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Capítulo VI

Capítulo VI:

https://youtu.be/rGcj87j3Bd8

Royal Woods había sido tomada por el enemigo, el Ayuntamiento y los edificios aledaños cayeron en su poder, izándose las banderas imperiales, a pedido de la Alcaldesa para que cesaran los combates, los cuales duraron varios días. Los Generales de Alexander permanecieron allí, tomando el control de la urbe, llevando a cabo las ejecuciones debidas contra los "SWJ" que capturaban, incendiando todo lo que era de esa gente y empalando los cuerpos de sus enemigos en la Plaza Central, mientras que el Bosnio continuaba con su marcha sobre los "Grandes Lagos". Pocos días después cayó el Estado de Illinois, el cual ofreció una resistencia en la Ciudad de Chicago pero no en el Interior, donde no se pegó un solo tiro. Por donde él avanzaba con su caballo y las tropas, veía banderas blancas en las entradas de los pueblos, a pesar de que muchos Comandantes de la OTAN exhortaban a pelear contra ellos, siendo una tarea imposible.

En Royal Woods, después de la rendición de la ciudad, Bobby y los otros volvieron a las playas, encontrándose con la destrucción y la muerte que dejaron a su paso los enemigos. Muchos de éstos habían armado vivaques para calentarse y celebraban su victoria. Unos cuantos armaron pequeños templos para honrar a los Dioses Griegos, Romanos, Celtas, Eslavos y Nórdicos, agradeciéndoles por la victoria, así como también se llevaban a cabo las exequias para los caídos, quienes eran puestos en barcas, sobre todo los que eran Nórdicos y las incendiaban con flechas en llamas para que consumieran las embarcaciones, rindiendo homenaje a ellos, mientras que los que eran Cristianos los enterraban en el Cementerio de la urbe. 

Los camiones militares iban y venían por la calle principal. En las playas desembarcaban más de éstos, tanques y otras máquinas de guerra, mientras que Bobby avanzaba por allí hasta que se encontró con las trincheras donde habían combatido hasta el final. Nadie les dijo nada, a pesar de que seguía la lucha, pero, cuando arribó hasta allí, se topó con los cuerpos de muchos amigos suyos que cayeron en combate. Entre el techo que habían levantado junto a las placas de acero que servían como blindaje ante las balas, cayó de rodillas y lloró en silencio al ver tantos jóvenes muertos en una guerra injusta. Las lágrimas caían sobre las arenas blancas, el olor a quemado y la pólvora impregnaban las fosas nasales, mientras que Chaz iba con Dana a su lado.

- Esto nunca se hubiera esperado. ¿Quién sabe si se podía cambiar las cosas?. Si tan solo...Tan solo se hubiera podido dialogar con ellos, entregando a los responsables pero no, se prefirió irse a una guerra tan estúpida.- Observaba la chica con impresión y evitando no vomitar por el hedor de la sangre y la carne quemada.

- Nunca lo hubieran aceptado, amiga.- Respondió el pelirrojo.- Ellos se lo buscaron y...también la Muerte le llega a muchos hijos de puta. Mira allí.- Le tomó del brazo a la joven y señaló el cuerpo sin vida de Trevor. Iba a avanzar pero la chica le detuvo, solo le dirigió una mirada desprovista de emociones y asco.- Que lo tiren a una fosa común y lo incineren. El suelo no merece ni sus cenizas.- Sentenció el chico, alejándose de allí con Bobby, Dana y los otros, mientras que iban dirigiéndose para las afueras de Royal Woods, donde mucha gente salía de allí, partía buscando refugio, ya que aún continuaban los combates por la periferia y los alrededores. 

Una larga fila de autos, camionetas, camiones y buses iban a paso de hombre. No había lugar en ellos, los que eran de uso militar estaban repletos de heridos y efectivos que los enviaban para otros frentes de combate. 

- ¿Pasa por Great Lake City?.- Preguntaba Chaz a los conductores pero la mayoría les decía que no o que iban para otras zonas.- ¿Great Lake City?.

- ¡Hey, chicos!.- Les llamó un hombre gordo, pelirrojo y barbudo con gorra de los "Iowa Hawkes", camisa blanca con franjas azules, jeans y zapatos marrones.-  Yo les llevo. Suban en la parte trasera de la camioneta.

- ¡¿De verdad?!. Muchas gracias.- Le agradeció Bobby, sentándose en el asiento del conductor, mientras que Dana y Chaz se sentaban en la parte de atrás.

- Los puedo llevar hasta la base militar.- Informó el hombre de barba.

- Vamos para allí, justamente.- Dijo el peli negro y el conductor puso en marcha su camioneta hacia el Este, para donde se encontraba el Cuartel General donde provenían.

El avance de Alexander sobre los "Grandes Lagos" causó gran impacto a nivel nacional. Las tropas suyas combatían con una ferocidad nunca antes vista. Innumerables ciudades, pueblos enteros eran destruidos a su paso, aquellos que no se rendían, los que sí lo hacían, el joven les perdonaba la vida pero los que estaban más que dispuestos en arriesgar todo en la "Mesa de Apuestas" se ganaban la peor de las Muertes a manos de él, quien ordenaba las ejecuciones de todos los culpables. Sin embargo, en medio de toda esa marea de sangre y destrucción, el Bosnio, para finales de Marzo de aquel año, habían conseguido reunirse en las puertas de Washington D.C, iniciándose los primeros bombardeos con la Artillería y los aviones, destruyendo los primeros edificios, incendiando casas y negocios, así como también causando daños a otras infraestructuras.

El "Puente Memorial Woodrow Wilson", aquel sitio llamaba su atención, sus ojos estaban enfocados allí por algún motivo. Algo que lo atraía y fue entonces que sintió la mano de Lena sobre sus hombros. Se giró, ella le asintió y de ahí, espoleando a su caballo, el muchacho fue hasta las barricadas levantadas a lo largo y ancho de la estructura. El corcel purasangre se detuvo, echando vapor blanco de sus hollares, mientras que el Bosnio se bajaba, espada envainada y con su uniforme impecable. Acto seguido, llevando su mano hasta la empuñadura, sacándola de allí, dirigió su grito hacia los defensores.

- ¡Defensores del "Puente Memorial Woodrow Wilson", yo soy Alexander Vladimir Ivanisevic, Teniente Primero de los Ejércitos Nacionalista, Imperial y "Príncipe Imperial del Este", exijo que se rindan inmediatamente, entreguen a "Los Cuervos Errantes" que están allí y que se sometan a mi cólera!.- Exclamó a vivo pulmón, haciéndose eco por todo el lugar y helando la sangre de aquellos que se encontraban allí.

El miedo les invadió pero, entre ellos, un Mercenario traidor a su Patria y quien había estado con los Ivanisevic en el Pasado fue caminando hacia allí.

- Abran las puertas.- Ordenó y los Soldados apostados en ese punto corrieron los cerrojos, emergiendo hacia el exterior, caminando despacio, lento pero empuñando un machete sumamente afilado que traía consigo.

Se detuvo, sus ojos se quedaron viendo al rival que tenía delante suyo. Por un momento, él no creyó ver al mismo joven al que le había matado a su familia en 1996, sino a una persona totalmente diferente. Lo estudió unos momentos y de ahí sonrió burlonamente en su rostro. El viento gélido del Norte, proveniente del Ártico, las Montañas y Canadá se hicieron sentir, moviendo las banderas de ambos países y mientras que iba sacando el machete, le apuntó con ello al pecho, sin moverse de su posición.

- Te recuerdo...Aunque resultas diferente al mocoso que vio morir a toda su familia en 1996...¿Acaso te caíste en un tanque de radiación?.- Preguntó con burla pero Alexander no le prestó atención.- 

- Veo que tienes buena memoria.- Le "felicitó" el Bosnio.- Pero no la suficiente como para olvidarme.

- ¿Acaso crees que no?. Te recuerdo a la perfección: Eres aquel que los míos han apodado el "Demonio del Danubio".- Dio a conocer ese "Título" o "Apodo de Guerra" que traía consigo.- Por donde pasas no dejas más que cadáveres con expresiones de terror, angustia y desesperación junto a la destrucción.

- Estás en lo correcto pero no he venido hasta aquí para hablar sobre mí. Eso sería muy aburrido.- Dijo y fue desenvainando a "Joyosa".- Tú eres el siguiente en la "Lista", alguien que debe morir pero no de una forma lenta.- Prometió, cosa que lo iba a cumplir.

- ¡Jajajajaja! ¡Hablas como un niño perdido!.- Se río "Brad".- ¡Un "niño" que mató a toda mi familia!.- Le espetó con furia y apretando los dientes.- ¡Un hijo de puta que mató a mi amiga "Mist", la empalaste como a tantos otros colegas míos en las Costas Celto-Normandas!.- Al cambiar su modo burlón pasó a uno cargado de ira, deseando tomar la cabeza del Bosnio en sus manos.- Una lástima que no pude violarme a la puta de tu hermana mayor pero el Comandante hizo bien en matarla.

El peli blanco-plateado apretó las manos sobre la empuñadura, sosteniéndola con fuerza y levantándola.

- Mi madre era una de las mejores, además de ser "Princesa Imperial"; ella salvaba vidas, de las cuales ustedes se la quitaron. La mataron junto a mi padre, ahorcándolos como si fueran unos reos. Derramaron la Sangre Milenaria de los Ivanisevic pero se olvidaron de mí, ¡yo soy aquel que sobrevivió!.- Juró y asió la espada con fuerza, mientras que el viento gélido aumentaba su velocidad.

- ¡Acabaré con tus sueños imperiales de una buena vez!.- Juró Mijaíl "Brad" Karkarov, corriendo hacia él, trazando un arco y Alexander se defendía, impidiendo el golpe del machete.- ¡Y en cuanto te mate, voy a violarme a tu "Hermana Mayor", a esa china que te acompaña y a tu novia!.- Prometió, sintiendo el peli blanco-plateado el aliento y el odio del rival, llevando a que ambos colisionaran con las armas.

Espada y machete emitían chispas y chirridos. Desde el "Puente" y la ruta que daba al mismo, ambos Ejércitos esperaban el resultado final de aquella lucha. 

"Brad" era letal, se movía con una agilidad nunca antes vista. Llegó a evitar un arco horizontal, el cual, casi, lo decapitaba, quedando la espada aferrada a una de las columnas, por lo que aprovechó para atacarlo por la espalda. Alexander reaccionó y le dio una patada contra el estómago, sacándole el aire del mismo pero éste se mantenía en pie.

Recuperó a "Joyosa" y le hizo una seña a Bucéfalo II para que se alejara del combate. El poderoso equino purasangre salió de allí, siendo protegido por su jinete, mientras que el ruso traidor se lanzaba contra él, nuevamente. 

- ¡AHHHHH!.- Oyó el grito del ruso traidor, quien golpeó la posición del Bosnio y éste se protegía, golpeándolo contra el pecho y luego le dirigió un puñetazo con su mano derecha contra la cara.

- ¡Eso es por mi madre y mi padre!.- Exclamó pero eso hizo enfurecer a Mijaíl. Éste dirigió un arco descendiente, provocando una herida en la mejilla de Alexander, quien se tanteó la sangre y sonrió ante el adversario.

- ¡¿De qué te ríes?! ¡¿Qué te da gracia?!.- Preguntó el rival.

- Pobre imbécil y traidor a su Patria: La Sangre Ivanisevic es eterna.- Le respondió Alexander a su pregunta, mientras que cargaban en una feroz contienda.

- ¿En serio?.- Quiso "saber" el pelirrojo, mientras volvían a la carga.- Lo dice alguien que ha matado a incontables Norteamericanos y a sus familias, que arrasaste países enteros, conquistaste Europa ¡¿y ahora quieres este lugar?!.- 

- Es el "Nuevo Milenio Eterno Imperial" y en este no hay espacio para basuras como tú, Mist, Vector ni Jack Venom Jones. Todos ustedes ya tienen su lugar reservado en el Inframundo pero contigo, Mijaíl "Brad" Karkarov, ¡contigo disfrutaré viéndote morir!.- Al decir aquello, trazó un arco contra el pelirrojo. Éste, por escasos centímetros, lo evadió pero el contacto con el metal afilado llegó a causarle una herida en desde el hombro. 

- ¡Ahora sí date por muerto, hijo de re mil puta!.- "Brad" volvió a la carga. Alexander estaba decidido en ponerle punto final a ese maldito, por lo que, aprovechando el momento en el que buscaba un punto débil, algún sitio donde atacarlo, éste se preparó.- ¡POR "LOS CUERVOS ERRANTES"!.- Gritó a todo pulmón, sus fuerzas lo contemplaban, eran como Aquiles y Héctor de Troya, aunque, en este caso, Alexander era el segundo personaje. 

https://youtu.be/yEtziM3PoEI

"Brad" golpeaba con todo pero, al momento de utilizar toda su fuerza, el joven peli blanco-plateado evadió el ataque y de ahí dirigió una estocada contra el abdomen del rival. Éste sintió el frío, gélido contacto del metal contra su cuerpo. El aire se le escapó, ahogó un grito de dolor y de ahí, poniéndose pálido, dejó caer el machete de "Mist" contra el piso. El Bosnio lo miraba con rabia en sus ojos, no lo iba a matar de un golpe, quería verlo sufrir, que le implorara una muerte rápida para acabar con su sufrimiento pero no se la daría. 

Fue entonces que, hundiendo más a fondo la espada dentro del cuerpo del ruso traidor, la sangre comenzó a manar a borbotones hasta empapar el pavimento del Puente. Los efectivos que estaban allí cayeron en pánico, muchos comenzaron a huir, otros intentaban, sin éxito, rescatar al pelirrojo de las garras de su enemigo pero cayeron ante las tropas del Bosnio, las cuales asaltaron el "Puente Memorial Woodrow Wilson", incendiando, matando, destruyendo, quemado e izando sus Símbolos Imperiales pero ¿y Mijaíl? ¿Qué le deparaba?. Éste, sintiendo la respiración que se le iba agotando, miró a Alexander a los ojos: El viento movía sus cabellos bajo la gorra de plato Oficial y la gabardina "Trench Coat". Estaba petrificado pero cuando iba a dejarse vencer por la falta de fuerzas, dos Soldados de la "Spetsnaz" de Rusia lo agarraron y arrastraron por el lugar, no sin antes pasearlo delante de las tropas, quienes le abuchearon, escupieron, patearon y tiraron piedras hasta que lo llevaron hacia los Bosques, atando sus manos entre dos gruesas y poderosas ramas de árbol, mientras que la sangre suya contra el piso.

La Dra. Moira O'Deorain le puso una mano encima, el ruso traidor sintió las largas y afiladas uñas de la pelirroja de Irlanda, su mirada desprovista de emociones y frialdad pura en su cuerpo y alma, así como también las mismas se enterraban en su piel como las garras de un ave de presa. Tembló pero se contuvo, no podía verse como un cobarde frente al enemigo. Pronto, una sonrisa se dibujo en el rostro de la médica y científica.

- Tuviste "suerte", porque el "Príncipe Imperial" aún no te ha matado, sin embargo será mejor que vayas haciendo las paces con Dios.- Sentenció ella, dejándolo solo hasta que un grupo de Soldados Nórdicos y Eslavos formaron filas, llevando sus armas, espadas y Hachas Vikingas, mientras que Alexander iba hacia ellos. Los Oficiales y Comandantes saludaron desde la manera Vikinga hasta la Romana con el "Ave César". "Brad" lo tuvo cerca, el temido "Demonio del Danubio", aquel que había sobrevivido y que había jurado verlo morir, disfrutar de su agonía. 

Se detuvo, un Soldado trajo una caja de madera bien pulida y brillante con un Águila grabada en su Centro, mientras que los broches para abrirla eran doradas. Dentro, sobre un fondo escarlata, yacían dos Dagas del mismo color citado más arriba, por lo que Alexander las tomó y miró por un segundo, teniendo esas visiones del Pasado: De una Ancestro suyo, de largos cabellos castaño oscuros, ojos rojos, vestido negro, zapatos con Stiletto y de gran belleza, proveniente de Grecia y quien había "hechizado" a otro de sus Antepasados, llevando a que se casaran y vivieran grandes aventuras junto a los demás miembros de la Familia Ivanisevic y las generaciones que vendrían.

https://youtu.be/QUrqmx18Ctc

- Estas Dagas pertenecieron a la "Princesa Imperial" Helena Gradivechenko de Grecia. Una mujer letal, una que fue el terror del Gobierno Stalinista. Una verdadera mujer nacida de un linaje de valientes que lucharon hombro con hombro durante la "Guerra Civil Griega" contra los Comunistas y la OTAN para salvar a la Monarquía. ¿Sabes cómo era conocida?.- Al lanzar esa pregunta, acercó una de las Dagas al rostro de "Brad", poniendo una de ellas y su filo bajo uno de sus ojos, bajando lentamente pero sin provocarle una herida, aunque saboreando su miedo.- La llamaban la "Princesa de las Dagas Escarlata", una guerrera de verdad y quien escogió de marido a Ditar Ivanisevic, Conde y primo de Oleksandr, el mismo que ustedes y sus malditos Aliados profanaron su monumento a su honor.- Sentenció, hizo danzar las Dagas en el aire y luego las volvió a sostener en las manos. Miró al ruso traidor colgado.- Sáquenlo de allí y traigan las estacas.- Ordenó el Bosnio y obedecieron.

- ¡¿Qué vas a hacer conmigo?! ¡Cuando lleguen mis colegas, date por muerto!.- Le amenazó el pelirrojo pero se ganó una bofetada de parte de uno de los Soldados Nórdicos. Uno que medía casi 2 metros y cabellos rubios que le caían largos junto a una barba frondosa.-

- ¡Vuélvele a hablar así y te arranco la lengua para dársela a los Lobos, por Odín!.- Amenazó el efectivo, mostrando su Hacha de guerra.

Se lo llevaron arrastrando por el piso, bajo las espadas y rifles de asalto, mientras que, en el Centro de los Bosques, con las dos estacas colocadas, Alexander ordenó clavar a "Brad", utilizando martillos y clavos. Con cada golpe del mismo, más se hundían en la carne, haciéndole gritar, una delicia para el peli blanco-plateado, mientras que se acercaba hacia él. Pronto, cuando terminó de ser estaqueado y lo subieron con unas sogas para que quedara cara a cara con el Bosnio.

- No tuve la oportunidad de despedirme de mi familia, ni de mi Natasha. La quise tanto desde el primer día en el que me sostuvo en sus brazos cuando era un bebe, viendo sus ojos hasta el día en el que tu maldito Comandante se los cerró de un disparo. No pude realizar las exequias por ellos, lavar el cuerpo de mi querida hermana, poner dos Monedas para que el Espectro y Barquero Caronte de Aqueronte los pudiera llevar hacia los Campos Elíseos y al Valhalla.- Le decía el joven con bronca en sus ojos, agarrándolo del cuello al, ahora, debilitado traidor.- ¡No pude dedicarles una canción ni un poema en su memoria! ¡Solo tengo cenizas y un profundo Odio en mi corazón! ¡Odio que se ha convertido en el Veneno que los exterminará a todos ustedes! ¡Los Cuervos llaman, los Dioses y los Ancestros ya han dado su veredicto final contra ti!.- Juró, alzó las Dagas y con ello le dirigió una última mirada al rival.

- ¡Púdrete, ojala Jack te encuentre y te mate! ¡¿Crees que me arrodillaría y pediría perdón?! ¡¿Crees que sería capaz?! ¡Todos los Eslavos son iguales, se venden a cualquier postor y tú eres un falsario!.- Bramó "Brad", gritando, casi lanzando espuma por la boca, intentando zafarse y resistiendo al dolor que los clavos le habían hecho en su piel y carne.- ¡Tú Familia fue tan necia, tan estúpida en creerme a mí pero yo siempre trabajé para Jack, siempre, incluso él quien orquestó los primeros asesinatos! ¡Rodney, Oleg, Mitar, sus familias, hijos, los Sharp, los Aquila, todas las "Casas Dinásticas"! ¡Incluso me mandó a matar a una familia que vivía en Royal Woods, una prima lejana tuya llamada Sam Sharp, quienes se me habían fugado hasta que les di caza en el 2003!.- Al decir aquello, el joven contuvo el aire en sus pulmones y de ahí vio el rostro sonriente de "Brad".- Ohhh, ¿qué pasa? ¿Te acostabas con ella?.

- Nunca la conocí y también...los mataste.- El joven apretó los puños alrededor de las Dagas, mientras que el otro se mostraba triunfante, sonriente a pesar de todo.

- Ohhh, ¿te quedaste sorprendido?. Debiste haber sus rostros cuando entramos a su casa y los matamos. Los últimos de la Familia Sharp en morir bajo nuestras armas. También Jack fue la mente detrás de la muerte de los Ginovaeff en Rusia en 1995.- Siguió soltando más información.- Una lástima, porque dijeron que hay un superviviente. No importa, tarde o temprano él caerá.- Dio su palabra, riéndose sin parar, burlándose y disfrutando de lo que había hecho a lo largo de todos esos años, sin embargo, en un momento dado, Alexander fue hasta un vivaque, dejó las puntas de las Dagas sobre el fuego y cuando se volvieron brillantes, éste fue hasta "Brad", el cual dejó de reírse de éste.

- Ustedes son el Cáncer de la Humanidad. Se nota que nunca aprendieron nada de lo que les dejaron los "Padres Fundadores", Lincoln, el General Washington. Solo pensaron en expandirse y nada más que eso. Pero eso se termina aquí mismo.- Sentenció y caminó hacia atrás.- Ahora soy yo quien toma la Justicia.

- ¿Qué me harás? ¿Me dejarás morir aquí?. Me van a rescatar y en cuanto a tu "Hermana Mayor", sí, te estoy hablando a ti, china tetona. Voy a gozar con tus gritos mientras te viole, lo mismo a tu novia británica, Alexander.- Juró, relamiéndose los labios pero ninguna de las dos le tuvo miedo.

- No, no te voy a dar una muerte rápida.- Advirtió el Bosnio y acercó las Dagas.- ¿Alguna vez has oído sobre el "Águila de Sangre"?.- Preguntó y todo rastro de burlas en "Brad" desapareció al escuchar esa interrogante.- Ohh, sí, yo sí la he oído: Era la mejor forma para inspirar miedo cuando alguien mataba a una figura importante dentro de los Vikingos o si un Rey era asesinado. Y eso haré contigo: ¡Te condeno a morir!.- Prometió.- ¡Sujétenlo bien!.- Exclamó y los Soldados Nórdicos agarraron las cuerdas que mantenían atado al ruso traidor.

- ¡NO, ESPERA! ¡ESPERA! ¡PODEMOS ARREGLARLO, TE LO SUPLICO! ¡DÉJAME VIVIR!.- Rogaba por su perdón pero Alexander se le inclinó hasta quedar frente a su rostro.

- ¿Disfrutaste mucho con violar a mi madre, matar a mi padrino y a toda su familia, amenazar a mi "Hermana Mayor" y a mi novia?. Ahora, lo último que verás, será mi rostro antes de morir.- Juró y con ello alzó las dos Dagas, enterrándolas en la espalda del pelirrojo. 

Éste sintió un dolor atroz, uno que jamás había experimentado y que le separaba la carne de los huesos. Cada centímetros por el que bajaban ambas Dagas le hacían sentir que su propia alma era rasgada, sus gritos resonaron por todos los Bosques, siendo oído por las tropas de Alexander, quienes mantenían el silencio más absoluto.

La sangre fue manchando el suelo, caía a borbotones, formaba espesos charcos sobre el suelo. Lo que quedó fue un enorme surco vertical sobre su espalda junto a un pálido "Brad", quien no podía girarse mucho por el dolor que padecía.

- ¡¿Qué pasó?! ¡¿Ya no te sientes tan "Hombre" como para amenazarme?!.- Preguntó el joven de cabello blanco-plateado.

- Espera...Espera.- Pidió, deteniendo al otro.

- Muy tarde para hablar. Demasiado tarde para las disculpas. Aquí las palabras mueren. ¡Aquí no hay paz, solo guerra!.- Respondió el Bosnio y con sus manos, metiéndolas dentro de la herida en su espalda, fue separándola, oyéndose el crujir de los huesos, más sangre que se derramaba contra el piso y con ello la apertura hacia lo que él buscaba. 

Dentro pudo ver los pulmones, el Sistema Respiratorio de Mijaíl "Brad" Karkarov. No sintió asco, metió las manos y comenzó a extraerlos de allí, a sacarlos mientras que el cautivo gritaba sin parar, sintiendo que su vida, tal y como la conocía, estaba llegando a su fin.

- Mándale saludos a todos los Karkarov ¡pero en el Tártaro! ¡El Señor Hades te juzgará!.- Finalizó Alexander y tras sacar los pulmones del pelirrojo, éste murió de la peor forma.

Cuando dejó de gritar, cuando la sangre suya dejó de caer y empapar el suelo y en especial al tener sus pulmones fuera de la caja toráxica, pareciendo unas "Alas" de color crema junto a la piel abierta, lo dejaron allí hasta que lo colgaron de un árbol junto a una bandera de EEUU tiroteada y empapada de sangre.

Pronto, habiendo terminado aquella venganza, Alexander permaneció allí, un rato hasta que llamó a las tropas para reanudar la marcha.

Jack "Venom" Jones aún vivía pero no por mucho tiempo.

[Si vieron la serie "Vikingos" sabrán la referencia con respecto a la muerte de "Brad". Ésta me la tenía preparada desde hacía un montón y quería modificar la otra que tuvo en "Los Orígenes del Emperador Escarlata". 

Queda el último de "Los Cuervos Errantes" en pie. Washington D.C está bajo la mira de Alexander y con ello el destino de EEUU, así como también de aquellos que combatieron en Royal Woods.

Mando saludos y agradecimientos para MrR199ShakespireErick25 (Vos mismo lo dijiste. La muerte de Trevor también la rediseñé para que una escoria como él pagara caro por lo que hizo. Saludos, amigo), LucasAbad0Eltíorob95ElLinternaVerde2814Fshadowbellatrix y los demás seguidores.

Cuídense, amigos y buen inicio de fin de semana largo de mi parte, Camaradas.].

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