Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo IV

Capítulo IV:

Ojala la gente pudiera escuchar a los demás, de que no caigan en la tontería de que el peligro ya había terminado: ¡Qué equivocados que estaban las Potencias Aliadas cuando festejaron la abdicación de Napoleón Bonaparte I!. Demasiado. Era para caerse de espaldas contra el suelo y estallar de la risa. Nadie podía creerlo. Estaba todo en orden, no se reportaron combates hasta que sucedió lo impensable.

Mientras que en las Colonias Españolas continuaban las revoluciones y las posteriores "Guerras Independentistas", el Brasil se había afianzado con la Familia Braganza de Portugal, los cuales huyeron tras la Invasión de Francia y cuando regresaron a su Patria, quedó en el Trono Imperial un muchacho que sería uno de los personajes más importantes dentro de la Historia Brasileña: El Futuro Emperador Pedro I del Brasil. 

Éste, una vez instalado y nombrado como Emperador, inició sus primeras labores, sobre todo con el asalto contra la "Banda Oriental", actual Uruguay, la cual estaba siendo disputada por España y las Provincias Unidas del Río de La Plata, además de que la Diplomacia Británica estaba metiéndose para sacar una buena tajada de los beneficios económicos, especialmente, que le brindaba la "Libre Navegación de los Ríos". Sin embargo, poco tiempo después, para 1815, tuvieron que retroceder, por un tiempo, en sus objetivos, ya que había estallado la "Séptima Coalición", la cual estuvieron el Reino Unido, Rusia, Prusia, Suecia, Austria, los Países Bajos y un cierto número de Estados Alemanes contrarios a Francia. 

Todo comenzó con lo que se conoció como "Los Cien Días", teniendo como inicio la fuga de Napoleón y su familia de la Isla del Elba, el desembarco en Cannes el 1*de Marzo de ese mismo año y la marcha hacia París, donde fue recibiendo enormes apoyos por parte de la población civil asqueada de tener de regreso a los Monarcas Absolutistas. 

Una vez que llegó a la Capital de Francia junto a su gente, derrocó al recientemente nombrado Rey Luís XVIII sin haber disparado un solo tiro; siendo llevado en hombros por los civiles hasta el Palacio de las Tullerías por la multitud enardecida, donde volvió a ser coronado Emperador.

Las noticias del regreso de Napoleón Bonaparte I y su familia cayeron como un balde de agua fría para los Aliados. Rusia estaba enfurecida con el Reino Unido y exigían respuestas, al igual que Prusia, ya que habían sido los dos países más afectados por la guerra, las bajas sufridas y la destrucción de las zonas urbanas junto a las cosechas que fueron saqueadas por el enemigo. Sasha y Milena estuvieron en la "Mesa de Operaciones", lanzando feroces críticas contra Londres, tildándolos de traidores, cobardes y hasta "colaboradores del Régimen Napoleónico". España también se sumó a las quejas, el recientemente liberado Rey Fernando VII de la Casa Borbón Española culpó a los Británicos de haber permitido la llegada de los franceses al poder y que Napoleón volviera a ser la amenaza para Europa. 

- Lo estuve advirtiendo desde el día en el que entramos en París: Lo que hicimos fue agitar un avispero, despertar a un Gigante dormido y ahora tenemos que pagar las consecuencias por sus estúpidos actos.- Apuntó Sasha con frialdad contra los enviados por la Monarquía Inglesa.- El único que nos escuchó fue Lord Wellington, el resto son unos malditos...

- Amigo.- Intervino Pashá.

- Lo siento.- Se disculpó Sasha frente a su amigo Otomano.

- Lo que pasa es que necesitamos llegar a una solución para esto. Los Ejércitos Rusos están listos para entrar en combate contra los Franceses, así que solo debemos estar preparados para el enfrentamiento.- Señaló Pashá, mientras que Sasha les dirigía miradas de odio a los ingleses, palabras que solo ellos podían entender, en especial por aquellos que conocían su idioma natal, el Ruso.

Se decidió poner fin a la reunión, encargándose de que la defensa sería dirigida por Wellington, que derrotarían al enemigo y restaurarían el orden, tal y como dictaba el "Congreso de Viena".

Lo que desconocían era que el Ejército de Francia había conseguido engrosar sus filas hasta alcanzar a más de un cuarto de millón de efectivos, en especial Veteranos de campañas pasadas y se promulgó un decreto en el que se ordenaba la movilización de 2,5 millones de hombres para el Ejército. 

Inicialmente, los Aliados contaban con 700.000 Soldados, aunque contaban con el refuerzo de un millón de hombres en las "Tropas Fronterizas", apoyadas por 200.000 efectivos de Guarnición, Logística y Personal Auxiliar. Se pretendía que esta fuerza sobrepasara al enemigo pero Napoleón movilizó a sus huestes hacia el Norte, en una maniobra preventiva para atacar a los Aliados en Bélgica. Su intención era atacar a los Ejércitos Aliados antes de que llegasen a unirse, con la esperanza de echar a los Británicos al mar y a los Prusianos de la guerra. 

La marcha a la frontera adquirió el factor sorpresa, ya que los Prusianos fueron sorprendidos y al darse la Batalla de Ligny, el día 16 de Junio, fueron derrotados y debieron retroceder en una desordenada desbandada. Ese mismo día, el Ala Izquierda del Ejército Francés comandado por el Mariscal Michel Ney detuvo con éxito a las tropas que Wellington enviaba en ayuda para el Comandante Blücher de Prusia, llevando a que se produjera la Batalla de Quatre Bras. Sin embargo, este militar no pudo despejar los cruces, llevando a que Wellington pudiera reforzar su posición. 

Con los Prusianos en retirada, el Duque Wellington también se vio obligado a ceder terreno, reagrupándose en una posición bien conocida en la ladera del Monte Saint Jean, a pocas millas al Sur de la Villa de Waterloo, Bélgica. Napoleón, por su parte, llevó a sus Fuerzas hacia el Norte, reuniéndose con las de Ney para perseguir a sus enemigos, no sin antes desviar al Ala Derecha del Mariscal Grouchy para detener la reorganización del Ejército Prusiano. Pero éste falló, porque, aunque venció a la Retaguardia bajo el mando del Teniente General Von Thielmann en la Batalla de Wavre del 18 al 19 de Junio. El resto del Ejército Prusiano "marchó bajo el sonido de los cañones" hacia Waterloo, acompañados por los Príncipes Imperiales Sasha y Milena Ivanisevic de Rusia.

En la mañana del 18 de Junio se dio la Batalla de Waterloo, Napoleón había esperado para que el suelo se secara tras las lluvias de la noche anterior pero no consiguió expulsar a las tropas de Wellington de la ladera escarpada y para colmo de todo, los Prusianos junto a los Rusos atacaron el Flanco Derecho de sus Ejércitos, causando desorganización, consiguiendo que éstos emprendieran la retirada de allí. Grouchy se redimió, en parte, al organizar con éxito un repliegue ordenada hacia París, donde el Mariscal Davout contaba con 117.000 hombres preparados para hacer retroceder a los Ejércitos Aliados, quienes contaban con 116.000 Soldados bajo el mando de Blücher de Prusia, Wellington de Inglaterra y los Hermanos Ivanisevic de Rusia. Esto pudo haber sido útil pero, desgraciadamente, la política jugó un papel decisivo que llevó a la caída del Emperador.

Al llegar a París, tres días después de Waterloo, Napoleón todavía se aferraba a la esperanza de la resistencia nacional, pero los cargos políticos y el público en general le había retirado su apoyo. Tuvo que abdicar, nuevamente, el 22 de Junio de 1815 y de ahí fue exiliado, junto a su familia, a la Isla de Santa Helena, en el Atlántico Sur, donde moriría poco tiempo después.

Con la "Caída del Imperio Napoleónico", las Monarquías que habían sido depuestas volvieron al poder, protegidas por el "Congreso de Viena", cuyo objetivo fue el de evitar cualquier intento revolucionario en Europa, manteniendo bajo vigilancia a los principales países como Francia, la responsable de todo ello, así como también contar con un política que calmaría las aguas ante cualquier insurrección.

Esto, por su parte, tuvo sus consecuencias en América Latina, donde las revoluciones y "Guerras Independentistas" habían estallado. España buscaba recuperar su prestigio arrebatado por Napoleón y para ello envió una serie de "Expediciones Armadas" bajo el mando del General Murillo y otros militares de gran porte para acabar con los procesos revolucionarios en el Sur. En Venezuela, Francisco de Miranda terminó encarcelado y fallecería poco tiempo después, siendo sucedido por Simón Bolívar en la lucha por la independencia. 

A su vez, en Chile tras la represión llevada a cabo por los españoles y en el Perú era un bastión inexpugnable para poder tomarlo. Mientras que el Uruguay quedaba bajo la "Órbita Brasilera", el Paraguay había proclamado su independencia pero estableciendo una "Política de Aislamiento" por parte del Dr. Gaspar Rodríguez de Francia. Por su parte, las Provincias Unidas del Río de La Plata, actualmente conocida como la Argentina, en el Futuro, tuvo que enfrentar la presencia de los Realistas en el Norte. Las derrotas en las Batallas de Cotagaita, Huaqui, Vilcapugio, Ayohuma y Sipe-Sipe fueron demoledoras, así como también la fallida "Campaña al Paraguay" para convencerlos en unirse a la causa revolucionaria, dirigida por el General Manuel Belgrano, quien cede el mando del "Ejército del Norte" al recientemente, llegado desde Europa, el General Don José de San Martín, quien se hará cargo de la "Campaña Libertadora", quedando el Norte Argentino bajo el control de su amigo, el General Martín Miguel de Güemes, el cual contaría con las "Legiones de los Infernales", gauchos entrenados en el campo militar y que empleaban tácticas de guerrilla para atacar a los Realistas. 

Con el tiempo en contra, para el 9 de Julio de 1816 se había convocado a los Representantes de las "Provincias Unidas del Río de La Plata" al Tucumán, donde se firmó la "Declaración de la Independencia", mientras que San Martín y sus tropas ya habían triunfado, pocos años antes, en la Batalla de San Lorenzo, empezando con la "Campaña Libertadora" desde Argentina y que continuaría en Chile y Perú. 

En el Uruguay, poco después de la "Invasión Portuguesa", el General José Gervasio Artigas, uno de los Patriotas de gran peso e importancia política, crea la "Liga de los Pueblos Libres", siendo el Heraldo de lo que pasaría a conocerse como el "Federalismo" y que chocaría con el Unitarismo. 

Volviendo a Europa, Rusia celebraba el exilio de la Familia Bonaparte, incluso los Ivanisevic, sin embargo, desde el punto de vista de ellos, aquellas Naciones que fueron Aliadas contra Francia, pronto iban a despertar su enemistad y más cuando hubieran beneficios para los cuales apoderarse sin ningún problema.

Solo era cuestión de tiempo para que estallaran nuevas guerras en el "Viejo Mundo". 

- Aún cuando hayan acabado las "Guerras Napoleónicas", Sasha, ahora vendrán las rivalidades entre los Aliados. Muchos van a querer su parte en todo lo que fue el "Primer Imperio Francés". Los ingleses, sobre todo, no creo que los Prusianos quieran, en el largo plazo, una tajada del pastel pero piensa esto: ¿Qué pasará con las Colonias que Francia tenía en su poder?. Muchas fueron a parar a Inglaterra y a EEUU. Hace poco me he enterado de que compraron la Luisiana y los Valles del Río Mississippi por una buena suma dinero a los Franceses. Esto quiere decir que los Norteamericanos van a expandirse para obtener nuevas tierras. México se dirige hacia la revolución e independencia, Argentina libra una guerra feroz contra España mientras que el Paraguay permanece aislado del resto del Continente Sudamericano, quedan los Brasileros con el Emperador Pedro I de la Casa Braganza.- Puso en contexto Pashá aquella historia.

- No me cabe la menor de las dudas, amigo.- Dijo Sasha, poniendo su mano en los hombros de éste.- Lo peor de todo ya está aquí: Inglaterra y su sed de poder. Sumado a ello, estoy seguro de que ya deben de estar metiendo las narices donde no les llaman.- Apuntó con seriedad.- Dime una cosa: ¿Qué crees que pase con el Imperio Otomano?.- Preguntó sobre esa cuestión pero su amigo se encogió de hombros tras respirar hondo.

- Ojalá pudiera decirte de que nos esté deparando un Futuro para todos nosotros pero me temo de que no será así.- Habló con un tono frío en su voz.- Nuestra política está siendo manipulada por los extranjeros y más que nada por Londres. Tarde o temprano, otras Naciones controlarán hasta cómo debe dirigir los Sultanes a su pueblo.- Profetizó y de ahí el viento frío del Mar Mediterráneo Oriental se hizo sentir, los árboles movieron sus copas, casi danzando, una cuantas hojas cayeron contra el suelo, las olas daban contra la costa, el Sol brillaba pero, a pesar de haber sido un día de victoria, para los Rusos, aquello no era más que el comienzo de una nueva Era: Una Era marcada a fuego por nuevos avances tanto en la tecnología, ciencias...así como también en política y guerras.

[Y con este capítulo dejó preparado el telón para el último de la primera parte, así como también el anuncio de lo que pasará, de ahora en adelante, con la Familia Ivanisevic tras la "Caída del Primer Imperio Francés".

A prepararse, porque la segunda parte de esta Saga va a ser de las más importantes.

Mando saludos y agradecimientos para todos ustedes, amigos. Cuídense y que tengan un excelente comienzo de última semana del año 2022.

Nos estamos viendo y hasta el próximo capítulo, Camaradas.].

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro