Capítulo IV
Capítulo IV:
Las noticias del hundimiento del "S.S Dover" y la posterior ejecución de los prisioneros llegó hasta los oídos de Londres. En el Cuartel General del Almirantazgo Británico, un hombre de cabello que iba entre el rubio mezclado con el pelirrojo ascendía las escaleras, acompañado por dos Oficiales que le relataban lo ocurrido. No decía nada. Sus labios estaban cerrados pero, al verlo, reconocer quién era, muchos se quedaron pálidos, helados, igual que en pleno Invierno al ser alcanzados por las gélidas temperaturas, cuando notaron la expresión de ira que yacía en su ser.
- Llegó esta mañana, Mi Lord. Mi más sentido pésame.- Le informó uno de los Oficiales y tras cruzar el edificio principal, llegaron hasta una pequeña Iglesia Anglicana, la cual estaba ubicada dentro del Cuartel General del Almirantazgo. En lo que se conocía como el patio exterior, varios ataúdes habían sido dispuestos para darles sepultura Cristiana a los caídos y sobre un Altar se hallaba recostado, lavado y purificado, el cuerpo sin vida de Samuel Sharp. Cuando el hombre rubio-pelirrojo llegó, cayó de rodillas por el dolor y la impotencia de tener que enfrentar una tragedia tan grande para su familia.- Lo siento mucho. Hi...Hicimos lo que pudimos, movilizamos a los refuerzos pero éstos llegaron tarde.
El Lord Británico se arrodilló y tomó las manos del caído, besándolas en silencio, sus ojos se habían empapado por las lágrimas y cuando notó un nombre escrito, en la lengua Eslava, sobre el pecho de éste, una furia interna fue creciendo en él hasta alcanzar un nivel sumamente peligroso de resentimiento y deseos de revancha.
- ¡La mejor Armada del Mundo ¿y no pueden hacer frente a ese maldito Corsario Ruso?! ¡¿Para qué fueron entrenados?! ¡¿Para tomar el té en la cubierta?! ¡¿Qué estaban haciendo los efectivos dispuestos en la nave de mi hermano?! ¡¿Jugaban a las cartas mientras los bombardeaban?!.- Estalló el hombre de la ira.-
- ¡Mi Lord, no juzgue a los marineros y Soldados, ellos dieron sus vidas por Su Majestad!.- Exclamó uno de los presentes, cuestionando ese proceder tan irresponsable en el rubio-pelirrojo.
- ¡¿Y qué debería hacer?! ¡¿Decirles "no pasó nada. Todo está bien"?! ¡La sangre de mi hermano va a ser vengada y me importa un carajo si tengo que darle caza a maldito!.- Juró éste, dejando a los demás impresionados.
- ¡Thomas, espera, Thomas!.- Corrió uno de sus amigos.- ¿Qué piensas hacer?.
- Voy a ir tras él, Keith. Reúne a la tripulación, en especial a los Hermanos Crips, Bolington, Vermont y en especial a Cartwright. Les daremos su merecido a los Rusos. Si ellos quieren guerra, entonces la tendrán.- Juró Thomas Sharp, hermano del difunto y quien buscaba venganza por lo ocurrido.- Nadie se mete con mi sangre y mi familia. Ahora esto es muy personal lo que acaban de hacer. ¡Vanko Boiko, te llevaré a Londres encadenado y serás colgado en la "Torre"!.- Juró con todo su ser, mientras que se preparaban para iniciar su guerra.
A su vez, de vuelta en Moscú, en medio de los rumores ocurridos en altamar y en especial con el tema de las victorias que Prusia había obtenido con anterioridad, había llegado el Destacamento comandado por Víctor y con ellos viajaba el joven Admir, quien pasó sus días en los campamentos que levantaron hasta llegar a la Capital. Dentro del Palacio Imperial, encontrándose ante los Zares, llegaron acompañados Víctor y su gente junto a aquel moreno.
- Buenos días, Su Majestad.- Saludó éste con respeto, cosa que fue observado por Admir, notando que se arrodillaba frente a los Monarcas y le seguía aquel "juego".
- Noto en su tono de voz de que estamos teniendo problemas, ¿no es así, 1*Barón Víctor Ivanisevic?.- Preguntó el hombre ante éste y su esposa que le acompañaban.
- Ojalá hubieran buenas noticias estos días pero me temo que no, Su Majestad: Para empezar, nos encontramos con este chico, adelante, puedes presentarte.- Le invitó éste al joven, quien mostró sus respetos.
- Me llamo Admir, Su Alteza. Provengo de Senegal.- Saludó con educación hacia éstos que se hallaban presentes.- Fui raptado por los traficantes de esclavos y me vendieron al "Asiento de Negros" en mi tierra natal, la cual está manejada por Inglaterra.- Informó éste.
- ¿Cómo pudiste escapar de ellos?.- Interrogó el Zar con tono serio.
- Al parecer, hubo un ataque, no sé si fueron Piratas o Corsarios de otra Nación, pero solo yo pude escapar del barco. El resto de los que iban conmigo murieron.- Dio esa triste noticia para los presentes.- Estuve a la deriva hasta que terminé en sus costas y me encontraron los hombres del Señor Víctor Ivanisevic.
Algunos miembros de la Corte Imperial hablaban entre ellos acerca de las palabras que daba aquel muchacho.
- Es verdad, Su Alteza.- Se acercó Vladimir Ivanisevic, primo de Alexey.- Yo también combatí a su lado y los ingleses se están dedicando al tráfico de esclavos. Mis contactos en Argel y Trípoli revelan la existencia de una amplia red de traficantes y con ello el envío de chicos como él, incluso adultos jóvenes, para que trabajen en las "13 Colonias" del "Nuevo Mundo".
- Y hay que sumar a aquellos que no llegan vivos por las pésimas condiciones en los barcos, sobre todo en las bodegas.- Mencionó Admir, por lo que la Zarina María II se puso de pie.
- En vista de estos acontecimientos, para el joven Admir, tanto mi marido como yo, lo declaramos en libertad. Podrá quedarse aquí, con nosotros y bajo la tutela de la Familia Ivanisevic, en donde recibirá educación y también aprenderá a defenderse.- Sostuvo la joven Zarina, mientras que los ojos del senegalés se abrían como platos ante la emoción que le embargaba. En ese momento, sintiendo la mano derecha de Víctor sobre sus hombros, no tuvo más que hacer que abrazarlo con fuerza.
- ¡Gracias! ¡Muchísimas gracias! ¡Prometo no ser un estorbo y para cuando cumpla la mayoría de edad, volveré a mi país...!.- Decía pero Víctor le detuvo.
- No tienes por qué hacerlo. Tú quédate tranquilo, que aquí estarás bien.- Prometió el hombre, dándole su palabra de que no habrían atropellos en su contra y con ello se dirigió hacia donde estaban los Zares.- Sin embargo, Su Majestad, hay algo más que quisiera añadir: Es sobre lo que está pasando en el Occidente de Europa.- Advirtió con tono serio y gélido.
- Habla.- Le pidió el Zar Pedro II Romanov.- ¿Qué está ocurriendo allí?.
Admir escuchó con atención las palabras que iba a transmitir aquel hombre. Éste respiró hondo y con ello fue pronunciando aquel nombre que estaba creciendo, a pasos agigantados, por Europa Occidental.
- Nos están llegando informes, tanto de mis Agentes como los de mi hermana, tanto en España, Inglaterra, Italia y Francia sobre un movimiento ideológico conocido como el "Iluminismo". Puede resultar atractivo para quien lo vea y escuche pero, en el último país, está tomando una postura mucho más radicalizada, agresiva y que llama a cuestionar el papel de las Monarquías Absolutistas, promoviendo, en muchos casos, alzamientos contra el poder y sumado a ello a deponer a los Reyes. Sé que sonará "infantil" lo que digo desde mi punto de vista, Su Alteza, pero debemos nuestra Patria de cualquier intento de infiltración ideológica desde el Oeste.- Dio a conocer esa verdad y caló hondo en los Monarcas.
- Nunca escuché algo así en toda mi vida. Mi Maestro Christian Goldbach de Prusia me estuvo contando de ello hace unos años atrás. El uso de la razón no lo veo para nada mal, la gente tiene su derecho a pensar y cuestionar, hasta cierto punto, al gobierno, pero la rebelión solo traerá muerte, hambre y destrucción.- Sostuvo Pedro II, quien movió la cabeza, decepcionado por aquello.- ¿Qué más has escuchado?.- Pidió por más datos.
- En España está controlado, se lo conoce como la "Ilustración Hispana", donde tiene un tono más moderado pero el tema es Francia, Su Majestad. Si llegara a expandirse desde allí, llegaría a Rusia en cuestión de tiempo y más si estamos hablando del Sacro Imperio.- Apuntó Víctor sobre esa cuestión geopolítica.
- Los Austrias de allí lo contendrán, ya lo han hecho en otras ocasiones y en Italia no tolerarán un tipo de pensamiento tan atroz y anticuado.- Llevó a la Princesa Catalina Dolgorúkova.- Además, hemos salido, hace poco, de la "Guerra del Norte" y no podemos gastar recursos en otro enfrentamiento armado contra estas Naciones. Además, tengo entendido de que Francia e Inglaterra se están peleando por territorios que están fuera de Europa, incluso en el Canadá. Posiblemente esto lleve a una guerra entre ellos y eso no nos afecta en nada.
- Los Españoles han llevado este "Iluminismo Hispano" para sus Colonias, ahora como se han denominado a los antiguos "Reinos de Ultramar" tras las "Reformas de los Borbones". El tema será Europa, si eso llegara a pasar, en cualquier país, entonces sería el fin de sus Imperios.- Advirtió Víctor, llevando a que le prestaran atención.- Lo mejor será enviar a nuestros mejores Agentes para Madrid, Londres, Roma, París, etc, para que se hagan cargo de vigilar a esta gente y así recopilar toda la información posible. Que se establezcan contactos con las Embajadas de Rusia en suelo extranjero para que lleguen más rápido.-
- Es una muy buena idea, 1*Barón Ivanisevic. Lo haremos.- Dio la Princesa Catalina Dolgorúkova su palabra de que establecerían una estricta vigilancia sobre el Occidente Europeo para evitar problemas.- Se levanta la sesión.- Finalizó y con ello partieron para cumplir sus distintas funciones.
- Ven, Admir, primero te llevaré para que descanses y comas un poco. Luego te entrenaré en la esgrima.- Pidió Admir, viendo en aquel hombre al padre que había perdido junto al resto de su familia en África. Éste obedeció y partió hacia donde estaban los cadetes del Ejército entrenándose en las afueras del Palacio Imperial.
A pesar de las preocupaciones habidas por el asunto del "Iluminismo Francés", algunos Nobles creían que eso no llegaría hasta Rusia, de que estaban seguros y que era asunto de los países vecinos. Sin embargo, para los Zares, su mayor preocupación era el bienestar del pueblo que tanto los admiraba y quería. Iba a ser una larga tarea y más, aún contando con la ayuda de los Ivanisevic, se estaban enfrentando a un serio problema...Uno que iba a convertirse en doble por la amenaza de los ingleses que buscaban revancha por lo ocurrido con el "S.S. Dover" hacía un tiempo atrás.
Desde su nave insignia, el Lord Almirante Thomas Sharp buscaba venganza por lo ocurrido y fue entonces que enfiló hacia la Península de Crimea para establecer el primer paso de sus operaciones, justo cuando el Oficial William Beckett se encontraba apostándose de víveres para su navío.
- ¿Es usted británico?.- Preguntó una bella chica de cabello castaño y con acento español, proveniente de Galicia, llamando la atención del joven caído en desgracia.
- Sí, así es: Lord Almirante William Beckett.- Se presentó, educadamente, ante ella.
- Un placer, mi nombre es Camila Noguera, Embajadora de la Familia Real Borbona de España con asiento en Rusia.- Dijo ella, mientras que él le tomaba de las manos y la besaba educadamente y en señal de respeto hacia ella por la posición que ocupaba.
Aquellos ojos celestes cautivaron la atención del hombre, su figura y hasta el tono de voz, mientras que no podía despegarle la mirada a la misma. Para Beckett, en esos momentos, existía la felicidad, sabía lo que se sentía ser libre de tantos problemas pero, de golpe, su "Fantasía" quedó interrumpida cuando un silbido y un empujón lo arrojaron contra el suelo.
- ¡MI LORD, AL SUELO!.- Oyó el grito del Teniente Horton. Éste corrió y tiró al Almirante junto a la chica, rodando los tres por la superficie, justo cuando una explosión hacía volar por los aires un negocio del Puerto y éste comenzaba a incendiarse por completo.
La deflagración fue capaz de provocarle una pérdida, momentánea, de la audición a William. Éste se levantó, con cuidado, temblando por el estruendo y el posterior temblor que causó el cañonazo. Miró a su alrededor y en cuestión de segundos todo el lugar había cambiado, rotundamente: Fuego, incendios, columnas de humo que provenían de aquel edificio atacado, la gente que corría y traía carros con baldes de agua, las tropas rusas apostadas allí que daban la orden de entrar en "Zafarrancho de Combate" y ellos en el suelo, mientras que cubría con su cuerpo a la gallega, quien se sintió mareada.
- ¿Qué...Qué fue eso?.- Se preguntó, siendo ayudada por el británico para ponerse de pie.
- Un cañonazo, pero no sé de dónde.- Respondió éste, mirando hacia el Mar Negro, en busca del responsable.
- ¡Mi Lord!.- Alertó uno de los marineros, apuntando hacia donde estaba recortado, en el horizonte, una silueta, varias y que daban la impresión de ser un "Muro" hasta que fueron cobrando mayor forma.
- ¡Mierda! ¡Son de la "Armada Real Británica"!.- Advirtió William.- ¡A sus puestos de batalla, Camaradas!.- Ordenó a viva voz.
A su vez, desde el Norte de la Ciudad de Crimea, posicionados y listos para combatir, el Príncipe Alexey junto a su prometida, Viktoriya y su padrino, Vanko Boiko fueron dirigiéndose para enfrentar al mayor enemigo de todos: El Imperio Británico y sus ansiados deseos de venganza.
[Nuevo capítulo y en el que viene ocurrirán muchas cosas importantes, además de ser el más largo.
¿Qué ocurrirá? ¿Lograrán vencer a los ingleses? ¿Cumplirá el Lord Almirante Sharp su venganza?. Eso lo veremos en el Epílogo de este Arco IV. Cuídense, amigos. Nos estamos viendo y mando saludos y agradecimientos para MrR199, EltioRob y los demás seguidores.
Cuídense y que tengan un buen inicio de día Domingo de mi parte, Camaradas.].
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