polonia", en donde se había producido la "Anexión de los Sudestes" en Checoslovaquia y la firma del "Pacto de Múnich" entre Hitler y el Primer Ministro Británico anterior a Churchill. 

- Hermano, tenemos vistas.- La voz de Lavinia rompió su tranquila tarde y éste se puso de pie al verlos. Notó a Olek, portando, ahora, el uniforme del "British Free Corps", cosa que le alegró por completo. Se sentía complacido, feliz, un muchacho llevaba aquella "bandera" consigo y fue hasta ellos, saludándolos y estrechando sus manos.

- En estos tiempos tan turbulentos y repletos de ignorancia, se nota que hay gente que aún mantiene el honor y el respeto hacia Hitler.- Apuntó el Aristócrata de bigotes. Olek, al oír eso y comprender su mensaje, casi se atragantaba con su saliva, por lo que debió seguir el juego.-

- Mi hermano y yo hemos estado esperando, desde hace mucho tiempo, el momento que todos han aguardado: La marcha de los "Panzers", en calidad de desfile, por Buckingham. ¿Saben cuándo ocurrirá?.- Preguntó Lavinia con interés, cosa que Olek y Devlin se miraron entre ellos, asintiendo en complicidad para no hacerles "perder la ilusión".

- Será pronto, Lady Lavinia Shaw.- "Prometió" el "rubio" a la hermana de Max.

- Bien, entonces, ya que pronto va a suceder lo que tanto he esperado toda mi vida, vayamos al grano: ¿Qué necesitan que hagamos?. Por favor, amigos, tomen asiento.- Propuso el Aristócrata, invitándoles a sentarse.

- Estamos bien, muchas gracias, Sir Shaw.- Respondió Devlin y caminó hacia ellos.- Para empezar, hay un importante Oficial de la "Luftwaffe" en el "Priorato de St. Mary", el que pertenece a la "Orden de las Hermanas Benedictinas", en las afueras de Londres, por los Suburbios, así que, dentro de unos días encabezaremos mi amigo y yo la "Operación Águila" para rescatarlo al Coronel Kurt Steiner de la "Luftwaffe".- Le comentó Liam, palabra por palabra, detalle por detalle, lo que iban a hacer. Max, al principio, feliz y eufórico cambió su expresión a una seria.- 

- ¿Solo eso?.- Preguntó el hombre con desilusión.

- Ustedes tienen un papel muy importante: Necesitaremos una pista aquí, en "Shaw Place", para que un amigo nuestro, el Capitán Asa Vaughan nos recoja y les prometo que serán recompensados. La "Operación León Marino" se hará realidad.- Les prometió Devlin, llevando a que Lavinia lo aceptara y lo mismo su hermano. Los tiempos de su economía habían tocado fondo y amenazaban con dejarlos en la pobreza, así que, la mejor opción fue esa.

- De acuerdo pero ¿cuándo lo rescatarán a su amigo?.- Inquirió la joven rubia.

- Dentro de cuatro días. Lo primero que haremos, mis amigos y yo, será un reconocimiento, recabar datos, analizar el lugar, el "Priorato de St. Mary" con el fin de saber qué tan vigilado está, cuánta gente hay y sobre todo las salidas.- Informó Devlin al respecto.

Cuatro días. Shaw había escuchado bien. Alzó una mano y les indicó un terreno que estaba en su propiedad, señalándolo y con ello les dio la ubicación de dónde tenía su radio para establecer contacto con el Capitán Vaughan, por lo que Devlin le dio la frecuencia para que la pudiera emplear a la hora que fuera la asignada. 

- Dentro de ese tiempo estaremos aquí, de regreso, así que tengan todo preparado.- Les pidió Olek.- Y no se preocupen,  tarde o temprano, sea quien sea, los "Panzers" desfilarán por "Buckingham Palace".- Auguró éste, mientras que se iban retirando de allí, nuevamente para volver a Londres antes de que se hiciera tarde para ir a la fiesta de los Carver, quienes ya tendrían lista la radio militar para ellos.

La vuelta fue tranquila y mientras que llegaba la noche, Devlin había ido con Mary y Olek al baile que oficiaban aquellos dos Gangsters. El edificio era una espléndida joya en medio de una ciudad devastada por la guerra y los bombardeos. Allí, teniendo su Oficina en la planta alta y con Alfred vigilando, bajo una mirada imponente y temible, los tres irrumpieron para pasar la noche y tener la mente preparada para el otro día.

- ¿Me permites, Mary, un baile contigo?.- Pidió Devlin a ella.

- Con gusto.- Aceptó la joven aquel ofrecimiento y ambos partieron para la pista, mientras que Olek los observaba, tomando un café y comiendo algo que ofrecían allí. En ese momento, una muchacha castaña se le acercó a éste. Se parecía a Irina, salvo por el color de su cabello, por lo que ésta tomó asiento a su lado.

- ¿No baila, Capitán?.- Preguntó la muchacha en esos momentos.- ¿Cómo es posible que un buen Caballero como usted no esté disfrutando de esta noche?.

- Lo siento, Señorita, pero soy un poco torpe para el baile.- Dijo éste con calma, llevando a que la joven se riera y lo tomara de las manos.

- ¡Tonterías!.- Exclamó, animada y de ahí fueron hacia la pista.- ¡Bailemos un poco para animar la noche!.

https://youtu.be/o_8z2onSYnI

La música inundaba el ambiente, despejaba la mente, alejaba los malos momentos, el miedo a la muerte, la guerra que perduraba para ser 1944. ¿Qué importaba?. Aquello era una noche para escupirle al Diablo en la cara, reírse de él e incluso decirle "¿por qué no te tomas un descanso y bailas?". Hasta él mismo aceptaría ese ofrecimiento, haciendo sus pases con Dios y de ahí pasaría una velada auténtica, bien vestidos ambos. 

Y aquella noche, tanto Dios como el Diablo se hallaban allí: Olek, Devlin y Mary en medio de un antro que parecía ser el Paraíso pero estaba regido por los Hermanos Carver.

- Eh, Tío, mira.- Llamó Mary a Devlin y éste casi se río de la emoción al ver al "rubio" bailar con una hermosa británica castaña.

- ¡Muy bien, ese es mi amigo!.- Le felicitó el Irlandés al chico, quien no paraba de mover su cuerpo, emplear sus mejores pasos ocultos, quizás por la vergüenza o el miedo, así que pasó a demostrarlo, "sacando brillo" a la pista.

https://youtu.be/L03-yzBVl9U

En medio de aquel baile, Olek se sintió despegado de todo aquello que le rodeaba. Por un momento, era libre de pensar y relajarse pero, viendo a aquella chica a su lado, ésta lo disfrutaba a más no poder, por lo que decidió darle el gusto un rato. Todo era diversión y tranquilidad cuando los invitados dejaron de bailar cuando vieron a los Hermanos George y Sean Carver aparecer ante los presentes en la pista. El joven dedicado a los negocios fue hacia donde estaba Mary, empujando a Devlin, quien no se la iba a perdonar.

- ¿Me permite esta pieza, Señorita?.- Preguntó, siendo un "Caballero" pero ella pudo atisbar esa aura de maldad que despedía.

- Hey, mocoso, ella está conmigo.- Intervino Liam y de ahí le tiró un poco de café caliente al pecho, llevando a que éste se quedara horrorizado y más cuando Sean iba a darle una paliza. Pronto, George lo reconoció y le hizo una seña de que fuera hacia la Oficina que tenían allí.

- No hagas nada estúpido, Sean.- Le ordenó George al matón de su hermano gemelo.- Tranquilo, ¿sí?.- Y tú, ya tenemos lo que querías.

- Muy bien. Los modales siempre hacen al Hombre.- Repuso el pelirrojo, acompañando al citado hacia la Oficina que tenían.

- Oye, ¿eres amigo del Capellán?.- Preguntó la joven castaña.- Por cierto, mi nombre es Emily.

- Un placer en conocerla, antes que nada, Señorita Emiya.- Le devolvió el saludo con cordialidad aquel "rubio".- Sí, soy su amigo. Descuide, él sabe pelear muy bien. 

- Eso espero: Los Carver son gente de desconfiar, no son unos "Angelitos".- Apuntó la castaña y justo apareció su pareja, quien acababa de volver.- Oh, ahí llegó mi novio, Bradley. Fue un gusto bailar con usted, como amigos, espero que un día nos volvamos a ver.- Le dijo y tras darle un beso en la mejilla, ésta fue hacia donde se hallaba su pareja, al cual abrazó con fuerza y éste la hizo girar por los aires, emocionado de volverla a ver.

Olek viéndola feliz, pensando en su amada Irina, fue hasta donde se hallaba Mary.

- ¿Estás bien?.- Preguntó a ella.

- Sí, gracias. Solo que...Ese baboso de Carver me quiso sacar a bailar.- Respondió, señalando el otro incidente.

- Descuida, Liam es un buen hombre, él sabrá cómo...- Indagó el "rubio" cuando, en aquellos momentos, dentro de la Oficina de la planta alta se abrieron las puertas, viéndose a Liam que salía de allí con la radio militar en mano, oyéndose gritos de dolor del Guardaespaldas Alfred, quien tenía sangre que le chorreaba por la nariz y a George, el cual había recibido varias patadas y puñetazos en el cuerpo por haber intentado tocar a Mary.

- ¡Vámonos!.- Pidió el "Capellán", agarrándole de la mano a la sobrina de Michael y con Olek salieron de allí.

- ¡Te voy a matar, Irlandés hijo de puta, ven aquí!.- Corrió Sean tras ellos para vengar la golpiza que le dieron a su hermano y a Alfred, sin embargo, Olek, escondiéndose en las sombras, le puso una zancadilla con la pierna derecha, llevando a que él saliera despedido hasta quedar metido en un montículo de nieve recientemente caída.

- Con mis amigos no te metas, infeliz.- Le advirtió el Caballero de los Ivanisevic, subiéndose a la camioneta con los otros dos y partiendo de allí.

Los días fueron pasando, durante los tres primeros llevaron a cabo las tareas de "Inteligencia" y análisis del campo en el que se hallaban: El "Priorato de St. Mary" tenía una rica historia que iba desde los tiempos de la Alta Edad Media, sobre todo con la llegada de las "Reformas de Cluny y Cister" en Francia, habiendo sobrevivido a las distintas y numerosas oleadas de ataques Vikingos y los Normandos del Príncipe y luego Rey Guillermo I El Conquistador. En los tiempos de la "Guerra de las Dos Rosas" fue un hospital para aquellos heridos que venían del frente e incluso se la había vuelto a emplear durante la Primera Guerra Mundial y ahora, en 1944. 

Steiner, por su parte, habiéndose recuperado de sus heridas, aprovechaba su tiempo para estar en forma, caminar, ejercitarse, comer sano, leer unos libros que había en la Biblioteca del lugar y demás, así como también ir a la Misa que presidía el Padre Carmody, quien ya tenía 70 años pero continuaba al pie del cañón con la "Palabra de Dios" en su misión asignada como Sacerdote Católico.

Ya al ir terminando el tercer día, Liam y Olek prepararon el asalto: Se meterían por una brecha que había en una de las paredes subterráneas de las alcantarillas que daban hacia el interior del "Priorato", una vez dentro, aprovechando que no había mucha vigilancia en la zona de la Iglesia, noquearían a cualquier Soldado y lo dejarían amarrado con unas sogas que Michael les entregó. De ahí irían por Steiner y una vez reunidos en el coche que dejarían aparcado en el exterior, justo en el camino que iba hacia el edificio, recogerían a Michael y Mary para ir a "Shaw Place", contactarían al Capitán Vaughan y éste los recogería para volver a la Francia Ocupada.

Un plan sencillo...Sin embargo, el mismo día en el que faltaban 24 horas para que la "Operación Águila" entraría en su "Fase Central", el General "SS" Walter Schallenberg, hallándose en el Cuartel General de Himmler en Cherburgo, oyó  una conversación que lo dejó helado.

- ¿Todo está listo para el día de la reunión con Hitler, Canaris y Rommel en el Chateu de Cherburgo?.- Preguntó el "Reichsführer" al Mayor Horst Berger, quien pertenecía a la "Gestapo".

- Tengo a mis mejores hombres  preparados para llevar a cabo la misión de asesinar al Führer, Herr Reichsführer.- Respondió aquel joven con su lado izquierdo del rostro quemado.

- Excelente trabajo entonces, Mayor.- Repuso Himmler.- Hitler no está capacitado para seguir con esta guerra. Mire el desastre que nos ha metido: Tenemos al "Ejército Rojo" avanzando por el Este y a los "Aliados" en Sicilia. Ese payaso de Mussolini no ha sido más que un escollo para nuestros planes y ahora que todo lo que hemos planeado se ha hundido, la mejor opción es eliminarlo del camino de una buena vez. Conmigo, la guerra tendrá otro tinte, otro sentido y nadie va a poder detener esto. El pueblo alemán necesita a gente capacitada y ese poder recae en mí.- Sentenció el hombre de mayor confianza de Hitler, cosa que llegó hasta los oídos de Schallenberg, quien salió corriendo de allí pero manteniendo un aspecto "normal", sin haber escuchado nada.

Pronto, una vez que llegó hasta su vehículo, partió hacia el Cuartel General del "12*Destacamento de Paracaidistas" que era dirigido por el Hauptmann/Capitán Erich Kramer y advertirle a Asa que emprendiera el vuelo con mayor rapidez hacia Londres, traer a Devlin, Steiner y Olek de regreso e impedir el magnicidio de Hitler a toda costa.

A su vez, habiendo llegado el cuarto día y con todo preparado, Olek y Devlin fueron dirigiéndose hacia el coche de Michael, el cual les deseó suerte y que cuando hubieran sacado a Steiner de allí, irían a por ellos para ver la llegada del Capitán Vaughan a "Shaw Place". Para el Irlandés, aquello era un momento de suma importancia, más que nada porque podían haber problemas en el camino, así que se despidió de Mary y Michael, con un abrazo cada uno y la promesa de reencontrarse poco después para ir hasta donde vivían los Hermanos Shaw.

- ¿Todo bien, Liam?. Te noto preocupado.- Preguntó el "rubio" a éste.

- Tranquilo, era una mala sensación, un presentimiento pero estoy bien. Gracias por preocuparte, "Lechucita".- Le agradeció el citado y pronto encendió el motor del coche, enfilando hacia el "Priorato de St. Mary" bajo una noche Estrellada y con la Luna que les era de "guía".

Ahora todo aquello era el todo o nada sobre la "Mesa de Apuestas" y debían ganar, fuera como fuera.

[El tiempo les está jugando, a partir de ahora, en contra, debido a la conspiración de Himmler contra Hitler. ¿Llegarán a tiempo para rescatar al Coronel Steiner y volver a la Francia Ocupada antes de que sea tarde?. Les recomiendo muchísimo ambos libros de Jack Higgins (autor fallecido hace poco, en Abril del año pasado y está la película "El Águila ha llegado" de 1976 en "Youtube" para verla. Aquí hay algunos cambios en los nombres de ciertos personajes y demás). 

Bueno, amigos, envío mis saludos y agradecimientos para shadowbellatrixLucasAbad055margaritaerickshakespare20089eltíorob95,  y los demás seguidores.

Cuídense y buen inicio de día Miércoles de mi parte, Camaradas.

¡Hasta el próximo capítulo.].


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro