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Capítulo II

Capítulo II:

En medio del jolgorio, risas, alcohol y cigarrillos que aquel par de personas se hallaba disfrutando, casi como una fiesta, habiendo pasado un año del fin de la Segunda Guerra Mundial, éstos permanecían a la espera de nuevas posibilidades, expansiones y poder, entre luchas por ver quién sería la Potencial Mundial: La URSS o EEUU. Uno de ellos, de nombre Mistislav, dio una profunda pitada a su cigarrillo y probó bocado preparado por sus cocineros, quienes se hallaban fuera. Entre todo lo que se estaba llevando a cabo, aquel grupo de hombres desconocía que su Centinela apostado en las puertas de entrada al edificio, supuestamente, abandonado, se hallaba inconsciente y alejado por un par de metros de su posición, por lo que desconocían que alguien se había infiltrado a su "fortaleza".

- Caballeros.- Rompió Mistislav la fiesta que se estaba montando y todos prestaron atención.- Hoy, hace más de un año, pusimos fin a los intentos expansionistas de Hitler contra la Madre Patria, todo gracias a nuestro valeroso Líder Soviético, Iosif Stalin.- Recalcó y los presentes aplaudieron, siendo éstos férreos seguidores de aquel hombre de cabello negro pero Mistislav no había parado de hablar, por lo que pidió silencio y obedecieron al pie de la letra.- Por favor, por favor, no cantemos victoria todavía, porque, ahora que nos deshicimos de ese loco de Hitler, tenemos al Presidente Harry S. Truman molestando con su "Doctrina" del mismo nombre contra nuestras pretensiones y al viejo borracho de Churchill en Inglaterra, sin embargo, nuestro mayor enemigo no se halla en Washington y Londres, únicamente, sino de que también está en los Balcanes y es ese maldito del Mariscal Josip Broz Tito, el responsable de haber roto los lazos con Moscú, ponernos contra las cuerdas.- Relató y de ahí volvieron los abucheos e insultos. Uno tomó una daga y la lanzó, con tan buena puntería, hacia una fotografía que tenía citado personaje, luciendo su uniforme militar de campaña en los Bosques de Yugoslavia, clavándose en la cabeza de éste.- 

- ¿Acaso no han llegado noticias de Yakov Yurokvsi?.- Preguntó Yaroslav a Mistislav.- Hace horas que deberíamos haber recibido una llamada de él? ¿Qué está pasando?.

- Paciencia, Yaroslav, el tema es que Stalin tiene todo preparado para cumplir con sus órdenes, el tema es no despertar sospechas por parte de Yugoslavia o terminaremos en la nada misma. Pero les recomiendo estar atentos, Camaradas, ese infeliz de Tito cuenta con el apoyo de antiguos Aristócratas y sobre todo de la Familia Ivanisevic.- Relató y con ello cundió un profundo silencio.

- Dicen que uno de ellos fue Colaboracionista de los Nazis. Miserable traidor, no entiendo cómo es posible que lo tengan de vuelta en los Balcanes.- Murmuró Anatoly Bresnev, la mano derecha de Mistislav.

En el momento en el que seguían hablando y preparando todo para su próxima movida que daría su señal Stalin, el teléfono sonó y fue Mistislav para atenderlo.

https://youtu.be/WjQ6GfRYnlY

- ¿Diga?.- Preguntó.- Oh, Yarmuka, sí, sí, ¿qué?...- En aquel momento, mientras que hablaba, los hombres allí reunidos dejaron de conversar y notaron el silencio en el Despacho de aquel otro, el cual estaba callado y prestando atención a lo que le decían.- ¿Cuándo?...- Uno diría que puedes sentir que el Tiempo se va deteniendo, la respiración se hace pesada, incluso el propio aliento tarda en ser expulsado de la garganta y parece que te sofoca. El hombre parecía perdido, desconcentrado cuando siguió escuchando lo que decía la otra persona detrás de la línea.- ¡Mierda! ¡Mierda! ¡¿Y no los han detenido?!. ¡Carajo!.- Bramó y colgó la llamada, volviendo hacia sus colegas.

- ¿Qué pasó?.- Preguntó Bresnev a Mistislav.

Éste se hallaba buscando su Pistola Makarov y al encontrarla en su escritorio, le sacó el seguro tras colgar la llamada.

- Tenemos problemas: Han matando a Yakov, se llevaron los documentos de Kramensk y murieron varios miembros de la "Policía Secreta" a manos de tres pistoleros. Han huido y dejado varios coches destruidos, empleando granadas, pistolas y fusiles "Sten" los muy malditos. También me han informado de que han noqueado al Centinela de la entrada, alguien se ha infiltrado en el edificio.- Informó aquel hombre, intentando mantener la calma pero, al momento de concluir su habla, se comenzaron a oír gritos y disparos que provenían desde la planta baja.

- ¡¿Qué?! ¡Es imposible que tres sujetos hayan podido matar a agentes entrenados para este tipo de cosas!.- Exclamó Bresnev con asombro pero al momento de hablar, nuevos disparos y gritos provenientes del exterior provocaron que los hombres se fueran preparando para disparar.

En medio de la balacera, las puertas se abrieron, un miembro de la "Custodia" de Mistislav cayó abatido de un tiro en la cabeza. Uno de los hombres se aproximó y recibió un impacto de bala en la misma zona que el otro, mientras que una Daga atravesaba el estómago de un segundo y luego iba alguien allí, listo para pelear. Salió y se encontró con los agentes asesinados, muertos a balazos y puñaladas. En un instante, al girarse por la derecha, se topó con una muchacha de cabello negro, la cual lo observó éste, por instinto, se levantó y atacó con una patada, siendo detenido y tirado hacia atrás, golpeándose la cabeza y quedando inconsciente. Pronto, la joven se dispuso en ingresar al sitio pero se topó con una feroz resistencia de fusilería, por lo que tiró una granada de humo, la cual inundó la habitación por completo, llevando a que los hombres abrieran las ventanas y fueran presa fácil de sus armas.

Pronto, solo quedaron Mistislav, Bresnev y ella, la cual ingresó, tras apuñalar por la espalda a uno de los últimos adversarios que tenía en su camino, extrayendo una de las Dagas de color escarlata en sus mangos, mientras que ellos pudieron observar la mirada gélida y desprovista de sentimientos hacia ellos.

- Mistislav Bregovich, maldito traidor, el Mariscal Josip Broz Tito le envía un mensaje: ¿Podría hacerme el favor de desaparecer de este Mundo?.- Preguntó la chica.

- ¡AGH! ¡ZORRA HIJA DE PUTA!.- Bramó el oponente, tirando contra ella pero ésta fue más rápida, por lo que mató a Bresnev de un tiro en la cabeza. Su cuerpo cayó hacia atrás, por una de las ventanas abiertas hasta dar contra el coche que tenían estacionado afuera, impactando de lleno contra el capó y el vidrio, quedando solo Mistislav de pie y solo.- ¡No puede ser...tú...tú no...no eres real! ¡Eres la "Princesa de las Dagas Escarlata"!.- Lo reconoció éste a ella, la cual recuperó sus armas blancas empapadas con la sangre de sus enemigos.

- Oh, soy 100% real. Algo que hipócritas y traidores como usted desconocen.- Respondió ella.

- Je, ¿y qué vas a hacerme, puta? ¿Matarás a un "Comisario del Pueblo", uno que representa la voz y la voluntad del Líder Supremo Soviético Iosif Stalin?.- Preguntó, burlonamente.

- Tu Líder no es más que un saco de huesos a punto de colapsar, alguien que, como a todos, les llega la hora de partir, pero hacia el Tártaro.- Le espetó la muchacha, siempre apuntándole.

- ¡¿Qué haz dicho?! ¡Una mujer como tú no debería estar metiéndose en donde no le llaman!.- Bramó Mistislav, haciendo gala de su superioridad.

- ¿Y qué deberían hacer? ¿Quedarse en casa y tejer?. Pero si ustedes mismos tuvieron que depender de muchas de ellas porque, de lo contrario, tal vez, las mismas hubieran preferido combatir a favor de los Alemanes que con ustedes.- Le espetó la peli negra.- Ya me doy cuenta de que tú no eres más que un cobarde que no sabe pelear, solo dependes de tus hombres, como la "Carne de Cañón" que fueron, para que puedas escudarte pero frente a una mujer como yo no eres nada.- Apuntó la muchacha con frialdad.

- ¡Vuelve a faltarme el respeto, puta de mierda y te mato ahora mismo!.- Le desafió pero ella notó que le temblaban las manos.

- Hum, tal y como anticipé: Un cobarde. Dime: Mientras nos invadían los Alemanes durante la "Operación Barbarroja", ¿acaso te escondiste junto a Stalin y tu gente en algún búnker mientras que la gente moría de hambre en San Petersburgo?.- Preguntó y eso llevó a que le diera un tic en el ojo izquierdo a Mistislav.

- ¡No cambies el nombre de Leningrado!.- Bramó y martilló su arma.

- Ese nombre no existe, es solo un invento, igual que Stalingrado: Se llaman San Petersburgo y Volgogrado. Aprende Geografía e Historia, zurdo hijo de puta.- Se burló la chica, dándose la vuelta y tomando unas carpetas que habían allí.

- ¡No te atrevas a darle la espalda a una persona como yo!.- Le advirtió éste y cuando iba a tirar a traición, la muchacha se dio la vuelta y le tiró su Daga justo en la frente, enterrándose, sin darle tiempo a gritar y cayendo muerto contra el piso. Ella volvió y la recuperó, no sin antes arrojar una granada para "borrar evidencias", la cual estalló y desató un feroz incendio en aquella planta.

Nadie vino nada, una sombra que salía de entre las columnas de humo y luego desaparecía. Los Bomberos que llegaban y acordonaban la zona junto a la Policía, se iniciaban las labores para extinguir las llamas y luego quedaban las pericias a cargo de los expertos. 

A unos pocos metros de distancia, en una cabina telefónica, la muchacha ingresó y esperó un llamado. No tardó en llegar y lo tomó para hablar

- He cumplido con la misión, "Valentiano".- Se dirigió ella hacia su empleador que usaba ese "Nombre en Clave".

- "Muy bien, Helena, excelente trabajo. Ahora escucha: Un coche llegará para sacarte de Moscú. Reúnete en Sarajevo para recibir nuevas instrucciones".- Le felicitó el citado personaje que usaba el nombre de varios Emperadores Romanos, sobre todo el de Valentiano III, asesinado por dos Soldados pertenecientes a la "Guardia", de origen Huno y que fueron recompensados por el Emperador Petronio Máximo cuando asumió el poder.- "Eres una chica excepcional, alguien que no le teme a nada. Me llenas de orgullo, muchacha".- Continuó éste mostrando sus respetos.

- Se lo agradezco por su apoyo, Jefe.- Agradeció ella.- Ahí veo el coche.- Informó y tras despedirse de éste, partió hacia afuera, en donde el vehículo, con sus luces apagadas, se "identificó" y ella montó en su interior.

El Capitán Asa Vaughan, integrante de la antigua "Legión General George Washington", se hallaba en la pista de despegue, la cual se hallaba emplazada en un antiguo aeródromo que fue destruido durante la "Operación Barbarroja" por los Alemanes. Entre las ruinas, los hierros y el acero chamuscados, retorcidos por el extremo calor generado por los incendios de los bombardeos, ahora cubiertos por la nieve, la lluvia y el Óxido provocado por la combinación de dichos Elementos, caminaba de un lado al otro, mirando para ver qué podía llegar a pasar. Fumaba y recordaba lo ocurrido hacia pocos años, cuando a finales de 1943 había sido nombrado miembro de la "Operación Águila" que tuvo como objetivo el rescate del Coronel Kurt Steiner del "12*Destacamento de Paracaidistas" de la "Luftwaffe", el cual tuvo un rotundo éxito pero, al volver, habían salvado la vida de Hitler de ser el blanco para un atentado dirigido por Himmler, siendo condecorados y de ahí tuvieron que partir hacia el exilio en el "Mayo County" ubicado en Irlanda junto a Oleksandr y Liam Devlin. 

Ahora, siendo el año 1946, fechas en las que todo el Mundo transitaba hacia la "Post-Guerra", la conformación de los "Bloques Capitalistas" y "Comunistas"; mejor conocido como la "Cortina o el Telón de Acero/Hierro", la "OTAN" y el "Pacto de Varsovia", el "Plan Marshall", la reconstrucción de Europa, el repartimiento de Alemania, las dudas y misterios acerca de si Hitler había cometido suicido junto a su esposa, Eva Braun, en el "Führerbunker" de la Cancillería ubicada en Berlín, la "Operación Paper Clip", donde muchos Jerarcas del Tercer Reich habían escaparse para España y de ahí hacia América del Sur, sobre todo la Argentina, donde se iniciaba el Primer Gobierno del Teniente General Juan Domingo Perón, cuya "Doctrina de la Tercera Posición" demostraba tener tintes y conexión con las políticas de Alemania, Italia y España, además de la simpatía que tenía hacia aquellas personas, llevaron a que muchos iniciaran acciones legales para atrapar a los criminales pero fueron todas un fracaso. 

Ahora, de vuelta en Moscú, Asa notó que un coche iba hacia donde él estaba, avanzando por la carretera e internándose en los campos cubiertos por la nieve y bajo un Cielo estrellado. Su instinto le dictó que tenía que estar atento, por lo que corrió hacia el avión que tenía esperando, agarró un fusil "Sten" y se preparó para sacarle el seguro, montando una posición de defensa y esperar el momento en el que abriera fuego contra el enemigo.

- "En estos momentos, en los que uno ve lo que podría significar su muerte, yo no tengo nada de qué arrepentirme: Hice historia junto a Liam, Kurt y Olek. ¡Joder, salvamos a Hitler de Himmler y su plan de tomar el poder! ¡¿Quién lo diría?!. Ahora, hallándome en territorio enemigo, gracias a mi experiencia como piloto de combate durante los encuentros que tuve con la "Fuerza Aérea Soviética" y la lucha cuerpo a cuerpo, me han permitido estar más atento como un lobo. Todo sonido, incluso el más pequeño, despierta mis alarmas. Y ese coche es el ejemplo mejor explicado".- Pensó Asa y cuando el vehículo se detuvo, haciendo chirriar las ruedas, de éste vio salir a tres personas.

Una de ellas alzó un pañuelo blanco y él lo reconoció, bajando el arma.

- ¡Somos nosotros, Capitán Asa Vaughan!.- Dijo una voz y el muchacho bajó su rifle "Sten".

- Ufff, Olek, Ditar, Liam.- Respiró el Americano rubio y de lentes, con tranquilidad, yendo hacia ellos.- ¡Qué gusto me da verlos, amigos!.- Sostuvo y los abrazó con fuerza.

- Lo mismo digo.- Añadió el hermano de Olek.- Y mira el "botín" que trajimos: Una "Operación Secreta" para matar al Mariscal Josip Broz Tito.- Mostró los documentos capturados a Kramensk.

- No lo puedo creer, pero será mejor volver. ¿Los han seguido?.- Señaló Asa y de ahí preguntó.

- No, pero...no sería raro que estuvieran viniendo...¡Muchachos!.- La voz de Olek rasgó el velo de la noche cuando notaron que unos coches iban hacia ellos.

- ¡Carajo! ¡La "Policía Secreta" de Stalin! ¡Iré encendiendo el avión, ustedes concentren el fuego contra ellos hasta que esté listo!.- Les encomendó el Piloto Vaughan, quien ingresó en la cabina y fue encendiendo los motores, verificando que tuvieran los tanques de combustible en óptimas condiciones y que los instrumentos no fallaran. Era un "Junkers Ju 52" perteneciente a la "Luftwaffe", incluso conservaba el Águila con la Esvástica, un recuerdo de aquellos tiempos en los que el Americano había combatido contra la URSS en las fronteras polaco-rusas y ahora volvía a entrar en acción.- Tanques al 70%, nos alcanza para llegar a Yugoslavia sin problemas, allí haré una carga de combustible, instrumentos funcionando sin problemas, visibilidad óptima, sin niebla a la vista.- Lanzó su análisis y conclusiones, por lo que sacó la cabeza afuera para ver a los suyos y los vehículos enemigos.

Al final de la carretera de tierra, habiéndose internado desde los campos, aquellos coches negros fue aminorando la marcha para engañarlos, cosa que fue advertida por Asa.

- ¡Es una trampa!.- Alertó el Piloto y tomó su rifle "Sten".- ¡Abran fuego contra ellos, ahora o nos cortarán el paso! ¡Eso es lo que buscan!.- Informó y era cierto.

Varios coches iban con rumbo hacia la pista para impedirles el despegue, por lo que el Capitán Vaughan fue el primero en abrir fuego, desatando una infernal lluvia de metralla que impactó contra los vidrios de los coches. Pudo notar cómo unos "bultos" caían desde el asiento delantero, rodando por el camino de tierra, dejando una nube de polvo que desapareció poco segundos después. Uno de los coches perdió a su conductor, notó que éste había quedado con la cabeza apoyada contra el volante, perdiendo el control y chocando contra otro que tenía a su izquierda, terminando metidos en una zanja con agua, saliendo sus ocupantes a los gritos e insultos. 

- Se nota que nos han seguido el paso.- Comprobó Liam la situación.- Me cuesta creerlo porque borramos nuestras huellas.

- Lo hicimos muy bien, el tema es que en Moscú hay muchos amigos de Stalin que debieron de haber dado el dato de nuestro escape pero tranquilo, amigo.- Habló Olek, sacándole el seguro a su arma.- ¡Los mandaremos al Tártaro!.- Exclamó y comenzaron a disparar, nuevamente, ahora contra las llantas de los vehículos. Uno derrapó y rodó por el aire hasta impactar contra el suelo, otro recibió disparos en su motor, por lo que los ocupantes debieron abandonarlo antes de que explotara en una gran bola de fuego que llevó a que las columnas de humo se alzaran hacia los Cielos.

Mientras tanto, Helena, habiendo subido a su coche, el conductor se hallaba con la vista enfocada en el camino. Vio que la gente salía para ver qué había ocurrido en aquel edificio abandonado y de ahí vio que el sujeto le tendía un sobre de papel café.

- Para usted, Señorita Gradivechenko.- Le entregó dicho objeto a la joven, quien lo abrió y se sorprendió al ver que se trataba de una enorme suma de dinero para ella.-

- ¿Y esto?.- Preguntó, intrigada.

- Su paga por los servicios que ha dado. "Valentiano" le informará, dentro de poco, su nueva misión, por lo que deberá permanecer en Yugoslavia, más que nada en Sarajevo, ya que Stalin estará preparando una próxima jugada.- Respondió a su pregunta, siempre manteniendo la mirada en el camino, ya que podían estar bajo la vigilancia enemiga.

Helena miró el interior del sobre de papel color café y extrajo el dinero: Una buena cantidad y en Rublos Soviéticos, la moneda de dicho país, aunque también podían apreciarse Marcos de Alemania, Franco de Francia, Lira de Italia, Chelín de Inglaterra y Pesetas de España. Contó en silencio, asintiendo con la cabeza, tranquila pero sabiendo que era una excelente suma que depositaría en algún Banco con el fin de que aumentara su Capital y Patrimonio para su familia.

- Le recomiendo que descanse un rato, Señorita Gradivechenko, este viaje será un poco largo. En cuanto lleguemos a la frontera con Polonia, allí la estará esperando Kowalski, un amigo mío y también contacto de "Valentiano" para conducirla hacia Sarajevo.- Le aconsejó el conductor, cosa que ella no dijo nada, ya que estaba cansada, por lo que apoyó su cabeza en el respaldo y cerró los ojos, quedándose profundamente dormida y con el viaje que continuaba por aquella carretera de Moscú hacia el Oeste.

[Capítulo tenso y los siguientes tendrán más de estas dosis. Mientras que Helena va para Yugoslavia, al igual que Ditar, Olek, Asa y Devlin, éstos tendrán que luchar y así despegar. ¿Lo conseguirán?.

Mando saludos y agradecimientos para shadowbellatrixerickshakespare20089MrR199eltíorob95LucasAbad0, , 55margarita y los demás seguidores.

Cuídense y buen inicio de día Domingo de mi parte, Camaradas.].

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