Capítulo IX:

Una coronación, una declaración de guerra por parte de Piotr y su gente. El nuevo Zar, Alejandro II, había asumido en medio de un clima político y social tenso por el surgimiento de las ideas del Movimiento Obrero, los Anarquistas, quienes tenía un Ala muy radicalizada y que proponía la destrucción del Estado mediante la violencia y el uso de atentados terroristas para imponerse en el poder. El Socialismo y el Comunismo eran más jóvenes, mostraban sus posturas contrarias al Anarquismo y su deseo de que el poder fuera para los Soviets, el pueblo, sin embargo, la conformación de los "Escuadrones de Defensa" y la "Guardia Imperial Personal", por parte e integrada por la Familia Ivanisevic, había sido la gota que colmó el vaso. Aquellos jóvenes intelectuales, militares y obreros que se sentían marginados por un Estado manejado por los poderes del Capitalismo opresor y que le sacaba beneficios a los trabajadores, habían tomado la bandera de batalla y declarado la guerra contra ellos. 

Y poco tiempo después de que naciera Anatoly Ivanisevic, éste ingresó en el "Escuadrón de Defensa Alfa", convirtiéndose en su Comandante y de ahí empezaría una carrera hacia el éxito, así como también el granjearse los odios y amores de diversas personas que lo tenían cerca.

Montado en su caballo blanco como la nieve, el joven recorría el Danubio en busca de prófugos Anarquistas, los cuales se habían instalado allí. Al poco tiempo de que él asumiera el mando de la Defensa de los Zares, se llevó a cabo un operativo que terminó con la vida de Piotr y muchos de sus colegas. Unos cuantos fueron capturados y sentenciados al fusilamiento por traición a la Patria y otros terminaron tras las rejas, quedándose allí, para siempre. Sin embargo, un nutrido grupo de seguidores, dirigidos por Constantino Barkachov, fiel seguidor de las ideas Anarquistas, consiguió eludir el cerco junto a los suyos y ahora llevaban a cabo su guerra desde los bosques de Siberia, lanzando ataques y proclamas para instigar a la población para que se alzara contra los Zares para cumplir con la meta Anarquista de vivir sin un Estado.

El clima político en Europa tampoco era el mejor: La "Confederación Germánica" e Italia estaban en una carrera por reunificar sus territorios. En el segundo caso había estallado la guerra, dirigidos por Garibaldi y en el primero iba cobrando forma y poder la figura de Otto Von Bismarck, cuyas políticas tenían como objetivo dicha meta. A su vez, en Rusia, los últimos intentos de asesinato contra el Zar Alejandro II habían fracasado pero Constantino no se iba a quedar de brazos cruzados. Sabiendo de que le quedaba poco tiempo, que sus enemigos ya estarían a las puertas de su Cuartel General y temiendo de una posible traición, el hombre decidió encargar la última misión a sus seguidores de que se ocultaran, permanecieran en las sombras hasta que el plan se llevara a cabo. 

Aquel día, los bosques de Siberia se convirtieron en un auténtico baño de sangre. Las tropas rusas y las milicias atacaron a los revolucionarios en todos los frentes, destruyendo sus posiciones, capturando un buen número de prisioneros y también de propaganda como máquinas para imprimir sus periódicos, pancartas y folletos. A pesar de la férrea resistencia que impusieron, desde las llamas, saliendo por uno de los vados del Danubio, pudieron divisar la figura de aquel joven que todos ellos temían y conocían. Marchaba como si fuera uno de los "Jinetes del Apocalipsis", espada en mano y con su caballo a todo galope, eliminando aquel que se interpusiera en su camino. 

Un arco tras otro, el muchacho se iba abriendo camino hasta que alcanzó el edificio donde se resguardaba Constantino. Un cañonazo impactó contra la fachada e ingresó allí mismo, matando a todos los que se metieran en su camino. A su vez, el revolucionario podía oír los gritos de sus Camaradas que caían como moscas y de cómo éste iba subiendo las escaleras hasta llegar a su Estudio Privado. 

Un Revólver Colt se hallaba al lado de Constantino. Éste lo miró. Tanta vida por delante que se vería truncada por una bala, el dulce beso de la Muerte que se acercaba hacia él y lo único que podía esperar era el éxito en la operación. Oyó los pasos de su adversario, el tan temido Villano que llamaba a su puerta, Hades que venía para juzgarlo y de ahí vinieron las patadas.

Una tras otra que desajustaron los goznes de la misma, fueron cediendo hasta que terminaron cayendo contra el piso y de ahí lo vio: Alto, rubio y con aquel uniforme imperial negro a su lado, el sable que goteaba sangre y esa mirada fría que lo tenía en la mira, igual que un ave rapaz sobre su presa.

- Finalmente has llegado, Anatoly Ivanisevic. Te tengo que felicitar. Aún siendo mi enemigo, he mantenido un profundo respeto hacia ustedes. Nunca demostré ni tuve deseos de verlos muertos, es más, hasta siento que ustedes son mis Héroes...Pero...Aún así, es una lástima que una familia tan poderosa y con un largo período de la Historia que abarcan, se vea metida, siendo cómplices, de un sistema de gobierno obsoleto.- Le felicitó y reprochó el adversario.

- Agradezco tus palabras, Constantino, pero me temo de que nosotros no somos cómplices de nada: Protegemos al pueblo de la basura que se ha infiltrado en nuestras tierras como una peste.- Respondió el joven, sin ver que afuera estaban escapándose los otros allegados del revolucionario. Éste negó con la cabeza y clavó su mirada en los ojos de Anatoly.

- Tu postura del gobierno es errónea. Nadie sale beneficioso, no son más que meras marionetas del poder que los ha corrompido e instalado en el Trono Imperial. Ustedes desconocen lo que es la libertad y el deseo de poder ser uno.- Dijo con tono melancólico.

- ¡Déjate de tonterías, Constantino Barkachov! ¡¿E intentar asesinar al Zar en repetidas ocasiones?! ¡Francia y otros países lo atacaron con sus agentes ocultos, incluso han matado a gente inocente con sus bombas!.- Exclamó Anatoly con furia y recordó a los caídos, sobre todo a su perro, un Gran Danés blanco y al que había bautizado con el nombre de Augusto, como el primero Emperador Romano, el cual había saltado y protegido tanto al Zar como a él de un pistolero Anarquista. 

Las balas dieron contra el animal, quien cayó herido y los médicos dijeron que el daño era irreversible en su mascota.

Flashbacks: 

Le temblaban las manos, el perro estaba recostado en una camilla, vendado pero sin poderse mucho por las heridas recibidas, además de que la fiebre estaba debilitándolo a un más pero seguía dando batalla. Anatoly fue hasta él y le acarició la cabeza, éste, haciendo un gran esfuerzo, acurrucó su cabeza contra su dueño y permaneció allí.

- Los médicos han dicho que es imposible, que ya no vuelta atrás por tus heridas. Hubiera sido yo y no tú, Augusto, ya que tenías toda una vida por delante.- Decía el joven rubio, mientras que lloraba en silencio y las lágrimas caían contra el piso. El perro alzando su cabeza, lo miró y parecía que él "entendía lo que decía". Parecía que lo animaba a seguir adelante, que ya había vivido su vida y que también había cumplido con su papel de protegerlo. El chico lo abrazó con fuerza y se quedó a su lado, cantándole hasta que, poco a poco, los ojos de su mascota se cerraron, para siempre, muriendo en paz.- Te recordaré por siempre. Adiós, Mi Buen Camarada.- Se despidió él, dejando un beso en su cabeza y de ahí permanecía a su lado un rato más.

Fin del Flashbacks:

- Habiendo gente que está pasando hambre y frío, tú te pones a llorar por un simple animal. Un perro pulgoso.- Rompió Constantino el silencio y eso llevó a que Anatoly se enfureciera.

- ¡Sea Humano o animal, nadie merece sufrir por culpa de ustedes! ¡Fuiste tú quien contrató a ese pistolero! ¡Augusto fue un perro muy inteligente y dio todo por mí y los demás, no como tú, maldito desalmado!.- Bramó el chico, apuntándole con su sable.

- Tarde o temprano.- Fue tomando el revolucionario su camino final.- Todos caemos. Tarde o temprano, lo que nosotros imaginamos y pensábamos como parte de nuestra "Utopía", se desmorona. Este Imperio tiene sus años finales a la vuelta de la esquina.- Dio aquel último aviso, una "Profecía" y con ello, antes de que pudieran detenerlo, Constantino Barkachov se suicidó de un disparo en la sien derecha, acabando con su vida, mientras que Anatoly permanecía allí, de pie, silencioso, callado y con una extraña duda en su ser.

- "¿Acaso deberé temerle a esta "Profecía" que él dio? ¿Qué habrá querido decir? ¿Es...Es...?".- Se preguntó y recordó el momento en el que compartió los últimos minutos de vida de su perro. Un relicario que tenía consigo, en su abrigo, tenía una serie de fotos de él y su familia, incluyendo a Augusto, donde lo había tenido que fue un pequeño cachorro al cual amó y cuidó como un miembro más de la familia.-

- ¡Señor, Señor!.- Oyó la voz de un Cosaco que entró corriendo por las escaleras.- ¡Señor, nos faltan tres integrantes del grupo de Barkachov!.- Le contó.

- ¿Quiénes son?.- Preguntó Anatoly, yendo hacia donde estaba aquel Soldado.

- Son Nikolai Rysakov, Ignati Grinevitski e Iván Emelyánov, formaban parte del "Círculo Intelectual".- Le explicó el Cosaco, cosa que el chico salió corriendo al exterior para que salieran las partidas de la Caballería Imperial y los perros de caza para atraparlos.

A pesar de sus mayores intentos e incluso pasando noches sin dormir, Anatoly nunca abandonó la lucha contra aquellos Anarquistas. Con el paso del tiempo, aquel chico se había convertido en una auténtica pesadilla para éstos, los Comunistas y Socialistas. No dejaba a ningún prisionero con vida y los pocos eran enviados pero marcados en la frente con la punta de su sable, al rojo vivo, para que llevaran el mensaje a sus Líderes. Y con ello estaba la situación en el resto del Mundo: A mitad de los Años 60, América del Norte se había envuelto en la "Guerra de Secesión", mientras que el "Segundo Imperio Francés" perdía México con el fusilamiento del Emperador Maximiliano de Austria por órdenes de Benito Juárez, vencedor de la guerra. 

A su vez, en Argentina, la "Guerra de la Triple Alianza" o "Guerra del Paraguay" había dejado a aquel país destruido y los Aliados sufrieron las consecuencias de una terrible epidemia de "Fiebre Amarilla" traída por los mosquitos tropicales y que empeoró en las grandes ciudades por la falta de higiene y sanidad. Además de ello, para los Años 70 y principios de los 80, una última "Guerra Civil" azotó al país del "Cono Sur", donde se federalizó la Ciudad de Buenos Aires, siendo el Gobernador Carlos Tejedor un férreo opositor a que se llevara a cabo dicho proyecto que había sido demorado por un buen tiempo y que condujo al General Julio Argentino Roca a la presidencia de la Nación. 

Mientras tanto, en Europa, había nacido una nueva Potencia: El Imperio Alemán o "Segundo Reich" junto a Italia, la cual se unificó con los Germanos. La "Guerra Franco-Prusiana" puso fin al "Segundo Imperio Francés" y la proclamación de la "Tercera República" se inauguró con el "Levantamiento de la Comuna de París", en donde se enfrentaron los civiles contra las tropas del gobierno y las alemana-prusianas en las barricadas. 

La expansión de las ideas Anarquistas, Comunistas y Socialistas también llegó a América Latina, en donde muchos grupos de Europeos intentaron implementarlas en la nueva tierra, siendo reprimidos en muchas ocasiones. 

Sin embargo, para la Familia Ivanisevic, a pesar de que todo seguía su curso, para Anatoly no lo era. Él temía y sentía que la amenaza que había dejado Constantino se iba a hacer realidad, aún con su futuro casamiento y el nacimiento de sus hijos, el chico no quería que sus descendientes vivieran en un país regido por ideas extremadamente ridículas: El Zar debía ser protegido pero todo eso cambió cuando, durante un viaje de visita al "Cuartel de la Manage" en San Petersburgo para revisar a los Regimientos de la Guardia de Infantería de Reserva y la "Guardia Cazaminas", Alejandro II iba acompañado por seis Cosacos, incluyendo Anatoly, además de que iban Tatyana y su marido junto al Jefe de la Policía y el Comandante de la "Guardia Imperial".

- Hasta ahora, Duquesa, no hemos tenido ningún avistamiento o reporte de posibles agentes enemigos.- Le contaba uno de los Soldados pero la chica permanecía seria y callada.

- No hay que bajar la guardia. ¿Han cerrado bien las calles de camino al "Cuartel General la Manage"?.- Preguntó el Conde Anatoly Ivanisevic a éste, quien asintió con la cabeza.

- Todos los caminos están vigilados, Mi Señor.- Respondió el Soldado con calma.- No hay de qué asustarse.

Vio que los perros estaban cerca del carruaje, día era tranquilo, un Domingo como cualquier otro y del año 1881. Novedades, ninguna, ¿calma en el frente?. Solo se hablaba de un futuro "Congreso de Berlín" para el "Reparto de África" y algo nuevo que se hablaba en los periódicos y los cafés de toda Europa: La "Paz Armada".

https://youtu.be/WjQ6GfRYnlY

En medio de los transeúntes que pasaban por allí, unos cuantos que salían de la Misa Ortodoxa o que se iban para el bar, ver a sus amigos y familias, tres jóvenes, uno de baja estatura, se acercó hacia el vallado y divisó el objetivo.

- Es él, andando, Camaradas.- Ordenó Nikolai Rysakov a sus amigos.

- Entendido, Hermano.- Respondieron ambos y partieron para cumplir con la misión.

https://youtu.be/WjQ6GfRYnlY

- Anatoly, muchacho, por favor, descansa un rato, has trabajado mucho por un largo tiempo, deberías disfrutar de este bello día. No todos podemos apreciarlo cuando estamos ocupados.- Le animó el Zar Alejandro II a éste, mientras que respiraba hondo y reconocía la verdad, por lo que se sentó a su lado y de sus padres.

- Lo siento mucho, Su Alteza, es que...- Intentó ofrecer perdón por su comportamiento tan cerrado y frío pero éste puso su mano en los hombros del chico.

- Tranquilo, sé lo que se siente pero no pasará nada. Estoy seguro de que ya han caído ante la Justicia.- Le animó el Zar y eso parecía sonar a tranquilidad, sin embargo, en un momento dado, notó que un hombre de baja estatura y con un grueso abrigo cruzaba la calle hasta que, de golpe, éste se detuvo al instante.

- ¿Qué está haciendo?.- Preguntó el marido de Tatyana y se bajó.- ¡Oiga, deje pasar!.- Le ordenó pero el hombrecillo no dijo nada, estaba quieto como una estatua y no parecía respirar. De golpe, el marido notó que éste extraía algo de su abrigo, tras haber "revuelto" el mismo y de ahí juntaba todas sus fuerzas, arrojando un paquete sospechoso hacia el carruaje del Zar.-

- ¡MUERTE A LOS TIRANOS! ¡MUERTE AL ZAR!.- Gritó Rysakov  al mismo instante en el que cumplía con su cometido. Anatoly fue más rápido y empujó a Alejandro II  de allí, así como también a su madre y a la gente que pasaba por el lugar. Su padre desenfundó su Revólver Colt y disparó contra el terrorista. La bala penetró en su hombro derecho, la sangre teñía el abrigo de un color rojo pero apretó los dientes, mientras que el artefacto explosivo estallaba cerca de ellos, matando a uno de los Cosacos, hiriendo al conductor gravemente, quien era ayudado por Tatyana y el carruaje que quedaba dañado pero el Zar, para asombro del villano, había sobrevivido.

- ¡RYSAKOV!.- Oyó la voz de Anatoly, quien lo miraba con odio y hacía una señal de venganza contra éste.

- ¡QUE NO ESCAPE!.- Ordenó el marido de Tatyana, mientras que volvía a disparar y ésta vez conseguía herir al terrorista, quien fue atrapado por el Jefe Dvorzhitsky de la Policía. 

Aún así, aquello le parecía raro a Anatoly, éste vio que el Zar iba hacia el lugar del atentado y donde sacaban a los heridos de allí junto a los caídos. De golpe, entre la multitud, notó que un muchacho de cabello negro y bien vestido iba hacia el Monarca: Ante él se encontraba Ignati Grinevitski, el cual llevaba una bomba consigo y éste se hizo estallar, impidiendo que el Conde Ivanisevic pudiera abatirlo. La explosión lo lanzó hacia atrás, al igual que la "Guardia" que lo acompañaba, dejando otra estela de destrucción. 

- ¡LA SANGRE DE NUESTROS CAMARADAS SERÁ RECORDADA! ¡MALDITOS IVANISEVIC, USTEDES TAMBIÉN MORIRÁN!.- Exclamó Iván Emelyánov, quien traía consigo un tercer explosivo pero Anatoly, con su sangre hirviendo, cargó contra el oponente, disparándole varios tiros en el pecho y el estómago, cayendo hacia atrás junto con la bomba que no pudo lanzar. Acto seguido, corrió para ver al Zar, si había conseguido sobrevivir pero, ante su horror y dolor, vio que el pobre hombre había sido herido, sus piernas estaban mutiladas y la calle tenía una mezcla de sangre, carne quemada y ropas de las víctimas. 

Fue llevado con prisa hacia el "Palacio de Invierno"; allí, tanto los miembros de las Familias Ivanisevic y Romanov fueron a verlo pero era imposible de salvarlo y para 3:30 AM, el Zar Alejandro II dejó de respirar. En su lecho de muerte, fue visitado por su pequeño hijo, el Futuro Nicolás II, mientras que Anatoly apretaba los puños con fuerza ante su pérdida y de ahí juraba que cazaría a todos los Anarquistas sin importar en donde se escondieran y su familia haría lo mismo.

Poco tiempo después, él se casó con la Princesa Irina Bajmot de Ucrania y tuvieron dos hijos gemelos, bautizados como Yuri y Yura. El trabajo suyo continuó hasta que comenzó el año 1898, uno de los más importantes: España y EEUU entraron en guerra por la voladura del "USS Maine" en los Puertos de La Habana, Cuba, uno de los últimos bastiones coloniales de la Corona y que tras perderla junto a las Filipinas, Guam y Puerto Rico, abriendo las puertas para el "País del Norte" y aislado, éstos se dirigieron, con miras, hacia el Lejano Oriente, al igual que Rusia, quien pudo obtener Vladivostok y su "Puerto de Aguas Calientes" para Flota Imperial.

Y con este fin de Siglo en las puertas, una serie e nuevos acontecimientos iban a tomar forma, sobre todo en la Geopolítica Europea de ese entonces y eso incluía al Imperio Ruso.

Fin de la Segunda Parte del Arco V

[Y con la muerte del Zar Alejandro II y el fin del Siglo XIX, llegamos a una de las partes más importantes de esta historia. 

¿Cómo comenzará el Siglo XX para los Ivanisevic? ¿Qué clase de aventuras tendrán?. Eso lo veremos en el siguiente Arco, el VI.

Espero que les haya gustado y me disculpo por si me demoré bastante en actualizarlo, últimamente pasé por malos momentos y "Bloqueos de Escritor" pero ya es cosa vieja, del Pasado.

Mando saludos y agradecimientos para MrR199, eltíorob95, shadowbull44, LucasAbad0 y los demás seguidores.

Cuídense, amigos y que tengan, todos ustedes, un buen comienzo de día Martes.].