Capítulo II
Capítulo II:
La "Crisis de Wall Street" de 1929, el ascenso del Nazismo en Alemania, el Fascismo en Italia, Japón se había expandido por China tras el "Incidente del Ferrocarril Transmanchuriano", la Invasión Italiana a Libia y Etiopía, el fracaso del papel que tenía la "Sociedad de las Naciones" para detener el Colonialismo, el "New Deal" que el Presidente Franklin D. Roosevelt y la "Guerra Civil Española" produjo un verdadero terremoto, cuya intensidad más fuerte vino en un día.
El "Pacto de Unión" entre la Alemania Nazi con Austria, la anexión de los Montes Sudetes por la mayoría de población alemana en Checoslovaquia, producto entre la firma de Adolf Hitler con el Primer Ministro Neville Chamberlain, traería una "secuela" que llevó al 1* de Septiembre de 1939, la Invasión a Polonia, el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Pronto, las tropas del "Tercer Reich" se expandieron por aquel país del Este de Europa, según en sus términos pasados y por órdenes expresas del Ministro de Propaganda, el Dr. Joseph Goebbels, de que "habían alborotadores polacos que ansiaban quedarse con los viejos dominios Prusianos arrebatados por éstos a Alemania". En simples palabras, era una estrategia para retomar los territorios al Oeste de Polonia, por lo que la "Blietzkrieg" o "Guerra Relámpago" surtió con el mayor de los éxitos y resultados, ya que se consiguió aplastar al debilitado Ejército Polaco, quienes capitularon pocos días después de la Invasión Germana, la cual contaba con un mejor desarrollo tecnológico y armamentístico en sus filas, incluyendo los famosos tanques de guerra "Panzers", los "Tiger", temibles y casi indestructibles, así como también los "Panther IV", las "Waffen-SS", el Brazo Armado de las "SS", organización que pasó a convertirse, no solo en la "Guardia de Élite" de Hitler tras la "Noche de los Cuchillos Largos" de 1934, en donde incontables miembros de las "SA" fueron eliminados, incluyendo al Comandante Ernst Rohm y otros debieron jurarle lealtad al Fuhrer.
Un tema en cuestión fue la "Unión Soviética", Stalin no se hallaba preparado para afrontar a un peligroso enemigo armado hasta los dientes, por lo que, incluyendo ciertos "intereses" que no pasaron desapercibidos, envío al Ministro Molotov de Relaciones Exteriores, quien se reunió con su par, Joachim Von Ribbentrop, en donde firmaron el "Pacto Molotov-Ribbentrop", un acuerdo colaboraciones entre Moscú y Berlín (ya se había creado el llamado "Eje Roma-Berlín-Tokyo") en el que se dividieron a Polonia como un pastel, cada uno recibiendo su tajada para que quedaran complacidos. Los que quedaron bajo la órbita Soviética les tocó vivir un calvario, ya que las medidas de Stalin fueron brutales, incluyendo la detención de intelectuales, médicos, docentes, militares y Aristócratas que fueron fusilados en los Bosques de Kathyn, aquellos que eran considerados "férreos enemigos declarados contra el Líder Soviético". Sumado a lo citado, también había que recalcar que hacía pocos años, en 1937, el citado ordenó la "Gran Purga", una serie de jubilaciones anticipadas y fusilamientos, en su gran mayoría, contra la Cúpula Política, con el fin de eliminar los últimos remanentes del Leninismo y también pasó por las armas a sus mejores Generales y Oficiales de Alto Rango, dejando al "Ejército Rojo" sin una clara dirección en caso de una posible guerra.
Si la Batalla de Jalin Gol del 11 de Mayo al 19 de Septiembre de 1939 fue un "éxito" para los Rusos, aquello fue pura suerte, lo que vendría, tiempo después, les haría cambiar de opinión, sobre todo de que estaban con el Imperio del Japón rondando por sus fronteras.
Volviendo a Europa, para 1940, los Ejércitos de la Alemania Nazi habían conquistado los Países Nórdicos (Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia), así como también Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos, teniendo a Francia bajo la mira y ni siquiera la "Línea Maginot" pudo detenerlos, terminando con París capturado, la Bandera del Tercer Reich era izada en la "Torre Eiffel" y con ello vino la creación del "Gobierno de Vichy", el cual fue un "Estado Títere" como otros que se formarían a lo largo y ancho de los Años 40 en Europa, al igual que en Asia con el Japón Imperial.
Mientras tanto, para ese mismo año, los "Ustachas" habían firmado y jurado lealtad a Hitler, conducidos por Ante Pavelic, ya que la Regencia del Príncipe Pablo, tras el asesinato de su padre, Alejandro I de Yugoslavia, fue un duro golpe para la Monarquía y los Ivanisevic, quienes vieron, asombrados, como un hombre, el Capitán Fritz Klingenberg de las "Waffen-SS" y un puñado de sus hombres consiguieron engañar al Gobierno Yugoslavo, izando la bandera suya y con ello diciéndoles que si no se rendían, iban a ser bombardeados, lo que llevó al Alcalde de Belgrado, Jevrem Tomic, comprendió el mensaje y al poco tiempo entraron las Fuerzas del Eje al país.
Ese mismo día, en el que Yugoslavia era conquistado, se presentó el citado Capitán de las "Waffen-SS" en el Palacio Real para saludar a los Ivanisevic allí reunidos y darles las nuevas directivas que se impondrían en dicho país. A pesar de que era alguien temido, Klingenberg resultó ser un tipo muy simpático, un Caballero con las Damas y sobre todo alguien con el que se podía hablar sobre el Futuro de los Balcanes.
Aún así, el tema de mayor complejidad eran los "Ustachas", los cuales habían creado el "Estado Independiente de Croacia", el cual estaba bajo las órdenes de Berlín y con ello llevó a que se llevaran a cabo los peores crímenes contra los grupos étnicos tales como Serbios, Judíos, Gitanos, en especial los de la primera clase, ya que eran vistos como "invasores" y sobre todo por su diferencia religiosa, siendo los Croatas de confesión Católica y los otros eran Ortodoxos. Los Ivanisevic, desgraciadamente, poco podían hacer, ya que Pavelic los tenía en la mira tras lo ocurrido en la Década de los 30, cualquier cosa que llevaran a cabo era vista como una amenaza para los "Ustachas" y éstos no se quedaban de brazos cruzados.
El caso fue que las atrocidades cometidas por los citados horrorizó, incluso, a los propios Alemanes, quienes debieron enviar refuerzos para controlar las actividades de éstos, estando la "Wehrmacht" asociada al cuidado de la población civil, así como también la eliminación de los "Partisanos Yugoslavos" que causaban problemas, de vez en cuando pero eran destruidos en cuanto agarraban a uno y contaba todo o la deserción de uno de ellos a cambio de dinero por las cabezas de sus Comandantes.
Para los primeros días de 1940, además de Klingenberg, el cual se había instalado a pocas cuadras del Palacio Real junto a sus hombres y Destacamentos de las "SS", arribaron tres hombres de cabello rubio y negro. Los dos primeros eran Coronel SS Wilhelm Mounke y el Sargento SS Kurt Stugart, mientras que el otro, también bastante joven, fue el General Ulrich Bremmen de la "Wehrmacht", los cuales establecieron el Cuartel General del Ejército y el "Alto Mando Alemán" en Sarajevo y Belgrado junto al de las "SS".
Mounke era alguien que no simpatizaba con Hitler. No era el llamado "Nacional Socialista Fiel" a su Führer, sino de que era un opositor a la "Política de Pureza Racial", además de que su hermano, Hans, un miembro de gran poder en las "SA", había sido detenido y enviado a un "Campo de Concentración para Prisioneros Políticos" en Sajonia cuando se produjo la "Noche de los Cuchillos Largos". Lo mismo se podía decir de Stugart. Éste, ni más bien pisó suelo yugoslavo, se horrorizó al ver cómo un grupo de jóvenes, la mayoría adolescentes, eran alentados por un "Ustacha" para que violaran a una mujer que no podía defenderse y que fue víctima de una brutal paliza.
- ¡En el nombre de Dios, ¿qué mierda les pasa, infelices?! ¡Fuera de aquí!.- Gritó el Lugarteniente de Mounke, empujando a los muchachos y tomando a la chica de la mano para sacarla de allí.
- ¿Y si puede saber quién le dijo que podía intervenir?.- Preguntó el hombre que dirigía a ese grupo.
- Soy el Sargento de las "SS", Kurt Stugart, respondo ante el Coronel SS Mounke y esto es un hecho aberrante. Si usted está a cargo, está en graves problemas, ya que las órdenes son no tocar a los civiles ni a sus propiedades.- Dio a conocer los derechos que la gente tenía por disfrutar, cosa que el sujeto se río pero, sin darle importancia al hecho, éste ordenó que se retiraran de allí, dándole tiempo al Suboficial para que llevara a la chica hasta un hospital con el fin de recibir atención médica.
Desde su Despacho, ubicado en el Centro de Sarajevo, el Comandante Bremmen miraba con seriedad lo ocurrido en las calles y más con las demostraciones de fuerza que los "Ustacha" estaban llevando a cabo. Ellos imponían, no solo su poder, sino también el miedo a través de las más atroces e indescriptibles horrores que llegaron hasta los oídos del propio Hitler, el cual pidió moderación, que se detuvieran la saña y la venganza pero esa gente estaba sedienta de mucha más sangre. Éstos, con el correr del tiempo y con la llegada de 1941 fueron enviados al Frente Oriental, para la "Campaña a Rusia" que dio por iniciada ese mismo año con la invasión al Este de Europa bajo el nombre de "Operación Barbarroja".
Bremmen, por órdenes directas desde Berlín, fue nombrado Comandante en Jefe de Sarajevo y quien tuvo, además de una gran carga de responsabilidad, el vigilar a los "Ustachas" y también cerciorarse de que las "Operaciones Anti-Partisanas" continuaran al pie del cañón. Sin embargo, con la entrada de EEUU al conflicto bélico tras los "Bombardeos a Pearl Harbor" el 7 de Diciembre de 1941, el "Día de la Infamia" como bien lo tituló el Presidente Roosevelt, junto a la declaración de "Guerra Total" por parte de Berlín a los Aliados, fue el principio del fin para los planes expansionistas de Hitler pero eso llevaría su tiempo, ya que, por ahora, estaba disfrutando de las "Mieles de la Victoria" sobre sus enemigos y más al contar con recursos de los países conquistados.
Para 1943, la guerra dio un giro drástico para los Alemanes: La derrota en la Batalla de Stalingrado y la retirada de sus Ejércitos del Frente Oriental hacia el Oeste, así como también el fracaso en el "Desembarco en Dieppe" por parte de los Aliados, la captura y destitución de Mussolini, encerrado en los Abruzzos y siendo rescatado por los Paracaidistas liderados por el Coronel Otto Skorzeny el 12 de Septiembre de 1943, causando un repunte en la moral de Hitler y los suyos.
Esto, queridos lectores, fue tan solo el comienzo de un plan sumamente detallado y secreto.
Uno que podía cambiar el curso de la Segunda Guerra Mundial...para siempre.
https://youtu.be/BIna3C0Q-qY
En las montañas nevadas de Cherburgo, Francia, atravesando una extensa carretera solitaria, un coche de color negro, únicamente acompañado por dos Soldados en motocicleta, como escolta, el vehículo llegó hasta la citada ciudad. Sus orígenes y aire Medieval mezclado con la Modernidad y aquel nuevo Siglo le daban un tono y toque encantador al paisaje, a pesar de estar en medio de una guerra devastadora.
El chofer aparcó y desde el interior bajó un hombre de unos 50 años, lucía el uniforme de la "Kriegsmarine", la Marina de Guerra Alemana junto a su gabardina negra como la noche, gorra de plato Oficial con el Águila y la Esvástica, botas de montar negras y las condecoraciones. Se fue quitando los guantes al entrar, a pesar del frío que hacía, subió unas escalerillas e ingresó en el Cuartel General. Caminó por un largo pasillo, allí, en su escritorio, un joven de cabello castaño estaba tomando nota de las próximas informaciones y reportes que entregar cuando lo vio llegar. Inmediatamente, impulsado por su obediencia, se puso de pie, en señal de respeto.
- Buenos días.- Saludó el hombre, girando por la derecha, metiéndose en una Oficina, donde le estaba esperando una mujer que compartía su misma posición con el joven de afuera.
- Buenos días, Herr Almirante.- Devolvió ella el saludo, mientras que el hombre se quitaba su gorra, desabrochaba el abrigo y la chica se ponía de pie.
- Que venga, ahora mismo, el Herr Oberst Radl.- Fue el pedido que le hizo a la chica el Almirante Wilhelm Canaris de la Armada y la "Abwehr", cuyo rostro expresaba seriedad al respecto y de algo muy importante que había sido informado, algo que debía compartir con aquella persona que debía ser traída ante su presencia.
Una vez que dejó su abrigo, gorra y guantes sobre la mesa, su Secretaria los tomó y él abrió la puerta.
- Ya he dicho a Herr Oberst Randl que usted ha llegado.- Respondió la muchacha.
- Gracias.- Finalizó y cerró la puerta que daba a la otra habitación, una muy rica en decoración y colores, en donde estaba un cuadro al óleo del Kaiser Guillermo II y que funcionaba su Oficina. Fue hasta el escritorio y comenzó a ver los documentos que le habían enviado cuando alguien llamó a la puerta.
Ésta se abrió y allí entró un hombre semi-calvo pero castaño, era un Oficial de la "Wehrmacht" pero lo más llamativo era el parche negro que tenía en su ojo derecho. Lucía la Cinta Prusiana y la Cruz de Hierro de Primera Clase en su cuello. El sujeto llegó callado, notando el recibimiento de Canaris.
- Pase, Radl.- Le conminó. Éste accedió, silencio y cerró la puerta. Entrechocó los talones y se quedó firme.
- Herr Almirante.- Habló éste con tono serio.-
- Siéntese.- Le invitó el viejo Oficial a Radl. Éste hizo un movimiento con la cabeza, caminó y tomó asiento en un sillón que había allí. Metió sus manos en los bolsillos de su uniforme y de ahí los volvió a sacar.
- ¿Ha ido bien la reunión? ¿Tenía pensado el Führer algo en concreto?.- Preguntó mientras que sacaba una cajetilla de cigarrillos, sosteniendo uno de ellos en su mano izquierda, cosa que no le agradó, en lo más mínimo a Canaris, quien dejó los documentos sobre la mesa, caminó unos metros alrededor del Coronel.
- Un simple "Ejercicio de Logística".- Le explicó el Almirante, sus manos estaban metidas en sus bolsillos, se lo notaba muy serio al respecto por los resultados allí vistos.- Solo tiene una idea fija: Que traigamos a Winston Churchill secuestrado desde Londres a Berlín.- Relató y Radl no podía dar crédito a lo que estaba oyendo.- Ha ordenado un estudio para que veamos si es factible.- Continuó y notó que el Coronel bajaba la mirada pero aún preso del asombro.- Hoy es Miércoles. El Viernes lo habrá olvidado todo pero... Himmler no.- Al referirse al Jefe de las "SS", la mano derecha de Hitler y su futuro sucesor en el cargo dentro del gobierno, aquel nombre le hacía sentir repugnancia, asco y rechazo de parte de Canaris hacia ese hombre.-
- ¿El "Reichsführer Himmler lo aprueba?.- Preguntó el Oficial del parche negro.
Canaris fue hasta su escritorio, caminó un par de metros más en su "trayectoria", deteniéndose.
- Para ponerme a mí en un aprieto.- Respondió el peli blanco, asintiendo con la cabeza.- Debería haber estado en esa reunión Radl. Allí estaban Hitler, fanfarroneando, alagando...y por fin razonando. Luego se tornó furioso y pateó el suelo como un Jefe de Pista de Circo. Goebbels daba saltos de un lado al otro como un colegial. Bormann...Hmmm, ¡un buitre!. Al acecho, en un rincón observando, escuchando, sin decir palabra y Mussolini.- Contó, Radl lanzó una bocanada de humo de su cigarrillo, escuchando cada detalle de lo que Canaris le estaba relatando.- ¡Mussolini!.- Exclamó con bronca.- Un Autómata.- Comparándolo con aquel personaje de la Mitología Griega sobre el viaje de Jasón y los Argonautas.- Miré a mi alrededor y me pregunté: "¿Soy yo el único que se da cuenta?". Y si es así, ¿qué pensarán ellos de mí?.- Finalizó, mientras que Radl buscaba las palabra adecuadas para poder dar su veredicto de lo que había oído. Llevó su cigarrillo hasta un cenicero y tiró las cenizas en su interior.
- Herr Almirante, ese estudio no tiene lógica.- Dio el Coronel su veredicto.
- Será una estúpida e innecesaria pérdida de tiempo.- Sentenció Canaris.- Pero hágalo inmediatamente.
Una vez concluida la reunión, el Coronel Radl volvió a su Oficina para continuar con su labor. Inmediatamente, desde la puerta llegó su Asistente, de nombre Karl, un hombre de barba rubia pero bien cuidada. Ingresó con una carpeta roja y la depositó sobre el escritorio del Oficial Alemán.
- Los "Partes" de todo el mes. Si pudiera darme una idea sobre el tema.- Dijo el rubio, permaneciendo de pie tras entregar la carpeta.
- Voy a ser muy explícito.- Dijo Radl, mirándolo de frente.- El Führer nos ha dado instrucciones para secuestrar a Churchill.- Dio a conocer ese objetivo.-
- ¡Qué audacia!.- Exclamó Karl con un tono moderado, entre el asombro y el sarcasmo.
- Hágame un estudio de las posibilidades.- Pidió el hombre semi-calvo, ojeando la carpeta.
Hubo un minuto de silencio pero Karl caminó hacia atrás, por donde estaba el escritorio de Radl hasta llegar a otro mueble.
- Ayer, precisamente, nos llegó algo que nos puede interesar.- Señaló y comenzó a buscar, entre el montón de documentos, una pequeña carpeta.- No era más que un comentario, si mal no recuerdo...A ver.- Pidió y de ahí lo consiguió, dándoselo.- Su clave es "Sturling". Un pueblecito de Inglaterra llamado "Studley Constable".- Alcanzó la hoja y Radl la vio.
- ¿Cómo recibimos los informes de ese Sturling?.- Preguntó el Coronel del parche tras quedar unos segundos de silencio, leyendo el documento.
- Por la Embajada Española en Londres, por "Valija Diplomática", también mantenemos contacto por radio.- Informó el Adjunto rubio a su Superior.-
- ¿Dónde está exactamente... Studley Constable?.- Lanzó Radl su pregunta.
- En la Costa Este de Inglaterra, Condado de Norfolk.- Dio Hans su respuesta y de ahí se puso el Oficial de pie, saliendo por la puerta, acompañado por el Adjunto hasta una habitación con mapas.
Karl encendió las luces. En las paredes habían varios mapas de gran tamaño y más por las operaciones que se estaban llevando a cabo, mientras que el Oficial buscaba la ubicación de aquel pueblo británico, ayudado por una lupa, consiguiendo su objetivo.
- Una Costa solitaria muy primitiva, amplias playas, marismas.- Añadió más detalles acerca de la geografía local.
- Ideal: Karl, quiero un hombre para dirigir la operación.- Aceptó Radl y de ahí pusieron manos a la obra para encontrar al que fuera el próximo "Skorzeny" que dejara su huella en las páginas de la Historia.
Esa noche, tanto el Coronel como su Adjunto se dedicaron a revisar todos los libros y carpetas con la información de los mejores Oficiales. Con un cigarrillo en su mano, el primero encontró a alguien que podía ser de vital interés.
- "Aterrizaje de Emergencia en 1940 en el Asalto de los Planeadores. Lanzado en el Ataque de Creta del 41, herido en la Toma del Aeropuerto de Malemí. "Cruz de Hierro". Dirigió un "Grupo Especial" de 300 Voluntarios en la acción de Leningrado. "Cruz de Hierro con Hojas de Robles y Espadas" de Stalingrado. En Enero de este mismo año le lanzaron en Kiev con 167 supervivientes de la Unidad. Su misión era llegar hasta las dos Divisiones cercanas en Rusia: Oberst Kurt Steiner".- Leyó Radl aquella "Hoja de Servicios", mientras que llevaba su cigarrillo a la boca.
- ¿Qué idiomas habla?.- Preguntó Karl, ya que ese era otro "requisito" de suma importancia para la misión.
- Educado en Inglaterra.- Respondió el militar, entregando la carpeta con la hoja de aquel sujeto y de ahí, justo cuando apagaba su cigarrillo, comenzaron a sonar las sirenas de bombardeos, mientras que bebía un trago de su Whisky.- Es la tercera esta vez; a pesar de la garantía personal de Göring.- Lanzó aquel comentario ácido contra el "Reischmarshall" de la "Luftwaffe". Karl miró su reloj y se río, mientras que Radl se quedaba pensativo en el éxito de la misión.- ¿Está familiarizado con las obras de Jung, Karl?.
- Conozco las obra de Jung pero no estoy, absoluto, familiarizado con ellas.- Respondió su Adjunto ante esa pregunta.
- Un gran pensador, un hombre racional. Hablaba sobre cierta "Sincronización", acontecimientos que tienen una coincidencia en el tiempo.- Aportó esa carga de conocimiento ante el silencio dado con los bombardeos, señalando la operación de Hitler para volver a repetir el mismo papel que hizo Skorzeny.- Lo que hemos conseguido, hasta ahora, es que, luego de visitar un Destacamento de Bombarderos, Churchill irá a una casa de campo a siete millas en una costa desierta pero en este momento, en este particular asunto.- Señaló la gran igualdad que se estaba dando en esos momentos.
- Lo comprendo al pie de la letra, Señor.- Respondió Karl cuando, de golpe, notó que, en una hoja más de allí, se pudo ver la foto de alguien más que estaba metido en eso.
Un poco antes de la reunión entre Canaris, Radl y luego el asunto con Karl, en Sarajevo, un muchacho de cabello blancos y ojos rojo escarlata se encontraba despidiéndose de su familia, mientras que se acercaba a sus sobrinos, los hijos de Nikolay y Amel, Demi y Mirel, quienes tenían los "Títulos Imperiales" de Príncipe y Princesa.
- ¿Volverás para nuestro cumpleaños, Tío Oleksandr?.- Preguntaron ambos niños, ya que su familiar se iba a ir a Europa Occidental en una misión encargada por Nikolay.
Éste arrodillándose frente a ellos, les pasó las manos en la cabeza y los abrazó.
- Tranquilos, pequeños, ya verán que volveré y con regalos. No pierdan la Fe, que todo estará bien. Somos Ivanisevic, siempre recuerden nuestro lema: "Rotos pero nunca doblegados".- Dio a conocer esas palabras que nunca debían olvidar.
Con un último abrazo, el muchacho se despidió de sus sobrinos, así como también de su prometida, cuyo nombre era Irina, de cabellos rubios y gran belleza, proveniente de la antigua Aristocracia Polaca.
- Te prometo que cuidaremos "Constantinopla II" junto a nuestros Aliados pero tú debes hacerme un favor muy importante, Olek.- Pidió ella, mientras que su novio la abrazaba.
- Dímelo y lo cumpliré.- Pidió éste con una sonrisa.
- Vuelve sano y salvo.- Fue el pedido que le hizo y él no la soltó por buen rato, sintiendo las lágrimas que empapaban su ropa.
- No temas, harán falta muchos desgraciados para matarme. Volveré y de ahí nos casaremos, te lo prometo.- Juró éste, soltándose pero no sin antes besarla en los labios. Pronto, despidiéndose de sus padres y de los Alemanes allí presentes, incluyendo Klingenberg, el Sargento Stugart, el Coronel SS Mounke y el General Bremmen.- Amigos míos, muy buena suerte y descuiden, volveré en una pieza.- Prometió y tras subirse al coche que lo condujo hacia el aeropuerto, Olek se despidió, saludando a todos ellos pero, cuando arribó a su vuelo, éste lloró en silencio.
Las cosas en los Balcanes, al igual que en el resto del Mundo no estaban bien. A pedido del propio General Bremmen, ya que la violencia que los "Ustachas" ejercían no se detenía y que empeoraba a más no poder, éste se había reunido con los Ivanisevic, acompañado por sus Oficiales de la "Wehrmacht" para tomar una decisión y más cuando el desastre en el Frente Oriental estaba dirigiéndose hacia allí, por el "Ejército Rojo" y el desembarco Aliado en Sicilia.
Sabiendo que podía ser condenado a muerte por "traición", el General alemán creó, con los Ivanisevic, una "Zona de Seguridad", igual que en China, donde la gente se podía resguardar sin sufrir el mal de los invasores, por lo que nació "Constantinopla II", en donde muchos civiles de distintas etnias, religión, incluyendo Judíos que Mounke y sus allegados habían sacado de allí con el pretexto de "trasladarlos" a las fábricas en los Balcanes, eran instalados allí, al igual que muchos Soldados alemanes que venían desde Rusia, huyendo del enemigo junto a muchos de las "SS" y las "Waffen-SS".
Por su parte, Olek, habiendo llegado a Italia, comprobó que tampoco allí era seguro permanecer, ya que el "Banco de Roma" mantenía protegidas las riquezas y demás objetos de valor de los Ivanisevic, incluyendo los Símbolos Imperiales que sus Ancestros llevaron hasta allí antes de la "Revolución de Octubre de 1917". Una vez que abandonó dicho país, viendo que su misión estaba cumplida, volvió a su hogar, un tiempo después, en Sarajevo pero, en el camino, el tren que tomaba tuvo que desviarse por la destrucción de las vías en los Balcanes, producto de los Partisanos y las represalias que hacían los alemanes junto a los "Ustachas".
Fue así que terminó en Polonia, una gélida y nublada mañana de Octubre de 1943. Allí, en medio de camiones que trasladaban a judíos y otros de "raza inferior" para los trenes que los llevaban a los campos de concentración, vigilados por Soldados armados y policías polacos, la mayoría con un brazalete que llevaba la "Estrella de David" en su hombro derecho, llevó a que él se bajara para desayunar algo. Mientras que bebía un café y disfrutaba de la comida ofrecida, podía ver las columnas de humo que venían desde el "Gueto de Varsovia", el cual se había sublevado en ese mismo año y que ahora fue aplastada la insurrección.
En medio de la comida, el muchacho notó que una chica se estaba escabullendo de sus captores, ocultándose tras unos ferrocarriles, por lo que ésta corrió y llegó hasta las escaleras del bar que había allí. El joven peli negro se levantó y corrió para auxiliarla pero cuando llegaron varios Oficiales de las "SS" junto a unos Soldados, éstos le apuntaron con sus armas de fuego.
- Será mejor que no intente nada, joven.- Advirtió el que parecía ser el Comandante cargo.- Ahora, documentos, por favor.- Pidió éste, mientras que el muchacho protegía a la chica, quien temblaba por el frío y el miedo.
- Por favor, no deje que me lleven.- Le rogó ella pero cuando uno de ellos se acercó para sacársela de encima, el peli negro le propinó un puñetazo al Oficial, justo por debajo del mentón, llevando a que le saliera sangre.
- ¡Infeliz, te voy a mandar a fusilar!.- Bramó el alemán.
- Inténtalo, ponle un dedo encima a esta chica y te tiro los dientes.- Amenazó el chico.- Es solo una civil, no una Sionista. ¿Por qué no van a acabar con esos que están destruyendo el Mundo con esta maldita guerra?.- Cuestionó y de ahí se volteó para verla.- ¿Cómo te llamas?. Tranquila, puedes confiar en mí.
- Anna.- Respondió la joven polaca.
- Anna.- Repitió él su nombre.- Y si están pensando en matarme, háganlo pero dejen que esta chica se vaya a un lugar seguro.-
El Oficial golpeado iba a dar un paso al frente pero el Comandante le detuvo.
- Ni lo intentes.- Ordenó éste, caminando hacia donde estaba el muchacho.- Oleksandr Ivanisevic, 4*Conde de Moscú, Minsk, Kiev y los Balcanes junto a Serbia. Un miembro de gran valor para la citada familia.- Dio a conocer esos datos que los dejaron con la boca.- Veo que estamos ante un problema pero no está en mis órdenes fusilarte, sin embargo, llévenselo de aquí, ahora.- En aquel momento, Olek fue separado de Anne y conducido a un coche negro.
- ¡Oigan, ¿qué hacen?! ¡Paren, no la toquen, déjenla!.- Pidió el muchacho, forcejando con los dos Soldados que intentaban calmarlo.
- Quédese tranquilo, Herr Ivanisevic.- Le habló el Comandante Jürgen Stroop, caminando hasta el coche que tenía la ventanilla abierta.- No le pasará nada a la judía, tiene mi palabra, sin embargo, hay alguien más quien desea hablar con usted.- Señaló y de ahí miró al chófer.- Adelante, pueden retirarse.- Ordenó éste, mientras que el coche se encendía y Olek veía a la muchacha de Polonia ser subida a un "Tren Sanitario" con rumbo hacia los Balcanes.
Pronto, a su lado, un Cabo de las "SS" se le acercó para hablarle, tendiéndole una venda.
- Tendrá que usarla hasta que lleguemos. No pasará nada, solo obedezca.- Pidió éste con tono serio pero como si le estuviera dando un consejo de gran valor.
Sin más que decir, el 4*Conde de la Familia Ivanisevic cubrió sus ojos y con ello, el vehículo enfiló con rumbo hacia el Aeropuerto de Varsovia, en donde fue subido y de ahí llegó a Cherburgo, Francia.
[Éste es uno de los momentos que he estado esperando desde hace un buen tiempo: En esta nueva Saga, que toma lugar durante los eventos de los libros de "El Águila ha llegado" y "El Águila emprende el vuelo" de Jack Higgins junto a la película de 1977, en donde veremos a Oleksandr Ivanisevic y a sus allegados en una misión llena de misterio e intrigas.
Se las recomiendo la película, es muy buena y lo mismo los libros.
Espero que les guste, Camaradas. Mando saludos y agradecimientos para shadowbellatrix, eltíorob95, MrR199, 55margarita, erickshakespare20089 y los demás seguidores.
Cuídense y que tengan un buen comienzo de día Lunes de mi parte, Camaradas.
Hasta la próxima.].
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