Capítulo V
Noche cerrada, fría y con lluvia sobre las calles de Sarajevo. La Oscuridad cubría las montañas pero las luces de la urbe capitalina cubrían con su manto dorado a las citadas, donde pasaban civiles y vehículos. En medio del silencio que cundía, en las cercanías de la Zona de Seguridad denominada "Constantinopla II", una sombra se abría camino, a toda prisa, para alcanzar las puertas y ponerse a resguardo en su interior.
Se trataba de un hombre de unos 28 años, cabello rubio y bigotes, llevaba el uniforme "Ustacha" junto al Casco Stahlhelm modelo alemán 1939. No llevaba armas pero había sido condecorado con una "Cruz de Hierro de Segunda Clase" y la "Medalla de Lucha Anti-Partisana", la cual representaba una Espada con la Esvástica en su mango atravesando a una Serpiente. Corría sin cesar, empapándose bajo la lluvia, mientras que escenas y recuerdos del horror vivido en las filas de aquella organización lo colmaban hasta ponerlo contra las cuerdas y el borde de la sanidad mental.
Desde uno de los lados de aquel sitio seguro, unos Soldados Bosnios vigilaban y cuando lo vieron llegar, le apuntaron con sus armas.
- ¡No disparen, por favor! ¡Asilo, necesito asilo!.- Rogó éste.
- ¿Está armado?.- Se oyó la voz del Capitán a cargo de la Guardia.
- No, no lo estoy. Me llamo Mirel, soy un ex-"Ustacha", acabo de desertar.- Pidió éste y sin dar muchos rodeados, abrieron las puertas. Dos Soldados lo tomaron por los hombros y lo condujeron al interior del refugio, mientras que el Capitán a cargo llamaba al matrimonio Ivanisevic que se hallaba allí.
Nikolay y su esposa llegaron hasta allí, encontrándose con el hombre sentado en una silla, teniendo una toalla sobre su cabeza, secándose las gotas de lluvia de los cabellos y notaron el uniforme que llevaba consigo.
- Lo encontramos en las puertas. Es un "Ustacha" pero dijo haber desertado del lugar.- Les informó el citado Oficial de la Guardia.
- Hicieron bien. Déjennos hablar con él.- Pidió Nikolay y tras salir, éste y su mujer tomaron asiento .
Quedaron juntos, los tres. El rubio alzó la cabeza y respiró hondo. Los miró de cerca, no parecían peligrosos, aún así, los Ivanisevic tampoco se dejaban engañar por las simplezas de alguien que pedía refugio. Se detuvieron un momento y le ofrecieron algo para comer y beber, cosa que él esperó un rato hasta que pudiera juntar el valor necesario y comunicárselo a ellos.
- ¿Cómo se llama?.- Preguntó Amel, la esposa de Nikolay a éste.
- Mirel.- Respondió el rubio.
- ¿Cómo lograste escapar de los "Ustachas"?.- Añadió ésta una nueva pregunta.
- No querrán saberlo pero...todo lo que hacen...lo que han hecho...Es indescriptible...Ellos...Ellos violaron y mataron a mi novia, delante de mis propios ojos, todo porque me negué en matar a una familia Serbia Ortodoxa. Yo me uní para ganar dinero por mi familia, no para asesinar a personas inocentes. Pavelic está demente y más ahora, con la rendición de Italia y la posterior conformación de un gobierno en el Norte con Mussolini a cargo, llevando a que denuncie los "Tratados de Roma" y anexione territorios junto a otros con población Croata durante el Período de Entreguerras.- Relató esos horrores vividos y al tener el recuerdo de su novia siendo asesinada, Mirel rompió en llanto, llevando a que Nikolay lo abrazara con fuerza.
- Mirel, escucha, lo que le hicieron a tu novia es horrible y lo mismo a ti. Fuiste alguien que tuvo las agallas para detenerle el carro a Pavelic pero tienes que saber esto: Ya no puedes dejar este refugio, si sales, ellos te matarán a ti y a toda tu familia. Nosotros nos haremos cargo que vengan aquí, ¿sí?.- Le comunicó el "Último Príncipe de la Rusia Imperial" al "Ustacha".
- Por favor, ¿harían eso por mí?. Solo quiero eso, que los saquen de allí, que estén a salvo.- Fue el ruego que hizo el joven rubio, mientras que ellos le daban su palabra de que lo harían sin perder ni un segundo más.
Reunidos con el General Bremmen, el Coronel Mounke y el Sargento Stugart trajeron a la familia de Mirel a "Constantinopla II", aprovechando que los "Ustachas" no pasaban por allí y que, en ese momento, llegaban nuevos refugiados alemanes provenientes del Este, en especial los llamados "Alemanes Orientales" perseguidos por Stalin al considerarlos "Colaboracionistas" del Reich, así como también efectivos que huían del Frente Oriental.
https://youtu.be/K5g6JTBVHqs
Pronto llegaría el Alba, una tierra rodeada de costas y marismas, una noche fría que calaba hondo los huesos pero no para la joven Señorita Johana Grey, proveniente de una Familia Bóer que vivió las trágicas "Guerra Anglo-Boers" de finales del Siglo XIX y principios del XX, siendo sometidos por las autoridades imperiales británicas en Sudáfrica y quedando relegados a ciudadanos de segunda categoría junto a los negros. Su gente había pasado las mil y un penurias, desde hambrunas hasta deportaciones masivas por órdenes expresas en Londres. Ahora, conociendo, desde hacía un buen tiempo la gran labor de los Alemanes y el deseo de revivir la vieja gloria perdida por culpa del enemigo en cuestión, aquella mujer se convirtió en una espía de gran valor para el Tercer Reich.
Vestida con un camisa negra, pantalones del mismo color, de lana y un abrigo que la cubría por completo de la bajas temperaturas y un sombrero que resaltaba su gran belleza, la joven esperó en el "Punto" indicado por sus Camaradas en Berlín.
Pronto, desde el Oeste, divisó un pequeño destello, un avión que pasaba, camuflado, a gran velocidad, sobre las costas y de ahí realizaba un giro vertical, abriéndose las ventanillas y arrojando a dos "bultos" que descendieron en paracaídas. Aquella muchacha sonrío y de ahí fue hasta su casa, en donde fue recibida por el perro que la acompañaba a todas partes. Le pasó la mano por la cabeza, éste emitió un sonido y de ahí, tras recibir el cariño de su dueña, volvió a dormirse. Acto seguido, fue hasta el ático, donde abrió una pequeña "Puerta Falsa" en la pared, extrajo una radio y mandó un mensaje en clave.
- Aquí "Emperatriz" llamando al "Nido": "Albatros" ha llegado. Repito, "Albatros" ha llegado.- Dio aquella información que se transmitió desde Francia hasta Alemania.
- "Recibido, Emperatriz. Cambio".- Respondió el operador de radio en suelo francés.
- El plan continúa al pie de la letra, "Nido". Cambio y fuera.- Concluyó la rubia holandesa, quien apagó el sistema y lo guardó cuidadosamente, evitando no dejar ni una sola huella o algo más fuera de su sitio original.
Mientras que Grey salía de su casa, desde el aire, Liam Devlin y Oleksandr aterrizaban tras ser lanzados desde aquel avión en paracaídas, llegando a la costa, donde tocaron el suelo arenoso de las playas. El viento se hacía sentir, gélido y proveniente del Norte Europeo, mientras que ambos se iba quitando aquel equipo y de ahí oteaban el sitio.
- Uffff, sabía que Inglaterra es fría durante el Otoño y el Invierno pero no tanto.- Alegó Olek, calentándose las manos con unos guantes términos que Karl antes de partir.
- Anímese con esto, Conde, no hay nada de qué quejarse más que cumplir con lo que nos hemos preparado. Ahora...- Le animó Devlin, mientras que se iba sacando un cigarrillo y lo encendía.- Ahora, busquemos a nuestro contacto y con ello pondremos en marcha la operación.
- Así será.- Juró el chico de cabello blanco y de ahí notó una figura que iba saliendo de entre los árboles, las lindes del bosque que separaban a las playas, topándose con una mujer de cabello rubio y atractiva.
Ésta venía con una escopeta al hombro, una clásica y perteneciente a la época de caza con perros. Ésta se acercó y detuvo su marcha, quedando a pocos metros de distancia con ellos.
- "Albatros".- Dijo la mujer con aquel tono.
- "Emperatriz".- Añadió Devlin, dándole la mano y besándola.- Un gusto muy enorme el conocerla.- Yo soy Liam Devlin.
- El gusto es mío y de poder ayudar para derribar al viejo borracho de Churchill.- Señaló la rubia.- Por cierto, ¿él es su compañero?.
- Sí, así es: 4*Conde y Caballero Oleksandr Ivanisevic.- Se presentó el joven albino, haciendo una reverencia y de ahí repetía el mismo procedimiento que realizó Devlin.
- Veo que te trajiste a una persona de gran peso político. Será perfecto para que EEUU y la URSS dejen de molestar.- Comentó la rubia.- Por cierto, mi nombre es Johana Grey. Sean bienvenidos pero no tenemos tiempo para muchas presentaciones, hay que dejar las playas y dirigirnos a los bosques antes de que se den cuenta de nuestra presencia.
- Como usted diga.- Comprendió Olek el mensaje e iniciaron la marcha hacia el exterior.
El camino se transformó en un sendero boscoso, los charcos de lluvia se habían acumulado a ambos lados del mismo, flotando las hojas sobre la superficie, mientras que pasaba, acto seguido, a uno rodeado de pequeñas colinas y campos donde pastaban las vacas y una línea de postes eléctricos recorría la carretera, dando lugar a una casa de arquitectura clásica inglesa, de la campiña con su tradicional chimenea. Cruzaron la tranquera, pasando a la calle principal y de ahí ingresaban en el domicilio.
El exterior estaba decorado por un bello jardín con diversas flores, bien cuidadas y los árboles que rodeaban el sitio daban una cierta protección a la urbe, evitando llevarse los bombardeos alemanes que descargaban sus oleadas sobre Londres y otras grandes ciudades que estaban en la mira de la "Luftwaffe". Johana abrió la puerta con su llave y les invitó a pasar al interior.
- Bueno.- Habló la holandesa con tono tranquilo, cerrando la misma y de ahí los miraba a ambos a la vez.- Díganme: ¿Cuáles son sus papeles?.- Preguntó al respecto.
- El joven que viene conmigo se hará pasar por un Oficial del Ejército Británico de George Cockney, yo, por mi parte, he sido asignado como "Guarda-Parques" de las marismas.- Respondió Devlin con calma, sacándole su gorra de Tweed que llevaba consigo y Oleksandr ya estaba vestido con aquel uniforme de ese país.
- Perfecto. Esperen aquí.- Pidió Johana y fue hasta un pequeño llavero que tenía consigo, en la puerta, donde tomó una llave, entregándosela a Devlin.- Esta llave es del Puesto de Guardia, el último se quedó hasta hace poco, ya que lo llamaron para ir al Frente Italiano.- Contó acerca de aquel sujeto que ocupó dicho puesto.- Tenga.- Le entregó unos "Vales de Guerra".- Esto le permitirá conseguir comida y combustible, ya que todo está regido y administrado por el Ejército para que vaya lo demás a la guerra.- Explicó el contexto en el que se hallaban.- Por último, le entregaré mi escopeta, le vendrá bien. ¿Puede manejarla sin problemas?.- Preguntó sobre el último tema que llevaba consigo.
Devlin agarró el arma y la sujetó sin problema consigo.
- Todo en orden. No hay ningún inconveniente en que pueda emplearla sin disturbios.- Alegó éste con tranquilidad.
- Bien, ahora escuchen esto: Yo formo parte de la "Sociedad de Damas Voluntarias", una organización sin lucro que se reúne en el Centro del pueblo para ayudar con las donaciones que se envían al frente de batalla. Los Viernes son los días en los que no encuentro disponible y lo mismo los Domingos, por lo que deberán ir con cuidado aquí. Según tengo entendido, han ordenado minar las playas del Oeste de Studley Constable.- Contó la muchacha, señalando el camino en uno de los mapas.
- Eso nos traerá problemas para la operación.- Alegó Olek, aunque, en el fondo, deseó no haber dicho eso por cierta disconformidad.-
- Tranquilo, amigo, iremos a verlo más a fondo.- Le tranquilizó Devlin.- Con su permiso, Señorita Gray.- Se despidió el Irlandés, tomando su gorra de Tweed, mientras que ella se acordaba de algo más.-
- Esperen.- Pidió y los llevó afuera.- Tenga, Señor Devlin. Utilice esta motocicleta para moverse sin problemas por el pueblo.- Señaló el medio de transporte que tenía un asiento para el acompañante. Olek tomó asiento.- Caballeros, les deseo muy buena suerte. Si ocurre algo, ya saben qué hacer al respecto.
- No tiene nada de qué temer, Señorita Gray.- Dijo Olek.- Esto será tan sencillo que ni Londres sabrá lo que se avecina.- Prometió el joven, dándole la mano y luego se la besaba.
- Este chico vale mucho. Espero que ambos se cuiden y cuando llegue "El Águila", estaré pendiente, lista para entrar en acción con ustedes.- Juró la rubia, mientras que volvía a su hogar, tomando aquel papel de campesina tranquila pero con su secreto bajo llave.
Pronto, Devlin encendió el motor de la motocicleta y de ahí fue moviéndose por el camino principal hacia el Norte.
- Oye, ¿vamos a tomar algo?. Debes de tener hambre.- Apuntó Liam, ya que el Sol ya estaba llegando a lo alto y con ello venía un día frío pero normal de Noviembre.
- Ni aunque fuera un niño que protesta.- Se río Olek pero sintió que su estómago gruñía.- Hijo de puta, qué traidor que es.- Apuntó y eso llevó a que Devlin lanzara una carcajada. Acto seguido, puso una mano en su hombro.
- Tranquilo, ven. Yo también tengo hambre.- Sostuvo el Irlandés y de ahí se metieron en el pueblo de Studley Constable.
Aquella pequeña urbe tenía un aire de inicios del Siglo XIX con tonos Medievales por la arquitectura de las casas y edificios. Pasaron por el edificio del correo, la Central de telégrafos, el Molino y por último tuvieron el bar que se encontraba en el Centro mismo. Liam detuvo la moto, bajó y de ahí se sumó Olek, avanzando hacia la puerta.
Al abrirse, el aire frío penetró el cálido interior del bar. Los parroquianos, aquellos que trabajaban en el pueblo de Studley Constable, miraron hacia los recién llegados. El dueño del local estaba terminando de guardar unas copas vacías cuando los vio llegar. Notó al Irlandés y al muchacho albino que le acompañaba.
- Mesa para dos, por favor.- Pidió Devlin, utilizando su mejor acento británico. El dueño, un hombre mayor, les señaló una que estaba libre cerca de las ventanas, por lo que tomaron asiento.
- Caballeros, ¿desean comer algo?.- Se acercó una joven castaña, muy bonita y que llamó la atención de Liam.
- Claro, Señorita.- Respondió éste con tono encantador.- Yo quisiera unos sándwich y un café. ¿Y tú, mi amigo?.
- Roast Beff con papas, por favor.- Fue lo que ordenó el muchacho tras ver la carta, empleando un acento británico que cautivó hasta al mismo Devlin.
La chica sonrió, tras anotarlo y partió para llevar las órdenes hasta la cocina. El Irlandés pelirrojo se acercó hasta el rostro de Oleksandr para hablarle.
- Me dejaste sin palabras. ¿Cómo es que no lo hiciste antes cuando te presentaste ante Johana?.- Preguntó con un hilillo de voz.
- En mi familia, Señor Devlin, tenemos una tradición: Siempre presentarte con un paso a la vez, no de sorpresa. Además, una rama de ella se ha casado con Príncipes y Princesas inglesas a lo largo del Siglo XIX, así que tenemos, además de sangre griega, romana, bizantina, eslava, sino también británica.- Apuntó Olek, mientras que probaba el maní de ese país.- Hmmm, un poco salado pero está bien. Al punto.- Argumentó éste, llevando a que su amigo le palmeara la espalda.
- De ser así, te tendría que mandar allí y listo.- Susurró, siempre manteniendo la confidencialidad pero aquella risa llegó hasta la mesa de un hombre joven, castaño tirando a pelirrojo, algo gordo, vestía un buzo celeste, tipo marinero y pantalones negros con zapatos oscuros. Éste tenía una pinta de cerveza a su lado y le dio un trago bastante profundo.
Pronto, la muchacha que los atendió llegó con dos platos para ellos junto al café de Devlin pero, al momento de llegar, ésta casi tropezó por lo que el Irlandés la sostuvo a tiempo, haciendo equilibrio para que no se cayeran los pedidos.
- Oh, lo siento mucho. Perdón, es que...- Se disculpó pero el pelirrojo, amable y educado como era, le puso un dedo en los labios con suavidad.
- Tranquilidad, no pidas perdón todo el tiempo. Fue un error, todo lo cometemos.- Le tranquilizó.- Déjame ayudarte. Oye, George, ¿me das una mano?.- Llamó a Olek por su "nombre en clave" y éste se puso de pie.
- Es usted muy amable. Me llamo Molly Prior, trabajo aquí y también en el campo. Este, digamos que es un pequeño empleo temporaria.- Se presentó, dulce, delicada pero segura de sí misma.
- Veo que estamos en temporada alta de trabajos.- Bromeó el Irlandés.- Mi nombres Liam, Liam Devlin para servirle y él es mi amigo, el Capitán George Cockney- El joven albino se quitó su gorra de plato Oficial.- Justo he sido nombrado nuevo Guarda-Parques de las Marismas, así que puedes venir a visitarme cuando quieras, no hay problema si tienes la agenda ocupada, yo sí la tengo.- Apuntó, con un tono cómico, mientras que la chica lo oía pero, en aquel momento de contacto, ésta debió volver a su puesto, por lo que se alejó unos metros y fue hasta donde se encontraba el tabernero.
- ¿Qué estás haciendo, Liam?. No puedes congeniar con ellos.- Le murmuró Olek por lo bajo.
- Tú tranquilo, lo tengo todo controlado. Además, somos desconocidos aquí.- Tranquilizó el joven pelirrojo de Irlanda, mientras que se fumaba un cigarrillo pero entre todo lo ocurrido, lo de Molly fue la gota que colmó el vaso, por lo que aquel muchacho castaño-pelirrojo se puso de pie.
- Hasta aquí llega el olor a ratas de campo provenientes de Irlanda y también de este jovencito. ¿Qué pasa?.- Preguntó aquel hombre, borracho, tanteando a Olek y señalando con el dedo a Liam.
- ¿Disculpe?.- Quiso saber el albino.
- Lo que oíste: Estás lejos de casa, niño.- Le espetó éste.
- ¡Arthur, si armas un nuevo pleito en mi taberna te corro a patadas en el culo y no vuelves a entrar!.- Amenazó el dueño del bar al joven pendenciero.
- Tranquilo, viejo.- Respondió el ebrio, volviendo la mirada a Olek y Devlin.- ¿Y tú qué me ves, Irlandés? ¿Eres su novio? ¿La pareja de este fenómeno? ¿Qué pasa?. Se ve que mami y papi no tenían mucho color para "pintarte". Mírate, pareces una lechuza.- Apuntó y tiró la gorra de Olek contra el piso, agarrándolo de los cabellos y riéndose, sintiendo éste la pestilencia en alcohol que había en su aliento.- ¿Qué pasa, lechucita? ¿Qué pasa?. ¡Vamos, responde, hijo de puta!.- Exclamó, harto, al final, por lo que terminó por despertar la ira del 4*Conde y Caballero de los Ivanisevic.
https://youtu.be/xRGrfurZaNQ
- Caballero, con el debido respeto, al que está burlándose es a un Oficial del Ejército Británico, no te deberías meter.- Le advirtió Devlin, listo para defender a su amigo pero Olek respiró hondo, se quitó los guantes, tomó la gorra caída al piso y los dejó sobre la mesa.
- Ustedes, los de allí.- Les habló el albino a unos parroquianos que bebían cerveza y jugaban a las cartas.- Corran sus mesas hasta la pared de aquí.- Pidió y éstos obedecieron, dejando un espacio lo bastante grande como para no causar daños a la propiedad.
- Jajajajajaja, la Lechuza va a pelear contra mí. Estás demasiado flaco como para luchar.- Se burló Arthur Seymour, agitando los puños en el aire.
- George...- Le llamó Liam pero el albino ya había tomado su decisión.
- ¿Va a pelear tu novio a favor tuyo?.- Preguntó el bravucón, llevando a que Olek tomara carrera y embistiera con una gran fuerza a Arthur, tirándolo hacia atrás, igual que un toro enfurecido contra el que lo estaba molestando.
El impacto dejó al rival algo atontado pero se mantuvo en pie. Agitó su cabeza, dirigió un puñetazo derecho contra Olek, quien lo recibió, quedando algo mareado pero no dio su brazo a torcer. Inmediatamente, el chico, tanteando sus labios, sintió que estaban sangrando, por lo que volvió a la carga, atacando a Arthur a puño limpio. El primer golpe le dio, justo, en los bajos pero eso no pareció afectarlo del todo. El segundo y más "letal" fue contra el estómago, sacándole todo el aire y quedando tirado contra el piso.
- ¡No tolero a ningún infeliz que se burle de mi familia y del color de mi cabello! ¡¿Acaso te parece gracioso reírte del albinismo de la gente, infeliz?! ¡Encima diciendo groserías contra mi madre! ¡¿Acaso también pensabas en decir algo contra mi novia que me espera en casa?!.- Bramó Olek, caminando hasta donde se encontraba el, ahora, derribado Arthur Seymour, quien se agarraba el estómago y las pelotas por el doble golpe sufrido.
- No...¡Yo jamás diría algo así!.- Exclamó pero el albino lo volvió a patear en el estómago, poniendo su bota del pie derecho sobre la cabeza.
- ¡Pues me parece que sí, maldito!.- Respondió el albino pero al darse la vuelta, el rival volvió a la carga, sin embargo, el joven fue más rápido y logró contener a aquella "mole", dirigiéndole un nuevo puñetazo y una patada al estómago.
Acto seguido y para asombro de los parroquianos, Molly, Devlin y el tabernero, Olek agarró a Arthur del cuello de su buzo y lo tiró a la calle.
- Y la próxima vez que me vuelvas a llamar "Lechuza", faltándole el respeto a ese hermoso animal, te arranco los huevos con mis propias manos, infeliz.- Le advirtió, lanzándole un escupitajo y volviendo al interior del local.-
Se sentó en la mesa que compartía con Devlin y le dio un sorbo a la pinta de cerveza que se había pedido, teniendo la mirada impresionada de aquel Irlandés encima suyo.
- ¿Cómo...?. Olvídalo: Fue increíble lo que hiciste.- Le felicitó el pelirrojo.
- Se lo tenía merecido.- Respondió Olek, aún con bronca, mientras que cortaba un bocado del Roaf Beff que se había pedido, llevándose un pedazo a la boca y luego lo tragaba tras masticarlo.
- Oye, una pregunta curiosa: ¿Por qué odias que te digan así?.- Inquirió Devlin con interés.
- Cuando cumplí los 5 años, me diagnosticaron albinismo. Todos en mi familia fueron rubios, castaños y peli negros. Hubo algunos pelirrojos pero, desgraciadamente, conmigo, al ser rubio al inicio, lo perdí cuando tuve esto. A pesar de mi posición como 4*Conde y Caballero más tarde, fui blanco de burlas en la escuela. Un día, uno de los que me molestaban me llamó "Lechuza", burlándose de mí y más porque amo a esa ave debido a la Diosa Athena. Terminó por sacarme de las "vías" y le rompió la boca a puñetazos. Lo mandé a la Enfermería. Desde ese día tengo esa reacción de que, cuando me provocan, ataco como si fuera un León enfurecido.- Le contó aquella historia, mientras que el día iba pasando y con ello llegaba la tarde.
A su vez, con Liam y Olek en Studley Constable, infiltrados y con el primer paso de la "Operación Albatros", revisar las playas de que fueran seguras junto al pueblo para establecer un Cuartel General secreto, así como también marcar una "Zona de Aterrizaje" para los Comandos dirigidos por el Coronel Steiner, en Holanda se habían trasladado para iniciar la siguiente fase del plan.
[Olek y Devlin ya han llegado a Studley Constable pero los conflictos nunca desaparecen. Los personajes que ven aquí, sobre todo Liam Devlin, el Coronel Steiner, el Capitán Hans, Molly, Arthur, Johana Grey pertenecen a los libros "El Águila ha llegado" y "El Águila emprende el vuelo" de Jack Higgins, fallecido en Abril del 2022 (QEPD, Maestro).
¿Cómo seguirá todo?. Ya han visto, también, a los Ivanisevic y a aquel "Ustacha" arrepentido, Mirel. ¿Cumplirán con la "Operación Albatros"?. Todo esto y mucho más lo verán en el capítulo que viene.
Espero que les guste. Mando saludos y agradecimientos para:
shadowbellatrix: ¡Feliz cumpleaños, amigo!.
Y los demás seguidores. Cuídense y buen comienzo de día Miércoles de mi parte, Camaradas.].
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