— ¿Puedes dejar de provocar a Jaebum?— dijo Annie entrando al departamento de Jinyoung en cuanto él abrió la puerta.

— No lo estoy provocando.— respondió mirándola.— Te lo dije él no es competencia.

— Y yo te digo a ti: Yo no soy un maldito trofeo por el cual competirán.— lo miró enojada.

— Lo que paso hace una semana... en la fiesta.— habló con pesadez.

— Simplemente olvídalo, por favor.— pidió susurrando.

— ¿Olvidarlo, Annie?— se acercó a ella.— ¿Cómo olvido tus besos?— él tomó su mentón y empezó a darle húmedos besos llegando al lóbulo de su oreja izquierda y suspiro erizando la piel de ella.

— Jinyoung...— intentó alejarlo pero fue imposible.

— ¿Cómo olvidar tu voz gimiendo mi nombre?— habló con voz ronca quitando su abrigo mientras besaba su hombro.— Respóndeme, ¿cómo olvido la manera en la que tu temblaba después de haberte follado mejor de Jaebum?— rió un poco y la miro.

— No sé, Jin...— Jinyoung ágilmente la tomó de la nuca y la besó con fuerza. Bajó una de sus manos hacia su trasero y apretó de este, apegándola más hacia él, mientras se besaban la jalo al sillón sentándola encima de él, bajo ambas manos hacia su cintura, y tomándola de ambos lados, lamió su mentón.— No.— dijo ella parándose mientras se acomodaba la ropa.

— Annie, por favor.— tomó su brazo.

— Lo que pasó en la fiesta no debió pasar.— lo miró soltándose de su agarre.

— Pero pasó.— dijo con obviedad.

— Sí, sé que pasó pero no significa que volverá a pasar.— tomó su abrigo y suspiro.

— Annie...— la llamó.

— Escúchame: Jaebum es mi novio y quiero que por favor dejes de molestarlo. No quiero que se peleen. He tratado en lo más que puedo en evitar que Jaebum te golpee pero si sigues así no voy a evitarlo.— giró a verlo.

— Sé defenderme. No soy idiota como para dejarme golpear por él.— habló enojado.

— Sé que sabes defenderte, Jinyoung.— suspiró cansada.— Sólo no quiero que ambos se golpeen y mucho menos por mí.— cerró sus ojos unos segundos y volvió abrirlo.

— Annie, me gustas y haría todo lo que sea necesario por ti.— se acercó a ella.

— Me gustaste pero tú te fuiste como si nunca te importé... no respondiste mis mensajes, ni llamadas, ni nada.— habló mirándolo a los ojos.

— Pero volví...— respondió casi gritando.

— Sí, volviste.— confirmó.— Pero lo hiciste tarde.— lo miró con rabia.— Volviste cuando apague mis sentimientos por ti... volviste cuando... ya estaba con alguien.

— Annie, discúlpame.— sujetó su mano.

— No puedes volver como si nada, confesarme que amas, besarme y hacer mi vida un caos.— lo empujó alejandolo.

— Te necesito conmigo.— susurró muy bajo.

— Tal vez el destino no nos quiere juntos.— sonrió con ironía.— Mereces alguien mejor, Jinyoung.

— Tal vez tú lo seas...— volvió hablar bajo.

— Por ahora no lo soy. Tal vez si el destino o lo que sea en un futuro nos une podremos estar juntos...— lo miró y suspiró.

— Bien, estoy cansado de esto...— dijo sin ánimos.

— También estoy cansada de esto. De discutir, de pelear. Por favor, detente con este maldito juego.— caminó hacia la puerta.

— Me sorprende que creas que estoy jugando cuando sabes que no es así.— acomodó el cabello.

— Ya, solo mantén distancia por ahora.— dicho eso salió dando un portazo.

Annie salió del edificio donde vivía Jinyoung. Mientras caminaba rumbo a casa pensaba en la traición que le hizo a Jaebum. Se sentía culpable por haberlo engañado así que tomó la decisión de contarle lo sucedido arriesgando a que su relación con él terminara.

El teléfono de Annie sonó, saco de éste de su abrigo y respondió sin ver quién era.

— ¿Sí?— dijo sentándose en una banca frente al Río Han.

— Annie...— habló bajo.

— ¿Sucede algo, Jaebum?— preguntó algo preocupada.

— No, estoy bien. Sólo quiero verte y hablar.

— Yo igual, necesito hablar contigo de algo importante.— susurró mirando al río.

— Estoy en la cafetería Coffee House, ¿dónde estás?

— Estoy a pocas cuadras de esa cafetería. Voy para allá.— empezó a caminar rumbo a ese lugar.

— Annie...— la llamó.

— Dime, aun estoy aquí.— sonrió leve.

— Sabes que te amo, ¿verdad?— hablo en voz baja. Annie no pudo evitar sentirse mal al escucharlo decir eso así que decidió guardar silencio y suspirar.— Hablaremos en cuanto llegues, bonita.— colgó.

Cuando llegó a la cafetería se dirigió a donde se encontraba sentado Jaebum. Él le sonrió al verla y le dio un cálido abrazo.

— Annie, te cite aquí para pedirte una disculpa por lo que pasó en la fiesta de Jackson. Realmente no supe controlar mi enojo y me aleje un poco de ti esta semana.— la miró y le entregó un café el cuál ella aceptó.— Annie, no sabes cuanto te amo.— tomó una de sus manos y acarició el dorso de esta.

— Jaebum...— lo miró.— No te disculpes. Quién debe disculparse contigo soy yo. Por favor, escucha lo que te diré.— las manos de ella empezaron a temblar un poco.

— Te escucho...— soltó sus manos y bebió de su café.

— En la fiesta de Jackson pasó algo...— ella mordió su labio con fuerza.

— Vamos, dime.— tomó una de sus manos.

Casi todo el cuerpo de Annie temblaba. Miró a los ojos a Jaebum, tomó una bocanada de aire y suspiró.

— Te fui infiel con Jinyoung.— dijo en un hilo de voz.

— Annie...— la llamó.

— Lo lamento Jaebum.— sus ojos se cristalizaron.— Lamento que esto haya pasado. Necesitaba decírtelo. La culpa me carcomía todos estos días por haber hecho esto.— volvió a mirarlo y el rostro de él no tenía ninguna expresión.

— Yo no sé qué decir...— se acomodó en su lugar.

— Entenderé que quieras terminar...— limpió su cara.

— Respóndeme algo.— miró sus manos.— ¿Realmente me amas?

— Lo hago, Jaebum.— susurró.— Tal vez pienses que no lo hag...— Jaebum la interrumpió.

— Necesito tiempo para pensar.— hablo con voz quebrada mientras se colocaba su abrigo.

— Lo siento...— miró sus ojos con arrepentimiento.

— Annie, no lo lamentes.— carraspeó un poco.— Supongo que él es mejor que yo y por eso hiciste lo que hiciste. Yo soy quién lo lamenta, no voy a juzgarte porque yo en el pasado no fui el mejor hombre, antes yo era fiesta, mujeres, alcohol y sexo pero al conocerte todo cambio, me di cuenta que no todo era eso, puede encontrar la mejor versión de mí. Me enseñaste cosas que nunca supe, me enseñaste amar y cómo sentirse amado. Te debo todo lo que tengo hasta ahora a ti, Annie. — la miró y bajó su mirada.

— Jaebum, siento haberte fallado.— sujetó su manos.

— Annie, te amo como a nadie en este maldito mundo pero dame tiempo para pensar en lo nuestro.— alejó sus manos de las de ella y acomodó su cabello.

— Esta bien. Lo haré.— ella tomó su abrigo y se levantó.

— Annie, espera...— tomó su brazo.— Te llevaré a casa.

— No, me iré yo sola.— se soltó de su agarre y salió de la cafetería.

Annie mientras se alejaba empezó a llorar. Su paso se detuvo cuando sintió que la tomaron del brazo y la abrazaron fuertemente. Ella inmediatamente supo que era Jaebum.

— Por favor, no llores.— susurró mirándola.— Espera por mí, Annie. Vendré a buscarte, lo prometo.— tomó su mentón y acarició sus mejillas.

— Te esperaré...— sonrió de lado.

— Antes de que te vayas déjame besarte. Necesito hacerlo.— se acercó un poco a ella y besó sus labios con ternura mientras sonreía, al terminar la miró unos segundos y se alejó de ella.— Sabes que te amo, ¿verdad?— ella asintió.

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El capítulo más gay asies.

Gracias por leer.