Como ya vimos en la parte 1 la vida fuera del boxeo de Leonardo, aquí veremos cómo es dentro del deporte.

 Esta vez estamos una semana después de entrar al gimnasio, el papá de Leonardo llego por 1 día, y este le pidió dinero para entrenar como se debe box. Su padre solo le dio para vendas y tenis, los guantes después. Por lo que si se preguntaron, sí como dije, su padre se la pasa trabajando más que otra cosa.

 Su casa podría no ser de lo mejor, pero comparado con el gimnasio, realmente parece una cárcel.

 -Ya terminaste de correr -menciona Antonio. -Salta al cuerda.

 Casi siempre cambia su rutina, a veces solo una objetos para ejercitarse, otras veces se la pasa practicando como golpear. Pero esto, desde el punto de vista del resto de muchachos, el ver a alguien joven, que pronto sacara su licencia para practicarlo de manera profesional, los motiva.

 -Y, ¿qué dices papá? -menciona el entrenador más joven e hijo del jefe.

 -¡Creo que, como "El Cesar", vere que pelea con 6 rounds en el debut! -Habla en voz alta intencionado, para motivar a los que están debajo y encima, para presionarlos.

 -¡Y lo haremos llevaremos personal mente! -Menciona el joven (que es una verdad)

 Pues el gimnasio, es conocido por 2 cosas:

 1.- Tener 2 entrenadores en la esquina. Uno para guiarlo en la defensa y el otro en el ataque

 2.- La otra, por tener y generar grandes campeones nacionales y continentales, capaces de ser mundiales, pero esta última no lograrlo.

 Es por esa razón le dan bastante atención al joven, pues ven, el espíritu que caracterizo a tantos boxeadores de México.

 Un día, mientras Leonardo se ponía las vendas, un compañero se acercó para una plática casual.

 -La verdad te envidio -menciona el compañero.

 -¿Envidiarme? -Piensa -¿por?

 -Ser entrenado por ellos, es casi un privilegio -responde.

 -¿En serio?

 -La verdad, es que después de su ultimo "fracaso", se niegan a entrenar a otros.

 -Fracaso -siente curiosidad. Pero termino de ajustarse las vendas por lo que salió a correr.

 Regresando de correr, le toca ejercicios corporales (sentadillas, lagartijas, etc.), mientras otro compañero le pregunta si le puede sostener el costal.

 -Y dime -le conversa mientras golpea - ¿qué se siente ser entrenado por los mejores?

 -No lo sé -contesta -son los primeros entrenadores que tengo.

 -Los maestros de la escuela también cuentan.

 -Casi no participaba en eso.

 -Bueno.

 Termina de golpear y continúan cada uno con su rutina. Él se dio cuenta desde que empezó con todo esto, sus compañeros siempre lo veían, ya sea con ojos de celos, envidia incluso de admiración. Pero hasta cierto punto casi nadie lo trataba mal, o se burla. La mayoría o lo ignora o están conversan, pero siempre terminaba en lo mismo: "eres el nuevo proyecto". Eso le causaba curiosidad, pero primero era concentrarse, pues se acercaba la prueba para sacar la licencia de boxeador.

 Como dije, mientras que su casa, debido a su madre, casi era un sufrimiento. Por lo que su objetivo fue usar al boxeo para salir de ese lugar.

 Y antes de ver su primer combate, veremos cómo le va a Yui.