Al principio, era fácil odiar a Reborn en su forma de bebé. Tsuna casi se odia a sí mismo por ser una persona tan fría al principio (¿odiando a un bebé? No muy varonil) hasta que Reborn usó el martillo de diez toneladas como despertador. Las cosas prácticamente cayeron desde allí.

Pero cuando Tsuna luchó contra Mukuro a pesar de realmente, realmente no quería, parpadeó por un momento o dos cuando pensó en cómo había derrotado a dicho hombre. Como se llamaba; Modo Hyper Última Voluntad? Todo lo que Tsuna sabía era que una bala especial le había disparado, encontrado mitones nuevos para usar y literalmente apagó las ilusiones de Mukuro.Parecía como si una manada de elefantes lo hubiera pisoteado una vez que saliera de su neblina inducida por las balas, pero nunca en su vida se había sentido tan ... en sintonía consigo mismo. Podía sentir cada cosa a su alrededor. Era como si sus nervios estuvieran en llamas. Su entorno era diez veces más claro, como la alta definición, y cada movimiento que hacía su enemigo se ralentizaba lo suficiente como para que pudiera observar, evaluar y tomar represalias. Por primera vez en su vida, Tsuna tenía una pequeña pizca de confianza en sus habilidades.

Vagamente recuerda a Reborn diciéndole que usaría el Modo Hyper Última Voluntad a partir de ahora. Tsuna no discutió, porque se sentía mejor peleando de esa manera que el habitual truco de correr en sus boxers. Incluso si luchar de esa manera lo dejó sintiéndose como si hubiera estado haciendo sentadillas con un ladrillo de cien libras en su espalda durante veinticuatro horas.

Su encuentro con Varia había sido jodidamente aterrador .

Hasta el día de hoy, Tsuna todavía no está seguro de cómo salió vivo de eso.

Claro, la lucha contra Xanxus todavía le da escalofríos cuando lo piensa, pero si Tsuna fuera completamente honesto consigo mismo, el hecho de que su seguridad se hubiera puesto en peligro no había sido su mayor preocupación

Fue la vida de sus amigos lo que lo hizo retorcerse por dentro.

Ver a cada uno de ellos luchar había sido arrollador. Tsuna sintió que su corazón cedía cada vez que Lussuria arrojaba a Ryohei contra las barras al rojo vivo de la arena; cada vez que Levi llevaba sus paraguas sobre el pequeño Lambo. Su miedo se disparó cada vez que la espada de Squalo se encontró con la de Yamamoto; cuando Gokudera se apartó de los cientos de pequeños cuchillos que Bell le arrojó; y cuando Chrome colapsó debido a sus órganos defectuosos antes de que Mukuro se hiciera cargo. Para cuando todo el asunto de los Anillos había terminado, Tsuna estaba casi seguro de haber adquirido más de unos cuantos pelos blancos.

Si había una cosa que Tsuna se dio cuenta de que era irremplazable de esa pelea, no era toda la ridícula cantidad de propiedades dañadas, la piel previamente sin marcar ahora llena de cicatrices, o incluso los anillos Vongola.

Fueron sus amigos. A eso era a lo que no podía renunciar.

Reborn se burló fuertemente de Tsuna cuando el morena señaló ese hecho un día cuando los dos estaban holgazaneando en su habitación (más como Reborn estaba holgazaneando y Tsuna estaba acurrucado debajo de su cama por la forma intimidante de la pistola León), pero tenía también dejó a Tsuna con sus propios pensamientos. Vagamente, Tsuna se preguntó si Reborn apreciaría también a los que lo rodeaban.

O tal vez al asesino a sueldo le gustaba el hecho solo de que sus aliados estuvieran vivos, pero Tsuna ahora estaba aprendiendo a pensar lo contrario, en su interior sentía que podía confiar plenamente en Reborn una confianza que provenía de un pasado que no era capaz de recordar.

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Ciaossu!!! Me ganaron las ganas de subir otra parte.

(*≧▽≦)
Aunque me quedé sin reservas para actualizar esta semana.

Espero tener tiempo para escribir
O inspiración jaja.

(ﾉ≧∀≦)ﾉ Yo tengo el poder muajajajajajaja.