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Celo

Con los ojos cerrados no dejaba de reír con diversión por las torpes reacciones ajenas a sus comentarios sugestivos. Izuku tenía un cierto encanto que le estaba empezando a agradar. Era ese típico chico ingenuo, virgen en todos los sentidos por qué si... El alfa estába seguro de que el pecoso no tenía ninguna experiencia sexual más allá de quizá besos, o al menos eso pensaba por la forma de ser tan correcta. Todo lo contrario a él.

Ante la despedida de buenas noches respondió con un simple quejido cansado. Le dolia todo el maldito cuerpo en especial las zonas que aún seguían un poco inflamadas por la pelea de la noche anterior contra muscular. Jamás llegó a pensar que terminaría accediendo a cuidar del nerd, pero más allá de sus motivos perversos habia algo en su lado alfa que le pedía proteger a ese inútil Omega acostado a un par de metros.

Suspiro rendido, tal vez los Yakuza no volverian, o quizá si, Katsuki no sabía que es lo que habia ocurrido del todo entre ellos y el nerd más allá del comentario de que el idiota punk había llegado para salvarlo. Después de todo ya lo veía venir cuando hablo con el por teléfono.

"Parece que aún ante está situación el muy idiota sigue defendiendo al bastardo ese"

Pensó torciendo los labios inconforme, esperaba que el incidente de ese día hubiese arruinado la manera en que Izuku veía a Shoto pero parecía ser que nada de eso ocurría, más allá de un estado traumático en el nerd evidente por la forma en que le pidió quedarse con el.

"kacchan es en quien confio"

"Me haces sentir a salvo, por favor quédate"

Las palabras del Omega zumbaron en su cabeza un segundo, el nerd realmente confiaba en él ahora, eso era bueno ¿no?, finalmente podría pasar a la segunda fase del plan ahora que se había ganado la confianza del otro. Tener acercamientos más atrevidos, quizá algo más allá de solo sus bromas. Sonrió travieso, aunque shoto seguia siendo un estorbo, Katsuki mantenía cierta ventaja ahora.

Con la victoria casi asegurada cerro los ojos y se dispuso a dormir. No paso mucho tiempo para que el cansancio lo venciera y cayera rendido.

Un suave traqueteo lo despertó, el alfa tenía el sueño ligero además de mantenerse en alerta de forma inconsciente por si los Yakuza volvían. Abrió despacio sus ojos mirando directamente la habitación en la oscuridad apenas iluminada por lo que parecía ser una luz en el pasillo.

Arrugó el entrecejo y rápido se incorporo volteando a ver al menor pero la cama estaba vacía. Su primer pensamiento fue que era un intruso pero al ver la cama vacía supuso que era Izuku quien estaba allá. Volvió a su posición inicial suspirando algo somnoliento, la habitación estaba tibia, había una suave estela del aroma de ambos revoloteando por el lugar haciéndole arrugar ligeramente la nariz.

Escucho al menor volver y se quedó quieto en su lugar sin decir nada fingiendo seguir dormido y eso intentaba se disponía a dormir de nuevo pero entonces la voz de izuku sonó haciéndole abrir el ojo que daba al suelo. Preguntándole si estaba despierto.

Katsuki rodó los ojos y estaba por responder cuando el Omega volvió a hablar está vez pidiéndole permiso para tomar su abrigo usando de pretexto que hacía frío. El alfa alzo una ceja..

"¿Frío?, la habitación está caliente, aquí no hace ningún maldito frío"

Arrugo el entrecejo confuso por eso pero antes de responder escucho el suave traqueteo de la cama y seguido el ruido de la tela rosando la piel ajena. El muy confianzudo habia tomado el abrigo seguramente sin esperar por la respuesta.

"Que más da.... Que haga lo que quiera, estoy cansado..."

Pensó fastidiado tratando de volver a retomar el sueño, no pasaron ni cinco minutos cuando volvió a escuchar el traqueteo del colchón y pero de pronto una nueva estela del aroma ajeno llegó a su nariz, las feromonas de Izuku golpearon su sistema con fuerza, ¿Que diablos estaba pasando? Era como si de peontotun golpe del aroma hubiese sido liberado.

"Esto es... Es como si el muy idiota estuviera entrando en celo... su aroma, es cada vez más fuerte"

Katsuki empezó a tensar bajo los cobertores, ya había tenido algunas experiencias con omegas en celo, el aroma era sumamente peligroso para él, podría llegar a arrastrarlo a desear aliviar el celo del omega por mero instinto. Odiaba a veces tener esos impulsos que le eran imposibles de controlar e ignorar por ser su mera naturaleza como Alfa. Seguido la voz ajena se presentó de nuevo, sin embargo lo que le pidió está vez le hizo abrir los ojos con sorpresa.

¿Había escuchado bien?, el pecoso le estaba pidiendo dormir con él, su voz sonaba temblorosa y terriblemente... Llamativa.

Katsuki apretó el entrecejo tensando ante la sensación de algo moviendo detrás de él.

"Este tipo... ¡¡¿De verdad está entrando en celo?!!, ¡¿justo ahora?!, No me jodas... Solo trataré de ignorarlo, si caigo ahora mi plan podría arruinarse... Tengo que soportarlo"

Pensó molesto apretando los labios y tratando de volver más lenta la respiración para evitar tomar lo más que pudiera las feromonas del Omega en el aire. Quería que el muy idiota se enamorara bien y no solo por un maldito celo encima, además si ambos terminaban rendidos al aroma del otro en ese momento, Katsuki no sería capaz de estar en sus cinco sentidos para tomar las evidencias y mostrarlas a los idiotas del equipo.

Intento fingir que dormía, ignorando al otro.

"Espera... Y si correspondo a su petición... ¿Podría usarlo como excusa para empezar a obligarlo a salir conmigo?... ¿Accederá a algo así? No... es mejor solo ignorarlo, tengo que aguantar... Resiste a su maldito aroma"

El alfa se debatia en que debía hacer, sabiendo que el omega estaba cada vez más cerca hasta que un suave cosquilleo a su sien le hizo apretar el entrecejo. La voz ajena susurrando su nombre con una maldita sensualidad que le hizo maldecir mentalmente. El maldito nerd estaba empezando a perder el control y si continuaba así seguro el también.

Sintió un peso ligero en su espalda y asumió que era el menor que ya estaba acostado a su lado. El muy maldito ya se había acercado tanto que le era cada vez más difícil ignorarlo. El alfa apretó los puños bajo las mantas. El pecoso estaba actuando cada vez más atrevido, era un lado que no conocía de él pero que por alguna razón le daba una sensación curiosa a seguir conociendo.

"¿Hasta donde es capaz de llegar?"

Pensó empezando a sentir curiosidad del nerd, siempre lo veía actuar de forma tímida y nerviosa cuando tocaban bromas de índole sexual, pero ahora era todo lo contrario, era él quien daba iniciativa a un acercamiento cada vez más cercano y era más claro que el agua que no era cualquier tipo de acercamiento.

Ya sea que el menor era guiado por el celo o no, era claro que le gustaba la cercanía que el le daba aunque hubo un pequeño detalle que el alfa pudo notar, el aroma no aumento más allá de donde estaba, parecía que estaba empezando a ser frenado y poco a poco parecía calmarse.

"Creo que tomo un supresor... Esto debe ser solo el remanente del inicio del celo"

Katsuki abrió despacio los ojos al llegar a esa conclusión, no había sido capaz de perderse en el aroma del otro pues parecía no haber podido llegar al pico de liberación... Cosa que agradeció de lo contrario ya hubiese reaccionado aún más al Omega pegado a su espalda. La última pregunta le hizo querer voltear a verlo de reojo.

"¿Un abrazo?"

Se cuestionó la pregunta del otro en la mente. Pronto sintió su cobertor renovarse y el roce de la mano ajena viajando por su brazo hasta tomar su mano que intento relajar además de sentir el calor ajeno cerca de toda la espalda. Estuvo a nada de saltar a gritarle que se quitará, patearlo, alejarlo, rechazarlo. Por qué si... A el no le gustaba izuku, lo seguía odiando ¿No?... No sentía nada por ese omega, solo le provocaba querer golpearlo e insultarlo.... ¿Cierto?.

"¿Debería alejarlo?... Parece que no planea hacer nada más... Tsk, Claro el muy idiota sigue siendo un nerd virgen, hubiera sido mucho que terminara desnudándose, ofreciéndome su maldito agujero, quizá el supresor le ayuda... Aún así, su maldito olor es un poco molesto"

Pensó suspirando fastidiado y decidió esperar unos segundos más... El enlace en su mano era gentil y suave. Bastante cálido, haciéndole sentir extraño... La piel de los dedos de Izuku era suave y tersa comparada a sus manos toscas y maltratadas, el aroma fue relajando dándole a conocer que el celo no llego a completarse y eso le alivio un poco. No era que lo quisiera coger, al alfa le encantaba tener sexo pero se trataba de Deku, el maldito nerd que se suponía detestaba y a quien solo iba usar para su beneficio. No era el momento ni el lugar ideales, habia aún cosas que debía hacer con él si quería engancharlo a su plan, aún así se le ocurrió una idea interesante.

"Definitivamente debería sacar provecho de esta situación... Podría no repetirse de nuevo"

Pensó decidido y con la mente más clara. Despacio móvio su mano rompiéndo el enlace que el nerd tenía y se removió para quedar boca arriba fingiendo sonidos roncos, aparentando que seguía dormido y se giro más para quedar frente a frente con el nerd. Sintió como el otro tenso y eso le hizo reír internamente. Despacio abrió sus ojos fingiendo despertar y su mirada cruzo con la ajena a pocos centímetros de distancia finalmente lo veia. El rostro del menor estaba tan rojo como un tomate, no sabía si por los restos del celo o por la verguenza de ser descubierto.

El nerd ya le había dejado en claro lo curioso y pervertido que se estaba volviendo, el alfa solo arrugó el entrecejo haciéndose el sorprendido. Luego relajo el rostro con calma.

— ¿Que cree que estás haciendo aqui? —

Cuestionó en un susurro sin dejar de ver al menor directo a los ojos. Su voz no sonaba molesta si no sería. El aroma de Izuku aún estaba algo presente, liberándose de la nuca ajena con un poco más de fuerza que lo habitual. El alfa se incorporo sobre sus codos para observar mejor al nerd que seguía luciendo algo aturdido.

Arrugó la nariz e inclino despacio hacia el menor, de un movimiento brusco lo tomo de los hombros pegándolo al suelo y se inclino aún más hacia el con el rostro a escasos milímetros del otro.

— Apestas a celo... ¿Intentas seducirme acaso? —

Murmuró con la ceja en alto, sonrió ladino ante la reacción del Omega bajo su agarre pero pronto suavizó su fuerza y se alejo un poco dejando al menor respirar si peso encima de los pecosos hombros. No paso desapercibido que el nerd se había quitado la ropa de la parte superior de su estupido cuerpo.

— ¿Que crees que haces al meterte en la cama con un alfa y más aún... Casi desnudo ¿eh?... Tantas ganas tienes de hacerlo conmigo —

Se relamio los labios, el Omega tartamudeaba intentando explicar lo que pasaba y el rubio simplemente gruño. Katsuki entendía que lo que izuku quería era estar cerca de sus feromonas que servían de relajante a sus malestares por el celo. Tan solo un poco más y la ligera línea hubiese sido cruzada volviendolos a ambos sucumbir a los impulsos.

— Entonces solo quieres sentirte mejor... Vaya... Y yo que ya me estaba haciendo ilusiones —

Se encogió de hombros dejando una brecha de duda instalada en el otro con ese último comentario hecho a propósito por el alfa quien volvió a recostar en su lugar pero está vez tomo al menor de los hombros una vez más y lo empujó contra su pecho envolviendolo en un abrazo nada cuidadoso.

— Solo cállate y duérmete ya, más te vale que lo disfrutes por qué no lo repetiré, ¿está claro nerd? Ahora cierra tus ojos y ya no hables —

Gruñó recargando el mentón en la cabeza ajena y suspiro pesado. Libero su aroma a modo de relajante para el otro y aunque no quiera admitirlo el aroma ajeno también le estaba empezando a generar una sensación agradable, realmente eran genéticamente compatibles. El alfa no tenía ya duda de eso pero seguía haciéndose a la idea de que ni en sueños llegaría a querer a ese tipo bajo sus brazos. No señor... Solo era su presa. Solo eso.

Con el paso de los minutos comenzaron a quedarse dormidos en esa posición. Para cuando Katsuki abrio sus ojos de nuevo ya era de mañana . Al removerse un poco noto al menor aún dormido entre sus brazos con una plácida sonrisa. ¿No se había movido en toda la noche?.

Se incorporo un poco y suspiro por verlo totalmente dormido sin intención de despertar. El muy tonto estaba más que relajado. El alfa sintio una venita salir de su frente, no obstante pudo percatarse mejor de las facciones y detalles del otro. Largas pestañas risadas y los labios entreabiertos respirando apacible, las malditas pecas en la cara y en los brazos y parte de los hombros. ¿Dónde más tenía pecas?. También presto atención a los moretones en especial aquel en el brazo que según el nerd se habla hecho entrenando. Seguía sin creerle.

Katsuki hizo un puchero sacándose de quicio a si mismo por esos pensamientos estúpidos aunque debía admitir que el nerd tenía cierto "encanto".

"¿Te estás escuchando? Que idioteces estás pensando... Este idiota es el Omega más feo que he visto ¡Si, eso es!"

Tomo la almohada que tenía y rápido la azotó contra el Omega haciéndolo despertar por el fuerte impacto.

— ¡Ya levántate idiota! Es tarde —

Regaño mientras se ponía de pie dejando al menor solo en el tendido. Tomo sus cosas y avanzo a la puerta de la habitación.

— Me largo, ya pasé toda la noche aquí, tu madre no debe tardar en llegar. Ya es de dia asi que vas a estar bien y si no solo gritarme por tu tonto balcón —

Advirtió mientras salía de la habitación, afilando la mirada antes de cerrar la puerta con cuidado y bajar las escaleras, sin embargo cuando estuvo a punto de salir la puerta de la entrada se abrió y la mujer pequeña y regordeta entro acompañada de la vecina de al lado, la peliverde le miró y sonrió con brillo en sus ojos.

— Oh katsuki sigues aquí! Les rogué a los médicos que me dejaran ir, ya me sentía bien así que logramos convencerlos... Quería regresar cuánto antes con mi hijo —

El rubio parpadeo un par de veces pensando que aquella mujer era realmente muy tenaz. Pará ser pequeña y sin condición parecía ser resistente. Así que solo trato de sonreírle también.

— Me alegra ver que esta mejor señora. Dek.. Digo Izuku esta en su habitación. Yo estaba por irme —

La mujer sonrió y asintió dándole la mano y haciendo una venia suave.

— Gracias por toda tu ayuda, eres un joven muy bueno, tengo suerte de que seas amigo de mi hijo. Ya puedes irte, estaremos bien, la policía vigilará la casa por una semana, mañana mismo llamaré al cerrajero también para que cambie las cerraduras de las puertas y asegure las protecciones de las ventanas —

Le dijo la mujer con calma e hizo una venia antes de salir por la puerta e ir a su casa, se sentía aún adolorido pero era menos, tenía todo el olor de Izuku encima haciéndole sentir molesto y algo extraño, se pregunto si la mujer no se habtia dado cuenta de eso. Había sido un día muy extraño.

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El fin de semana paso rápido como un parpadeo, solo habia vuelto a ver al nerd un par de veces por el balcón, después del incidente con los Todoroki el Omega parecía racio a salir de su hogar.

Katsuki supuso que era algo normal, después de todo habia sido torturado por los Yakuza y siendo el Omega tan sensible como cuando eran niños era algo fácil de predecir.

El en cambio paso el resto del fin de semana tratando de entrenarse, a pesar del dolor de sus heridas que ya era menos marcado, seguía teniendo un poco de molestias que decidió intentar calmar con algunos analgésicos y desinflamatorios de uso libre en la farmacia.

El lunes llegó y como siempre el alfa se levantó temprano para ir a la escuela, su maldita suspensión finalmente habia acabado. Al llegar al colegio de inmediato fue recibido por su primo y el resto de sus colegas que lo pusieron al tanto de las cosas que se había perdido en el lapso de esa semana en suspensión.

En si no era mucho, la jugada para el partido del domingo que estaba por llegar ya la sabía de memoria pero alfloro el tema del baile ese próximo viernes por la noche. Todos parecían entusiasmados por ese ridículo baile a excepción de él.

En el transcurso del día le pareció extraño no ver al nerd por ningún lado, tampoco lo miro en la cafetería junto a sus dos inútiles amigos. Tampoco después de las clases en el entrenamiento de los animadores que practicaban en el campo aledaño al de football.

Era claro que el Omega no había asistido a clases ese día. Algo raro para ser el nerd que era y que recordaba bien lloriqueo con perderse una sola clase el día que lo llevo al parque.

"¿Seguirá muy adolorido?"

Pensó meditabundo mientras terminaba de quitarse las protecciones del entrenamiento esa tarde. Al urgar en su mochila de gimnasio miro las cajas de analgésicos y se le ocurrió una idea.

Si se mostraba interesado en el nerd seguramente sería más sencillo ganárselo. El ya le había dicho que era el único en quien confiaba, pero Katsuki quería más que eso. Para lograr su cometido debía hacer que el nerd no solo confiara, si no que realmente quisiera pasar tiempo con él, que lo deseara y que mejor que irle haciendo creer que realmente se preocupaba por el.

Suspiro colgando su mochila en la espalda y miro de lejos a Tsuyu entrar junto a otras animadoras, tetsu y Zero prácticamente las abordaron creyendo que él no los veía, tal vez con la intención de invitarlas al famoso baile.

El alfa alzo una ceja mirando como las chicas los ignoraron llendo directo a sus casilleros.

Katsuki dibujo una sonrisa divertida.

"Que idiotas... Así no se coquetea"

El alfa se creía un experto en el arte de la seducción. Si bien el habla recibido escenas de invitaciónes esa semana por parte de sus admiradores con la esperanza de ser invitados al baile por él, el alfa simplemente los ignoraba. Tenía en mente otra cosa.

— Ignoralas, hay más chicas en la escuela, esas solo son perras en celo que se creen inalcanzables —

El comentario de Zero hizo a Katsuki rodar los ojos mientras se acercaba.

— No importa... ¿Oye y el idiota de Izuku? —

Cuestionó Tetsu, Katsuki freno su andar y ladeo el rostro.¿Por qué esos dos se preguntaban por el nerd?.

— No sé, no lo vi hoy, el capitán también lo busco hace rato, quizá no vino a la escuela hoy —

Katuski arrugó el entrecejo, curioso de saber que es lo que ese par diria de el a sus espaldas. Se ocultó tras una hilera de casilleros atento a escuchar lo que hablaban.

— Escuché rumores de que lo vieron con Shoto Todoroki el fin de semana, tal vez están saliendo. Debemos tener más cuidado con ese idiota, la próxima vez no debemos dejarle moretones si no queremos tener problemas igual que Bakugo.—

Katsuki abrió sus ojos con sorpresa.

"¿Moretones?"

Trato de rememorar las veces que lo habían molestado en grupo pero solo recordaba algunos cuantos pellizcos y moretones leves, además desde la última vez que molestaron al nerd ya había pasado tiempo, desde que fue elegido para ser su víctima en la apuesta había dejado en claro que no quería que lo molestaran.

— Imposible, eso le quitara lo divertido, ¿Recuerdas como se retorció? Mierda no tengo idea a qué apestaba pero su maldito culo estaba chorreando, los omegas son tan inútiles, lo volvería a pisar cuántas veces sea necesario hasta que entienda su lugar —

Sero sonaba altivo y frustrado.

— Si, los hombres omegas en celo son mucho más interesantes que las mujeres, se ven ridículos y debiles —

Ambos rieron a carcajadas, el alfa sintió una sensación desagradable al escuchar eso.

"¿Un Omega en celo?"

La sola idea de que ese par de idiotas habían molestado al nerd a sus espaldas y por lo dicho en sus comentarios, incluso en su celo, hizo a Katsuki sentirse muy molesto. Les había dejado más que claro que a ese idiota nadie lo iba a tocar. Lo habían desobedecido y eso le hacía enojar aún más.

Dejo sus cosas en el piso y camino a zancadas hasta con ellos completamente furioso. A lo lejos Tsuyu, ochako y Jirou veían asustadas al sentir las feromonas molestas y dominantes de Katsuki.

El sonido sordo de un golpe que fue conectado a la mandíbula de sero se escuchó, el beta ladeó hasta caer el piso completamente aturdido y tetsu observaba con un rostro lleno de pánico más sin embargo no se salvó de un fuerte golpe en el rostro también. Ambos terminaron en el suelo adoloridos y sorprendidos por ese ataque repentino de su líder y de inmediato se quejaron cuestionandole que rayos le pasaba.

— ¡¡¿USTEDES PAR DE IMBÉCILES QUE MIERDA HICIERON?!! —

Cuestionó Katsuki furioso con la mirada encendida en llamas. El par de betas se miraron mutuamente confundidos.

— ¿De que diablos hablas? — cuestionó Tetsu.

— Saben bien de lo que hablo, ¿Molestaron al idiota de Deku?, les dije claramente que NO lo tocaran! Ese tipo es MIO —

Gruño molesto mostrando los dientes.

— Nosotros... Solo nos divertimos un rato, fue inevitable, el idiota estaba tirado allí en medio de su maldito celo y —

Katsuki no espero a que terminara de hablar, rápido golpeó su torso de una patada haciéndolo callar. Cuando el alfa estaba molesto no había quien lo calmará. Entonces recordó aquel moretón en el antebrazo del Omega, todo tenía sentido ahora. Ya sabía que no era una lesión era un golpe y seguro ellos habían sido los culpables.

— ¿Quién fue?... ¿Cuál de ustedes fue el que lastimó su brazo ? —

Cuestionó serio, Tetsu no dudo en delatar a Sero quien de inmediato recibió el mismo golpe en su brazo de una fuerte patada haciendo chillar al beta.

— Que les quede bien claro, nadie va a tocar a ese nerd excepto yo. ¡¿Oyeron bien inútiles?! Nadie va a arruinarlo—

Menciono haciendo mención a sus planes y la apuesta, pero muy además de eso existía una ferviente necesidad en el alfa por marcar su territorio con ese nerd. Tal como cuando eran pequeños, Izuku era suyo, su juguete, su maldito perro fiel y nadie podría molestarlo más que él.

Ambos betas asintieron completamente aturdidos y sorprendidos por la colérica reacción del alfa quien se retiró de allí con cara de pocos amigos.

Las animadoras habían visto todo aquello, sorprendidas por lo ocurrido pero sobre todo por la mención que hubo de Izuku y la forma en que fue defendido por el ardiente quarterback.

Esa tarde cuando el alfa volvió a casa decidió pasar a casa del nerd, al abrir la puerta la señora Midoriya sonrio alegre de verlo. Siempre lo hacía.

—Esta Dek...¿izuku?... ¿No acudió a la escuela hoy verdad? Me preocupe al no verlo —

Menciono el alfa con su falsa voz amable y educada haciendo derretir a la señora Midoriya quien asintió explicándole que el menor no se sentía bien y no había acudido por eso. Katsuki desconocía si el Omega le habia contado a su madre lo que le hicieron los Yakuza aunque supuso que no por la mención de la noche anterior a qué su madre era muy nerviosa.

— ¿Puedo pasar a verlo? —

Cuestionó amable y la mujer claro que lo dejo pasar indicándole que el menor estaba en su habitación. Katsuki agradecío con una venía y subió a la habitación del Omega, nisiquiera tomo la molestia de tocar la puerta simplemente entro de golpe abriendo la puerta con rapidez.

Allí está el nerd sentado al escritorio leyendo algo y por la cara que puso supo que para nada se esperaba su visita sorpresa.

— Oye idiota, no te vi en la escuela —

Llamo desde su lugar al marco de la puerta, el Omega balbuceo que no se sentía bien y mientras el torpe Omega formulaba palabras el alfa saco la caja de analgésicos de sus bolsillos.

— Ya cállate —

Le advirtió y arrojó la caja de pastillas al menor desde su lugar. La caja golpeó el pecho del menor y cayó a sus muslos.

— No preguntes, solo tomate una si te duelen tus malditas heridas... me largo —

Dijo en falsa molestia para volver a cerrar la puerta de golpe y salir de allí. El rostro sorprendido del nerd había valido la pena. Cada vez instalandole más ideas en su pobre mente. Katsuki sabía bien como manipularlo a su antojo.

El resto de la semana paso con rapidez, y en esos otros cuatro días el Omega tampoco se presentó en la escuela. El alfa ya estaba harto. Iba para una semana que el idiota no salía de su maldita casa. ¿Que tan traumado estaba?. Si eso continuaba así le dificultaría poder avanzar con su plan rápido y el tiempo estimado que le habían dado para la apuesta se estaba agotando.Tenia que hacer que el nerd saliera con el lo mas pronto posible.

Curiosamente el bastardo Yakuza tampoco lo había visto hasta el jueves donde lo miro de lejos junto ala molesta Omega azabache que siempre lo veía y el otro idiota de negro. Al analizarlo se dio cuenta que el bicolor tenía aún vendajes bajo su ropa. A diferencia de el, sus heridas ya estaban mucho mejor y no dolían casi nada. Estaría perfecto para el partido de ese fin de semana.

El viernes llegó al fin, habían avisado que no habría clases por el tema del baile y así los estudiantes podrían tomarse el día para prepararse para la gran noche.

Katsuki había aprovechado para dormir bien, había dormido como un bebé. Cuando el rubio despertó y miró su teléfono ya tenía más de diez llamadas perdidas del pelirrojo y justo estaba entrando la onceava. Chasqueo la lengua molesto y deslizo el botón de la llamada.

—¡¿Que quieres?! Mierda estas peor que mi madre cuando se ponía histérica... ¿Por qué tantas jodidas llamadas? —

Preguntó gritando, del otro lado de la línea se escucho la risa alegre de su primo que también compartía ojos rojos.

— Tranquilo viejo, solo llamo para saber dos cosas... La primera... ¿Que paso al final con Midoriya?... Y segundo... ¿Que te pondrás esta noche para el baile? —

Katsuki gruñó y apretó los dientes mientras se levantaba de la cama. No había tenido tiempo de hablar de ese tema con el pelirrojo en la escuela.

—¿Ah? El idiota está bien, no lo mataron pero si que lo jodieron, tuve que ayudar curarle las heridas y segundo, nada por que no iré a esa idiotez —

Kirishima desde su lugar abrió los ojos con sorpresa y parpadeo varias veces antes de sonreír de forma muy amplia.

— Espera... ¿Que?... Tu... ¿Ayudando a Izuku?, espero que haya sido por buena voluntad y no por tu estúpida apuesta con el equipo, creeme no lo han olvidado, han estado diciendo que no vas a lograrlo y que ya vayas renunciando a tu puesto como capitán, también dijeron que no vendrás al baile por que ni siquiera conseguiste pareja —

Murmuró el pelirrojo y Katsuki gruñó y blanqueo los ojos poniéndose de pie precipitado.

—¿Ah?! Que digan lo que quieran, ya les cerraré el hocico... ¡Seré el malditamente mas apuesto de todos en ese ridículo baile! —

Kirishima sonrio, convencer a su primo era algo fácil si usaba el orgullo del alfa para motivarlo. Era como un niño, solo bastaba llevarle la contraria para hacerlo cambiar de opinión sobre algo.

— Bien entonces envíame tu ubicación y te enviaré un traje que te quedará perfecto —

Le dijo el pelirrojo antes de colgar. Katsuki se quedó en silencio unos segundos antes de caer en cuenta que había sido manipulado por su primo. Aunque no dejaría que nadie se burlara de él, claro que no. Ni por no ir al baile ni tampoco por no haber logrado hasta el momento haberse enganchado con el idiota del nerd.

Entonces una chispa lo iluminó. Claro, el estúpido baile sería la oportunidad perfecta para terminar por fin su plan y además cerrarle la boca a todos los idiotas del equipo. Sonrió divertido y se acercó al closet, busco con la mirada y suspiro al ver qué no tenía nada elegante o que sirviera no tenía de otra que aceptar la ayuda del pelirrojo por lo que no tardo en enviarle su ubicación como le solicito.

Minutos más tarde le fue entregado un paquete y al abrirlo Katsuki levanto ambas cejas sorprendido.

Un traje satinado color vino a la medida compuesto por sacó, pantalón y chaleco. La combinaria con unos elegantes zapatos cafes, corbata negra y camisa blanca.

— Ese idiota tiene buenos gustos, lo admito... Ja.. esto será perfecto, el nerd no podrá negarse cuando me vea —

El alfa sonrio malicioso, salió a la ventana de su habitación, noto el balcón del nerd abierto así que se sostuvo de los barrotes y tomó aire.

— ¡¡¡DEKU!!! —

Le grito al nerd con fuerza tanto que su voz rasposa se escucho a metros a la redonda haciendo ladrar a los perros de los vecinos.

En cuanto vio al nerd asomarse por la ventana alzó una ceja y sonrio de lado.

—¡Más te vale que te sientas mejor idiota, por que iremos al estúpido baile! ¡Iras conmigo! —

Le dijo señalandose a sí mismo con su dedo pulgar. No era una pregunta, era una maldita orden.

—Alistate, pasare por ti a las 6:30... Debes dejar de esconderte como un jodido ratón asustado cada que algo malo pasa. Sal y demuestra que no tienes miedo —

Le dijo antes de darse la vuelta y cerrar la ventana. Con eso seguro que sus palabras harían une efecto en el nerd era tan fácil convencerlo.

El resto del tiempo lo uso para cocinar algo rápido, bañarse y prepararse, vistiendose con el elegante traje y peinandose hacia atrás. Tras un par de toques con su perfume y tomar algo de dinero de su ahorro se dio cuenta que ya eran las 6:25 así que salió de casa y cruzó la banqueta.

Desde ese momento las personas que estaban en la calle lo miraron sorprendidos de lo apuesto y radiante que se veía con aquel traje entallado que marcaba su varonil y fuerte figura. Tocó el timbre y la señora fue quien abrió. Cómo esperaba la mujer hizo una mueva sorprendida al verlo.

—¡Katsuki mirate!, ¡Te vez muy guapo! Casi pareces una estrella de televisión, mi hijo bajara enseguida, ¿las chicas los esperarán en la escuela? ¿La chica que irá con mi hijo es linda? —

Claro la mujer no se imaginaba que ellos irían juntos al baile, si no que irían como amigos para verse con algunas chicas allá. Ciertamente sólo siguió el juego y asintió. Mientras esperaba a que el nerd bajara.

Tenía la mirada fija sobre el asfalto notando que las pequeñas gotas de lluvia estaban comenzando a caer de nuevo, pensó en si sería necesario llevar un paraguas, pero antes de poder pensar en pedirle a la señora midoriya uno prestado escucho la voz del nerd diciéndole algo a su madre, finalmente había aparecido y le había complacido saber que en efecto había obedecido a su orden de que iría al baile con él.

Asi que desvío la mirada hacia adentro de la casa, pues estaba parado sobre el pórtico.

Entonces pudo ver al nerd acercarse con un traje elegante y tonto, su cabello ligeramente peinado y una boba sonrisa que le hizo gruñir bajito al verlo.

Ciertamente se veía "bien". Realmente bien, el bastardo tenía un bonito cuerpo que el estúpido traje le entallaba en la cintura y muslos, Todo lucía bien a excepción de una cosa, la corbata estaba hecha un nudo horrible sin forma. Era claro que el nerd no sabía atarsela correctamente, fuera de ello se veía bien. Claro que jamás le diría eso de propia voz pese a que estaba comenzando a pasar mas tiempo con él que con ninguna otra persona.

Era extraño, después de estar años solo, era como sentir una leve sensación agradable pese a que aún quería golpear al nerd en toda la cara siempre que lo oía hablar.

Lo siguió con la mirada hasta que estuvo frente a él y frunció las cejas al notar el "cumplido" que el brócoli le estaba dando acompañado de ese estúpido sonrojo en su pecosa cara, suspiro y negó levemente.

—Agh... Si si, tu también luces.... Bien... Ahora cállate y vámonos —

Le dijo para entonces meter las manos a sus bolsillos y comenzar a caminar mirando al nerd para hacerle a entender que caminara también.

— ¡Que se diviertan chicos!, ¡Katsuki cuida de mi pequeño Izuku! —

Se despidió la mujer ondeando su mando con una sonrisa ilusionada. Katsuki asintió despidiéndose igual con un movimiento de manos. Avanzaron apenas unos metros antes de que el rubio decidiera frenarse y tomar al menor de la muñeca.

— ¡Ya vamos tarde date más prisa! —

Le dijo jalandolo con la mano bien aferrada a la ajena. Esta vez no se sentía extraño, incómodo o asqueroso. Había una nueva sensación que hacia al alfa portarse meramente un poco más "amable" con el nerd.

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Izuku por fin se estaba quedando dormido nuevamente, el rico aroma del alfa lo tenía tan cerca en ese sitio imbuido con la suave estela de sus feromonas.

La atención volvió a retomar cuando sintió el movimiento del mayor que empezó a girarse, cosa que le hizo abrir un poco los ojos a indagar, aun aturdido por el inicio del celo que pudo controlar con supresores, tenía un pequeño tinte en sus mejillas.

—Te desperté... —pasó saliva por su garganta en continuar su charla—, no me siento del todo bien, ¿puedo quedarme un rato aquí?

Repentinamente fue sujetado de los hombros hasta empujarlo por completo al suelo sintiendo a Katsuki acercar con él. Una emoción revoloteó en su estomago y frunció los labios con angustia cuando le preguntó si intentaba seducirlo.

—¡N-no! No esperaba que mi celo surgiera de nuevo, no ha pasado ni siquiera una semana, fue algo repentino... Déjame quedarme un rato aquí en lo que baja completamente el malestar...

Balbuceó con pena, pero si tenía un poco de conciencia en darse cuenta de lo que hizo, no era tan malo, ¿o sí? Katsuki era una alfa, era inevitable que quisiera estar cerca.

—Me sentía ansioso, luego mi ropa me dio una sensación de agobio... ¡P-pero no estoy desnudo! —corrigió nervioso por la sugestiva indicación si intentaba seducirlo. —Es solo que contigo me siento... Realmente bien...

Susurró eso último haciendose pequeño en su lugar por la vergüenza de mencionarlo, trató de cubrir parte de su rostro con el cobertor por ello.

—Solo será un momento, no voy a molestarte más ni intentaré hacer nada raro —insistió con la plegaria de quedarse en el tendido con él.

"¿Haciendo ilusiones? No querrá insinuar lo que creo, ¿verdad?"

Pensó en duda por el comentario resignado de Katsuki. Segundos después Izuku sintió un tirón de su cuerpo dirigiendolo al torso del alfa quien lo bruto abrazo que lo hizo jadear con sorpresa.

—Espera, espera, ¡¿Qué haces?! No tienes porque aprisionarme así —balbuceó apenado por tener el rostro aplastado contra los pectorales del rubio.

Aparentemente Katsuki quiso ser servicial en darle un sitio apropiado para descansar, entendió la justificación de Izuku en invadir el tendido, pero su favor parecía otra cosa.

—No voy a poder dormir así, ni siquiera puedo respirar bien —reprochó con el rostro sonrojado tratando de separarse, apenas podía mover sus manos ante el agarre.

En el tiempo en que se estuvo sacudiendose como un renacuajo para liberarse pausó sus movimientos por el cosquilleo que tuvo en su nariz nuevamente, Katsuki estaba liberando feromonas para calmarlo. Cosa que hizo efecto dejando a Izuku quieto, su cuerpo levantamente empezó a relajarse entre ese abrazo, su tensión bajó y tuvo el peso del mentón del mayor encima de su cabeza que le hizo soltar un pequeño suspiro.

Comenzó a corresponder llevando sus brazos a tratar de cruzar por los costados del alfa para abrazarle y reclinó con mayor confianza ladeando el rostro, el arrastre de feromonas de Izuku se sentían cálidas complementando las del alfa.

—Gracias, Kacchan... duerme... —dijo entre balbuceos somnolientos y sonriendo con dicha hasta quedarse dormido.

De niños era muy normal cuando dormían juntos en una casa u otra mientras se quedaban jugando hasta el anochecer y caían cansados. Era algo banal que no le dio importancia, era un niño que solo se divertía con su mejor amigo.

Esa noche no se podría considerar el mismo concepto, Izuku estaba paranoico por lo acontecido horas atrás. No quería quedarse solo, y Katsuki se convirtió en su pilar de bienestar. Tampoco esperaba volver a tener indicios de celo, solo logró empujarlo más aún con el alfa.

Su cuerpo trató de memorizar el molde de ese abrazo que le refugió toda la noche, le hizo dormir tan placento, ni siquiera importó estar en un simple tendido en el suelo, le pareció más cómodo que su cama.

Con tibios ronquidos movió un poco, pero fue abruptamente despertado con un golpe en el rostro a causa de un almohadazo. Con el cabello más alborotado como solía ser cuando levantaba en las mañanas abrió los ojos algo aturdido y perezoso, la sensación de dolor en su cuerpo le hizo enfriar la situación y encontró a Katsuki levantandose.

—¿Qué hora es? —Preguntó frotandose un parpado.

Al escuchar que ya se iría le hizo entrar en paranoia y procuró levantarse para seguirlo.

—¿Ya te vas? ¿Por qué no te quedas a desayunar conmigo? Llamaré a mamá para saber como está pero... ¡Aguarda, por favor!

Imploró gateando hacia el borde del tendido en camino a la puerta, pero segundos después de que Katsuki salió y cerró la puerta casi en sus narices se quedó abstracto.

"Me estoy colgando mucho de Kacchan, él solo hizo lo que le pidió mi madre que fue buscarme, me curó, incluso se quedó porque se lo pedí... Debe de estar harto..."

Arrugó el entrecejo incómodo y suspiró cabizbajo.

"...Anoche dijo que somos amigos..."

Una bonita sensación afloró con bienestar en su pecho de recordar que se lo dijo cuando lo abrazó, pero poco a poco fue memorando lo que ocurrió sobretodo en la madrugada cuando se despertó. Sus mejillas sonrojaron al citar todo lo que le estuvo pidiendo.

"¡Eso no hacen los amigos! Pedirle su abrigo y dormir con él..."

La sensación caliente en el rostro cuando acercó peligrosamente al ajeno susurrando tentativo su nombre en la sien e inhalando sus feromonas directamente le hizo hervir de la vergüenza.

"¡¿QUÉ RAYOS ESTABA PENSANDO?!"

Nunca había dormido con un alfa, destacando que fue al inicio de su celo fue algo peligroso. Estrelló las manos a ocultar el rostro con toda la pena andante, lo peor de todo es que no se sentía arrepentido.

"Fue tan bueno para soportarme así... Por sus feromonas parecía que no le disgustó tampoco..."

Acercó a su ropa para ponerse nuevamente la sudadera, checando antes que sus vendas continuaran estables, al ponerse de pie escuchó la puerta abrirse despacio con Inko asomando.

—Izuku, ¿estás bien? Ayer unos maleantes entraron a casa pero Katsuki-kun vino ayudarme, pero tú... Venían a buscarte...

El menor hizo una mueca y desvió la vista acudiendo a corresponder el abrazo con un alivio. Aun así no le daría detalles de que se trató de yakuzas, tampoco que fue algo de Todoroki por un malentendido aparente. No le mostraría sus heridas para evitar preocuparla más.

Inko miró el desastre de tendido en la cama y el suelo, suspiró con mejor ánimo.

—Vi a Katsuki-kun saliendo de casa, me contó que se quedó contigo. Es tan buen muchacho, me pone tan tranquila que esté tan cerca de ti.

—Sí... Yo también... —susurró meditabundo de lo dependiente que se estaba volviendo de él.

La mujer se quedó perceptiva hasta que acercó un poco a Izuku dándose cuenta de algo.

—Tu aroma es diferente, ¿fue por qué se quedó?

Izuku respingó de la pregunta y tomó de los hombros a su madre para empujarla con cuidado fuera del cuarto.

—Anoche estaba estresado, se quedó por eso, inevitablemente mi cuarto se quedó con los aromas combinados. ¿Por qué no vas a cambiarte? En seguida bajo para ayudarte con el desayuno.

Balbuceó el menor nervioso de su madre queriendo indagar ese tema. Inko salió de la recamarada en camino a la suya y el comentario de que pronto iniciaría el desayuno, que con eso ayudaría a pasar el mal momento de ayer.

Izuku cerró su puerta empujandola con la espalda y quejó adolorido por el contacto con la madera que aplastó sus heridas, al mirar el cuarto estaba el destendido en el suelo, el cobertor de su cama medio arrastrado a la mitad y la estela de feromonas de ambos.

"¡¿QUÉ RAYOS ESTABA PENSANDO?!"

Se repitió mentalmente apresurado a levantar las cosas mientras las sostenía contra su pecho con cuidado.

"¡Es un alfa! Debo tener cuidado, aunque no creo que el me vea de esa manera... como yo..."

Cerró sus ojos con brusquedad y negó la cabeza todavía avergonzado con el rubor encima. Ultimamente veía a Katsuki más atractivo. Con camisas sin mangas, incluso el torso descubierto y brillante en sudor, curando sus heridas tan cerca, sintiendo el calor de su abrazo y sus deliciosas feromonas...

"Es por mi celo, una vez que se pase dejaré de mirarlo así... Apenas estoy recuperando su amistad, no quiero que me vea como repudio otra vez..."

Con tristeza recogía las cosas del suelo, hoy en día los omega varones eran muy apartados de la sociedad. La mayoria de los alfas preferían mujeres con mejores dotes, como grandes bustos y amplias caderas para lograr tener a sus cachorros. Eso le generó un ruidito en su cabeza.

"¿Kacchan pretende tener una familia?"

El hecho de que el alfa viviera solo, practicara peleas clandestinas o que incluso consumiera ciertas sustancias ilicitas lo hacía poco probable, pero opciones no le faltaban, siempre tenía varias miradas admirando su porte en el instituto.

Cuanto tenía las cobijas con las que durmieron y las estaba doblando para guardarlas de nuevo en el armario pausó su actividad y pasó saliva por su garganta.

"¿Por qué tiene que oler tan bien?"

Pensó culposo tirandose de nuevo en cama con el tendido encima para taparse, inhalando la estela de feromonas que se quedó impregnado en ello.

Apenas se pudo levantar ese día cuando su madre le hacía llamados para ir almorzar, también cuando vino un cerrajero a cambiar las chapas de las puertas.

En la tarde cuando los efectos de supresor estaban finalizando tomó otro más y se tiró a continuar entre las cobijas que Katsuki usó, imaginando que seguía con él. Tenía un remordimiento por tener esa insaciable necesidad de tener al alfa consigo, eran demasiado compatibles que le daba pavor asumirlo.

Al día siguiente prefirió no ir a clases, no solía faltar pero su justificación fue por el celo. Le dijo a su madre que a pesar de tomar supresores no se sentía muy bien, pero su motivo real era volver a experimentar algo como la última vez en su periodo de celo la semana pasada.

Volvió a quedarse en cama envuelto en las cobijas que el alfa usó, apenas y conservaban su agradable aroma de picante y naranja, puesto que Izuku lo estaba ensombreciendo con las suyas ante el estímulo. Se repetía una y otra vez entre susurros a Katsuki hasta quedarse dormido.

Sus heridas él mismo se las volvió a vendar con mucha complicación, pero prefería eso a que su madre le mirara las grandes marcas que sufrió por los azotes.

Cuando su cuerpo aminoró los síntomas con el supresor y enfrió la cabeza limpió adecuadamente su cuarto por fin, cambió las sábanas y guardó las mantas que estaban de más dentro del armario. Había faltado a clases y a las practicas de los porritas, recibió un mensaje de advertencia de Ochako diciendole que a la próxima sea más cauteloso en reportar sus ausencias.

En lo que estaba limpiando también recibió otra llamada más, era Tsuyu para preguntar como estaba y su motivo anormal de ausencia, Izuku solo se reportó enfermo pero no especificó más, con Tsuyu se animó a ser más específico que fue por otro adelanto de su celo.

—¿Fue por qué te molestaron los del equipo de futbol la semana pasada? No te preocupes, Bakugo los puso en su lugar —dijo la vocecita en línea.

—¿Eh? —Balbuceó aturdido Izuku.

—Extraño, ¿verdad? Como te había molestado antes también, no esperabamos un comportamiento de ese tipo, pero golpeó a sus camaradas y les reclamó por molestarte, mencionó algo así como "les dije que nadie tocara a Deku, es mío", bastante posesivo...

—¿Eso hizo...? —Cuestionó asombrado y excéptico.

—Sí, reclamó a Tetsu y Sero que nadie más iba a tocarte salvo él, suena que quiere convertirte en tu saco de boxeo, ten cuidado.

Izuku no lo vio del todo de esa manera, ese comportamiento de Katsuki ya lo había vivido antes cuando lo defendía de niños de otros abusivos. No permitía a nadie molestarlo, él se proclaba ser el único con esa dicha, pero también tenía unos toques preocupados cuando lo veía lloriquear.

Arrugó el entrecejo inquieto de saber de la amenaza que el alfa le dio a los otros del equipo.

—Es extraño, antes se divertía molestandote con ellos en frente de todos, ¿por qué ahora diría eso? Insisto en que tengas cuidado.

Advirtió Tsuyu con una sensación de incertidumbre por ese cambio repentino que tuvo Katsuki, lo último que sabía la beta fue la pelea que tuvo con Shoto en la cafeteria.

—No lo conozco tanto, pero las chicas de grados superiores también les pareció inusual que estuviera tan posesivo contigo, ya que nunca se ha comportado asi con nadie en el instituto, siempre disfruta fastidiar a otros.

Izuku quedó mudo oyendo a Tsuyu hasta hacerla creer que no estaba.

—¿Midoriya?

—Ah, sí, aquí estoy... ¿Puedes decirme que vieron en clases? Los siguientes días tampoco iré, estoy un poco lastimado por algo más...

Tsuyu percibió el modo en que le cambió el tema abrupto, pero no insistiría, por lo que fue accesible en darle detalles de que vieron en sus clases para que no atrasara.

Cuando Izuku terminó de anotar las cosas bajó el lapicero en la mesa, agradeció y colgó. Suspiró con un compás que pretendía relajarlo, más no fue así.

"Creo que es normal que dijera algo como eso, pero sonaba más adecuado de niños, ahora podría malinterpretarse..."

Echó el rostro al frente cayendo encima del cuaderno con el rubor en el rostro.

—Entonces se enojó con sus amigos por molestarme... —susurró recordando los rostros de los jugadores.

Tal vez las cosas estaban cambiando para bien, a diferencia de los primeros encuentos no esperaba algo así otra vez. Hasta le daba un toque emoción.

Al tener la imagen de Katsuki en la cabeza irguió la espalda y se empujó en la silla hacia atrás nervioso.

"¿Por qué te pones feliz, idiota? No es bueno que haya lastimado a otros. No es que me guste Kacchan, son sus feromonas oportunas que acercaron en mi celo, la semana pasada todo fue normal, solo por esta vez... Que durmió conmigo..."

Sintió la cara hervir colorada, cualquier cosa que pensaba y tendría que ver con Katsuki lo llevaba a malinterpretar a otras cosas.

Quiso enforcarse en retomar las lecciones que Tsuyu le dijo, así que sacó el libro de su mochila y busco las páginas correspondientes y al otro lado con su cuaderno empezó a anotaciones.

Varios minutos después escuchó el anormal ruido de las pisadas subir las escaleras, pensó que sería su madre acudiendo por algo arriba, cuando ya le había recalcado que caminara despacio. Sin embargo, su puerta fue abruptamente abierta que le provocó respingar paranoico pensando que tal vez eran los yakuza.

Se giró alerta pero su gesto ablandó y se tornó de nuevo con sorpresa de ver que se trataba del alfa.

—Kacchan... ¿Q-qué haces aquí? No olvidaste nada la ultima vez...

Saludó nervioso, ya que el se cercioró en rebuscar en su habitación alguna prenda que hubiese olvidado el alfa cuando el aroma de las cobijas difuminó. El comentario de que no lo vio en la escuela le hizo parpadear aturdido.

"¿Se fijo en mi ausencia? A pesar de que no vamos en los mismos grados..."

La reciente llamada de Tsuyu diciendole lo que hizo Katsuki le volvió un mar de nervios y no se animó a mirarlo a los ojos.

—Me sentía mal aun por mis heridas, sabes que estoy en celo también... Las cosas complicaron y decidí faltar... —respondió cabizbajo.

El alfa le silenció y arrojó algo que golpeó pecho, cuando cayó en sus muslos lo reconoció como una caja de analgesicos.

—¿Y esto?

No tuvo una respuesta apropiada más que una burda indicación de que las tomara si tanto le dolían sus heridas.

—Ah... claro, gracias... —tartamudeó confundido.

"¿Se preocupa por mi?"

Miró al alfa retirarse por donde llegó dejandolo con un gesto descolocado por la extraña acción. Rapido se levantó de la silla y caminó al marco de la puerta viendolo bajar las escaleras.

—¡En serio muchas gracias! —Dijo con una voz tambaleante con la caja de analgesicos contra el pecho.

Pudo tener la osadía de alzar la voz y el rostro mirandolo a la espalda. Regresó a su habitación con una temblorosa sonrisa mirando la caja, le emocionaba saber que Katsuki tenía consideración consigo, defendiendolo de otros o llevarle analgesicos, su corazón latia frenético.

"No se comporta así por mis feromonas, ¿cierto? Fue concidencia, solo está siendo cortés. Conociendolo solo me está regresando el favor... ¡¿Entonces por qué estoy tan feliz?!"

Cada vez más le parecía Katsuki un alfa adecuado para sí, se ponía nervioso por como las feromonas lo aturdían cada vez más, el como quería volver a acercarse con él y abrazarlo, dormir nuevamente cercanos.

Apresurado de darse cuenta de sus pensamientos fue a la cama a acostandose boca abajo y ahogar un grito frustrado en su almohada.

"ES MI CELO, LUEGO NO PENSARÉ ESO. ¡YA BASTA!"

Quejó ruborizado, cuando le faltó el aire giró de lado mirando la caja en su mano.

—Me ve como su amigo llorón... Cuando se insinúa es solo para burlarse de mi reacción...

Se puso boca arriba y estiró la mano para alcanzar una botella de agua de la mesa, tomó una pastilla y se la bebió con un trago.

—El se movía mejor, ya no deben molestarle tanto las heridas...

Se susurró recordando como lo vio arrojar la caja y bajar las escaleras, notando su amplia espalda que con esa delgada tela de su camisa daba marcaje a sus músculos... Nuevamente sonrojó y sintió calor, por lo que dirigió el agua a la cabeza para refrescarse y entrar en razón. Era incómodo, pero le daría la razón a Katsuki en decirle pervertido, estaba teniendo pensamientos anormales con el rubio, tanto que sus feromonas dieron un brote excitado así como sintió su entrepierna despertar y una singular sensación húmeda que le hizo tomarse un baño.

Se supone que era el último día de su celo, no tenía porqué llevar tan agresivo los síntomas, pero cada vez que pensaba en Katsuki su instinto omega agudizaba.

Los próximos días todavía no quería salir a clases, el celo estaba ausente por fin, pero seguía curándose las heridas del torso y espalda, lo mejor era no sobre esforzarse, tampoco quería enseñar sus vendajes en los vestidores con el resto de los animadores, pero sobretodo le daba miedo salir. Sin duda estaba muy paranoide de volver a ser recogido así en la banqueta por una camioneta y extraños. Ni siquiera salía al jardín, su madre empezó a preocuparse, trataba de invitarlo a acompañarla a la tienda o sacar la basura, pero Izuku siempre ponía un pretexto.

Uno de esos días confinado por sí mismo en su casa recibió la llamada que le daba miedo tener, el número de Shoto estaba sonando a no tener respuesta de sus mensajes. Izuku decidió responder nervioso y decaído, la relación con él ya no era tan provechosa, sentía que solo respondía las cosas por obligación y el bicolor percibió su miedo en la voz.

Shoto trató de recordarle el baile de la mejor manera para subirle el ánimo, pero Izuku se puso melancólico declinando la invitación, mencionó que no estaba del todo bien de sus heridas aun y que prefería quedarse en casa. Y con todo el dolor de su corazón, Shoto aceptó en no forzarlo a empeorar la relación entre ellos.

Izuku ya llevaba varios días sin salir de casa, su madre comenzó a acentuar su preocupación por él, así que acercó a la puerta de la habitación tocando un par de veces para asomar, se encontró con su hijo acostado bajo el edredón de la cama siendo un ovillo.

Inko se acercó a tantearle el rostro con la mano considerando que estaba enfermo, pero Izuku abrió despacio los ojos.

—¿Que ocurre? —Preguntó el menor asomando completamente el rostro fuera del cobertor.

—Si sigues así te enfermerás. Sé que fue un mal momento el que sucedió, pero deberías tratar de afrontarlo ya...

Dijo Inko con ese gesto preocupado acariciando el cabello de su hijo, nunca le dijo explícitamente lo que sucedió pero por ese comportamiento estaba segura que fue un mal rato, incluso peor que el de ella.

—¿Vas a quedarte ahí todo el día? ¿No era hoy la fiesta del instituto? Habías dicho que un amigo de invitó, ¿no?

Izuku arrugó el entrecejo sin ánimos de responder a eso, no le diría que fue el mismo causante del revuelto con los yakuza, por lo que volvió a sujetar el cobertor y ponerlo encima.

—Como no quisiste salir me di la tarea de buscarte uno, ¿en serio ni siquiera te lo probarás?

Dijo con un intento de animarlo en su chantaje, después de todo la mujer invirtió tiempo buscando un traje adecuado para su hijo cuando le mencionó el evento al que iría hace días atrás. Miró hacia el armario donde estaba colgado en un gancho.

—Mamá, quiero descansar... —Susurró bajo el cobertor. Inko suspiró resignada de insistir, por lo que le dio una palmada suave en hombro y se levantó.

Al quedarse solo en la habitación salió del cobertor mirando al techo con un semblante serio. Tenía miedo de salir, la paranoia estaba encima por la amenaza que sufrió del jefe Todoroki, rechazó a Shoto en la fiesta al final, tal vez eso tendría repercusiones...

Se puso de pie y avanzó a su escritorio buscando entre los cajones uno de sus libros, esa tarde tenía intención de continuar con su lectura, pero al escuchar un grito desde fuera hizo malabares con el libro para que no se cayera, el grito fue "Deku" por una distinguible voz que era el único que le decía así. Aturdido se acercó al balcón y asomó nervioso.

—¿Kacchan? ¿Qué sucede? —Respondió con un volumen más tranquilo que el llamado, ya que estaban relativamente cercanos con unos metros de diferencia de frente.

Ver a Katsuki le hizo subir mejor su ánimo, pero eso no descartaba que se ponía un poco nervioso con esos ojos color escarlata dirigidos en plenitud hacia él como si estuviera acechandolo.

Al oír la invitación (o más bien la amenaza) de ir al baile juntos y la hora para que estuviera listo para recogerlo le hizo inclinarse a sostener las manos en el barandal de metal.

—¡¿Ehh?! —Voceó estupecfato y desencajó la mandíbula, espero unos segundos la típica sonrisa burlona de estar jugando, pero el alfa se veía muy convicente. —¡¿Es en serio?! Pero... No quiero salir...

Susurró inseguro eso último, le daba miedo poner un pie en la calle. Conocía a Katsuki, ¿cómo iba a darle un no?

—Kacchan, en serio tengo otros planes-... N-no tengo algo para usar... —trató de dar más de un pretexto pero la sentencia de Katsuki fue contundente dejandolo hablar solo en el balcón.

Izuku volvió adentro de la alcoba cerrando la ventana y las cortinas, empezó a dar vueltas en el limitado lugar casi haciendo un agujero con sus pasos.

—Estaba bromeando, sí, seguramente muchos quisieran ir con él, ¿por qué me escogería? Solo quiere burlarse de mí...

Rascó su cabello ansioso mirando un par de veces la cortina traslucida con la luz del día, hizo una mueca en completa inseguridad.

—No puedo ir tampoco porque cancelé a Todoroki-kun, eso sería muy cruel... ¿Qué se supone que le diré si lo llego a ver?

Se llevó las manos por el rostro hasta deslizar el cabello hacia atrás en estrés.

"¿Por qué quisiera ir al baile conmigo?"

Entonces le llegó a la cabeza lo que le dijo antes de salir del balcón, que no fuera un cobarde que se esté encondiendo como un ratón. Su semblante relajó con sorpresa.

—Quiere... ¿Ayudarme?

Jugueteó con sus dedos en su abdomen hasta que acercó al armario buscando la ropa que su madre mencionó cuando estuvo ahí.

—No creo que sea buena idea, Kacchan podría meterse en más problemas por mi culpa...

De por sí las cosas entre Katsuki y Shoto eran nefastas con la pelea que tuvieron, la suspensión. Muchas consecuencias malas pasaban en mente de si iba al baile, desde volver a ser golpeado por los yakuza, encontrarse con Shoto, las burlas de otros, la avalancha de preguntas de por qué no ha ido a la escuela, puros escenarios malos daban en un pesimismo. Aun así, una parte en su interior estaba con una tibia emoción por la sola idea de que Katsuki lo invitó al baile de bienvenida.

"Si es una broma de él, está bien, podré quedarme y no sería nada nuevo con sus insinuaciones... Pero si no... Si viene y no estoy listo se pondrá furioso."

De tanto estrés comenzó a dolerle la cabeza, pero tenía que acatar las cosas. Así que tomó un analgésico, sujetó una toalla y se dirigió a tomarse una ducha. Las marcas en su pecho seguían algo vigentes pero con un color más claro por estar sanando, no eran dolorosas al tacto como antes, solo era cuestión de días para que desaparecieran por completo.

tras secarse salió del baño con una toalla amarrada en la cintura, se frotó las sienes con la yema de los indices tratando de mentalizarse.

"No es una cita, probablemente solo le causé lastima, luego de como golpeó a los jugadores diciendo lo que... Dijo... Sería humillante para él si no estoy bien"

Se puso esa excusa en la cabeza para encontrar el motivo más verídico de porque le dijo que iría con él al baile repentinamente el mismo día del evento. ¿Por qué hasta ese momento, horas antes le grito el anuncio? No tenía otra explicación. Se vistió con el traje formal que estaba colgado e impecable. Unos pantalones azules con su chaleco del mismo tono, bajo éste una camisa blanca manga larga y una corbata oscura que fue su mayor rival al vestirse, estuvo varios minutos tratando de formar el nudo que vio en un tutorial en internet, pero solo logró un pequeño abultamiento que dejó resignado, no era nada lo suyo esto.

Bajó las escaleras tratando de cerrar la pequeña apertura de los extremos de la camisa, cuando su madre lo vio con la gala puesta saltó emocionada del sofá.

—¿Si irás al baile? Te ves tan guapo, te quedó perfecto —elogió con una sonrisa bonachona, pero al notar que Izuku estaba batallando con las mangas le detuvo— venían unos broches gemelos con ello, creo que los deje aquí para que no se perdieran...

Acercó hacia el menor para señalar el bolsillo del chaleco donde sacó un par de gemelos para abrochar los pliegues de la camisa blanca en las muñecas, eran dorados contrastando con el resto del atuendo.

—Supongo que no volverás temprano, pero prefiriría que me despertaras cuando llegues.

Izuku asintió poco convencido, él preferiría volver tan rápido como pudiera o mejor aun, no salir. Regresó arriba a su habitación para cepillar su cabello, era complicado por lo encrespado que eran sus rizos, pero logró deslizar hacia atrás un lado de los mechones dejando parte de su frente descubierta.

Minutos después escuchó la puerta tocar de su cuarto.

—Izuku, Katsuki-kun está esperandote para que lleguen juntos. Está abajo en la entrada, no lo hagas esperar más...

Dijo con casualidad la mujer retirandose de la puerta, Izuku casi desbalancea de la sorpresa mirando su reflejo en el espejo de pared.

"¡¿No era broma?! ¡Sí llegó!"

Se puso pálido y apretó sus puños con los nervios encima, ¿de verdad iría con Katsuki Bakugo a un baile?

—V-voy en un momento... —respondió apenas tratando de mantener la compostura al otro lado de la puerta.

Desconectó su teléfono del cargador y lo guardó en el bolsillo con su cartera. Su plan solo era cumplir con ir y volver tan pronto como pudiera, no quería estar expuesto afuera mucho tiempo.

Abrió la puerta recibiendo a su madre con una sonrisa de ver que por fin Izuku decidiría salir de casa luego de días.

—Estarás bien si vas con Katsuki-kun, él ha demostrado ser fuerte y confiable, recuerda que vino ayudarme con esos rufianes —susurró Inko palmeando la espalda de Izuku mientras le acompañaba a descender los escalones.

—Lo sé, pero... Tal vez no es buena idea esto...

—Nunca es mala idea salir a divertirse, es un evento escolar no es nada malo, hijo. Baila un poco, convive con tus amigos, relajate.

Insistió Inko con intención de que esa inseguridad de Izuku por salir se esfumara, pero conforme bajaban las tortuosas escaleras acercandose a la puerta hacían al pecoso tensar imaginando algo como la pesadilla que vivió. En los últimos escalones levantó la mirada encontrandose con Katsuki en el marco de la puerta, se quedó paralizado.

El porte galante que llevaba el alfa con un vestuario que jamás le imaginó, parecía todo un modelo o esos actores que van en alfombra roja. Apretó la mano al barandal y dejó de respirar un par de segundos.

"¡¿Por qué rayos viene tan guapo?! ¡¿En serio viene por mí al baile?!"

Cada vez se hacía complicado el contacto visual, ya no era por intimidación, sino que sus gestos eran bastante evidentes a esa atracción que tenía por él. Se recordó que no estaba en celo, que ya debía pasar esa curiosidad por el alfa, pero cuando se acercó a él recibió una ráfaga de colonia varonil que opacó un poco las feromonas. Ya no podía echarle la culpa al aroma natural del alfa.

—Hola Kacchan... luces bien, erh... No quise decir que antes no lucias bien, pero ahora...

"Dios mío, ¿qué rayos estoy diciendo?"

Se mordió la lengua tratando de callar otra imprudencia, pero por fortuna Katsuki también lo tomó sin modestia diciendole que guardara silencio y que ya se fueran.

—¿Ya nos vamos...? ¿Afuera? ¿Ya? —insistió nervioso.

Cuando vio al alfa caminar trató de acompañarlo, pero iba más despacio y cauteloso mirando de un lado a otro, estaba encogido de hombros con la paranoia encima como si tuviera a alguien vigilandole.

—Vuelvo después, no me esperes —insistió Izuku a su madre despidiendo cabizbajo.

Salió del jardín con la vista al suelo que iba pasando, hasta que alzó las iris para encontrarse con la espalda de Katsuki que pronto fue acercando porque frenó y de por ser porque también paró se estamparía.

—Lo siento, es que no he pisado afuera desde lo que pasó —disculpó por el regaño de que era lento.—¿Y si pasa algo malo? Ya no quiero darte problemas.

Con eso también abarcaba la sensación incómoda que era estar con él, al menos por su lado la tensión sexual incrementaba, no podía creer aun que estaba yendo con Katsuki a un baile. El repentino agarre de su mano le hizo sobresaltar intentando separarse retrocediendo pero fue jalado a acelerar el paso.

—¡P-p-puedo seguirte por mi cuenta! —Reclamó exaltado con el rubor en sus mejillas arrastrando sus pisadas en la banqueta.—No tienes porque tomarme.

La mano de Katsuki era grande y áspera, envolvía casi en su totalidad la suya, el calor que le brindaba era directo, entonces el escenario donde durmieron juntos y le tomó la mano dormido le generó un puchero avergonzado y culposo.

—¿Por qué quieres que vaya al baile contigo? Sé que somos amigos, pero no tienes porque preocuparte por si no salgo, hay muchas personas que hubieran aceptado sin dudarlo tu invitación.

Respondió nervioso tratando de separar el agarre, pero por más que tratara de evitarlo el alfa reforzaba el agarre, hasta que volvió a detenerse para girarse con él y plantandole la cara con un regaño de que dejara de ser tan cobarde y no pasaría nada malo, con cierto detenimiento a que estaría bien a su lado.

"Ese no es el verdadero problema... "

Que le diera miedo a salir era un motivo, pero en realidad no quería acercarse más a Katsuki, le asustaba volver a arruinar su amistad cuando apenas la estaban arreglando, pero Izuku solo determinaba en cada segundo que lo miraba que sí se estaba enamorando.

Bajó la vista con ese vigente sonrojo y asintió la cabeza, las palabras de aliento del alfa lo corroboraban más, adquirió un interés natural en él y le daba miedo el rechazo. Por lo menos trataría de ocultarlo.

—Volveremos a casa juntos, ¿verdad? No me dejarás solo... —cuestionó cabizbajo aún.

Cuando iba a recibir la respuesta las luces de un auto con el sonido del motor lo alertó, recordó la camioneta que lo recogió forzadamente, así que rápido y asustadizo se abalanzó a abrazar a Katsuki con fuerza.

Estaba temblando con pánico de rememorar ir atado y a ciegas solo escuchando a los yakuza, nadie quisiera vivir algo como eso nuevamente.

Cuando el sonido del auto se volvió lejano, solo fue alguien pasando casualmente por el vecindario, fue separado despacio con la burla de ser un cobarde, pero que no iba a dejarlo. Eso llevó a Izuku a retroceder más tranquilo.

—Está bien, voy a intentar no ser un cobarde...

Dijo con mejores palabras de aliento y seguridad, sin embargo, el detalle de pasar desapercibido su atracción por Katsuki se complicaría, con el mínimo miedo se inclinaba hacia él era prueba certera.

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